Presentacion

Desembarcó en el puerto tarareando una canción mientras se movía al ritmo de una cancioncilla que solo ella escuchaba en su cabeza. Por fin había llegado al puerto y, aunque había disfrutado mucho con el viaje (unos pasajeros encantadores y generosos que le habían pagado el billete con sus generosas donaciones en sus actuaciones), estaba deseando pisar tierra firme.

Sin detenerse en su tarareo echó un vistazo a su alrededor, asintiendo al ritmo de esa canción de su cabeza y poniéndose en marcha de nuevo en dirección a la que parecía la más concurridas de las calles.

Descolgó su laúd y empezó a tocar nada más entrar en la calle. La había compuesto mientras viajaba en el barco y estaba deseando probarla, quería comprobar si era lo suficientemente llamativa y alegre como para llamar la atención de los ciudadanos, de la gente que no la conocía ni sabía en qué consistían sus espectáculos.

En cuanto las primeras notas salieron de su laúd un grupito de gente curiosa giró la cabeza para ver de dónde salía aquella melodía y, poco después de empezar a tocar tenía a un nutrido grupo de gente embelesado, caminó un trecho por la calle hasta que le pareció que había reunido suficiente gente como para costearse las habitaciones que pediría, por supuesto en una posada de las más lujosas de la zona.

Echó un rápido vistazo a las personas allí reunidas se decidió por su presentación más clásica, algo que llamaba la atención y que ponía a prueba qué tipo de espectadores iba a encontrar, además comprobaría si las autoridades permitían aquel tipo de espectáculos o no.

- De la música nací y para ella vivo, escuchen hoy mis palabras y lo que tengo que contarles, y miren el ritmo de mis notas, observen los pájaros bailar al son de mis bellas palabras…