Censo
Últimos temas
Noticias
Afiliados normales
Mar de Jaspia es un foro basado en un mundo original con líneas argumentales que pertenecen a sus administradores y participantes. Tanto los escritos como el diseño están protegidos por una licencia Creative Commons. Algunos códigos fueron desarrollados por el equipo web de Protorol. La mayoría de nuestras imágenes son sacadas de DeviantArt y retocadas, si quieres créditos propios o te interesa alguna imagen en concreto, haznoslo saber.
KirillAdmin ♒ MP!
ChelsieAdmin ♒ MP!
LisandotMod ♒ MP!
DelinMod ♒ MP!
SophitiaColab ♒ MP!
CyrianColab ♒ MP!
Años Activos
La búsqueda de un sueño
2 participantes
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
La búsqueda de un sueño
Una isla hechizada, llena de magia y difícil de encontrar. Qué mejor sitio para buscar un sueño, para alcanzar lo imposible.
Aquella era su última opción. Había buscado por el buen camino, también por el malo, había recorrido fortalezas e indagado cerca de los personajes más afamados relacionados con la magia. Había bajado a los arrabales y los barrios de mala reputación e infiltrado entre los menos recomendables seres que se podían encontrar. Había preguntado a gente que la podía ver, había seguido a otros que no eran capaces de sentirla, había removido todo el Mar de Jaspia.
No había encontrado lo que buscaba.
La fantasma empezaba a desesperar. Ya no creía que existiese algo como lo que había habido en aquel barco, al que nunca volvió a entrar. Había perdido la fuerza y empezaba a pensar que nunca la encontraría. Lo había arriesgado todo en esa búsqueda, incluida a la persona por la que la hacía, y no sabía si podría volver con las manos vacías. Aquella era su última oportunidad, el único sitio donde no había buscado, donde no había probado suerte. Un lugar de leyendas para hacer realidad sus sueños.
Alma la había encontrado por fin. Aquella isla que veía ante sí se había resistido a ser hallada, pero por fin había dado la cara entre la bruma. La observó de lejos, mientras se acercaba. Cuando llegó por fin se detuvo sobre la negra arena de la playa. Por un momento sintió que la fuerza renacia en su interior, junto con la esperanza. Aquel lugar tenía algo extraño, podía sentirlo.
¿Quizá aún tuviera una oportunidad?
Se encaminó hacia el final de la playa, dispuesta a encontrar la respuesta.
Aquella era su última opción. Había buscado por el buen camino, también por el malo, había recorrido fortalezas e indagado cerca de los personajes más afamados relacionados con la magia. Había bajado a los arrabales y los barrios de mala reputación e infiltrado entre los menos recomendables seres que se podían encontrar. Había preguntado a gente que la podía ver, había seguido a otros que no eran capaces de sentirla, había removido todo el Mar de Jaspia.
No había encontrado lo que buscaba.
La fantasma empezaba a desesperar. Ya no creía que existiese algo como lo que había habido en aquel barco, al que nunca volvió a entrar. Había perdido la fuerza y empezaba a pensar que nunca la encontraría. Lo había arriesgado todo en esa búsqueda, incluida a la persona por la que la hacía, y no sabía si podría volver con las manos vacías. Aquella era su última oportunidad, el único sitio donde no había buscado, donde no había probado suerte. Un lugar de leyendas para hacer realidad sus sueños.
Alma la había encontrado por fin. Aquella isla que veía ante sí se había resistido a ser hallada, pero por fin había dado la cara entre la bruma. La observó de lejos, mientras se acercaba. Cuando llegó por fin se detuvo sobre la negra arena de la playa. Por un momento sintió que la fuerza renacia en su interior, junto con la esperanza. Aquel lugar tenía algo extraño, podía sentirlo.
¿Quizá aún tuviera una oportunidad?
Se encaminó hacia el final de la playa, dispuesta a encontrar la respuesta.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
No había sido como en otras ocasiones, en que los sueños la acosaban, día y noche, sin tregua hasta que se decidía a cumplir su oscuro mandato. Esta vez había sido algo violento, imperativo, ineludible.
Dormía sola aquella noche; el semielfo debía guardar las espaldas de un ricachón que había decido irse de juerga a los barrios bajos de la ciudad, los bares primero y los lupanares después, y no regresaría hasta el alba o más tarde tal vez. Se había quedado dormida leyendo y ese extraño sueño se había presentado.
En el mar que rodeaba a Jasperia se movía una isla oculta en la niebla, pero que exhalaba aromas y sonidos impregnados de magia. La isla se movía con gran rapidez alrededor del archipiélago, como planeta que orbita en torno al sol, pero se detenía brevemente en un punto frente a Kuzueth para luego volver a comenzar su viaje. Y cada vez que se detenía en la bruma que la rodeaba se dibujaba un rostro.
Era el rostro de una muchacha. Tenía el color de la bruma, como si alguien lo hubiera trazado con una pluma y luego hubiese olvidado ponerle color, pero eso no impedía apreciar su belleza… ni su tristeza. La pena que transmitían aquellos ojos era tan profunda, tan intensa, que las lágrimas corrieron por las mejillas de Lis, sin llegar a despertarla. Una docena de veces se repitió aquel ciclo y, cada vez que contemplaba ese doliente retrato, su propio pesar aumentaba. Entonces, en la duodécima parada, los ojos de la chica la miraron fijamente, cargados de desesperanza, y sus labios se movieron para formar una súplica inaudible pero, sin embargo, perfectamente clara: “Ven”.
Se despertó de golpe, llorando, con el pecho oprimido por el dolor y le tomó varios minutos recobrar la calma. El mandato de ese sueño era avasallador, tenía que responder al llamado de esa chica y tenía que hacerlo ya, esa misma noche. Debía hacer un viaje astral al lugar en que su sueño le había indicado que estaban la isla y la chica.
Había resentido mucho que Akira no estuviera en casa aquella noche, pero ahora incluso se alegraba de eso; a él no le gustaba que hiciera esos viajes. Verla pálida, fría e inmóvil, como quedaba su cuerpo cuando su espíritu lo abandonaba, lo angustiaba demasiado. Pero esta noche, no tenía que preocuparse por eso. Secó las lágrimas que aún humedecían sus mejillas, cerró los ojos y se durmió. Un par de minutos después, en su forma espiritual atravesaba la pared de su habitación.
Había estudiado mapas de Jasperia y no le fue difícil encontrar Kuzueth. Sobrevolando su perímetro pudo encontrar la isla cubierta por la bruma, lejos, mar afuera. No se había detenido en ese lugar sino que se movía lentamente, con un pausado ritmo de siglos. La niebla que la envolvía brillaba suavemente bajo los rayos de la luna, invitándola a bajar.
Descendió en el extremo de una playa de arenas negras, junto a unos requeríos, y se dispuso a buscar a la muchacha que la había llamado.
Dormía sola aquella noche; el semielfo debía guardar las espaldas de un ricachón que había decido irse de juerga a los barrios bajos de la ciudad, los bares primero y los lupanares después, y no regresaría hasta el alba o más tarde tal vez. Se había quedado dormida leyendo y ese extraño sueño se había presentado.
En el mar que rodeaba a Jasperia se movía una isla oculta en la niebla, pero que exhalaba aromas y sonidos impregnados de magia. La isla se movía con gran rapidez alrededor del archipiélago, como planeta que orbita en torno al sol, pero se detenía brevemente en un punto frente a Kuzueth para luego volver a comenzar su viaje. Y cada vez que se detenía en la bruma que la rodeaba se dibujaba un rostro.
Era el rostro de una muchacha. Tenía el color de la bruma, como si alguien lo hubiera trazado con una pluma y luego hubiese olvidado ponerle color, pero eso no impedía apreciar su belleza… ni su tristeza. La pena que transmitían aquellos ojos era tan profunda, tan intensa, que las lágrimas corrieron por las mejillas de Lis, sin llegar a despertarla. Una docena de veces se repitió aquel ciclo y, cada vez que contemplaba ese doliente retrato, su propio pesar aumentaba. Entonces, en la duodécima parada, los ojos de la chica la miraron fijamente, cargados de desesperanza, y sus labios se movieron para formar una súplica inaudible pero, sin embargo, perfectamente clara: “Ven”.
Se despertó de golpe, llorando, con el pecho oprimido por el dolor y le tomó varios minutos recobrar la calma. El mandato de ese sueño era avasallador, tenía que responder al llamado de esa chica y tenía que hacerlo ya, esa misma noche. Debía hacer un viaje astral al lugar en que su sueño le había indicado que estaban la isla y la chica.
Había resentido mucho que Akira no estuviera en casa aquella noche, pero ahora incluso se alegraba de eso; a él no le gustaba que hiciera esos viajes. Verla pálida, fría e inmóvil, como quedaba su cuerpo cuando su espíritu lo abandonaba, lo angustiaba demasiado. Pero esta noche, no tenía que preocuparse por eso. Secó las lágrimas que aún humedecían sus mejillas, cerró los ojos y se durmió. Un par de minutos después, en su forma espiritual atravesaba la pared de su habitación.
Había estudiado mapas de Jasperia y no le fue difícil encontrar Kuzueth. Sobrevolando su perímetro pudo encontrar la isla cubierta por la bruma, lejos, mar afuera. No se había detenido en ese lugar sino que se movía lentamente, con un pausado ritmo de siglos. La niebla que la envolvía brillaba suavemente bajo los rayos de la luna, invitándola a bajar.
Descendió en el extremo de una playa de arenas negras, junto a unos requeríos, y se dispuso a buscar a la muchacha que la había llamado.
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
fdi: me ha encantado tu post lis *¬* es super bonito!!!
ddi:
Alma flotó isla adentro, fijándose en cada detalle. no sabía qué tenía que encontrar, ni que esperaba, ni qué buscar. Había oído muchas leyendas sobre la magia de aquel lugar, así que esperaba que se le apareciese un hada, o un gnomo quizá, y le dijera dónde podía encontrar lo que estaba buscando. Sentía la magia que fluía por el lugar, pero seguía sin saber a dónde drigirse, así que decidió vagar sin rumbo fijo.
Tenía que encontrar algo, lo que fuera. La imagen de Luthys estaba presente en su cabeza todo el tiempo. Durante un segundo, se sintió desesperada. ¿Qué pasaría si él no la perdonaba por lo que había hecho? ¿Y si había cometido el mayor error de su vida al inicar esa búsqueda? Si no sacaba nada en claro de todo aquello todo habría sido en vano.
Lo habría perdido todo... por nada.
Alma se paró en mitad de la plaa por la que caminaba. Hizo ademán de respirar hondo, algo que le ayudaba a tranquilizarse, e intentó parar aquellos pensamientos. Perderse en sus miedos no iba a ayudarle ahora.
Fue entonces cuando notó una presencia en la playa. Se sorprendió porque le pareció... ¿otro espíritu?
SE gró para encararselo de frente.
<< ¿Hola? >>
Por lo que sabía de los espíritus, la mayoría no tenían noción ni de donde estaban, así que prefirió asegurarse de que ese no era uno de ellos...
ddi:
Alma flotó isla adentro, fijándose en cada detalle. no sabía qué tenía que encontrar, ni que esperaba, ni qué buscar. Había oído muchas leyendas sobre la magia de aquel lugar, así que esperaba que se le apareciese un hada, o un gnomo quizá, y le dijera dónde podía encontrar lo que estaba buscando. Sentía la magia que fluía por el lugar, pero seguía sin saber a dónde drigirse, así que decidió vagar sin rumbo fijo.
Tenía que encontrar algo, lo que fuera. La imagen de Luthys estaba presente en su cabeza todo el tiempo. Durante un segundo, se sintió desesperada. ¿Qué pasaría si él no la perdonaba por lo que había hecho? ¿Y si había cometido el mayor error de su vida al inicar esa búsqueda? Si no sacaba nada en claro de todo aquello todo habría sido en vano.
Lo habría perdido todo... por nada.
Alma se paró en mitad de la plaa por la que caminaba. Hizo ademán de respirar hondo, algo que le ayudaba a tranquilizarse, e intentó parar aquellos pensamientos. Perderse en sus miedos no iba a ayudarle ahora.
Fue entonces cuando notó una presencia en la playa. Se sorprendió porque le pareció... ¿otro espíritu?
SE gró para encararselo de frente.
<< ¿Hola? >>
Por lo que sabía de los espíritus, la mayoría no tenían noción ni de donde estaban, así que prefirió asegurarse de que ese no era uno de ellos...
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
FDI: Gracias ^_^
DDI:
¿Y ahora hacia dónde?
No sólo no sabía por qué había sido llamada por aquella muchacha sino que tampoco sabía donde encontrarla. La muchacha podía hallarse en cualquier lugar de aquella isla, el sueño no le había dado ninguna pista al respecto. Supuso que ella era natural de la isla, más que nada por tener un punto del cual partir y se dispuso a buscarla en algún poblado, el lugar que parecía más razonable – por más que la experiencia le había mostrado que aquellos sueños raramente la llevaban a situaciones o lugares que pudieran considerarse como razonables.
De haber sido necesario, hubiese podido encontrar cualquier poblado que estuviera cerca simplemente rastreando los sueños de la gente dormida, pero no tuvo que tomarse ese trabajo. La noche era muy clara, tanto que parecía que los rayos lunares atravesaban una pared de cristal translúcido y ni una espesa capa de niebla, y permitía vislumbrar con facilidad la masa de un inmenso bosque tierra adentro y algunas luces, próximas entre sí, en un recodo de la costa. Ese era el lugar por el que iba a empezar su búsqueda.
Flotaba hacia allá cuando observó una forma flotando delante suyo… otro espíritu. Era curioso encontrarse con otro espíritu allí, pero cuando éste se volvió al sentir su presencia pasó de la curiosidad al asombro. Ese rostro era el de la muchacha que había visto en su sueño. Por supuesto, no podía tratarse de algo razonable o normal. ¿Qué podía querer un espíritu de ella? ¿Estaría la muchacha también en un viaje astral o se trataría del fantasma de una persona muerta? Bueno, sólo había una manera de averiguarlo.
Acercándose un poco más a ella, le “habló”, contestando su interrogante saludo.
“Hola. Me llamo Lisandot. ¿Quién sois?”
DDI:
¿Y ahora hacia dónde?
No sólo no sabía por qué había sido llamada por aquella muchacha sino que tampoco sabía donde encontrarla. La muchacha podía hallarse en cualquier lugar de aquella isla, el sueño no le había dado ninguna pista al respecto. Supuso que ella era natural de la isla, más que nada por tener un punto del cual partir y se dispuso a buscarla en algún poblado, el lugar que parecía más razonable – por más que la experiencia le había mostrado que aquellos sueños raramente la llevaban a situaciones o lugares que pudieran considerarse como razonables.
De haber sido necesario, hubiese podido encontrar cualquier poblado que estuviera cerca simplemente rastreando los sueños de la gente dormida, pero no tuvo que tomarse ese trabajo. La noche era muy clara, tanto que parecía que los rayos lunares atravesaban una pared de cristal translúcido y ni una espesa capa de niebla, y permitía vislumbrar con facilidad la masa de un inmenso bosque tierra adentro y algunas luces, próximas entre sí, en un recodo de la costa. Ese era el lugar por el que iba a empezar su búsqueda.
Flotaba hacia allá cuando observó una forma flotando delante suyo… otro espíritu. Era curioso encontrarse con otro espíritu allí, pero cuando éste se volvió al sentir su presencia pasó de la curiosidad al asombro. Ese rostro era el de la muchacha que había visto en su sueño. Por supuesto, no podía tratarse de algo razonable o normal. ¿Qué podía querer un espíritu de ella? ¿Estaría la muchacha también en un viaje astral o se trataría del fantasma de una persona muerta? Bueno, sólo había una manera de averiguarlo.
Acercándose un poco más a ella, le “habló”, contestando su interrogante saludo.
“Hola. Me llamo Lisandot. ¿Quién sois?”
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
Aquello si que fué una sorpresa. Aquel espíritu se presentó y le preguntó quién era. Alma no pudo menos que sorprenderse, pues era la primera vez que constataba que había espíritus aparte de elal que conservaban la cordura (siempre que a lo suyo se le pudiera llamar estar cuerda)
<< Mi nombre es Alma. Alma Swann. Es un placer conocer por fin a un fantasma que sea consciente de sí mismo. >>
NOe ra la forma más cordial de presentarse, ero no era capaz de encontrar tras palabras. EStaba demasiado asombrada por todo. Su mente funcionaba muy deprisa, no entendía qué estaba pasando, ¿sería cosa de aquella isla, tan mágica en las historias? ¿Estará allí ese espíritu para buscar algo, igual que ella? ¿Podría ser que tuvieran una meta cmún?
No lo sabía, tampoco sabía que añadir,así que se mantuvo quieta, con la mirada fija en los ojos de aquella otra aparición.
<< Mi nombre es Alma. Alma Swann. Es un placer conocer por fin a un fantasma que sea consciente de sí mismo. >>
NOe ra la forma más cordial de presentarse, ero no era capaz de encontrar tras palabras. EStaba demasiado asombrada por todo. Su mente funcionaba muy deprisa, no entendía qué estaba pasando, ¿sería cosa de aquella isla, tan mágica en las historias? ¿Estará allí ese espíritu para buscar algo, igual que ella? ¿Podría ser que tuvieran una meta cmún?
No lo sabía, tampoco sabía que añadir,así que se mantuvo quieta, con la mirada fija en los ojos de aquella otra aparición.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
Su saludo había sorprendido a la muchacha, eso era evidente. Lo que no era tan evidente era la razón. Claro que podía deberse a su mera presencia allí – para ella misma no era cosa habitual encontrarse con otros espíritus errantes – pero ahora parecía más sorprendida aún que cuando la había visto la primera vez.
La presentación de la chica aclaró en parte esa duda. La tomaba por un fantasma “consciente de sí mismo” Claro, su escasa experiencia con fantasmas le indicaba que estos se caracterizaban más por el extravío que por la lucidez, sobre todo cuando eran fantasmas neófitos.
El breve intercambio de saludos, le permitió plantearse rápidamente un par de hipótesis. La primera: Alma, al igual que ella misma, no era realmente un fantasma; la segunda: su interlocutora no la había llamado de una manera intencionada o consciente e ignoraba el motivo de su presencia allí. Eso las dejaba a la par, ya que ella tampoco lo sabía, más allá de responder al imperativo de lo soñado. Tocaba poner a prueba las teorías y tratar de desentrañar la causa de todo esto.
- El placer es mío, Alma – le dirigió una amable sonrisa a la muchacha que, inmóvil, la miraba fijamente – pero no soy realmente un fantasma. Estoy realizando un viaje astral. Recibí en mis sueños un llamado para venir aquí. ¿Vos también sois un espíritu en viaje?
La presentación de la chica aclaró en parte esa duda. La tomaba por un fantasma “consciente de sí mismo” Claro, su escasa experiencia con fantasmas le indicaba que estos se caracterizaban más por el extravío que por la lucidez, sobre todo cuando eran fantasmas neófitos.
El breve intercambio de saludos, le permitió plantearse rápidamente un par de hipótesis. La primera: Alma, al igual que ella misma, no era realmente un fantasma; la segunda: su interlocutora no la había llamado de una manera intencionada o consciente e ignoraba el motivo de su presencia allí. Eso las dejaba a la par, ya que ella tampoco lo sabía, más allá de responder al imperativo de lo soñado. Tocaba poner a prueba las teorías y tratar de desentrañar la causa de todo esto.
- El placer es mío, Alma – le dirigió una amable sonrisa a la muchacha que, inmóvil, la miraba fijamente – pero no soy realmente un fantasma. Estoy realizando un viaje astral. Recibí en mis sueños un llamado para venir aquí. ¿Vos también sois un espíritu en viaje?
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
Alma tardó un rato en reaccionar a aquella afirmación. No acababa de entenderla. ¿No era un fantasma? ¿Cómo era eso posible?
<< Yo estoy viajando y soy un espíritu, si es eso a lo que te refieres, aunque tengo la impresión de que no es así.... >>
Se sentía un poco tonta, pero no sabía a que se refería la chica. Le costaba encontrar las palabras para explicarse. Flotó un poco arriba y abajo,nerviosa, mientras miraba al suelo y a la chica alternativamente. al final se decidió a romper el tenso silencio.
<< ¿Qué... qué es un viaje astral, Lisandot? ¿Es que hay más tipos de espíritus que los fantasmas? ¿Cómo... cómo puede ser? >>
En alguna parte de su cerebro, algo empezaba a moverse deprisa, una pequeña luz al final del camino empezó a crecer. Quizá aquello era lo que había estado buscando. ¿Exisitría la posibilidad de que no fuera un fantasma común como pensaba?
<< Yo estoy viajando y soy un espíritu, si es eso a lo que te refieres, aunque tengo la impresión de que no es así.... >>
Se sentía un poco tonta, pero no sabía a que se refería la chica. Le costaba encontrar las palabras para explicarse. Flotó un poco arriba y abajo,nerviosa, mientras miraba al suelo y a la chica alternativamente. al final se decidió a romper el tenso silencio.
<< ¿Qué... qué es un viaje astral, Lisandot? ¿Es que hay más tipos de espíritus que los fantasmas? ¿Cómo... cómo puede ser? >>
En alguna parte de su cerebro, algo empezaba a moverse deprisa, una pequeña luz al final del camino empezó a crecer. Quizá aquello era lo que había estado buscando. ¿Exisitría la posibilidad de que no fuera un fantasma común como pensaba?
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
Alma tenía razón, no se refería a eso. Le había parecido que la muchacha no era un fantasma – es decir, el espíritu de una persona muerta que aún no había viajado a otros planos, y por eso había supuesto que también hacía un viaje astral, pero al parecer se había equivocado. La pregunta que la chica le hizo, luego de un tenso silencio, confirmó esa impresión.
“Pues, un viaje astral es un viaje que emprende un espíritu abandonando su envoltura carnal. El cuerpo no muere, aunque a primera vista pareciera que si; sólo duerme esperando que su espíritu regrese a habitarlo. Yo puedo hacerlo al dormir, otras personas entran en trance”
Esperaba que su explicación hubiera sido lo suficientemente clara para la nerviosa chica: la pobre parecía realmente muy afligida.
“Bueno, yo conozco sólo dos clases de espíritu: los fantasmas de las personas muertas y los espíritus en viaje astral”
Un viaje astral no estaba exento de riesgos. Si su cuerpo era destruido mientras su espíritu estaba fuera, vagaría por toda la eternidad, sin poder acceder a otros planos. También había conocido una vez a un espíritu que no podía encontrar su cuerpo porque éste había sido cambiado de lugar y a otro, increíblemente despistado, que había olvidado donde lo había dejado. Incluso, había sabido de un par de casos de personas impedidas de volver a su cuerpo por medios mágicos.
Observó un momento a la muchacha. ¿Estaría en uno de esos casos? Quizás esa era la razón de que sus sueños la hubieran llevado a esa isla.
“Vine aquí por que tú apareciste en mi sueño y me llamaste. ¿Necesitas ayuda?”
“Pues, un viaje astral es un viaje que emprende un espíritu abandonando su envoltura carnal. El cuerpo no muere, aunque a primera vista pareciera que si; sólo duerme esperando que su espíritu regrese a habitarlo. Yo puedo hacerlo al dormir, otras personas entran en trance”
Esperaba que su explicación hubiera sido lo suficientemente clara para la nerviosa chica: la pobre parecía realmente muy afligida.
“Bueno, yo conozco sólo dos clases de espíritu: los fantasmas de las personas muertas y los espíritus en viaje astral”
Un viaje astral no estaba exento de riesgos. Si su cuerpo era destruido mientras su espíritu estaba fuera, vagaría por toda la eternidad, sin poder acceder a otros planos. También había conocido una vez a un espíritu que no podía encontrar su cuerpo porque éste había sido cambiado de lugar y a otro, increíblemente despistado, que había olvidado donde lo había dejado. Incluso, había sabido de un par de casos de personas impedidas de volver a su cuerpo por medios mágicos.
Observó un momento a la muchacha. ¿Estaría en uno de esos casos? Quizás esa era la razón de que sus sueños la hubieran llevado a esa isla.
“Vine aquí por que tú apareciste en mi sueño y me llamaste. ¿Necesitas ayuda?”
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
<< ¿Eso quiere decir que un espíritu puede dejar voluntariamente el cuerpo al que pertenece y volver a voluntad? >> La fantasma no acababa de creer lo que estaba escuchando. No sabía, nadie le había contado nunca... ¿cómo iba a ser aquello posible? Un cuerpo sin espíritu no debería poder seguir vivo, al menos teóricamente...
<< Entonces... ¿tu cuerpo está dormido en algún lugar lejos de aquí? No lo entiendo, ¿Cómo puede mantenerse un cuerpo sin el espíritu que está destinado a albergar? ¿Hay un tiempo límite para poder permanecer en viaje?... >> Millones de preguntas se agolpaban en la mente de la fantasma, pero no era capaz de expresarlas todas. << Discúlpame, pero no comprendo cómo puede ser. Eso va en contra de todo lo que he creído hasta el momento... >>
La fantasma calló. ¿Sería posible que existieran otra clase de espíritus que tanto esa chica como ella desconocieran? ¿Cuáles eran las posibilidades? ¿Cuánto podría aguantar un cuerpo cuyo espíritu estuviese en viaje astral? Una idea se empezaba a formar en la mente de la fantasma, una idea que prefería no formular. No quería que se desvaneciese tan pronto la pensara concretamente, y tampoco se atrevía a formular las preguntas que podían llevar a afianzar aquella idea. Porque también podían destruirla.
Y era su última oportunidad, su última esperanza.
La pregunta de Lis cortó el hilo de sus pensamientos. Y la pilló por sorpresa.
<< ¿Cómo he podido aparecer en tu sueño si no te conozco? >> Aquella chica cada vez le parecía más intrigante. Todo lo que la rodeaba era como un enorme montón de misterios enredados y enlazados que alma empezaba a sentir el deseo de desentrañar.
<< ¿Por qué crees que necesito tu ayuda? >> La pregunta le salió demasiado deprisa como para pensar que, quizá, estaba siendo un poco grosera. Respiró, o hizo ademán de hacerlo un momento, y miró al espíritu un poco avergonzada.
<< Disculpa.La verdad es que sí que necesito ayuda, aunque no sé si tú podrías ayudarme. No entiendo cómo he podido aparecer en tus sueños, pero sí que es cierto que deseaba con todas mis fuerzas poder encontrar algo aquí. Éste lugar es el único donde es posible que encuentre una respuesta a un problema que tengo, y quizá estar aquí y haber deseado encontrar esa respuesta te hayan guiado hasta mí. >> Hizo una pausa, esperando que ella entendiera a qué se refería.
<< Verás... yo... mi historia es muy larga, pero por ciertas razones necesito encontrar la manera de conseguir un cuerpo. Necesito volver a ser corpórea, al menos en apariencia, sólo quiero volver a ser capaz de tocar lo que me rodea, aunque no sea capaz de sentir nada a mi tacto... sólo quiero ser un fantasma "consistente" si esque eso existe. Una vez, no hace mucho, lo fui. En un barco maldito en los mares de Jaspia, unos piratas me capturaron y por alguna razón el tiempo que estuve en su barco fui capaz de tocar, no podía atravesar las paredes y... bueno necesito volver a estar así. No me importa si eso implica estar maldita, o si tengo que perder mi condición de fantasma, no me importa si me quedo a medio camino entre lo vivo y lo no muerto, no me importan las consecuencias. Necesito volver a sentir el aire en la cara, la hierba bajo mis pies... >>
Respiró. Había empezado a atropellar las palabras a medida que avanzaba y decidió parar y serenarse un poco. ERa la primera vez que hablaba de eso en voz alta, la primera vez que alguien la escuchaba, y parecía que las palabras tuviesen prisa por salir de sus labios. Decidió esperar un poco, a que su interlocutora asimilara lo que estaba diciendo,le diera su opinión, antes de continuar.
<< Entonces... ¿tu cuerpo está dormido en algún lugar lejos de aquí? No lo entiendo, ¿Cómo puede mantenerse un cuerpo sin el espíritu que está destinado a albergar? ¿Hay un tiempo límite para poder permanecer en viaje?... >> Millones de preguntas se agolpaban en la mente de la fantasma, pero no era capaz de expresarlas todas. << Discúlpame, pero no comprendo cómo puede ser. Eso va en contra de todo lo que he creído hasta el momento... >>
La fantasma calló. ¿Sería posible que existieran otra clase de espíritus que tanto esa chica como ella desconocieran? ¿Cuáles eran las posibilidades? ¿Cuánto podría aguantar un cuerpo cuyo espíritu estuviese en viaje astral? Una idea se empezaba a formar en la mente de la fantasma, una idea que prefería no formular. No quería que se desvaneciese tan pronto la pensara concretamente, y tampoco se atrevía a formular las preguntas que podían llevar a afianzar aquella idea. Porque también podían destruirla.
Y era su última oportunidad, su última esperanza.
La pregunta de Lis cortó el hilo de sus pensamientos. Y la pilló por sorpresa.
<< ¿Cómo he podido aparecer en tu sueño si no te conozco? >> Aquella chica cada vez le parecía más intrigante. Todo lo que la rodeaba era como un enorme montón de misterios enredados y enlazados que alma empezaba a sentir el deseo de desentrañar.
<< ¿Por qué crees que necesito tu ayuda? >> La pregunta le salió demasiado deprisa como para pensar que, quizá, estaba siendo un poco grosera. Respiró, o hizo ademán de hacerlo un momento, y miró al espíritu un poco avergonzada.
<< Disculpa.La verdad es que sí que necesito ayuda, aunque no sé si tú podrías ayudarme. No entiendo cómo he podido aparecer en tus sueños, pero sí que es cierto que deseaba con todas mis fuerzas poder encontrar algo aquí. Éste lugar es el único donde es posible que encuentre una respuesta a un problema que tengo, y quizá estar aquí y haber deseado encontrar esa respuesta te hayan guiado hasta mí. >> Hizo una pausa, esperando que ella entendiera a qué se refería.
<< Verás... yo... mi historia es muy larga, pero por ciertas razones necesito encontrar la manera de conseguir un cuerpo. Necesito volver a ser corpórea, al menos en apariencia, sólo quiero volver a ser capaz de tocar lo que me rodea, aunque no sea capaz de sentir nada a mi tacto... sólo quiero ser un fantasma "consistente" si esque eso existe. Una vez, no hace mucho, lo fui. En un barco maldito en los mares de Jaspia, unos piratas me capturaron y por alguna razón el tiempo que estuve en su barco fui capaz de tocar, no podía atravesar las paredes y... bueno necesito volver a estar así. No me importa si eso implica estar maldita, o si tengo que perder mi condición de fantasma, no me importa si me quedo a medio camino entre lo vivo y lo no muerto, no me importan las consecuencias. Necesito volver a sentir el aire en la cara, la hierba bajo mis pies... >>
Respiró. Había empezado a atropellar las palabras a medida que avanzaba y decidió parar y serenarse un poco. ERa la primera vez que hablaba de eso en voz alta, la primera vez que alguien la escuchaba, y parecía que las palabras tuviesen prisa por salir de sus labios. Decidió esperar un poco, a que su interlocutora asimilara lo que estaba diciendo,le diera su opinión, antes de continuar.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
“Sí, eso es lo que quiere decir”
La sorpresa y la incredulidad de Alma eran evidentes, pero muy entendibles. Que un espíritu pueda desprenderse de su cuerpo como quien se quita un abrigo, sin morir en el proceso, no era algo fácil de entender ni de asumir. Para ella misma había sido desconcertante y hasta aterrador vivir esa experiencia, sobre todo al principio cuando realizaba esos viajes de manera involuntaria. Había requerido estudio y práctica llegar a dominar esa poco común habilidad.
“No te preocupes, sé que es difícil de entender; a mi misma no me resultó fácil comprenderlo”, la tranquilizó, “Cuando un espíritu abandona su envoltura carnal para realizar un viaje astral, no se separa del todo de ella. Permanece unido a su cuerpo por un vínculo llamado el cordón de plata – es como un cordón umbilical - por eso el cuerpo sigue vivo; también es una ayuda para volver al cuerpo. Si el cordón de plata se rompe, el espíritu se libera definitivamente y el cuerpo muere. No sé cual es el tiempo límite para un viaje, supongo que tanto como el cuerpo se mantenga en buenas condiciones”
Esperaba que su explicación, que había procurado fuera lo más sencilla y clara posible, hubiera aclarado las dudas de la fantasma. Estaba segura que sus interrogantes no eran sólo un asunto intelectual.
No le resultaba difícil explicar lo que era un viaje astral, pero la cosa cambiaba cuando se trataba de dar una explicación de por qué Alma había aparecido en sus sueños. Nunca había tenido muy claro el mecanismo en que sus sueños le mandaban mensajes o presagio. Ni el cómo, ni el porqué ni el cuándo.
“No es algo que pueda explicar muy bien, pero a veces mis sueños me dan indicios de sucesos futuros o me indican cosas que debo hacer y no tengo paz hasta que desentraño el mensaje o hago lo pedido. Que tu rostro apareciera en mis sueños llamándome me hace pensar que necesitas ayuda”
Alma parecía cada vez más ansiosa y, en cierto sentido, le parecía un volcán a punto de hacer erupción. Y la erupción se produjo en la forma de un torrente de palabras teñidas de desesperación. “Escuchó” en silencio, haciendo sólo un ademán afirmativo de vez en cuando para hincar que entendía sin interrumpir a su interlocutora.
Cuando la fantasma empezó a hablar de su necesidad de volver a ser corpórea, de su anhelo de sentir, volvió a experimentar la honda tristeza que había sentido al soñar con ella. No sabía como, pero iba a hacer cuanto fuera posible por ayudarla, no sólo porque sus sueños se los mandaban, sino porque el vislumbre del tormento que sufría Alma la había conmovido profundamente.
“Yo… creo que hay una posibilidad… Cuando el cordón de plata se ha roto recién, aún hay un hálito de vida en el cuerpo… el mismo espíritu no puede volver a ocuparlo… pero un espíritu distinto quizás si pudiera encarnarse en él… “
Nunca lo había visto suceder, pero había leído sobre eso y escuchado sobre experiencias como esa cuando se había dedicado a estudiar sobre los viajes astrales para entender el fenómeno que ella misma estaba viviendo. Era una posibilidad remota, pero posibilidad al fin y al cabo. Sin embargo, había una duda que necesitaba aclarar para saber si existía aún otra posibilidad.
“¿Qué pasó con tu cuerpo, Alma?”
La sorpresa y la incredulidad de Alma eran evidentes, pero muy entendibles. Que un espíritu pueda desprenderse de su cuerpo como quien se quita un abrigo, sin morir en el proceso, no era algo fácil de entender ni de asumir. Para ella misma había sido desconcertante y hasta aterrador vivir esa experiencia, sobre todo al principio cuando realizaba esos viajes de manera involuntaria. Había requerido estudio y práctica llegar a dominar esa poco común habilidad.
“No te preocupes, sé que es difícil de entender; a mi misma no me resultó fácil comprenderlo”, la tranquilizó, “Cuando un espíritu abandona su envoltura carnal para realizar un viaje astral, no se separa del todo de ella. Permanece unido a su cuerpo por un vínculo llamado el cordón de plata – es como un cordón umbilical - por eso el cuerpo sigue vivo; también es una ayuda para volver al cuerpo. Si el cordón de plata se rompe, el espíritu se libera definitivamente y el cuerpo muere. No sé cual es el tiempo límite para un viaje, supongo que tanto como el cuerpo se mantenga en buenas condiciones”
Esperaba que su explicación, que había procurado fuera lo más sencilla y clara posible, hubiera aclarado las dudas de la fantasma. Estaba segura que sus interrogantes no eran sólo un asunto intelectual.
No le resultaba difícil explicar lo que era un viaje astral, pero la cosa cambiaba cuando se trataba de dar una explicación de por qué Alma había aparecido en sus sueños. Nunca había tenido muy claro el mecanismo en que sus sueños le mandaban mensajes o presagio. Ni el cómo, ni el porqué ni el cuándo.
“No es algo que pueda explicar muy bien, pero a veces mis sueños me dan indicios de sucesos futuros o me indican cosas que debo hacer y no tengo paz hasta que desentraño el mensaje o hago lo pedido. Que tu rostro apareciera en mis sueños llamándome me hace pensar que necesitas ayuda”
Alma parecía cada vez más ansiosa y, en cierto sentido, le parecía un volcán a punto de hacer erupción. Y la erupción se produjo en la forma de un torrente de palabras teñidas de desesperación. “Escuchó” en silencio, haciendo sólo un ademán afirmativo de vez en cuando para hincar que entendía sin interrumpir a su interlocutora.
Cuando la fantasma empezó a hablar de su necesidad de volver a ser corpórea, de su anhelo de sentir, volvió a experimentar la honda tristeza que había sentido al soñar con ella. No sabía como, pero iba a hacer cuanto fuera posible por ayudarla, no sólo porque sus sueños se los mandaban, sino porque el vislumbre del tormento que sufría Alma la había conmovido profundamente.
“Yo… creo que hay una posibilidad… Cuando el cordón de plata se ha roto recién, aún hay un hálito de vida en el cuerpo… el mismo espíritu no puede volver a ocuparlo… pero un espíritu distinto quizás si pudiera encarnarse en él… “
Nunca lo había visto suceder, pero había leído sobre eso y escuchado sobre experiencias como esa cuando se había dedicado a estudiar sobre los viajes astrales para entender el fenómeno que ella misma estaba viviendo. Era una posibilidad remota, pero posibilidad al fin y al cabo. Sin embargo, había una duda que necesitaba aclarar para saber si existía aún otra posibilidad.
“¿Qué pasó con tu cuerpo, Alma?”
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
Una posibilidad... después de todo no era imposible...
La fantasma sintió esa emoción que sólo siente alguien que llega a una meta que se había propuesto después de mucho tiempo de esfuerzo. Pero le duró más bien poco.
<< ¿Eso quiere decir que para que yo tuviese cuerpo tendría que ocupar el de otra persona? Es decir, podría volver a tener un cuerpo, pero para eso un espíritu tiene que desprenderse de su cuerpo y vagar por el mundo solo... ¿no es eso? >>
Si había entendido bien, entonces su búsqueda había sido en vano. Estaba dispuesta a sacrificarse ella misma, pero no a sacrificar otra persona. A no ser que ese cuerpo estuviese totalmente condenado, y aún así sería difícil.
<< ENtonces, si ese hilo de plata como lo llamas se rompe, ¿no hay ninguna posibilidad de que ese cuerpo vuelva a ser habitado por su propio espíritu? Me refiero, si cualquier espíritu puede habitar un cuerpo cuyo espíritu se "pierde" por así decirlo... ¿no sería su propio espíritu una posibilidad? >> La mente de Alma funcionaba a mil por hora. había preguntas, suposiciones, puntos que quería aclarar... Miró a Lis fijamente, su expersión había cambiado de alegría a decepción, pero ahora mostraba concentración y determinación.
<< E incluso, si otro espíritu habitase uno de esos cuerpos, ¿no sería posible, si se encuentra con el antiguo espíritu, que éste volviera a ocuparlo, desplazando al espíritu "invasor"? >>
Demasiadas, demasiadas preguntas. Tantas y tantas preguntas que desaparecieron de su cabeza cuando escuchó la que formuló Lis.
<< ¿Mi cuerpo? >> miró al suelo. El aura de tristeza apareció de nuevo. << Murió. O eso creo. La verdad es que no tengo recuerdo de haber muerto. Un día me desperté en mi cama, en mi habitación, pero nadie podía verme. Tarde un poco en darme cuenta de que mi cuerpo era translúcido, y aún más en asimilar que me había convertido en un fantasma. No sé cómo morí, pero no había otra explicación para el estado en que me encontraba, y me encuentro, así que di por hecho que una vez tu cuerpo muere y te conviertes en espíritu, olvidas los detalles de tu muerte, mientras mantienes la fijación por aquello que no te ha dejado marchar. No recuerdo ningún entierro, pero quizá lo he olvidado. Mis recuerdos de aquella época están difusos, parece que hace una eternidad de aquello... y quizá lo haga porque mi sentido del tiempo está muy deteriorado desde que soy fantasma. >>
Hizo ademán de suspirar, aunque técnicamente no podía hacerlo. Se mantuvo callada durante un momento, pensando.
<< Pero ahora... Ahora mismo estoy confusa. ¿Crees que pudo haber sido un viaje astral? ¿Pudo ser esa la cusa de que fuese un espíritu y no recuerde cómo morí o siquiera si realmente estoy muerta? ¿y si mi cuerpo está en algún sitio? ¿Es posible hacer un viaje astral sin saberlo? >> hizo una pausa de nuevo. Intentó ordenar sus ideas y elegir sus palabras. Tampoco servía de mucho lanzar millones de dudas que no podían ser probadas.
<< ¿Cómo sabes si tu "cordón de plata" existe, cómo sabes que se ha roto? >>
En realidad daba igual. aunque hubiese sido un viaje astral,su cuerpo habría muerto hacía tiempo. No había ninguna razón para creer que, en el improbable caso de que su espíritu hubiese dejado su cuerpo de forma "voluntaria", podía regresar a él. Pero tenía curiosidad. Si aquello era cierto, entonces había una lógica en los difusos recuerdos que tenía... y se generaban otras preguntas que nunca se había planteado.
¿Y si era culpa suya estar muerta?
La fantasma sintió esa emoción que sólo siente alguien que llega a una meta que se había propuesto después de mucho tiempo de esfuerzo. Pero le duró más bien poco.
<< ¿Eso quiere decir que para que yo tuviese cuerpo tendría que ocupar el de otra persona? Es decir, podría volver a tener un cuerpo, pero para eso un espíritu tiene que desprenderse de su cuerpo y vagar por el mundo solo... ¿no es eso? >>
Si había entendido bien, entonces su búsqueda había sido en vano. Estaba dispuesta a sacrificarse ella misma, pero no a sacrificar otra persona. A no ser que ese cuerpo estuviese totalmente condenado, y aún así sería difícil.
<< ENtonces, si ese hilo de plata como lo llamas se rompe, ¿no hay ninguna posibilidad de que ese cuerpo vuelva a ser habitado por su propio espíritu? Me refiero, si cualquier espíritu puede habitar un cuerpo cuyo espíritu se "pierde" por así decirlo... ¿no sería su propio espíritu una posibilidad? >> La mente de Alma funcionaba a mil por hora. había preguntas, suposiciones, puntos que quería aclarar... Miró a Lis fijamente, su expersión había cambiado de alegría a decepción, pero ahora mostraba concentración y determinación.
<< E incluso, si otro espíritu habitase uno de esos cuerpos, ¿no sería posible, si se encuentra con el antiguo espíritu, que éste volviera a ocuparlo, desplazando al espíritu "invasor"? >>
Demasiadas, demasiadas preguntas. Tantas y tantas preguntas que desaparecieron de su cabeza cuando escuchó la que formuló Lis.
<< ¿Mi cuerpo? >> miró al suelo. El aura de tristeza apareció de nuevo. << Murió. O eso creo. La verdad es que no tengo recuerdo de haber muerto. Un día me desperté en mi cama, en mi habitación, pero nadie podía verme. Tarde un poco en darme cuenta de que mi cuerpo era translúcido, y aún más en asimilar que me había convertido en un fantasma. No sé cómo morí, pero no había otra explicación para el estado en que me encontraba, y me encuentro, así que di por hecho que una vez tu cuerpo muere y te conviertes en espíritu, olvidas los detalles de tu muerte, mientras mantienes la fijación por aquello que no te ha dejado marchar. No recuerdo ningún entierro, pero quizá lo he olvidado. Mis recuerdos de aquella época están difusos, parece que hace una eternidad de aquello... y quizá lo haga porque mi sentido del tiempo está muy deteriorado desde que soy fantasma. >>
Hizo ademán de suspirar, aunque técnicamente no podía hacerlo. Se mantuvo callada durante un momento, pensando.
<< Pero ahora... Ahora mismo estoy confusa. ¿Crees que pudo haber sido un viaje astral? ¿Pudo ser esa la cusa de que fuese un espíritu y no recuerde cómo morí o siquiera si realmente estoy muerta? ¿y si mi cuerpo está en algún sitio? ¿Es posible hacer un viaje astral sin saberlo? >> hizo una pausa de nuevo. Intentó ordenar sus ideas y elegir sus palabras. Tampoco servía de mucho lanzar millones de dudas que no podían ser probadas.
<< ¿Cómo sabes si tu "cordón de plata" existe, cómo sabes que se ha roto? >>
En realidad daba igual. aunque hubiese sido un viaje astral,su cuerpo habría muerto hacía tiempo. No había ninguna razón para creer que, en el improbable caso de que su espíritu hubiese dejado su cuerpo de forma "voluntaria", podía regresar a él. Pero tenía curiosidad. Si aquello era cierto, entonces había una lógica en los difusos recuerdos que tenía... y se generaban otras preguntas que nunca se había planteado.
¿Y si era culpa suya estar muerta?
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
Las preguntas de Alma y su paso desde la alegría a la decepción le hicieron darse cuenta de que no había entendido bien lo que le había explicado. Era preciso que fuera mucho más clara y directa.
“Cuando el cordón de plata se rompe, Alma, la persona muere. Su espíritu viaja a otras dimensiones pero, aún en el caso de que no pueda hacer ese tránsito, no puede volver al cuerpo que una vez habitó, ya que la muerte es un proceso irreversible; puede decirse que el tiempo que ese espíritu tenía asignado para estar en ese cuerpo llega a su fin. Cuando la muerte recién se ha producido hay un espacio de tiempo brevísimo, unos pocos segundos, en que ese cuerpo puede ser ocupado por otro espíritu que le insufle la fuerza vital suficiente a los órganos para que sigan funcionando”
Por supuesto, no era algo fácil de hacer. Primero, había que encontrar a una persona en trance de muerte y estar muy atentos al momento en que esta se produjera para poder realizar la encarnación; una distracción o un titubeo, por efímeros que fueran, y la oportunidad se habría perdido. Además, tampoco era posible saber con certeza cuanto podía durar esa encarnación.
“Como vez no hay posibilidad de que el espíritu original vuelva para desplazar al espíritu invasor como tú lo llamas. Sin embargo, no se puede predecir cuanto puede durar la encarnación del segundo espíritu; depende mucho de las causas de la muerte del cuerpo. Hay encarnaciones que han durado sólo algunas horas y otras, en cambio, años enteros”
De nuevo aquella aura de tristeza que emanaba de la chica y lograba traspasarla…
La historia de Alma era extraña. Hasta donde sabía, pasaba a veces que un espíritu, sobre todo si la persona moría repentinamente, tardara en asimilar el hecho de la muerte e incluso olvidara detalles del cómo había ocurrido, pero ese era un estado transitorio. Finalmente, todos acababan reconociendo que habían muerto y recordando como había ocurrido, aunque aquellos espíritus que no habían podido realizar el viaje hacia otros planos, solían rebelarse ante esa realidad y se mostraban muy confusos acerca de lo que podía pasar con ellos después. Que la fantasma, después de un tiempo al parecer considerable, no recordara como había muerto era raro, muy raro.
“Puede que sí haya sido un viaje astral; a veces se pueden hacer de manera involuntaria, sin saberlo. Los primeros que yo hice fueron espontáneos, no sabía de qué se trataba y me asusté mucho, pero tuve la fortuna de regresar a mi cuerpo también espontáneamente. Mis sueños me dieron algunas pistas de lo que me pasaba y luego conseguí dominar la habilidad con mucho estudio y práctica”
Sus sueños, muchas veces preñados de mensajes y señales, le habían sido muy útiles para comprender lo que le sucedía y lo que debía hacer al respecto. Esa era una ventaja que el común de los humanos no poseía.
“Yo puedo sentir mi cordón y también puedo verlo”
Si Alma estaba realizando un viaje astral involuntario, quizás algo estaba interfiriendo en su capacidad para ver y sentir su cordón de plata. ¿Sería posible que una fuerza externa a ella la hubiera forzado a hacer ese viaje y afectara su capacidad de regresar a su propio cuerpo?
Como fuera, había una posibilidad de comprobar si ese cordón de plata seguía existiendo.
“Tal vez yo pudiera ver si tú tienes ese cordón de plata”, aventuró.
“Cuando el cordón de plata se rompe, Alma, la persona muere. Su espíritu viaja a otras dimensiones pero, aún en el caso de que no pueda hacer ese tránsito, no puede volver al cuerpo que una vez habitó, ya que la muerte es un proceso irreversible; puede decirse que el tiempo que ese espíritu tenía asignado para estar en ese cuerpo llega a su fin. Cuando la muerte recién se ha producido hay un espacio de tiempo brevísimo, unos pocos segundos, en que ese cuerpo puede ser ocupado por otro espíritu que le insufle la fuerza vital suficiente a los órganos para que sigan funcionando”
Por supuesto, no era algo fácil de hacer. Primero, había que encontrar a una persona en trance de muerte y estar muy atentos al momento en que esta se produjera para poder realizar la encarnación; una distracción o un titubeo, por efímeros que fueran, y la oportunidad se habría perdido. Además, tampoco era posible saber con certeza cuanto podía durar esa encarnación.
“Como vez no hay posibilidad de que el espíritu original vuelva para desplazar al espíritu invasor como tú lo llamas. Sin embargo, no se puede predecir cuanto puede durar la encarnación del segundo espíritu; depende mucho de las causas de la muerte del cuerpo. Hay encarnaciones que han durado sólo algunas horas y otras, en cambio, años enteros”
De nuevo aquella aura de tristeza que emanaba de la chica y lograba traspasarla…
La historia de Alma era extraña. Hasta donde sabía, pasaba a veces que un espíritu, sobre todo si la persona moría repentinamente, tardara en asimilar el hecho de la muerte e incluso olvidara detalles del cómo había ocurrido, pero ese era un estado transitorio. Finalmente, todos acababan reconociendo que habían muerto y recordando como había ocurrido, aunque aquellos espíritus que no habían podido realizar el viaje hacia otros planos, solían rebelarse ante esa realidad y se mostraban muy confusos acerca de lo que podía pasar con ellos después. Que la fantasma, después de un tiempo al parecer considerable, no recordara como había muerto era raro, muy raro.
“Puede que sí haya sido un viaje astral; a veces se pueden hacer de manera involuntaria, sin saberlo. Los primeros que yo hice fueron espontáneos, no sabía de qué se trataba y me asusté mucho, pero tuve la fortuna de regresar a mi cuerpo también espontáneamente. Mis sueños me dieron algunas pistas de lo que me pasaba y luego conseguí dominar la habilidad con mucho estudio y práctica”
Sus sueños, muchas veces preñados de mensajes y señales, le habían sido muy útiles para comprender lo que le sucedía y lo que debía hacer al respecto. Esa era una ventaja que el común de los humanos no poseía.
“Yo puedo sentir mi cordón y también puedo verlo”
Si Alma estaba realizando un viaje astral involuntario, quizás algo estaba interfiriendo en su capacidad para ver y sentir su cordón de plata. ¿Sería posible que una fuerza externa a ella la hubiera forzado a hacer ese viaje y afectara su capacidad de regresar a su propio cuerpo?
Como fuera, había una posibilidad de comprobar si ese cordón de plata seguía existiendo.
“Tal vez yo pudiera ver si tú tienes ese cordón de plata”, aventuró.
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
<< Crees... crees que podrías?? >>
La fantasma no estaba segura de querer que Lis intentara encontrar su cordón de plata. Tanto el que lo encontrara como el que no lo viera supondrían más preguntas de las que su cabeza podría soportar, demasiadas suposiciones, demasiado.....
Pero... ¿y si su cuerpo seguía vivo, en algún sitio? ¿No era eso lo que estaba buscando, por lo que lo había abandonado lo único que realmente le había importado en mucho tiempo? la información que acababa de obtener la abrumaba y no sabía qué pensar....
Tenía que saberlo, aunque la rotundidad con la que la chica afirmaba que un espíritu no podría volver a ocupar su cuerpo si éste había muerto la llenaba de terror. Quizá había tardado demasiado en darse cuenta, y ahora era demasiado tarde...
Cerró los ojos un segundo, finalmente miró a Lisandot con decisión.
<< Por favor, inténtalo. Necesito.... necesito saber...>>
La fantasma no estaba segura de querer que Lis intentara encontrar su cordón de plata. Tanto el que lo encontrara como el que no lo viera supondrían más preguntas de las que su cabeza podría soportar, demasiadas suposiciones, demasiado.....
Pero... ¿y si su cuerpo seguía vivo, en algún sitio? ¿No era eso lo que estaba buscando, por lo que lo había abandonado lo único que realmente le había importado en mucho tiempo? la información que acababa de obtener la abrumaba y no sabía qué pensar....
Tenía que saberlo, aunque la rotundidad con la que la chica afirmaba que un espíritu no podría volver a ocupar su cuerpo si éste había muerto la llenaba de terror. Quizá había tardado demasiado en darse cuenta, y ahora era demasiado tarde...
Cerró los ojos un segundo, finalmente miró a Lisandot con decisión.
<< Por favor, inténtalo. Necesito.... necesito saber...>>
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
- Puedo intentarlo.
Esperó pacientemente que la chica se decidiera. Su angustia y su inseguridad eran palpables y muy entendibles; cualquiera que fuera el resultado de su tentativa, tanto si lograba ver el cordón de Alma como si no, eso daría lugar a nuevas preguntas, a la necesidad de tomar decisiones y, quizás, a nuevos preguntas.
A ella le hubiese gustado ofrecer algo más que un simple intento - alguna certeza o, por lo menos, una esperanza – pero no podía hacerlo, ya que no tenía forma de saber lo que se iba a encontrar.
Cuando por fin Alma contestó, hizo un gesto de asentimiento y comenzó a flotar alejándose de ella. Describió un amplio círculo alrededor de la fantasma, observando con suma atención el espacio en torno a ella, hasta que por fin consiguió ver algo.
Un tenue y argentino hilo salía desde el cuerpo de Alma y se perdía en la lejanía. Encantada, se puso a seguirlo con la esperanza de poder encontrar el cuerpo al que estaba unido, pero súbitamente el hilo desapareció. Sorprendida, se alejó nuevamente y consiguió volver a verlo. Entonces, probó a seguirlo otra vez pero, al acabo de algunos instantes, el sutil cordón se esfumó. Varios ensayos frustrados la convencieron de que no lograría su objetivo.
Perpleja, volvió junto a Alma para informarle lo que había encontrado.
- Todavía tienes tu cordón de plata, eso quiere decir que aún vives – comenzó – Pero sucede algo muy raro: puedo verlo, pero no seguirlo; cada vez que lo intento, desaparece.
Esperó pacientemente que la chica se decidiera. Su angustia y su inseguridad eran palpables y muy entendibles; cualquiera que fuera el resultado de su tentativa, tanto si lograba ver el cordón de Alma como si no, eso daría lugar a nuevas preguntas, a la necesidad de tomar decisiones y, quizás, a nuevos preguntas.
A ella le hubiese gustado ofrecer algo más que un simple intento - alguna certeza o, por lo menos, una esperanza – pero no podía hacerlo, ya que no tenía forma de saber lo que se iba a encontrar.
Cuando por fin Alma contestó, hizo un gesto de asentimiento y comenzó a flotar alejándose de ella. Describió un amplio círculo alrededor de la fantasma, observando con suma atención el espacio en torno a ella, hasta que por fin consiguió ver algo.
Un tenue y argentino hilo salía desde el cuerpo de Alma y se perdía en la lejanía. Encantada, se puso a seguirlo con la esperanza de poder encontrar el cuerpo al que estaba unido, pero súbitamente el hilo desapareció. Sorprendida, se alejó nuevamente y consiguió volver a verlo. Entonces, probó a seguirlo otra vez pero, al acabo de algunos instantes, el sutil cordón se esfumó. Varios ensayos frustrados la convencieron de que no lograría su objetivo.
Perpleja, volvió junto a Alma para informarle lo que había encontrado.
- Todavía tienes tu cordón de plata, eso quiere decir que aún vives – comenzó – Pero sucede algo muy raro: puedo verlo, pero no seguirlo; cada vez que lo intento, desaparece.
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
Alma cerró los ojos cuando Lis se dispuso a buscar su cordón. En realidad no servía de mucho porque su percepción espacial no dependía de ellos, pero era lo único que podía hacer para no pensar en lo que vendría a continuación.
Esperaba un "no lo encuentro", y oír esas palabras le aterraban, pero tenía que pasar. Lo que no esperaba era que Lis se marchase antes de darle una contestación. durante un rato la vio entrar y salir del área que percibía sin que le dijera nada, pero finalmente volvió.
Y lo que le dijo la desconcertó. Durante un momento no contestó. Se limitó a asimilarlo ue acababa de escuchar. Y a entender qué podía significar.
Si aún tenía el cordón, era porque su cuerpo seguía vivo. y esa certeza la llenaba de esperanza. Durante un fugaz momento la imagen de una alma corpórea pasó por su cabeza, una Alma capaz de acercarse a Luthys y de explicárselo todo... capaz de abrazarle....
Pero fue una imagen fugaz, que desapareció con la certeza de que no iba a ser sencillo. Con la certeza de que había algo raro, algo más, como la propia Lis le había dicho.
<< ¿Qué puede significar eso? ¿Por qué no puedes seguirlo? >> Eran preguntas obvias, que seguramente la muchacha no sabría contestar, pero la fantasma necesitaba preguntarlo en voz alta.
Esperaba un "no lo encuentro", y oír esas palabras le aterraban, pero tenía que pasar. Lo que no esperaba era que Lis se marchase antes de darle una contestación. durante un rato la vio entrar y salir del área que percibía sin que le dijera nada, pero finalmente volvió.
Y lo que le dijo la desconcertó. Durante un momento no contestó. Se limitó a asimilarlo ue acababa de escuchar. Y a entender qué podía significar.
Si aún tenía el cordón, era porque su cuerpo seguía vivo. y esa certeza la llenaba de esperanza. Durante un fugaz momento la imagen de una alma corpórea pasó por su cabeza, una Alma capaz de acercarse a Luthys y de explicárselo todo... capaz de abrazarle....
Pero fue una imagen fugaz, que desapareció con la certeza de que no iba a ser sencillo. Con la certeza de que había algo raro, algo más, como la propia Lis le había dicho.
<< ¿Qué puede significar eso? ¿Por qué no puedes seguirlo? >> Eran preguntas obvias, que seguramente la muchacha no sabría contestar, pero la fantasma necesitaba preguntarlo en voz alta.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
Mientras esperaba que Alma asimilara la información que le había dado, reflexionaba acerca del fenómeno que había observado. Según sus conocimientos, que un cordón de plata pudiera ser visto, pero no seguido y, peor aún, que el propio espíritu al que estaba unido no pudiera percibirlo, sólo tenía una explicación: magia.
“Creo que eso significa que hay uso de magia; alguien ha empleado un hechizo tanto para evitar que puedas percibir tu cordón de plata como para impedir que otro espíritu pueda seguirlo.”
Para ella, el uso de magia era lo único que podía explicar lo que había visto, pero esa explicación daba lugar a muchas interrogantes. ¿Quién estaba usando su magia contra Alma? ¿Por qué? ¿Qué buscaba esa persona? ¿Cuánto tiempo llevaba la muchacha bajo ese hechizo? ¿Cuánto duraría aún?
Para poder siquiera empezar a buscar las respuestas a esas preguntas, era preciso saber algo más sobre Alma. La muchacha había dicho que sus recuerdos eran difusos, pero tal vez de ellos se pudiera extraer algún dato que, junto al nombre, permitiera saber por donde comenzar la búsqueda.
“¿Qué recuerdas de tu vida anterior, Alma? ¿Sabes de que país procedes, de qué ciudad?”
Si al menos la fantasma pudiera recordar eso…
“Creo que eso significa que hay uso de magia; alguien ha empleado un hechizo tanto para evitar que puedas percibir tu cordón de plata como para impedir que otro espíritu pueda seguirlo.”
Para ella, el uso de magia era lo único que podía explicar lo que había visto, pero esa explicación daba lugar a muchas interrogantes. ¿Quién estaba usando su magia contra Alma? ¿Por qué? ¿Qué buscaba esa persona? ¿Cuánto tiempo llevaba la muchacha bajo ese hechizo? ¿Cuánto duraría aún?
Para poder siquiera empezar a buscar las respuestas a esas preguntas, era preciso saber algo más sobre Alma. La muchacha había dicho que sus recuerdos eran difusos, pero tal vez de ellos se pudiera extraer algún dato que, junto al nombre, permitiera saber por donde comenzar la búsqueda.
“¿Qué recuerdas de tu vida anterior, Alma? ¿Sabes de que país procedes, de qué ciudad?”
Si al menos la fantasma pudiera recordar eso…
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
Alma pensó. ¿Magia? ¿Quién podía haber usado la magia con ella? Antes de ser un fantasma no era nadie, no llamaba la atención, se pasaba el día sola... ¿Quién podría haber usado la magia en ella? ¿Para qué?
Todo aquello empezaba a ser extraño. La pregunta de Lis la hizo reaccionar.
<< ¿De dónde?... >> Aquella era una gran pregunta. ¿De dónde había salido? Intentó con todas sus fuerzas recordar. << Ka... Kaiton... Kali... ¡Kalion! Sí, ese era el nombre de mi pueblo, lo recuerdo. Era un sitio pequeño, un pueblo de agricultores y pastores, apenas un centenar de personas. >>
Los recuerdos se abrían paso a través de su nublada mente. Recordaba a su madre y los gritos que le daba por estar todo el día en las nubes en vez de ayudar con las gallinas, recordaba sus ausencias, su falta total de amigos y su capacidad para desaparecer. Sus escondites en el bosque, el olor de las amapolas y de la lavanda...
Entonces un recuerdo apareció al fondo de su mente, pero cuando Alma quiso llegar hasta él no pudo. Era comosi el recuerdo se escondiese de ella. Sacudió la cabeza y miró a Lis.
<< ¿Crees que recordarlo servirá para algo?>>
Todo aquello empezaba a ser extraño. La pregunta de Lis la hizo reaccionar.
<< ¿De dónde?... >> Aquella era una gran pregunta. ¿De dónde había salido? Intentó con todas sus fuerzas recordar. << Ka... Kaiton... Kali... ¡Kalion! Sí, ese era el nombre de mi pueblo, lo recuerdo. Era un sitio pequeño, un pueblo de agricultores y pastores, apenas un centenar de personas. >>
Los recuerdos se abrían paso a través de su nublada mente. Recordaba a su madre y los gritos que le daba por estar todo el día en las nubes en vez de ayudar con las gallinas, recordaba sus ausencias, su falta total de amigos y su capacidad para desaparecer. Sus escondites en el bosque, el olor de las amapolas y de la lavanda...
Entonces un recuerdo apareció al fondo de su mente, pero cuando Alma quiso llegar hasta él no pudo. Era comosi el recuerdo se escondiese de ella. Sacudió la cabeza y miró a Lis.
<< ¿Crees que recordarlo servirá para algo?>>
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
La reacción sin palabras de la fantasma dejaba muy claro que ignoraba que se hubiera usado magia contra ella y lo más probable era que también ignorase el porqué. Era algo muy misterioso, ¿con qué objetivo querría alguien hacer que una jovencita abandonara su cuerpo, impidiéndole regresar a él después? ¿Para apoderarse del cuerpo abandonado? ¿Con qué fin?
Observó con cierta compasión como la chica hacía esfuerzos para recordar e inevitablemente en sus pensamientos apareció Akira. Él ni siquiera se acordaba su nombre cuando lo había conocido, pero al menos tenía su cuerpo y en los recovecos de su cerebro estaban sumergidas sus memorias. Por medio de un sueño compartido habían podido recuperar algunas de ellas pero, ¿cómo se puede hacer soñar a un fantasma?
El nombre del pueblo de Alma no le dijo nada. Jamás lo había oído nombrar, pero eso no era para asombrarse; el mundo era muy grande y nadie podía conocer los innumerables pueblos pequeños que éste cobijaba por mucho que hubiera viajado. El problema era que con tan sólo ese dato era muy poco lo que se podía hacer; si era tan pequeño, era muy posible que ni siquiera figurara en los mapas.
- Pues sí, mientras más cosas puedas recordar, más posibilidades habrá de encontrar tu cuerpo. ¿Dónde queda ese pueblo? ¿Aquí en Jaspia?
Observó con cierta compasión como la chica hacía esfuerzos para recordar e inevitablemente en sus pensamientos apareció Akira. Él ni siquiera se acordaba su nombre cuando lo había conocido, pero al menos tenía su cuerpo y en los recovecos de su cerebro estaban sumergidas sus memorias. Por medio de un sueño compartido habían podido recuperar algunas de ellas pero, ¿cómo se puede hacer soñar a un fantasma?
El nombre del pueblo de Alma no le dijo nada. Jamás lo había oído nombrar, pero eso no era para asombrarse; el mundo era muy grande y nadie podía conocer los innumerables pueblos pequeños que éste cobijaba por mucho que hubiera viajado. El problema era que con tan sólo ese dato era muy poco lo que se podía hacer; si era tan pequeño, era muy posible que ni siquiera figurara en los mapas.
- Pues sí, mientras más cosas puedas recordar, más posibilidades habrá de encontrar tu cuerpo. ¿Dónde queda ese pueblo? ¿Aquí en Jaspia?
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
<< No, no es de Jaspia. Es de lejos, pero no recuerdo cuán lejos estaba. >>
Ni siquiera sabía cuánto tiempo había estado vagando sola por ahí. Recordaba haber visitado muchísimos lugares, pero de ellos sólo tenía un claro recuerdo de Cascadas... el lugar donde había conocido a Luthys... y de Jaspia, donde le había encontrado de nuevo sólo para volver a perderle.
Su cara se entristeció Sólo podía recordar detalles, pequeños, el tipo de cosas que la absorbían: el olor del prado, el ruido de un pequeño arroyo, la fresca sombra de un gran roble, donde pasaba las tardes de verano.... No era capaz de recordar nada qque le fuera de utilidad. Como en todo, en esto tampoco servía para nada. Era una inútil en todo lo u ese proponía: no había sido capaz de seguir a Luthys cuando se marchó, tampoco había sido capaz de decirle la verdad y ahora era incapaz de conseguir encontrar su cuerpo.
Magia... ¿Quién podría haberla hechizado para que no encontrara su cuerpo? El fugaz recuerdo volvió a aparecer en algún recoveco de su mente, pero no consiguió alcanzarlo. Maldijo por lo bajo, justo antes de que una idea iluminara sus ojos.
<< Si han usado magia para que no encuentre mi cuerpo... ¿quiere decir eso que alguien lo está ocupando y no quiere que lo recupere? Porque si mi crdón de plata sigue ahí, quiere decir que mi cuerpo no ha muerto ¿no? Y si sencillamente estuviese dormido en algún sitio lejos de aquí nadie tendría por qué haber usado magia para que no lo encuentre... ¿no? >>
Si su premisa era cierta, entonces había alguien más implicado, alguien que estaba ocupando su cuerpo en estos momentos, y puede que también un mago que le ayudara. Pero quizá era una locura, así que esperó la respuesta de Lis.
<< ¿Sería posible con magia que un espíritu ocupara un cuerpo dejado atrás en un viaje astral, y que impidiera que el espíritu en viaje lo encontrara para poder usarlo a su antojo? Quiero decir, si el espíritu en viaje no se desliga del cuerpo, el cuerpo no tiene por qué morir, ¿no? Sería la manera perfecta de ocupar un cuerpo.... >>
Ni siquiera sabía cuánto tiempo había estado vagando sola por ahí. Recordaba haber visitado muchísimos lugares, pero de ellos sólo tenía un claro recuerdo de Cascadas... el lugar donde había conocido a Luthys... y de Jaspia, donde le había encontrado de nuevo sólo para volver a perderle.
Su cara se entristeció Sólo podía recordar detalles, pequeños, el tipo de cosas que la absorbían: el olor del prado, el ruido de un pequeño arroyo, la fresca sombra de un gran roble, donde pasaba las tardes de verano.... No era capaz de recordar nada qque le fuera de utilidad. Como en todo, en esto tampoco servía para nada. Era una inútil en todo lo u ese proponía: no había sido capaz de seguir a Luthys cuando se marchó, tampoco había sido capaz de decirle la verdad y ahora era incapaz de conseguir encontrar su cuerpo.
Magia... ¿Quién podría haberla hechizado para que no encontrara su cuerpo? El fugaz recuerdo volvió a aparecer en algún recoveco de su mente, pero no consiguió alcanzarlo. Maldijo por lo bajo, justo antes de que una idea iluminara sus ojos.
<< Si han usado magia para que no encuentre mi cuerpo... ¿quiere decir eso que alguien lo está ocupando y no quiere que lo recupere? Porque si mi crdón de plata sigue ahí, quiere decir que mi cuerpo no ha muerto ¿no? Y si sencillamente estuviese dormido en algún sitio lejos de aquí nadie tendría por qué haber usado magia para que no lo encuentre... ¿no? >>
Si su premisa era cierta, entonces había alguien más implicado, alguien que estaba ocupando su cuerpo en estos momentos, y puede que también un mago que le ayudara. Pero quizá era una locura, así que esperó la respuesta de Lis.
<< ¿Sería posible con magia que un espíritu ocupara un cuerpo dejado atrás en un viaje astral, y que impidiera que el espíritu en viaje lo encontrara para poder usarlo a su antojo? Quiero decir, si el espíritu en viaje no se desliga del cuerpo, el cuerpo no tiene por qué morir, ¿no? Sería la manera perfecta de ocupar un cuerpo.... >>
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
De haberse encontrado en su cuerpo, hubiera suspirado ante la descorazonadora respuesta de Alma y la hubiera abrazado para consolarla cuando notó su tristeza ante su imposibilidad de recordar algo que fuera útil; el nombre de un pequeño pueblo no servía de nada si ni siquiera se sabía en que país estaba. Como evidentemente no le era posible tocarla y como no se le ocurría en ese momento que decir que fuera de ayuda, se limite a esperar que la muchacha – que parecía perdida en sus pensamientos – volviera a hablar.
"Es cierto, tu cuerpo no ha muerto y pensar que alguien lo está ocupando y no quiere que lo recuperes me parece una conclusión muy lógica"
¿Por qué otra razón alguien habría de usar la magia para que Alma no pudiera seguir su cordón de plata? Aunque estaba fuera de su propio cuerpo, la idea de que alguien le robara el cuerpo a otro le provocó algo muy parecido a un escalofrío.
“Creo que con magia si sería posible hacerlo y, claro, sería la forma perfecta de ocupar un cuerpo; podría ser ocupado tanto tiempo como durara su vida natural”.
¿Podría ser que un espíritu que hubiera perdido su propio cuerpo había encontrado la manera de apoderarse del cuerpo de Alma, condenando a la muchacha a un viaje astral eterno? ¡Que injusticia! Si tan sólo la fantasma lograra recordar con precisión de donde procedía, quizás pudieran ubicar su cuerpo y encontrar la manera de contrarrestar el hechizo.
Era muy frustrante. Sabía que los recuerdos de Alma estaban sepultados en algún aparte de su mente y estaba convencida de que ella podía ayudarle a recuperarlos a través de un sueño… pero, ¿cómo hacerla soñar?
Una idea asomó tímidamente la cabeza e hizo que mirara a su interlocutora con expresión pensativa.
“Si pudiéramos encontrar tu cuerpo… quizás también pudiéramos encontrar la forma de que lo recuperaras… ¿Sabes, Alma? Yo podría ayudarte a recobrar tus recuerdos, haciéndote soñar, pero para eso necesito que te encarnes en un cuerpo, aunque sólo sea por un par de horas”
"Es cierto, tu cuerpo no ha muerto y pensar que alguien lo está ocupando y no quiere que lo recuperes me parece una conclusión muy lógica"
¿Por qué otra razón alguien habría de usar la magia para que Alma no pudiera seguir su cordón de plata? Aunque estaba fuera de su propio cuerpo, la idea de que alguien le robara el cuerpo a otro le provocó algo muy parecido a un escalofrío.
“Creo que con magia si sería posible hacerlo y, claro, sería la forma perfecta de ocupar un cuerpo; podría ser ocupado tanto tiempo como durara su vida natural”.
¿Podría ser que un espíritu que hubiera perdido su propio cuerpo había encontrado la manera de apoderarse del cuerpo de Alma, condenando a la muchacha a un viaje astral eterno? ¡Que injusticia! Si tan sólo la fantasma lograra recordar con precisión de donde procedía, quizás pudieran ubicar su cuerpo y encontrar la manera de contrarrestar el hechizo.
Era muy frustrante. Sabía que los recuerdos de Alma estaban sepultados en algún aparte de su mente y estaba convencida de que ella podía ayudarle a recuperarlos a través de un sueño… pero, ¿cómo hacerla soñar?
Una idea asomó tímidamente la cabeza e hizo que mirara a su interlocutora con expresión pensativa.
“Si pudiéramos encontrar tu cuerpo… quizás también pudiéramos encontrar la forma de que lo recuperaras… ¿Sabes, Alma? Yo podría ayudarte a recobrar tus recuerdos, haciéndote soñar, pero para eso necesito que te encarnes en un cuerpo, aunque sólo sea por un par de horas”
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
Alma seguía dándole vueltas a su cabeza.
¿Quién podría haberle hecho aquello? ¿había sido una casualidad, o la habían elegido a ella? Lo más seguro es que todo fuese una coincidencia y que alguien que quería un cuerpo y tuviese medios para usar la magia la hubiese encontrado por casualidad.
Aún así no entendía como alguien era capaz de hacerle aquello a otra persona. ¿Qué clase de espíritu habría ocupado su cuerpo? ¿Qué estaría haciendo por ahí, con su apariencia? Si era capaz de hacer lo que había hecho, seguro que nada bueno. La fantasma se estremeció pensando en todo lo que podía haberle pasado a su cuerpo, incluso en lo que podría pasarle si lo recuperase. ¿Qué clase de gente la conocería? Podrían haber pasado tantas cosas...
La afirmación de Lis la sacó de sus pensamientos. Le costó responder.
<< ¿Ocupar un cuerpo? ¿De otra persona? >> La idea le repelía, quizá porque pensaba en lo que le habían hecho a ella. << ¿Cómo? Yo... >> No se atrevía a hacer aquello. No podía arriesgarse a hacer pasar a otra persona por lo que ella estaba pasando. Incluso aunque fuesen otras circunstancias, no se veía capaz. Otro cuerpo, otra vida, en resumen... No sabía. Miró a su nueva amiga.
<< No puedo >> comentó, triste. << No me creo capaz de ocupar el cuerpo de otra persona. No sé... >>
No encontraba las palabras para explicarlo, así que se calló, sin saber muy bien qué esperaba.
¿Quién podría haberle hecho aquello? ¿había sido una casualidad, o la habían elegido a ella? Lo más seguro es que todo fuese una coincidencia y que alguien que quería un cuerpo y tuviese medios para usar la magia la hubiese encontrado por casualidad.
Aún así no entendía como alguien era capaz de hacerle aquello a otra persona. ¿Qué clase de espíritu habría ocupado su cuerpo? ¿Qué estaría haciendo por ahí, con su apariencia? Si era capaz de hacer lo que había hecho, seguro que nada bueno. La fantasma se estremeció pensando en todo lo que podía haberle pasado a su cuerpo, incluso en lo que podría pasarle si lo recuperase. ¿Qué clase de gente la conocería? Podrían haber pasado tantas cosas...
La afirmación de Lis la sacó de sus pensamientos. Le costó responder.
<< ¿Ocupar un cuerpo? ¿De otra persona? >> La idea le repelía, quizá porque pensaba en lo que le habían hecho a ella. << ¿Cómo? Yo... >> No se atrevía a hacer aquello. No podía arriesgarse a hacer pasar a otra persona por lo que ella estaba pasando. Incluso aunque fuesen otras circunstancias, no se veía capaz. Otro cuerpo, otra vida, en resumen... No sabía. Miró a su nueva amiga.
<< No puedo >> comentó, triste. << No me creo capaz de ocupar el cuerpo de otra persona. No sé... >>
No encontraba las palabras para explicarlo, así que se calló, sin saber muy bien qué esperaba.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
Mientras Alma meditaba, ella se entregaba a sus propias reflexiones. No se había encontrado con una situación así antes: un espíritu desalojado de su cuerpo por un alguien que lo estaba usando ahora. Ese alguien era una persona con muchos recursos y determinación.
Si no era alguien que hubiese perdido su propio cuerpo, ¿podría tratarse de una persona que necesitara ocupar un cuerpo ajeno con un fin específico y por un tiempo determinado? Si era así, no podía tratarse de algo bueno y posiblemente hubiera peligro en tratar de recuperar el cuerpo de Alma. Y en el primer caso… también había peligro; alguien tan desesperado como para apropiarse de un cuerpo ajeno, no iba a devolverlo fácilmente. ¿En qué lío se iba a meter ahora? Claramente, tratar de ayudar a Alma no iba a ser como ir de paseo… pero no podía simplemente marcharse y dejarla así. La muchacha estaba tan triste… y luego, sus sueños le habían ordenado ir ahí para hacer algo por ella.
La repugnancia que la fantasma mostró ante su propuesta y su rechazo, no le sorprendieron. Tomando en cuenta que acababa de saber que alguien le había robado su cuerpo, era comprensible y esperable que reaccionara así. Sin embargo, no creía tener ninguna posibilidad de ayudarla si no se encarnaba.
“Entiendo que te resulte muy difícil considerar la idea” comenzó con suavidad "pero yo no te propongo sacar de su cuerpo a un espíritu que esté unido todavía a él por el cordón de plata, para usurpárselo” explicó “lo que yo te propongo es ocupar un cuerpo cuyo espíritu lo haya abandonado naturalmente, cuyo cordón de plata se haya roto definitivamente. Eso es muy distinto a lo que te hicieron a ti”
Si no era alguien que hubiese perdido su propio cuerpo, ¿podría tratarse de una persona que necesitara ocupar un cuerpo ajeno con un fin específico y por un tiempo determinado? Si era así, no podía tratarse de algo bueno y posiblemente hubiera peligro en tratar de recuperar el cuerpo de Alma. Y en el primer caso… también había peligro; alguien tan desesperado como para apropiarse de un cuerpo ajeno, no iba a devolverlo fácilmente. ¿En qué lío se iba a meter ahora? Claramente, tratar de ayudar a Alma no iba a ser como ir de paseo… pero no podía simplemente marcharse y dejarla así. La muchacha estaba tan triste… y luego, sus sueños le habían ordenado ir ahí para hacer algo por ella.
La repugnancia que la fantasma mostró ante su propuesta y su rechazo, no le sorprendieron. Tomando en cuenta que acababa de saber que alguien le había robado su cuerpo, era comprensible y esperable que reaccionara así. Sin embargo, no creía tener ninguna posibilidad de ayudarla si no se encarnaba.
“Entiendo que te resulte muy difícil considerar la idea” comenzó con suavidad "pero yo no te propongo sacar de su cuerpo a un espíritu que esté unido todavía a él por el cordón de plata, para usurpárselo” explicó “lo que yo te propongo es ocupar un cuerpo cuyo espíritu lo haya abandonado naturalmente, cuyo cordón de plata se haya roto definitivamente. Eso es muy distinto a lo que te hicieron a ti”
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
Alma reflexionó unos instantes.
<< No es sólo eso...>> - no sabía como explicar lo que sentía al pensar en esa idea. Era como si ocupar el cuerpo de otra persona fuese a cambiarla a ella, sentía que, aunque el espíritu de esa persona lo hubiese abandonado por causas naturales o por lo que fuera, ocupar su cuerpo era como violar un santuario.
Por otra parte... ¿Qué otra cosa podía hacer? La única persona que parecía poder ayudarle necesitaba que tuviese un cuerpo físico para hacerlo. Pero se sentía desanimada, de pensar en lo que estaba descubriendo. Tenía la posibilidad de recuperar su cuerpo, aunque aún no lo viese muy claro, pero todo parecía demasiado... turbio. Tenía la impresión de que todo iba a ser demasiado complicado, y hasta la meta final le parecía tan lejana que apenas podía verla.
Luthys... estaba haciendo todo aquello por él, pero había descubierto algo demasiado intrincado, y no sabía si podría con ello...
Pero tenía que intentarlo.
<< Sólo de pensarlo me siento como una intrusa... Aunque, si no queda más remedio supongo que podría hacerlo... >> Hizo un amago de sonrisa. - << Gracias por intentar ayudarme, no sabes cuánto te lo agradezco... >>
<< No es sólo eso...>> - no sabía como explicar lo que sentía al pensar en esa idea. Era como si ocupar el cuerpo de otra persona fuese a cambiarla a ella, sentía que, aunque el espíritu de esa persona lo hubiese abandonado por causas naturales o por lo que fuera, ocupar su cuerpo era como violar un santuario.
Por otra parte... ¿Qué otra cosa podía hacer? La única persona que parecía poder ayudarle necesitaba que tuviese un cuerpo físico para hacerlo. Pero se sentía desanimada, de pensar en lo que estaba descubriendo. Tenía la posibilidad de recuperar su cuerpo, aunque aún no lo viese muy claro, pero todo parecía demasiado... turbio. Tenía la impresión de que todo iba a ser demasiado complicado, y hasta la meta final le parecía tan lejana que apenas podía verla.
Luthys... estaba haciendo todo aquello por él, pero había descubierto algo demasiado intrincado, y no sabía si podría con ello...
Pero tenía que intentarlo.
<< Sólo de pensarlo me siento como una intrusa... Aunque, si no queda más remedio supongo que podría hacerlo... >> Hizo un amago de sonrisa. - << Gracias por intentar ayudarme, no sabes cuánto te lo agradezco... >>
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: La búsqueda de un sueño
Alma se veía tan desanimada, tan pérdida que, olvidando por un segundo que no estaba en su cuerpo físico, extendió su mano para apretar el hombro de la chica y brindarle apoyo y aliento. Como era de esperar, su mano atravesó el cuerpo de la fantasma; se sintió algo avergonzada de su despiste, pero Alma, sumida en sus cavilaciones no había notado nada.
La reticencia de la muchacha era de lo más normal, uno no entra a un cuerpo ajeno como quien entra a una casa recién comprada, pero si no podía hacerlo, ella no tendría posibilidad de ayudarla. Por más que le daba vueltas al asunto, mientras esperaba que la muchacha se decidiera, no encontraba otra salida. Si al menos la fantasma recordara algún dato que pudiera servir para hacer una investigación normal…
Pero no era así y para poder ayudar, necesitaba usar su poder de los sueños. Sin un cuerpo físico, no había sueños y sin sueños, no había poder. Pensaba en esas cosas cuando la voz de Alma la arrancó de sus disquisiciones.
“Trataré de que sea lo más breve posible, te lo prometo”, dijo e hizo un gesto como quitándole importancia al asunto cuando la muchacha le dio las gracias. Le daba pudor que ella le agradeciera ya que lo que hacía era por mandato de sus sueños, más que por propia voluntad, aunque ponía su máximo empeño para ayudar a la chica.
Aceptado su plan por parte de Alma, se enfrentaba ahora a una circunstancia harto difícil ¿Dónde iba a encontrar a una persona a punto de expirar, cuyo cuerpo pudiera ser ocupado? Tenía que buscarlo, claro, iba a ser como buscar una aguja en un pajar y ni siquiera sabía por cual pajar tenía que comenzar.
Vacilaba en explicarle el asunto a la fantasma; no dejaba de ser crudo y no quería que ella se llenara de aprensiones nuevamente, pero finalmente todo lo que se iba a hacer era en beneficio de ella y no se sentía con derecho a ocultarle nada.
“Es preciso buscar a la persona adecuada. Lo primero será explorar esta misma isla, ¿quieres buscar también o prefieres esperar aquí?”
La reticencia de la muchacha era de lo más normal, uno no entra a un cuerpo ajeno como quien entra a una casa recién comprada, pero si no podía hacerlo, ella no tendría posibilidad de ayudarla. Por más que le daba vueltas al asunto, mientras esperaba que la muchacha se decidiera, no encontraba otra salida. Si al menos la fantasma recordara algún dato que pudiera servir para hacer una investigación normal…
Pero no era así y para poder ayudar, necesitaba usar su poder de los sueños. Sin un cuerpo físico, no había sueños y sin sueños, no había poder. Pensaba en esas cosas cuando la voz de Alma la arrancó de sus disquisiciones.
“Trataré de que sea lo más breve posible, te lo prometo”, dijo e hizo un gesto como quitándole importancia al asunto cuando la muchacha le dio las gracias. Le daba pudor que ella le agradeciera ya que lo que hacía era por mandato de sus sueños, más que por propia voluntad, aunque ponía su máximo empeño para ayudar a la chica.
Aceptado su plan por parte de Alma, se enfrentaba ahora a una circunstancia harto difícil ¿Dónde iba a encontrar a una persona a punto de expirar, cuyo cuerpo pudiera ser ocupado? Tenía que buscarlo, claro, iba a ser como buscar una aguja en un pajar y ni siquiera sabía por cual pajar tenía que comenzar.
Vacilaba en explicarle el asunto a la fantasma; no dejaba de ser crudo y no quería que ella se llenara de aprensiones nuevamente, pero finalmente todo lo que se iba a hacer era en beneficio de ella y no se sentía con derecho a ocultarle nada.
“Es preciso buscar a la persona adecuada. Lo primero será explorar esta misma isla, ¿quieres buscar también o prefieres esperar aquí?”
Lisandot- Cantidad de envíos : 941
Re: La búsqueda de un sueño
Alma intentó concentrarse en no pensar durante un momento. No quería pensar en lo que iba a pasar, ni en todo lo que la hacía sentir el nudo que sentía en el estómago, o donde debería estarlo.
Sonrió agradecida a Lis cuando ésta habló. Notaba la preocupación que sentía por ella, y eso la reconfortaba un poco. Acababa de conocerla, pero tenía un aura cálida y cercana que atraía a Alma. Se sentía mal por preocupar tanto a aquella chica tan buena y tan dispuesta. Y le agradecía de sobremanera su ayuda.
<< Prefiero ir contigo. >>
Intentó sonreir, aunque su semblante seguía sombrío. No quería quedarse sola y darle más vueltas a todo. Intentó reunir fuerzas, así que imaginó la cara de Luthys, y su sonrisa. Intentó recordar los buenos momentos que había pasado con él.
Una extraña calidez le recorrió su etéreo cuerpo y encontró las fuerzas para seguir a Lis sin pensar en nada. Tenía que encontrar respuestas, por extraño e inhumano que le pareciera aquella situación.
<< Esta bien, ¿por dónde empezamos? No conozco esta isla...>>
Sonrió agradecida a Lis cuando ésta habló. Notaba la preocupación que sentía por ella, y eso la reconfortaba un poco. Acababa de conocerla, pero tenía un aura cálida y cercana que atraía a Alma. Se sentía mal por preocupar tanto a aquella chica tan buena y tan dispuesta. Y le agradecía de sobremanera su ayuda.
<< Prefiero ir contigo. >>
Intentó sonreir, aunque su semblante seguía sombrío. No quería quedarse sola y darle más vueltas a todo. Intentó reunir fuerzas, así que imaginó la cara de Luthys, y su sonrisa. Intentó recordar los buenos momentos que había pasado con él.
Una extraña calidez le recorrió su etéreo cuerpo y encontró las fuerzas para seguir a Lis sin pensar en nada. Tenía que encontrar respuestas, por extraño e inhumano que le pareciera aquella situación.
<< Esta bien, ¿por dónde empezamos? No conozco esta isla...>>
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Página 1 de 2. • 1, 2
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
14/11/24, 09:56 pm por Alma Swann
» El Vals de los Enmascarados
11/11/24, 09:24 am por Luthys
» Adonde me lleven los sueños
04/04/18, 08:55 pm por Lisandot
» Sentimientos encontrados
22/02/18, 10:03 pm por Songèrie
» El fin de un viaje y el comienzo de otro.
04/02/18, 03:16 pm por Florangél
» Vini, saquei, marchi
30/01/18, 06:23 pm por Narrador
» Rumbo a Moselec (Trama 3)
30/01/18, 06:01 pm por Narrador
» Trama 3 . Se reclutan piratas y maleantes varios
30/01/18, 05:58 pm por Narrador
» Vestigios del pasado
30/08/17, 06:51 pm por Auria