Garlimidon

Selenius abrió los ojos. No podía ver nada. Intentó moverse, pero estaba fuertemente amarrado. No obstante, no sentía ninguna cuerda, ni correa, sujetándole.

- Vaya vaya, parece que he cazado una mosca importante. -dijo una voz desde la oscuridad-

- ¿Quien eres?

- Un mago. Y tú eres uno de esos culitos de la realeza que quieren matarme.

- Creo que te equivocas, yo...

- ¡SILENCIO!. ¿No ves que tu vida está en mis manos? Un inútil como tú, que no sabe usar magia y probablemente ya tenga el sentido mágico atrofiado no puede....


Había dejado de escucharle hacía un tiempo. Sentí la ira en mi interior, y algo dentro mío cambió. Podía moverme, y mi instinto me dijo lo que debía hacer. Apunté mi dedo hacia la voz, y un chorro de viento salió disparado.

- I...increible... ¿quien eres?

- Uno de esos culitos de la realeza que quieren matarte. ¿Y tú?

- Mi nombre es Aspiax... te puedo enseñar los secretos de la magia si perdonas mi vida...

- Está bien.


Pasé doce meses yendo y viniendo del palacio a su cueva sin que nadie se diera cuenta. Él me enseñó los conjuros más poderosos que conocía. Un día me dijo que no podía enseñarme nada más, a si que le maté. Llevé el cadáver a mi padre, el cual me recompensó por tan gran hazaña.

Unos años después, un joven vino a palacio, diciendo que portaba un mensaje para mí.


- Maldito bastardo, ¡mataste a mi maestro!

- ¿Eras discípulo de Aspiax? Ese mago no tramaba nada bueno, intentó secuestrarme, a si que lo maté.

- Si, te secuestró. Y sí, lo mataste. Solo que con un año de distancia entre el primer suceso y el segundo. Se que sabes mag...


Nunca llegó a completar tal frase, puesto que su cerebro se sobrecalentó, todo el oxígeno de su cuerpo llegó al cerebro, y su cabeza comenzó a arder. Evidentemente yo no tuve nada que ver, el hecho de que yo fuera el único mago de la zona no significa que...

El caso es que no podía permitir que nadie supiera que yo era un mago, o perdería la primogenitura, el trono, y a saber cuanto más.


Un día llegó un hechicero de la orden de Karlahan. Solicitó una audiencia con mi padre, y desde entonces no volvió a ser el mismo. Dos días después, se me encontró culpable de practicar magia lunar y fui exiliado. Decidí cambiar mi nombre por el de Garlimidon, nombre que aparecía en los libros de la incendiada biblioteca de Aspiax.


https://mardejaspia.forosactivos.net/shama-y-la-bahia-de-shaska-f27/aterrizaje-t357.htm



Desde que mi hermano intentó matarme, he jurado asesinar de la manera más cruel que pueda a todos y cada uno de los bastardos de mi raza. Se que están siendo controlados por el hechicero, pero... ¿Que más da? A fin de cuentas, si no les mato, me matarán ellos a mí. Y si les saco del control de ese bastardo, me matarán por mago. Algún día encontraré la forma de volver a la luna, erradicar toda vida allí, y volver a Jaspia. Después intentaré sentar la cabeza, encontrar una esposa y tener una vida normal. ¿Quien sabe? Igual hasta llego a alcanzar la felicidad...