Censo
Últimos temas
Noticias
Afiliados normales
Mar de Jaspia es un foro basado en un mundo original con líneas argumentales que pertenecen a sus administradores y participantes. Tanto los escritos como el diseño están protegidos por una licencia Creative Commons. Algunos códigos fueron desarrollados por el equipo web de Protorol. La mayoría de nuestras imágenes son sacadas de DeviantArt y retocadas, si quieres créditos propios o te interesa alguna imagen en concreto, haznoslo saber.
KirillAdmin ♒ MP!
ChelsieAdmin ♒ MP!
LisandotMod ♒ MP!
DelinMod ♒ MP!
SophitiaColab ♒ MP!
CyrianColab ♒ MP!
Años Activos
¿Mamá?
5 participantes
Página 2 de 4.
Página 2 de 4. • 1, 2, 3, 4
Re: ¿Mamá?
Cuando interrumpen una conversación tensa, de esas que se podría cortar con un cuchillo, como la que mantenía el capitán con las mujeres y el niño, la tensión se veía liberada de pronto, todos volvían a respirar y se tenía tiempo de pensar en una respuesta. Sin embargo, la voz de aquel marinero, lejos de liberar la tensión, añadió aún más a la situación, haciendo sentir a Layla que se había metido en un lío de los gordos sin saber cómo ni por qué.
Obediente, en silencio y algo confusa por cómo había convertido un tranquilo viaje en barco en algo peligroso, siguió al capitán hasta la cubierta. Se quedó apartada a un lado de la barandilla, sin mirar a ningún lado en concreto hasta que oyó al capitán soltar un taco. Había acumulado tanta tensión, sin saber muy bien cómo, que el cambio de tono del capitán la sacó de golpe de aquello, pasando del estado reprimido de la tensión, al estado de alerta que sigue cuando hay un peligro inminente.
Parpadeó unas cuantas veces y aguzó al máximo su vista. Tenía una buena vista, como explorada, tenía que seguir muchas veces señales ínfimas que la naturaleza le daba y, aunque el mar no era su especialidad, llegó a ver el barco un poco antes que sus acompañantes.
Dado que la joven no era de por allí, no conocía el barco, por lo que ni siquiera podía imaginar quienes, o mejor dicho, cómo eran los tripulantes de aquel barco. Sin embargo la reacción del capitán, le dio la certeza de que era un barco peligroso, supuso que sería un barco pirata.
Maldijo por lo bajo, no era una experta luchadora, aunque sabía defenderse, igualmente no le gustaban las peleas. Bajó la vista y se topó con el niño, recordando con quién se encontraba. Maldijo aún más y se acercó a Rose.
- Oye ¿Tu sabes pelear? ¿Sabes si podemos esconder al pequeño en algún lugar seguro?
Lo dijo bajito, al oído de la pelirroja, esperando que Devin no escuchara nada para no asustarle.
Obediente, en silencio y algo confusa por cómo había convertido un tranquilo viaje en barco en algo peligroso, siguió al capitán hasta la cubierta. Se quedó apartada a un lado de la barandilla, sin mirar a ningún lado en concreto hasta que oyó al capitán soltar un taco. Había acumulado tanta tensión, sin saber muy bien cómo, que el cambio de tono del capitán la sacó de golpe de aquello, pasando del estado reprimido de la tensión, al estado de alerta que sigue cuando hay un peligro inminente.
Parpadeó unas cuantas veces y aguzó al máximo su vista. Tenía una buena vista, como explorada, tenía que seguir muchas veces señales ínfimas que la naturaleza le daba y, aunque el mar no era su especialidad, llegó a ver el barco un poco antes que sus acompañantes.
Dado que la joven no era de por allí, no conocía el barco, por lo que ni siquiera podía imaginar quienes, o mejor dicho, cómo eran los tripulantes de aquel barco. Sin embargo la reacción del capitán, le dio la certeza de que era un barco peligroso, supuso que sería un barco pirata.
Maldijo por lo bajo, no era una experta luchadora, aunque sabía defenderse, igualmente no le gustaban las peleas. Bajó la vista y se topó con el niño, recordando con quién se encontraba. Maldijo aún más y se acercó a Rose.
- Oye ¿Tu sabes pelear? ¿Sabes si podemos esconder al pequeño en algún lugar seguro?
Lo dijo bajito, al oído de la pelirroja, esperando que Devin no escuchara nada para no asustarle.
Layla Ellis- Cantidad de envíos : 39
Re: ¿Mamá?
Alma se quedó quieta, sintiendo la mirada del no-muerto sobre ella. A la fantasma le resultaba extraña la visión de auqellos músculos y huesos sin un atisbo de sangre, pero apenas se podía fijar en aquello. Una extraña sensación la recorría por dentro, y no sabía a qué se debía.
El capitán hizo un gesto con la mano, y alma sintió miedo, aunque no supo por qué.Obviamente ellos no podrían tocarla ni hacerle daño, era una fantasma incorpórea... Perro dos marineros la agarraron por los hombros, como si aquello fuera lo más normal del mundo.
No podía creelo, realmente aquello no podía estar pasando.
El capitán debió de leerlo en su mirada.
- ¿Sorprendida? – dijo, tras lo cual soltó una risotada que le habría helado a la fantasma la sangre en las venas, si hubiese teido venas o sangre que circulara por ellas- En este barco prima la magia de los muertos y tú pequeña lo estás tanto como nosotros… ¡Llevadla a los calabozos!-.
La arrsastraron hacia el lugar y la encerraron. La fantasma intentó atravesar los barrotes y la pared, pero no podía. No entendía qué estaba pasando. Por una vez desde que era fantasma se sintió atrapada, oprimida. No etendía nada de lo que estaba pasando. Se quedó flotando enmitad de aqel habitáculo intentando pensar en algo que no fuese la mirada que le habían lanzado los no-muertos antes de marcharse dejándola sola allí.
¿Qué podía estar pasando? El capitán había hablado de la magia de los muertos. ¿Qué había querido decir? Aunque ellos estuviesen muertos, tenían cuerpo, que era de lo que ella carecía. ¿cómo podían tocarla, agarrarla incluso y arrastrarla hasta allí?
Se acordó entonces de la extraña sensación al traspasar las paredes del barco la primera vez. Había podido, pero ahora no podía. QUizá había pasado algo entre medias. Aquel barco debía tener una poderosa magia imperand, qizá estuviese maldito o puede que simplemente hechizado, pero aquella magia la había tenido que afectar de alguna forma.
Se estremeció. ¿Y si a partir de ahora se convertía en un fantasma incapaz de atravesar objetos? aunque le preocupaba más cómo iba a sair de allí...
SE quedó acurrucada, hecha un ovillo en una esquina. Por primera vez en mucho tiempo sentía algo sólido, aunque no era la sensación qeu recordaba. Era más bien como si la magia que revestía aquel arco repeliera el contacto con su esencia y por eso no la dejaba atravesarla.
COnun suspiro, cerrólos ojos e intentó tranquilzarse.
El capitán hizo un gesto con la mano, y alma sintió miedo, aunque no supo por qué.Obviamente ellos no podrían tocarla ni hacerle daño, era una fantasma incorpórea... Perro dos marineros la agarraron por los hombros, como si aquello fuera lo más normal del mundo.
No podía creelo, realmente aquello no podía estar pasando.
El capitán debió de leerlo en su mirada.
- ¿Sorprendida? – dijo, tras lo cual soltó una risotada que le habría helado a la fantasma la sangre en las venas, si hubiese teido venas o sangre que circulara por ellas- En este barco prima la magia de los muertos y tú pequeña lo estás tanto como nosotros… ¡Llevadla a los calabozos!-.
La arrsastraron hacia el lugar y la encerraron. La fantasma intentó atravesar los barrotes y la pared, pero no podía. No entendía qué estaba pasando. Por una vez desde que era fantasma se sintió atrapada, oprimida. No etendía nada de lo que estaba pasando. Se quedó flotando enmitad de aqel habitáculo intentando pensar en algo que no fuese la mirada que le habían lanzado los no-muertos antes de marcharse dejándola sola allí.
¿Qué podía estar pasando? El capitán había hablado de la magia de los muertos. ¿Qué había querido decir? Aunque ellos estuviesen muertos, tenían cuerpo, que era de lo que ella carecía. ¿cómo podían tocarla, agarrarla incluso y arrastrarla hasta allí?
Se acordó entonces de la extraña sensación al traspasar las paredes del barco la primera vez. Había podido, pero ahora no podía. QUizá había pasado algo entre medias. Aquel barco debía tener una poderosa magia imperand, qizá estuviese maldito o puede que simplemente hechizado, pero aquella magia la había tenido que afectar de alguna forma.
Se estremeció. ¿Y si a partir de ahora se convertía en un fantasma incapaz de atravesar objetos? aunque le preocupaba más cómo iba a sair de allí...
SE quedó acurrucada, hecha un ovillo en una esquina. Por primera vez en mucho tiempo sentía algo sólido, aunque no era la sensación qeu recordaba. Era más bien como si la magia que revestía aquel arco repeliera el contacto con su esencia y por eso no la dejaba atravesarla.
COnun suspiro, cerrólos ojos e intentó tranquilzarse.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: ¿Mamá?
La pelirroja sintió un cierto alivio cuando la conversación acabó.
Pero, sabía que era algo momentáneo. No era tan idiota como para creer que una conversación como ésa se terminaba así, por las buenas sin un motivo de peso.
Claro que, no se había imaginado que...
Al llegar a la cubierta, la chica sintió un escalofrío. ¿Qué esperaba? No lo tenía muy claro. Seguramente una tormenta, o algún tipo de peligro inmediato... mejor dicho, algún tipo de peligro climático. En su lugar... había un barco. Un barco extraño. Un barco cuya mera presencia, cuya mera visión, le puso la carne de gallina, y le encrespó el vello de la nuca.
No podía decir qué era lo que tenía. Era... era un barco normal, o eso parecía. Tenía un aspecto extraño, tal vez sórdido. Y la pelirroja hubiera jurado que no había tanto viento como para llenar aquellas velas, en aquella dirección. Pero presentía algo extraño. No pudo apartar los ojos del bajel, que por cierto se acercaba mucho más rápido de lo que era... 'normal'.
No pudo evitarlo.
El susurro de Layla fue suficiente como para sobresaltarla. Ni siquiera se había dado cuenta de que la chica, de que Devin, el capitán y el barco en el que aún se encontraba seguían ahí. Toda su atención había estado tan centrada en el otro barco, que de pronto, se asustó. Estaba pálida. Algo iba realmente mal.
- ¿Cómo? - preguntó.
Idiota.
Idiota, es verdad. Aquel barco no estaba ahí por casualidad, ni se estaba acercando para presentarle sus saludos al suyo. La mente de Rose lo había comprendido, pero ella no. Iban a abordarles. Se avecinaba una batalla, y Rose... Rose no estaba segura de lo que debía contestar.
- Pelear - repitio. - No... sí. Creo que si.
... creo. Énfasis en creo.
Se llevó la mano derecha a la empuñadura de la espada que colgaba de su cinto. Sabía pelear. Sabía blandir aquella espada. Sabía que podía hacerlo... era solo que aquella habilidad parecía depender de la parte de su mente sobre la que no tenía control.
Pero no podía, simplemente, no hacer nada.
- ¿Esconderle? - preguntó, también en voz baja. - Pero... ¿Y si...?
¿Y si hunden el barco? ¿Y si le hacen algo...? Indecisa, la pelirroja no supo qué más decir. La sorpresa se hacía demasiado patente en ella. Estaba bloqueada.
Pero, sabía que era algo momentáneo. No era tan idiota como para creer que una conversación como ésa se terminaba así, por las buenas sin un motivo de peso.
Claro que, no se había imaginado que...
Al llegar a la cubierta, la chica sintió un escalofrío. ¿Qué esperaba? No lo tenía muy claro. Seguramente una tormenta, o algún tipo de peligro inmediato... mejor dicho, algún tipo de peligro climático. En su lugar... había un barco. Un barco extraño. Un barco cuya mera presencia, cuya mera visión, le puso la carne de gallina, y le encrespó el vello de la nuca.
No podía decir qué era lo que tenía. Era... era un barco normal, o eso parecía. Tenía un aspecto extraño, tal vez sórdido. Y la pelirroja hubiera jurado que no había tanto viento como para llenar aquellas velas, en aquella dirección. Pero presentía algo extraño. No pudo apartar los ojos del bajel, que por cierto se acercaba mucho más rápido de lo que era... 'normal'.
No pudo evitarlo.
El susurro de Layla fue suficiente como para sobresaltarla. Ni siquiera se había dado cuenta de que la chica, de que Devin, el capitán y el barco en el que aún se encontraba seguían ahí. Toda su atención había estado tan centrada en el otro barco, que de pronto, se asustó. Estaba pálida. Algo iba realmente mal.
- ¿Cómo? - preguntó.
Idiota.
Idiota, es verdad. Aquel barco no estaba ahí por casualidad, ni se estaba acercando para presentarle sus saludos al suyo. La mente de Rose lo había comprendido, pero ella no. Iban a abordarles. Se avecinaba una batalla, y Rose... Rose no estaba segura de lo que debía contestar.
- Pelear - repitio. - No... sí. Creo que si.
... creo. Énfasis en creo.
Se llevó la mano derecha a la empuñadura de la espada que colgaba de su cinto. Sabía pelear. Sabía blandir aquella espada. Sabía que podía hacerlo... era solo que aquella habilidad parecía depender de la parte de su mente sobre la que no tenía control.
Pero no podía, simplemente, no hacer nada.
- ¿Esconderle? - preguntó, también en voz baja. - Pero... ¿Y si...?
¿Y si hunden el barco? ¿Y si le hacen algo...? Indecisa, la pelirroja no supo qué más decir. La sorpresa se hacía demasiado patente en ella. Estaba bloqueada.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: ¿Mamá?
Devin no sabía que ocurría entre el capitán y ambas mujeres, pero intuía que ocurría algo importante, algo que condicionaría su estancia en el barco. No le importó ya que no entendía que fuera algo realmente malo.
Sin embargo, tras ser arrastrado hasta cubierta y a pesar de que no veía por encima de la barandilla, supo que era algo más que abandonar el barco. Su imaginación hizo que comprendiera lo que estaba pasando sin quererlo realmente y, aprovechando que ambas mujeres cuchicheaban y que el capitán estaba pendiente de lo que se acercaba, Devin echó a correr hacia la barandilla y se encaramó a ella escalando por unas cajas.
- ¡¡Un barco pirata!!- Gritó con los ojos brillantes por la emoción.
A pesar de su intuición, de ese no sé qué que solía poner los pelos de punta, Devin esta vez parecía no tener miedo, como si por un momento fuera de verdad un niño de cinco años ilusionado con vivir una historia de piratas. ¡Una aventura!
- ¿Vienen a robarnos? ¿¡Tenemos un tesoro?!- Preguntó gritando soltándose de la barandilla de forma algo peligrosa. Cayó de culo de nuevo en cubierta, se incorporó dificultosamente y corrió de nuevo donde estaban ambas mujeres.
- ¡¡Yo si puedo pelear!! ¡No quiero esconderme!- Dijo después de escuchar la última parte de la conversación.
Esperando que las mujeres actuaran como cualquiera esperaría, es decir, intentándole convencer de que era lo mejor o de que no iba a ser así a pesar de serlo, Devin no esperó a que le contestaran. Salió corriendo, bajando las escaleras casi de un salto y perdiéndose por los pasillos buscando un lugar donde esconderse hasta que empezara la pelea y pudiera luchar.
Sin embargo, tras ser arrastrado hasta cubierta y a pesar de que no veía por encima de la barandilla, supo que era algo más que abandonar el barco. Su imaginación hizo que comprendiera lo que estaba pasando sin quererlo realmente y, aprovechando que ambas mujeres cuchicheaban y que el capitán estaba pendiente de lo que se acercaba, Devin echó a correr hacia la barandilla y se encaramó a ella escalando por unas cajas.
- ¡¡Un barco pirata!!- Gritó con los ojos brillantes por la emoción.
A pesar de su intuición, de ese no sé qué que solía poner los pelos de punta, Devin esta vez parecía no tener miedo, como si por un momento fuera de verdad un niño de cinco años ilusionado con vivir una historia de piratas. ¡Una aventura!
- ¿Vienen a robarnos? ¿¡Tenemos un tesoro?!- Preguntó gritando soltándose de la barandilla de forma algo peligrosa. Cayó de culo de nuevo en cubierta, se incorporó dificultosamente y corrió de nuevo donde estaban ambas mujeres.
- ¡¡Yo si puedo pelear!! ¡No quiero esconderme!- Dijo después de escuchar la última parte de la conversación.
Esperando que las mujeres actuaran como cualquiera esperaría, es decir, intentándole convencer de que era lo mejor o de que no iba a ser así a pesar de serlo, Devin no esperó a que le contestaran. Salió corriendo, bajando las escaleras casi de un salto y perdiéndose por los pasillos buscando un lugar donde esconderse hasta que empezara la pelea y pudiera luchar.
Chelsie- Cantidad de envíos : 1022
Re: ¿Mamá?
De una manera demasiado rápida para ser natural, el barco se acercó al mercante para abordarlo. Con poco tiempo para prepararse, los tripulantes del barco mercante esperaron con impaciencia y temor a los asaltadores que pronto pisaron la cubierta.
En un visto y no visto, el sonido de las espadas, pistolas y algo de magia, se convirtió en la banda sonora de la escena. El capitán del barco mercante luchaba enfurecidamente contra uno de aquellos seres que mostraban más hueso que carne. Pronto dejó el cuerpo del no-muerto tirado sobre cubierta mientras su cabeza rodaba por el suelo hasta caer al mar. Sin pensarlo dos veces, se enzarzó con el siguiente no-muerto que encontró, éste un poco más corpulento que el anterior.
Ambos capitanes luchaban mientras daban órdenes en aquel caos. Algunos tripulantes de la embarcación de no muertos se adentraron en el interior del barco en busca de cualquier botín interesante. Otros, sin embargo, parecieron prestar más atención a las dos muchachas que miraban sorprendidas aquel panorama.
Tres de aquellos hombres las rodearon lanzándoles miradas lascivas, dispuestos a atacar mientras se recreaban en lo que su imaginación les decía que podrían hacer con ellas más tarde.
El pequeño Devin, por su parte, había encontrado un pequeño agujero en la pared por donde se había colado. Había aparecido en uno de los camarotes particulares, posiblemente de alguno de los hombres adinerados que trasladaba como viajeros el barco mercante.
Fascinado por la cantidad de cosas hermosas que había en la habitación, comenzó a estudiarlo todo. Cogiéndolo y tirándolo al suelo si no le convencía demasiado.
Sobre una mesita, llamó su atención una pequeña caja nacarada y la abrió. En ese preciso instante la puerta del camarote se abrió de par en par sobresaltando al pequeño que tiró el contenido de la caja al suelo; una preciosa gema roja del tamaño de un judión rodó por la madera.
Tanto el niño como el no-muerto dirigieron su mirada a la cautivadora gema y, casi al mismo tiempo, ambos se lanzaron a por él. El pequeño, gracias a que su pequeña mano recorrió menos espacio, llegó primero y apretó la piedra con fuerza en el puño.
- ¡Dámelo mocoso!-.
Devin se negó. Es más, viendo que el pirata persisitiría, decidió que lo mejor era tragársela. Y no con poco esfuerzo, así lo hizo.
- ¡Maldito enano!- Masculló lanzándose a por el pequeño.
Sin embargo hubo algo que lo detuvo, haciéndolo titubear y Devin aprovechó para escaparse entre sus piernas.
Salió a cubierta rápidamente con el no-muerto pisándole los talones. Ya creía que se había librado cuando otro no-muerto lo interceptó cogiéndolo en volandas.
- Ese niño se ha tragado un rubí enorme... ¡Voy a rajarle el pescuezo!-.
- ¡Tranquilízate, nos ocuparemos de él después, llévalo al calabozo y luego ven aquí para seguir buscando!-.
A regañadientes, el no-muerto hizo lo que le ordenaba su superior. Cogiendo al niño, mientras aguantaba sus constantes patadas y gritos, hasta dejarlo en la misma celda que Alma.
- Aceros compañía un rato... mientras podais- Soltó una risilla y desapareció de nuevo.
En la cubierta del barco mercante, ambas muchachas intentaban librarse de aquellos tres hombres. Ambas habían visto como lanzaban al pequeño por la borda para llevárselo de vuelta al otro barco.
Fdi: Se que hay cosas cogidas por los pelos, que no está demasiado bien escrito y que en general todo es muy rápido y escueto, pero no quería que el tema se quedara parado más tiempo u_u'' Así que ir matizando vosotros cualquier cosilla que no os guste =)
En un visto y no visto, el sonido de las espadas, pistolas y algo de magia, se convirtió en la banda sonora de la escena. El capitán del barco mercante luchaba enfurecidamente contra uno de aquellos seres que mostraban más hueso que carne. Pronto dejó el cuerpo del no-muerto tirado sobre cubierta mientras su cabeza rodaba por el suelo hasta caer al mar. Sin pensarlo dos veces, se enzarzó con el siguiente no-muerto que encontró, éste un poco más corpulento que el anterior.
Ambos capitanes luchaban mientras daban órdenes en aquel caos. Algunos tripulantes de la embarcación de no muertos se adentraron en el interior del barco en busca de cualquier botín interesante. Otros, sin embargo, parecieron prestar más atención a las dos muchachas que miraban sorprendidas aquel panorama.
Tres de aquellos hombres las rodearon lanzándoles miradas lascivas, dispuestos a atacar mientras se recreaban en lo que su imaginación les decía que podrían hacer con ellas más tarde.
El pequeño Devin, por su parte, había encontrado un pequeño agujero en la pared por donde se había colado. Había aparecido en uno de los camarotes particulares, posiblemente de alguno de los hombres adinerados que trasladaba como viajeros el barco mercante.
Fascinado por la cantidad de cosas hermosas que había en la habitación, comenzó a estudiarlo todo. Cogiéndolo y tirándolo al suelo si no le convencía demasiado.
Sobre una mesita, llamó su atención una pequeña caja nacarada y la abrió. En ese preciso instante la puerta del camarote se abrió de par en par sobresaltando al pequeño que tiró el contenido de la caja al suelo; una preciosa gema roja del tamaño de un judión rodó por la madera.
Tanto el niño como el no-muerto dirigieron su mirada a la cautivadora gema y, casi al mismo tiempo, ambos se lanzaron a por él. El pequeño, gracias a que su pequeña mano recorrió menos espacio, llegó primero y apretó la piedra con fuerza en el puño.
- ¡Dámelo mocoso!-.
Devin se negó. Es más, viendo que el pirata persisitiría, decidió que lo mejor era tragársela. Y no con poco esfuerzo, así lo hizo.
- ¡Maldito enano!- Masculló lanzándose a por el pequeño.
Sin embargo hubo algo que lo detuvo, haciéndolo titubear y Devin aprovechó para escaparse entre sus piernas.
Salió a cubierta rápidamente con el no-muerto pisándole los talones. Ya creía que se había librado cuando otro no-muerto lo interceptó cogiéndolo en volandas.
- Ese niño se ha tragado un rubí enorme... ¡Voy a rajarle el pescuezo!-.
- ¡Tranquilízate, nos ocuparemos de él después, llévalo al calabozo y luego ven aquí para seguir buscando!-.
A regañadientes, el no-muerto hizo lo que le ordenaba su superior. Cogiendo al niño, mientras aguantaba sus constantes patadas y gritos, hasta dejarlo en la misma celda que Alma.
- Aceros compañía un rato... mientras podais- Soltó una risilla y desapareció de nuevo.
En la cubierta del barco mercante, ambas muchachas intentaban librarse de aquellos tres hombres. Ambas habían visto como lanzaban al pequeño por la borda para llevárselo de vuelta al otro barco.
Fdi: Se que hay cosas cogidas por los pelos, que no está demasiado bien escrito y que en general todo es muy rápido y escueto, pero no quería que el tema se quedara parado más tiempo u_u'' Así que ir matizando vosotros cualquier cosilla que no os guste =)
Narrador- Cantidad de envíos : 157
Re: ¿Mamá?
Todo había pasado demasiado deprisa, antes de que pudiera terminar de hablar con Rose se había llevado dos sustos, el primero cuando vio que el niño se subía a la barandilla, pero antes de que pudiera reaccionar escuchó las palabras dubitativas de la pelirroja y se quedó mirándola extrañada. Entonces el crió salió corriendo en dirección al interior. Iba a seguirle, pero sin saber muy bien como el barco pirata les había dado alcance y un grupo de piratas las rodeaba.
“Maldita sea, ¿pero cómo se ha podido convertir un rutinario viaje de vuelta en un peligro mortal?” No entendía que su tranquilo paseo en barco, de repente se hubiera visto envuelto, en unas pocas horas, en una serie de accidentes continuos.
- Bien, creo que es hora de que demostremos que si sabemos defendernos
Miró a Rose preocupada, alzó su cayado y se dispuso a parar los golpes que venían de los piratas. Ella no era muy buena en la pelea, nunca le había gustado, pero sabía defenderse muy bien con su cayado y, al menos hasta ahora, había funcionado.
En mitad de la pelea, vio como otro grupo de piratas arrastraban a Devin a su barco. No sabía que podían querer de un niño, no entendía el por qué del secuestro, pero si entendió que su corazón le decía que debía ayudar al crio.
- ¿Has visto eso? ¡Tenemos que ayudar al niño!
“Maldita sea, ¿pero cómo se ha podido convertir un rutinario viaje de vuelta en un peligro mortal?” No entendía que su tranquilo paseo en barco, de repente se hubiera visto envuelto, en unas pocas horas, en una serie de accidentes continuos.
- Bien, creo que es hora de que demostremos que si sabemos defendernos
Miró a Rose preocupada, alzó su cayado y se dispuso a parar los golpes que venían de los piratas. Ella no era muy buena en la pelea, nunca le había gustado, pero sabía defenderse muy bien con su cayado y, al menos hasta ahora, había funcionado.
En mitad de la pelea, vio como otro grupo de piratas arrastraban a Devin a su barco. No sabía que podían querer de un niño, no entendía el por qué del secuestro, pero si entendió que su corazón le decía que debía ayudar al crio.
- ¿Has visto eso? ¡Tenemos que ayudar al niño!
Layla Ellis- Cantidad de envíos : 39
Re: ¿Mamá?
(fdi: sorry por la tardanza >.<)
Alma seguí acurrucada cuando notó la llegada del niño. NO le hacía falta levantar la cabeza o abrir los ojos para saber exactamente cómo era, pero a pesar de eso lo hizo, apenas levantando suficiente la cabeza. quería comprobar si aquel niño la veía. Y de paso aprovechó para inspeccionarle mejor. Quería ver si estaba asustado o no, y también cómo reaccionaba cuando notara su presencia, si esque la notaba. No quería asustarle o que el pobre niño la rehuyera. Quizá podrían ayudarse mutauamente, aunque sólo fuese haciéndose mutua compañía.
Sondeó un poco el lugar con su mente: no había no - muertos cerca, así que probó a hablar. Miró directamente al niño a los ojos y sonrió.
<< Hola pequeño. Soy Alma. >>
Su voz sonó ligera y suave, amistosa.
Esperó para ver si el niño reaccionaba y cómo lo hacía.
Alma seguí acurrucada cuando notó la llegada del niño. NO le hacía falta levantar la cabeza o abrir los ojos para saber exactamente cómo era, pero a pesar de eso lo hizo, apenas levantando suficiente la cabeza. quería comprobar si aquel niño la veía. Y de paso aprovechó para inspeccionarle mejor. Quería ver si estaba asustado o no, y también cómo reaccionaba cuando notara su presencia, si esque la notaba. No quería asustarle o que el pobre niño la rehuyera. Quizá podrían ayudarse mutauamente, aunque sólo fuese haciéndose mutua compañía.
Sondeó un poco el lugar con su mente: no había no - muertos cerca, así que probó a hablar. Miró directamente al niño a los ojos y sonrió.
<< Hola pequeño. Soy Alma. >>
Su voz sonó ligera y suave, amistosa.
Esperó para ver si el niño reaccionaba y cómo lo hacía.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: ¿Mamá?
Pero no es momento para dudas.
El corazón de Rose seguía latiendo a toda velocidad, lleno de incertidumbre y de nerviosismo. No había demasiado tiempo para nada, ni siquiera para vacilar. Casi demasiado rápido, llegaron los asaltantes, y llegó el abordaje. La pelirroja esperó que el barco se mantuviera intacto mientras su espada silbaba al salir de la vaina.
Venga, se dijo. No me falles ahora.
Sabía pelear. Sabía defenderse. Lo había hecho una y mil veces. En el fondo de su alma, a la que - tal vez para aliviar la confusión que le provocaba su estado - había acabado llamando cariñosamente "su otro yo", aquellos conocimientos estaban ahí, inalterables a pesar de que su mente consciente no tuviera muy claro cómo acceder a ellos. Los instintos, los movimientos, estaban...
Levantó la espada.
La embestida de uno de los piratas no muertos se detuvo en seco cuando la estocada de Rose le alcanzó la caja torácica. No creyó que con éso pudiera detenerlos, y tampoco estaba segura de que le importase demasiado asestar golpes mortales, algo que de alguna forma era tabú para ella, aunque no supiera por qué. Pero, al menos, sirvió para derribarle. Se volvió con fuerza, descargando un golpe trasversal sobre otro de los piratas y desarmándole cuando intentó bloquearle, y remató el movimiento con una patada al cuello que, como al primero, le derribó.
Layla se estaba defendiendo bien.
Pero.
- ¡Devin! - gimió, asustada.
Había visto al muchacho echar a correr, pero no le había dado tanta importancia porque, después de todo, los piratas tardarían un rato - éso creía ella - en acceder a la bodega. Pero ahora, de repente, le habían capturado. Y le habían cambiado de barco.
- ¡¡Devin!! - repitió, nerviosa.
La refriega era demasiado violenta como para permitirse volcar su atención en él durante demasiado tiempo. La pelirroja se volvió hacia donde se encontraba Layla con violencia, desembarazándose de uno de los piratas, a tiempo de escuchar una sugerencia que casi le había robado de los labios.
- Te lo agradezco - dijo, inclinando levemente la cabeza. - Tenemos que buscar una forma de cambiar de barco.
Layla no tenía por qué ayudarla, pero había decidido hacerlo. Éso le hacía estar agradecida con ella. No le dio más vueltas. De hecho, de repente, parecía como si la Rose tímida e indecise hubiera dejado paso a otra mujer diferente, más madura, más consciente y con más confianza en sí misma.
Se volvió para mirar en derredor. El resto de los marineros hacían su trabajo defendiendo el barco, pero había bajas. Incluso ellas tenían que mantener a raya a unos y otros para seguir hablando. El duelo de los capitanes proseguía, y la sangre comenzaba a perlar la cubierta. La pelirroja se hizo con un escudo de madera que su dueño, seguramente, ya no necesitaría, y señaló con la espada en dirección a los garfios de abordaje que los piratas habían usado para nivelar los barcos.
- Podemos usar aquello - señaló.
El corazón de Rose seguía latiendo a toda velocidad, lleno de incertidumbre y de nerviosismo. No había demasiado tiempo para nada, ni siquiera para vacilar. Casi demasiado rápido, llegaron los asaltantes, y llegó el abordaje. La pelirroja esperó que el barco se mantuviera intacto mientras su espada silbaba al salir de la vaina.
Venga, se dijo. No me falles ahora.
Sabía pelear. Sabía defenderse. Lo había hecho una y mil veces. En el fondo de su alma, a la que - tal vez para aliviar la confusión que le provocaba su estado - había acabado llamando cariñosamente "su otro yo", aquellos conocimientos estaban ahí, inalterables a pesar de que su mente consciente no tuviera muy claro cómo acceder a ellos. Los instintos, los movimientos, estaban...
Levantó la espada.
La embestida de uno de los piratas no muertos se detuvo en seco cuando la estocada de Rose le alcanzó la caja torácica. No creyó que con éso pudiera detenerlos, y tampoco estaba segura de que le importase demasiado asestar golpes mortales, algo que de alguna forma era tabú para ella, aunque no supiera por qué. Pero, al menos, sirvió para derribarle. Se volvió con fuerza, descargando un golpe trasversal sobre otro de los piratas y desarmándole cuando intentó bloquearle, y remató el movimiento con una patada al cuello que, como al primero, le derribó.
Layla se estaba defendiendo bien.
Pero.
- ¡Devin! - gimió, asustada.
Había visto al muchacho echar a correr, pero no le había dado tanta importancia porque, después de todo, los piratas tardarían un rato - éso creía ella - en acceder a la bodega. Pero ahora, de repente, le habían capturado. Y le habían cambiado de barco.
- ¡¡Devin!! - repitió, nerviosa.
La refriega era demasiado violenta como para permitirse volcar su atención en él durante demasiado tiempo. La pelirroja se volvió hacia donde se encontraba Layla con violencia, desembarazándose de uno de los piratas, a tiempo de escuchar una sugerencia que casi le había robado de los labios.
- Te lo agradezco - dijo, inclinando levemente la cabeza. - Tenemos que buscar una forma de cambiar de barco.
Layla no tenía por qué ayudarla, pero había decidido hacerlo. Éso le hacía estar agradecida con ella. No le dio más vueltas. De hecho, de repente, parecía como si la Rose tímida e indecise hubiera dejado paso a otra mujer diferente, más madura, más consciente y con más confianza en sí misma.
Se volvió para mirar en derredor. El resto de los marineros hacían su trabajo defendiendo el barco, pero había bajas. Incluso ellas tenían que mantener a raya a unos y otros para seguir hablando. El duelo de los capitanes proseguía, y la sangre comenzaba a perlar la cubierta. La pelirroja se hizo con un escudo de madera que su dueño, seguramente, ya no necesitaría, y señaló con la espada en dirección a los garfios de abordaje que los piratas habían usado para nivelar los barcos.
- Podemos usar aquello - señaló.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: ¿Mamá?
Devin miró a su alrededor entre fascinado y temeroso. ¡Un barco fantasma! ¡Una nueva aventura! eran las únicas ideas que pasaban por su mente en aquellos momentos a pesar de que aquel no-muerto le sostuviera en volandas. Instintivamente gritaba y pataleaba, pero en realidad estaba disfrutando y, en cierta medida, no le parecía que estuviera en un serio peligro.
Cuando cayó sobre el suelo del calabozo le hizo una mueca a aquel pirata; él tenía la pelotita brillante, ¡ja!.
- Hola pequeño. Soy Alma- Devin se sobresaltó mirando al fantasma. ¿Era un fantasma de verdad? Se acercó para tocarla, aunque podía ver através de ella. Con su pequeño dedo índice estirado hacia el brazo de la muchacha, algo dubitativo y pensando que podría atravesarla, se sorprendió enormemente cuando no fue así.
- No eres un fantasma, no te traspaso... pero puedo ver lo que hay detrás de ti... ¿Qué eres?- Preguntó curioso. No tenía miedo, solo interés. Aquella aventura, a pesar de que no estaba su madre, era lo mejor que le había pasado en su vida.
- Me llamo Devin- dijo antes de que sus tripas comenzaran a sonar, molestas por aquella joya que se había asentado en su estómago. Gruñó molesto y se sentó en el suelo esperando que así se le pasara.
Cuando cayó sobre el suelo del calabozo le hizo una mueca a aquel pirata; él tenía la pelotita brillante, ¡ja!.
- Hola pequeño. Soy Alma- Devin se sobresaltó mirando al fantasma. ¿Era un fantasma de verdad? Se acercó para tocarla, aunque podía ver através de ella. Con su pequeño dedo índice estirado hacia el brazo de la muchacha, algo dubitativo y pensando que podría atravesarla, se sorprendió enormemente cuando no fue así.
- No eres un fantasma, no te traspaso... pero puedo ver lo que hay detrás de ti... ¿Qué eres?- Preguntó curioso. No tenía miedo, solo interés. Aquella aventura, a pesar de que no estaba su madre, era lo mejor que le había pasado en su vida.
- Me llamo Devin- dijo antes de que sus tripas comenzaran a sonar, molestas por aquella joya que se había asentado en su estómago. Gruñó molesto y se sentó en el suelo esperando que así se le pasara.
Chelsie- Cantidad de envíos : 1022
Re: ¿Mamá?
Entre golpe, patada y puñetazo, Layla miró en la dirección que Rose señalaba. Primeramente no vio nada útil, entonces se dio cuenta de a qué se refería con “aquello”: los garfíos que sujetaban ambos barcos para el abordaje… ¿los garfios? Vale aquellos chismes mantenían los barcos unidos y a escasa distancia, lo suficiente como para saltar con una liana entre ellos, pero de un solo salto era complicado y hacerlo en equilibrio mientras unos cuantos piratas trataban de matarte…
Pero entonces ¿qué? No había más formas de llegar al otro barco y no podía permitir que aquel pequeño sufriera a manos de aquellos seres. ¿Y porque no? Al fin y al cabo ella no tenía nada que ver con el niño, no le conocía apenas, no… ¿Pero qué tonterías estaba pensando? Hace tiempo que había decidido ayudarle, porque… bueno por lo que fuera, solo era un niño, un niño que necesitaba ayuda, un niño que le había gustado, ¡demonios! No sabía por qué, pero en pocos minutos le había cogido cariño. ¿Tal vez porque los niños no eran como los adultos? ¿Por qué posiblemente el crio no se aprovecharía de su maldición? ¿Por el aura de inocente que trasmitía? De todos modos u conciencia no le permitía mirar hacia otro lado.
- Vamos, pasa tu primero, mientras los entretengo
No tenía intención de hacerse la heroína, pero era lo lógico, por la posición en la que se encontraban, la pelirroja estaba más cerca de los garfios y mientras, con su cayado, Layla podía escudarla, acto seguido la seguiría y la pediría que cortara los garfios por donde habían pasado, para entretenerlos un poco más al menos.
- Te cubro las espaldas
Pero entonces ¿qué? No había más formas de llegar al otro barco y no podía permitir que aquel pequeño sufriera a manos de aquellos seres. ¿Y porque no? Al fin y al cabo ella no tenía nada que ver con el niño, no le conocía apenas, no… ¿Pero qué tonterías estaba pensando? Hace tiempo que había decidido ayudarle, porque… bueno por lo que fuera, solo era un niño, un niño que necesitaba ayuda, un niño que le había gustado, ¡demonios! No sabía por qué, pero en pocos minutos le había cogido cariño. ¿Tal vez porque los niños no eran como los adultos? ¿Por qué posiblemente el crio no se aprovecharía de su maldición? ¿Por el aura de inocente que trasmitía? De todos modos u conciencia no le permitía mirar hacia otro lado.
- Vamos, pasa tu primero, mientras los entretengo
No tenía intención de hacerse la heroína, pero era lo lógico, por la posición en la que se encontraban, la pelirroja estaba más cerca de los garfios y mientras, con su cayado, Layla podía escudarla, acto seguido la seguiría y la pediría que cortara los garfios por donde habían pasado, para entretenerlos un poco más al menos.
- Te cubro las espaldas
Layla Ellis- Cantidad de envíos : 39
Re: ¿Mamá?
Se apartó un poco cuando el pequeño intentó tocarla. Odiaba la sensación de traspasar a una persona.
Pero eso no ocurrió. Al contrario, el dedo del muchacho tropezó contra la capa translúcida que la formaba y se quedó ahí. La fantasma se quedó mirando ese punto aún cuando el pequeño se retiró.
Lo había sentido. Había notado aquel pequeño dedo apretando su brazo.
Durante un momento se quedó inmóvil, presa de la sorpresa. Entonces la voz del pequeño la sacó de su ensimismamiento.
"¿Qué soy?" pensó para sí. Realmente sabía que había una explicación para todo aquello pero no era capaz de ordenar sus pensamientos. Se miró de nuevo el lugar donde el pequeño le había tocado.
<< Soy un fantasma.>> contestó << Pero en este barco hay algo que me hace no parecerlo.>>
No sabía si el niño lo entendería. Le sonrió y le acarició el pelo. Era una sensación muy extraña. Se quedó un rato mirándole.
<<¿Por qué estás aquí?>>
No era más que un pequeño, un crió. ¿Qué razón podrían tener para meterlo en aquellos calabozos? Antes de darle tiempo a constestar, añadió:
<< No te preocupes, pase lo que pase estoy contigo, ¿de acuerdo? No dejaré que te hagan nada.>>
Pero eso no ocurrió. Al contrario, el dedo del muchacho tropezó contra la capa translúcida que la formaba y se quedó ahí. La fantasma se quedó mirando ese punto aún cuando el pequeño se retiró.
Lo había sentido. Había notado aquel pequeño dedo apretando su brazo.
Durante un momento se quedó inmóvil, presa de la sorpresa. Entonces la voz del pequeño la sacó de su ensimismamiento.
"¿Qué soy?" pensó para sí. Realmente sabía que había una explicación para todo aquello pero no era capaz de ordenar sus pensamientos. Se miró de nuevo el lugar donde el pequeño le había tocado.
<< Soy un fantasma.>> contestó << Pero en este barco hay algo que me hace no parecerlo.>>
No sabía si el niño lo entendería. Le sonrió y le acarició el pelo. Era una sensación muy extraña. Se quedó un rato mirándole.
<<¿Por qué estás aquí?>>
No era más que un pequeño, un crió. ¿Qué razón podrían tener para meterlo en aquellos calabozos? Antes de darle tiempo a constestar, añadió:
<< No te preocupes, pase lo que pase estoy contigo, ¿de acuerdo? No dejaré que te hagan nada.>>
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: ¿Mamá?
El pequeño Devin sonrió. Se sentía realmente agusto con aquella muchacha, no solo porque fuera un fantasma, el primero que conocía (amistoso además), si no porque además notó algo dentro de sí que le hizo no tener que preocuparse.
- Creo que me he comido algo que buscaban- Comentó el pequeño llevándose las manos a la tripa, que volvía a rugir descontrolada- Indigerión- Murmuró, recordando a duras penas una palabra que su madre siempre le decía cuando le dolía la tripa después de comer demasiado ("indigestión").
Dio un par de pasos hacia atrás y se dejó caer sobre la madera podrida del barco, con las piernas estiradas y todavía agarrándose la tripa.
- Me duele- Hizo una mueca y se apretó con más fuerza.
Fdi: Siento mucho el retraso, supongo que ya lo sabeis, pero he estado de exámenes. En fin, me tocará ponerme al día. Por lo que he releido para recordar no es necesario todavía el narrador, cuando sea lo volveré a meter para ir avanzando, pero mientras tanto creo que podemos inventarnos todo lo que nos de la gana =)
- Creo que me he comido algo que buscaban- Comentó el pequeño llevándose las manos a la tripa, que volvía a rugir descontrolada- Indigerión- Murmuró, recordando a duras penas una palabra que su madre siempre le decía cuando le dolía la tripa después de comer demasiado ("indigestión").
Dio un par de pasos hacia atrás y se dejó caer sobre la madera podrida del barco, con las piernas estiradas y todavía agarrándose la tripa.
- Me duele- Hizo una mueca y se apretó con más fuerza.
Fdi: Siento mucho el retraso, supongo que ya lo sabeis, pero he estado de exámenes. En fin, me tocará ponerme al día. Por lo que he releido para recordar no es necesario todavía el narrador, cuando sea lo volveré a meter para ir avanzando, pero mientras tanto creo que podemos inventarnos todo lo que nos de la gana =)
Chelsie- Cantidad de envíos : 1022
Re: ¿Mamá?
[F.D.I.: Joder, si me tocaba a mí. No me había dado cuenta... Perdón, perdón, perdón, perdón.]
Para ser francos, Riadh se sintió... desgraciada.
Daba igual lo que hiciera, maldita fuera, siempre acababa a golpes. Siempre poniendo en peligro a la gente que iba con ella. Vale, no tenia la culpa directamente, pero a nivel inconsciente, empezaba a considerarse algo... gafe. Si tenemos en cuenta que, en aquellos momentos, su experiencia era muy limitada, pues no recordaba prácticamente nada de su vida, esa era su realidad inmediata, y no era muy agradable.
De todas formas, eso no significaba que no fuera a luchar.
Al menos, tenía la bendición del combate, por mucho miedo que le diese. Sólo tenía que recurrir a su subconsciente. Los conocimientos estaban ahí, sabía usar el arma, sabía usar el escudo, pero no podía hacer ninguna de las dos cosas si trataba de hacerlo voluntariamente. Debía dejar trabajar al instinto. Así, se fue abriendo paso a través de la borda hasta llegar al lugar designado, donde con un equilibrio que evidenciaba su formación militar, se subió sobre una de las cuerdas.
Al otro lado, en el barco pirata, los engendros que componían la tripulación eran más numerosos (como parecía obvio) que en el barco del que provenían. La pelirroja no pudo evitar pensar que parecía bastante lógico que la tripulación no muerta fuera abundante. No necesitaban reservas de comida a bordo, ni espacio donde dormir.
Arrojó el escudo con violencia sobre el primer bastardo no muerto que intentó cerrarle el paso al otro lado de la cuerda, haciéndole caer de espaldas con un gemido lastimoso, y recogió la rodela tan pronto como se hubo bajado de la misma. No era un ejercicio fácil el del equilibrio, pero los barcos estaban cerca. Volviéndose, se enzarzó con otro de los piratas, que se disponían a defender el barco contra aquel arriesgado contra-abordaje.
Pero Layla tenía el paso libre. Y daba igual el riesgo que corrieran, tenían que encontrar a Devin.
Para ser francos, Riadh se sintió... desgraciada.
Daba igual lo que hiciera, maldita fuera, siempre acababa a golpes. Siempre poniendo en peligro a la gente que iba con ella. Vale, no tenia la culpa directamente, pero a nivel inconsciente, empezaba a considerarse algo... gafe. Si tenemos en cuenta que, en aquellos momentos, su experiencia era muy limitada, pues no recordaba prácticamente nada de su vida, esa era su realidad inmediata, y no era muy agradable.
De todas formas, eso no significaba que no fuera a luchar.
Al menos, tenía la bendición del combate, por mucho miedo que le diese. Sólo tenía que recurrir a su subconsciente. Los conocimientos estaban ahí, sabía usar el arma, sabía usar el escudo, pero no podía hacer ninguna de las dos cosas si trataba de hacerlo voluntariamente. Debía dejar trabajar al instinto. Así, se fue abriendo paso a través de la borda hasta llegar al lugar designado, donde con un equilibrio que evidenciaba su formación militar, se subió sobre una de las cuerdas.
Al otro lado, en el barco pirata, los engendros que componían la tripulación eran más numerosos (como parecía obvio) que en el barco del que provenían. La pelirroja no pudo evitar pensar que parecía bastante lógico que la tripulación no muerta fuera abundante. No necesitaban reservas de comida a bordo, ni espacio donde dormir.
Arrojó el escudo con violencia sobre el primer bastardo no muerto que intentó cerrarle el paso al otro lado de la cuerda, haciéndole caer de espaldas con un gemido lastimoso, y recogió la rodela tan pronto como se hubo bajado de la misma. No era un ejercicio fácil el del equilibrio, pero los barcos estaban cerca. Volviéndose, se enzarzó con otro de los piratas, que se disponían a defender el barco contra aquel arriesgado contra-abordaje.
Pero Layla tenía el paso libre. Y daba igual el riesgo que corrieran, tenían que encontrar a Devin.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: ¿Mamá?
Ser la última en pasar tenía sus desventajas, como pronto comprobaría Layla. Para empezar, no había dedicado su vida a ser equilibrista y pasar por una cuerda, por gruesa que esta fuera, teniendo un océano debajo a una considerable distancia, pondría nervioso al más valiente. De todos modos, existía una ventaja: no tenía tiempo de pensarlo.
Y dicho y hecho, se subió a la cuerda y cruzó al otro barco, seguida de cerca por un par de aquellos “zombis”. No sabía cómo había cruzado y seguramente de no haber sido por la descarga de adrenalina que la situación había provocado, hubiera caído irremediablemente en el mar. Pero ahora lo importante era encontrar a Devin y sacarlo de allí.
Al par de piratas que la había seguido de cerca, se empezaban a unir unos cuantos más que no querían dejar escapar a aquellas dos presas. Los dos primeros fueron fáciles de apartar tirándolos al agua, pero no avanzarían nunca si no se hacía un hueco y menos teniendo que vigilar sus espaldas.
- ¡Corta la cuerda!
Era lo único que se la ocurría para poder entretenerse en ayudar a Rose a abrirse paso a través de lo que parecía un interminable ejercito de hombres.
Y dicho y hecho, se subió a la cuerda y cruzó al otro barco, seguida de cerca por un par de aquellos “zombis”. No sabía cómo había cruzado y seguramente de no haber sido por la descarga de adrenalina que la situación había provocado, hubiera caído irremediablemente en el mar. Pero ahora lo importante era encontrar a Devin y sacarlo de allí.
Al par de piratas que la había seguido de cerca, se empezaban a unir unos cuantos más que no querían dejar escapar a aquellas dos presas. Los dos primeros fueron fáciles de apartar tirándolos al agua, pero no avanzarían nunca si no se hacía un hueco y menos teniendo que vigilar sus espaldas.
- ¡Corta la cuerda!
Era lo único que se la ocurría para poder entretenerse en ayudar a Rose a abrirse paso a través de lo que parecía un interminable ejercito de hombres.
Layla Ellis- Cantidad de envíos : 39
Re: ¿Mamá?
Alma miró al pequeño con curiosidad. EL niño parecía confiar en ella y estar a gusto, y no estaba acostmbrada a ello. Sonrió y se preguntó que habría comido que pudieran buscar la tripulación de aquel maldito barc, nunca mejor dicho.
Le miró preocupada cuando se paretó yla tripa e hizo la mueca. Se acercó un poco más a él, pero no recordaba queé se hacía en estos casos. Alargó la mano y rodeó al pequeño con cariño. Aquella sensación de tangibilidad le resultaba extraña de una manera que no sabría explicar pero que no le daba buena espina. A pesar de todo se alegró de poder hacer al menos eso por el pequeño.
<< Tranquilo Devin, se te pasará pronto.>>
Le miró a los ojos y le sonrió .
<<¿Recuerdas lo que hace tu mamá cuando te pasa esto?>>
Se aventuró a preguntarlo, porque no aguantaba quedarse allí quieta con el niño encontrándose mal.
Le miró preocupada cuando se paretó yla tripa e hizo la mueca. Se acercó un poco más a él, pero no recordaba queé se hacía en estos casos. Alargó la mano y rodeó al pequeño con cariño. Aquella sensación de tangibilidad le resultaba extraña de una manera que no sabría explicar pero que no le daba buena espina. A pesar de todo se alegró de poder hacer al menos eso por el pequeño.
<< Tranquilo Devin, se te pasará pronto.>>
Le miró a los ojos y le sonrió .
<<¿Recuerdas lo que hace tu mamá cuando te pasa esto?>>
Se aventuró a preguntarlo, porque no aguantaba quedarse allí quieta con el niño encontrándose mal.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: ¿Mamá?
El pequeño se encogió de hombros. Recordaba que su madre le daba algo, una especie de caldo hecha con plantas que tenía en los miles de tarros que descansaban en las estanterías de la cocina, pero ni si quiera podía reconocer tan solo uno de ellos por el nombre.
Hizo una mueca y apretó la tripa un poco más fuerte. Quería irse a su casa, con su madre, cerca de la cama con sus pocos juguetes. Además, comenzaba a tener sueño de nuevo y por primera vez tuvo consciencia de que estaban encerrados.
- ¿Vamos a salir de aquí?- Preguntó con un ligero temblor de voz. Su tripa gruñó como si apoyara aquella pregunta mientras el pequeño miraba los barrotes desconfiado.
Fdi: Creo que Krey y yo iremos un poco más lentas (por mi parte al menos). Así que, ahora que estamos separados en dos grupos, Layla y Rose podían seguir posteando sin necesidad de esperar nuestras respuestas ¿no? Así avanzamos más rápido porque se nos está atascando el tema.
Hizo una mueca y apretó la tripa un poco más fuerte. Quería irse a su casa, con su madre, cerca de la cama con sus pocos juguetes. Además, comenzaba a tener sueño de nuevo y por primera vez tuvo consciencia de que estaban encerrados.
- ¿Vamos a salir de aquí?- Preguntó con un ligero temblor de voz. Su tripa gruñó como si apoyara aquella pregunta mientras el pequeño miraba los barrotes desconfiado.
Fdi: Creo que Krey y yo iremos un poco más lentas (por mi parte al menos). Así que, ahora que estamos separados en dos grupos, Layla y Rose podían seguir posteando sin necesidad de esperar nuestras respuestas ¿no? Así avanzamos más rápido porque se nos está atascando el tema.
Chelsie- Cantidad de envíos : 1022
Re: ¿Mamá?
"Corta la cuerda".
Bien, eso era lo que intentaba. Pero había un pequeño problema; que los hombres estaban muertos, y ella viva.
La tenacidad de los piratas era sorprendente. Enseguida, Rose se había tenido que poner a la defensiva, dando golpes de escudo y haciendo retroceder a los piratas con la espada. Pero no podía mantenerlos atrás para siempre. Se le escapó un golpe en dirección a la borda pasado un instante, y cortó una de las cuerdas.
La otra diferencia que suponía el que ellos fuesen muertos vivientes era que su número era muy superior. Cuando más gente cabe en un barco es cuando ninguno de ellos necesita espacio para víveres en el barco, ni una litera.
Y necesitaba avanzar, porque no sabía qué era de Devin.
Brazos y garras se alzaban en su dirección. No eran tan rápidos como para que la pelirroja no pudiera defenderse bien, pero eran muchos. Batía el escudo de lado a lado, apartando a los piratas mientras trataba de defender las aperturas de su defensa a golpe de espada. Pero no era un buen plan. Había cortado varias manos, e incluso algunos cuellos, y había avanzado cinco o seis metros en dirección al lugar por el que se accedía a la bodega, cuando el cansancio y la situación hicieron mella.
Batió el escudo hacia un lado, la espada hacia otro, un brazo voló. Volvió a mover el escudo, sintió un golpe en el hombro, trastabilló lo suficiente como para que alguien la golpeara en la sien. Gimió, cerrando los ojos, y alguien la empujó. Plantó el escudo en alto, pero no pudo evitar caerse.
No estaba perdida, pero estaba en el suelo. Y rodeada.
En su defensa, habría que decir que Rose comenzó a defenderse como un gato panza arriba; viéndose rodeada y vulnerable, las patadas comenzaron a aflorar donde sus brazos y el escudo no llegaban. Quiso abrirse paso por entre las piernas de los hombres, cortando si era necesario. Pero no sabía cuánto podía aguantar si no conseguía volver a ponerse en pie.
Bien, eso era lo que intentaba. Pero había un pequeño problema; que los hombres estaban muertos, y ella viva.
La tenacidad de los piratas era sorprendente. Enseguida, Rose se había tenido que poner a la defensiva, dando golpes de escudo y haciendo retroceder a los piratas con la espada. Pero no podía mantenerlos atrás para siempre. Se le escapó un golpe en dirección a la borda pasado un instante, y cortó una de las cuerdas.
La otra diferencia que suponía el que ellos fuesen muertos vivientes era que su número era muy superior. Cuando más gente cabe en un barco es cuando ninguno de ellos necesita espacio para víveres en el barco, ni una litera.
Y necesitaba avanzar, porque no sabía qué era de Devin.
Brazos y garras se alzaban en su dirección. No eran tan rápidos como para que la pelirroja no pudiera defenderse bien, pero eran muchos. Batía el escudo de lado a lado, apartando a los piratas mientras trataba de defender las aperturas de su defensa a golpe de espada. Pero no era un buen plan. Había cortado varias manos, e incluso algunos cuellos, y había avanzado cinco o seis metros en dirección al lugar por el que se accedía a la bodega, cuando el cansancio y la situación hicieron mella.
Batió el escudo hacia un lado, la espada hacia otro, un brazo voló. Volvió a mover el escudo, sintió un golpe en el hombro, trastabilló lo suficiente como para que alguien la golpeara en la sien. Gimió, cerrando los ojos, y alguien la empujó. Plantó el escudo en alto, pero no pudo evitar caerse.
No estaba perdida, pero estaba en el suelo. Y rodeada.
En su defensa, habría que decir que Rose comenzó a defenderse como un gato panza arriba; viéndose rodeada y vulnerable, las patadas comenzaron a aflorar donde sus brazos y el escudo no llegaban. Quiso abrirse paso por entre las piernas de los hombres, cortando si era necesario. Pero no sabía cuánto podía aguantar si no conseguía volver a ponerse en pie.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: ¿Mamá?
Avanzaban, si, pero demasiado despacio, y con eso lo unico que conseguían era verse rodeadas de mas y mas hombres muretos. A ese paso iban a llegar junto a Devin si, pero como prisioneras!! o peor... Trató de centrarse y centrar sus pensamientos en que no era una misión imposible, pero era complicado ser optimista cuando por cada tipo que derribabas aparecían tres más.
Le pareció oir un gemido de Rose, pero no tenía tiempo de mirar hacia atrás, para cuando lo hizo, lo que vió fue a la muchacha tirada en el suelo rodeada de aquellas criatuas. No parecía defenderse mal, pero su situación era complicada.
- ¡Rose!
Piensa, piensa, piensa... pero las ideas no acudian, asique en un momento de valentía irracional, se agachó e hizo un cículo completo a su alredeor con el cayado, ese l permitió obtener un par de segundos para acercase a la mujer y, aprvechando que todos los que la rodeaban no la miraban hizo un nuevo barrido con el cayado. Esta vez por lo alto. Esperaba que con eso Rose pudiera levantarse de nuevo.
Con lo que no contaba Layla era que llegaran, tan pronto nuevos muertos atacando y, antes de que pudiera de nuevo dar la espalda a Rose uno de ellos le dió un fuerte golpe en el hombro que la dejó arrodillada en el suelo y con un brazo inutilizado, al menos por ahora, por el dolor causado.
Le pareció oir un gemido de Rose, pero no tenía tiempo de mirar hacia atrás, para cuando lo hizo, lo que vió fue a la muchacha tirada en el suelo rodeada de aquellas criatuas. No parecía defenderse mal, pero su situación era complicada.
- ¡Rose!
Piensa, piensa, piensa... pero las ideas no acudian, asique en un momento de valentía irracional, se agachó e hizo un cículo completo a su alredeor con el cayado, ese l permitió obtener un par de segundos para acercase a la mujer y, aprvechando que todos los que la rodeaban no la miraban hizo un nuevo barrido con el cayado. Esta vez por lo alto. Esperaba que con eso Rose pudiera levantarse de nuevo.
Con lo que no contaba Layla era que llegaran, tan pronto nuevos muertos atacando y, antes de que pudiera de nuevo dar la espalda a Rose uno de ellos le dió un fuerte golpe en el hombro que la dejó arrodillada en el suelo y con un brazo inutilizado, al menos por ahora, por el dolor causado.
Layla Ellis- Cantidad de envíos : 39
Re: ¿Mamá?
Defenderse estando en el suelo es complicado.
A simple vista, puede parecer lo contrario. Estás 'espalda contra la pared', sólo tienes un flanco que defender: Delante. Pero entonces, no te van a rodear en horizontal, sino en vertical. Y tus flancos se van a convertir en las distintas alturas a las que te ataquen.
Por supuesto, Rose ni sabía ni pensaba nada de ésto. Solo detenía algunos golpes con el escudo, mientras rodaba de un lado a otro, y repartía patadas y espadazos. La habían herido un par de veces para cuando Layla tuvo su idea, pero no era nada grave. Y en unos instantes, se invirtieron las tornas.
La idea de Layla surtió efecto. Riadh se pudo poner en pie después de patalear un poco y tumbar a un pirata, y se encontró conque Layla, que había pugnado por sacarla del aprieto, ahora se encontraba ella misma en un apuro. Tan pronto como el golpe del pirata dejó arrodillada a la joven, el escudo de Rose se encontró con su rostro, apartándole de su lado. La pelirroja se quedó al lado de ella, pero no le volvió la espalda a los enemigos por motivos obvios.
- ¡Layla! - exclamó. - ¿Puedes luchar?
No le preguntó si estaba bien.
Mierda, era obvio que no, había sido un mal golpe. Pero, ¿Podía defenderse? No iba a apartarse de su lado de todas formas, pero no sabía si debía vigilar también su flanco. Respiraba fuerte por el cansancio. Aún quedaban bastantes enemigos, y el número suplía bastante la torpeza de los no muertos...
A simple vista, puede parecer lo contrario. Estás 'espalda contra la pared', sólo tienes un flanco que defender: Delante. Pero entonces, no te van a rodear en horizontal, sino en vertical. Y tus flancos se van a convertir en las distintas alturas a las que te ataquen.
Por supuesto, Rose ni sabía ni pensaba nada de ésto. Solo detenía algunos golpes con el escudo, mientras rodaba de un lado a otro, y repartía patadas y espadazos. La habían herido un par de veces para cuando Layla tuvo su idea, pero no era nada grave. Y en unos instantes, se invirtieron las tornas.
La idea de Layla surtió efecto. Riadh se pudo poner en pie después de patalear un poco y tumbar a un pirata, y se encontró conque Layla, que había pugnado por sacarla del aprieto, ahora se encontraba ella misma en un apuro. Tan pronto como el golpe del pirata dejó arrodillada a la joven, el escudo de Rose se encontró con su rostro, apartándole de su lado. La pelirroja se quedó al lado de ella, pero no le volvió la espalda a los enemigos por motivos obvios.
- ¡Layla! - exclamó. - ¿Puedes luchar?
No le preguntó si estaba bien.
Mierda, era obvio que no, había sido un mal golpe. Pero, ¿Podía defenderse? No iba a apartarse de su lado de todas formas, pero no sabía si debía vigilar también su flanco. Respiraba fuerte por el cansancio. Aún quedaban bastantes enemigos, y el número suplía bastante la torpeza de los no muertos...
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: ¿Mamá?
(FDI: Perdón! He tenido un mes de locos y apenas me puedo creer que haya pasado algo mas de un mes ¡Un mes!! Desde que debo respuesta)
Layla se estaba levantando cuando escuchó la voz de Rose, maldiciendo en su interior por que tuviera que ser ahora. Automáticamente sus pupilas se volvieron del mismo color que su iris, y su cuerpo se puso tenso y recto a la espera de cualquier orden.
La situación no podía ser peor, por casualidad Rose había acertado con la nueva palabra que el dichoso collar había escogido, y tenía que ser justo en el momento que se encontraban rodeadas cada vez de más y más muertos. Si Rose no le daba alguna orden Layla sería incapaz de moverse o hablar hasta el día siguiente.
A pesar de todo era consciente de lo que sucedía a su alrededor y rezaba interiormente porque la muchacha dijera algo útil pronto. Y sentía miedo… estaba verdaderamente asustada…
Layla se estaba levantando cuando escuchó la voz de Rose, maldiciendo en su interior por que tuviera que ser ahora. Automáticamente sus pupilas se volvieron del mismo color que su iris, y su cuerpo se puso tenso y recto a la espera de cualquier orden.
La situación no podía ser peor, por casualidad Rose había acertado con la nueva palabra que el dichoso collar había escogido, y tenía que ser justo en el momento que se encontraban rodeadas cada vez de más y más muertos. Si Rose no le daba alguna orden Layla sería incapaz de moverse o hablar hasta el día siguiente.
A pesar de todo era consciente de lo que sucedía a su alrededor y rezaba interiormente porque la muchacha dijera algo útil pronto. Y sentía miedo… estaba verdaderamente asustada…
Layla Ellis- Cantidad de envíos : 39
Re: ¿Mamá?
(fdi: pdo mil disculpas, como siempre, pero he estado con la uni hasta el cuello. Ya casi he acabado así que espero tener más tiempo libre a partir de ahora, a ver si me pongo al día con el foro. Lo siento muchísimo. )
Miró al pequeño. Se sentía tan perdia como él, pero preocupada. No sólo por ella y todo lo que le estaba sucediendo allí, sino también y sobre todo por el pequeño. ella estaba muerta, y había perdido la única oportunidad que había tenido en muchos años de sentirse viva otra vez. No le importaba si se desvanecía en el aire, si desaparecía del mundo. Llevaba tiempo queriéndolo, para que el dolor desapareciera. Una mueca desfiguró sus sereno rostro un instante, reflejando el dolor que realmente sentía, pero se recmpuo enseguida y sonrió al pequeño, anque era una sonrisa triste, tan triste como su mirada..
<< No lo sé, Devin. Pero te prometo que no voy a dejar que te pase nada, ¿de acuerdo? >> Le acarició el pelo. Ahora mismo no podía hacer nada, sólo distraer al pequeño para que no pensara en lo que estaba ocurriendo. ASí que echó mano de algo que hacía mucho tiempo que no sacaba de su memoria.
En la mente de Devin empezó a sonar una tenue melodía, tarareada. Era una melodía suave, no era una nana pero podía pasar por tal. Le resultaba muy extraño,a sí qeu al principio lo único que pudo poyecta fue la melodía de forma muy tenue y nerviosa. Luego fue olvidándose de todo lo demás y la música mpezó a fluir fuera de su cabeza.
<< ...Las sombras de noche asustarla querían,
rodeaban su habitación.
Por suerte la luna a la niña envolvía
con su dulce resplandor.
Las sombras crujían, gritaban, gemían,
pero no podían traspasar la luz.
Y así, en la ventana,
la níña miraba
la luna y soñaba
con robar su luz.
Así el miedo nunca
podría con ella,
tirarlo podría
en un rincón... >>
Mientras "cantaba" acariciaba el pelo del pequeño y mantenía los ojos cerrados, sin prestar atención a su percepción excepto por el extraño tacto de Devin. Aquello era lo más parecido a estar viva que había sentido jamás.
Miró al pequeño. Se sentía tan perdia como él, pero preocupada. No sólo por ella y todo lo que le estaba sucediendo allí, sino también y sobre todo por el pequeño. ella estaba muerta, y había perdido la única oportunidad que había tenido en muchos años de sentirse viva otra vez. No le importaba si se desvanecía en el aire, si desaparecía del mundo. Llevaba tiempo queriéndolo, para que el dolor desapareciera. Una mueca desfiguró sus sereno rostro un instante, reflejando el dolor que realmente sentía, pero se recmpuo enseguida y sonrió al pequeño, anque era una sonrisa triste, tan triste como su mirada..
<< No lo sé, Devin. Pero te prometo que no voy a dejar que te pase nada, ¿de acuerdo? >> Le acarició el pelo. Ahora mismo no podía hacer nada, sólo distraer al pequeño para que no pensara en lo que estaba ocurriendo. ASí que echó mano de algo que hacía mucho tiempo que no sacaba de su memoria.
En la mente de Devin empezó a sonar una tenue melodía, tarareada. Era una melodía suave, no era una nana pero podía pasar por tal. Le resultaba muy extraño,a sí qeu al principio lo único que pudo poyecta fue la melodía de forma muy tenue y nerviosa. Luego fue olvidándose de todo lo demás y la música mpezó a fluir fuera de su cabeza.
<< ...Las sombras de noche asustarla querían,
rodeaban su habitación.
Por suerte la luna a la niña envolvía
con su dulce resplandor.
Las sombras crujían, gritaban, gemían,
pero no podían traspasar la luz.
Y así, en la ventana,
la níña miraba
la luna y soñaba
con robar su luz.
Así el miedo nunca
podría con ella,
tirarlo podría
en un rincón... >>
Mientras "cantaba" acariciaba el pelo del pequeño y mantenía los ojos cerrados, sin prestar atención a su percepción excepto por el extraño tacto de Devin. Aquello era lo más parecido a estar viva que había sentido jamás.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: ¿Mamá?
No, parecía obvio que no.
No hubo respuesta. Tampoco Rose le prestó demasiada atención durante un instante; atrasando la mano, le tocó el hombro para asegurarse de que seguía ahí. Golpeó con todas sus fuerzas a uno de los muchos engendros que se acercaba, y se dio cuenta de que iban a volver a rodearlas. Retrocedió un poco.
- Layla - volvió a llamar. - ¿Layla? ¿Qué te pasa?
Claro, Rose no podía saberlo. Ni lo que estaba sucediendo, ni lo que se esperaba de ella. Solo, al volverse, vio que la mujer se había quedado tensa, y que sus ojos... ¿Qué diablos le estaba pasando? Era como si se hubiera... ¡Ahh!
Se quedó mirando a Layla un momento más del que debía, y lo pagó caro. La espada rasgó la blusa, y solo parte de su piel, pero porque se apartó rápido. Le había acertado justo en la parte superior del hombro, y podría haberle seccionado la clavícula si no hubiera reaccionado a tiempo. Dejando el control de la situación a su yo guerrero durante un momento, la reacción de la pelirroja fue feroz: Se volvió con la espada en ristre, y en unos cuantos movimientos hubo cortado una cabeza y dos o tres brazos. Solo entonces, logró calmarse.
- ¡Layla! ¡Muévete! - ordenó, desesperada, volviéndose para zarandear a la muchacha, intentando que volviera en sí. - ¿Qué te pasa?
Ésta vez no se distrajo demasiado tiempo, pero empezó a sentir un pánico sordo agitándose en el interior de su cuerpo. ¿Qué sucedía? ¿Era algún tipo de veneno? ¿Se lo habrían aplicado también a ella? Las estaban rodeando, y el brazo le molestaba. La sangre le llegaba al codo, y era molesto. El escudo estaba empezando a pesar.
Agh. No, ahora no...
No hubo respuesta. Tampoco Rose le prestó demasiada atención durante un instante; atrasando la mano, le tocó el hombro para asegurarse de que seguía ahí. Golpeó con todas sus fuerzas a uno de los muchos engendros que se acercaba, y se dio cuenta de que iban a volver a rodearlas. Retrocedió un poco.
- Layla - volvió a llamar. - ¿Layla? ¿Qué te pasa?
Claro, Rose no podía saberlo. Ni lo que estaba sucediendo, ni lo que se esperaba de ella. Solo, al volverse, vio que la mujer se había quedado tensa, y que sus ojos... ¿Qué diablos le estaba pasando? Era como si se hubiera... ¡Ahh!
Se quedó mirando a Layla un momento más del que debía, y lo pagó caro. La espada rasgó la blusa, y solo parte de su piel, pero porque se apartó rápido. Le había acertado justo en la parte superior del hombro, y podría haberle seccionado la clavícula si no hubiera reaccionado a tiempo. Dejando el control de la situación a su yo guerrero durante un momento, la reacción de la pelirroja fue feroz: Se volvió con la espada en ristre, y en unos cuantos movimientos hubo cortado una cabeza y dos o tres brazos. Solo entonces, logró calmarse.
- ¡Layla! ¡Muévete! - ordenó, desesperada, volviéndose para zarandear a la muchacha, intentando que volviera en sí. - ¿Qué te pasa?
Ésta vez no se distrajo demasiado tiempo, pero empezó a sentir un pánico sordo agitándose en el interior de su cuerpo. ¿Qué sucedía? ¿Era algún tipo de veneno? ¿Se lo habrían aplicado también a ella? Las estaban rodeando, y el brazo le molestaba. La sangre le llegaba al codo, y era molesto. El escudo estaba empezando a pesar.
Agh. No, ahora no...
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: ¿Mamá?
Layla gritaba y lloraba por dentro, pero no podía ni moverse ni exteriorizar nada de lo que sentía, era una simple marioneta. Estaba preocupada por Rose, por el pequeño al que habían secuestrado, y estaba aterrorizada porque en cualquier momento podían matarla. Estaba indefensa.
No tuvo más remedio que responder a la pregunta de Rose, no era una orden directa, pero no podía negar ninguna respuesta y de todos modos, en aquel momento tal vez fuera lo mejor
- Estoy hechizada
Pero su voz se perdió entre el ruido de la batalla y el grito de Rose. Estaba perjudicando a la muchacha. Sintió un golpe en un costado, pero ni siquiera pudo agacharse, ni gritar, solo sentía dolor. Otro golpe más y por fin la pelirroja le dio una orden.
La orden era poco concisa, asique ahora podía moverse, pero no podía hacer nada más que implicara otra acción. Podía moverse a un lado y a otro, moverse adelante y atrás, mover los brazos, siempre sin salir de la posición en la que se encontraba, sin embargo, no podía esquivar, ni atacar, ni correr, ni andar, nada… nada más que moverse.
- Estoy hechizada
De nuevo la pregunta, pero no podía gritar para hacerse oír por encima del ruido de los atacantes y el chocar de las espadas. Espera que esta vez la hubiera oído…
No tuvo más remedio que responder a la pregunta de Rose, no era una orden directa, pero no podía negar ninguna respuesta y de todos modos, en aquel momento tal vez fuera lo mejor
- Estoy hechizada
Pero su voz se perdió entre el ruido de la batalla y el grito de Rose. Estaba perjudicando a la muchacha. Sintió un golpe en un costado, pero ni siquiera pudo agacharse, ni gritar, solo sentía dolor. Otro golpe más y por fin la pelirroja le dio una orden.
La orden era poco concisa, asique ahora podía moverse, pero no podía hacer nada más que implicara otra acción. Podía moverse a un lado y a otro, moverse adelante y atrás, mover los brazos, siempre sin salir de la posición en la que se encontraba, sin embargo, no podía esquivar, ni atacar, ni correr, ni andar, nada… nada más que moverse.
- Estoy hechizada
De nuevo la pregunta, pero no podía gritar para hacerse oír por encima del ruido de los atacantes y el chocar de las espadas. Espera que esta vez la hubiera oído…
Layla Ellis- Cantidad de envíos : 39
Re: ¿Mamá?
Confortado por los brazos de la muchacha, a la que había cogido en gran estima en tan solo unos minutos (y no únicamente porque fuera un fantasma), comenzó a quedarse dormido a pesar de que su pequeña tripa libraba una batalla con aquella piedra preciosa. Pero aquella relativa tranquilidad no duró demasiado, pronto un grupo de piratas entró en el calabozo, golpeando los barrotes con sus huesudas manos.
- El capitán no quiere que te abramos en canal, enano, has tenido demasiada suerte. Si fuera por mí ya tendría tu intestino anudado al cuello como un moderno collar- Dijo enseñándole al pequeño una boca prácticamente desdentada y cuyo olor no distaba demasiado del de un vertedero- ¡Vamos, tómate esto!-.
Devin se pegó aún más a la muchacha, aunque su rostro no reflejaba ningún miedo y en sus ojos había un extraño brillo que no presagiaba nada bueno. Alargó uno de sus bracitos hasta agarrar la pequeña botellita que le tendía el pirata. La tomó de un trago, sin pararse si quiera a oler su contenido, y pronto comenzó a sentir sus efectos; su estómago parecía tener más fuerza para echar la piedra de su cuerpo.
- Bueno... Tardará en hacer efecto, así que no le quites ojo de encima a ninguno de los dos, pero especialmente al mocoso. ¿Me has entendido?- Dio una sonora colleja a uno de los piratas y se marchó, seguido por el resto.
Aquel pirata se sentó en una silla con una sonrisa maliciosa, a la espera de que sucediera lo que tuviera que suceder... Aunque Devin solo pensaba en como salir de allí.
- El capitán no quiere que te abramos en canal, enano, has tenido demasiada suerte. Si fuera por mí ya tendría tu intestino anudado al cuello como un moderno collar- Dijo enseñándole al pequeño una boca prácticamente desdentada y cuyo olor no distaba demasiado del de un vertedero- ¡Vamos, tómate esto!-.
Devin se pegó aún más a la muchacha, aunque su rostro no reflejaba ningún miedo y en sus ojos había un extraño brillo que no presagiaba nada bueno. Alargó uno de sus bracitos hasta agarrar la pequeña botellita que le tendía el pirata. La tomó de un trago, sin pararse si quiera a oler su contenido, y pronto comenzó a sentir sus efectos; su estómago parecía tener más fuerza para echar la piedra de su cuerpo.
- Bueno... Tardará en hacer efecto, así que no le quites ojo de encima a ninguno de los dos, pero especialmente al mocoso. ¿Me has entendido?- Dio una sonora colleja a uno de los piratas y se marchó, seguido por el resto.
Aquel pirata se sentó en una silla con una sonrisa maliciosa, a la espera de que sucediera lo que tuviera que suceder... Aunque Devin solo pensaba en como salir de allí.
Chelsie- Cantidad de envíos : 1022
Re: ¿Mamá?
Alma terminó la canción y miró al pequeño, que estaba tranquilo y casi dormido. Se sentía bien porque por primera vez le era realmente útil a alguien. Aquel niño le causaba un sentimiento de responsabilidad y le inspiraba un cariño que hacía tiempo que no sentía.
Entonces un pirata rompió la paz que reinaba en la celda. Alma abrazó más fuerte a Devin, a quien le hicieron tomarse un brebaje, al parecer para conseguir lo que el pequño se había tragado y que ellos querían. Alma le dirigió al pirata que los observaba desde el otro lado de los barrotes con una mirada furiosa. Tenía que hacer lo posible por salir de allí o al menos conseguir que el pequeño lo hicera.
Miró al pequeño.
<< ¿Estás bien? >>
Luego miró a su alrededor, buscando algo que pudiera ayudarles. No podía ver si el guardia que había allí tenía las llaves de la celda, pero sí veía una espada algo mellada.
No sabía bien si serviría de algo, pero podía intentar quitarle la espada y obligarle a abrir la celda, o algo parecido. Pero para eso necesitaba que se acercara,, y distraerlo. Vlvió a mirar al pequeño y a abrazarlo con fuerza. Leugo le miró muy seria y le dirigió un pensamiento muy tenue, como un susurro para que el zombie no tuviera ocasión de leerlo.
<< Oye Devin... crees que podrías hacer que ese guardia se acercara y distraerle un poco? >>
Entonces un pirata rompió la paz que reinaba en la celda. Alma abrazó más fuerte a Devin, a quien le hicieron tomarse un brebaje, al parecer para conseguir lo que el pequño se había tragado y que ellos querían. Alma le dirigió al pirata que los observaba desde el otro lado de los barrotes con una mirada furiosa. Tenía que hacer lo posible por salir de allí o al menos conseguir que el pequeño lo hicera.
Miró al pequeño.
<< ¿Estás bien? >>
Luego miró a su alrededor, buscando algo que pudiera ayudarles. No podía ver si el guardia que había allí tenía las llaves de la celda, pero sí veía una espada algo mellada.
No sabía bien si serviría de algo, pero podía intentar quitarle la espada y obligarle a abrir la celda, o algo parecido. Pero para eso necesitaba que se acercara,, y distraerlo. Vlvió a mirar al pequeño y a abrazarlo con fuerza. Leugo le miró muy seria y le dirigió un pensamiento muy tenue, como un susurro para que el zombie no tuviera ocasión de leerlo.
<< Oye Devin... crees que podrías hacer que ese guardia se acercara y distraerle un poco? >>
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Página 2 de 4. • 1, 2, 3, 4
Página 2 de 4.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
14/11/24, 09:56 pm por Alma Swann
» El Vals de los Enmascarados
11/11/24, 09:24 am por Luthys
» Adonde me lleven los sueños
04/04/18, 08:55 pm por Lisandot
» Sentimientos encontrados
22/02/18, 10:03 pm por Songèrie
» El fin de un viaje y el comienzo de otro.
04/02/18, 03:16 pm por Florangél
» Vini, saquei, marchi
30/01/18, 06:23 pm por Narrador
» Rumbo a Moselec (Trama 3)
30/01/18, 06:01 pm por Narrador
» Trama 3 . Se reclutan piratas y maleantes varios
30/01/18, 05:58 pm por Narrador
» Vestigios del pasado
30/08/17, 06:51 pm por Auria