Descripción general: Pulau-sihir

Pulau-sihir

Pulau-sihir es una isla de forma triangular, permanentemente envuelta en nieblas. En la base del triángulo se dibuja una amplia y acogedora ensenada, de aguas tranquilas y playas de arena negra. El resto de su costa es irregular, conformado por roqueríos, pequeñas playas y diminutas islas desmembradas de la isla madre.

A la faja costera le sucede una angosta franja de tierras planas y fértiles, aptas para la agricultura y el ganado. Hacia el centro de la isla y abarcando la mayor parte de su superficie se encuentra la zona de las colinas, lomajes suaves cubiertos de espeso bosque permanentemente verde. Muy pocas de estas colinas llegan a alcanzar la categoría de montañas.

De estas, dos son las más importantes. Seynar y Koroth. Seynar es, por lejos, la más alta, siendo un lugar sagrado del culto local. En su cima, único sitio en Pulau-sihir que nunca está cubierto por las brumas, se erige una plataforma rodeada de columnas esculpidas, sitio dedicada a la observación de los astros.

Koroth es un volcán aparentemente dormido desde hace centurias. En su antiguo cráter existe un manantial del cual nace el Paddaureh, único río de la isla, navegable por pequeñas embarcaciones, que la cruza formando amplios meandros hasta desembocar en la ensenada de Sihir. Además, pequeños lagos y lagunas, alimentados por aguas subterráneas y lluvias se diseminan por toda la superficie insular,

Aquí y acullá es posible ver grutas de diversos tamaños, puerta de entrada a una amplia red de cavernas y galerías subterráneos que dan acceso, en las entrañas de la tierra, a minas de oro y diamantes.

Pese a estar siempre envuelta en brumas, Pulau- Sihir no es una isla fría o excesivamente lluviosa. Debido a la magia que hay en ella su clima es templado y benigno, lo que permite el crecimiento de una abundante y variada flora, desde humildes y fugaces florecillas hasta milenarios y majestuosos árboles.

En el centro de uno de los tantos bosques que cubren Pulau-sihir, justo en un amplio y resguardado claro, se alza el árbol sagrado de las dríadas y las ninfas en general: Un enorme cerezo, tan antiguo como la isla misma (o eso se dice).
Dos o tres veces más alto que cualquier otro árbol de este tipo, hay quien dice que sus raíces se extienden por toda la isla y que es el único cerezo en todo Pulau-sihir, siendo los demás una extensión de éste.

Sea cierto o no (no hay manera de comprobarlo), las dríadas castigan con mucha mayor severidad a quienes lastiman a uno de estos árboles. Sus frutos, sin embargo, son como los de cualquier otro árbol: de quien los quiera. Las dríadas jamás castigaron a alguien por tomar los frutos de sus bosques, pues consideran que para eso están.

Además de ser el árbol más alto de toda la isla, de ser (supuestamente) el único en su tipo y de ser el más antiguo de todos, se le rinde culto al árbol sagrado por ser el recipiente del alma de la hamadríade principal. De cortarse este árbol, la hamadríade moriría irremediablemente, y es por esto que solo dríadas y ninfas pueden entrar al claro. Este árbol, sagrado para las hadas, es profundamente respetado por los humanos, al punto que a los miembros de la tríada se les permite entrar al claro, aunque nunca tocar al árbol.

Así como abundante es la flora, es abundante su fauna. Animales de agua, tierra y aire. Algunos domesticados, otros en estado salvaje. Tanto mansos como fieros. Perros, gatos, aves de corral, ruiseñores, águilas, halcones, cabras, ciervos, osos, lobos, caballos, delfines, son algunas de las especies que se pueden encontrar. Por supuesto, también es posible encontrar especies mágicas. Unicornios se ocultan en lo más profundo de la floresta y los koings, perros salvajes cazadores de almas aguardan en la oscuridad a sus víctimas.

Tres razas coexisten en la isla. Los humanos viven en la costa y en las planicies. Habitan en casas de madera con jardines, en poblados de calles amplias y adornadas plazas. Se dedican a la pesca, la agricultura, la ganadería y la orfebrería, cuando consiguen las materias primas necesarias para ello. Practican una religión relacionada con la magia y la naturaleza.

Las hadas (ninfas, dríades y sílfides) viven en lo profundo del bosque, donde tiene su reino. Son las celosas guardianas de la naturaleza y no trepidan en castigar a quien la maltrate. Se muestran amistosas con los hombres y les ayudan sólo si estos muestran el debido respeto por el mundo natural.

El subsuelo es el hogar de los gnomos, elementales de la tierra, pequeños e invisibles cuando quieren. Ellos son los custodios de las minas de oro y diamantes y, a veces, aceptan trocar parte de esos tesoros por instrumentos musicales creados por los humanos pues aman la música.

¿Quieren saber donde está este lugar maravilloso? Sólo puedo decir que en cualquier momento del día se encuentra en algún punto del mar de Jaspia, en los extramuros de Jasperia. No tienen una ubicación fija porque desde hace muchos años, para protegerla de los enemigos de su fe y de los aventureros codiciosos de sus maravillas y riquezas, un poderoso conjuro fue lanzado y Pulau-sihir fue convertida en una isla móvil. Sólo algunos elegidos pueden anticipar el lugar donde estará.


//Imágenes que os pueden ayudar a haceros una idea de como es esta zona//
- Isla
- Isla #2

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