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Patito Nadador
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Patito Nadador
Las gotas furtivas de mar incrementaron el dolor que sentía en la nariz ahora que estaba rota. Pero eso no fue suficiente para detenerle. Ya antes había pasado por eso, incluso había tenido heridas peores que esa con mayor cantidad de agua marina.
Lo que mas le dolía era el orgullo. El maldito orgullo. Era mujeres, por el gran Odin, eran simples mujeres, y las muy desgraciadas se estaban tomando su barco y... crack. Una nueva patada le dio de lleno en la cara, como punto de apoyo y pivote para girar en el aire y darle un tercer golpe en la cabeza a otro pirata.
Al caer la kazekage en el suelo, luego cayeron los dos grandes hombres. La diferencia, ella cayó sobre sus píes con elegancia felina, ellos, como sacos de papas, inconscientes. Al levantarse la rubia, su giro al encarar a los demás hombres del barco sólo decía: "quien sigue, quien mas quiere ser pateado?"
La pregunta de cada uno de ellos era válida. Cómo era posible? Dul también se lo preguntaba, pero el asunto era que entre las dos, estaban tomándose el barco, ayudadas, claro está, por el motín en proceso cuando ellas dejaron atrás el asunto de ser "invitadas".
Sophitia se percató del asunto, cuando Dulfary la cuestionó le dio solo una razón que a la niña le pareció válida para proceder y luego, vino el caos, enorme y fructifero caos.
Uno a uno, al menos Dul, fue dejando inconsciente a los piratas que iban encontrando en el camino que estuviera solo. Eso les resultó más facil y le facilitó mucho las cosas (redundante, pero cierto)
Ahora, mientras Sophitia se hacía cargo de los asuntos desatados a su estilo y en su espacio, Dulfary tenía el problema de los hombres que iniciaron el motín y que ahra quería ir a por el capitán.
Les sonrió con confianza, mirándolos como si de poca se trataran. Tres cuchillos prácticamente aparecieron en cada una de sus manos. Corrió hacia ellos, desvió un par de espadas, las mas cercanas, arrojó sus cuchillos contra varios de los piratas, impactando en sus articulaciones de la mano diestra, imposibilitando el uso de sus armas; atajó el puño de uno de ellos, tomándolo por la muñeca, girando dentro de su espacio vital le dio un codazo en el diafragma y lo arrojó contra el que tenía mas cerca.
Al liberarse de este, sin detener del todo el giro que estaba haciendo, le dio una patada al segundo, escalando en él hasta pasarle por encima caer a su espalda y lanzarle un puño entre los ojos a un tercero.
Lo que mas le dolía era el orgullo. El maldito orgullo. Era mujeres, por el gran Odin, eran simples mujeres, y las muy desgraciadas se estaban tomando su barco y... crack. Una nueva patada le dio de lleno en la cara, como punto de apoyo y pivote para girar en el aire y darle un tercer golpe en la cabeza a otro pirata.
Al caer la kazekage en el suelo, luego cayeron los dos grandes hombres. La diferencia, ella cayó sobre sus píes con elegancia felina, ellos, como sacos de papas, inconscientes. Al levantarse la rubia, su giro al encarar a los demás hombres del barco sólo decía: "quien sigue, quien mas quiere ser pateado?"
La pregunta de cada uno de ellos era válida. Cómo era posible? Dul también se lo preguntaba, pero el asunto era que entre las dos, estaban tomándose el barco, ayudadas, claro está, por el motín en proceso cuando ellas dejaron atrás el asunto de ser "invitadas".
Sophitia se percató del asunto, cuando Dulfary la cuestionó le dio solo una razón que a la niña le pareció válida para proceder y luego, vino el caos, enorme y fructifero caos.
Uno a uno, al menos Dul, fue dejando inconsciente a los piratas que iban encontrando en el camino que estuviera solo. Eso les resultó más facil y le facilitó mucho las cosas (redundante, pero cierto)
Ahora, mientras Sophitia se hacía cargo de los asuntos desatados a su estilo y en su espacio, Dulfary tenía el problema de los hombres que iniciaron el motín y que ahra quería ir a por el capitán.
Les sonrió con confianza, mirándolos como si de poca se trataran. Tres cuchillos prácticamente aparecieron en cada una de sus manos. Corrió hacia ellos, desvió un par de espadas, las mas cercanas, arrojó sus cuchillos contra varios de los piratas, impactando en sus articulaciones de la mano diestra, imposibilitando el uso de sus armas; atajó el puño de uno de ellos, tomándolo por la muñeca, girando dentro de su espacio vital le dio un codazo en el diafragma y lo arrojó contra el que tenía mas cerca.
Al liberarse de este, sin detener del todo el giro que estaba haciendo, le dio una patada al segundo, escalando en él hasta pasarle por encima caer a su espalda y lanzarle un puño entre los ojos a un tercero.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Patito Nadador
Si le hubiesen pedido en ese momento que explicara el como habían terminado en esa situación no hubiese sabido explicarlo, en un momento eran rehenes de un grupo de aguerridos piratas del norte, y al siguiente estaban involucradas en un motín, y no solo eso, estaban ganándolo!
El sudor corría por el rostro de Sophitia, varios cuerpos descansaban a sus pies, pero la pelea recién comenzaba, aun había muchos esperando por ser golpeados, así que no había tiempo para tomar un respiro. El cuerpo de la pirata ya contaba con algunos golpes, y un corte en algún lado de su cabeza que su cabello no dejaba distinguir con claridad, hacia que parte de su rostro estuviera tenido de rojo. Sin embargo, la muchacha mostraba una sonrisa deslumbrante, si había algo que amaba mas que beber y apostar eso era pelear, mucho mas si la recompensa era un hermoso barco nuevo.
Uno de los piratas avanzó con paso decidido hacia la espalda de Sophitia, esta lo espero en el lugar, agachándose en el ultimo segundo y poniendo el codo en punta para recibirlo, el golpe fue exacto en la boca del estomago, lo que hizo que el sujeto se agachara levemente, momento en que la pirata aprovecho para patearle la cabeza y terminar con el asunto.
Otro de los sujetos no perdió la oportunidad, y agarro a la muchacha por detrás, impidiéndole mover los brazos, mientras otro de sus amigos se acercaba por el frente, espada en mano. Sophitia no se dejo llevar por la desesperación, espero a que el movimiento del barco fuera en el sentido que ella quería, y con fuerza obligo al hombre a que caminara hacia atrás con ella aun agarrada, le dio la espalda contra el mástil, para luego darle un cabezazo en pleno rostro, los brazos se aflojaron y la mujer se libero, justo a tiempo para evitar al otro pirata.
Era un uno contra uno, pero la pirata tenia una desventaja, y era el no tener arma, miro al sujeto al rostro, intentando adivinar por donde iba a atacar, esquivo un ataque, dos, tres, se acercaba a un grupo de cuerdas enrolladas, Sophitia aprovecho cuando esquivaba uno de los ataques agachándose para agarrar uno de los extremos de las cuerdas, se puso en pie rápidamente y le envolvió la mano apretándola para obligarlo a soltar su arma, pateándolo luego en la entrepierna.
Otro mas apareció de la nada, la pirata le enrollo la soga en el cuello, y dándolo vuelta para quedar tras él, apoyo un pie en su espalda e hizo fuerza para ahogarlo, vio por el rabillo del ojo que venia un atacante nuevo con una daga, puso al ahorcado en medio para que recibiera el ataque y luego lo pateo para que cayera como peso muerto sobre el otro.
Sophitia respiraba con dificultad, el aire húmedo y caluroso típico de las zonas caribeñas resultaba pesado para la pelea, pero extrañamente le traía la nostalgia de los recuerdos, memorias de cientos de peleas en el único lugar que podía considerar un hogar, Nehmen, la isla pirata. Mientras rememoraba tomo un rudimentario lampazo que había tirado, y comenzó a golpear a todo aquel que se le cruzaba, hasta lograr ponerse cerca de Dulfary.
Para estas alturas mas de la mitad de los orgullosos piratas del norte estaban como mínimo gravemente golpeados, otros tantos siquiera se habían vuelto a levantar, las miradas se dividían entre el rencor, el miedo y el respeto, mientras cerraban un circulo alrededor de las muchachas, intentando acorralarlas.
El sudor corría por el rostro de Sophitia, varios cuerpos descansaban a sus pies, pero la pelea recién comenzaba, aun había muchos esperando por ser golpeados, así que no había tiempo para tomar un respiro. El cuerpo de la pirata ya contaba con algunos golpes, y un corte en algún lado de su cabeza que su cabello no dejaba distinguir con claridad, hacia que parte de su rostro estuviera tenido de rojo. Sin embargo, la muchacha mostraba una sonrisa deslumbrante, si había algo que amaba mas que beber y apostar eso era pelear, mucho mas si la recompensa era un hermoso barco nuevo.
Uno de los piratas avanzó con paso decidido hacia la espalda de Sophitia, esta lo espero en el lugar, agachándose en el ultimo segundo y poniendo el codo en punta para recibirlo, el golpe fue exacto en la boca del estomago, lo que hizo que el sujeto se agachara levemente, momento en que la pirata aprovecho para patearle la cabeza y terminar con el asunto.
Otro de los sujetos no perdió la oportunidad, y agarro a la muchacha por detrás, impidiéndole mover los brazos, mientras otro de sus amigos se acercaba por el frente, espada en mano. Sophitia no se dejo llevar por la desesperación, espero a que el movimiento del barco fuera en el sentido que ella quería, y con fuerza obligo al hombre a que caminara hacia atrás con ella aun agarrada, le dio la espalda contra el mástil, para luego darle un cabezazo en pleno rostro, los brazos se aflojaron y la mujer se libero, justo a tiempo para evitar al otro pirata.
Era un uno contra uno, pero la pirata tenia una desventaja, y era el no tener arma, miro al sujeto al rostro, intentando adivinar por donde iba a atacar, esquivo un ataque, dos, tres, se acercaba a un grupo de cuerdas enrolladas, Sophitia aprovecho cuando esquivaba uno de los ataques agachándose para agarrar uno de los extremos de las cuerdas, se puso en pie rápidamente y le envolvió la mano apretándola para obligarlo a soltar su arma, pateándolo luego en la entrepierna.
Otro mas apareció de la nada, la pirata le enrollo la soga en el cuello, y dándolo vuelta para quedar tras él, apoyo un pie en su espalda e hizo fuerza para ahogarlo, vio por el rabillo del ojo que venia un atacante nuevo con una daga, puso al ahorcado en medio para que recibiera el ataque y luego lo pateo para que cayera como peso muerto sobre el otro.
Sophitia respiraba con dificultad, el aire húmedo y caluroso típico de las zonas caribeñas resultaba pesado para la pelea, pero extrañamente le traía la nostalgia de los recuerdos, memorias de cientos de peleas en el único lugar que podía considerar un hogar, Nehmen, la isla pirata. Mientras rememoraba tomo un rudimentario lampazo que había tirado, y comenzó a golpear a todo aquel que se le cruzaba, hasta lograr ponerse cerca de Dulfary.
Para estas alturas mas de la mitad de los orgullosos piratas del norte estaban como mínimo gravemente golpeados, otros tantos siquiera se habían vuelto a levantar, las miradas se dividían entre el rencor, el miedo y el respeto, mientras cerraban un circulo alrededor de las muchachas, intentando acorralarlas.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Patito Nadador
Su intención fue la de vivir una de esas aventuras que se vive una vez en la vida. Ya sabes... mientras estás viva, las emociones debes vivirlas a mil, corriendo todos los riesgos posibles y sobreviviendo a ellos de la manera más imprevisible posible.
El plan de la joven era simple: estar de polizón y, en altamar, ser encontrada por los piratas por alguna situación imprevisible. De escapar de esa situación era una prueba de adrenalina que esperaba llenase su cuerpo. Sin embargo, solo encontró la decepción cuando, en cada situación que pensó ser encontrada, falló. Desde hacer ruidos que fueron confundidos con ratas, hasta hacerse pasar por una fantasma en la noche anterior al motín que ocurría en estos momentos. Sin embargo, eso solo le ganó una noche sin dormir.
Por cierto, ¿por que no solo saliste de donde estabas y subiste a la cubierta?
Por que si no me descubren "accidentalmente", no vale la pena =__=
Muerta del cansancio y del sueño, intentaba conciliar el sueño entre la carga existente del barco, pero los ruidos ocasionados por la fuerte pelea no lograban hacer que Morfeo la bendiciera.
- Déjenme dormir... - murmuraba, intentando golpear el "techo", osea el piso de la cubierta, con una escoba.
Sentía que tenía que hacer un gran esfuerzo para dormir, aunque era inútil. Entre los movimientos del barco y los ruidos de la pelea, nada.
Se levantó de donde estaba, con un rostro tan cansado que parecía 50 años más vieja (en sentido figurado), y abrió calmadamente la compuerta de la bodega que se encontraba en el piso de la cubierta. Los hombres de mar se enfrascaban en una pelea fuerte contra dos personas a bordo, pero nada de eso le importaba a Minuki.
Quiero dormir...
Si, lo sé..
Salió de la compuerta, y no parecía que alguien la notara, ya que comenzó a caminar hacia la cabina del capitán del barco sin que alguien la detuviera. A veces se detenía para dejar pasar el cuerpo de un marino que recibió una paliza, o pedía permiso entre los inconscientes que "dormían" en el suelo. Su rostro ni se inmutaba, solo se mostraba cansada y necesitaba algo.
Finalmente llegó a la cabina, en la cual cayó un pirata. Producto del impacto, la puerta fue derribada, pero no parecía importar. Pidió permiso--
¿Por que lo haces? Ya están inconscientes...
¿Me meto yo en tus asuntos? =__=
Bueno, perdón... eres más insoportable cuando no duermes...
Muerde mi trasero
Parecía inmiscuirse entre las pertenencias del capitán, sacando una especie de bolsita pequeña.
-Esto es todo lo que necesito... - murmuró.
Saliendo de la cabina, se quedó quieta por un segundo, mirando la escena que embargaba en esos momentos. Un circulo de hombres se podía ver en el lugar...
El plan de la joven era simple: estar de polizón y, en altamar, ser encontrada por los piratas por alguna situación imprevisible. De escapar de esa situación era una prueba de adrenalina que esperaba llenase su cuerpo. Sin embargo, solo encontró la decepción cuando, en cada situación que pensó ser encontrada, falló. Desde hacer ruidos que fueron confundidos con ratas, hasta hacerse pasar por una fantasma en la noche anterior al motín que ocurría en estos momentos. Sin embargo, eso solo le ganó una noche sin dormir.
Por cierto, ¿por que no solo saliste de donde estabas y subiste a la cubierta?
Por que si no me descubren "accidentalmente", no vale la pena =__=
Muerta del cansancio y del sueño, intentaba conciliar el sueño entre la carga existente del barco, pero los ruidos ocasionados por la fuerte pelea no lograban hacer que Morfeo la bendiciera.
- Déjenme dormir... - murmuraba, intentando golpear el "techo", osea el piso de la cubierta, con una escoba.
Sentía que tenía que hacer un gran esfuerzo para dormir, aunque era inútil. Entre los movimientos del barco y los ruidos de la pelea, nada.
Se levantó de donde estaba, con un rostro tan cansado que parecía 50 años más vieja (en sentido figurado), y abrió calmadamente la compuerta de la bodega que se encontraba en el piso de la cubierta. Los hombres de mar se enfrascaban en una pelea fuerte contra dos personas a bordo, pero nada de eso le importaba a Minuki.
Quiero dormir...
Si, lo sé..
Salió de la compuerta, y no parecía que alguien la notara, ya que comenzó a caminar hacia la cabina del capitán del barco sin que alguien la detuviera. A veces se detenía para dejar pasar el cuerpo de un marino que recibió una paliza, o pedía permiso entre los inconscientes que "dormían" en el suelo. Su rostro ni se inmutaba, solo se mostraba cansada y necesitaba algo.
Finalmente llegó a la cabina, en la cual cayó un pirata. Producto del impacto, la puerta fue derribada, pero no parecía importar. Pidió permiso--
¿Por que lo haces? Ya están inconscientes...
¿Me meto yo en tus asuntos? =__=
Bueno, perdón... eres más insoportable cuando no duermes...
Muerde mi trasero
Parecía inmiscuirse entre las pertenencias del capitán, sacando una especie de bolsita pequeña.
-Esto es todo lo que necesito... - murmuró.
Saliendo de la cabina, se quedó quieta por un segundo, mirando la escena que embargaba en esos momentos. Un circulo de hombres se podía ver en el lugar...
Minuki- Cantidad de envíos : 48
Re: Patito Nadador
Tres menos y uno entorpecido por haberle aventado a su compañero. Los piratas de motín, lentamente estaban dejando de ser de utilidad, empezaban a ver en ellas la fuente de un nuevo problema y en cuento dieran con el capitán, lo siguiente serían ellas entonces, entonces, estarían e problemas.
Dulfary no tenía mucha idea de motines ni de estrategia militar, pero se le ocurrió algo que tal vez sería de utilidad... solo tal vez.
Divisó a un par de metros, junto a la borda de estribor o como sea que se llamara, el arma que le hacía falta hacer más eficiente su labor. Piso el cuerpo del pirata al que le había pegado entre los ojos y se lanzó a por su arma, lanzándose al suelo para dar un bote al evadir el ataque de una espada venia de quien sabe donde.
Al terminar de rodar por el suelo, su mano agarró lo que buscaba, un trapeador, con el que golpeó al dueño de la espada valiéndose del extremo de madera, hundiéndolo en su estomago con fuerza, quitándole el aire , lo pateó muy cerca de donde lo había golpeado y lo alejó de ella.
Al siguiente, le hizo comerse la estopa del trapeador al golpearlo en la boca. El hombre cayó de espadas, pero el trapeador no lo dejó, sino que lo usó como pivote para hacer otra maroma que lo llevó cerca a Sophitia, quedando ambas en medio del circulo.
- Dejemos de jugar. Atrapemos a los líderes y... bueno tú me dices que hacemos con ellos - propuso respirando entre cortadamente.
Ya tendrían tiempo para tomar aire, limpiarse la sangre que les ensuciaba, verificar cual era propia y cual ajena, de descansar y de tranquilizarse. Y cuando eso pasara, podría volver a centrarse sin reserva en el mareo y las nauseas que le producía el estar en un barco. Luego, eso sería luego.
En ese momento, necesitaban llegar a los líderes. El líder del motín estaba por fuera del circulo, enfrentándose en una pelea muy cerrada al contramaestre, aunque para Dulfary, solo era el gritón mayor, que daba ordenes a los demás después de hablar con el capitán que solo le gritaba él. El líder del barco, el capitán, estaba en el suelo reponiéndose del golpe que le diera Dulfary.
Hora de moverse. Los piratas que las rodeaban, se mantenían en guardia sin animarse a decidir quien sería el primero en lanzarse al ataque, lo que le daba tiempo, al menos a la aprendiz de kazekage, de pensar la situación. Sin embargo esto no duraría por siempre, ni la calma, ni el pensar. Tomó el hombro de Sophitia y la hizo inclinarse hacia al frente mientras el palo y la estopa del trapeador giraba por encima de sus cabezas, de tal forma que generó una ráfaga circular de aire, muy fuerte, tan fuerte que barrió a los hombres, y se habría llevado a la pirata de no haberla tomado y agachado.
Los primeros en levantarse, se llevaron un puntapie en la cara. Dul le señaló al contramaestre y ella corrió al capitán.
Realmente no quería seguir enfrentándose a esos hombres, así que sin pensarlo mucho, lo golpeó en el riñón, el capitán le devolvió el puño que le costó lo suyo eludir al tirarse al suelo, instante en el que lo barrió haciéndolo caer. Saltó sobre él y dando muestras de escaso conocimiento del mar y su jerga, solo le dijo una cosa, al tomarlo por el cuello de la camisa, apuntando con fuerza hasta hacerlo sangrar con un filoso kunai a la garganta, sentada a horcajadas sobre él:
- Abdica! -
Dulfary no tenía mucha idea de motines ni de estrategia militar, pero se le ocurrió algo que tal vez sería de utilidad... solo tal vez.
Divisó a un par de metros, junto a la borda de estribor o como sea que se llamara, el arma que le hacía falta hacer más eficiente su labor. Piso el cuerpo del pirata al que le había pegado entre los ojos y se lanzó a por su arma, lanzándose al suelo para dar un bote al evadir el ataque de una espada venia de quien sabe donde.
Al terminar de rodar por el suelo, su mano agarró lo que buscaba, un trapeador, con el que golpeó al dueño de la espada valiéndose del extremo de madera, hundiéndolo en su estomago con fuerza, quitándole el aire , lo pateó muy cerca de donde lo había golpeado y lo alejó de ella.
Al siguiente, le hizo comerse la estopa del trapeador al golpearlo en la boca. El hombre cayó de espadas, pero el trapeador no lo dejó, sino que lo usó como pivote para hacer otra maroma que lo llevó cerca a Sophitia, quedando ambas en medio del circulo.
- Dejemos de jugar. Atrapemos a los líderes y... bueno tú me dices que hacemos con ellos - propuso respirando entre cortadamente.
Ya tendrían tiempo para tomar aire, limpiarse la sangre que les ensuciaba, verificar cual era propia y cual ajena, de descansar y de tranquilizarse. Y cuando eso pasara, podría volver a centrarse sin reserva en el mareo y las nauseas que le producía el estar en un barco. Luego, eso sería luego.
En ese momento, necesitaban llegar a los líderes. El líder del motín estaba por fuera del circulo, enfrentándose en una pelea muy cerrada al contramaestre, aunque para Dulfary, solo era el gritón mayor, que daba ordenes a los demás después de hablar con el capitán que solo le gritaba él. El líder del barco, el capitán, estaba en el suelo reponiéndose del golpe que le diera Dulfary.
Hora de moverse. Los piratas que las rodeaban, se mantenían en guardia sin animarse a decidir quien sería el primero en lanzarse al ataque, lo que le daba tiempo, al menos a la aprendiz de kazekage, de pensar la situación. Sin embargo esto no duraría por siempre, ni la calma, ni el pensar. Tomó el hombro de Sophitia y la hizo inclinarse hacia al frente mientras el palo y la estopa del trapeador giraba por encima de sus cabezas, de tal forma que generó una ráfaga circular de aire, muy fuerte, tan fuerte que barrió a los hombres, y se habría llevado a la pirata de no haberla tomado y agachado.
Los primeros en levantarse, se llevaron un puntapie en la cara. Dul le señaló al contramaestre y ella corrió al capitán.
Realmente no quería seguir enfrentándose a esos hombres, así que sin pensarlo mucho, lo golpeó en el riñón, el capitán le devolvió el puño que le costó lo suyo eludir al tirarse al suelo, instante en el que lo barrió haciéndolo caer. Saltó sobre él y dando muestras de escaso conocimiento del mar y su jerga, solo le dijo una cosa, al tomarlo por el cuello de la camisa, apuntando con fuerza hasta hacerlo sangrar con un filoso kunai a la garganta, sentada a horcajadas sobre él:
- Abdica! -
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Patito Nadador
La pirata no pudo mas que reír ante el comentario de la aprendiza de kazekage, ya estaba pensando qué harían después, que mente tan adelantada, Sophitia solo podía tratar de concentrarse en acabar con tantos enemigos como fuera posible antes de caer por el agotamiento.
-De acuerdo, ya veremos como hacemos…. – Fue lo único que contesto.
Sin perder de vista a los piratas que las rodeaban intento mirar en la dirección en que tanto el capitán como su contramaestre peleaban, ese era el punto importante, si querían ahorrarse problemas tenían que terminar ellas victoriosas de ese duelo.
De no ser porque confiaba plenamente en Dulfary hubiese reprochado de algún modo cuando la tomo por el hombro y la obligo a agacharse, le sorprendió levemente la fuerza que podía tener cuando quería en ese pequeño cuerpito (pequeño para los cánones de la pirata, acostumbrada a los hombres de cuerpo bien formado y mujeres…que parecían hombres).
Murmuro un rezo de agradecimiento por haber hecho caso cuando vio salir volando al grupo entero de piratas que las rodeaban, de los primeros pobres infelices que se levantaron se encargo la rubia, de los no menos desgraciados que vinieron luego Sophitia les dio unos someros golpes, dejándolos fuera del juego.
Corrió en dirección al contramaestre, pero no sería tan fácil como con los demás, no en vano tenia su cargo, la pirata ataco por la espalda, pero logro esquivarla antes de que pudiera tocarlo, devolvió el golpe intentando darle con la espada, pero Sophitia lo desvió, golpeándolo luego en la muñeca para que soltara el arma.
El contramaestre no estaba dispuesto a dejar su posibilidad de obtener el barco así como así, luego de todas las molestias que se había tomado, los días planeándolo, convenciendo al resto de la tripulación, no dejaría que dos estúpidas mujeres que vaya a saber de donde habían salido lo arruinaran todo.
Sophitia recibió un duro golpe en las costillas que le quito el aire, por mas que supiera pelear la fuerza de un hombre seguía siendo superior, lo que sin duda no permitiría es que se llevara un golpe de gratis, le devolvió un puñetazo en la mandíbula, y uno mas en la articulación del hombro.
Ambos se miraron, rieron a la vez, seria una pelea interesante ¿Quién aguantaría más? Sophitia recibió un nuevo golpe muy cerca del pecho, el muy bastardo sabia donde golpearla, pero no había sido tan fuerte como la primera vez, lo cual le demostró que el hombro le tenía que estar doliendo.
Luego de una serie de ataques ambos contendientes estaban bastantes mal heridos, respiraban con dificultad y se miraban, intentando medir el que podía ser el ultimo golpe. El contramaestre no andaría con rodeos,lanzo el puño recto y certero en la cara de la pirata, aprovechando su mayor fuerza y tamaño. Pero Sophitia seguía siendo la mas rápida, se agacho en un pestañeo y pateo con todas sus fuerzas una de las rodillas.
Finalmente el contramaestre había caído, la pirata se limpio la sangre que manaba de su labio con la manga mientras miraba a Dulfary “tomar” el barco. Si no fuera porque le dolerían mucho las costillas se hubiese reído.
-No, no, inténtalo así - Se agacho y tomo ella al ex capitán por la camisa – Nos quedamos con el barco, y si la diosa del mar es piadosa dejara que vivas – Hizo una seña a un grupo de piratas desconcertados ante el cambio de mando – Preparen un bote.
-De acuerdo, ya veremos como hacemos…. – Fue lo único que contesto.
Sin perder de vista a los piratas que las rodeaban intento mirar en la dirección en que tanto el capitán como su contramaestre peleaban, ese era el punto importante, si querían ahorrarse problemas tenían que terminar ellas victoriosas de ese duelo.
De no ser porque confiaba plenamente en Dulfary hubiese reprochado de algún modo cuando la tomo por el hombro y la obligo a agacharse, le sorprendió levemente la fuerza que podía tener cuando quería en ese pequeño cuerpito (pequeño para los cánones de la pirata, acostumbrada a los hombres de cuerpo bien formado y mujeres…que parecían hombres).
Murmuro un rezo de agradecimiento por haber hecho caso cuando vio salir volando al grupo entero de piratas que las rodeaban, de los primeros pobres infelices que se levantaron se encargo la rubia, de los no menos desgraciados que vinieron luego Sophitia les dio unos someros golpes, dejándolos fuera del juego.
Corrió en dirección al contramaestre, pero no sería tan fácil como con los demás, no en vano tenia su cargo, la pirata ataco por la espalda, pero logro esquivarla antes de que pudiera tocarlo, devolvió el golpe intentando darle con la espada, pero Sophitia lo desvió, golpeándolo luego en la muñeca para que soltara el arma.
El contramaestre no estaba dispuesto a dejar su posibilidad de obtener el barco así como así, luego de todas las molestias que se había tomado, los días planeándolo, convenciendo al resto de la tripulación, no dejaría que dos estúpidas mujeres que vaya a saber de donde habían salido lo arruinaran todo.
Sophitia recibió un duro golpe en las costillas que le quito el aire, por mas que supiera pelear la fuerza de un hombre seguía siendo superior, lo que sin duda no permitiría es que se llevara un golpe de gratis, le devolvió un puñetazo en la mandíbula, y uno mas en la articulación del hombro.
Ambos se miraron, rieron a la vez, seria una pelea interesante ¿Quién aguantaría más? Sophitia recibió un nuevo golpe muy cerca del pecho, el muy bastardo sabia donde golpearla, pero no había sido tan fuerte como la primera vez, lo cual le demostró que el hombro le tenía que estar doliendo.
Luego de una serie de ataques ambos contendientes estaban bastantes mal heridos, respiraban con dificultad y se miraban, intentando medir el que podía ser el ultimo golpe. El contramaestre no andaría con rodeos,lanzo el puño recto y certero en la cara de la pirata, aprovechando su mayor fuerza y tamaño. Pero Sophitia seguía siendo la mas rápida, se agacho en un pestañeo y pateo con todas sus fuerzas una de las rodillas.
Finalmente el contramaestre había caído, la pirata se limpio la sangre que manaba de su labio con la manga mientras miraba a Dulfary “tomar” el barco. Si no fuera porque le dolerían mucho las costillas se hubiese reído.
-No, no, inténtalo así - Se agacho y tomo ella al ex capitán por la camisa – Nos quedamos con el barco, y si la diosa del mar es piadosa dejara que vivas – Hizo una seña a un grupo de piratas desconcertados ante el cambio de mando – Preparen un bote.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Patito Nadador
Así que es una maldita pelea entre borrachos... =__=
No creo que sea exactamente eso.
Da lo mismo, es entre piratas y mercenarios =__=
No son exactamente mercenarias...
Bueno, ¿quieres venir tú acá entonces? Por que se está dando de maravilla el entender la situación sin siquiera estar en un barco.
Esta bien, esta bien... no digo nada más...
Maldita hija de put...
De la pequeña bolsa que recuperó en la habitación, extrajo una pequeña planta con forma de una pequeña maleza. Comenzó a limpiar su raíz poco a poco, hasta que quedó libre de la tierra que poseía en sus raíces. No pudo evitar agacharse, casi como si no le importara, para, por encima suyo, pasar raudamente un cuerpo de un pirata que salió volando por la maniobra de aire con el trapo que hizo Dul. Volvió a incorporarse, para seguir viendo la escena mientras mordía como un animal a la carne la planta, masticaba una porción de las raíces de la planta.
-Está asqueroso - No pudo evitar hacer una expresión de asco, aunque siguió masticándolo.
De la pequeña bolsa, también sacó una pequeña botella. Sin siquiera ver su contenido, la abrió y tomó un sorbo rápido. Al poco tiempo, su cara cambió a un desagrado por el efecto de la bebida consumida.
-Malditos piratas... nisiquiera saben añejar bien el ron
Espera... ¿tomaste alcohol?
Si. ¿Y?*tono amenazante*
Nada, nada...
No le importaba demasiado la pelea, así como ver cómo el capitán del navío era rápidamente reducido por Dul, ni que el contramaestre también sucumbía ante Sophitia. Desde el principio el nivel de destreza y habilidad de las que provocaban el motín se hacía notar con creces, y entre piratas comunes y corrientes, que por cierto eran fuertes, los números no ayudan demasiado en este tipo de situaciones. Solo había que ver cuántos de los "sobrevivientes" estarían dispuestos a seguirlas después de este resultado. Los piratas también tienen su orgullo.
Minuki no pudo evitar bostezar del sueño, mientras volvía a la bodega con un paso lento y cansino. Dejó caer la pequeña botella de Ron que adquirió de la bolsita, y cerró por dentro la escotilla que llevaba a la bodega. La botella lentamente rodó por la borda, esquivando a los piratas inconscientes que abundaban en el piso... logró llegar al pie de un pirata que, entre la intensidad de la pelea y el encaramiento hacia el capitán que hacían las dos mujeres, intentó sorprender con un golpe por detrás a una de las que provocaron el motín. Sin embargo, apenas pisó la botella, se desequilibró su paso y se fue de espaldas, cayendo encima de un martillo que llevaba uno de los piratas que intentó derribar, al inicio de la pelea, a Dulfary. El golpe en la cabeza sepultó su conciencia, quizás por horas.
La bodega estaba débilmente iluminada, pero pudieron notarse tres siluetas que las sombras intentaron ocultar. Eran fornidos, y con una cara de pocos amigos que encargaba al miedo entre personas normales.
-¿Quién es esta bastarda? - mencionó uno de ellos.
-No lo sé, pero de seguro viene con esas dos hijas de puta que nos atacaron hace poco - encontró respuesta.
Los tres se levantaron al unísono y de manera bastante tranquila, como si fuera un trámite, se acercaron a la pequeña. Entre los tres, esperaban hacerla añicos, o secuestrarla para ver si lograban sacar algo a Dulfary y Sophitia. Caerían si era una aliada de ellas... y si no, serviría como "aperitivo" para lo que se vendría.
Sin embargo, la cara de Minuki cambió con solo fruncir el ceño, mientras permanecía inmóvil en las escaleras de la bodega.
-¿Así que... quieren dejarme sin mis horas de sueño...? - susurró para si misma, mientras hacía sonar los huesos de sus dedos, con solo moverlos ligeramente sin hacer presión entre ellos - Aprenderán a respetar el sueño de una genio, aún cuando deban morir en el intento...
No creo que sea exactamente eso.
Da lo mismo, es entre piratas y mercenarios =__=
No son exactamente mercenarias...
Bueno, ¿quieres venir tú acá entonces? Por que se está dando de maravilla el entender la situación sin siquiera estar en un barco.
Esta bien, esta bien... no digo nada más...
Maldita hija de put...
De la pequeña bolsa que recuperó en la habitación, extrajo una pequeña planta con forma de una pequeña maleza. Comenzó a limpiar su raíz poco a poco, hasta que quedó libre de la tierra que poseía en sus raíces. No pudo evitar agacharse, casi como si no le importara, para, por encima suyo, pasar raudamente un cuerpo de un pirata que salió volando por la maniobra de aire con el trapo que hizo Dul. Volvió a incorporarse, para seguir viendo la escena mientras mordía como un animal a la carne la planta, masticaba una porción de las raíces de la planta.
-Está asqueroso - No pudo evitar hacer una expresión de asco, aunque siguió masticándolo.
De la pequeña bolsa, también sacó una pequeña botella. Sin siquiera ver su contenido, la abrió y tomó un sorbo rápido. Al poco tiempo, su cara cambió a un desagrado por el efecto de la bebida consumida.
-Malditos piratas... nisiquiera saben añejar bien el ron
Espera... ¿tomaste alcohol?
Si. ¿Y?*tono amenazante*
Nada, nada...
No le importaba demasiado la pelea, así como ver cómo el capitán del navío era rápidamente reducido por Dul, ni que el contramaestre también sucumbía ante Sophitia. Desde el principio el nivel de destreza y habilidad de las que provocaban el motín se hacía notar con creces, y entre piratas comunes y corrientes, que por cierto eran fuertes, los números no ayudan demasiado en este tipo de situaciones. Solo había que ver cuántos de los "sobrevivientes" estarían dispuestos a seguirlas después de este resultado. Los piratas también tienen su orgullo.
Minuki no pudo evitar bostezar del sueño, mientras volvía a la bodega con un paso lento y cansino. Dejó caer la pequeña botella de Ron que adquirió de la bolsita, y cerró por dentro la escotilla que llevaba a la bodega. La botella lentamente rodó por la borda, esquivando a los piratas inconscientes que abundaban en el piso... logró llegar al pie de un pirata que, entre la intensidad de la pelea y el encaramiento hacia el capitán que hacían las dos mujeres, intentó sorprender con un golpe por detrás a una de las que provocaron el motín. Sin embargo, apenas pisó la botella, se desequilibró su paso y se fue de espaldas, cayendo encima de un martillo que llevaba uno de los piratas que intentó derribar, al inicio de la pelea, a Dulfary. El golpe en la cabeza sepultó su conciencia, quizás por horas.
La bodega estaba débilmente iluminada, pero pudieron notarse tres siluetas que las sombras intentaron ocultar. Eran fornidos, y con una cara de pocos amigos que encargaba al miedo entre personas normales.
-¿Quién es esta bastarda? - mencionó uno de ellos.
-No lo sé, pero de seguro viene con esas dos hijas de puta que nos atacaron hace poco - encontró respuesta.
Los tres se levantaron al unísono y de manera bastante tranquila, como si fuera un trámite, se acercaron a la pequeña. Entre los tres, esperaban hacerla añicos, o secuestrarla para ver si lograban sacar algo a Dulfary y Sophitia. Caerían si era una aliada de ellas... y si no, serviría como "aperitivo" para lo que se vendría.
Sin embargo, la cara de Minuki cambió con solo fruncir el ceño, mientras permanecía inmóvil en las escaleras de la bodega.
-¿Así que... quieren dejarme sin mis horas de sueño...? - susurró para si misma, mientras hacía sonar los huesos de sus dedos, con solo moverlos ligeramente sin hacer presión entre ellos - Aprenderán a respetar el sueño de una genio, aún cuando deban morir en el intento...
Minuki- Cantidad de envíos : 48
Re: Patito Nadador
Tras la golpiza a puño limpio que le dio al contramaestre, irremediablemente Sophitia se ganó el respeto de los hombres del Patito Nadador, de alguno, incluso el miedo. Más de uno estuvo seguro que si la morena, no la rubia, decidía tomarse el barco y no solo huir como inicialmente habían creído, ellos la seguirían… Adoloridos y todo, no eran tan ciegos para no darse cuenta que su motín habría tenido mas éxito guiados por ella, que por su primer líder.
Aquellos que aun le eran leales al capitán, se debatían entre rendirse o sufrir la misma suerte que su Jefe. Quienes aun le eran leales al capitán, se sentían aun más humillados al escuchar la orden de la rubia, ya que con una sola palabra, pese a no hablar muy bien su idioma, captaron que ella de barcos, tomas, marineros y mucho menos piratas, no tenía la menor idea. Más que patéticos por perder su barco ante ellas, se sentían ridículos y el abandonar su larga vida de pillaje y mar se vislumbraba como una alternativa ante sus ojos en un futuro muy cercano.
Alternativa que dejarían de lado, sin duda en par de días y tras una buena borrachera a base de ron y alcohol enano.
De vuelta al presente, con los dos líderes sometidos, los hombres se iban arrastrando para alejarse de ellas y lo que seguiría a continuación, lo cual era obvio para ellos y lo dejó en claro Sophitia al pedir un bote. En el mar, se percataba Dulfary, el lengua, sin importar el idioma, era uno solo. Sin embargo, como algunos dudaron en obedecer, ella tomó del cuello al capitán y con una sonrisa amable e infantil, que por desconocimiento de verdades el capitán asumió como peligrosa, le pidió que tradujera
- Sin trrrucos – imitó su acento y volvió a sonreír. Solo en ese momento se dio cuenta de algo terrible. Xavi seguía sin aparecer y enviarlo a altamar implicaba una muerte largo y agónica… como la que habrían tenido ellos si no los hubieran “rescatado”. Algo en su estomago se revolvió y le dirigió una mirada cargada de dudas a la pirata.
- Esto… - miró rededor – Capitana… - se acercó a su oído y le cuchicheó – lo vamos a dejar en el mar?… pero se va a morir de deshidratación y… - apretó el puño con fuerza, generando una nueva expectativa entre los hombres del barco.
No tenían idea de qué hablaban esas dos, pero no podía ser algo bueno. Sin hablar mucho habían logrado lo hecho, no se quisieron imaginar, supersticiosos hombres de mar, que harían si cruzaban palabras entre ellas?
- No se puede solo amarrarlo y mandarlo al fondo de la bodega?
- Kapteinen, trenger vi en båt – anunció uno de los hombres. Dul enarcó una ceja y miró al ex capitán a la espera que tradujera
- Qué dijo? –
- Que no seguirrran tus orrrdenes – sonrió con sorna, pero el pirata, escupió al piso con desagrado y repitió, en lo mejor que pudo de su idioma
- Kapteinen, bote… faltarrr... – hizo un además de olas y alejarse, con la mano, tratando de darse a entender - Mmm falta un bote, nos – sonrió orgulloso de su traducción y Dul que hacía un segundo abogaba por el ex capitán, le dio un punta pie en las costillas.
Mientras tanto, en la bodega, las cosas se ponían un poco feas para la pequeña Minuki. Sorprendida por dos cobardes que no querían enfrentarse a Sophitia y Dulfary, pero que sí esperarían hasta tener su oportunidad ya fuera para huir o para devolver el golpe, asediaban a la niña.
- Hvem er denne jævelen? -- mencionó uno de ellos.
- Jeg vet ikke, men sikkert kommer med to døtre av en tispe som angrep oss nylig- encontró respuesta.
Si bien es cierto, la respuesta que les dio la niña los dejó en un estado entre la sorpresa y la risa.
- Se på det søte uhyre, så sint. Vi bryr oss svært små hva du sier - el segundo soltó la carcajada al ver la actitud de Minuki
- Overrask oss ... hva vil dere gjøre med det, Eh? Eh? – sin esperar mas, la tomó con fuerza del cuello de la camisa y la arrojó sin mayor dificultad contra una de los barriles del fondo de la bodega.
- Ikke drep, kan være ess i ermet – secundó con una sonrisa para nada amable.
Aquellos que aun le eran leales al capitán, se debatían entre rendirse o sufrir la misma suerte que su Jefe. Quienes aun le eran leales al capitán, se sentían aun más humillados al escuchar la orden de la rubia, ya que con una sola palabra, pese a no hablar muy bien su idioma, captaron que ella de barcos, tomas, marineros y mucho menos piratas, no tenía la menor idea. Más que patéticos por perder su barco ante ellas, se sentían ridículos y el abandonar su larga vida de pillaje y mar se vislumbraba como una alternativa ante sus ojos en un futuro muy cercano.
Alternativa que dejarían de lado, sin duda en par de días y tras una buena borrachera a base de ron y alcohol enano.
De vuelta al presente, con los dos líderes sometidos, los hombres se iban arrastrando para alejarse de ellas y lo que seguiría a continuación, lo cual era obvio para ellos y lo dejó en claro Sophitia al pedir un bote. En el mar, se percataba Dulfary, el lengua, sin importar el idioma, era uno solo. Sin embargo, como algunos dudaron en obedecer, ella tomó del cuello al capitán y con una sonrisa amable e infantil, que por desconocimiento de verdades el capitán asumió como peligrosa, le pidió que tradujera
- Sin trrrucos – imitó su acento y volvió a sonreír. Solo en ese momento se dio cuenta de algo terrible. Xavi seguía sin aparecer y enviarlo a altamar implicaba una muerte largo y agónica… como la que habrían tenido ellos si no los hubieran “rescatado”. Algo en su estomago se revolvió y le dirigió una mirada cargada de dudas a la pirata.
- Esto… - miró rededor – Capitana… - se acercó a su oído y le cuchicheó – lo vamos a dejar en el mar?… pero se va a morir de deshidratación y… - apretó el puño con fuerza, generando una nueva expectativa entre los hombres del barco.
No tenían idea de qué hablaban esas dos, pero no podía ser algo bueno. Sin hablar mucho habían logrado lo hecho, no se quisieron imaginar, supersticiosos hombres de mar, que harían si cruzaban palabras entre ellas?
- No se puede solo amarrarlo y mandarlo al fondo de la bodega?
- Kapteinen, trenger vi en båt – anunció uno de los hombres. Dul enarcó una ceja y miró al ex capitán a la espera que tradujera
- Qué dijo? –
- Que no seguirrran tus orrrdenes – sonrió con sorna, pero el pirata, escupió al piso con desagrado y repitió, en lo mejor que pudo de su idioma
- Kapteinen, bote… faltarrr... – hizo un además de olas y alejarse, con la mano, tratando de darse a entender - Mmm falta un bote, nos – sonrió orgulloso de su traducción y Dul que hacía un segundo abogaba por el ex capitán, le dio un punta pie en las costillas.
Mientras tanto, en la bodega, las cosas se ponían un poco feas para la pequeña Minuki. Sorprendida por dos cobardes que no querían enfrentarse a Sophitia y Dulfary, pero que sí esperarían hasta tener su oportunidad ya fuera para huir o para devolver el golpe, asediaban a la niña.
- Hvem er denne jævelen? -- mencionó uno de ellos.
- Jeg vet ikke, men sikkert kommer med to døtre av en tispe som angrep oss nylig- encontró respuesta.
Si bien es cierto, la respuesta que les dio la niña los dejó en un estado entre la sorpresa y la risa.
- Se på det søte uhyre, så sint. Vi bryr oss svært små hva du sier - el segundo soltó la carcajada al ver la actitud de Minuki
- Overrask oss ... hva vil dere gjøre med det, Eh? Eh? – sin esperar mas, la tomó con fuerza del cuello de la camisa y la arrojó sin mayor dificultad contra una de los barriles del fondo de la bodega.
- Ikke drep, kan være ess i ermet – secundó con una sonrisa para nada amable.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Patito Nadador
Sophitia estaba golpeada, adolorida, llena de contusiones y moretones que hacían cada movimiento un terrible esfuerzo, pero la imagen que mostraba era la de una mujer victoriosa, su rostro serio, sin el menor atisbo del dolor que estaba soportando, y es que había algo que la pirata había aprendido muy bien.
- Es necesario, Dul – Le susurro a su vez, no quería demostrar a los demás tripulantes que tenían diferencias – Tu no sabes como son los piratas, crees que con golpearlos un poco ya esta, pero si no te desases del viejo capitán esta misma noche te despertaras con una daga en el cuello.
No era una opinión, o un punto de vista, Sophitia sabía con certeza que si no hacían al menos un acto de crueldad injustificada ninguno de esos hombres las tomarían cien por siento en serio. Ahora estaban asustados y sorprendidos, eran mas domesticables, pero con las horas el miedo se iría, y la revuelta volvería a empezar, solo que con ambas mujeres mas lastimaras y cansadas.
Su padre no le había enseñado eso, según él, con el respeto y la admiración bastaba para que una tripulación cooperara, pero la vida le había demostrado otra cosa, y había algo con lo que su padre jamas había tenido que lidiar, y era el hecho de ser mujer en un mundo de hombres.
- Oh, así que no hay bote – Dijo Sophitia bien claro para que todos la escucharan – Que pena, lo lamento tanto por ti – Agrego irónicamente, palmeo a Dulfary suavemente en la espalda luego de que pateara al ex capitán pirata, felicitándola – Lo lamento por que entonces las cosas serán mucho más sencillas para mi.
Tomo una de las sogas que estaban cerca, una espada y dio patadas no demasiado fuertes al pirata hasta que se dio vuelta, ya que no hablaba el idioma entendería la lengua universal de la violencia. Le ato ambas manos a la espalda con una rapidez impresionante, como era de esperarse de una pirata de nacimiento. No iba a esperar a que el resto de la tripulación estuviera dispuesta a cooperar con ella, no les dejaría alternativa, la seguirían y les gustaría, o seguirían el mismo destino que su ex capitán, esa era la idea del mensaje.
- Camina – Fue lo único que le dijo guiándolo a punta de espada hasta el borde, la idea era bien clara – Quería ser considerada, dejar tu destino a la suerte, pero no fuisteis capaces de cooperar conmigo siquiera en las cosas mas mínimas.....
Sophitia no quería tratar a así a su futura tripulación, no era el tipo de relación que le gustaba tener, dominar por el miedo en lugar del respeto.... Pero entre los pirata la línea entre una y otra era bastante delgada, era miedo seguido de respeto en la mayoría de los casos.
Sophitia tenía al pirata agarrado por el nudo de las sogas que sujetaban sus manos, con un pequeño empujón se hundiría hasta el fondo del mar sin que pudiera hacer nada al respecto.
- Es necesario, Dul – Le susurro a su vez, no quería demostrar a los demás tripulantes que tenían diferencias – Tu no sabes como son los piratas, crees que con golpearlos un poco ya esta, pero si no te desases del viejo capitán esta misma noche te despertaras con una daga en el cuello.
No era una opinión, o un punto de vista, Sophitia sabía con certeza que si no hacían al menos un acto de crueldad injustificada ninguno de esos hombres las tomarían cien por siento en serio. Ahora estaban asustados y sorprendidos, eran mas domesticables, pero con las horas el miedo se iría, y la revuelta volvería a empezar, solo que con ambas mujeres mas lastimaras y cansadas.
Su padre no le había enseñado eso, según él, con el respeto y la admiración bastaba para que una tripulación cooperara, pero la vida le había demostrado otra cosa, y había algo con lo que su padre jamas había tenido que lidiar, y era el hecho de ser mujer en un mundo de hombres.
- Oh, así que no hay bote – Dijo Sophitia bien claro para que todos la escucharan – Que pena, lo lamento tanto por ti – Agrego irónicamente, palmeo a Dulfary suavemente en la espalda luego de que pateara al ex capitán pirata, felicitándola – Lo lamento por que entonces las cosas serán mucho más sencillas para mi.
Tomo una de las sogas que estaban cerca, una espada y dio patadas no demasiado fuertes al pirata hasta que se dio vuelta, ya que no hablaba el idioma entendería la lengua universal de la violencia. Le ato ambas manos a la espalda con una rapidez impresionante, como era de esperarse de una pirata de nacimiento. No iba a esperar a que el resto de la tripulación estuviera dispuesta a cooperar con ella, no les dejaría alternativa, la seguirían y les gustaría, o seguirían el mismo destino que su ex capitán, esa era la idea del mensaje.
- Camina – Fue lo único que le dijo guiándolo a punta de espada hasta el borde, la idea era bien clara – Quería ser considerada, dejar tu destino a la suerte, pero no fuisteis capaces de cooperar conmigo siquiera en las cosas mas mínimas.....
Sophitia no quería tratar a así a su futura tripulación, no era el tipo de relación que le gustaba tener, dominar por el miedo en lugar del respeto.... Pero entre los pirata la línea entre una y otra era bastante delgada, era miedo seguido de respeto en la mayoría de los casos.
Sophitia tenía al pirata agarrado por el nudo de las sogas que sujetaban sus manos, con un pequeño empujón se hundiría hasta el fondo del mar sin que pudiera hacer nada al respecto.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Patito Nadador
Desde que bajó hacia la bodega por la escotilla y encontró a los sujetos, entendió perfectamente en la situación que se encontraba, así como comprendió la sonrisa en sus labios, el lanzamiento hacia uno de los barriles que originó que este se destruyera con el impacto, así también comprendió que el plan de los sujetos la involucraba, no de una manera muy hermosa, en la recuperación del barco (también el hecho que entendiera noruego). Pero al contrario de ella, los sujetos no comprenderían lo que estaba a punto de pasar en ese lugar.
Permaneció en el suelo por unos segundos, en los pocos escombros de lo que quedó del barril. Los sujetos tomaron algunos pasos antes de detenerse por completo, mientras algunos sonidos que jamás habían escuchado antes comenzaron a escucharse en la bodega. Eran unos sonidos como si algo nada natural se moviera contra el barco. Los dos sujetos solo limitaron a encogerse de hombros, mientras murmuraban que podía tratarse de la pelea que se daba lugar en el exterior.
Volvieron a sonreír, y dieron otro par de pasos hacia la joven, pero poco a poco los sonidos comenzaron a aumentar en cantidad y en decibeles, dándoles a entender que no se trataba de algo de exterior, sino de algo que emanaba desde el mismísimo interior en donde estaban. Pronto se dieron vuelta a sus espaldas, el origen del sonido, pero no encontraron nada. El sonido ahora se encontraba nuevamente a sus espaldas, donde estaba Minuki. Pronto se dieron vuelta, pero el sonido no estaba, así como tampoco la niña. Pero lo más extraño es que el barril se mostraba intacto, como si nunca hubiera sido golpeado por el cuerpo de la niña al ser tomada por el pirata.
Ambos se miraron extrañados, la habían dejado ahí, claramente inconsciente. Pero no estaba...
Pronto, la preocupación comenzó a invadir cada parte de su cuerpo. Las dudas comenzaron a rondar en sus mentes... ¿lo habían alucinado producto de la intensidad de lo ocurrido arriba? ¿Acaso fue un fantasma? No podían creerlo. El pirata que la había tomado parecía convencido, se sintió bastante real, y en todos sus viajes y estadías, jamás se había topado con esto antes.
De pronto, una por una, las velas que iluminaban la bodega (off: creo que las bodegas de los barcos no tienen ventanas, para que la luz del sol no afecte aún más las cargas), hasta dejar una luz muy tenue en el lugar. Incluso forzando la vista, costaba ver más allá de un metro. Ambos piratas comenzaron a asustarse, debido a estos fenómenos. Los sonidos volvieron a sentirse, aunque esta vez delante de ellos. Ambos no dudaron en sacar sus armas, aunque no sabía siquiera a qué se enfrentaban ni cómo enfrentarlo.
Pronto, sus rostros comenzaron a palidecer cuando vieron una silueta que se acercaba hacia ellos. Al principio, pensaron que se trataba de la niña, y estaban dispuestos a ir todo contra ella, pero no estaban seguros debido a la poca luz que había. Pero era la única, ¿como podría haber alguien más...? Pero poco a poco, la silueta tomó una figura determinada, y la luz mostró su verdadero ser al poco tiempo.
Parecía hecho de madera y medía 1 metro 50 centímetros, una aberración jamás vista en toda su vida de piratas. Sus mentes, en algún momento, pensaron en ir hacia él, pero pronto las siluetas comenzaron a multiplicarse por todos lados. Los sonidos aumentaron detrás de su espalda, y cuando se dieron vuelta por reacción, más y más de ellos también se mostraron en la bodega. Antes no estaban, pero ahora eran los suficientes como para navegar este barco.
Ambos se dieron las espaldas, intentando cubrir la mayor cantidad de visibilidad, aunque con una especie de miedo que los invadía. ¿Quienes eran estas criaturas que se mostraban ante ellos? ¿Que deseaban? Y por sobre todo, ¿donde estaba la niña?
Unos pasos irregulares se escucharon al costado de los piratas... una silueta distinta a todas se mostró ante ellos, con paso seguro, como si dominara toda la situación de ahí. Pronto, la luz mostró a una pequeña rubia, con un hilo de sangre que salía de su sien y recorría su mejilla hasta caer en gotas al suelo. Su rostro mostraba una sonrisa que contrastaba con la seriedad de su mirada. No emanaba la misma impresión que antes. Sus ojos miraban fijo y con determinación, con esa sonrisa que la hacía ver como si estuviera loca.
Pronto, su risa amplió aún más, mientras un chasquido de sus dedos dio la orden a las demás siluetas, quienes se acercaron lentamente a los piratas.
-Bienvenidos...
------
5 minutos después
------
La escotilla que daba hacia la bodega se abrió súbitamente, con las siluetas de los piratas que entraron para darle una emboscada a las dos mujeres que se tomaron el barco. Se pelearon entre si para salir primero de aquel lugar, desesperados, gritando y pidiendo ayuda, como si no fueran piratas. Cuando lograron salir, se dirigieron hacia el grupo de mujeres, con una nula intención de pelear en sus ojos, llenos de miedo y terror de lo que habían visto y vivido en la bodega. Decían cosas que nadie entendía, nisiquiera los piratas que estaban ahí. No parecían dañados, aunque si tenían algunas magulladoras que parecían haber sido hechas por ratas.
A lo lejos, la silueta de la joven miraba la escena, con una cara de tremendo sueño como antes tenía cuando subió a la cubierta, que se combinaba con una pizca de decepción.
-Tsk... niñitas
Permaneció en el suelo por unos segundos, en los pocos escombros de lo que quedó del barril. Los sujetos tomaron algunos pasos antes de detenerse por completo, mientras algunos sonidos que jamás habían escuchado antes comenzaron a escucharse en la bodega. Eran unos sonidos como si algo nada natural se moviera contra el barco. Los dos sujetos solo limitaron a encogerse de hombros, mientras murmuraban que podía tratarse de la pelea que se daba lugar en el exterior.
Volvieron a sonreír, y dieron otro par de pasos hacia la joven, pero poco a poco los sonidos comenzaron a aumentar en cantidad y en decibeles, dándoles a entender que no se trataba de algo de exterior, sino de algo que emanaba desde el mismísimo interior en donde estaban. Pronto se dieron vuelta a sus espaldas, el origen del sonido, pero no encontraron nada. El sonido ahora se encontraba nuevamente a sus espaldas, donde estaba Minuki. Pronto se dieron vuelta, pero el sonido no estaba, así como tampoco la niña. Pero lo más extraño es que el barril se mostraba intacto, como si nunca hubiera sido golpeado por el cuerpo de la niña al ser tomada por el pirata.
Ambos se miraron extrañados, la habían dejado ahí, claramente inconsciente. Pero no estaba...
Pronto, la preocupación comenzó a invadir cada parte de su cuerpo. Las dudas comenzaron a rondar en sus mentes... ¿lo habían alucinado producto de la intensidad de lo ocurrido arriba? ¿Acaso fue un fantasma? No podían creerlo. El pirata que la había tomado parecía convencido, se sintió bastante real, y en todos sus viajes y estadías, jamás se había topado con esto antes.
De pronto, una por una, las velas que iluminaban la bodega (off: creo que las bodegas de los barcos no tienen ventanas, para que la luz del sol no afecte aún más las cargas), hasta dejar una luz muy tenue en el lugar. Incluso forzando la vista, costaba ver más allá de un metro. Ambos piratas comenzaron a asustarse, debido a estos fenómenos. Los sonidos volvieron a sentirse, aunque esta vez delante de ellos. Ambos no dudaron en sacar sus armas, aunque no sabía siquiera a qué se enfrentaban ni cómo enfrentarlo.
Pronto, sus rostros comenzaron a palidecer cuando vieron una silueta que se acercaba hacia ellos. Al principio, pensaron que se trataba de la niña, y estaban dispuestos a ir todo contra ella, pero no estaban seguros debido a la poca luz que había. Pero era la única, ¿como podría haber alguien más...? Pero poco a poco, la silueta tomó una figura determinada, y la luz mostró su verdadero ser al poco tiempo.
- Spoiler:
Parecía hecho de madera y medía 1 metro 50 centímetros, una aberración jamás vista en toda su vida de piratas. Sus mentes, en algún momento, pensaron en ir hacia él, pero pronto las siluetas comenzaron a multiplicarse por todos lados. Los sonidos aumentaron detrás de su espalda, y cuando se dieron vuelta por reacción, más y más de ellos también se mostraron en la bodega. Antes no estaban, pero ahora eran los suficientes como para navegar este barco.
Ambos se dieron las espaldas, intentando cubrir la mayor cantidad de visibilidad, aunque con una especie de miedo que los invadía. ¿Quienes eran estas criaturas que se mostraban ante ellos? ¿Que deseaban? Y por sobre todo, ¿donde estaba la niña?
Unos pasos irregulares se escucharon al costado de los piratas... una silueta distinta a todas se mostró ante ellos, con paso seguro, como si dominara toda la situación de ahí. Pronto, la luz mostró a una pequeña rubia, con un hilo de sangre que salía de su sien y recorría su mejilla hasta caer en gotas al suelo. Su rostro mostraba una sonrisa que contrastaba con la seriedad de su mirada. No emanaba la misma impresión que antes. Sus ojos miraban fijo y con determinación, con esa sonrisa que la hacía ver como si estuviera loca.
Pronto, su risa amplió aún más, mientras un chasquido de sus dedos dio la orden a las demás siluetas, quienes se acercaron lentamente a los piratas.
-Bienvenidos...
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5 minutos después
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La escotilla que daba hacia la bodega se abrió súbitamente, con las siluetas de los piratas que entraron para darle una emboscada a las dos mujeres que se tomaron el barco. Se pelearon entre si para salir primero de aquel lugar, desesperados, gritando y pidiendo ayuda, como si no fueran piratas. Cuando lograron salir, se dirigieron hacia el grupo de mujeres, con una nula intención de pelear en sus ojos, llenos de miedo y terror de lo que habían visto y vivido en la bodega. Decían cosas que nadie entendía, nisiquiera los piratas que estaban ahí. No parecían dañados, aunque si tenían algunas magulladoras que parecían haber sido hechas por ratas.
A lo lejos, la silueta de la joven miraba la escena, con una cara de tremendo sueño como antes tenía cuando subió a la cubierta, que se combinaba con una pizca de decepción.
-Tsk... niñitas
Minuki- Cantidad de envíos : 48
Re: Patito Nadador
- No, no quiero eso, sería horrible - respondió a las palabras de Sophitia, acariciándose el cuello - pero podríamos dormirle o algo... Sophitia, eramos nosotras las que estábamos en el mar hasta hace poco, si no fuera por él... habríamos muerto de sed o algo peor... - no podía discutirlo mucho, menos con los eventos ocurriendo tan rápido como lo hacían.
El pirata se refería a que les faltaba uno para no quedarse con solo una embarcación en caso de necesitarla, si dejaban al ex capitán irse en el otro. Pero tampoco la corrigió, apoyaba lo que las palabras de Sophitia insinuaban y quería verlo llegar hasta el final. Le empezaba a caer cada vez mejor su capitana.
Todos miraban impasibles las acciones de la pirata, sin ayudar, pero sin dejar de sonreír, todos menos Dulfary que se debatía entre intervenir y no hacerlo. Había que amarrarlo y eso era lo que hacía la pirata. Tenía un bajo la manga todavía y tal vez podría jugárselo, pero no estaba segura de su efectividad. Eso sí, cada vez más se daba cuenta de cuanta experiencia tenía Sophitia en el mar.
Pensaba para sus adentros que su familia debió haber sido mercante y llevarla con ella en los constantes viajes, dejando que aprendiera mañas de los demás marinos
Todos abrieron paso para dejar cumplir la ejecución, los pocos que intentaron decir algo fueron acallados por sus propios compañeros o por una mira de Dulfary, la cual no implicaba silencio, sino solo atención. Rogaba porque alguien detuviera todo aquello y ya que nadie lo haría, tendría que hacerlo ella, así que sonrió, con la mas pícara y "malvada" de sus sonrisas y dio un paso al frente
- Capitana, en serio, por favor, me puedo quedar con él para jugar? nunca me viene mal un blanco móvil para entrenar - pidió tratando de sonar lo mas perversa posible - es un inútil, ya lo demostró, ni a los peces les servirá de comida, en cambio yo le puedo mar usos - sonrió de nuevo, con orgullo y cuando iba argumentar algo más, la escotilla de la bodega se abrió dejando salir a dos hombres que habían pasado por alto.
Sin pensarlo siguiera, en su manos ya había dos cuchillos y otros dos volaban en dirección a los hombres; se clavaron el suelo como advertencia muda de lo que les pasaría, pero ellos los saltaros y siguieron corriendo. Estaban realmente asustados.
Centrada su atención como estaba en los hombres, tardó mas de lo esperado para su gente en girar la vista hacia bodega. Fuera lo que fuera que los había espantado, estaba ahí. Con esta nueva preocupación, se desentendió de lo que haría Sophitia con el ex capitán y se acercó con pasos cautos hacia esta, haciéndole señas a dos de los hombres del motín para que la acompañara
Y entonces las vio. La cabeza rubia de la niña la dejó quieta. Lo primero que buscó fueron sus ojos, su mente trató de hacerle una pasada pero el color ambar de los que veía la sacó de lo pudo ser una muy fuerte impresión.
- No puede ser... - no se refería a que la niña los sacara corriendo, se refería a que había una niña en el barco y que esta niña no huía de lo que fuera que había en la bodega. Como una acción refleja, tomó de la camisa al pirata que tenía mas cerca, interponiendo su pie y haciéndole una llave con su camisa y su brazo, lo arrojó al piso y lo miró con furia en sus demoníacos ojos rojos, haciendo presión con el antebrazo en su cuello
- Qué clase de degenerados son que secuestran a una niña y la llevan como carga?? - lo sacudió un poco e hizo mas presión. el compañero no hizo nada por ayudarlo, pero si gesticuló lo siguiente
- Jeg vet ikke, hadde aldri sett -
Que por supuesto, no entendió
- Habla en común- le advirtió y tras darle un segundo sacudón al hombre que tenía en el piso, corrió donde Minuki - Hola... - no la miró a los ojos, de hecho se notó a distancia que el saludo era solo protocolario, la miraba por todos lados buscando indicios de bienestar, indicios que encontró muy pronto y por lo tanto se tranquilizó un poco - esto... que rayos haces en un barco pirata? - preguntó con curiosidad, pero sin tratar de ser simpática como lo habría cualquier otro adulto, sino con la espontaneidad de otro niño.
El pirata se refería a que les faltaba uno para no quedarse con solo una embarcación en caso de necesitarla, si dejaban al ex capitán irse en el otro. Pero tampoco la corrigió, apoyaba lo que las palabras de Sophitia insinuaban y quería verlo llegar hasta el final. Le empezaba a caer cada vez mejor su capitana.
Todos miraban impasibles las acciones de la pirata, sin ayudar, pero sin dejar de sonreír, todos menos Dulfary que se debatía entre intervenir y no hacerlo. Había que amarrarlo y eso era lo que hacía la pirata. Tenía un bajo la manga todavía y tal vez podría jugárselo, pero no estaba segura de su efectividad. Eso sí, cada vez más se daba cuenta de cuanta experiencia tenía Sophitia en el mar.
Pensaba para sus adentros que su familia debió haber sido mercante y llevarla con ella en los constantes viajes, dejando que aprendiera mañas de los demás marinos
Todos abrieron paso para dejar cumplir la ejecución, los pocos que intentaron decir algo fueron acallados por sus propios compañeros o por una mira de Dulfary, la cual no implicaba silencio, sino solo atención. Rogaba porque alguien detuviera todo aquello y ya que nadie lo haría, tendría que hacerlo ella, así que sonrió, con la mas pícara y "malvada" de sus sonrisas y dio un paso al frente
- Capitana, en serio, por favor, me puedo quedar con él para jugar? nunca me viene mal un blanco móvil para entrenar - pidió tratando de sonar lo mas perversa posible - es un inútil, ya lo demostró, ni a los peces les servirá de comida, en cambio yo le puedo mar usos - sonrió de nuevo, con orgullo y cuando iba argumentar algo más, la escotilla de la bodega se abrió dejando salir a dos hombres que habían pasado por alto.
Sin pensarlo siguiera, en su manos ya había dos cuchillos y otros dos volaban en dirección a los hombres; se clavaron el suelo como advertencia muda de lo que les pasaría, pero ellos los saltaros y siguieron corriendo. Estaban realmente asustados.
Centrada su atención como estaba en los hombres, tardó mas de lo esperado para su gente en girar la vista hacia bodega. Fuera lo que fuera que los había espantado, estaba ahí. Con esta nueva preocupación, se desentendió de lo que haría Sophitia con el ex capitán y se acercó con pasos cautos hacia esta, haciéndole señas a dos de los hombres del motín para que la acompañara
Y entonces las vio. La cabeza rubia de la niña la dejó quieta. Lo primero que buscó fueron sus ojos, su mente trató de hacerle una pasada pero el color ambar de los que veía la sacó de lo pudo ser una muy fuerte impresión.
- No puede ser... - no se refería a que la niña los sacara corriendo, se refería a que había una niña en el barco y que esta niña no huía de lo que fuera que había en la bodega. Como una acción refleja, tomó de la camisa al pirata que tenía mas cerca, interponiendo su pie y haciéndole una llave con su camisa y su brazo, lo arrojó al piso y lo miró con furia en sus demoníacos ojos rojos, haciendo presión con el antebrazo en su cuello
- Qué clase de degenerados son que secuestran a una niña y la llevan como carga?? - lo sacudió un poco e hizo mas presión. el compañero no hizo nada por ayudarlo, pero si gesticuló lo siguiente
- Jeg vet ikke, hadde aldri sett -
Que por supuesto, no entendió
- Habla en común- le advirtió y tras darle un segundo sacudón al hombre que tenía en el piso, corrió donde Minuki - Hola... - no la miró a los ojos, de hecho se notó a distancia que el saludo era solo protocolario, la miraba por todos lados buscando indicios de bienestar, indicios que encontró muy pronto y por lo tanto se tranquilizó un poco - esto... que rayos haces en un barco pirata? - preguntó con curiosidad, pero sin tratar de ser simpática como lo habría cualquier otro adulto, sino con la espontaneidad de otro niño.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Patito Nadador
Ninguno de los cobardes piratas parecía dispuesto a arriesgar su pellejo para salvar a su ex capitán, ya fuera por las penetrantes miradas de la kazekage, o por no querer contradecir a Sophitia y recibir una golpiza. El pronóstico para el capitán no era favorable, y si bien la pirata no demostraba duda alguna internamente se preguntaba si sería correcto llegar hasta ese punto. Entendió al instante cual era la idea de Dulfary, pero resultaba muy arriesgado…
El escandalo que realizaron los dos piratas al salir de la bodega casi hacen que Sophitia suelte a su victima, el ex capitán se balanceó peligrosamente en el borde hasta que la muchacha reacciono y volvió a sujetarlo.
No entendía muy bien, dos fornidos hombres corrían espantados de algo que no lograba ver ¿Qué podía ser lo que los asustara tanto? Como era de esperarse las reacciones de Dulfary eran mas rápidas que un pestañeo, estaba junto a los sujetos antes de que la pirata dijera nada, recién entonces pudo ver a la pequeña niña.
¿De donde había salido la enanita? No recordaba haberla visto allí antes, claro que no había revisado la bodega en detalle, todo había sucedido tan rápido, la captura, ser prisioneros, la revuelta, tranquilamente podría haber pasado por alto a una niña.
Dulfary estaba perdiendo el control, parecía que iba a acabar con cada uno de los piratas, la conclusión a la que había llegado era bastante obvia, Sophitia no la culpaba por pensarlo, sin embargo, creía que había otra explicación en el asunto.
Arrojo al ex capitán a un costado y se acercó a donde estaban la niña y Dulfary.
-¿Qué se supone que paso aquí? No había visto hombres tan asustados en mi vida – Pregunto mientras ponía los brazos en forma de jarra, como era de esperarse Sophitia no era muy buena en su trato con los niños, seguramente porque su experiencia al respecto era nula.
La niña parecía estar entera y bien, incluso mejor alimentada y cuidada que muchos de los marineros que estaban en el barco, no era una esclava o una prisionera, entonces tenia que haberse colado en el barco.
-Dulfary, no es momento para esto, toma a la enana y ve al cuarto del capitán, de seguro debe tener muchas mas comodidades que el resto de las habitaciones – Si es que había otras habitaciones, también era probable que los piratas solo colgaran hamacas para dormir – Terminare con esto e iré con ustedes.
No estaba segura de cómo terminaría con el asunto, pero improvisar era una de sus más destacables habilidades.
El escandalo que realizaron los dos piratas al salir de la bodega casi hacen que Sophitia suelte a su victima, el ex capitán se balanceó peligrosamente en el borde hasta que la muchacha reacciono y volvió a sujetarlo.
No entendía muy bien, dos fornidos hombres corrían espantados de algo que no lograba ver ¿Qué podía ser lo que los asustara tanto? Como era de esperarse las reacciones de Dulfary eran mas rápidas que un pestañeo, estaba junto a los sujetos antes de que la pirata dijera nada, recién entonces pudo ver a la pequeña niña.
¿De donde había salido la enanita? No recordaba haberla visto allí antes, claro que no había revisado la bodega en detalle, todo había sucedido tan rápido, la captura, ser prisioneros, la revuelta, tranquilamente podría haber pasado por alto a una niña.
Dulfary estaba perdiendo el control, parecía que iba a acabar con cada uno de los piratas, la conclusión a la que había llegado era bastante obvia, Sophitia no la culpaba por pensarlo, sin embargo, creía que había otra explicación en el asunto.
Arrojo al ex capitán a un costado y se acercó a donde estaban la niña y Dulfary.
-¿Qué se supone que paso aquí? No había visto hombres tan asustados en mi vida – Pregunto mientras ponía los brazos en forma de jarra, como era de esperarse Sophitia no era muy buena en su trato con los niños, seguramente porque su experiencia al respecto era nula.
La niña parecía estar entera y bien, incluso mejor alimentada y cuidada que muchos de los marineros que estaban en el barco, no era una esclava o una prisionera, entonces tenia que haberse colado en el barco.
-Dulfary, no es momento para esto, toma a la enana y ve al cuarto del capitán, de seguro debe tener muchas mas comodidades que el resto de las habitaciones – Si es que había otras habitaciones, también era probable que los piratas solo colgaran hamacas para dormir – Terminare con esto e iré con ustedes.
No estaba segura de cómo terminaría con el asunto, pero improvisar era una de sus más destacables habilidades.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Patito Nadador
Sus ojos cansados se toparon con los escarlata de Dulfary, aunque no la ayudaban a distinguir demasiado a quién era su nueva visita. Se veía completamente distinta al resto de la tripulación, al igual que la otra mujer que tenía de cerca al capitán, o el que lo fue hasta hace poco. Pero no solo se trataba de apariencias, sino de algo más que podía palparse, si las mirabas bien. No solo destacarían en un barco lleno de piratas, sino también en otras embarcaciones, o en un grupo armado.
Tenía sus ojos entreabiertos, por lo que le costaba observar quién le hacía la pregunta, y el sueño comenzó a afectar su sentido de orientación, por lo que parecía confundida. No fue hasta que escuchó la pregunta que se dio cuenta de cuán cerca estaba Dulfary y de cómo la veía. No hacía falta mencionar que el sueño también la tenía atontada, por lo que tenía un peor aspecto del que normalmente tenía.
-Uh... hola... -respondió el saludo, con desgano y con cansancio palpable. Movió uno de sus mechones con su mano derecha, a fin de quitar un obstáculo en su campo de visión, mostrando un delgado hilo de sangre que se había colado desde su sien, resultado de que uno de los piratas la elevara y lanzara hacia uno de los barriles, hasta su mejilla. Aún estaba fresca, pero se pegó a la piel de la pequeña como si estuviera seca, pero esto no parecía ser notado por la pequeña Minuki- Pues... estaba en el puerto, cuando--
No alcanzó a terminar de hilar su frase cuando la persona que acompañaba a Dulfary se acercó y expresó su inquietud sobre estar ahí, con el riesgo que los piratas tomaran alguna especie de ventaja. Minuki la miró con la misma cara de cansancio, aunque se dio cuenta que la persona "líder" en este motín era ella. La miró por un segundo, mientras intentaba que Dulfary retomara su rol de "líder a la fuerza del barco", en vez de "la joven que se preocupa por todos, por que el poder del amor es más fuerte".
-Quiero dormir... -no pudo evitar expresar, en voz baja pero no inaudible.
Tenía sus ojos entreabiertos, por lo que le costaba observar quién le hacía la pregunta, y el sueño comenzó a afectar su sentido de orientación, por lo que parecía confundida. No fue hasta que escuchó la pregunta que se dio cuenta de cuán cerca estaba Dulfary y de cómo la veía. No hacía falta mencionar que el sueño también la tenía atontada, por lo que tenía un peor aspecto del que normalmente tenía.
-Uh... hola... -respondió el saludo, con desgano y con cansancio palpable. Movió uno de sus mechones con su mano derecha, a fin de quitar un obstáculo en su campo de visión, mostrando un delgado hilo de sangre que se había colado desde su sien, resultado de que uno de los piratas la elevara y lanzara hacia uno de los barriles, hasta su mejilla. Aún estaba fresca, pero se pegó a la piel de la pequeña como si estuviera seca, pero esto no parecía ser notado por la pequeña Minuki- Pues... estaba en el puerto, cuando--
No alcanzó a terminar de hilar su frase cuando la persona que acompañaba a Dulfary se acercó y expresó su inquietud sobre estar ahí, con el riesgo que los piratas tomaran alguna especie de ventaja. Minuki la miró con la misma cara de cansancio, aunque se dio cuenta que la persona "líder" en este motín era ella. La miró por un segundo, mientras intentaba que Dulfary retomara su rol de "líder a la fuerza del barco", en vez de "la joven que se preocupa por todos, por que el poder del amor es más fuerte".
-Quiero dormir... -no pudo evitar expresar, en voz baja pero no inaudible.
Minuki- Cantidad de envíos : 48
Re: Patito Nadador
La expresión de cansancio de la niña la conmovió, no se trató de algo muy profundo que hicera que se derritiera o algo muy elaborado como para bajar la guardia, pero no perdía de vista que ella misma era una niña aun cuando su propio cuerpo no mostrara tan rápido signos de agotamiento, su mente si.
No pudo evitar sonreír cuando empezó a contar, sonrisa que se esfumó cuando dejó de contar. Genial, iba a dejarla con la curiosidad y lo peor era que su intento por sacar más información murió con la intervención de Sophitia.
- Creo que estamos con el peor grupo de piratas que me he topado en la vida, claro que no me he topado con muchos, pero... mira que salir corriendo de una niña - volvió la vista a Minuki y fuera de su control, el don de sus ojos rojos entró en acción escudriñando en su interior, en su corazón y en la verdad en este. Cosa que dejó de hacer rápidamente, no solo por la orden de Sophitia sino porque le resultaba absurdo hacer tal cosa con un infante.
- Si señora - dijo énfasis alguno y fue el turno de los hombres de recibir la pesadez de su mirada. ¿Donde estaba el cuarto de capitán? Con la vista señaló la ruta y Dul empezó a caminar hacia ahí, sin tocar a Minuki - camina pues - no miró atrás. No podía
Simplemente no podía.
Con el asunto de la bodega, había interrumpido su intento por salvar la vida del ex capitán y ahora... no solo lo dejaba a merced de Sophitia, sino que también dejaba a su amiga a la merced de lo que pudiera pasarle a ella estando sola con los hombres. ~ Como si no supiera cuidarse sola~ se burló de si misma.
Pasando por una de las puertas que llevaban a la bodega, encontró un pasaje que conectó con la única habitación del lugar. El camarote del capitán resultó un lugar acogedor, pero desordenado, con un ojo de buey que le daba luz, una cama doble que estaba destendida pero se notaba mullida e invitadora al sueño, una biblioteca sin nada en sus anaqueles, ropa regada por aquí y por allá, incluso ropa interior de mujer. Con un poco de orden, sería aun más acogedora, sin embargo, pese a lo que pudiera esperarse de piratas, el plus que tenía el lugar era que olía a limpio, sí sal marina y un poco de humedad por estar en el océano, pero estaba limpia. No había vómito, no había orines, no había manchas de cosas ni olía a sudor y cosas desagradables.
Cómo se había conseguido, vaya uno a saber, pero así era.
- Que raro - dijo Dul en voz baja, pero lo atribuyó a algun efecto mágico sobre esa recamara.
- Bien - dirigió una mirada determinada y desafiante a la puerta, al no ver a nadie, ingresó aun mas en el recinto - antes que te acuestes a dormir, deja que atienda esa herida - mientras hablaba, metió la mano en su bolsa de armas y sacó su "kit" de curación. No iba a suturar, solo le limpiaría la herida y vería su gravedad, le pondría alguna hierba que la ayudara a cicatrizar y que no le doliera, le daría alguna semilla o raíz para que no le doliera la cabeza y la dejaría dormir.
Eso, si la herida no era grave, primero debía revisarla.
Se mostraba amable, como siempre lo era, pero no la trataba como a una niña pequeña.
Ya habría tiempo para saciar su curiosidad. No, no habría tiempo. Sonrió con picardía y preguntó de inmediato, causándole diversión el asunto.
- Qué les hiciste que los asustó tanto? - hizo su mejor esfuerzo por no reírse. Podía tratarse de algo serio.
No pudo evitar sonreír cuando empezó a contar, sonrisa que se esfumó cuando dejó de contar. Genial, iba a dejarla con la curiosidad y lo peor era que su intento por sacar más información murió con la intervención de Sophitia.
- Creo que estamos con el peor grupo de piratas que me he topado en la vida, claro que no me he topado con muchos, pero... mira que salir corriendo de una niña - volvió la vista a Minuki y fuera de su control, el don de sus ojos rojos entró en acción escudriñando en su interior, en su corazón y en la verdad en este. Cosa que dejó de hacer rápidamente, no solo por la orden de Sophitia sino porque le resultaba absurdo hacer tal cosa con un infante.
- Si señora - dijo énfasis alguno y fue el turno de los hombres de recibir la pesadez de su mirada. ¿Donde estaba el cuarto de capitán? Con la vista señaló la ruta y Dul empezó a caminar hacia ahí, sin tocar a Minuki - camina pues - no miró atrás. No podía
Simplemente no podía.
Con el asunto de la bodega, había interrumpido su intento por salvar la vida del ex capitán y ahora... no solo lo dejaba a merced de Sophitia, sino que también dejaba a su amiga a la merced de lo que pudiera pasarle a ella estando sola con los hombres. ~ Como si no supiera cuidarse sola~ se burló de si misma.
Pasando por una de las puertas que llevaban a la bodega, encontró un pasaje que conectó con la única habitación del lugar. El camarote del capitán resultó un lugar acogedor, pero desordenado, con un ojo de buey que le daba luz, una cama doble que estaba destendida pero se notaba mullida e invitadora al sueño, una biblioteca sin nada en sus anaqueles, ropa regada por aquí y por allá, incluso ropa interior de mujer. Con un poco de orden, sería aun más acogedora, sin embargo, pese a lo que pudiera esperarse de piratas, el plus que tenía el lugar era que olía a limpio, sí sal marina y un poco de humedad por estar en el océano, pero estaba limpia. No había vómito, no había orines, no había manchas de cosas ni olía a sudor y cosas desagradables.
Cómo se había conseguido, vaya uno a saber, pero así era.
- Que raro - dijo Dul en voz baja, pero lo atribuyó a algun efecto mágico sobre esa recamara.
- Bien - dirigió una mirada determinada y desafiante a la puerta, al no ver a nadie, ingresó aun mas en el recinto - antes que te acuestes a dormir, deja que atienda esa herida - mientras hablaba, metió la mano en su bolsa de armas y sacó su "kit" de curación. No iba a suturar, solo le limpiaría la herida y vería su gravedad, le pondría alguna hierba que la ayudara a cicatrizar y que no le doliera, le daría alguna semilla o raíz para que no le doliera la cabeza y la dejaría dormir.
Eso, si la herida no era grave, primero debía revisarla.
Se mostraba amable, como siempre lo era, pero no la trataba como a una niña pequeña.
Ya habría tiempo para saciar su curiosidad. No, no habría tiempo. Sonrió con picardía y preguntó de inmediato, causándole diversión el asunto.
- Qué les hiciste que los asustó tanto? - hizo su mejor esfuerzo por no reírse. Podía tratarse de algo serio.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Patito Nadador
Vio como Dulfary se marchaba con la extraña niña, parecía en líneas generales una infante como cualquier otra, pero la reacción de los piratas no era normal, además, Sophitia tenia un mal presentimiento, su mirada, si bien algo adormilada y confundida, no se veía como el de una niña cualquiera.
No podía encargarse de eso ahora, un asunto más importante surgía ante ella ¿Qué hacer ahora con los piratas poco cooperativos? Bueno, podía seguir golpeándolos uno por uno, o podían hablar como personas civilizadas. La segunda opción casi hace que largue una carcajada en medio del barco, pero se cuido bien de no demostrar nada.
Un hermoso grupo de caras poco amigables la observaban en ese mismo momento, el ex capitán se había puesto en pie, y alguno de sus antiguos seguidores le había cortado la soga que ataba sus manos. Eso no le preocupaba a la pirata, si les había dado una paliza antes, podía hacerlo de nuevo (o eso se decia a si misma), pero la idea no era esa, sino que cooperaran.
-Miren, tienen pocas opciones, o me siguen o se van a nadar con los peces, si creen que no puedo manejar este barco yo sola están muy equivocados – No estaba segura de poder hacerlo en realidad, pero fanfarronear era un arma básica de cualquier buen pirata – La muchacha que está conmigo, ustedes la vieron, controla los vientos, si se lo dijera podría llevar ella sola ese barco hasta el puerto sin sudar una gota – Una vez mas no tenía idea de si era así o no, no conocía el alcance de los poderes de la kazekage, pero necesitaba plantar una duda, por mas mínima que fuera, en los piratas.
Y había duda en algunos de los rostros, entre la golpiza, la extraña niña que de alguna manera asustaba a dos aguerridos piratas, una muchacha que controlaba el viento, eran muchas cosas sorprendentes, cualquiera se lo pensaría dos veces.
-En todo caso, si alguien se opone a que sea la nueva capitana, que de un paso al frente… - Era arriesgado, tranquilamente podía darse que todos se acercaran a la vez, y el cuerpo magullado de Sophitia podía tal vez no resistir otra pelea de la magnitud de la anterior. Pero así eran las apuestas que le gustaban, a todo o nada, y era así como se ganaba un buen botín también – Si nadie tiene nada para decir ¡Comiencen a trabajar de una buena vez!
No podía encargarse de eso ahora, un asunto más importante surgía ante ella ¿Qué hacer ahora con los piratas poco cooperativos? Bueno, podía seguir golpeándolos uno por uno, o podían hablar como personas civilizadas. La segunda opción casi hace que largue una carcajada en medio del barco, pero se cuido bien de no demostrar nada.
Un hermoso grupo de caras poco amigables la observaban en ese mismo momento, el ex capitán se había puesto en pie, y alguno de sus antiguos seguidores le había cortado la soga que ataba sus manos. Eso no le preocupaba a la pirata, si les había dado una paliza antes, podía hacerlo de nuevo (o eso se decia a si misma), pero la idea no era esa, sino que cooperaran.
-Miren, tienen pocas opciones, o me siguen o se van a nadar con los peces, si creen que no puedo manejar este barco yo sola están muy equivocados – No estaba segura de poder hacerlo en realidad, pero fanfarronear era un arma básica de cualquier buen pirata – La muchacha que está conmigo, ustedes la vieron, controla los vientos, si se lo dijera podría llevar ella sola ese barco hasta el puerto sin sudar una gota – Una vez mas no tenía idea de si era así o no, no conocía el alcance de los poderes de la kazekage, pero necesitaba plantar una duda, por mas mínima que fuera, en los piratas.
Y había duda en algunos de los rostros, entre la golpiza, la extraña niña que de alguna manera asustaba a dos aguerridos piratas, una muchacha que controlaba el viento, eran muchas cosas sorprendentes, cualquiera se lo pensaría dos veces.
-En todo caso, si alguien se opone a que sea la nueva capitana, que de un paso al frente… - Era arriesgado, tranquilamente podía darse que todos se acercaran a la vez, y el cuerpo magullado de Sophitia podía tal vez no resistir otra pelea de la magnitud de la anterior. Pero así eran las apuestas que le gustaban, a todo o nada, y era así como se ganaba un buen botín también – Si nadie tiene nada para decir ¡Comiencen a trabajar de una buena vez!
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Patito Nadador
(Off: Debido al impacto que sufrió cuando la lanzaron contra el barril, es posible encontrar algunas heridas y/o magulladuras extra si examinan su cuerpo más exhaustivamente)
Pudo darse cuenta, por el tono de voz y por los gestos de ambas, que la líder en esa pandilla de dos personas era Sophitia. Al parecer, tenía un genio de pocos amigos, aunque dadas las circunstancias, si mostraba un pelo de debilidad, una gran masa de piratas se abalanzarían contra ellas. Y considerando sus atuendos, era una mujer que tenía experiencia en el mar... o tenía un pésimo gusto para vestirse.
Minuki siguió a la joven como si fuera un perro abandonado, aunque uno con mucho sueño. En realidad, la mejor descripción que la caracterizaba era la de una zombie que caminaba lentamente detrás de una posible víctima. Lo único que quizás le faltaba era decir "Cerebroos~" mientras levantaba los brazos. A veces, perdía esa impresión cuando se detenía momentáneamente a bostezar y a rascarse los ojos, intentando mantenerse en pie.
Así fue la mayoría del tiempo, hasta que llegaron a la habitación del capitán, o al menos en su apariencia, después de seguir a Dulfary sin siquiera saber donde se dirigía. Ahí, la joven le pidió mantenerse un tiempo más despierta para atender esa herida en la cabeza que la dejó con un hilo de sangre muy feo en su rostro. No era una herida de gravedad, solo fue la consecuencia del impacto con el barril. Podía sentir cómo Dulfary tocaba la zona, lo que lograba abrirle los ojos por unos momentos debido al dolor, pero terminaba cerrándolos debido al sueño cuando ya se acostumbraba a el.
Entonces, la pregunta que se aguantó salió a la luz. Minuki conservó su estado de tranquilidad, y de sueño, mientras miraba a Dul a los ojos como podía.
-No les hice nada... - lo que en esencia era verdad, ella no hizo nada, fueron sus robots.
Su voz parecía cansada, aunque no desgastada. No pudo evitar rascarse la cabeza, nuevamente dejandose los dedos ensangrentados.
-Ellos... entraron a la bodega en la que me tenían, y... me miraron, y dijeron algo en un idioma raro. Me lanzaron contra un barril y me pegué - dijo, indicando su herida en la cabeza - . Entonces, cuando iban a seguir pegándome, se asustaron por unos ruidos que salieron dentro de la bodega.
Un bostezo interrumpió la explicación de la niña, mientras su deseo de ir a una cama desviaba su mirada hacia la cama del capitán.
-Comenzaron a moverse, y el ruido cambiaba de lugar... entonces, vieron una sombra que los asustó. La sombra parecía un fantasma de esos que salen en los libros - los piratas pueden llegar a ser muy supersticiosos a veces - , y salieron corriendo hacia fuera de la bodega.
En realidad, desde su curioso punto de vista, todo lo que decía era verdad, aunque omitió que la sombra parecía un fantasma era un robot que hizo ese truco, y que él salía en un libro de robótica que ella misma escribió.
Pueden comprarlo a 2 monedas de plata en su librería más cercana
Eh... gracias por el dato...
Pudo darse cuenta, por el tono de voz y por los gestos de ambas, que la líder en esa pandilla de dos personas era Sophitia. Al parecer, tenía un genio de pocos amigos, aunque dadas las circunstancias, si mostraba un pelo de debilidad, una gran masa de piratas se abalanzarían contra ellas. Y considerando sus atuendos, era una mujer que tenía experiencia en el mar... o tenía un pésimo gusto para vestirse.
Minuki siguió a la joven como si fuera un perro abandonado, aunque uno con mucho sueño. En realidad, la mejor descripción que la caracterizaba era la de una zombie que caminaba lentamente detrás de una posible víctima. Lo único que quizás le faltaba era decir "Cerebroos~" mientras levantaba los brazos. A veces, perdía esa impresión cuando se detenía momentáneamente a bostezar y a rascarse los ojos, intentando mantenerse en pie.
Así fue la mayoría del tiempo, hasta que llegaron a la habitación del capitán, o al menos en su apariencia, después de seguir a Dulfary sin siquiera saber donde se dirigía. Ahí, la joven le pidió mantenerse un tiempo más despierta para atender esa herida en la cabeza que la dejó con un hilo de sangre muy feo en su rostro. No era una herida de gravedad, solo fue la consecuencia del impacto con el barril. Podía sentir cómo Dulfary tocaba la zona, lo que lograba abrirle los ojos por unos momentos debido al dolor, pero terminaba cerrándolos debido al sueño cuando ya se acostumbraba a el.
Entonces, la pregunta que se aguantó salió a la luz. Minuki conservó su estado de tranquilidad, y de sueño, mientras miraba a Dul a los ojos como podía.
-No les hice nada... - lo que en esencia era verdad, ella no hizo nada, fueron sus robots.
Su voz parecía cansada, aunque no desgastada. No pudo evitar rascarse la cabeza, nuevamente dejandose los dedos ensangrentados.
-Ellos... entraron a la bodega en la que me tenían, y... me miraron, y dijeron algo en un idioma raro. Me lanzaron contra un barril y me pegué - dijo, indicando su herida en la cabeza - . Entonces, cuando iban a seguir pegándome, se asustaron por unos ruidos que salieron dentro de la bodega.
Un bostezo interrumpió la explicación de la niña, mientras su deseo de ir a una cama desviaba su mirada hacia la cama del capitán.
-Comenzaron a moverse, y el ruido cambiaba de lugar... entonces, vieron una sombra que los asustó. La sombra parecía un fantasma de esos que salen en los libros - los piratas pueden llegar a ser muy supersticiosos a veces - , y salieron corriendo hacia fuera de la bodega.
En realidad, desde su curioso punto de vista, todo lo que decía era verdad, aunque omitió que la sombra parecía un fantasma era un robot que hizo ese truco, y que él salía en un libro de robótica que ella misma escribió.
Pueden comprarlo a 2 monedas de plata en su librería más cercana
Eh... gracias por el dato...
Minuki- Cantidad de envíos : 48
Re: Patito Nadador
Mientras en cubierta, el capitán y sus secuaces mas cercanos eran desarmados en lo que los demás hombres empezaban a trabajar para poner en marcha el barco, en el cuarto del antiguo capitán Dulfary se tomaba su tiempo de paz y relajación.
Desde que zarparan de Daosh casi todo había sido una locura. Pero no podía dejar de pensar, con una sonrisa de satisfacción y diversión, en el salto desde las alturas, ni en la cara de susto de sus compañeros cuando les dijo que le había parecido divertido. No podía dejar eso como la típica anécdota con la frase de "deja eso atrás"; esas pequeñas diversiones eran las que le daban sal a la vida.
Llevar el hilo de pensamientos, en simultaneo a trabajar en la herida de Minuki, hasta Xavi, fue algo muy sencillo a decir verdad. No tenía idea que había pasado con el inventor. Se lo habían llevado diciendo que realizarían quien sabe qué actividad y no lo volvió a ver. Hacía horas que había pasado eso y no tenían noticias. Era inevitable preguntarse si acaso lo habían matado los hombres del barco, pero una frase le dio vueltas en la cabeza: faltaba un bote. Era posible que hubiera hundo sin ellas?
Si la cuestión era así, era bien decepcionante. Sin darse cuenta, hizo algo de presión en la herida, de forma incorrecta, a lo que dijo case de forma automática "perdón" y siguió con su labor. Tras atenderle la herida de la frente y limpiarle un poco la cara, se quedó pensando en lo que decía la niña.
Era muy extraño. Algo en la bodega que los asustó? Ellas mismas habían estado un tiempo en la bodega y no habían visto ni sentido nada raro.
- Dices que hay espantos en este barco? - preguntó sin entender, en un tono que dejaba de manifiesto que tal vez creyera todo lo que estaba diciendo y de hecho... era tan extraño que no tenía razones para desconfiar de la palabra de la niña - Supongo que tendré que revisarla cuando acabemos aquí... te golpearon en algun otro lado? - de forma superficial trató de revisarla, pero en vista que era mas cansancio que dolor lo que mostraba ella, decidió que era mejor dejarla dormir
- Bueeeno, con eso tendrás para que en un rato no te duela tanto - y es que se había gastado una de sus hierbas que ayudaban contra el dolor, untándola en la herida con cuidado de no hacerle doler, mucho - y ahora a dormir - guardó todas sus cosas en su pequeña bolsa y se dirigió a la puerta del camarote
Lo que mas le inquietaba era el asunto de la sombra. Estaba casi segura que no se trataba de lo mismo, pero no dejaba de ser inquietante,como bien se dijo.
- Por cierto, yo soy Dulfary, ella es Sophitía y tu eres... ? - no esperaba, siendo muy franca consigo misma y con el mundo, que al despertar recordara sus nombres, pero no se le ocurrió otra forma de preguntar el de la niña.
Desde que zarparan de Daosh casi todo había sido una locura. Pero no podía dejar de pensar, con una sonrisa de satisfacción y diversión, en el salto desde las alturas, ni en la cara de susto de sus compañeros cuando les dijo que le había parecido divertido. No podía dejar eso como la típica anécdota con la frase de "deja eso atrás"; esas pequeñas diversiones eran las que le daban sal a la vida.
Llevar el hilo de pensamientos, en simultaneo a trabajar en la herida de Minuki, hasta Xavi, fue algo muy sencillo a decir verdad. No tenía idea que había pasado con el inventor. Se lo habían llevado diciendo que realizarían quien sabe qué actividad y no lo volvió a ver. Hacía horas que había pasado eso y no tenían noticias. Era inevitable preguntarse si acaso lo habían matado los hombres del barco, pero una frase le dio vueltas en la cabeza: faltaba un bote. Era posible que hubiera hundo sin ellas?
Si la cuestión era así, era bien decepcionante. Sin darse cuenta, hizo algo de presión en la herida, de forma incorrecta, a lo que dijo case de forma automática "perdón" y siguió con su labor. Tras atenderle la herida de la frente y limpiarle un poco la cara, se quedó pensando en lo que decía la niña.
Era muy extraño. Algo en la bodega que los asustó? Ellas mismas habían estado un tiempo en la bodega y no habían visto ni sentido nada raro.
- Dices que hay espantos en este barco? - preguntó sin entender, en un tono que dejaba de manifiesto que tal vez creyera todo lo que estaba diciendo y de hecho... era tan extraño que no tenía razones para desconfiar de la palabra de la niña - Supongo que tendré que revisarla cuando acabemos aquí... te golpearon en algun otro lado? - de forma superficial trató de revisarla, pero en vista que era mas cansancio que dolor lo que mostraba ella, decidió que era mejor dejarla dormir
- Bueeeno, con eso tendrás para que en un rato no te duela tanto - y es que se había gastado una de sus hierbas que ayudaban contra el dolor, untándola en la herida con cuidado de no hacerle doler, mucho - y ahora a dormir - guardó todas sus cosas en su pequeña bolsa y se dirigió a la puerta del camarote
Lo que mas le inquietaba era el asunto de la sombra. Estaba casi segura que no se trataba de lo mismo, pero no dejaba de ser inquietante,como bien se dijo.
- Por cierto, yo soy Dulfary, ella es Sophitía y tu eres... ? - no esperaba, siendo muy franca consigo misma y con el mundo, que al despertar recordara sus nombres, pero no se le ocurrió otra forma de preguntar el de la niña.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Patito Nadador
Luego de algunos susurros, miradas de desconfianza, y maldiciones los piratas habían dado el brazo a torcer, ante la enérgica orden de Sophitia habían marchado con paso resignado cada uno a su lugar, a hacer que el barco tomara rumbo nuevamente ¿Pero hacia donde? Los hombres estaban algo confusos aun, sin contar con que pensar no se les daba tan bien como uno quisiera ¿Tenían que preguntarle a la mujer hacia donde fijar rumbo? No les gustaba nada esa idea, pero tampoco tenían muchas alternativas.
Sophitia luego de dar la orden se había puesto a revisar el barco y sus posibles daños, si había algo roto que fuera importante era mejor descubrirlo mientras estaban tranquilos que mientras estaban en medio de un ataque. En eso estaba cuando uno de los piratas se le acerco a hablarle.
- Hacia donde fijamos el rumbo.... Capitana – Las palabras mas parecían escupidas que dichas, pero a Sophitia eso la tenía sin cuidado por el momento, no pretendía que pasaran de odiarla a adorarla en unos minutos.
- Por ahora, sigan hacia donde se dirigían, quiero llegar al puerto – Amaba el mar y todo lo que involucraba, pero en los últimos días había naufragado dos veces, se había subido a una maquina infernal voladora, los había atacado un pájaro gigante y habían tomado un barco pirata. Necesitaba una noche larga de descanso, cada fibra de su cuerpo se lo pedía, pero aun no, no era el momento, tenía que asegurarse de que ese montón de ratas no planearan nada en su contra mientras no estaba.
Una vez dicho eso, Sophitia despidió al pirata y continuo con lo que estaba haciendo, a los pocos minutos había terminado con la parte de adelante, tenía una idea bastante clara de la condición del barco y sus posibilidades en velocidad y movimiento, se dirigió luego hacia la parte de los cuartos, en parte para revisar, en parte porque quería ver como le había salido todo a Dulfary con la niña.
La encontró saliendo del camarote del capitán, espero a que terminara de hablar y que cerrara la puerta antes de interceptarla.
- ¿La niña esta bien? – No era especialmente amable con los niños, pero no era un monstruo tampoco, esperaba que no le pasara nada y se recuperara pronto de lo que sea que tuviera.
El aspecto de la pirata no era el mejor, las marcas de los golpes habían empezado a tomar color, algunos moretones se habían asomado en sus brazos, y bajo la ropa la cosa estaba peor. Pero no era esto lo que mas le afectaba, estaba acostumbrada al dolor luego de las peleas, estaba agotada física y mentalmente, podía estar sin dormir hasta entrada la noche, pero necesitaba estar sentada, tranquila y sin temor a que la ataque nada durante al menos unos minutos.
- Por el momento podemos estar tranquilas, la tripulación coopera y fijé rumbo a algún lado, aun no sé a donde queremos ir – Dijo apoyando la espalda contra la pared del camarote.
Sophitia luego de dar la orden se había puesto a revisar el barco y sus posibles daños, si había algo roto que fuera importante era mejor descubrirlo mientras estaban tranquilos que mientras estaban en medio de un ataque. En eso estaba cuando uno de los piratas se le acerco a hablarle.
- Hacia donde fijamos el rumbo.... Capitana – Las palabras mas parecían escupidas que dichas, pero a Sophitia eso la tenía sin cuidado por el momento, no pretendía que pasaran de odiarla a adorarla en unos minutos.
- Por ahora, sigan hacia donde se dirigían, quiero llegar al puerto – Amaba el mar y todo lo que involucraba, pero en los últimos días había naufragado dos veces, se había subido a una maquina infernal voladora, los había atacado un pájaro gigante y habían tomado un barco pirata. Necesitaba una noche larga de descanso, cada fibra de su cuerpo se lo pedía, pero aun no, no era el momento, tenía que asegurarse de que ese montón de ratas no planearan nada en su contra mientras no estaba.
Una vez dicho eso, Sophitia despidió al pirata y continuo con lo que estaba haciendo, a los pocos minutos había terminado con la parte de adelante, tenía una idea bastante clara de la condición del barco y sus posibilidades en velocidad y movimiento, se dirigió luego hacia la parte de los cuartos, en parte para revisar, en parte porque quería ver como le había salido todo a Dulfary con la niña.
La encontró saliendo del camarote del capitán, espero a que terminara de hablar y que cerrara la puerta antes de interceptarla.
- ¿La niña esta bien? – No era especialmente amable con los niños, pero no era un monstruo tampoco, esperaba que no le pasara nada y se recuperara pronto de lo que sea que tuviera.
El aspecto de la pirata no era el mejor, las marcas de los golpes habían empezado a tomar color, algunos moretones se habían asomado en sus brazos, y bajo la ropa la cosa estaba peor. Pero no era esto lo que mas le afectaba, estaba acostumbrada al dolor luego de las peleas, estaba agotada física y mentalmente, podía estar sin dormir hasta entrada la noche, pero necesitaba estar sentada, tranquila y sin temor a que la ataque nada durante al menos unos minutos.
- Por el momento podemos estar tranquilas, la tripulación coopera y fijé rumbo a algún lado, aun no sé a donde queremos ir – Dijo apoyando la espalda contra la pared del camarote.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Patito Nadador
Técnicamente, Dulfary estaba en lo correcto. Si habían espantos en el barco, unos espantosos robots que todavía se mantenían en la zona de la bodega, donde antes ocurrió el enfrentamiento de Minuki con ambos "marinos de agua dulce" como los había bautizado la pequeña. Había visto hombres más valientes en desfiles de bardos.
Espera, ¿ese es un guiño a...?
*Minuki asiente*
Si, entiendo. En todo caso, no todos lo son.
La joven negó con la cabeza cuando fue consultada por algún otro golpe. Además de la caída y el choque, la de mayor gravedad ya había sido atendida por Dulfary. Se sintió reconfortada al saber que pronto iba a golpear la almohada con su cabeza y caer derrotada ante morfeo, aunque la kazekage se presentó antes de dejarla ir por completo.
"Está bien, debe ser educada en todo aspecto"
Si fuera por eso, ¿no debieras presentarte tu primero?
La joven asintió con la cabeza, y se presentó: "Mi nombre es Minuki".
Ahora podía contar los segundos que faltaban para azotar la almohada. Pero antes de ello, Sophitia hizo entrada a la habitación. Por lo que pudo constatar, estaba bien (dentro de todo) y entera, lo que ayudó a reafirmar el hecho que estaban tratando con marinos de agua dulce.
Aunque si se sintió levemente acosada por Sophitia.
¿Y eso por qué?
¿No ves sus ojos? Tienen la insignia de "te robaré todas las cosas mientras duermes"
Eso puede estar alejado de la realidad...
Suspiró, por que de inmediato pensó que, estando ellas, el sueño no podría ser conciliado fácilmente aún cuando ella estuviera roncando y ocupando toda la cama.
- Pues... -dijo, con un tono de voz que denotaba su cansancio- ... puedes ir a un puerto y ver qué hacer con el barco. La tripulación estará completamente de acuerdo en cualquier cosa menos en dejarlas como dueñas del barco.
No conocía la vida de piratas, pero tampoco apostaba a que obedecieran obedientemente todas las ordenes de alguna de las dos. Parecían personas orgullosas y algo tradicionales en no dejarse comandar por una mujer, por mucho que les haya pateado el trasero a todos.
Espera, ¿ese es un guiño a...?
*Minuki asiente*
Si, entiendo. En todo caso, no todos lo son.
La joven negó con la cabeza cuando fue consultada por algún otro golpe. Además de la caída y el choque, la de mayor gravedad ya había sido atendida por Dulfary. Se sintió reconfortada al saber que pronto iba a golpear la almohada con su cabeza y caer derrotada ante morfeo, aunque la kazekage se presentó antes de dejarla ir por completo.
"Está bien, debe ser educada en todo aspecto"
Si fuera por eso, ¿no debieras presentarte tu primero?
La joven asintió con la cabeza, y se presentó: "Mi nombre es Minuki".
Ahora podía contar los segundos que faltaban para azotar la almohada. Pero antes de ello, Sophitia hizo entrada a la habitación. Por lo que pudo constatar, estaba bien (dentro de todo) y entera, lo que ayudó a reafirmar el hecho que estaban tratando con marinos de agua dulce.
Aunque si se sintió levemente acosada por Sophitia.
¿Y eso por qué?
¿No ves sus ojos? Tienen la insignia de "te robaré todas las cosas mientras duermes"
Eso puede estar alejado de la realidad...
Suspiró, por que de inmediato pensó que, estando ellas, el sueño no podría ser conciliado fácilmente aún cuando ella estuviera roncando y ocupando toda la cama.
- Pues... -dijo, con un tono de voz que denotaba su cansancio- ... puedes ir a un puerto y ver qué hacer con el barco. La tripulación estará completamente de acuerdo en cualquier cosa menos en dejarlas como dueñas del barco.
No conocía la vida de piratas, pero tampoco apostaba a que obedecieran obedientemente todas las ordenes de alguna de las dos. Parecían personas orgullosas y algo tradicionales en no dejarse comandar por una mujer, por mucho que les haya pateado el trasero a todos.
Minuki- Cantidad de envíos : 48
Re: Patito Nadador
Entre palabras que iban y venían, se acercó un poco mas a la pared. Ahora, apostada del todo contra el marco de la puerta de entrada al cuarto del ex capitán, casi que estaba un pie adentro un pie afuera.
Terminó por hacerle un seña a Sophitia para ingresara al cuarto de la niña, olvidando por un corto pero crucial momento, que la idea era que esta descansara a saber de qué ~ah sí, del golpe con sangre en la cabeza... estoy cansada ~
En lo que la pirata hacia recuento de daños en su cuerpo, de forma distraída llevó la mano a donde le ardía a ella misma. No iba a retirarla, sentía en la punta de los dedos el fruto de una revuelta en un barco y la fabulosa idea de aprovechar el motín para tomárselo. No se podía salir tan indemne de algo así, no con tantas batallas y tantos hombres más diestros y mas brutos que ella.
Tendría que dejar la mano ahí si no quería preocupar a nadie. Limpiar la humedad de sus dedos podría ser mas sospechoso que mantener su posición. Pero le dolía y le ardía con la sal del ambiente. No moriría por la herida que tenía al costado, sin duda que no, pero era molesta y si seguía sangrando tarde o temprano sería un problema, no para ella, sino para sus compañeras.
La conversación entre la niña (niñita para Dufary, que también era una niña) y Sophitia, ayudaba a no tener que intervenir, pero por la forma en que se expresaba Minuki, poco tardó en darse cuenta que algo raro había con ella. Algo raro que no tenía que ver con luz u oscuridad, sino con algo mucho mas simple y que de momento se le escapaba. Tardaría un par de días o una advertencia de alguien, en darse cuenta que solo se trataba de la forma en que se expresaba, poco propia para la edad que aparentaba, y los apuntes brillantes con el que abordaba las conversaciones.
- En cualquier momento empiezo a vomitar de nuevo - advirtió casi en un murmullo - a mi no me importa darles el barco cuando salgamos del mar, pero es necesario que lleguemos a alguna parte, pronto. Mi plan terminó en el momento en que le di el primer golpe a... bueno a como sea que se llamen ellos. Aunque sería lindo quedarse con el barco - no pudo evitar sonreír ampliamente ante la ilusa perspectiva.
Terminó por hacerle un seña a Sophitia para ingresara al cuarto de la niña, olvidando por un corto pero crucial momento, que la idea era que esta descansara a saber de qué ~ah sí, del golpe con sangre en la cabeza... estoy cansada ~
En lo que la pirata hacia recuento de daños en su cuerpo, de forma distraída llevó la mano a donde le ardía a ella misma. No iba a retirarla, sentía en la punta de los dedos el fruto de una revuelta en un barco y la fabulosa idea de aprovechar el motín para tomárselo. No se podía salir tan indemne de algo así, no con tantas batallas y tantos hombres más diestros y mas brutos que ella.
Tendría que dejar la mano ahí si no quería preocupar a nadie. Limpiar la humedad de sus dedos podría ser mas sospechoso que mantener su posición. Pero le dolía y le ardía con la sal del ambiente. No moriría por la herida que tenía al costado, sin duda que no, pero era molesta y si seguía sangrando tarde o temprano sería un problema, no para ella, sino para sus compañeras.
La conversación entre la niña (niñita para Dufary, que también era una niña) y Sophitia, ayudaba a no tener que intervenir, pero por la forma en que se expresaba Minuki, poco tardó en darse cuenta que algo raro había con ella. Algo raro que no tenía que ver con luz u oscuridad, sino con algo mucho mas simple y que de momento se le escapaba. Tardaría un par de días o una advertencia de alguien, en darse cuenta que solo se trataba de la forma en que se expresaba, poco propia para la edad que aparentaba, y los apuntes brillantes con el que abordaba las conversaciones.
- En cualquier momento empiezo a vomitar de nuevo - advirtió casi en un murmullo - a mi no me importa darles el barco cuando salgamos del mar, pero es necesario que lleguemos a alguna parte, pronto. Mi plan terminó en el momento en que le di el primer golpe a... bueno a como sea que se llamen ellos. Aunque sería lindo quedarse con el barco - no pudo evitar sonreír ampliamente ante la ilusa perspectiva.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Patito Nadador
Si de Sophitia dependiera sería ella y no la niña la que estaría en la cama, dedicándose a dormir hasta que llegara el nuevo siglo. Si lo pensaba con cuidado, no le molestaba mucho la idea de sacarla en ese preciso momento de lo que parecía ser una muy cómoda cama y tirarse en su lugar, pero eso hubiese sido muy egoísta. Cierto era que la pirata no se caracterizaba por su bondad y amor al prójimo, mucho menos cuando estaba herida, pero tampoco era tan despiadada como para hacerle eso a la pequeña.
-¿Desde cuándo una niña sabe opina sobre direcciones de barcos? – Dijo esto antes de que pudiera pensar que quizás la oración era algo mas brusca y directa que lo que lo buenos modales requerían – Eres como mínimo sospechosa….
Decir como “mínimo” era más que correcto, las dudas eran muchas ¿Cómo había llegado al sótano? ¿Cómo es que nadie la había notado? ¿por qué los dos piratas corrían de ella? Y ese modo de hablar… Pero había que admitir algo…
-Sea como sea, tienes razón – No iba a negarlo solo porque fuera una niña sospechosa – Este montón de lacras nos harán caso solo mientras sientan que tienen las de perder, en cuando nos descuidemos nos cortaran la garganta – Se detiene pensativa – Y que Dul vaya vomitando por todo el barco no va a ayudar.
Estar quieta, perder el calor de la batalla más exactamente, hacia que el agotamiento la aplastara con más fuerza. Cierra finalmente la puerta del cuarto, la enana tenía que dormir, era pequeña y seguro estaba cansada, eso hacían los niños según Sophitia, comer, dormir y llorar pidiendo por su madre.
-Tendremos que turnarnos para descansar hasta que lleguemos al puerto, Dul, no podemos darnos el lujo de dormir y descuidarnos. Tú descansa primera, come algo, cúrate las heridas más importantes, luego me remplazas.
Tener a la rubia con nauseas cuidando su sueño no era lo que más tranquila la dejaba, pero era mucho mejor que nada, y sabia bien que, aun con vómitos, la muchacha podía cargarse a media tripulación ella sola si la situación se volvía comprometida.
-Siempre podemos terminar en un bote remando para salvar nuestras vidas esquivando balas de cañón – Bromeo Sophitia mientras esbozaba una sonrisa torcida.
Y en el chiste quedaba incluida obviamente Minuki, la mitad de la tripulación de seguro creía que era un demonio disfrazado y la otra mitad una bruja, no iban a tenerla a bordo más que el tiempo indispensable y si podía librarse de ella antes mucho mejor.
-¿Desde cuándo una niña sabe opina sobre direcciones de barcos? – Dijo esto antes de que pudiera pensar que quizás la oración era algo mas brusca y directa que lo que lo buenos modales requerían – Eres como mínimo sospechosa….
Decir como “mínimo” era más que correcto, las dudas eran muchas ¿Cómo había llegado al sótano? ¿Cómo es que nadie la había notado? ¿por qué los dos piratas corrían de ella? Y ese modo de hablar… Pero había que admitir algo…
-Sea como sea, tienes razón – No iba a negarlo solo porque fuera una niña sospechosa – Este montón de lacras nos harán caso solo mientras sientan que tienen las de perder, en cuando nos descuidemos nos cortaran la garganta – Se detiene pensativa – Y que Dul vaya vomitando por todo el barco no va a ayudar.
Estar quieta, perder el calor de la batalla más exactamente, hacia que el agotamiento la aplastara con más fuerza. Cierra finalmente la puerta del cuarto, la enana tenía que dormir, era pequeña y seguro estaba cansada, eso hacían los niños según Sophitia, comer, dormir y llorar pidiendo por su madre.
-Tendremos que turnarnos para descansar hasta que lleguemos al puerto, Dul, no podemos darnos el lujo de dormir y descuidarnos. Tú descansa primera, come algo, cúrate las heridas más importantes, luego me remplazas.
Tener a la rubia con nauseas cuidando su sueño no era lo que más tranquila la dejaba, pero era mucho mejor que nada, y sabia bien que, aun con vómitos, la muchacha podía cargarse a media tripulación ella sola si la situación se volvía comprometida.
-Siempre podemos terminar en un bote remando para salvar nuestras vidas esquivando balas de cañón – Bromeo Sophitia mientras esbozaba una sonrisa torcida.
Y en el chiste quedaba incluida obviamente Minuki, la mitad de la tripulación de seguro creía que era un demonio disfrazado y la otra mitad una bruja, no iban a tenerla a bordo más que el tiempo indispensable y si podía librarse de ella antes mucho mejor.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Patito Nadador
Por como se desenvolvía la conversación entre ambas, notaba que ninguna de ellas trataba muy regularmente con niños. Sobre todo la "alta mandona", en palabras de Minuki, que se daba el lujo de analizar la situación y las posibles soluciones. Pero para ella era ilógico. ¿Para qué ahora idear un plan de respuesta frente a este tipo de problemas?
"Ah..." - pensó ella - ", probablemente sea una de estas piratas que golpean primero y piensan después, si es que piensan"
La impresión de Minuki frente a ambas era la siguiente: Una chica, de apariencia pirata, que se dedica a golpear o no pensar, beber hasta emborracharse y despertar en una isla desierta por que le robaron el barco, por borracha. Después de todo, eso es lo que hacen los piratas, pensaba la pequeña: Pelear, emborracharse y perder barcos.
La impresión de la otra chica era: quien los problemas la buscan. No le gustaba generalizar, pero tenía toda la cara.
- Si... apuesto a que saldrá un monstruo gigante en medio de altamar, solo por que ella está
¿No estás siendo un poco cruel?
Mientras ellas hablaban, se quedaba con las palabras en la boca. No parecían ser entendedoras del trabajo en equipo... o no consideraban a Minuki como "parte del equipo".
"Sé de direcciones por que..." - salto de conversación - "Claro que tengo razón por que..." - salto de conversación - "Eh... ¿me están prestando...?" - salto de conversación - "Tuve relaciones con mi papá" - salto de conversación - "Tengo una bolsa llena de niños, y me los llevo a la tierra de nunca jamás... bah, para qué molestarse"
Sintiendose ignorada, se dirigió hacia la cama, y sin reparar en nada más, se acostó, esperando a quedarse dormida pronto.
- Agh, de este lado me duele la cabeza - se gira hacia el otro lado - Agh, de este lado puedo verlas - se vuelve a girar.
El sueño no tardó en invadirla, cayendo en los brazos de Morfeo al poco tiempo. Era una de esas mujeres con el sueño pesado, así que el barco podría darse vuelta, revolviendo todos los muebles y personal dentro, y ni así despertaría. Aunque, aún en el sueño, sentía que algo se le estaba olvidando...
- ¿Crees que...? Ah! Lo recuerdo!
¿Que cosa?
- Mis robots siguen activados :3
...
- ¿Qué?
Esto no puede ser bueno...
"Ah..." - pensó ella - ", probablemente sea una de estas piratas que golpean primero y piensan después, si es que piensan"
La impresión de Minuki frente a ambas era la siguiente: Una chica, de apariencia pirata, que se dedica a golpear o no pensar, beber hasta emborracharse y despertar en una isla desierta por que le robaron el barco, por borracha. Después de todo, eso es lo que hacen los piratas, pensaba la pequeña: Pelear, emborracharse y perder barcos.
La impresión de la otra chica era: quien los problemas la buscan. No le gustaba generalizar, pero tenía toda la cara.
- Si... apuesto a que saldrá un monstruo gigante en medio de altamar, solo por que ella está
¿No estás siendo un poco cruel?
Mientras ellas hablaban, se quedaba con las palabras en la boca. No parecían ser entendedoras del trabajo en equipo... o no consideraban a Minuki como "parte del equipo".
"Sé de direcciones por que..." - salto de conversación - "Claro que tengo razón por que..." - salto de conversación - "Eh... ¿me están prestando...?" - salto de conversación - "Tuve relaciones con mi papá" - salto de conversación - "Tengo una bolsa llena de niños, y me los llevo a la tierra de nunca jamás... bah, para qué molestarse"
Sintiendose ignorada, se dirigió hacia la cama, y sin reparar en nada más, se acostó, esperando a quedarse dormida pronto.
- Agh, de este lado me duele la cabeza - se gira hacia el otro lado - Agh, de este lado puedo verlas - se vuelve a girar.
El sueño no tardó en invadirla, cayendo en los brazos de Morfeo al poco tiempo. Era una de esas mujeres con el sueño pesado, así que el barco podría darse vuelta, revolviendo todos los muebles y personal dentro, y ni así despertaría. Aunque, aún en el sueño, sentía que algo se le estaba olvidando...
- ¿Crees que...? Ah! Lo recuerdo!
¿Que cosa?
- Mis robots siguen activados :3
...
- ¿Qué?
Esto no puede ser bueno...
Minuki- Cantidad de envíos : 48
Re: Patito Nadador
No era que Dulfary no supiera trabajar en equipo, de hecho lo sabía hacer muy bien. El problema de Dufary era que no sabía quedarse callada, así solo fuera murmurando.
- Como vas a decir que es sospechosa? - preguntó inocentemente - o me vas a decir que a su edad tu no tenías idea sobre barcos, direcciones y demás? quien quita que sea hija de algún mercante asaltado y se escondió aquí o es un polizón en el barco incorrecto, o es la protegida del capitan y esos dos le caían mal, o quien sabe qué - se apresuró a especular, sin ser conflictiva; su mala costumbre de creer en las personas, ademas que Sombra habría reaccionado de alguna forma en caso que fuera un peligro... o también se podía quedar quieta y así deshacerse de Dul. Cómo fuera, no le veía tantas pegas - Mal que bien nos dio una manito y es lo que vale, qué te vas a preocupar por una niña? -
Cuantas personas habían hecho esa misma pregunta sobre ella y habían terminado mal? No lo pensó en ese momento, de hecho la pregunta que habría sido de mucho utilidad debió hacérsela, pero no existió.
- No te preocupes, trataré de no vomitar en público y si intentan algo mientras lo hago, el tener la mente en otra caso creo que me ayudará a controlar el impulso. Así que no hay problema hagamos turnos... yo necesito, revisar esto - no dijo el qué pero la manito seguía sintiendo el flujo de sangre, nada alarmante pero existente y si, dormir le vendría de maravilla, dos naufragios no eran cualquier moco de pavo, por eso no le hizo gracia el chiste de terminar remando, y es que se lo tomó de forma literal como una opción.
- Esperemos que no sea necesario - se le escapó una expresión de ligera angustia al respecto - Bien, a curarme se dijo, hambre no tengo y creo que es mejor que no coma nada, aunque la idea de comerse los niños que Minuki lleva en su saco a yonosédonde, suena tentadora -
Paso uno, limpiar la herida, Listo. Paso dos, vendarla, Listo. Paso tres, empujar a Minuki en la cama para hacerse espacio, Listo. Paso cuatro, tras 45 minutos entre unas cosas y otras, siendo lo más rápido el hacer rodar a Minuki, casi a las malas y como lo haría otro niño, sumirse en la oscuridad del sueño, Listo.
Podría estar entrando a la adolescencia, podría verse como una adulto de 20 años, pero seguía siendo una niña y en cuanto tocó la almohada quedó profundamente dormida, como si no existiera peligro alguno, con la inocencia y la tranquilidad que al despertar las cosas debían marchar mejor y ni siquiera la molestia de la herida recién tratada se lo impidió.
- Como vas a decir que es sospechosa? - preguntó inocentemente - o me vas a decir que a su edad tu no tenías idea sobre barcos, direcciones y demás? quien quita que sea hija de algún mercante asaltado y se escondió aquí o es un polizón en el barco incorrecto, o es la protegida del capitan y esos dos le caían mal, o quien sabe qué - se apresuró a especular, sin ser conflictiva; su mala costumbre de creer en las personas, ademas que Sombra habría reaccionado de alguna forma en caso que fuera un peligro... o también se podía quedar quieta y así deshacerse de Dul. Cómo fuera, no le veía tantas pegas - Mal que bien nos dio una manito y es lo que vale, qué te vas a preocupar por una niña? -
Cuantas personas habían hecho esa misma pregunta sobre ella y habían terminado mal? No lo pensó en ese momento, de hecho la pregunta que habría sido de mucho utilidad debió hacérsela, pero no existió.
- No te preocupes, trataré de no vomitar en público y si intentan algo mientras lo hago, el tener la mente en otra caso creo que me ayudará a controlar el impulso. Así que no hay problema hagamos turnos... yo necesito, revisar esto - no dijo el qué pero la manito seguía sintiendo el flujo de sangre, nada alarmante pero existente y si, dormir le vendría de maravilla, dos naufragios no eran cualquier moco de pavo, por eso no le hizo gracia el chiste de terminar remando, y es que se lo tomó de forma literal como una opción.
- Esperemos que no sea necesario - se le escapó una expresión de ligera angustia al respecto - Bien, a curarme se dijo, hambre no tengo y creo que es mejor que no coma nada, aunque la idea de comerse los niños que Minuki lleva en su saco a yonosédonde, suena tentadora -
Paso uno, limpiar la herida, Listo. Paso dos, vendarla, Listo. Paso tres, empujar a Minuki en la cama para hacerse espacio, Listo. Paso cuatro, tras 45 minutos entre unas cosas y otras, siendo lo más rápido el hacer rodar a Minuki, casi a las malas y como lo haría otro niño, sumirse en la oscuridad del sueño, Listo.
Podría estar entrando a la adolescencia, podría verse como una adulto de 20 años, pero seguía siendo una niña y en cuanto tocó la almohada quedó profundamente dormida, como si no existiera peligro alguno, con la inocencia y la tranquilidad que al despertar las cosas debían marchar mejor y ni siquiera la molestia de la herida recién tratada se lo impidió.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Patito Nadador
De haber sabido la opinión de Minuki sobre ella de seguro se hubiesen llevado mucho mejor, dado que estaba en lo cierto, Sophitia no solo pegaba primero y pensaba después, sino que también se emborrachaba y había hecho del perder barcos una profesión, y lo mejor de todo era que estaba orgullosa de todos y cada uno de esos aspectos. Con respecto a Dulfary... Solo había que analizar que estaba con ella hace unos dos o tres días y ya habían estado en dos naufragios y una caída desde una cosa voladora...
- ¿Cómo voy a decir que es sospechosa? Pero si es obvio – Dijo de brazos cruzados Sophitia – Y si, a su edad yo lo sabia, pero por mi padre, esta niña no tiene pinta de pirata, sino mas bien de hija de algún Gran Señor o algo similar ¿Y si se escapo de la casa de los padres y ahora la buscan? Me podrían acusar de secuestrarla o cosas así, terminaría en la horca – Sonaba egoísta y disparatado, pero no sería ni la primera, ni la ultima vez que a la pirata la acusaban de cosas que no había hecho.... Bueno, que pensaba hacer pero aun no se habían efectuado, eso ya era injusto de por si – Pero tienes razón, no me preocupare por ella – Respondió encogiéndose de hombros.
Claro que para la pirata toda la charla de la niña fueron puros “bla-bla-bla” de fondo, estaba hablando con Dulfary y cuando los grandes hablaban los niños se callaban, lastima que Sophitia ignoraba completamente la verdadera edad de kazekage.
- De acuerdo, has lo que tengas que hacer, yo daré unas vueltas por el lugar, si no me mantengo en movimiento se me agarrotarán todos los músculos - Ya podía sentir el dolor en cada parte de su cuerpo, pero estaba decidida a no dejarse llevar por el agotamiento.
Dejando a las dos pequeñas en el cuarto Sophitia se dirigió a buen paso a cubierta a ver como estaba la situación. Se encontró con lo que esperaba de momento, en general todos trabajaban en sus puestos sin chistar, pero miraban a la pirata con un desprecio profundo y sincero, aprovechando cuando creían que no los estaba viendo para intercambiar algunas pocas palabras en su idioma.
A Sophitia todo eso la tenia sin cuidado, solo necesitaban llegar a tierra y les dejaría su apestoso barco tranquilo. Eran por esa clase de cosas que no le gustaba tomar barcos de otros piratas, nunca lograba uno el terminar de adaptarse, a menos que cortara cabezas a diestra y siniestra, pero no era su estilo.
Una vez terminada la ronda y luego de contemplar el mar, revisar el curso, ver algunos mapas y pelearse a insultos con el navegante sobre el curso a seguir y cual era la mejor ruta, estaba lista para ser sustituida en el turno de guardia.
Entro al cuarto solo para ver a Dulfary ocupando el lugar que antes era de Minuki, no pudo evitar que se le escapara una risa por lo infantil del acto, pero en seguida se acerco a sacudirla.
- Oye, ya me toca descansar, quita tu trasero de la cama – Sophitia era una mujer de veinte años que jamas había madurado en su egoísta personalidad.
- ¿Cómo voy a decir que es sospechosa? Pero si es obvio – Dijo de brazos cruzados Sophitia – Y si, a su edad yo lo sabia, pero por mi padre, esta niña no tiene pinta de pirata, sino mas bien de hija de algún Gran Señor o algo similar ¿Y si se escapo de la casa de los padres y ahora la buscan? Me podrían acusar de secuestrarla o cosas así, terminaría en la horca – Sonaba egoísta y disparatado, pero no sería ni la primera, ni la ultima vez que a la pirata la acusaban de cosas que no había hecho.... Bueno, que pensaba hacer pero aun no se habían efectuado, eso ya era injusto de por si – Pero tienes razón, no me preocupare por ella – Respondió encogiéndose de hombros.
Claro que para la pirata toda la charla de la niña fueron puros “bla-bla-bla” de fondo, estaba hablando con Dulfary y cuando los grandes hablaban los niños se callaban, lastima que Sophitia ignoraba completamente la verdadera edad de kazekage.
- De acuerdo, has lo que tengas que hacer, yo daré unas vueltas por el lugar, si no me mantengo en movimiento se me agarrotarán todos los músculos - Ya podía sentir el dolor en cada parte de su cuerpo, pero estaba decidida a no dejarse llevar por el agotamiento.
Dejando a las dos pequeñas en el cuarto Sophitia se dirigió a buen paso a cubierta a ver como estaba la situación. Se encontró con lo que esperaba de momento, en general todos trabajaban en sus puestos sin chistar, pero miraban a la pirata con un desprecio profundo y sincero, aprovechando cuando creían que no los estaba viendo para intercambiar algunas pocas palabras en su idioma.
A Sophitia todo eso la tenia sin cuidado, solo necesitaban llegar a tierra y les dejaría su apestoso barco tranquilo. Eran por esa clase de cosas que no le gustaba tomar barcos de otros piratas, nunca lograba uno el terminar de adaptarse, a menos que cortara cabezas a diestra y siniestra, pero no era su estilo.
Una vez terminada la ronda y luego de contemplar el mar, revisar el curso, ver algunos mapas y pelearse a insultos con el navegante sobre el curso a seguir y cual era la mejor ruta, estaba lista para ser sustituida en el turno de guardia.
Entro al cuarto solo para ver a Dulfary ocupando el lugar que antes era de Minuki, no pudo evitar que se le escapara una risa por lo infantil del acto, pero en seguida se acerco a sacudirla.
- Oye, ya me toca descansar, quita tu trasero de la cama – Sophitia era una mujer de veinte años que jamas había madurado en su egoísta personalidad.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Patito Nadador
Siquiera se dio cuenta cuando Dulfary la movió de su sitio, rodando como un tronco al que se mueve cuando se necesita pasar por un sitio. Quedó boca abajo con sus brazos dispersos a cualquier lado, mientras seguía inmersa en un sueño placentero, ignorando lo que ocurría en el barco...
---- El sueño ----
La pequeña Minuki, dueña del gremio de comerciantes y próxima ama suprema de la fabricación de osos de peluche, tomaba una caminata serena por los puertos, en donde las mercancías más exóticas se presentaban para posibles compradores. Hace mucho tiempo que la costumbre de millonarios de trasladarse a este lugar para conseguir antes que nadie la mercancía que deseaban trajo un montón de movimiento al puerto, así como ladrones y otra calaña más.
Estaba bien acompañada, sin embargo. Una guardaespaldas la seguía a todos lados, mientras la pequeña visitaba sus lugares donde obtener lo que deseaba. La guardaespaldas era una joven de apróximadamente 20 años, de cabellos oscuros como el carbón, el cual le llegaba hasta el hombro. Sus ojos también eran del mismo color, y era alta. Alguna vez fue pirata, decían las malas lenguas. Ella las cerraba a puñetazos, tal y como a Minuki le gustaba.
Pronto, al pasar, llegó cerca de ella una anciana de aspecto misterioso. Con solo mostrarle el envase de perfume, la joven se siente curiosa, pidiendo una muestra mientras se arremanga para recibir una muestra en su muñeca. La anciana accede gustosa, y Minuki puede sentir un olor delicioso que pronto puede sentir como si la sensación estuviera en el ambiente.
---- La realidad ----
La pequeña babeaba la cama mientras giraba inconscientemente su cuerpo hacia Dulfary. Debido a que también era una persona de sueño fácil, era probable que no sintiera a Minuki rodar hacia ella. No la golpeó ni nada, eso si. Se quedó a su lado, mientras una sensación agradable a su olfato le llegó cuando su cuerpo se quedo al lado de la joven.
No pudo evitar sonreír mientras dormía. La sensación era agradable para ella, aún cuando se combinaba levemente con otros olores que no vienen al caso. Se podría decir que su olfato era selectivo en ese sentido.
---- El sueño ----
- Ajá, es una sensación agradable sin duda - dice, mientras ve que la guardaespaldas le está pegando a una persona al azar que estaba por ahí - Casi pareciera un olor natural, como si fuera extraído de una persona....
Unas 100 monedas de oro fue el intercambio con el que la anciana y Minuki sellaron su pacto para volver a ser dos completas extrañas nuevamente. La sensación aún quedaba, era bastante agradable para la niña.
Pronto, se encontró en el simple mercado del puerto, en donde también se encontraba gente que vendía la fruta o verdura de manera más cara, pero de primer nivel. "Fina selección", podría decirse.
Entonces, siente que alguien toma su mano y coloca una fruta en su mano. De inmediato miró a la persona para increparla por tocarla sin permiso (aunque también su guardaespaldas se llevaría un regaño de esos...), pero pronto queda con la fruta en su mano. Se veía apetitosa, y la sensación al tacto era agradable.
- Son melones - dijo el comerciante que le entregó aquella muestra - Es una fruta muy sabrosa. Se puede encontrar en cualquier lugar, pero este tipo de melón es exótico...
La joven no tardó en arquear una ceja, y del puesto, saca otro melón, el que toma con su mano libre.
- Hmmm... interesante. No se sienten muy duros.
- Oh, por supuesto que no - le sonríe, de la misma manera agradable que los comerciantes sonreían cuando deseaban convencer a su comprador - . Muchos dicen que entre más grandes y duros, mejor. Sin embargo, cuando tienen este tamaño y sensibilidad, tienen una concentración ideal para cualquier persona que desee comerlos
La joven parecía asentir, convencida de la compra y de lo que decía el sujeto. Estuvo a punto de comprarlas cuando siente que alguien la golpea por detrás. Era más bien como si alguien pasara corriendo al lado de ella y chocaran sin mucha fuerza. La pequeña no tardó en increparlo, ya que por el golpe, los melones cayeron de sus manos.
Cuando terminó de decirle un par de verdades, notó que los melones caídos ya no estaban. Tampoco se encontraba el sujeto que las vendía.
- ¿Pero qué demonios...?
---- La realidad ----
Debido a la sacudida de Sophitia sobre Dulfary, la pequeña rodó nuevamente hacia el lado, dandole la espalda a ambas. Para cualquiera que se fijara atentamente en la genio, sus manos intentaban apretar algo, sin éxito.
Y por cierto, no es necesario decir que babeaba una buena cantidad, aunque tampoco la suficiente para mojar la cama.
---- El sueño ----
La pequeña Minuki, dueña del gremio de comerciantes y próxima ama suprema de la fabricación de osos de peluche, tomaba una caminata serena por los puertos, en donde las mercancías más exóticas se presentaban para posibles compradores. Hace mucho tiempo que la costumbre de millonarios de trasladarse a este lugar para conseguir antes que nadie la mercancía que deseaban trajo un montón de movimiento al puerto, así como ladrones y otra calaña más.
Estaba bien acompañada, sin embargo. Una guardaespaldas la seguía a todos lados, mientras la pequeña visitaba sus lugares donde obtener lo que deseaba. La guardaespaldas era una joven de apróximadamente 20 años, de cabellos oscuros como el carbón, el cual le llegaba hasta el hombro. Sus ojos también eran del mismo color, y era alta. Alguna vez fue pirata, decían las malas lenguas. Ella las cerraba a puñetazos, tal y como a Minuki le gustaba.
Pronto, al pasar, llegó cerca de ella una anciana de aspecto misterioso. Con solo mostrarle el envase de perfume, la joven se siente curiosa, pidiendo una muestra mientras se arremanga para recibir una muestra en su muñeca. La anciana accede gustosa, y Minuki puede sentir un olor delicioso que pronto puede sentir como si la sensación estuviera en el ambiente.
---- La realidad ----
La pequeña babeaba la cama mientras giraba inconscientemente su cuerpo hacia Dulfary. Debido a que también era una persona de sueño fácil, era probable que no sintiera a Minuki rodar hacia ella. No la golpeó ni nada, eso si. Se quedó a su lado, mientras una sensación agradable a su olfato le llegó cuando su cuerpo se quedo al lado de la joven.
No pudo evitar sonreír mientras dormía. La sensación era agradable para ella, aún cuando se combinaba levemente con otros olores que no vienen al caso. Se podría decir que su olfato era selectivo en ese sentido.
---- El sueño ----
- Ajá, es una sensación agradable sin duda - dice, mientras ve que la guardaespaldas le está pegando a una persona al azar que estaba por ahí - Casi pareciera un olor natural, como si fuera extraído de una persona....
Unas 100 monedas de oro fue el intercambio con el que la anciana y Minuki sellaron su pacto para volver a ser dos completas extrañas nuevamente. La sensación aún quedaba, era bastante agradable para la niña.
Pronto, se encontró en el simple mercado del puerto, en donde también se encontraba gente que vendía la fruta o verdura de manera más cara, pero de primer nivel. "Fina selección", podría decirse.
Entonces, siente que alguien toma su mano y coloca una fruta en su mano. De inmediato miró a la persona para increparla por tocarla sin permiso (aunque también su guardaespaldas se llevaría un regaño de esos...), pero pronto queda con la fruta en su mano. Se veía apetitosa, y la sensación al tacto era agradable.
- Son melones - dijo el comerciante que le entregó aquella muestra - Es una fruta muy sabrosa. Se puede encontrar en cualquier lugar, pero este tipo de melón es exótico...
La joven no tardó en arquear una ceja, y del puesto, saca otro melón, el que toma con su mano libre.
- Hmmm... interesante. No se sienten muy duros.
- Oh, por supuesto que no - le sonríe, de la misma manera agradable que los comerciantes sonreían cuando deseaban convencer a su comprador - . Muchos dicen que entre más grandes y duros, mejor. Sin embargo, cuando tienen este tamaño y sensibilidad, tienen una concentración ideal para cualquier persona que desee comerlos
La joven parecía asentir, convencida de la compra y de lo que decía el sujeto. Estuvo a punto de comprarlas cuando siente que alguien la golpea por detrás. Era más bien como si alguien pasara corriendo al lado de ella y chocaran sin mucha fuerza. La pequeña no tardó en increparlo, ya que por el golpe, los melones cayeron de sus manos.
Cuando terminó de decirle un par de verdades, notó que los melones caídos ya no estaban. Tampoco se encontraba el sujeto que las vendía.
- ¿Pero qué demonios...?
---- La realidad ----
Debido a la sacudida de Sophitia sobre Dulfary, la pequeña rodó nuevamente hacia el lado, dandole la espalda a ambas. Para cualquiera que se fijara atentamente en la genio, sus manos intentaban apretar algo, sin éxito.
Y por cierto, no es necesario decir que babeaba una buena cantidad, aunque tampoco la suficiente para mojar la cama.
Minuki- Cantidad de envíos : 48
Re: Patito Nadador
Tenia todo lo necesario, en lo que a cansancio se refería, para dormir un sin tener que soñar, dos naufragios una caída desde las alturas, un motín, no había dormida bien en el primer barco y las horas de sueño en la cosa esa voladora habían quedado en el pasado sin hacer el menor efecto en ella.
Sin embargo, la espesa oscuridad en la que estaba sumida su mente mientras trataba de descansar su cuerpo, se rompió con el brillo azulado de una llama suspendida en la nada. La sombra de una silueta la contemplaba y al rededor de esta criaturas que no quiso ni mirar, parecían estar al asecho.
Prefería tener la atención puesta en la silueta que, no solo contemplaba la flama sino que, con sus manos junto a esta parecía sostenerla. Tenía un aire familiar que le trajo un escalofrío, pero luego una sensación más cálida que la desconcertó. Dentro de la llama había imágenes, imágenes que no había antes o que parecían ser de otra realidad, pero distinguió a Motas, distinguió a Kokloff en un tiempo antes del tiempo, edificándose, haciéndose ciudad desde una simple aldea, siendo fuerte, el Festival, su mamá, su amiga Kansei, según pasaba el tiempo en las imágenes, la llama se hacía más pequeña, menos notoria en tamaño, pero iluminaba con mucha mas fuerza, el tono azulino de sus llamas bastaba para romper las tinieblas en un rango muy amplio.
Vio las siluetas que conoció en Cascadas y la muñeca que le diera el doctor Andrejz. Su sonrisa se hizo amplia y avanzó hacia la llama, pero al hacerlo, fue como si le entregara directamente la muñeca. La tomó entre sus brazos sintió ese calor que mas parecía humano y con cariño, como la niña que era, la abrazó atraiéndola hacia sí.
La muñeca de practica de sutura, era quizá de los regalos mas bonitos que le habían dado, jamás había tenido una muñeca por ser quien era, por vivir donde vivía, por eso era tan emotivo para ella, por eso abrazaba a Minuki con una sonrisa cálida, tomándola por ese juguete, cuando ya estuvieron una junto a la otra.
Y de pronto, el sueño se cargó de imágenes cada vez mas pesadas, mas perturbadoras, imágenes de personas que no conocía, de lugares que no había visitado. Vio la fortaleza de Lytenberg y de pronto estuvo en el camino, dentro de la llama azul, hacia ella venía una patrulla de Ordenados, miró la fortaleza.
El Don de los Ojos Rojos le estaba empezando a mostrar justo lo que debía ver sobre su misión, sobre que le daría respuestas a Lohengrin, ansiosa se concentró en tratar de verlo con claridad para poder entenderlo y entonces... se puso roja de vergüenza y de ira.
Se giró en redondo sin llevar a ver lo que tenía para mostrarle el Don y empezó a vociferar:
- PERO QUE TE CREES DEGENERADO NACIDOPORTUANO ABUSIVO!!! - el hombre que hacía parte de la patrulla regresó a ella. Al pasar el grupo junto a ella, embebida en la revelación de sus Ojos Rojos, no anticipó el movimiento de este, que al estar hombro a hombro le tomó un seno. Y ahora, regresaba, cuando le tomó el otro, le dio un rodillazo, pero ambas cosas fueron muy breves.
Pero la patada si sería visible para Sophitía y se sobre saltó cuando fue zarandeada. Desconociendo el lugar donde despertaba, casi echa mano de sus armas, pero se tranquilizó casi de inmediato.
Se sentó despacio en la cama y trató de quitar esa cara de sueño y cansancio que tenía.
- Tendrás que decirme qué es lo tengo que hacer. Solo acto de presencia? Yo de barcos solo sé que si me subo, vomito y si hago correr el viento, se mueven más rápido - sonrió con orgullo.
Sin embargo, la espesa oscuridad en la que estaba sumida su mente mientras trataba de descansar su cuerpo, se rompió con el brillo azulado de una llama suspendida en la nada. La sombra de una silueta la contemplaba y al rededor de esta criaturas que no quiso ni mirar, parecían estar al asecho.
Prefería tener la atención puesta en la silueta que, no solo contemplaba la flama sino que, con sus manos junto a esta parecía sostenerla. Tenía un aire familiar que le trajo un escalofrío, pero luego una sensación más cálida que la desconcertó. Dentro de la llama había imágenes, imágenes que no había antes o que parecían ser de otra realidad, pero distinguió a Motas, distinguió a Kokloff en un tiempo antes del tiempo, edificándose, haciéndose ciudad desde una simple aldea, siendo fuerte, el Festival, su mamá, su amiga Kansei, según pasaba el tiempo en las imágenes, la llama se hacía más pequeña, menos notoria en tamaño, pero iluminaba con mucha mas fuerza, el tono azulino de sus llamas bastaba para romper las tinieblas en un rango muy amplio.
Vio las siluetas que conoció en Cascadas y la muñeca que le diera el doctor Andrejz. Su sonrisa se hizo amplia y avanzó hacia la llama, pero al hacerlo, fue como si le entregara directamente la muñeca. La tomó entre sus brazos sintió ese calor que mas parecía humano y con cariño, como la niña que era, la abrazó atraiéndola hacia sí.
La muñeca de practica de sutura, era quizá de los regalos mas bonitos que le habían dado, jamás había tenido una muñeca por ser quien era, por vivir donde vivía, por eso era tan emotivo para ella, por eso abrazaba a Minuki con una sonrisa cálida, tomándola por ese juguete, cuando ya estuvieron una junto a la otra.
Y de pronto, el sueño se cargó de imágenes cada vez mas pesadas, mas perturbadoras, imágenes de personas que no conocía, de lugares que no había visitado. Vio la fortaleza de Lytenberg y de pronto estuvo en el camino, dentro de la llama azul, hacia ella venía una patrulla de Ordenados, miró la fortaleza.
El Don de los Ojos Rojos le estaba empezando a mostrar justo lo que debía ver sobre su misión, sobre que le daría respuestas a Lohengrin, ansiosa se concentró en tratar de verlo con claridad para poder entenderlo y entonces... se puso roja de vergüenza y de ira.
Se giró en redondo sin llevar a ver lo que tenía para mostrarle el Don y empezó a vociferar:
- PERO QUE TE CREES DEGENERADO NACIDOPORTUANO ABUSIVO!!! - el hombre que hacía parte de la patrulla regresó a ella. Al pasar el grupo junto a ella, embebida en la revelación de sus Ojos Rojos, no anticipó el movimiento de este, que al estar hombro a hombro le tomó un seno. Y ahora, regresaba, cuando le tomó el otro, le dio un rodillazo, pero ambas cosas fueron muy breves.
Pero la patada si sería visible para Sophitía y se sobre saltó cuando fue zarandeada. Desconociendo el lugar donde despertaba, casi echa mano de sus armas, pero se tranquilizó casi de inmediato.
Se sentó despacio en la cama y trató de quitar esa cara de sueño y cansancio que tenía.
- Tendrás que decirme qué es lo tengo que hacer. Solo acto de presencia? Yo de barcos solo sé que si me subo, vomito y si hago correr el viento, se mueven más rápido - sonrió con orgullo.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
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