Patito Nadador

- Creo que encontramos mi color. Bendito sea experimentar en el tema con Miyu

Si, de nada >_>

Un poco se sintió de mal humor, ya que no le gustaba que la interrumpieran cuando construía o inventaba algo, pero viendo que, físicamente, era superada por casi tres veces en edad, tampoco es que pudiera hacer mucho. Además, en parte le molestaba eso a Sophitia, así que se conformaba con eso. Además, según ella, no es que hubiera apuro...

- ¿...o si?

.... no, no lo hay

- Aww

Al menos la superficie era acolchada, y su caída fue suave, aunque no pudo evitar rodar exageradamente por la cama, mientras tomaba una almohada y la abrazaba mientras Sophitia hablaba. No parecía que la escuchara demasiado, más sumada a su mundo.

Bajó de la cama y levantó el brazo de Sophitia, aprovechando que estaba en el piso, para colocar la almohada en el costado de sus costillas que le dolían. Pero antes que reaccionara, le dio una patada que, si bien por su complejidad física y edad no debió ser muy fuerte, fue en un punto sensible de donde había recibido daño, por lo que la pirata le debió doler mucho más que los golpes de los piratas de hace un momento...

... aunque esto fue por apóximadamente 0.40 segundos. Tan rápido cómo vino el dolor, se fue, y todas las molestias que tenía Sophitia se desvanecieron. De hecho, se podía sentir como si nunca la hubieran golpeado en las costillas.

- Si te dolía, era por que la alineación de los huesos de tus vértebras estaban desalineados, chocando con tus músculos internos y órganos como los púlmones - le dijo, explicandolo como si fuera una profesora de biología o algo así - . Pero aún así, has recibido mucho castigo, por lo que un golpe bien colocado y vuelves a estar como antes.

Era fantástico que Sophitia entendiera su punto. Eso le sacó una sonrisa de alivio, de esas bonitas de pura emoción y tranquilidad. Ya podía concentrarse en lo suyo, en el viento, en que el barco llegara pronto a puerto y... en que tal vez no debió hacer esa pregunta.

Inicialmente lo que le contaba al oído no le decía nada, con sus conocimientos en anatomía fue tomando sentido, pero seguía no viendo el por qué eso tendría que poner a alguien colorado si después de todo era importante para la supervivencia de la especie, pero cuando las alternativas para ese efecto se fueron acumulando, fue ella quien empezó a sonrojarse, cada vez más y más hasta que se apartó y miró a la pirata con sorpresa e incredulidad. Lo que estaba diciéndole simplemente no podía ser cierto, real o practicable.

Con una expresión tonta asintió a lo que le dijo luego, pero en su mente jamás procesó sus palabras. Si le hubiese preguntado qué fue lo que le dijo, que lo repitiera, simplemente no habría podido hacerlo.   Por fortuna, se había ido por sí misma.

Con pasos lentos regresó con el timonel y le dijo muy despacio, pero sobre todo ausente

- Vamos... dirección... a... Nehmen - ya antes había hablado con él sobre la dirección que querían tomar y si él conocía la ruta, a lo que tenía  una respuesta afirmativa.

- Ka, jeg skal ta roret, men vinden er treg, og vi må bruke årer treller, så ta lang tid, med mindre vi kaster en hånd. Vi skal gå over der - mientras el timonel hablaba y señalaba en una dirección lejana en el mar, más allá del horizonte que los rodeaba, los ojos ausentes e impactados de Dulfary se fijaron en varios de los marinos que alternaban miradas entre sí, siguiendo a Sophitia y otras hacia ella... detrás de ella.

Se giró con demasiada lentitud, aun con la visión de lo contado por la pirata flotando en su imaginario. Demasiado lento para detener un ataque a traición que la dejara fuera de combate, mucho más para dar una señal de alarma. Para cuando sus ojos se encontraron, la mano del pirata ya estaba en su omóplato, tocándola, una sola palmada y luego... luego se quedó de pie a su lado, sin tocarla siquiera, mirando en la misma dirección en que señalaba el timonel.

- Så har vi ordnet et mytteri for deg, to sjørøvere satt i drift av sitt eget mannskap, er de kapteiner - su sonrisa retorcida no se dirigió a Dulfary sino al mar y la niña, sin tomarse la molestia de disimular, hizo una mueca de no haber entendido ni una sílaba.

-Ehm... la mmm ¿la tuya? - respondió con duda de si eso respondía a lo que él decía, pero totalmente segura que era la respuesta correcta.

- La nuestrrra - respondió el pirata, señalando con un círculo de su dedo todo el navío, sin entender que le mentaba la madre de regreso como precaución o dejándolo pasar sin darle importancia alguna a lo que dijera la muchacha - Nuestrrras capitanas - ahora sí la miró de forma directa y su sonrisa retorcida, sumada a lo que dijo Sophitia revolvió de manera errónea algo en ella.

El timonel dio dos pasos atrás, y algunos de los otros hombres se aproximaron rápidamente, cuando Dulfary con velocidad, precisión y técnica, le dio un golpe en la boca del estomago con el puño, que lo hizo inclinarse un poco hacia adelante, el segundo golpe, con la palma abierta, le impactó justo en el esternón y terminó de inclinarlo, siendo el golpe en sus genitales lo que lo envió al piso, para de inmediato tener a la aprendiz de kazekage sentada sobre su pecho, una mano contra la madera de cubierta justo al lado de oreja para darse equilibrio y el brazo contrario haciendo presión contra su garganta

- Cochino! cochino! cochino! rata malpensada!! En la vida vuelvas a mirar mujer de esa forma! - decir que fue un grito o una amenaza sería pedirle mucho de sentido a la situación. No, fue un regaño, una reprimenda domestica y no una lección entre piratas, lo que desconcertó aun más a los presentes.

- Unnskyld, tilgi, tilgi - gorgojeaba, mientras Dulfary hacia más fuerza contra su cuello con el antebrazo, la cual solo se relajó cuando el timonel le trató de poner la mano en el hombro porque ella lo anticipó, lo sujetó de la muñeca y empezaba a doblarsela para una llave que la alejara de ambos cuando este empezó a casi gritar

- Duisculpa! Unnskyld, se... duisculpa... él! - Dulfary miró a uno y al otro, el del piso asintió con la cabeza con una tos seca y ahogada.

- Ahm! Perdón - dijo ella en el tono de quien a cometido un error de protocolo y no un ataque en toda regla, pero inmediatamente los soltó a ambos, colocándose de pie, un poco avergonzada - Él empezó!!!! - lo señaló enfáticamente utilizando el dedo y el brazo, estirándolos ambos con fuerza - Me dijo... No sé que carajos me dijo!!! pero me miró extraño! es su culpa!! - se justificó ante los presentes que poco o nada les importó las razones por las que lo golpeó y volvían a los suyo mientras ella aun trataba infructuosamente de demostrar su inocencia ante los hechos.

-Ikke viktig - dijo el timonel - På tide å gå - ante los dos pestañeos de Dulfary, movió las manos como si fueran olas - irrrnos -

- Sí!! Irnos. Oye, lo siento, fue un mal entendido... - le ofreció la mano al otro pirata, que se la apartó de golpe y levantándose por él mismo se alejó  - Ains, pero si él empezó - hizo un puchero y volvió al momento y la realidad con la voz del timonel

- Vi må gå, de er gale, alle - Dulfary, como siempre, no le entendió sin embargo asintió y se posicionó en la mitad de la cubierta.

- Son velas resistentes? - le preguntó desde el punto en que estaba. El timonel no le entendió, así que repitió uniendo los puños y separándolos, señalando las velas y repitiendo el gesto - resisten? -

- Ja! - dijo el hombre, con el puño cerrado y el pulgar arriba - Jeg tro at, håper jeg - agregó en un murmullo entre dientes.

Dulfary le dio la espalda y empezó con lo que tenía que hacer. Hizo una lentísima respiración bajando ambas manos frente a ella, una vez, dos veces, con la segunda fue como si una invisible onda de viendo, que partía de ella, se llevara todo el aire haciendo un circulo que llegó mucho más allá de la cubierta y de los primeros 2 metros alrededor del barco, el cual, dejó de mecerse al dejar quietas las olas por una breve fracción de segundo.

Una fracción de segundo. Fue eso lo que duró el efecto de esa primera onda y sin embargo bastó para que todas las miradas cayeran en ella y más de uno hiciera una inhalación sonora y notoria a la vista en busca de un aire que no llegó a sus pulmones. Una breve fracción de segundo de vacío.

Y luego...

Vino la danza.

Entre los kazekage existen figuras de renombre y poder, muy pocas, contadas con los dedos, figuras que entrenan durante años y explotan al máximo el talento natural con el llegan al mundo. Figuras que van acorde a los dones del Clan y, exceptuando a quienes se especializan en sangre, se les llaman Danzantes. Un Danzante de Sombras, es quizá de lo más poderoso que puede tener el Clan. Un Danzante de Viento... es lo que Dulfary parecía en ese momento.

Sin embargo, Dulfary, solo era una aprendiz. Una aprendiz sin maestro y sin dirección y estaba a años luz de llegar a una Danzante, por su falta de constancia, de disciplina. Y aun así, el primer movimiento de su brazo para hacer la kata para atraer y dirigir al viento, había sido un paso de baile y el giro del pie y la forma en el aire volvió a todos e impactó contra la vela que de inmediato se infló.

Dio un giro grácil que la hizo cambiar de posición, su ropa húmeda no se inmutó, pero el polvillo de la sal marina izó remolinos junto a ella y al mover la mano por debajo de la otra en una elipse delicada, ascendió hasta la vela e hizo mover el barco. Tomando otra ráfaga de viento tal cual como una hilo, la dirigió hacía otra de las velas y empezaron a tener velocidad. Otro giro de su cuerpo, una caricia al aire y el viento se mantuvo estático contra las velas, empujando, para luego correr hacia arriba, hacia la popa y de vuelta contra la vela no sin antes dedicarle un mimo juguetón a Dulfary, quien sonrió y regresó el gesto con cariño, exhalando con cierto cansancio y dolor.

Corrió en dirección a la proa, haciendo bucles con las serpentinas de viento  y el barco, empezó a tener más velocidad, casi tanto si tuvieran remeros en un lago tranquilo, cortando la cortina que interponía por el ritmo que llevaba, impulsándola hacia el casco en la popa para darle más velocidad, de tal forma que, sin que esto hiciera descuidar su trabajo, cada hombre en cubierta sentía golpear contra su caras el viento y moverse al ritmo de este sus cabellos.

- Av den grunn jeg elsker sjøen - dijo el timonel, aferrado a marcar el rumbo, con una sonrisa que quedaba muy bien en su rostro.

fdi: está en noruego, para quien quiera entender.

La niña siquiera la escuchaba, Sophitia se preguntaba para que se molestaba siquiera en hablarle. Seguramente así se debían sentir las madres cuando les decían a sus hijos que no hagan algo y esas pequeñas ratas sinvergüenzas lo primero que hacían era hacer eso que le prohibieron. Con la cabeza apoyada en el colchón sentía como de a poco iba adormeciéndose, los parpados le pesaban como si de pronto estuvieran hechos de plomo.

O al menos en eso estaba cuando la niña agarro su brazo, al principio Sophitia no entendía de que se trataba, sin duda no iba a ser un gesto cariñoso, eso la hubiese sorprendido, y también la hubiese hecho sospechar. Pero no, era aun más raro que eso, antes de que pudiera decirle nada, le dio un golpe, no se lo esperaba, no creía que se animara. Más allá del dolor, su rostro reflejaba sorpresa, luego el enojo, la gente solía olvidar que, al fin y al cabo, era una pirata, no importaba que tan simpática pudiera mostrarse.

El dolor se sintió durante casi nada de tiempo, pero el suficiente para que con la mano libre agarrara a Minu del cuello con su fuerte mano, no iba a matarla, fue más bien una reacción instintiva a un posible ataque.

-¿Qué crees que estas…? – Fue en ese momento que se percato de los resultados, movió los hombros como para probarlos, luego soltó a la pequeña, dejándola respirar por fin, pero no prestó atención a eso. Reviso sus articulaciones, se toco al costado del cuerpo, y era verdad, ya no sentía esos dolores punzantes – Mira, que increíble, si eras una bruja al final... – Toda la charla técnica de la pequeña le paso totalmente por alto, y aunque la hubiese escuchado seguro no iba a entender nada.

A modo de agradecimiento le dio unas palmadas en la espalda, que seguramente moverían a la niña varios pasos para adelante. Lo que no se podía solucionar era el sueño que tenía, y el agotamiento en general, volvió a apoyar la cabeza sobre el colchón, pero ahora más relajada.

-El barco se está moviendo rápido, seguro Dulfary logró convencerlos de que cooperen – Sonrió orgullosa con los ojos cerrados, ahora si podía relajarse, todo estaba bajo control por fin…

Ya, pero sin enojarse

- ¡Pero no es justo!

El mundo es un lugar cruel

- Oye, ella me agarró del cuello. Mínimo debió atacar el kraken y destrozar este barco en cientos de pedazos

Tu no tienes un Kraken

- ¿Y el de la ficha?

Ese es un pulpo gigante

- Bueno... ¡son detalles!

Además, no creo que te haya agarrado del cuello per sé. Más bien, creo que te agarró del cuello de tu camisa

- ¡No, me agarró del cuello, me cortó la respiración y casi me muero para siempre!

¿Y te puedes morir por un rato acaso?

- Tu estás muerta por dentro desde hace rato

¿Podemos evitar los ataques personales?

- Cuando exista justicia al respecto

Destrozaste los nervios del 183% de la tripulación con tus robots

- Eso es más del 100%

Si, le destrozaste dos veces los nervios a varios

- No entiendo tu punto :3

Que sigas con el rol, y que no invoques Krakens. No sabes qué planean las usuarias de Dulfary ni Sophitia

- Llamalas por sus nombres :3

No voy a dar datos así en los roles :\

- Aww, no es que importe mucho, si no parece que el foro sea lo suficientemente popular para que 100 millones de pesonas lean esas cosas

Da igual, y dejame de cambiar los tópicos de conversación

- Yo no cambio nada, tu sola te desvías :3

Mejor sube a la cubierta y haz algo productivo, que no destroce los nervios de alguien, ni el barco, ni a alguien. Y sin hacerte la lista, que estoy observandote

- Stalker :3

Ojalá pudiera dejar de observarte todo el día, honestamente...

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Y así, Minuki salió, sin ser vista o notada por Sophitia, de la habitación del capitán. No le fue difícil, debido a que la misma pirata no parecía muy descansada, y al menos para Minu, parecía una de esas personas que adquiría la misma resistencia que un tronco para dormir.

- Mientras no sea un sauce llorón, todo bien - comentó para si

Pero debido a que su user le ordenó comportarse, se quedó en el descubrimiento de que no había mucho que hacer. Podía crear un robot, pero ya se encontraría con problemas de nuevo. Siquiera pudo terminar el suyo porque la nueva dueña del barco interrumpió su trabajo. Miró de lejos a Dulfary, y pensó que debía de estar muy necesitada de amigos como para hablar con ellos

Bueno, tampoco es que hubieran muchas opciones, dada las condiciones en las que estaban

- Aunque creo que dice mucho si prefiere hablar con gente que habla en danés que conmigo - comento para si

Creo que es noruego

- ¿Como vas a malinterpretar el portugués tan fácilmente?

Ya >_>

Entonces, se quedó ahí, en una de las escalas que habían, mirando aburrida para el cielo y el mar, como si hubieran pasado horas desde que estaba ahí, cuando solamente habían pasado 7 segundos desde que miró a Dulfary y se sentó

- Hmmm... El resto no parece muy entretenido

Después de pensar unos segundos, se le ocurre una idea...

- Hmmm... en realidad no :\

Intentaba pensar en algo entretenido no-letal no-hincha-pelotas no-destroza-nervios, pero lo único que conseguía era dar vueltas y vueltas alrededor del barco, indicando con su dedo las partes que estaban mal hechas

- Mira - le dijo a un pirata -, esa parte esta mal lijada. Alguien se va a caer, y se va a enterrar una astilla en el dedo

Y luego seguía caminando, hasta que encontraba algo que no le gustaba, y apuntaba de nuevo con su dedo

- Mira - le dijo a otro pirata-, ese clavo está salido en 0.02 milimetros. Alguien se va a sacar un pedazo de piel si se resbala ahí

Y continuando con su tradición, seguía caminando y apuntando

- Mira - le dijo a otra persona-, esta tabla no coincide con esta de al lado. Esta tabla fue echa con alerce de 8 años, y esta otra con roble de 17 años

Cooperar era un decir. Y estaba bien dicho. El mago de abordo miraba a Dulfary con cierta desconfianza y en más de una ocasión intento un sencillo dispell que no tuvo efecto sobre el viento que parecía obedecerla... no, jugar con ella... junto con ella.

Ambos capitanes, los que se disputaban el barco antes de ser destituidos por las muchachas, daban ordenes a grito herido para que todos trabajaran y no le dejaran todo el esfuerzo a Dulfary, de forma, que el barco se movía básicamente por la habilidad de los marinos y el viento pronto se convirtió sólo en una ayuda. Una gran ayuda.

Con una sonrisa de estarse divirtiendo, la aprendiz de kazekage dejó de hacer katas y su amigo siguió haciendo lo suyo por iniciativa propia. No se sentía cansada, pero había había invertido bastante de su energía en lograr un movimiento así de masivo sin tener una emoción que que sirviera como disparador y catalizador para tal fin.

- Tal vez mis maestros tuvieran razón - se dijo así misma, pero desechó la idea moviendo la cabeza negativamente y se echó a reír un momento por lo absurda que le resultara. Aunque fuera cierto.

Inspiró profundamente y trató de no pensar en el momento en que volviera a sentirse mal y más bien en tener algo productivo que hacer, lo cual, incluía charlar.

Si Minuki hubiera hecho el mínimo intento por acercarse a Dulfary o se hubiese dejado notar tan siquiera un poco, habría encontrado sin dificultad alguna que su atención se volcaría hacia ella, olvidándose de los hombres que manejaban el barco, pero había preferido suponer, que todo se le diera del cielo y luego escabullirse; así que cuando Dulfary, por cosas del azar y de buscar como mantenerse ocupada para no vomitar, la vio rondando por ahí, tampoco le puso mucho misterio al que prefiriera hacerse la interesante comentando cosas con los piratas. Al contrario, le dio una idea.

Regresó con el simpático timonel y empezó a hacerle charla, ya no como algo espontaneo en ella, en donde las palabras salían sin control y brincaban de un tópico a otro con fluidez, sino intencionalmente para que su mente estuviera siempre en funcionamiento.

El timonel poco o nada le decía, asentía o negaba e iba haciendo su trabajo, así que pronto se dio cuenta que sus afirmaciones o negaciones eran completamente al azar, por una pregunta trampa y se rió. Al reírse, él la miró extraño y luego frunció el ceño. A diferencia de Dulfary, sí estaba viendo lo verde que se ponía y cada vez más.

Comenzó por abrir lentamente un ojo, con mucha pereza y ganas de continuar durmiendo, pero alguna parte de su cerebro le decía que ya era suficiente de dormir, que era necesario levantarse y hacer... ¿Hacer qué? No lo recordaba bien, pero había algo importante de lo que encargarse. Para empezar ¿Donde estaba? Era un barco sin duda, pero ¿Cual? En esos últimos días había subido y naufragado de tantos lugares que ya estaba perdida...

- Es el barco con los piratas esos que hablan raro... - Se dijo a si misma mientras estiraba los brazos y se desperezaba, se refregó los ojos mientras ponía en orden sus recuerdos - Y deje a ... Dulfary al mando... ¡Cielo santo! Si que estaba cansada, de otro modo no hubiese hecho algo así - Se levanto y se desato el pelo solo para volver a atarlo mas prolijo - Aunque parece que aun flotamos, y eso ya es bastante.

Una vez que finalizo los preparativos, y que reconsidero que hablar sola era de locos, salió del cuarto en busca de las dos niñas que habían quedado al mando del asunto. Encontró a la mas pequeña molestando a los piratas con nimiedades sobre la construcción del barco, Sophitia negó con la cabeza y pasando por al lado levanto a la niña en brazos.

- Si haces ese tipo de cosas no te ganaras la simpatía de nadie, podrás decirme que no te importa, pero al menos hasta que lleguemos a tierra es importante que no te hagas mas enemigos - Dijo mientras seguía caminando en dirección a Dulfary a la que encontró como no podía ser de otra manera, hablando hasta los codos.

Se acerco a ella y le revolvió el pelo sin soltar en ningún momento el firme agarre en que tenia a Minuki, le preocupaba dejarla suelta por el barco y que hiciera desastres.

- ¿Como estuvo todo mientras dormía? Gracias por darme ese tiempo por cierto, me sento de maravilla un poco de descanso - estaba consciente de que no era la única que necesitaba dormir bien, pero a veces su amiga podía ser tan terca - ¿Tu cuando vas a ir a la cama? Ya estas pasada de sueño, te pondrás irritable - La miro con algo de sorna ya que adrede la trataba como a una bebe.

- Pobre, está hablando sola de nuevo... - murmuró la joven, en una voz levemente distinta a la habitual, debido a que la usuaria perdió el numero de color de la voz de su personaje

Minu no era de las que perdían los detalles a su alrededor, aunque era cierto que era fácil para ella omitir o desinteresarse por las cosas. Por un momento, se interesó en ir a ver a la cocina si había algo, pero recordó que la manilla estaba mal pulida y con riesgo de astillas, lo que le había dado una nota de 4/10, lo que la impedía "moralmente" de usarla, y por ende, lo que impedía su entrada a aquel lugar

Cuando hablamos de moralidad con Minu, el concepto puede ser tan... único como visceral y cambiante, considerando que la noche anterior, cuando todos dormían y nadie miraba, había entrado a la cocina para robarse lo que estuviera a mano, como si fuera un pequeño ratón polizón.

Y bueno... había visto a Dul que hace rato parecía divagar en su mente, y en un momento, comenzó a hablar con el timonel. Sin el conocimiento, ni la autorización, de la joven, la pequeña había realizado una evaluación de cómo era Dulfary, aunque en términos algo frívolos: tenía un 7/10 en su pelo, "me gusta el largo, pero el color podría ser uno mejor" había escrito, tenía un 9/10 en el color de sus ojos, "le falta disparar fotones de energía" anotó, mientras que el resto de su cuerpo había anotado un 4/10, "le faltan cazuelas" tenía en un rincón, aunque tenía un entreparéntesis un 8.5/10 para sus piernas "falta más ejercicio"

Podrías al menos explicar lo de las cazuelas

- Pero si se explica solo, ¿como no se va a entender?

No todos entienden la jerga campesina de donde vienes

- Para eso está Google

Lo que interrumpe el rol y la inmersión

- Tus historias tampoco es que sean tan buenas e inmers-- auch :\

...

- Significa que le falta más relleno... o más curvas :\

Gracias

- Gracias a ti por el posible aneurisma cerebral que tendré en un rato más


En eso estaba, cuando sintió que algo la levantaba y la movía. Por un momento, pensó que se trataba de un acto divino que reconocía su superioridad ante el resto de la raza humana, lo que inmediatamente la hizo pensar en que podría comenzar a juzgar a los impuros con el martillo de Thor... o la guitarra de Val Hallen. Sin embargo, se acabó su imaginación cuando escuchó la voz de Sophitia, regañandola mientras la llevaba

- Aww... - murmuró, aunque no por lo que dijo la pirata, sino por no poder tener la guitarra

Lentamente se acercaron a Dulfary, notando que más o menos la había dejado hablando sola antes. De inmediato pensó en se animaría si se burlaba de Sophitia a sus espaldas, y recordó que tenía algo muy especial que podría matar dos pájaros de un tiro

Cuando la pirata se detuvo para conversar, la joven sacó de su bolsillo una marioneta que se parecía en algo a Sophitia, y mientras preguntaba cómo estaba todo, la marioneta comenzó a hacer movimientos, imitando a la pirata en cómo hablaba, aunque sus movimientos eran algo distintos: tenía sus manos en sus caderas marionetisticas, haciendo una pose de burla y altanería, muy distinto a lo que mostraba Sophitia en realidad, pero le daba lo mismo eso. Quería ver si cumplía sus objetivos

Era una lástima que Minuki no hubiese entrada en la cocina. De hecho, en algunos círculos se habrían admirado de su fortaleza y temple para no ceder al irresistible olor que provenía de ella y que hacía sonar algunos de los estómagos de los marinos que por H o por R pasaban junto a ella.

El timonel frunció el ceño. Molesto, o al menos eso interpretó Dulfary. En realidad sopesaba sus posibilidades, con una menos si la sacaba de combate aprovechando su estado de malestar, retomar el barco era cuestión de tiempo, pero volverían a pelear y si no las mataban regresarían la mismo punto. Además de la perdida de la velocidad que llevaban en ese momento.

Por su lado, al salir del cuarto, lo que Sophitia encontraría es un pasillo por el que se movían algunos piratas en su tiempo de ocio mientras estaba activo el otro turno. Charlaban, se reían de lo que decían y luego la miraron con el desprecio respetuoso que se suele dirigir a los capitanes piratas. Uno de ellos le dijo algo en esa lengua rara que tenían, señaló las bodegas desde su posición, sonrió orgulloso de sí mismo y siguió andando.

Se detuvo con la expresión típica de quien recuerda algo importante y empezó a decir rápidamente un par de cosas más que remató con un movimiento de la mano que denotaba hablar demasiado. Sin embargo, no se refería a Dulfary, como se podría pensar, sino a las preguntas que hacía Minuki, cómo constataría en cuanto llegara a la cubierta, y luego siguió su camino, ahora sí de forma definitiva.

Dulfary por su parte, le dirigió una sonrisa a ambas, espontánea, cálida y bastante fatigada, cerrando los ojos en forma graciosa y hasta tierna cuando le revolvió el pelo, dejándolo más despeinada de lo que ya estaba.

- Fue todo un gusto, hasta pude jugar con el viento y todo y eso fue muy divertido, además nos movemos y así llegaremos a tierra más rápido o eso le entendí a… se me olvidó el nombre, en fin, respondiendo a tu pregunta, muy bien, son unos muchachos encantadores cuando se les conoce, colaboran con todo lo que pueden y trabajan como hormiguitas. Creo que el dicho debería cambiar y decir “trabaja como pirata bajo las órdenes de Sophitia” – se rió, pero algo en su tono denotaba que lo decía en serio. Se ladeó un poco desde la cadera y miró a Minuki, de dónde sacaba tanta fuerza para cargarla, pero daba igual, soltó la risa con lo de la marioneta, efectivamente había funcionado perfecto para su energía agotada, pero se tapó la boca, no iba a delatar a la otra niña.

– La falta de sueño no me pone irritable, lo hacen cosas más pequeñas y de forma explosiva, pero no creo que pueda dormir creo que … - no terminó su frase, corrió a la borda y la sensación acida y desagradable recorrió su garganta, junto a un escalofrío por su espalda.

Comenzaba a darse cuenta que el único modo de mandar a dormir a Dulfary era dándole un golpe en la nuca o algo por el estilo. La pirata no iba a hacer de madre de nadie, siquiera estaba segura de cómo funcionaba bien eso, así que si la muchacha quería estar días y días enteros despierta, Sophitia no iba a hacer nada para evitarlo más que recomendarle que no lo haga un par de veces a lo mucho.

Siquiera se percato de las maniobras de Minuki, atenta como estaba a su amiga y su cara de fatiga, aunque seguramente no le hubiese llamado la atención, es que cada momento que pasaba con esa niña era un imprevisto, estaba esperando que en cualquier momento sacara de una galera un barco manejado por demonios, como los que los habían atacado antes, y se fuera de allí diciendo “¡Adiós tontos!” O algo similar…. No estaba tan alejado de los acontecimientos pasados…

Cuando Dulfary salió corriendo para vomitar, la pirata puso por fin a Minuki en el piso.

-Ya estamos con eso de nuevo, esta chica no se va a curar nunca… - Miro a la niña junto a ella con gesto serio – Y tu, quédate cerca mío ¿Entendido? Voy a ver qué novedades hay… Si es que logro entender algo de lo que estos tipos dicen.

Sophitia tenía una idea general de varios idiomas, palabras sueltas que le servían al momento de tener que comerciar con gente de otras islas, o de otras razas, aunque no sabía hablar ningún otro idioma de modo fluido, mucho menos escribirlo. Fue con el timonel e intento entablar una conversación, fue un intento bastante pobre, más bien el sujeto repetía una y otra vez dos palabras y la pirata intentaba entender que quería decir. Internamente pensaba que el sujeto en realidad entendía lo que le quería decir pero se hacia el tonto para ignorarla y no seguir sus instrucciones.

Luego de varios minutos de discusión finalmente perdió la paciencia.

-Se que entiendes lo que te digo, maldita rata inservible, si para mañana en la tarde no estamos en tierra, te atare del mascaron de proa para que aprendas a no hacerte el imbécil ¿Bien? –Le parecía que eso había sido lo bastante claro, busco a Dulfary con la vista a ver si andaba dejando rastros de vomito por el barco.

Sabía que no podían tardar mucho mas de un día, el viento era bueno, la ruta tranquila, y la tripulación estaba colaborando dentro de todo, si todo salía bien, estaría en casa pronto… Luego de esa larga aventura sentía que necesitaba estar en tierra durante algún tiempo, en tierra y lejos de esas dos niñas que atraían al caos como imanes.