Descripción general: Shamataw

Shamataw

Shamataw es una isla de considerable tamaño y población reducida ocupada en su mayor parte por un bosque tropical. En este lugar se puede vivir relajadamente, puesto que hay pocas bestias que supongan un riesgo para la población, el clima es cálido pero no extremo, la caza y la pesca son abundantes y es fácil obtener una buena cosecha en un huerto propio. Las playas de arena blanca y fina se extienden suavemente hacia el mar, y la zona poco profunda del agua que lame la costa sin apenas movimientos bruscos abarca varios cientos de metros más allá de la línea de la playa, creando una zona segura donde se pueden capturar fácilmente bancos de peces y otras criaturas sin tener que preocuparse de los depredadores, que no pueden vadear la zona. Tampoco hay mareas. Además, la poca profundidad de las aguas costeras hace que los visitantes a estas isla sean pocos y raramente inesperados, puesto que las embarcaciones corrientes no pueden acercarse sin embarrancar.

Los habitantes de Shamataw no moran en la isla propiamente dicha, sino en la zona de las aguas costeras, a la que llaman Shama, en confortables cabañas flotantes de madera. Se desplazan entre ellas vadeando o empleando un tipo especial de canoa de fondo plano que les es muy útil como medio de transporte.

En la bahía de Shaskakyaw tienen los isleños su centro cívico, donde se reúnen a hablar de los asuntos de la comunidad, celebran sus festivales –aunque la mayor parte de los actos suelen ser al aire libre- y realizan cualquier otra actividad que precise de un local comunitario. Alrededor de este foro se ha desarrollado el mercado, la lonja, el muelle, los almacenes y los talleres. El mercado de Shaska es punto de encuentro y comercio y provee a la comunidad de todo lo que necesita para vivir sin apuros.

Si nos adentramos en el bosque por un bien cuidado camino que parte de las proximidades del mercado, llegaremos a una zona de recreo muy popular: Shakemaw. Cuando uno se cansa de bucear en las aguas tranquilas de las playas de Shama, suele optar por relajarse en esta zona donde la vegetación parece estar domesticada, hay abundantes arbustos florales y fragantes y el suelo está recubierto con un manto suave musgo. Los árboles centenarios que presiden Shakemaw hincan sus enormes raíces en el suelo, ofreciendo a los visitantes asiento y apoyo además de la fresca sombra de sus altísimas copas. Justo detrás de este grupo de árboles, que se consideran sagrados, encontramos Shake, una red de pozas naturales que alternan agua fría y caliente. Detrás de esta especie de ajedrez acuático hay una poza mayor en la que desembocan unos rápidos, a poca altura sobre ella, y desde cuya repisa de roca los isleños gustan de zambullirse. Sin embargo, lo que más fascina a los visitantes es el contraste entre las piscinas de cristalinas y límpidas aguas frescas con las de agua tibia, blanca y ligeramente aromática. Hay quien dice que este efecto es obra del tipo de roca que la contiene. Otros creen que una antigua civilización creó esta maravilla acuática lo mismo que los jardines que la preceden. En cualquier caso, nadie ha descubierto aún el secreto de su origen.

La comunidad de Shama es pequeña pero bien organizada, y la rige un comité que se va turnando cada seis meses para servirla, salvo en el caso del portavoz y el tesorero, que son cargos que nunca quiere nadie. Se elige a los candidatos a portavoz entre los comerciantes más exitosos del mercado, y a los candidatos a tesorero entre los miembros más destacados del Gremio de Pescadores y Agricultores (que abarca a casi toda la población). Las elecciones se realizan por medio de competiciones, y los perdedores se encargan de ocupar los poco codiciados puestos durante dos años. Los miembros del comité no cobran por realizar sus servicios a la comunidad, y se les respeta por una labor bien hecha en beneficio de todos.

El portavoz actual se llama Matokaw. Es un comerciante avispado y un buen orador, lo que le ha valido el florecimiento de su negocio de Mariscos Frescos y Cocinados (Recetas Originales del Chef Mato). Incluso ha organizado un servicio de entrega a domicilio, lo que causó un adelanto en la simple tecnología de Shamataw al originar la necesidad de crear un sistema para transportar la comida de forma que se mantuviese fría o caliente según los requerimientos del menú. Mato es el puente entre los habitantes de la isla y el gobierno central, y se toma muy en serio su trabajo –a veces demasiado, creen algunos. Le gustan los halagos, pero es lo suficientemente honesto consigo mismo como para no dejarse engatusar en detrimento del pueblo.

Su compañero de tribulaciones es Kepesaw, el tesorero más cobarde y nervioso que ha visto jamás el comité de Shama. Malas lenguas afirman que se le dio este puesto porque así queda eximido de tener que tomar decisiones a la hora de votar las acciones del comité, porque es tan indeciso que por su culpa no se haría nunca nada. Kepe no es mala persona, pero se resiente profundamente de estas habladurías. No es culpa suya si habla tartamudeando cuando se dirige a más de tres personas a la vez y no es capaz de decidir con rapidez en qué muelle deja su barca cuando se los encuentra todos vacíos.

Otro personaje destacado de esta comunidad es el herrero, Shakabaw. Está muy orgulloso de sus ancestros, que según él pertenecieron a la antigua civilización perdida que se dice fue pionera en la isla. También lo está de su profesión, y de su bella y dulce esposa, Callabue. Pero Shaka tiene un genio terrible, y la única capaz de hacerlo reflexionar cuando pierde los estribos es Callabue, que lamentablemente es algo lenta de reflejos y no siempre se da cuenta de cuándo el comportamiento de su insigne esposo es excesivamente grosero.

En lo que respecta a las relaciones con sus vecinos del reino, los Shamatanos son muy relajados. Dan la bienvenida a todo el mundo… y no toleran que la tranquilidad de su rutina diaria se vea alterada. Las lanzas y dagas decoradas con dibujos tribales colgadas en sus salones no son solamente ornamentos: saben bien de los peligros de la vida real, aunque procuran mantenerlos a raya. Intelectualmente son muy abiertos y curiosos, y escuchan atentamente toda doctrina que aparezca, para luego diseccionarla cuidadosamente, dar su veredicto y olvidarla. Por supuesto, tienen sus propias creencias y la mayoría basan su estilo de vida en las enseñanzas de la dama, aunque a su manera, adaptado a las necesidades de su existencia. Odian el dogmatismo y los extremismos, y cuando los adeptos de la Orden hacen su presencia en la isla es curioso observar lo bien que se les trata. Cuando éstos regresan a su base, no pueden hacer otra cosa que ensalzar la amabilidad de los píos habitantes de Shama… que tan cariñosamente los cuidaron durante su estancia, al inicio de la cual adquirieron algún tipo de dolencia que los dejó con poca voz y muchas ganas de frecuentar el retrete. Se achaca esto a un efecto “turista” producto de la falta de adaptación al agua del lugar. Los Shamatanos, mientras tanto, escuchan y sonríen.



//Imágenes que os pueden ayudar a haceros una idea de como es esta zona//
La bahía, cerca del embarcadero, donde los talleres y el centro de comercio bullen de actividad... un ratito al día.


Los hogares de los shamatanos estan al fresco.


Siempre hay a mano un par de palmeras donde colgar tu hamaca para esa siesta tan necesaria antes de la cena.


En Shakemaw encuentras parajes tan bellos y tranquilos como este.


Los saltos de Shake.

//Tienes más información sobre los PNJs principales y este lugar aquí//