La leyenda de los dragones.

Altair sonrió y cogió al panzudo gato en brazos, para salir después disparada detrás de kara y el dragón de nubes, que parecen no querer esperar a nadie. SE apró un momento para mirar atrás para cerciorarse de que Daliny los seguía y después echó a correr.

Encontraba muy divertida la situación: corría con aquel extraño gato con gafas, gorro y bufanda en brazos, detrás de un dragón de nubes. No podía parar de reír mientras intentaba que el gato no se le cayera de las manos. Pesaba mucho y se le escurría cada tanto.

De repente, el dragón pareció que perdía el rumbo y caía... cuando llegamos al claro donde había caído, una espesa nube de polvo cubría el lugar. Nada más lelgar, Altair empezó a toser. Agachándose, dejó al gato en el suelo y se tapó la boca y los ojos con las mangas, poniéndose de espaldas a la nube. Cuando parecío calmarse un poco más, se atrevió a mirar.

No sabía uqé iba a encontrar, quizás jirones de nubes llenos de polvo esparcidos por el suelo, o quizás el cuerpo etéreo del dragón, herido, tirado allí. Pero desde luego no esperaba encontrarse aquello. Sólo un claro lleno de arena y polvo.

-¿Qué ha pasad? ¿Dónde está el dragón?

Como respuesta a su pregunta, el suelo empezó a vibrar y una abertura por la que dos peronas podrían entrar juntas sin problemas, se abrió en mitad del claro. LA cabeza del dragón de nubes asomó por ella y luego desapareció, como si nunca hubiese estado allí.

La estrella se acercó con cautela: la abertura conducía a un túnel no excesivamente estrecho y completamente oscuro, que parecía internarse en las entrañas de la tierra.

- ummm... ¿Creéis que deberíamos bajar?

Estaba segura de la respuesta de Kara y ella misma estaba deseosa por averigüar las intenciones del extraño dragón. Pero estaba tan oscuro ahí abajo...

- Creo que necesitaremos algo de luz. ¿Alguna lleva una antorcha o algo que nos sirva para fabricar una con una rama o similar?


(fdi: comprendedlo, no cae en que ella misma brilla, está demasiado acostumbrada XDD)

la joven me tomo en sus graciles brazos y me llevo de paseo, el plan salio a pedir de boca.
El camino fue largo y me agote mentalmente, ya que tenia bastante hambre y hacia calor. aproveche para dormirme utilizando sus suves pechos brillantes de almohada. Soy un gatito picaron.

Llegamos a donde se suponia que estaba el dragon pero no habia nada, ecepto por una abertura en el suelo. la joven me apoyo en el piso y mire el lugar. Gracias a mis ojos felinos pude ver que en el tunel podia ir solamente una persona y el resto en fila india. parecia haberse echo muy rapidamente y de manera descuidada, como por un animal, no por un ser inteligente.

La Estrella dijo si alguien tenia una linterna y yo la mire con cara de que estaba diciendo, al parecer la belleza era su mejor atributo, no su perspicacia. maulle y apoye mi pata en su pierna dando a enteder que ella brillaba y me meti en el tunel. le envie señales a Wiz para que se metiera cuando todas lo hubieran echo. Habia llegado el momento de la aventura.

La marcha fue demasiado rápida. Eso me hizo comprender de inmediato que el deseo de Kara por conocer un dragón era realmente fuerte. Miré a nuestro guía, en el momento en que se estrellaba contra el suelo, y poco después un viento fuerte surgió de allí, un viento que daba la sensación de estar expulsándonos, de querernos lejos de allí. Y sin embargo, la grieta que se abrió después parecía una invitación a entrar. No se trataba de un pasaje muy grande, pero parecía tener el tamaño necesario como para que pudiésemos entrar.

-Tú puedes guiarnos con tu sola presencia, literalmente -le dije a Altair mientras observaba la gruta.

"Yo no pienso entrar ahí..." "Vamos, lleva quién sabe cuánto tiempo cerrada. No habrá nada asqueroso adentro. Si evitas tocar las paredes ni siquiera te ensuciarás con tierra." "Cierto... Lo mejor será ir detrás del resto. Mantén los ojos abiertos." "Siempre".

-Yo entraré última -dije seriamente-. Creo que seré la más eficiente para cuidar las espaldas de todas... de todos... -Cambié mi palabra final al recordar que ese gato estaba allí.

Cuando el suelo se abre mi mente se convierte en una grieta siento como si una especie de lazo tirase desde lo más profundo de él hacia mí. Sé que debería reprimir la sensación y mirar primero, dejar pasar a la estrella delante y pensar con cuidado cada paso, pero mi mente va más lenta que mis piernas, que ya han saltado al agujero. No es muy profundo, pero si que me cubre por completo. La luz que entra desde la grieta es suficiente para ver el suelo que piso, pero no para avanzar ni para ver a que hay a mis lados.

- Esto... Altair, ¿podrías ir bajando...?

Miro a mi alrededor. La luz que entra desde la grieta me permite ver al gato que también ha bajado. Parece que me encuentro en el principio de una ruda escalera tallada en la roca. No parece un accidente natural. Nada de esto parece muy natural... Pero aun así tengo que llegar al fondo de esto. Y al fondo de la gruta también.

Me acerco hacia una de las paredes para tocarla, igual puedo advertir qué material es por el tacto, ya que hasta que la estrella no venga a iluminarme no podré avanzar. Extiendo la mano tanteando para poder rozar los laterales con la mano, pero parece ser que el hueco se ensancha debajo de la grieta, doy un paso corto, algo insegura, pero parece que la pared sigue estando demasiado lejos. Otro paso, pero sigo sin alcanzar la pared. Uno más. Otro.
"Maldita sea, ¿es que esto no tiene finaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"

El suelo termina en un cortado y empiezo a caer al vacío durante un tiempo que me parece eterno mientras un grito sale de mis labios sin poder remediarlo. Agito los brazos con furia tratando de agarrarme a algo, pero no hay nada, absolutamente nada ami alrededor. Finalmente recibo al suelo con el costado y ruedo para evitar magullarme demasiado, aunque un dolor punzante se sitúa en mi rodilla, que no he podido evitar clavar al caer. Todo está muy oscuro. Y la rodilla empieza a arder y a estar húmeda, lo que indica que además estoy sangrando. Me tumbo en la roca que está inquietantemente caliente. Suspiro y tomo aire para gritar.

-¡¡¡¡¡Ayudaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!

La estrella se sonrojó ante el comentario de Daliny.

- Cierto, no había caído en la cuenta, disculpad. - Se sentía algo tonta, pero se olvidó de ello cuando Kara y el gato entraron en la cueva sin una sola luz. Se apresuró a seguirlos para alumbrar un poco, pero antes de llegar hasta la bárbara la oyó gritar. Corrió, lo más que podía, ahsta que llegó al cortado. se arrodilló y se asomó.

-¿Kara?Kara ¿estás bien? ¿Sigues consciente?

Si no lo estaba iba a ser difícil sacarla de allí. Pero si lo estaba, quizás con unas cuerdas podrían izarla de nuevo. SE volvió a la entrada de la gruta, el único punto de luz aparte de ella misma.

- ¡Daliny! ¡Ven deprisa! Kara necesita ayuda!

Esperaba que a la otra chica se le ocurriera qué hacer, porque ella no tenía ninguna pertenencia, ni siquiera llevaba provisiones, así que menos aún una cuerda. Le indicó a la chica cuando llegó que Kara se había caído por el cortado. Con la luz de la estrella no alcanzaban a ver el fondo donde Kara había caído. Eso era, sin duda, un problema.

-¿Qué podemos hacer?

La hermosa joven, pero tambien bastante torpe, no habia visto el agujero en el piso y habia caido varios metros hacia abajo. En realidad no podia reprocharle nada ya que yo me habia salbado por mi gloriosa vision de gato panzon.
Sacarla iba a ser un problema y yo como gato no podia hacer nada, asi que decidi tirarme panza arriba y esperar a que todo se solucionase. luego de unos minutos me di cuenta que tenia hambre, pero hasta que no sacaran a la chica del pozo las bellezas no iban a alimentarme, algo vital para mi delicado y apoteosico organismo. Debia pensar algo y esto tenia que ser rapido porque mi barriguita emepzaba a gruñir. Mire hacia abajo y vi que la joven estaba herida, pero debia poder moverse, las paredes parecian cubiertas de un musgo resbaloso asi que seria demasiado dificil treparlas sin ayuda.
mire a mi alrededor y no vi nada util, asi que me hice una bolita en un rincon agonizando por mi creciente hambre y esperando que mis compañeras de viaje no fueran unas palurdas y hallaran la solucion.

Para mi gusto, Kara se había apresurado demasiado. Estaba segura de ello y, sin embargo, la entendía perfectamente. Era evidente que estaba ansiosa por conocer un dragón, y alguien frío diría que lo mejor era avanzar con cautela, porque era imposible saber qué había allí debajo, pero sabía perfectamente que el impulso era muy difícil de contener. Y lo sabía mejor que nadie. Estaba segura de que en ese momento, lo único que le importaba a Kara era conocer al dragón, y en ese sentido contaría con mi apoyo incondicional.

No pasó mucho tiempo desde mi entrada a la gruta, cuando se oyó un grito de ayuda proveniente de Kara. Altair me contó lo que había pasado y me asomé por el hoyoo para ver adónde había caído Kara, en vano, ya que la luz de Altair no llegaba al fondo. Subirla... Sí había una forma de subirla, pero llevaría su tiempo. Podría traer la cuerda que quedó en el barco, y si bien tomaría un tiempo considerable, por el momento parecía la única salida de ese lugar.

-Puedo traer una cuerda, pero me llevará bastante tiempo -dije con voz algo temblorosa. Me horrorizaba imaginar el estado de Kara, cayendo desde una altura tal que no llegaba la luz de Altair-. Es lo mejor que se me ocurre. Regresaré tan pronto como pueda.

Y sin más, salí de la gruta y corrí en dirección al barco. Estaba lejos de casa, pero confiaba en que, a pesar de la distancia, mi diosa sabría guiarme hacia el lugar correcto.

El dolor empieza a marearme. Cierro los ojos un instante, y me doy cuenta de que la diferencia con tenerlos abiertos es nula. Intento aclarar mi mente, pero solo hace que dar vueltas. Ni siquiera cuando miro hacia arriba veo la luz que entra del exterior... o, quizás ni siquiera esté mirando hacia arriba...
Al tratar de levantarme el dolor se intensifica hasta el infinito y siento una terrible punzada que me hace caer de nuevo. El suelo es de roca, como el resto de la cueva, una roca dura, de textura rugosa y curiosamente, cálida. La piedra está caliente, cosa extraña a estas profundidades. Pero.... ¿por qué? No puedo pensar, me duele demasiado...
La roca está... caliente....
...dragones... me duele... y....
¡Claro! El dragón de nubes se metió por aquí. Pero... si la roca está caliente... significa... ¡¡¡ Puede ser que estén cerca!!!
Vuelvo a tratar de levantarme, para volver a sentir el dolor punzante que me hace retorcerme de nuevo.
Tengo que avisarles. Tienen que encontrar la manera de bajar, no puedo volver a subir... ahora que estoy tan cerca, no.
- ¡¡¡Altaaaaaaaaaaaaaaaaaaair!!! ¡¡Altair, escúchame!! Tenéis que bajar. Están aquí. Había unas escaleras. No puedo subir. ¡¡¡¡Tenéis que bajar!!!!

Noto el latido incesante de mi rodilla. cada vez duele más... Me la agarro con las manos y trato de masajearla, pero sin darme cuenta aprieto precisamente en el foco del dolor, reprimo un gemido, pero no puedo evitar que el dolor me vuelva a marear. Y esta vez mi mente da vueltas a tal velocidad que no puedo detenerla. Mi cabeza da contra el suelo cuando caigo desmayada.

altair escuchó los gritos de KAra nada más salir Daliny corriendo. Así que, sin dudarlo, se giró y empezó a gritar.

- ¡¡Daliny!! Vuelve!! no tenemos tiempo para cuerdas!! Tenemos que bajar!!! Hay una especie de escalera, según Kara!!

Luego regresó al lado de Kara sin saber si la otra chica la había oído o no. Miraba nerviosa a la gruta y al abismo, no sabía si esperar o no, le preocupaba demasiado que Kara tuviese alguna herida que pudiese infectarse o algo. Finalmente, se decidió a palpar la roca con la mano, y encontró escalones tallados. Eran irregulares y pequeños, pero pensó que podría hacerlo.

Sin esperar a ver s Danly aparecía o no, se tumbó en el suelo, se acercó a lborde con los pies por delnte y empeo a tantear y aa garrarse a los salientes. Antes de que su cabeza daasapareciera tras la roca, vio al gato y se acordó. Lo miró fijamente.

- Gatito, tienes que ir a bscar a DAliny y traerla aquí, entendido?

Dicho esto sonrió al gato y empezó a bajar. Descendía despacio, pero mejor eso quenada. Sentía el calor de la roca a traves de los dedos, mayor mientras bajaba. Cuando por fin llegó abajo, vio que Kara estaba desmayada.

- Oh, no... ¿y ahora qué hago?

Se arrodilló junto a ella, y le dio palmaditas en la cara epserando a que se despertara.

la joven herida parecia ser mas util que los demas y vio que habia escalones tallados en la roca. Resultaba extraño que yo no los hubiera visto pero el angulo de las rocas no me permitia observarlos, ya que se encontraban abajo mio.

La mujer brillante me daba ordenaba ir a buscar a la chicas de los pelos raros.¿como osaba darle una orden al Gran Fellini? Esto era imperdonable. En forma de protesta me tire en el suelo y no me movi por cinco minutos, pero al ver que nadie me hacia caso y que tenia muchisima hambre decidi que lo mejor era hablar telepaticamente con Wiz para que el fuera a buscar a Daliny y de paso se fijara si en el barco no hubiera comida. Al cabo de un rato me di cuenta de que ella no sabria que el huron estaba conmigo asi que me puse a trotar amargado hacia el barco.

Cuando llegue me puse a gruñir y maullar y envie al mapache a que buscara a la mujer, yo mientras me puse a morder unas maderas porque mi pobre pancita gruñia.Esta aventura se estaba tornando un poco molesta, pero mi honor me impedia abandonarla.