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Nuevos lugares que visitar
Odiaba los barcos, estos siempre suponían una estancia demasiado prolongada con mucha gente, de la cual era dificil escapar debido al reducido espacio del barco. Los viajes largos siempre traían consigo innumerables pesadillas que llegaban a provocarle incluso problemas de salud física y mental.
Sea como fuere, siempre era una bendición pisar tierra firme y alejarse de aquella gente. Solía pasar dos o tres días en una habitación de alguna posada sin salir de ella, ni siquiera para alimentarse, hasta que las pesadillas remitían y era capaz de distinguir realidad de pesadilla.
Ahora mismo, con los pies por fin en tierra firme, sin distinguir muy bien hacia donde se dirigía, donde se encontraba o que lugar estaba visitando, se adentró dando tumbos sin rumbo fijo, tratando de encontrar un lugar donde pasar los próximos días totalmente aislado.
En su paseo a través de la bahía, se topó con varios obstáculos que no supo distinguir si eran árboles, esquinas o personas, por lo que iba pidiendo perdón a todo aquel o aquello con lo que se topaba. Después de un par de tropezones más, y agotado por la falta de sueño reparador, se apoyó en lo que creyó una casa para tomar un poco de aire antes de continuar su búsqueda de una posada.
Sea como fuere, siempre era una bendición pisar tierra firme y alejarse de aquella gente. Solía pasar dos o tres días en una habitación de alguna posada sin salir de ella, ni siquiera para alimentarse, hasta que las pesadillas remitían y era capaz de distinguir realidad de pesadilla.
Ahora mismo, con los pies por fin en tierra firme, sin distinguir muy bien hacia donde se dirigía, donde se encontraba o que lugar estaba visitando, se adentró dando tumbos sin rumbo fijo, tratando de encontrar un lugar donde pasar los próximos días totalmente aislado.
En su paseo a través de la bahía, se topó con varios obstáculos que no supo distinguir si eran árboles, esquinas o personas, por lo que iba pidiendo perdón a todo aquel o aquello con lo que se topaba. Después de un par de tropezones más, y agotado por la falta de sueño reparador, se apoyó en lo que creyó una casa para tomar un poco de aire antes de continuar su búsqueda de una posada.
Seizan- Cantidad de envíos : 84
Re: Nuevos lugares que visitar
Lo que Seizan había creído una casa era en realidad una barca puesta de pie y apoyada contra un árbol, con lo que al apoyarse el joven la madera resbaló y cayó hacia delante quedando la barca del revés sobre la arena. La barca dejó escapar un gruñido malhumorado y se levantó varios centímetros por encima del suelo.
-Mardita mar y mardita tripulación, ojalá que se leh trague una ballena con diarrea. Y túuuuu, ¿te quiés ehtar quieto, mamón? Que aún no he soltao toa el agua que m’he tragao y ya me vienen a incordiar… Puñetera agua…
Bonnie, que no podía ver quién había sido el gracioso que le había echado encima la barca pero el cual ya le estaba cayendo mal, estaba de muy mal humor. El desafortunado joven había ido a dar con el habitante más peligroso de toda la isla en aquellos momentos: una feegle mojada y furiosa, que se había sentado a la sombra de la barca mientras sus ropas se secaban. Por el camino desde el agua hasta la bahía había logrado adquirir un par de raciones de coco cortado a trozos, una botella de zumo de papaya, un cojín adornado con encajes y un surtido de bolsas y carteras. Pero todo aquello no había conseguido amainar la tormenta que traía consigo.
Faltaba tan poquito para llegar a destino y aquellos enorrrrmes idiotas se habían emborrachado y perdido a un pasajero y seguro que ni se habían dado cuenta. A saber dónde estaban ahora. Cerca de allí, seguro que no. Estaba casi segura de que aquello no era Trinacria ni mucho menos.
El problema no era que se hubieran emborrachado. A Bonnie le gustaba un poco de juerguecilla y un traguito como al que más. El problema era que, como aquellos malditos estúpidos no aguantaban nada la noche había terminado pronto y bruscamente para ella, cuando sólo se había ventilado siete pintas de ron y un barrilito de licor de endrinas que había encontrado en el camarote del maldito capitán. Y entonces, cuando se había asomado a la maldita cubierta a mirar las estrellas antes de regresar a la maldita fiesta, allí sentada sobre la maldita barandilla o como la llamasen los malditos lobos de mar, alguien había dado un viraje tan brusco que le hizo perder el equilibrio. Como resultado, se dio un buen chapuzón y nadie oyó sus gritos porque estaban perfectamente borrachos. Qué decepción, con lo temprano que era. Tuvo que deshacerse del maldito tiburón que vino raudo a olisquearla y descubrió que el pescado muerto no flota. Por fortuna, el barrilito vacío sí que flotaba, lo que la ayudó a llegar a algún sitio después de ver cómo el maldito barco se alejaba sin más, dejándola allí en medio de la negra mar. Jurando una venganza sin límites, se echó a nadar usando el barrilito de flotador, de suerte que al observador casual le hubiera parecido que veía un barril con motor navegando en línea recta. Claro que no había ningún observador casual, por fortuna para el mismo, porque a) se habría creído que estaba viendo alucinaciones y b) la pictsie le habría roto la cara por quedarse mirando sin ayudar. Al final había habido una playa, con gente, pero no había visto el maldito barco por ningún lado. Ni a Kur.
-Mardita mar y mardita tripulación, ojalá que se leh trague una ballena con diarrea. Y túuuuu, ¿te quiés ehtar quieto, mamón? Que aún no he soltao toa el agua que m’he tragao y ya me vienen a incordiar… Puñetera agua…
Bonnie, que no podía ver quién había sido el gracioso que le había echado encima la barca pero el cual ya le estaba cayendo mal, estaba de muy mal humor. El desafortunado joven había ido a dar con el habitante más peligroso de toda la isla en aquellos momentos: una feegle mojada y furiosa, que se había sentado a la sombra de la barca mientras sus ropas se secaban. Por el camino desde el agua hasta la bahía había logrado adquirir un par de raciones de coco cortado a trozos, una botella de zumo de papaya, un cojín adornado con encajes y un surtido de bolsas y carteras. Pero todo aquello no había conseguido amainar la tormenta que traía consigo.
Faltaba tan poquito para llegar a destino y aquellos enorrrrmes idiotas se habían emborrachado y perdido a un pasajero y seguro que ni se habían dado cuenta. A saber dónde estaban ahora. Cerca de allí, seguro que no. Estaba casi segura de que aquello no era Trinacria ni mucho menos.
El problema no era que se hubieran emborrachado. A Bonnie le gustaba un poco de juerguecilla y un traguito como al que más. El problema era que, como aquellos malditos estúpidos no aguantaban nada la noche había terminado pronto y bruscamente para ella, cuando sólo se había ventilado siete pintas de ron y un barrilito de licor de endrinas que había encontrado en el camarote del maldito capitán. Y entonces, cuando se había asomado a la maldita cubierta a mirar las estrellas antes de regresar a la maldita fiesta, allí sentada sobre la maldita barandilla o como la llamasen los malditos lobos de mar, alguien había dado un viraje tan brusco que le hizo perder el equilibrio. Como resultado, se dio un buen chapuzón y nadie oyó sus gritos porque estaban perfectamente borrachos. Qué decepción, con lo temprano que era. Tuvo que deshacerse del maldito tiburón que vino raudo a olisquearla y descubrió que el pescado muerto no flota. Por fortuna, el barrilito vacío sí que flotaba, lo que la ayudó a llegar a algún sitio después de ver cómo el maldito barco se alejaba sin más, dejándola allí en medio de la negra mar. Jurando una venganza sin límites, se echó a nadar usando el barrilito de flotador, de suerte que al observador casual le hubiera parecido que veía un barril con motor navegando en línea recta. Claro que no había ningún observador casual, por fortuna para el mismo, porque a) se habría creído que estaba viendo alucinaciones y b) la pictsie le habría roto la cara por quedarse mirando sin ayudar. Al final había habido una playa, con gente, pero no había visto el maldito barco por ningún lado. Ni a Kur.
Bonnie- Cantidad de envíos : 26
Re: Nuevos lugares que visitar
Seizan cayó al suelo junto con la barca cuando esta resbaló del árbol, dando de bruces contra el suelo. Su estado físico no era el mejor para lograr mantener el equilibrio en aquellos momentos. Desde su posición en el suelo le pareció oir la voz de alguien, amortiguada por la barca, protestando. Se puso en pie rápidamente, y se acercó a la barca para intentar quitarla de encima de quién fuera que estuviera debajo, atrapado por su culpa.
Con la cabeza aun embota y la vista algo borrosa por el malestar general no distinguió que la barca se levantaba ligeramente del suelo, asique simplemente metió los dedos por debajo y levantó la barca, casi sin mirar, hasta apoyarla de nuevo en el árbol, todo ello al tiempo que se disculpaba por su torpeza.
Cuando por fin la barca volvía a estar en su sitio, miró al suelo vacio y algo molesto por lo que creía una broma empezó a despotricar.
- ¡Eh! ¡No tiene gracia! Menudo susto me he llevado, ¡creía que había hecho daño a alguien!
Se giró de golpe para ver si pillaba al bromista pero entonces, al quedar de nuevo de frente a la barca, le pareció distinguir una pequeña criatura azul colgada de ella. Tratando de enfocar la vista para ver si no era una visión más de las producidas por la falta de sueño, se acercó unos pasos con los ojos entornados.
Con la cabeza aun embota y la vista algo borrosa por el malestar general no distinguió que la barca se levantaba ligeramente del suelo, asique simplemente metió los dedos por debajo y levantó la barca, casi sin mirar, hasta apoyarla de nuevo en el árbol, todo ello al tiempo que se disculpaba por su torpeza.
Cuando por fin la barca volvía a estar en su sitio, miró al suelo vacio y algo molesto por lo que creía una broma empezó a despotricar.
- ¡Eh! ¡No tiene gracia! Menudo susto me he llevado, ¡creía que había hecho daño a alguien!
Se giró de golpe para ver si pillaba al bromista pero entonces, al quedar de nuevo de frente a la barca, le pareció distinguir una pequeña criatura azul colgada de ella. Tratando de enfocar la vista para ver si no era una visión más de las producidas por la falta de sueño, se acercó unos pasos con los ojos entornados.
Seizan- Cantidad de envíos : 84
Re: Nuevos lugares que visitar
En el extenso y pintoresco vocabulario de Bonnie no figuraba la palabra “soltar”. Implicaba cosas como “no tomar”, “abandonar” y zarandajas por el estilo, totalmente impropias de su naturaleza misma. Así que cuando el tipo que le había tirado encima la barca la levantó nuevamente, ella se agarró al listón por donde la había alzado del suelo. Acabó de pie encima del mismo listón, que ahora estaba en horizontal, y de cara al desconsiderado tipo, que ni la vio. Se trataba de un humano moreno, alto y de buena planta. Cuando éste volvió a mirar a la barca, ella pudo ver que era un hombre joven con carita de ángel. Por supuesto, no le llegaba a Kur a la suela de las botas, pero al menos alegraba la vista, lo que suavizó su humor ligerísimamente. Por la expresión que amaneció en su rostro, él también la había visto a ella, aunque era imposible saber qué impresión le había causado aparte de sorpresa.
-Claro, creíah. Y yo creía que el agua ehtá mojada. Anda que…
Con el ceño aún fruncido, apoyó la espalda en el fondo de la barca y cruzó una pierna por delante de la otra en un gesto de indolencia.
-Por lo vihto el único que se pué asustar ereh tú. Poh me podíah haber dehpeinado, que lo sepah. Y cuando me dehpeinan me pongo de mal humor. ¿Sabeh qué? Pa purgar tu culpa me vah a contar ahora dónde ehtamoh, quién ereh tu y qué te trae por aquí. Y puede que te haga ayudarme a algo.
-Claro, creíah. Y yo creía que el agua ehtá mojada. Anda que…
Con el ceño aún fruncido, apoyó la espalda en el fondo de la barca y cruzó una pierna por delante de la otra en un gesto de indolencia.
-Por lo vihto el único que se pué asustar ereh tú. Poh me podíah haber dehpeinado, que lo sepah. Y cuando me dehpeinan me pongo de mal humor. ¿Sabeh qué? Pa purgar tu culpa me vah a contar ahora dónde ehtamoh, quién ereh tu y qué te trae por aquí. Y puede que te haga ayudarme a algo.
Bonnie- Cantidad de envíos : 26
Re: Nuevos lugares que visitar
Seizan no se podía creer que existiera una criatura tan pequeña, tan azul y tan mandona. Por fin parecía que su vista se aclaraba y pudo distinguir mejor los rasgos de... eso, fuera la raza que fuera. No le hubiera importado ni el tamaño ni el color, de su piel o su pelo, de no ser porque no hacía mas que mandar ¿con qué autoridad?
- Bueno... ¿señorita? Unos modales mejores y menos exigencias serían de agradecer.
Seizan había decidido hacía muchos años que no iba a perder los papeles o los modales así como así, pero aquella pitufa le había mosqueado en tan solo un minuto. Aun así procuró ser educado y no cambiar su tono de voz a uno más... agresivo.
- Presentarte primero no estaría de más, y preguntar en luga de exigir tampoco sería mala idea. - se paró un momento - Y por lo que a mí respecta, lo siento si te he asustado, no era mi intención.
Mientras hablabla y a pesar de que la vista ya le había mejorado, segguía tambaleándose un poco por la falta de sueño y el malestar de las pesadillas. Aun pasarían unas horas antes de que se encontrara en condiciones.
- Bueno... ¿señorita? Unos modales mejores y menos exigencias serían de agradecer.
Seizan había decidido hacía muchos años que no iba a perder los papeles o los modales así como así, pero aquella pitufa le había mosqueado en tan solo un minuto. Aun así procuró ser educado y no cambiar su tono de voz a uno más... agresivo.
- Presentarte primero no estaría de más, y preguntar en luga de exigir tampoco sería mala idea. - se paró un momento - Y por lo que a mí respecta, lo siento si te he asustado, no era mi intención.
Mientras hablabla y a pesar de que la vista ya le había mejorado, segguía tambaleándose un poco por la falta de sueño y el malestar de las pesadillas. Aun pasarían unas horas antes de que se encontrara en condiciones.
Seizan- Cantidad de envíos : 84
Re: Nuevos lugares que visitar
-¡Eeeeeso mihmo digo yo! –replicó la feegle, impertérrita, e iba a añadir algo más colorido cuando el chico soltó algo parecido a una disculpa. No. Era una disculpa en toda regla. Y además la había llamado señorita, cosa que muy poca gente hacía. El ceño de la joven se suavizó.
-Dmñmñmñas aceptadas –masculló, y volvió al ataque. No iba a soltar a su pre… a su interlocutor tan deprisa como para que no la pusiera al día primero al menos. Mirándolo bien, tampoco pasaba nada si se presentaba ella primero. Se sentó en el travesaño de la barca para seguir la conversación.
-Me llamo Bonnie. Bonnie Cameron Kickinyerheid, pa servirte –dijo, levantándose y haciendo una pequeña reverencia mientras intentaba extender las faldas todavía húmedas-. Orgullo de los Feegles del nor-noroeste detrás de la cantera de pizarra y náufraga de fortuna. Tiés cara de cansao –añadió, volviéndose a sentar y mirándolo.
-Dmñmñmñas aceptadas –masculló, y volvió al ataque. No iba a soltar a su pre… a su interlocutor tan deprisa como para que no la pusiera al día primero al menos. Mirándolo bien, tampoco pasaba nada si se presentaba ella primero. Se sentó en el travesaño de la barca para seguir la conversación.
-Me llamo Bonnie. Bonnie Cameron Kickinyerheid, pa servirte –dijo, levantándose y haciendo una pequeña reverencia mientras intentaba extender las faldas todavía húmedas-. Orgullo de los Feegles del nor-noroeste detrás de la cantera de pizarra y náufraga de fortuna. Tiés cara de cansao –añadió, volviéndose a sentar y mirándolo.
Bonnie- Cantidad de envíos : 26
Re: Nuevos lugares que visitar
Bueno al menos la criatura azul era bastante razonable, quizá solo estaba de mal humor, pero entendía que lo estuviera si, como decía, había naufragado allí.
- Bueno... algo asi...
Cuando iba a presentarse, una arcada le vino de repente y tuvo que girarse de golpe para no vomitar a la criaturita que tenía delante. El giro tan brusco, en su estado, le valió para caer de nuevo al suelo, al menos está vez cayó de rodillas y no se vomitó encima.
Cuando por fin echó un poco más de su estómago (ya no podía quedar nada de alimento dentro de él), se colocó de nuevo de pie, apoyandose en la barca y haciendo que esta se viniera abajo de nuevo. Aturdido de nuevo, se acercó, todo lo que le permitía su debilitado cuerpo hasta donde creía que estaba Bonnie.
- Lo... lo siento, de verás, no pretendía tirarte de nuevo... aunque creo que será mejor quedarse asi.
Se sentó en el suelo y apoyo la cabeza sobre sus dos manos tratando de que el mundo dejara de girar a su alrededor.
- Bueno... algo asi...
Cuando iba a presentarse, una arcada le vino de repente y tuvo que girarse de golpe para no vomitar a la criaturita que tenía delante. El giro tan brusco, en su estado, le valió para caer de nuevo al suelo, al menos está vez cayó de rodillas y no se vomitó encima.
Cuando por fin echó un poco más de su estómago (ya no podía quedar nada de alimento dentro de él), se colocó de nuevo de pie, apoyandose en la barca y haciendo que esta se viniera abajo de nuevo. Aturdido de nuevo, se acercó, todo lo que le permitía su debilitado cuerpo hasta donde creía que estaba Bonnie.
- Lo... lo siento, de verás, no pretendía tirarte de nuevo... aunque creo que será mejor quedarse asi.
Se sentó en el suelo y apoyo la cabeza sobre sus dos manos tratando de que el mundo dejara de girar a su alrededor.
Seizan- Cantidad de envíos : 84
Re: Nuevos lugares que visitar
Menuda presentación. Desde luego el chico no estaba en muy buenas condiciones. Ni siquiera se había dado cuenta de que se había salido de la barca y se había encaramado en una rama del árbol, desde donde le observaba hablarle al casco vacío. Tan vacío como él estaba ahora, reflexionó.
-Tendríah que ver a un médico –dijo-. Ehtáh pa’l arrahtre. A ti lo que te hace falta pa empezar eh una buena comi… una siehta y un buen desayuno, ea. ¿Te llevo a tu casa, chaval?
Uniendo la acción a la palabra, bajó del árbol con agilidad y se acercó a su hombro. Se colocó bajo el mismo, como si pensara en levantarlo apoyándolo en su espalda, y lo miró con seriedad y algo de preocupación. No le gustaba ver a la gente enferma. Le producían desazón al afanarles la cartera.
-Venga, que no eh ná. ¿Para donde?
-Tendríah que ver a un médico –dijo-. Ehtáh pa’l arrahtre. A ti lo que te hace falta pa empezar eh una buena comi… una siehta y un buen desayuno, ea. ¿Te llevo a tu casa, chaval?
Uniendo la acción a la palabra, bajó del árbol con agilidad y se acercó a su hombro. Se colocó bajo el mismo, como si pensara en levantarlo apoyándolo en su espalda, y lo miró con seriedad y algo de preocupación. No le gustaba ver a la gente enferma. Le producían desazón al afanarles la cartera.
-Venga, que no eh ná. ¿Para donde?
Bonnie- Cantidad de envíos : 26
Re: Nuevos lugares que visitar
Cuando escuchó la voz de Bonnie a su espalda, se arrastró por el suelo para darse la vuelta y quedar de nuevo sentado sobre la arena. Sin embargo, cuando sintió que la diminuta criatura se acercaba a él, colocándose bajo su hombro, su instinto de no tocar a nada ni nadie fue más poderoso que su debilidad física. Parecía mentira que, con las pocas fuerzas que le quedaban y la posición en la que se encontraba, hubiera podido dar un salto sobre la arena como aquel, alejándose todo lo que pudo de la pictsie.
- No… no… alej… est…- trató de tranquilizarse para poder pronunciar al menos una palabra entera y contener la arcada que de nuevo amenazaba con provocar un vómito – No tengo casa, no vivo aquí, acabo de llegar a la isla y… bueno, puedo levantarme solo, necesito un par de minutos solamente… ¡ah! Me llamo Seizan.
Lo soltó todo de carrerilla, casi sin tomar aliento, porque seguramente de haberlo hecho habría echado un poco más de sus propias tripas. No mencionó el hecho de que no quería que le tocaran, pero esperaba que la personita azul se quedara donde estaba y le diera el tiempo, o simplemente se marchara por otro lado.
- No… no… alej… est…- trató de tranquilizarse para poder pronunciar al menos una palabra entera y contener la arcada que de nuevo amenazaba con provocar un vómito – No tengo casa, no vivo aquí, acabo de llegar a la isla y… bueno, puedo levantarme solo, necesito un par de minutos solamente… ¡ah! Me llamo Seizan.
Lo soltó todo de carrerilla, casi sin tomar aliento, porque seguramente de haberlo hecho habría echado un poco más de sus propias tripas. No mencionó el hecho de que no quería que le tocaran, pero esperaba que la personita azul se quedara donde estaba y le diera el tiempo, o simplemente se marchara por otro lado.
Seizan- Cantidad de envíos : 84
Re: Nuevos lugares que visitar
Bonnie se sintió frustrada. Rechazada. Nunca nadie había huido de ella antes de tener contacto físico con la feegle. Los desconocidos solían suponer que una criatura de su envergadura no tenía nada que hacer frente a su espada bastarda, hacha de doble filo o encantamiento tipo big bang hasta que era demasiado tarde como para reconocer el error. Pero a éste aún no le había hecho nada. Ni siquiera lo había pensado.
Se quedó mirando al chico sin saber qué hacer. La reacción había sido absurdamente rápida, y eso que parecía encontrarse fatal. Eso de un par de minutos… ¡ja!
-¡Ja! Un par de minutoh. Eso se lo diráh a toah. ¿Y si te traigo un traguito y unah tapitah? Oye… ¿tú también hah naufragado?
Sin esperar a la respuesta, asumiendo que el cerebro del joven tardaría esos dos minutos en ofrecer una respuestas, echó a correr en dirección a un grupo de árboles tras el que había avistado una cabaña. Poco después regresó arrastrando una bolsa que resultó contener queso, una botella y dos vasos hechos de corteza de coco. Bonnie podía ser un poco brusca, pero tenía modales suficientes como para no querer beber directamente de la botella. A menos que la ocasión lo requiriese. Le ofreció a Seizan un trozo de queso y un vaso de lo que parecía un vino extremadamente suave y aguado.
Se quedó mirando al chico sin saber qué hacer. La reacción había sido absurdamente rápida, y eso que parecía encontrarse fatal. Eso de un par de minutos… ¡ja!
-¡Ja! Un par de minutoh. Eso se lo diráh a toah. ¿Y si te traigo un traguito y unah tapitah? Oye… ¿tú también hah naufragado?
Sin esperar a la respuesta, asumiendo que el cerebro del joven tardaría esos dos minutos en ofrecer una respuestas, echó a correr en dirección a un grupo de árboles tras el que había avistado una cabaña. Poco después regresó arrastrando una bolsa que resultó contener queso, una botella y dos vasos hechos de corteza de coco. Bonnie podía ser un poco brusca, pero tenía modales suficientes como para no querer beber directamente de la botella. A menos que la ocasión lo requiriese. Le ofreció a Seizan un trozo de queso y un vaso de lo que parecía un vino extremadamente suave y aguado.
Bonnie- Cantidad de envíos : 26
Re: Nuevos lugares que visitar
Seizan no tuvo tiempo de responder, para cuando giró la cabeza en dirección a donde creía que estaba Bonnie, de esta no quedaba nada más que un rastro de arena removida. Suspirando, entre aliviado y apenado, se dejó caer en la arena cerrando los ojos.
A pesar de que la criaturita azul tardó muy poco en volver, el agotamiento pudo con el humano y se quedó dormido sobre la arena. En pocos segundos empezó a removerse sobre la arena farfullando palabras incompresibles. Un par de minutos después, un sudor frío empapaba todo su cuerpo y volvía a despertarse con un grito.
Al menos esta vez había sido menos intensa, en poco tiempo podría recuperarse de la acumulación de pesadillas que el pasar tanto tiempo en un barco rodeado de gente había provocado. Posiblemente en un par de horas podría dormir, con pesadillas si, pero podría descansar unas horas.
Volvió a levantarse, para quedar sentado sobre la arena y entonces se dió cuenta de que Bonnie había vuelto.
- Creía que te habís ido.
A pesar de que la criaturita azul tardó muy poco en volver, el agotamiento pudo con el humano y se quedó dormido sobre la arena. En pocos segundos empezó a removerse sobre la arena farfullando palabras incompresibles. Un par de minutos después, un sudor frío empapaba todo su cuerpo y volvía a despertarse con un grito.
Al menos esta vez había sido menos intensa, en poco tiempo podría recuperarse de la acumulación de pesadillas que el pasar tanto tiempo en un barco rodeado de gente había provocado. Posiblemente en un par de horas podría dormir, con pesadillas si, pero podría descansar unas horas.
Volvió a levantarse, para quedar sentado sobre la arena y entonces se dió cuenta de que Bonnie había vuelto.
- Creía que te habís ido.
Seizan- Cantidad de envíos : 84
Re: Nuevos lugares que visitar
Bonnie se sentó y se metió un poco de queso en la boca. Oliendo aquella comida, se empezaba a dar cuenta de lo hambrienta que estaba. Debería de haber afanado también el jamón que había visto colgado de una viga. Quizás más tarde.
-Quiá. ¿Ande quiés que me vaya? ¡Si acabo de llegar! Anda, come y cuéntame por qué andas tan derrengao. ¿Qué te trae a ehta ihla? Y por cierto… ¿qué ihla eh ehta?
Miró a su alrededor una vez más. Arena blanca cubriendo una ancha franja de orilla, palmeras meciéndose suavemente con la brisa, cabañas sobre el agua… era un lugar relajante. Lo habría estado disfrutando de no ser porque había perdido a su compañero de viajes. A saber dónde se encontraba ahora. En aquella isla, seguro que no.
¿O quizás si? No había visto el barco por ningún lado, pero aún tenía que pasarse por el puerto y comprobar si había amarrado allí en algún momento. El joven tenía la ropa seca, o sea que llevaba más tiempo que ella por allí. Decidió preguntarle.
-Oye, no habrah vihto porai a un tipo grandote de máh de doh metroh, piel y pelo tirando a grih, un ojo dorao y el otro jodío y un hacha muuuuu grande a la ehpalda.
-Quiá. ¿Ande quiés que me vaya? ¡Si acabo de llegar! Anda, come y cuéntame por qué andas tan derrengao. ¿Qué te trae a ehta ihla? Y por cierto… ¿qué ihla eh ehta?
Miró a su alrededor una vez más. Arena blanca cubriendo una ancha franja de orilla, palmeras meciéndose suavemente con la brisa, cabañas sobre el agua… era un lugar relajante. Lo habría estado disfrutando de no ser porque había perdido a su compañero de viajes. A saber dónde se encontraba ahora. En aquella isla, seguro que no.
¿O quizás si? No había visto el barco por ningún lado, pero aún tenía que pasarse por el puerto y comprobar si había amarrado allí en algún momento. El joven tenía la ropa seca, o sea que llevaba más tiempo que ella por allí. Decidió preguntarle.
-Oye, no habrah vihto porai a un tipo grandote de máh de doh metroh, piel y pelo tirando a grih, un ojo dorao y el otro jodío y un hacha muuuuu grande a la ehpalda.
Bonnie- Cantidad de envíos : 26
Re: Nuevos lugares que visitar
Hasta que Bonnie no empezó a masticar el queso, Seizan ni siquiera se había dado cuenta de que la pictsie no había vuelto con las manos vacías. Parpadeó unas cuantas veces, ¿había tardado muy poco en volver o él había perdido el sentido del tiempo? No es que le importara si lo había robado o no (al fin y al cabo el también lo hacía), pero ¿cómo era posible que aquella pequeña hubiera ido y vuelto a… donde fuera que hubiera ido en tan poco tiempo?
Se encogió de hombros y, para su sorpresa y agrado, no vino acompañado por un nuevo mareo, realmente necesitaba descansar y comer algo que se quedara en su estómago. Cogió un trozo del queso pero se quedó con él en las manos, aun prefería esperar un poco más, de hecho hubiera preferido dormir un poco antes de comer pero no iba a ser tan desagradecido como para dormirse e ignorar a quién trataba de echarle una mano.
- Si no me he equivocado de puerto, esta isla debería ser Shamataw. – se llevó el trozo de queso a la nariz y su estómago pareció protestar, pero no estando muy seguro de si era una protesta de hambre o de querer de nuevo volver a perder un trozo más de sí mismo, volvió a bajar la mano – Yo solo vengo de visita, me gusta viajar.
Escuchó con atención la descripción de la mujercita azul que tenía delante, y trató de recordar si durante el trayecto en barco o en su deambular por la isla, había visto a alguien así. Era de suponer que un tipo así tan grande, con un hacha y tuerto debería llamar la atención de cualquier, pero en su estado… posiblemente de haberse topado con él, hubiera pensado que era un muro y se hubiera dado la vuelta.
- No, lo siento, no recuerdo a nadie así… - y ahora que se paraba a pensarlo ¿qué hacía un tipo de más de dos metros en compañía de una mujercita de 15 centímetros? Debían de ser una pareja de lo más llamativo - ¿por qué lo buscas? ¿Te ha ofendido o es un… amigo?
Se encogió de hombros y, para su sorpresa y agrado, no vino acompañado por un nuevo mareo, realmente necesitaba descansar y comer algo que se quedara en su estómago. Cogió un trozo del queso pero se quedó con él en las manos, aun prefería esperar un poco más, de hecho hubiera preferido dormir un poco antes de comer pero no iba a ser tan desagradecido como para dormirse e ignorar a quién trataba de echarle una mano.
- Si no me he equivocado de puerto, esta isla debería ser Shamataw. – se llevó el trozo de queso a la nariz y su estómago pareció protestar, pero no estando muy seguro de si era una protesta de hambre o de querer de nuevo volver a perder un trozo más de sí mismo, volvió a bajar la mano – Yo solo vengo de visita, me gusta viajar.
Escuchó con atención la descripción de la mujercita azul que tenía delante, y trató de recordar si durante el trayecto en barco o en su deambular por la isla, había visto a alguien así. Era de suponer que un tipo así tan grande, con un hacha y tuerto debería llamar la atención de cualquier, pero en su estado… posiblemente de haberse topado con él, hubiera pensado que era un muro y se hubiera dado la vuelta.
- No, lo siento, no recuerdo a nadie así… - y ahora que se paraba a pensarlo ¿qué hacía un tipo de más de dos metros en compañía de una mujercita de 15 centímetros? Debían de ser una pareja de lo más llamativo - ¿por qué lo buscas? ¿Te ha ofendido o es un… amigo?
Seizan- Cantidad de envíos : 84
Re: Nuevos lugares que visitar
-¿Quién s’ha ma…? Ah, se llama así. Pos sí que…
Cuando Seizan negó haber visto a Kur, resopló con impaciencia. A ver cómo se lo hacía ahora para reencontrarse con su…
Es mi…
Hum… eh…
Es mío.
Eso es lo que había estado a punto de responder Bonnie. Se calló justo a tiempo y cambió la frase por otra cosa más… sociable.
-Somoh compañeroh de viaje. Amigoh y residenteh en un barco que iba para Jahperia. Pero me caí por la borda. Como pille al borde que viró de repente, le haré tragar el timón. La carne de tiburón ehtá ajquerosa, ¿lo sabíah?
Cuando Seizan negó haber visto a Kur, resopló con impaciencia. A ver cómo se lo hacía ahora para reencontrarse con su…
Es mi…
Hum… eh…
Es mío.
Eso es lo que había estado a punto de responder Bonnie. Se calló justo a tiempo y cambió la frase por otra cosa más… sociable.
-Somoh compañeroh de viaje. Amigoh y residenteh en un barco que iba para Jahperia. Pero me caí por la borda. Como pille al borde que viró de repente, le haré tragar el timón. La carne de tiburón ehtá ajquerosa, ¿lo sabíah?
Bonnie- Cantidad de envíos : 26
Re: Nuevos lugares que visitar
¿Que la carne de tiburón...? ¿Pero acaso había pegado un bocado a uno? No era imposible, posiblemente lo habría probado en algún otro lugar y era simplemente una broma... ¿verdad? Si tenía que serlo, aquella pitufa de pocos centímetros posiblemente sería engullida sin tan siquiera masticar por uno de esos enorms tiburones. Su boca se torció en un gesto que quería ser una sonrisa, pero se encontraba demasiado cansado.
- Bueno, esta isla pertecene a Jasperia, al menos hasta donde yo sé, asique tampoco puede estar muy lejos, supongo que os dirigiais a Trinacria
Normalmente Seizan gustaba de informarse y ver algun mapa anes de encaminarse a un nuevo lugar, siempre era bueno para guiarse y después de experiencias pasadas donde había llegado al puerto equivocado, consideraba que era imprescindible.
- Si dejas que eche un sueñecito, luego te ayudo a buscar a tu amigo.
No tenía prisa por conocer Jaspia, no tenía una ruta predeterminada y no le importaba visitar antes un lugar que otro. Pero lo que si tenía era un sentido del honor elevado, debido, en parte, por sus ganas de renegar de su pasado y de su progenitor, asique después de que Bonnie hubiera sido tan amable, le hubiera ofrecido comida y compañía, no podía negarse a ayudarla. Y sobre todo Seizan ni siquiera podía imaginar que aquella criaturita de tan solo 15 centímetros pudiera valerse por si sola y tuviera la fuerza de varios como él.
- Bueno, esta isla pertecene a Jasperia, al menos hasta donde yo sé, asique tampoco puede estar muy lejos, supongo que os dirigiais a Trinacria
Normalmente Seizan gustaba de informarse y ver algun mapa anes de encaminarse a un nuevo lugar, siempre era bueno para guiarse y después de experiencias pasadas donde había llegado al puerto equivocado, consideraba que era imprescindible.
- Si dejas que eche un sueñecito, luego te ayudo a buscar a tu amigo.
No tenía prisa por conocer Jaspia, no tenía una ruta predeterminada y no le importaba visitar antes un lugar que otro. Pero lo que si tenía era un sentido del honor elevado, debido, en parte, por sus ganas de renegar de su pasado y de su progenitor, asique después de que Bonnie hubiera sido tan amable, le hubiera ofrecido comida y compañía, no podía negarse a ayudarla. Y sobre todo Seizan ni siquiera podía imaginar que aquella criaturita de tan solo 15 centímetros pudiera valerse por si sola y tuviera la fuerza de varios como él.
Seizan- Cantidad de envíos : 84
Re: Nuevos lugares que visitar
Bonnie ladeó la cabeza y se quedó mirando a Seizan. La verdad es que hacía cara de necesitar un descanso. Como ella, que se resentía cuando le estropeaban la siesta, como había pasado hacía unos minutos. Claro que no era lo mismo. El chico parecía que llevaba días sin dormir.
-Pos… s’agradece –dijo de corazón-. Anda, túmbate que falta te hace. Yo ya me quedo por aquí mirando el paisaje.
Además, aún tenía que contar las monedas que había… recaudado por el camino desde el agua hasta aquel rinconcito.
-Mira, ponte ahí que te de la sombra en la cabeza. Que no pué ser bueno tanto sol friéndote el cerebro. Y luego buhcamoh un refrehco y noh vamoh a ver qué hay por ahí. ¿Te parece?
Tampoco pensaba quedarse quieta mucho rato, pero aunque no sabía cuánto duraría la siesta del humano se figuró que no le costaría visitar los alrededores más inmediatos sin dejar de procurar que nadie estorbase a Seizan. Le caía simpático, y se había ofrecido a ayudarle a buscar a Kur.
-Pos… s’agradece –dijo de corazón-. Anda, túmbate que falta te hace. Yo ya me quedo por aquí mirando el paisaje.
Además, aún tenía que contar las monedas que había… recaudado por el camino desde el agua hasta aquel rinconcito.
-Mira, ponte ahí que te de la sombra en la cabeza. Que no pué ser bueno tanto sol friéndote el cerebro. Y luego buhcamoh un refrehco y noh vamoh a ver qué hay por ahí. ¿Te parece?
Tampoco pensaba quedarse quieta mucho rato, pero aunque no sabía cuánto duraría la siesta del humano se figuró que no le costaría visitar los alrededores más inmediatos sin dejar de procurar que nadie estorbase a Seizan. Le caía simpático, y se había ofrecido a ayudarle a buscar a Kur.
Bonnie- Cantidad de envíos : 26
Re: Nuevos lugares que visitar
Se arrastró por la arena a cuatro patas hasta colocarse bajo la sombra de la palmera, desde luego no era una buena idea pasar las horas al sol, pero posiblemente su hubiera dormido allí mismo de no ser por la indicación de Bonnie. Se dio cuenta entonces de que aún llevaba el trozo de queso en la mano, pero después del restregado por la arena que le había dado sería incomible, asique lo tiró y se acomodó sobre la palmera, masculló un “gracias, hasta luego” o algo que quería parecerse a eso y cerró los ojos.
Por “suerte” el viaje había sido tan largo hasta ese reino, que casi había absorbido todas las pesadillas de la gente del barco y poco le quedaba por soñar, si añadíamos a eso el hecho de que se encontraba lejos de aquella gente (por fin), resultaba una combinación de ligeras pesadillas que le dejarían descansar lo suficiente como para ganar algo de fuerzas.
Pasaron unas cuatro horas en las que Seizan apenas se movió, pero cualquiera que hubiera pasado por allí se hubiera quedado mirándole sorprendido, hablaba en sueños, o más bien en pesadillas, pero estaba tan cansado y profundamente dormido, que no se habría despertado fácilmente. Algún transeúnte podía haberse tomado a mal las imprecaciones e insultos que salieron por su boca, pero igualmente, aunque le hubieran dado un empujón, su cuerpo solo habría resbalado de la palmera y se hubiera hecho un ovillito en la arena.
Finalmente, abrió los ojos al tiempo que su estómago solicitaba algo de alimento urgentemente.
Por “suerte” el viaje había sido tan largo hasta ese reino, que casi había absorbido todas las pesadillas de la gente del barco y poco le quedaba por soñar, si añadíamos a eso el hecho de que se encontraba lejos de aquella gente (por fin), resultaba una combinación de ligeras pesadillas que le dejarían descansar lo suficiente como para ganar algo de fuerzas.
Pasaron unas cuatro horas en las que Seizan apenas se movió, pero cualquiera que hubiera pasado por allí se hubiera quedado mirándole sorprendido, hablaba en sueños, o más bien en pesadillas, pero estaba tan cansado y profundamente dormido, que no se habría despertado fácilmente. Algún transeúnte podía haberse tomado a mal las imprecaciones e insultos que salieron por su boca, pero igualmente, aunque le hubieran dado un empujón, su cuerpo solo habría resbalado de la palmera y se hubiera hecho un ovillito en la arena.
Finalmente, abrió los ojos al tiempo que su estómago solicitaba algo de alimento urgentemente.
Seizan- Cantidad de envíos : 84
Re: Nuevos lugares que visitar
Mientras Seizan se tumbaba a la bartola, Bonnie se paseó un poco para reconocer los alrededores. Por el lado de la playa y el que iba hacia los talleres ya había estado, y el puerto debía de estar algo más allá y no tenía intención de alejarse tanto. El sendero que se extendía en dirección opuesta, paralelo a la playa, parecía llevar a... bueno, a la playa; y a algunas casas. Eso también podía mirarlo luego. Y de agua salada estaba ya harta. Así que se adentró en el bosque, hacia el interior de la isla.
Volvió al cabo de un rato y comprobó con satisfacción que el chico no se había movido ni había sido molestado. Se internó nuevamente en el bosque, que le estaba resultando más interesante de lo esperado.
Regresó al cabo de otro largo rato, mordisqueando una fruta de aspecto jugoso, y se encontró con que el joven ni se había movido de donde estaba. Se acercó a su rostro para observarlo mejor. Contempló las líneas de la boca, miró por los orificios nasales a ver cuántos pelos podía contar, se entretuvo en analizar en qué dirección crecían las cejas, y le entraron unas ganas tremendas de levantarle los párpados para comprobar que, efectivamente, estaba dormido. Pero como eso parecía no hacerles mucha gracia a los grandullones (lo sabía porque lo había probado con Kur), no llegó a tocarlos. Se quedó a unos centímetros de distancia, mirando curiosa cómo los globos oculares se movían ligeros bajo los párpados cerrados, hasta que éstos se abrieron de repente.
Volvió al cabo de un rato y comprobó con satisfacción que el chico no se había movido ni había sido molestado. Se internó nuevamente en el bosque, que le estaba resultando más interesante de lo esperado.
Regresó al cabo de otro largo rato, mordisqueando una fruta de aspecto jugoso, y se encontró con que el joven ni se había movido de donde estaba. Se acercó a su rostro para observarlo mejor. Contempló las líneas de la boca, miró por los orificios nasales a ver cuántos pelos podía contar, se entretuvo en analizar en qué dirección crecían las cejas, y le entraron unas ganas tremendas de levantarle los párpados para comprobar que, efectivamente, estaba dormido. Pero como eso parecía no hacerles mucha gracia a los grandullones (lo sabía porque lo había probado con Kur), no llegó a tocarlos. Se quedó a unos centímetros de distancia, mirando curiosa cómo los globos oculares se movían ligeros bajo los párpados cerrados, hasta que éstos se abrieron de repente.
Bonnie- Cantidad de envíos : 26
Re: Nuevos lugares que visitar
Seizan pegó un pequeño salto, apenas imperceptible cuando lo primero con lo que se encontraron sus ojos fue a Bonnie a escasos centímetros de su cara. Su primer instinto había sido soltar un manotazo a la forma azul y difusa que tenía ante sus ojos, por suerte (para la pictsie pensó Seizan, aunque seguramente la realidad era al contrario), sus entrenados instintos le hicieron contenerse al reconocer a una amiga en la forma azul que poco a poco se volvía nítida. Aun así, en lugar de un manotazo, cogió a la pitufa por la parte de atrás de su camiseta, con cuidado pero como con si le diera asco y la depositó rápidamente en el suelo alejándose un metro de ella.
- ¿Llevas mucho tiempo ahí?
Era una pregunta un tanto absurda, y posiblemente sonara un tanto extraña, pero recién recuperado de las pesadillas quería saber si volvería a tenerlas en breve… suspiró, si iba a ayudarla a buscar a su amigo tendría que pasar por aquello; una absurda pregunta le pasó por la mente justo antes de despertarse del todo y que sus neuronas volvieran a recolocarse en su sitio: “Que pesadillas tendría alguien como ella? ¿ser aplastada?”
- ¿Llevas mucho tiempo ahí?
Era una pregunta un tanto absurda, y posiblemente sonara un tanto extraña, pero recién recuperado de las pesadillas quería saber si volvería a tenerlas en breve… suspiró, si iba a ayudarla a buscar a su amigo tendría que pasar por aquello; una absurda pregunta le pasó por la mente justo antes de despertarse del todo y que sus neuronas volvieran a recolocarse en su sitio: “Que pesadillas tendría alguien como ella? ¿ser aplastada?”
Seizan- Cantidad de envíos : 84
Re: Nuevos lugares que visitar
Seguramente a Seizan le habrían sorprendido las pesadillas de Bonnie. Los feegle raramente las tienen, porque no le tienen miedo a casi nada. Pero muchas de las tribus de pictsies tienen un temor común: los leguleyos. Un abogado es para ellos como un tigre de dientes de sable hambriento en una carnicería. Y a pesar de que en el clan de Bonnie habían aprendido a dominar el difícil arte de la escritura y ya no temían como antes la letra pequeña, si alguna noche la joven feegle se iba a dormir con el estómago demasiado lleno o con la mente demasiado triste era muy posible que sus sueños se viesen poblados de cientos de crías azules corriendo a su alrededor, vestidos con toga y peluca y gritando “¡Protesto!”, lo que hacía que se despertase con taquicardia y sudores. ¿Tendría semejante sueño el mismo efecto en Seizan?
Bonnie se separó un poco del humano, lo justo como para devolverle la perspectiva espacial necesaria.
-Poh… no mucho. He ehtao EXplorando –lo pronunció así, capitalizando la “ex”-. ¿Sabíah que hay un parque ahí trah que no ehtá ná mal? Y tambien árboleh con fruta frehca. Y tú, ¿qué tal andah?
Bonnie se separó un poco del humano, lo justo como para devolverle la perspectiva espacial necesaria.
-Poh… no mucho. He ehtao EXplorando –lo pronunció así, capitalizando la “ex”-. ¿Sabíah que hay un parque ahí trah que no ehtá ná mal? Y tambien árboleh con fruta frehca. Y tú, ¿qué tal andah?
Bonnie- Cantidad de envíos : 26
Re: Nuevos lugares que visitar
- Bastante mejor la verdad
Ciertamente aun estaba algo cansado todavía, pero por fin había podido tener un sueño reparador, que no tranquilo. Más relajado y pudiendo centrarse en algo más que no fueran las ganas de su estómago por salir corriendo de su cuerpo, se fijó en donde se encontraba, la belleza del lugar y las palabras de Bonnie. Y hablando de ella… tenía una curiosa forma de hablar ¿no? Pero no diría nada, no quería ofenderla, ni tenía motivos para hacerlo.
- Así que un parque ¿eh? Pues no estaría mal tomar… eh… - miró al cielo para saber qué hora era, aunque había llegado temprano, no sabía cuántas horas habían pasado – la merienda en ese parque con árboles frutales.
Se levantó del suelo y se sacudió las ropas, adecentándolas todo lo que pudo. Los sudores fríos, las noches en vela revolviéndose por el suelo y el añadido de su fétido aliento debido a las vomitonas no contribuía a darle un aspecto más o menos decente, más bien parecía un mendigo que llevara varios meses sin comer ni lavarse.
- ¡Buf! Tampoco me vendría nada mal una duchita… pero bueno, eso puede esperar un poco, si me has aguantado hasta ahora… - sonrió, más animado mientras su estómago protestaba en un intento, vano, de separar sus paredes con la esperanza de encontrar algo de alimento en el interior. – Y me tienes que contar que sabes del barco donde viajabais tu amigo y tu para ver por dónde empezar a buscar.
Ciertamente aun estaba algo cansado todavía, pero por fin había podido tener un sueño reparador, que no tranquilo. Más relajado y pudiendo centrarse en algo más que no fueran las ganas de su estómago por salir corriendo de su cuerpo, se fijó en donde se encontraba, la belleza del lugar y las palabras de Bonnie. Y hablando de ella… tenía una curiosa forma de hablar ¿no? Pero no diría nada, no quería ofenderla, ni tenía motivos para hacerlo.
- Así que un parque ¿eh? Pues no estaría mal tomar… eh… - miró al cielo para saber qué hora era, aunque había llegado temprano, no sabía cuántas horas habían pasado – la merienda en ese parque con árboles frutales.
Se levantó del suelo y se sacudió las ropas, adecentándolas todo lo que pudo. Los sudores fríos, las noches en vela revolviéndose por el suelo y el añadido de su fétido aliento debido a las vomitonas no contribuía a darle un aspecto más o menos decente, más bien parecía un mendigo que llevara varios meses sin comer ni lavarse.
- ¡Buf! Tampoco me vendría nada mal una duchita… pero bueno, eso puede esperar un poco, si me has aguantado hasta ahora… - sonrió, más animado mientras su estómago protestaba en un intento, vano, de separar sus paredes con la esperanza de encontrar algo de alimento en el interior. – Y me tienes que contar que sabes del barco donde viajabais tu amigo y tu para ver por dónde empezar a buscar.
Seizan- Cantidad de envíos : 84
Re: Nuevos lugares que visitar
Bonnie sonrió. Aunque había algo que hacía que su blanca sonrisa tuviera algo de intranquilizador, su buen humor era sincero.
-Una duchita, ¿eh? Pueh mira, ahí mihmo hay un lago o algo así. Vamoh, te mohtraré dónde.
Caminó junto al humano, uno o dos pasos de los suyos más adelante, como si la diferencia de tamaño no existiera mientras conversaba tranquilamente.
-Pueh… el barco se llama… mmm… no me acuerdo… pero la tripulación… hum… eran unoh cuantoh, y no aguantan el vino pa ná. Y el capitán eh… mu serio.
Con aquello finalizó la descripción. Consciente de que no era muy informativa, intentó paliarla hablando de su amigo.
-Íbamoh a Trinacria, que… no sé por dónde cae, pero Kur dijo que sería interesante. Mi amigo Kur eh el tío máh fuerte, máh valiente y mejor luchador que exihte. Y el máh grande también. Tú le llegah por el ombligo o asín. Eh rubio y muhculoso, tié un hacha mágica y, y habla con mucha mesura, y, y tié una mirada penetrante que no se pué olvidar…
Algo hizo clic en la mente de la pequeña feegle y recordó dónde se encontraba y con quién. Recompuso su expresión en algo más serio, más propio de ella, y trató de hacer ver que no se había puesto a soñar despierta.
-Máh o menoh eso eh tó –dijo, y carraspeó.
-Una duchita, ¿eh? Pueh mira, ahí mihmo hay un lago o algo así. Vamoh, te mohtraré dónde.
Caminó junto al humano, uno o dos pasos de los suyos más adelante, como si la diferencia de tamaño no existiera mientras conversaba tranquilamente.
-Pueh… el barco se llama… mmm… no me acuerdo… pero la tripulación… hum… eran unoh cuantoh, y no aguantan el vino pa ná. Y el capitán eh… mu serio.
Con aquello finalizó la descripción. Consciente de que no era muy informativa, intentó paliarla hablando de su amigo.
-Íbamoh a Trinacria, que… no sé por dónde cae, pero Kur dijo que sería interesante. Mi amigo Kur eh el tío máh fuerte, máh valiente y mejor luchador que exihte. Y el máh grande también. Tú le llegah por el ombligo o asín. Eh rubio y muhculoso, tié un hacha mágica y, y habla con mucha mesura, y, y tié una mirada penetrante que no se pué olvidar…
Algo hizo clic en la mente de la pequeña feegle y recordó dónde se encontraba y con quién. Recompuso su expresión en algo más serio, más propio de ella, y trató de hacer ver que no se había puesto a soñar despierta.
-Máh o menoh eso eh tó –dijo, y carraspeó.
Bonnie- Cantidad de envíos : 26
Re: Nuevos lugares que visitar
Seizan, aun aturdido, no se dio cuenta de lo intranquilizador de la sonrisa de Bonnie, seguramente por suerte para él. Sin embargo no pudo evitar darse cuenta de la falta de pudor de la pequeñaja. Tenía la impresión de que no tenía reparos en meterse en mitad de un lago rodeado de gente a darse una duchita. Él prefería algo más tradicional e íntimo, pero si el lago estaba despejado, por esta vez, aceptaría ese baño, realmente lo necesitaba.
No pudo evitar que una sonrisa asomara a su rostro cuando empezó a describir el barco, no iba a ser fácil encontrarlo con aquellos datos, pero tenía una pequeña idea que tal vez diera resultado. Su sonrisa se ensanchó cuando la feegle empezó a hablar sobre su acompañante. La sonrisa desapareció dando paso al asombro cuando una imagen metal empezó a formarse en la cabeza de Seizan, que, extrañado, empezó a preguntarse como era que tan singular pareja se hubiera formado.
- Bueno, un tipo como él seguro que destaca, así será más fácil dar con él, y si iba hacia Trinacria, lo mejor será coger un barco que vaya para la isla y preguntar allí, por los barcos que han llegado. - Su estómago volvió a protestar – Aunque creo que lo mejor es comer primero y la ducha claro.
No le hacía especial ilusión volver a meterse en un barco recién salido de uno, pero esperaba que un viaje corto entre las islas no le afectara de la misma manera. Y se había ofrecido a ayudar, asique no tenía más opción. Eso si, no abandonaría Shama hambriento y maloliente.
No pudo evitar que una sonrisa asomara a su rostro cuando empezó a describir el barco, no iba a ser fácil encontrarlo con aquellos datos, pero tenía una pequeña idea que tal vez diera resultado. Su sonrisa se ensanchó cuando la feegle empezó a hablar sobre su acompañante. La sonrisa desapareció dando paso al asombro cuando una imagen metal empezó a formarse en la cabeza de Seizan, que, extrañado, empezó a preguntarse como era que tan singular pareja se hubiera formado.
- Bueno, un tipo como él seguro que destaca, así será más fácil dar con él, y si iba hacia Trinacria, lo mejor será coger un barco que vaya para la isla y preguntar allí, por los barcos que han llegado. - Su estómago volvió a protestar – Aunque creo que lo mejor es comer primero y la ducha claro.
No le hacía especial ilusión volver a meterse en un barco recién salido de uno, pero esperaba que un viaje corto entre las islas no le afectara de la misma manera. Y se había ofrecido a ayudar, asique no tenía más opción. Eso si, no abandonaría Shama hambriento y maloliente.
Seizan- Cantidad de envíos : 84
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