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Junto al mar de nuevo
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Re: Junto al mar de nuevo
La fantasma no parecía estar en aquel claro. Y en realidad no lo estaba. Era como si volviese a estar en el valle de los pegasos, como si su mente hubiese estado allí anclada todo el tiempo, ansiosa por decir en voz alta lo que debía haber dicho y no se atrevió. La voz del demonio le llegó como si le hubiesen hablado a través de algo espeso, pero lo escuchó. Levantó la cabeza lentamente, sin acabar de creerse lo que había oído: realmente tenía la sensación de estar en el valle otra vez, y era como si acabara de ver cómo Luthys desaparecía de su percepción.
Lo primero que distinguió fue al demonio, junto a ella. Clavó su mirada en él mientras grababa en su memoria a fuego lo que le acababa de decir. Parecía
Después empezó a situarse mientras su percepción se aclaraba: no estaba en el valle de los pegasos sino en aquel claro, no sabía bien en qué reino o lugar. Se sentía aturdida, pero recordó a los demonios mientras Luthys desafiaba a Gérgal. Lentamente se incorporó y se quedó flotando, muy cerca del demonio, como si entre ella y Sophitia le estuviesen guardando las espaldas. Alma estaba pegada a la espalda de Luthys, y sin decir nada, rozó con su mano la del demonio. No sabía muy bien si lo hacía para indicarle que estaba bien, o para darle las gracias, o quizá simplemente para sentir que todo lo que le había dicho era real.
Gérgal había estado todo el discurso de Luthys mirándolo. La ira se reflejaba en sus ojos, nada le estaba saliendo bien, no hacían más que interrumpirle constantemente. Y ahora salía su examino con aires de superioridad y de héroe…
De repente su mirada cambió. Miró a Luthys, a Alma y luego de nuevo al demonio. Por último le lanzó una mirada a la pirata. Y soltó una carcajada.
- No me lo puedo creer. No me digas que es ella… ¿Os queríais tanto que no puedo marcharse y se convirtió en fantasma? ¿Ha estado contigo todo este tiempo? O quizás se enfadó cuando supo que eras un demonio y se alejó todo lo que pudo… Ya sé, ya é, se convirtió en fantasma y te ha estado buscando y te encontró con ella, por eso estaba tan deprimida…- Se encogió de hombros, con aire divertido.- Bueno, es igual, ¿sabes? Jamás pensé que me lo pondrías tan fácil.
Dio un par de pasos y luego regresó a su posición.
- Si tantas ganas tienes de marcharte, tú y tu amiguita os podéis ir largando. De hecho, me molestáis. – Luego le dirigió a Luthys una mirada penetrante, llena de desafío y crueldad. – Pero el fantasma se queda aquí. La necesito para un asuntillo que tenemos pendiente.
Y además le proporcionaría la venganza que estaba buscando. Había llegado a la conclusión de que Alma era, en realidad, la mujer que le había arrebatado a Luthys hacía tantos años. Él nunca la había visto, y para él la actitud protectora y medio suicida de su ex amigo le parecía tan clara como el agua. Al mismo tiempos e libraría de la mujer que le había arrebatado a su amigo, heriría a Luthys aún más de lo que estaba y por si fuera poco, cumpliría con las órdenes de Lucifer.
Sería una noche completa.
- Marchaos. No lo repetiré otra vez.- clavó su mirada el Luthys.- Si no lo hacéis puede que Lucifer sí te reclame a tu presencia... - añadió con tono amenazador.
Lo primero que distinguió fue al demonio, junto a ella. Clavó su mirada en él mientras grababa en su memoria a fuego lo que le acababa de decir. Parecía
Después empezó a situarse mientras su percepción se aclaraba: no estaba en el valle de los pegasos sino en aquel claro, no sabía bien en qué reino o lugar. Se sentía aturdida, pero recordó a los demonios mientras Luthys desafiaba a Gérgal. Lentamente se incorporó y se quedó flotando, muy cerca del demonio, como si entre ella y Sophitia le estuviesen guardando las espaldas. Alma estaba pegada a la espalda de Luthys, y sin decir nada, rozó con su mano la del demonio. No sabía muy bien si lo hacía para indicarle que estaba bien, o para darle las gracias, o quizá simplemente para sentir que todo lo que le había dicho era real.
Gérgal había estado todo el discurso de Luthys mirándolo. La ira se reflejaba en sus ojos, nada le estaba saliendo bien, no hacían más que interrumpirle constantemente. Y ahora salía su examino con aires de superioridad y de héroe…
De repente su mirada cambió. Miró a Luthys, a Alma y luego de nuevo al demonio. Por último le lanzó una mirada a la pirata. Y soltó una carcajada.
- No me lo puedo creer. No me digas que es ella… ¿Os queríais tanto que no puedo marcharse y se convirtió en fantasma? ¿Ha estado contigo todo este tiempo? O quizás se enfadó cuando supo que eras un demonio y se alejó todo lo que pudo… Ya sé, ya é, se convirtió en fantasma y te ha estado buscando y te encontró con ella, por eso estaba tan deprimida…- Se encogió de hombros, con aire divertido.- Bueno, es igual, ¿sabes? Jamás pensé que me lo pondrías tan fácil.
Dio un par de pasos y luego regresó a su posición.
- Si tantas ganas tienes de marcharte, tú y tu amiguita os podéis ir largando. De hecho, me molestáis. – Luego le dirigió a Luthys una mirada penetrante, llena de desafío y crueldad. – Pero el fantasma se queda aquí. La necesito para un asuntillo que tenemos pendiente.
Y además le proporcionaría la venganza que estaba buscando. Había llegado a la conclusión de que Alma era, en realidad, la mujer que le había arrebatado a Luthys hacía tantos años. Él nunca la había visto, y para él la actitud protectora y medio suicida de su ex amigo le parecía tan clara como el agua. Al mismo tiempos e libraría de la mujer que le había arrebatado a su amigo, heriría a Luthys aún más de lo que estaba y por si fuera poco, cumpliría con las órdenes de Lucifer.
Sería una noche completa.
- Marchaos. No lo repetiré otra vez.- clavó su mirada el Luthys.- Si no lo hacéis puede que Lucifer sí te reclame a tu presencia... - añadió con tono amenazador.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: Junto al mar de nuevo
Las palabras de Gérgal le hirieron. Recordarle a su amor fue como una fuerte patada en el estómago siendo humano. ¿Cómo era capaz de decir esas cosas? Por suerte, nada de lo que dijo era verdad. Nunca hubiera soportado saber que ella permanecería atado a él como fantasma por los siglos de los siglos Hubiese sido una tortura. Ya era para él una tortura estar junto a Alma sabiendo todo lo que ella anhelaba, cuanto más si hubiese sido ella...
Como ya suponía, no iba a ser tan fácil salir de allí ilesos. No sabía el por qué, pero querían a Alma para algo. Intentó pensar en mil y una soluciones para todo aquello, pero su miedo y su odio hacia los de su raza, le impedían pensar con claridad.
¿Cómo habían llegado a complicarse tanto las cosas? ¿Por qué no se quedó en aquel valle al lado de Alma en lugar de largarse como un cobarde? ¿Por qué llevo a Sophitia consigo exponiéndola al peligro? ¿Qué querían los demonios de Alma?...
Muchas eran las preguntas y ninguna era la respuesta. Por más que intentaba darle una explicación a todo eso no encontraba ninguna y, sin más, decidió preguntar:
- Quiero saber para qué la queréis.- hizo una pausa pensando cómo continuar – Y exijo una respuesta o seré yo mismo el que solicite la presencia de Lucifer aquí. Ante todo, debemos respetar las reglas. Y, Gérgal, no puedes actuar sin que alguien de tu raza sepa por qué si pregunta por ello.
Sí, había dado en el clavo en el momento justo. ¿Cómo no se había acordado antes? ¡Las estúpidas reglas de los demonios! Eran poquísimas, pero ahora, después de tantas décadas, iban a serle de utilidad. Siempre las creyó totalmente inútiles, incluso cuando era un verdadero demonio. Pero alomejor estaban hechas por algo, con algún sentido especial... y ahora estaban ahí para aportar algo de ayuda.
Mientras le daba tiempo a Gérgal de contestar, se giró hacia Sophitia y le dijo:
- Sophitia, puedes irte si quieres, no es justo que tengas que estar aquí y ya has visto cómo se las gastan – pero eso no era todo – Reconozco que no me hace gracia abandonarte a tu suerte, sobre todo, porque no me fío de mi raza, y sé que son capaces de salir tras de ti.- Miró al suelo, pensativo – Haz lo que quieras. No puedo obligarte a quedarte aquí, como tampoco puedo obligarte a que te marches, pero quiero que seas consciente de que si deciden atacarte, casi no puedo hacer nada por ti.- Cuando estaba girandose, se volvió de nuevo para añadir: - Y, por favor, no hagas ninguna tontería, los demonios nos enfurecemos por la más mínima chorrada.- y le guiñó un ojo.
Volviendo unos pasos adelante, esperando conocer la respuesta de su antiguo amigo, miró a Alma. Deseó poder estrecharla entre sus brazos, al menos para que supiera que él estaba ahí, con ella, y que no iba a irse, por nada del mundo, aunque todos esos demonios se le echaran encima, él iba a seguir a su lado hasta que le fuera imposible.
Como ya suponía, no iba a ser tan fácil salir de allí ilesos. No sabía el por qué, pero querían a Alma para algo. Intentó pensar en mil y una soluciones para todo aquello, pero su miedo y su odio hacia los de su raza, le impedían pensar con claridad.
¿Cómo habían llegado a complicarse tanto las cosas? ¿Por qué no se quedó en aquel valle al lado de Alma en lugar de largarse como un cobarde? ¿Por qué llevo a Sophitia consigo exponiéndola al peligro? ¿Qué querían los demonios de Alma?...
Muchas eran las preguntas y ninguna era la respuesta. Por más que intentaba darle una explicación a todo eso no encontraba ninguna y, sin más, decidió preguntar:
- Quiero saber para qué la queréis.- hizo una pausa pensando cómo continuar – Y exijo una respuesta o seré yo mismo el que solicite la presencia de Lucifer aquí. Ante todo, debemos respetar las reglas. Y, Gérgal, no puedes actuar sin que alguien de tu raza sepa por qué si pregunta por ello.
Sí, había dado en el clavo en el momento justo. ¿Cómo no se había acordado antes? ¡Las estúpidas reglas de los demonios! Eran poquísimas, pero ahora, después de tantas décadas, iban a serle de utilidad. Siempre las creyó totalmente inútiles, incluso cuando era un verdadero demonio. Pero alomejor estaban hechas por algo, con algún sentido especial... y ahora estaban ahí para aportar algo de ayuda.
Mientras le daba tiempo a Gérgal de contestar, se giró hacia Sophitia y le dijo:
- Sophitia, puedes irte si quieres, no es justo que tengas que estar aquí y ya has visto cómo se las gastan – pero eso no era todo – Reconozco que no me hace gracia abandonarte a tu suerte, sobre todo, porque no me fío de mi raza, y sé que son capaces de salir tras de ti.- Miró al suelo, pensativo – Haz lo que quieras. No puedo obligarte a quedarte aquí, como tampoco puedo obligarte a que te marches, pero quiero que seas consciente de que si deciden atacarte, casi no puedo hacer nada por ti.- Cuando estaba girandose, se volvió de nuevo para añadir: - Y, por favor, no hagas ninguna tontería, los demonios nos enfurecemos por la más mínima chorrada.- y le guiñó un ojo.
Volviendo unos pasos adelante, esperando conocer la respuesta de su antiguo amigo, miró a Alma. Deseó poder estrecharla entre sus brazos, al menos para que supiera que él estaba ahí, con ella, y que no iba a irse, por nada del mundo, aunque todos esos demonios se le echaran encima, él iba a seguir a su lado hasta que le fuera imposible.
Luthys- Cantidad de envíos : 890
Re: Junto al mar de nuevo
Una vez mas hicieron el amague de retirarse, pero todo quedo en eso por el momento, parecía que jamas se marcharían de ese lugar. Se resistió a la tentación de suspirar, tan solo quería que se decidiera el asunto de una vez, o los mataban o los dejaban ir, pero ya no aguantaba estar con los nervios del intermedio.
El aire frío se había calmado de a poco, ya no se le ponía la piel de gallina, debía de se que la fantasma estaba más tranquila, suponía. Pero ese demonio idiota seguía diciendo una y otra vez cosas hirientes, insultantes, denigrantes o, increíblemente, todas a la vez, no podría soportar esto mucho mas ¿seria verdad que la fantasma era la amada fallecida de Luthys? Sin duda eso tendría mucho sentido en la historia, pero si este no lo decía no lo creería... ¿Como era eso de “te encontró con ella”? ¿Porque tenia que ser así? ¿Una mujer no podía estar cerca de un semi demonio en medio del bosque sin que..... ah! Claro, si se veía muy mal, no lo había pensado así.
Estaba segura que Luthys no se iría sin la fantasma, si ya se había metido en todos estos problemas por ella, no seria diferente ahora. Aunque no lograba entender el porque de la pregunta, supuso que era alguna clase de plan ¿De que le serviría saber qué harían con ella? Eran demonios, obviamente no iba a ser nada bueno. Pero al igual que el Semi demonio no cambiaría su postura, tampoco lo haría la pirata ¿donde se había visto que una pirata saliera corriendo ante una parva de demonios enojados? Bueno, seguramente cualquier pirata saldría corriendo... ¡Pero no ella!
- No seas ridículo – dijo con una confianza en si misma que no tenia – Sin mi ayuda de seguro que estarías perdido – Intentaba ponerle algo de humor.
Que no se metiera, esa eran todas las recomendaciones que le daban, interesante... Bien, entonces no diría ni una palabra mas...
El aire frío se había calmado de a poco, ya no se le ponía la piel de gallina, debía de se que la fantasma estaba más tranquila, suponía. Pero ese demonio idiota seguía diciendo una y otra vez cosas hirientes, insultantes, denigrantes o, increíblemente, todas a la vez, no podría soportar esto mucho mas ¿seria verdad que la fantasma era la amada fallecida de Luthys? Sin duda eso tendría mucho sentido en la historia, pero si este no lo decía no lo creería... ¿Como era eso de “te encontró con ella”? ¿Porque tenia que ser así? ¿Una mujer no podía estar cerca de un semi demonio en medio del bosque sin que..... ah! Claro, si se veía muy mal, no lo había pensado así.
Estaba segura que Luthys no se iría sin la fantasma, si ya se había metido en todos estos problemas por ella, no seria diferente ahora. Aunque no lograba entender el porque de la pregunta, supuso que era alguna clase de plan ¿De que le serviría saber qué harían con ella? Eran demonios, obviamente no iba a ser nada bueno. Pero al igual que el Semi demonio no cambiaría su postura, tampoco lo haría la pirata ¿donde se había visto que una pirata saliera corriendo ante una parva de demonios enojados? Bueno, seguramente cualquier pirata saldría corriendo... ¡Pero no ella!
- No seas ridículo – dijo con una confianza en si misma que no tenia – Sin mi ayuda de seguro que estarías perdido – Intentaba ponerle algo de humor.
Que no se metiera, esa eran todas las recomendaciones que le daban, interesante... Bien, entonces no diría ni una palabra mas...
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Junto al mar de nuevo
Alma escuchó las palabras de Gérgal con furia. Sabía que el hecho de qe hablara del antiguo amor de Luthys hacía daño a su amigo, y más en el tono de burla. PEro en su interior también sintió miedo cuando comentó que ella debería quedarse. REcordó la sensación de cuando atacó el médium. Entonces tuvo la impresión de que se le escapaba algo.
intentó revolver en su memoria lo que había acontecido en los últimos minutos, antes de que fuera realmente consciente de lo que estaba pasando. La respuesta estaba ahí, al alcance de su mano, pero era incapaz de verla.
Entretanto Gérgal miraba a su ex amigo con una ira aún más ardiente que antes. No esperaba que recordara las normas demoníacas, y menos ahora. Maldijo para sus adentros e intentó recomponer su expresión.
Por suerte él era un demonio, le encantaba serlo y, como tal, dominaba el arte de sacar partido a este tipo de situaciones.
Sonrió.
- Lucifer me hizo un encargo. Como comprenderás no puedo darte todos los detalles, porque es un encargo sumamente delicado. Lo que sí te puedo contar, que es lo mismo que saben mis hombres, es que hemos descubierto una relación entre la energía de los mediums y de los fantasmas. Tu amiguita ha llegado en el mejor momento, porque con su ayuda puedo conseguir avanzar un poco más en la investigación de este hecho. Ésta relación se basa en el traspaso de energía, que es lo que hace a los médiums ser capaces de hacer que los fantasmas descansen en paz, pero necesito saber si también depende del estado del fantasma. Hemos podido comprobarlo con fantasmas que actualmente se encontraban en un estado de latencia y "locura" como lo llamamos, pero necesito comprobar si la relación es la misma con fantasmas que aún son capaces de razonar. El problema es que no se ven muchos de este último tipo. Necesito a tu amiga. La reacción que ha tenido antes ha sido inseperada, necesito saber qué es lo que ha hecho que ocurriera eso.
Alma seguía pensando. Obviamente Gérgal ocultaba algo, y cuando se refería a "su reacción de antes" la fantasma estaba segura de que hablaba del dolor que había sentido. Era obvio que los demonios no iban sólo a preguntarle qué había sentido... en el mejor de los casos intentarían probar otra vez, o algo similar.
La fantasma se estremeció.
intentó revolver en su memoria lo que había acontecido en los últimos minutos, antes de que fuera realmente consciente de lo que estaba pasando. La respuesta estaba ahí, al alcance de su mano, pero era incapaz de verla.
Entretanto Gérgal miraba a su ex amigo con una ira aún más ardiente que antes. No esperaba que recordara las normas demoníacas, y menos ahora. Maldijo para sus adentros e intentó recomponer su expresión.
Por suerte él era un demonio, le encantaba serlo y, como tal, dominaba el arte de sacar partido a este tipo de situaciones.
Sonrió.
- Lucifer me hizo un encargo. Como comprenderás no puedo darte todos los detalles, porque es un encargo sumamente delicado. Lo que sí te puedo contar, que es lo mismo que saben mis hombres, es que hemos descubierto una relación entre la energía de los mediums y de los fantasmas. Tu amiguita ha llegado en el mejor momento, porque con su ayuda puedo conseguir avanzar un poco más en la investigación de este hecho. Ésta relación se basa en el traspaso de energía, que es lo que hace a los médiums ser capaces de hacer que los fantasmas descansen en paz, pero necesito saber si también depende del estado del fantasma. Hemos podido comprobarlo con fantasmas que actualmente se encontraban en un estado de latencia y "locura" como lo llamamos, pero necesito comprobar si la relación es la misma con fantasmas que aún son capaces de razonar. El problema es que no se ven muchos de este último tipo. Necesito a tu amiga. La reacción que ha tenido antes ha sido inseperada, necesito saber qué es lo que ha hecho que ocurriera eso.
Alma seguía pensando. Obviamente Gérgal ocultaba algo, y cuando se refería a "su reacción de antes" la fantasma estaba segura de que hablaba del dolor que había sentido. Era obvio que los demonios no iban sólo a preguntarle qué había sentido... en el mejor de los casos intentarían probar otra vez, o algo similar.
La fantasma se estremeció.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: Junto al mar de nuevo
Durante el instante que Gérgal tardó en responderle, Luthys intentó buscar más excusas para poder salir de allí ilesos. Pero tuvo que dejarlo, ya que decidió prestar atención al demonio.
No le gustaba nada lo que éste decía, pero aún así, le dejó finalizar. Y, justo cuando lo hizo, Luthys tomó de nuevo la palabra.
- Lo siento, Gérgal, pero eso no va a ocurrir. - Hizo una pausa y suspiró. - Este fantasma me pertenece, y no voy a cedértelo para tus investigaciones- dejó notar el tono irónico en ese sustantivo - Ya puedes hacer lo que quieras, pero sabes que estoy en mi derecho, lo cual quiere decir que, si me matas, vas a tener problemas.- Sabía que se estaba metiendo en camisa de once varas, pero llegados a ese punto, daba igual. - Lo siento, Gérgal, pero aunque sea un demonio desterrado, sigo siendo un demonio. Por mucho que te pese.
Dejó ver una leve sonrisa en su rostro, intentaba parecer seguro de sí mismo. Era lo que esos demonios necesitaban para creerle: ver lo seguro que estaba. Y, aunque no era consciente de ello, Luthys parecía mucho más seguro de sí mismo de lo que imaginaba.
De reojo miró a Alma, y pudo adivinar el terror que le provocaba ese médium que antes le había echo daño. Por otro lado, Sophitia no se había ido, seguía allí al pie del cañón, lo cual le gustaba por una parte, por otra le creaba un gran sentimiento de culpa que era díficil hacer desaparecer.
No le gustaba nada lo que éste decía, pero aún así, le dejó finalizar. Y, justo cuando lo hizo, Luthys tomó de nuevo la palabra.
- Lo siento, Gérgal, pero eso no va a ocurrir. - Hizo una pausa y suspiró. - Este fantasma me pertenece, y no voy a cedértelo para tus investigaciones- dejó notar el tono irónico en ese sustantivo - Ya puedes hacer lo que quieras, pero sabes que estoy en mi derecho, lo cual quiere decir que, si me matas, vas a tener problemas.- Sabía que se estaba metiendo en camisa de once varas, pero llegados a ese punto, daba igual. - Lo siento, Gérgal, pero aunque sea un demonio desterrado, sigo siendo un demonio. Por mucho que te pese.
Dejó ver una leve sonrisa en su rostro, intentaba parecer seguro de sí mismo. Era lo que esos demonios necesitaban para creerle: ver lo seguro que estaba. Y, aunque no era consciente de ello, Luthys parecía mucho más seguro de sí mismo de lo que imaginaba.
De reojo miró a Alma, y pudo adivinar el terror que le provocaba ese médium que antes le había echo daño. Por otro lado, Sophitia no se había ido, seguía allí al pie del cañón, lo cual le gustaba por una parte, por otra le creaba un gran sentimiento de culpa que era díficil hacer desaparecer.
Luthys- Cantidad de envíos : 890
Re: Junto al mar de nuevo
Poderes, fantasmas, mediums, demonios, Lucifer... En síntesis la pirata entendía poco y nada de lo que se estaba hablando en ese lugar. Tenia una idea general, pero ese no era su lugar, no eran sus modos, lo suyo era arreglar las cosas con los puños y final del asunto.
Se respiraba un aire intenso e incomodo, Sophitia hacia un esfuerzo enorme por no ponerse nerviosa, traspirar y por sobre todo, por no abrir la bocota. Ya no quería correr el riesgo de arruinar todo, por fin parecía que estaban llegando a un acuerdo.
Lo que se preguntaba ahora es qué haría Luthys antes la propuesta de su ex compañero demonio, cualquier otro diría que "si" sin pensarlo y saldría de ahí corriendo lo más rápido que le dieran los pies. Pero algo le decía que el semi demonio no era de esa clase de personas.
Se quedo mirando unos segundos a Luthys esperando la respuesta, y como imagino, no daría el brazo a torcer. Sin duda era un ser muy terco, también la fantasma debía ser alguien muy importante para él. ¿Se diría "alguien" o "algo"? No era momento de pensar esas cosas...
Asintió como reafirmando lo que el muchacho había dicho, él sabia de esas cosas, si se mostraba tan seguro al esgrimir esa ley, entonces de seguro era porque tenia razón.
Por supuesto que la pirata no tenia idea de que la seguridad del semi demonio era solo en apariencia, pero a su modo de ver al final no habría importado, la suerte ya estaba echadas, solo quedaba pagar por ver y descubrir quien había ganado la mano.
Se respiraba un aire intenso e incomodo, Sophitia hacia un esfuerzo enorme por no ponerse nerviosa, traspirar y por sobre todo, por no abrir la bocota. Ya no quería correr el riesgo de arruinar todo, por fin parecía que estaban llegando a un acuerdo.
Lo que se preguntaba ahora es qué haría Luthys antes la propuesta de su ex compañero demonio, cualquier otro diría que "si" sin pensarlo y saldría de ahí corriendo lo más rápido que le dieran los pies. Pero algo le decía que el semi demonio no era de esa clase de personas.
Se quedo mirando unos segundos a Luthys esperando la respuesta, y como imagino, no daría el brazo a torcer. Sin duda era un ser muy terco, también la fantasma debía ser alguien muy importante para él. ¿Se diría "alguien" o "algo"? No era momento de pensar esas cosas...
Asintió como reafirmando lo que el muchacho había dicho, él sabia de esas cosas, si se mostraba tan seguro al esgrimir esa ley, entonces de seguro era porque tenia razón.
Por supuesto que la pirata no tenia idea de que la seguridad del semi demonio era solo en apariencia, pero a su modo de ver al final no habría importado, la suerte ya estaba echadas, solo quedaba pagar por ver y descubrir quien había ganado la mano.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Junto al mar de nuevo
Gérgal miró a Luthys detenida y fríamente.
Estaba claro que no tenía razón en lo que estaba diciendo, pero también tenía claro que su ex amigo era demasiado cabezota. Realmente le importaba aquel fantasma. Y en aquel momento él no podía hacer nada, la única opción sería matarlo a él y a la chica para poder valerse de la fantasma, pero no tenía permiso para matar a Luthys. Tendría que hablar con Lucifer primero, pero no podía esperar tanto. Su investigación era demasiado importante.
- Por esta vez vas poder largarte de rositas. - DIjo, al final, tras un tenso silencio. SE giró, no sin antes mirar a Alma fijamente.
La fantasma sintió un escalofrio al notar aquellas brasas ardientes de odio clavadas en ella. Allí había algo extraño, aunque no sabía qué era.
El demonio sonrió y luego se giró.
- Largaos de aquí antes de que me arrepienta.
Hizo un ademán con la mano, indicando a sus esbirros que le siguieran. ANtes de irse, el médium miró a la fantasma una última vez.
Alma los vio alejarse. POr alguna razón no podía relajarse aún sabiendo que se iban. No se fiaba de ellos. Le daba miedo que volvieran a aparecer en cualquier momento. Aquellas miradas habían sido tan...
Se acercó flotando a Luthys. Le rozó otra vez la mano con sus dedos, sin llegar a tocarle. Con eso se sentía más segura.
Estaba claro que no tenía razón en lo que estaba diciendo, pero también tenía claro que su ex amigo era demasiado cabezota. Realmente le importaba aquel fantasma. Y en aquel momento él no podía hacer nada, la única opción sería matarlo a él y a la chica para poder valerse de la fantasma, pero no tenía permiso para matar a Luthys. Tendría que hablar con Lucifer primero, pero no podía esperar tanto. Su investigación era demasiado importante.
- Por esta vez vas poder largarte de rositas. - DIjo, al final, tras un tenso silencio. SE giró, no sin antes mirar a Alma fijamente.
La fantasma sintió un escalofrio al notar aquellas brasas ardientes de odio clavadas en ella. Allí había algo extraño, aunque no sabía qué era.
El demonio sonrió y luego se giró.
- Largaos de aquí antes de que me arrepienta.
Hizo un ademán con la mano, indicando a sus esbirros que le siguieran. ANtes de irse, el médium miró a la fantasma una última vez.
Alma los vio alejarse. POr alguna razón no podía relajarse aún sabiendo que se iban. No se fiaba de ellos. Le daba miedo que volvieran a aparecer en cualquier momento. Aquellas miradas habían sido tan...
Se acercó flotando a Luthys. Le rozó otra vez la mano con sus dedos, sin llegar a tocarle. Con eso se sentía más segura.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: Junto al mar de nuevo
Los momentos de espera para conocer la respuesta de Gérgal fueron interminables. Luthys no sabía qué iba a pasar, cualquier cosa puede pasar con un demonio, cualquier cosa. Sin embargo, se sorprendió al escuchar las palabras de Gérgal, pues este decidía marcharse.
Aunque parecía sincero, Luthys no le creyó. Había sido demasiado fácil conseguir que les dejaran en paz, y era extraño visto el interés que habían mostrado por Alma.
Hablando de Alma, Luthys la notó asustada, y también notó como rozó su mano, aunque no de la forma que hubiera deseado notarlo.
- ¿Esto es todo?- preguntó Luthys en voz alta. Los demonios se iban, y el médium también. No era normal, era totalmente ilógico. Alguna razón tenía que haber para que hicieran eso.
Por supuesto, para ellos lo mejor era mantener la boca cerrada y marcharse sin más, pero Luthys no iba a hacerlo. Y la razón de que no lo hiciera era porque conocía demasiado bien a su raza, y, sobre todo, a Gérgal. Habían pasado demasiado tiempo juntos como para fiarse de él sin más.
Sin embargo, antes de darle tiempo a contestar a alguno de los demonios, se dirigió a Sophitia y le dijo:
- Venga, vámonos, no estoy muy seguro del por qué de este cambio tan repentino...- No lo dijo en voz baja, pero tampoco alzó la voz. Después se giró hacia Alma, le sonrió, le guiñó un ojo, y murmuró: - [b]Parece que volvemos a estar juntos en nuestro viaje.
Aunque parecía sincero, Luthys no le creyó. Había sido demasiado fácil conseguir que les dejaran en paz, y era extraño visto el interés que habían mostrado por Alma.
Hablando de Alma, Luthys la notó asustada, y también notó como rozó su mano, aunque no de la forma que hubiera deseado notarlo.
- ¿Esto es todo?- preguntó Luthys en voz alta. Los demonios se iban, y el médium también. No era normal, era totalmente ilógico. Alguna razón tenía que haber para que hicieran eso.
Por supuesto, para ellos lo mejor era mantener la boca cerrada y marcharse sin más, pero Luthys no iba a hacerlo. Y la razón de que no lo hiciera era porque conocía demasiado bien a su raza, y, sobre todo, a Gérgal. Habían pasado demasiado tiempo juntos como para fiarse de él sin más.
Sin embargo, antes de darle tiempo a contestar a alguno de los demonios, se dirigió a Sophitia y le dijo:
- Venga, vámonos, no estoy muy seguro del por qué de este cambio tan repentino...- No lo dijo en voz baja, pero tampoco alzó la voz. Después se giró hacia Alma, le sonrió, le guiñó un ojo, y murmuró: - [b]Parece que volvemos a estar juntos en nuestro viaje.
Luthys- Cantidad de envíos : 890
Re: Junto al mar de nuevo
Los minutos pasaban lentamente mientras el demonio pensaba en una respuesta, Sophitia tenia que hacer un esfuerzo enorme por no perder la calma y mostrarse tranquila. Mientras, intentaba mirar disimuladamente las posibles rutas de escape. Si lo peor ocurría lo mejor seria separarse, tendrían más chancees de escapar. Lo que no sabia era como aria para correr con el pie así.
Cuando Gérgal por fin dio su respuesta no pudo evitar que se le escapara un suspiro de alivio. Sin embargo, al voltear para hablar con su compañero no fue exactamente alegría lo que vio. Cuando lo escucho preguntando como al aire entendió que era lo que le pasaba por la mente, ella no hubiese dicho exactamente "¿Eso es todo?", ya que bastante habían pasado para llegar a este desenlace, pero la duda estaba basada en muchas verdades.
- Dejalo ya.... - Dijo la pirata agarrándole el brazo como para hacerlo reaccionar.
Entonces el semi demonio por fin se volteo y comenzó la marcha, Sophitia lo siguió sin chistar, no estaba muy segura de como continuar la charla.
Seguía sin poder ver a la fantasma, pero al parecer Luthys le tenia en verdad mucho cariño, y eso hacia que valiera la pena haber pasado por todo lo anterior.
Estaba pensando en eso mientras daban los primeros pasos y entonces sintió una puntada terrible que le recorría desde el tobillo hasta la cabeza. Había estado quieta un tiempo largo mientras los demas hablaban, y todo el tiempo con el pie quieto, ahora la herida le hacia pagar por su imprudencia. Aun así, intento no mostrarse afectada, vio un palo bastante grande tirado en el suelo, se agacho a tomarlo y por suerte el estar abajo tapo su expresión de dolor. Pero al levantarse ya tenia un bastón improvisado listo para usar.
- Decidan rápido un lugar en donde parar, yo los sigo... - Con su increíble sentido de la orientación en los bosques no tenia idea de donde se encontraban, mucho menos a donde podrían ir.
Cuando Gérgal por fin dio su respuesta no pudo evitar que se le escapara un suspiro de alivio. Sin embargo, al voltear para hablar con su compañero no fue exactamente alegría lo que vio. Cuando lo escucho preguntando como al aire entendió que era lo que le pasaba por la mente, ella no hubiese dicho exactamente "¿Eso es todo?", ya que bastante habían pasado para llegar a este desenlace, pero la duda estaba basada en muchas verdades.
- Dejalo ya.... - Dijo la pirata agarrándole el brazo como para hacerlo reaccionar.
Entonces el semi demonio por fin se volteo y comenzó la marcha, Sophitia lo siguió sin chistar, no estaba muy segura de como continuar la charla.
Seguía sin poder ver a la fantasma, pero al parecer Luthys le tenia en verdad mucho cariño, y eso hacia que valiera la pena haber pasado por todo lo anterior.
Estaba pensando en eso mientras daban los primeros pasos y entonces sintió una puntada terrible que le recorría desde el tobillo hasta la cabeza. Había estado quieta un tiempo largo mientras los demas hablaban, y todo el tiempo con el pie quieto, ahora la herida le hacia pagar por su imprudencia. Aun así, intento no mostrarse afectada, vio un palo bastante grande tirado en el suelo, se agacho a tomarlo y por suerte el estar abajo tapo su expresión de dolor. Pero al levantarse ya tenia un bastón improvisado listo para usar.
- Decidan rápido un lugar en donde parar, yo los sigo... - Con su increíble sentido de la orientación en los bosques no tenia idea de donde se encontraban, mucho menos a donde podrían ir.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Junto al mar de nuevo
Alma se quedó quieta, mientras los demonios desaparecían por el lado opuesto de aquel claro. Notó que la chica que acompañaba a su amigo.. ¿habían dicho su nombre en la larga conversación? No era capaz de recordarlo... Notó cómo ella estaba deseosa de irse, sabedora de que la pregunta de luthys podía hacer que los demonios se dieran la vuelta, importunados. Por suerte hicieron caso omiso.
Gérgal fue e último en desaparecer, girándose un solo momento cuando las sombras casi le habían devorado. La fantasma sintió sus ardientes ojos tras la espesura. Justo antes de verle desaparecer, escuchó una voz en su cabeza.
La voz era extrañamente suave, pero le habría puesto los pelso de punta de haber tenido un cuerpo real. A pesar de todo no dejó que se le notara. En lugar de eso miró a Luthys a la cara, sonriendo ante su comentario.
<< Eso parece. >>
Luego señaló a la chica, que acababa de levantarse con un palo a modo de muleta.
<< Tu amiga está herida, deberías ayudarla. >> Matuvo la sorisa en su cara. << Ella no puede verme, verdad? >>
Gérgal fue e último en desaparecer, girándose un solo momento cuando las sombras casi le habían devorado. La fantasma sintió sus ardientes ojos tras la espesura. Justo antes de verle desaparecer, escuchó una voz en su cabeza.
La voz era extrañamente suave, pero le habría puesto los pelso de punta de haber tenido un cuerpo real. A pesar de todo no dejó que se le notara. En lugar de eso miró a Luthys a la cara, sonriendo ante su comentario.
<< Eso parece. >>
Luego señaló a la chica, que acababa de levantarse con un palo a modo de muleta.
<< Tu amiga está herida, deberías ayudarla. >> Matuvo la sorisa en su cara. << Ella no puede verme, verdad? >>
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: Junto al mar de nuevo
Sí, al parecer los demonios se iban, aunque él no iba a decir nada más, aunque no precisamete por Sophitia, a la cual no miró de una forma demasiado simpática, sino todo lo contrario. No, esa chica iba a tener que aprender mucho sobre cómo tratar a los demonios, por mucho que él tuviera buenas formas con la gente, no siempre era así, y a veces se le escapaba una mirada o alguna frase de mal gusto.
Sin embargo, esta vez apartó la mirada de Sophitia tan pronto como pudo, intentando evitar que ella viera su gesto.
Miró de nuevo al lugar por el que los demonios y el médium se habían alejado, aunque solo fuera por asegurarse de que no seguían allí. Momentos después, su atención se desvió a Alma, a la cual sonrió, pero no dijo nada más. Ahora era más importante acercarse a Sophitia, la cual apenas era capaz de caminar, y, aunque no se quejaba, Luthys sabía perfectamente lo que a un humano podía doler esa herida.
- Esto tiene muy mala pinta, - dijo junto a ella. La ayudó a sentarse en el suelo y examinó la herida con gesto de preocupación y culpabilidad - Mira, Sophitia, no puedo permitir que camines en este estado, voy a llevarte en brazos, ¿de acuerdo? Buscaremos algún lugar donde puedan curarte.
Dirigió su mirada a Alma, quien sabe por qué, quizá buscando su complicidad, y se dió cuenta de algo: no las había presentado.
- Esto... a ver, digamos que es difícil la situación - mostró una de sus mejores sonrisas, porque la escena le parecía bastante cómica - Bueno, Sophitia, como habrás adivinado, aquí con nosotros tenemos a Alma, es un fantasma, totalmente inofensivo y una muy buena amiga mía - Ahora miró fijamente a Alma sonriéndole y guiñandole un ojo.- Y bueno, Alma, ella es Sophitia, una valiente chica con la que tropecé en el camino.
No sabía muy bien cómo acabaría ese embrollo, pero por el momento, le resultaba bastante interesante averiguar cómo se las apañarían...
Sin embargo, esta vez apartó la mirada de Sophitia tan pronto como pudo, intentando evitar que ella viera su gesto.
Miró de nuevo al lugar por el que los demonios y el médium se habían alejado, aunque solo fuera por asegurarse de que no seguían allí. Momentos después, su atención se desvió a Alma, a la cual sonrió, pero no dijo nada más. Ahora era más importante acercarse a Sophitia, la cual apenas era capaz de caminar, y, aunque no se quejaba, Luthys sabía perfectamente lo que a un humano podía doler esa herida.
- Esto tiene muy mala pinta, - dijo junto a ella. La ayudó a sentarse en el suelo y examinó la herida con gesto de preocupación y culpabilidad - Mira, Sophitia, no puedo permitir que camines en este estado, voy a llevarte en brazos, ¿de acuerdo? Buscaremos algún lugar donde puedan curarte.
Dirigió su mirada a Alma, quien sabe por qué, quizá buscando su complicidad, y se dió cuenta de algo: no las había presentado.
- Esto... a ver, digamos que es difícil la situación - mostró una de sus mejores sonrisas, porque la escena le parecía bastante cómica - Bueno, Sophitia, como habrás adivinado, aquí con nosotros tenemos a Alma, es un fantasma, totalmente inofensivo y una muy buena amiga mía - Ahora miró fijamente a Alma sonriéndole y guiñandole un ojo.- Y bueno, Alma, ella es Sophitia, una valiente chica con la que tropecé en el camino.
No sabía muy bien cómo acabaría ese embrollo, pero por el momento, le resultaba bastante interesante averiguar cómo se las apañarían...
Luthys- Cantidad de envíos : 890
Re: Junto al mar de nuevo
Lo que eran para Sophitia "cambios repentinos" de humor del semi demonio le resultaban imposibles de comprender, no lograba mantenerle el ritmo en ese sentido, y por momentos hasta la hacia sentir culpable, pero continuado de este sentimiento siempre venia una especie de enojo contenido. No le había echo nada malo, por lo tanto, no iba a aceptar sentimientos de culpa ajenos. Por suerte para todos, no se quedaba atrás al momento de tener que disimular.
Su pie le dolía mucho, era cierto, pero creía poder soportarlo, quizás el orgullo y la terquedad le ganaban la pulseada de vez en vez, el problema era que no le molestaba que así fuera.
- No es tan malo como se ve - Dijo en voz alta su terquedad. Sin embargo no pudo evitar que Luthys la ayudara a sentarse, tenia poco equilibrio como para resistirse - Oye, no puedo permitir que me cargues como si fuera parte del equipaje. En verdad, yo puedo caminar - Dijo su orgullo.
Luego se giro para mirar a la fantasma, suponía Sophitia, la mente de la pirata sumo dos mas dos y se dio cuenta, o creyó darse cuenta, de lo que sucedía. Solo había un motivo por el cual un hombre podía pedir permiso con la mirada a otra mujer para hacer algo así. Y entonces con más motivo aún se negó a que la llevaran en brazos, lo único que le faltaba era que una fantasma se enojara con ella, o la persiguiera celosa por las noches. Si el odio de una fémina viva ya era de temer, ni se imaginaba el de una muerta, con todo el respeto.
- Mucho gusto, Alma - Dijo mirando al lugar que señalaba Luthys, pero sin ver nada, se sentía algo tonta hablándole al vacío- Soy Sophitia, pirata y caminante sin rumbo - Sintió una punzada en el tobillo, lo que la obligo a bajar la mirada y tomárselo con ambas manos - Y diga lo que diga tu amigo, tengo un nombre pirata que mantener, así que no me llevara en andas como a los niños pequeños - Agrego mientras hacia una falsa mirada de ofendida a Luthys, pero inmediatamente comenzó a reír, dejando salir así la tensión de las ultimas horas.
Su pie le dolía mucho, era cierto, pero creía poder soportarlo, quizás el orgullo y la terquedad le ganaban la pulseada de vez en vez, el problema era que no le molestaba que así fuera.
- No es tan malo como se ve - Dijo en voz alta su terquedad. Sin embargo no pudo evitar que Luthys la ayudara a sentarse, tenia poco equilibrio como para resistirse - Oye, no puedo permitir que me cargues como si fuera parte del equipaje. En verdad, yo puedo caminar - Dijo su orgullo.
Luego se giro para mirar a la fantasma, suponía Sophitia, la mente de la pirata sumo dos mas dos y se dio cuenta, o creyó darse cuenta, de lo que sucedía. Solo había un motivo por el cual un hombre podía pedir permiso con la mirada a otra mujer para hacer algo así. Y entonces con más motivo aún se negó a que la llevaran en brazos, lo único que le faltaba era que una fantasma se enojara con ella, o la persiguiera celosa por las noches. Si el odio de una fémina viva ya era de temer, ni se imaginaba el de una muerta, con todo el respeto.
- Mucho gusto, Alma - Dijo mirando al lugar que señalaba Luthys, pero sin ver nada, se sentía algo tonta hablándole al vacío- Soy Sophitia, pirata y caminante sin rumbo - Sintió una punzada en el tobillo, lo que la obligo a bajar la mirada y tomárselo con ambas manos - Y diga lo que diga tu amigo, tengo un nombre pirata que mantener, así que no me llevara en andas como a los niños pequeños - Agrego mientras hacia una falsa mirada de ofendida a Luthys, pero inmediatamente comenzó a reír, dejando salir así la tensión de las ultimas horas.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Junto al mar de nuevo
Alma notó la mirada de Luthys, y se sintió un poco turabada. ¿La había mirado como pidiendole su confirmación? Igual pensaba que lo que había dicho Gérgal la había afectado y no quería meter la pataotra vez...
La fantasma sacudió la cabeza para desterrar los pensamientos y le sonrió a Luthys, asintiendo.
<< Un placer conocerte >> - dijo cuando las presentaron, aunque la verdad se sentía rara. dEspués de todo ella no podría verla.
SE quedó mirando cómo el demonio examinaba su tobillo y cómo ella parecía incómoda ante la idea de que la llevara en brazos.
<< Dile que si queire continuar surcando el mar en un barco más le val dejarse llevar en brazos >>- Dijo, cuando se hubo calmado después de reise con ella. - << Eso no tiene buena pinta, va a ser lo mejor. Al menos hasta que alguien la vea. >>
Sin dejar de sonreir se acercó un poco más y, casi como en un acto reflejo para hacerse notar, se agachó y rodeó con sus manos incorpóreas las manos de ella, hacíendola sentir un cosquilleo.
La miró un segundo y luego miró a Luthys.
<< es una buena chica. Valiente. Dale las gracias de mi parte por permanecer aquí y no irse cuando le dieron la oportunidad.>>
La fantasma sacudió la cabeza para desterrar los pensamientos y le sonrió a Luthys, asintiendo.
<< Un placer conocerte >> - dijo cuando las presentaron, aunque la verdad se sentía rara. dEspués de todo ella no podría verla.
SE quedó mirando cómo el demonio examinaba su tobillo y cómo ella parecía incómoda ante la idea de que la llevara en brazos.
<< Dile que si queire continuar surcando el mar en un barco más le val dejarse llevar en brazos >>- Dijo, cuando se hubo calmado después de reise con ella. - << Eso no tiene buena pinta, va a ser lo mejor. Al menos hasta que alguien la vea. >>
Sin dejar de sonreir se acercó un poco más y, casi como en un acto reflejo para hacerse notar, se agachó y rodeó con sus manos incorpóreas las manos de ella, hacíendola sentir un cosquilleo.
La miró un segundo y luego miró a Luthys.
<< es una buena chica. Valiente. Dale las gracias de mi parte por permanecer aquí y no irse cuando le dieron la oportunidad.>>
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: Junto al mar de nuevo
Tal y como temía, Sophitia se negó a que él la llevara en brazos. ¡Malditos humanos y su orgullo! Y malditas mujeres, sobre todo... Pero, de todas formas, contaba con el rechazo de su propuesta, por lo que se encogió de hombros y se centró en lo que ambas decían.
Se apartó del lado de Sophitia y se colocó entre ambar, de pie, a una razonable distancia para contemplar la situación. Sonrió ante la escena de ver a Sophitia hablarle a Alma sin poder verla en realidad. Al menos la chica no se mostraba reacia a hacer algo así o contrariada, o algo similar, eso le agradaba. Al igual que le agradó ver a Alma acercarse a ella y hacerse notar muy débilmente.
"Debo ser el demonio más sonriente del mundo", pensó, algo molesto consigo mismo.
Asintió a Alma, tras escuchar sus palabras, y se las quiso transmitir a Sophitia.
- Alma te agradece el haberte quedado con nosotros cuando tuviste la oportunidad de irte. Y yo también te lo agradezco. - sonrió a Sophitia. - Pero también dice que si quieres volver a pisar un barco no vas a tener más remedio que caer rendida a mis brazos - Su intención había sido hacer un chiste, una broma, pero el resultado no fue el esperado. La gracia quedó casi como una orden, y no daban precisamente ganas de sonreír por el tono de voz empleado... pero Luthys no lo notó. Demasiado ponía de su parte ya como para saber hacer chistes...
Además, a ella nunca le gastaba bromas, aunque sí que la hacía reír.
Se acercó a Sophitia de nuevo y se agachó a su lado. Relajó el tono de voz y le habló casi con un toque de dulzura.
- Mira, Sophitia, esto tiene que verlo algún médico o curandero, no va a curarse solo, y, si lo hace, va a tarda bastante. Así que, por favor, ven conmigo - Por supuesto, típico de él, no la dejó que contestara, iba a cogerla de todos modos. Aunque, eso sí, lo hizo con cuidado y suavidad. Cualquiera diría que era un demonio el que la cogía en brazos... pero en cosas de ese tipo, Luthys sí se había especializado.
Se apartó del lado de Sophitia y se colocó entre ambar, de pie, a una razonable distancia para contemplar la situación. Sonrió ante la escena de ver a Sophitia hablarle a Alma sin poder verla en realidad. Al menos la chica no se mostraba reacia a hacer algo así o contrariada, o algo similar, eso le agradaba. Al igual que le agradó ver a Alma acercarse a ella y hacerse notar muy débilmente.
"Debo ser el demonio más sonriente del mundo", pensó, algo molesto consigo mismo.
Asintió a Alma, tras escuchar sus palabras, y se las quiso transmitir a Sophitia.
- Alma te agradece el haberte quedado con nosotros cuando tuviste la oportunidad de irte. Y yo también te lo agradezco. - sonrió a Sophitia. - Pero también dice que si quieres volver a pisar un barco no vas a tener más remedio que caer rendida a mis brazos - Su intención había sido hacer un chiste, una broma, pero el resultado no fue el esperado. La gracia quedó casi como una orden, y no daban precisamente ganas de sonreír por el tono de voz empleado... pero Luthys no lo notó. Demasiado ponía de su parte ya como para saber hacer chistes...
Además, a ella nunca le gastaba bromas, aunque sí que la hacía reír.
Se acercó a Sophitia de nuevo y se agachó a su lado. Relajó el tono de voz y le habló casi con un toque de dulzura.
- Mira, Sophitia, esto tiene que verlo algún médico o curandero, no va a curarse solo, y, si lo hace, va a tarda bastante. Así que, por favor, ven conmigo - Por supuesto, típico de él, no la dejó que contestara, iba a cogerla de todos modos. Aunque, eso sí, lo hizo con cuidado y suavidad. Cualquiera diría que era un demonio el que la cogía en brazos... pero en cosas de ese tipo, Luthys sí se había especializado.
Luthys- Cantidad de envíos : 890
Re: Junto al mar de nuevo
Estaba a punto de replicar nuevamente cuando sintió un escalofrío por gran parte del cuerpo, ¿seria acaso Alma haciéndose notar? Que sensación tan extraña, y tan familiar a la vez, era como una mezcla entre un cosquilleo y la impresión que da un aire frío al pasar por la espalda. Llevo una de sus manos sobre la otra, donde la sensación era más fuerte.
- ¿Así se siente Alma? ¿O es solo mi imaginación? - Le pregunto a Luthys extrañada de su sentir.
Vio como el semi demonio se iba acercando y supo que la cosa no seria tan fácil, insistiría en llevarla aunque ella no quisiera, por otro lado, los retrasaría si iba con su tambaleante caminar. Aun así no le gustaba nada la idea, pero decidió que seguir quejándose solo empeoraría la situación.
- Vamos! No es nada, cualquiera abría echo lo mismo en mi lugar, no hay nada que agradecer - Se quedo mirando largos segundos a Luthys, como intentando descifrar si hablaba en serio o en broma. No podía decir que conocía al sujeto de toda la vida, pero se jactaba de sacar rápido el perfil de las personas, y el muchacho no parecía en lo más mínimo esa clase de personas, por lo tanto se decidió por el segundo.
- Como usted diga entonces, caballero - Dijo con tono entre irónico y en broma, en cuanto Luthys la tuvo en alto inclino la cabeza levemente hacia atrás y puso una de las manos sobre su frente, en obvia burla de las damas en peligro - ¿Así esta bien? - Dijo y soltó una sincera carcajada.
Ya habían pasado lo más difícil, tenían una anécdota más que interesante para contarle a sus nietos... Aunque no estaba segura que ese dicho fuera aplicable a la situación. En síntesis, confiaban lo suficiente en el otro como para poder avanzar con la conversación.
- Y... disculpen que sea curiosa pero... ¿Como se conocieron ustedes? - Dijo mientras el semi demonio la llevaba en brazos.
- ¿Así se siente Alma? ¿O es solo mi imaginación? - Le pregunto a Luthys extrañada de su sentir.
Vio como el semi demonio se iba acercando y supo que la cosa no seria tan fácil, insistiría en llevarla aunque ella no quisiera, por otro lado, los retrasaría si iba con su tambaleante caminar. Aun así no le gustaba nada la idea, pero decidió que seguir quejándose solo empeoraría la situación.
- Vamos! No es nada, cualquiera abría echo lo mismo en mi lugar, no hay nada que agradecer - Se quedo mirando largos segundos a Luthys, como intentando descifrar si hablaba en serio o en broma. No podía decir que conocía al sujeto de toda la vida, pero se jactaba de sacar rápido el perfil de las personas, y el muchacho no parecía en lo más mínimo esa clase de personas, por lo tanto se decidió por el segundo.
- Como usted diga entonces, caballero - Dijo con tono entre irónico y en broma, en cuanto Luthys la tuvo en alto inclino la cabeza levemente hacia atrás y puso una de las manos sobre su frente, en obvia burla de las damas en peligro - ¿Así esta bien? - Dijo y soltó una sincera carcajada.
Ya habían pasado lo más difícil, tenían una anécdota más que interesante para contarle a sus nietos... Aunque no estaba segura que ese dicho fuera aplicable a la situación. En síntesis, confiaban lo suficiente en el otro como para poder avanzar con la conversación.
- Y... disculpen que sea curiosa pero... ¿Como se conocieron ustedes? - Dijo mientras el semi demonio la llevaba en brazos.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Junto al mar de nuevo
Alma sonrió cuando Sophitia preguntó si era ella. Aquel contacto era nmio y apenassignificaba nada, pero era su manera de presentarse y era la primera vez que alguien que no la veía la tenía en cuenta y se paraba a pensar si era ella o no.
Le agradecida a aquella pirata orgullosa y cabezota que hubiese permanecido allí a pesar de todo, porque supuso que la mitad de las cosas no las habría entendido.
Se apartó para que Luthys cogiera a la chica en brazos y de repente se sintió cansada. Era un fantasma y obviamente no sentía cnsancio físico, pero su mente había estado muchísimo tiempo aguantando sus remordimientos y su dolor y ahora, una vez había pasado toda la tensión delencuentro con los demonios, toda ella acuciaba un cansancio psicológico que la hizo sentir mareada por un momento.
<< Deberíamos ir a algún sitio a que le vean el tobillo >> comento a su amigo en un intento por pensar en otra cosa.
Entonces Sophitia pregúnto cómo se habían conocido. Por la mente de la fantasma pasaron imágenes nítidas de la discusión en la cascada, de su arrepentimiento y de su aventura a traves de las puertas del REino de las Cascadas. REcordó el claro, recordó la nieve y la posada y lo bien que se sintió entonces.Era el único recuerdo desde que era fantasma de la sensación de felicidad.
Miró a Luthys y se sintió como cuando tenía cuerpo físicio y le daba un vuelco el corazón. LE sonrió.
<< SE lo contaría yo, pero no puede escucharme. >>
Le agradecida a aquella pirata orgullosa y cabezota que hubiese permanecido allí a pesar de todo, porque supuso que la mitad de las cosas no las habría entendido.
Se apartó para que Luthys cogiera a la chica en brazos y de repente se sintió cansada. Era un fantasma y obviamente no sentía cnsancio físico, pero su mente había estado muchísimo tiempo aguantando sus remordimientos y su dolor y ahora, una vez había pasado toda la tensión delencuentro con los demonios, toda ella acuciaba un cansancio psicológico que la hizo sentir mareada por un momento.
<< Deberíamos ir a algún sitio a que le vean el tobillo >> comento a su amigo en un intento por pensar en otra cosa.
Entonces Sophitia pregúnto cómo se habían conocido. Por la mente de la fantasma pasaron imágenes nítidas de la discusión en la cascada, de su arrepentimiento y de su aventura a traves de las puertas del REino de las Cascadas. REcordó el claro, recordó la nieve y la posada y lo bien que se sintió entonces.Era el único recuerdo desde que era fantasma de la sensación de felicidad.
Miró a Luthys y se sintió como cuando tenía cuerpo físicio y le daba un vuelco el corazón. LE sonrió.
<< SE lo contaría yo, pero no puede escucharme. >>
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: Junto al mar de nuevo
El demonio sonrió ante el gracioso gesto burlón de Sophitia cuando él la sostuvo en brazos. Era simpática, algo más para añadir a las cualidades de la chica. Fue en ese momento cuando comenzó a percatarse de las cosas positivas que había en Sophitia. Era una chica atractiva, con un largo y brillante pelo de color negro que le caía sobre los hombros cuando los cabellos se le soltaban del recogido en coleta que llevaba. Se fijó en sus ojos negros, grandes y con mirada profunda. Debía de reconocer que, aunque no era demasiado femenina, era muy atractiva. Aunque llevaba mucho tiempo sin experimentarlo, notó un cierto aumento de la líbido, pero consiguió esquivarlo rápidamente, pues no era lo correcto y aún menos en las circunstancias en las que se encontraban.
- Bien. Propongo seguir por allí - señaló con la cabeza en dirección a un camino que se abría a unos veinte pasos de donde se encontraban - Saldremos de este lugar y buscaremos algún lugar donde puedan ayudar a Sophitia.- Aunque la frase iba dirigida a ambas señoritas, no pudo evitar mirar solamente a Alma al hablar. Era como si solo importara ella y que estuviera con él, aunque llevara a la otra chica en brazos, no iba a moverse de allí sin el consentimiento del espectro.
Fue momentos después cuando Sophitia hizo la pregunta del millón: cómo se conocieron él y Alma. Instintiva y rápidamente el demonio dirigió una mirada de sorpresa a la fantasma, la cual le dijo, no sin una sonrisa en los labios, que ella no podía contárselo por lo que iba a tocarle a él. El problema no era que no quisiera contárselo, sino que era algo complicado explicarlo ahora, había pasado algo de tiempo y sabía muy bien que sus sentimientos no estaban muy claros aún...
Aún con todo, suspiró y dijo:
- Fue un encuentro casual y muy oportuno justo cuando yo llegaba al llamado Reino de las Cascadas, hace no demasiado tiempo. - Recordaba perfectamente la escena que habían vivido, y no pudo evitar sonreír por ello. - Después de eso, lo único que hay para contar es que decidimos viajar juntos, dado que nos entendimos bastante bien y parece ser que congeniamos mejor de lo que al principio parecía...- Dejó de hablar ahí, dejando la historia inconclusa, y miró a Alma con gesto de complicidad y con una media sonrisa en sus labios.
- Bien. Propongo seguir por allí - señaló con la cabeza en dirección a un camino que se abría a unos veinte pasos de donde se encontraban - Saldremos de este lugar y buscaremos algún lugar donde puedan ayudar a Sophitia.- Aunque la frase iba dirigida a ambas señoritas, no pudo evitar mirar solamente a Alma al hablar. Era como si solo importara ella y que estuviera con él, aunque llevara a la otra chica en brazos, no iba a moverse de allí sin el consentimiento del espectro.
Fue momentos después cuando Sophitia hizo la pregunta del millón: cómo se conocieron él y Alma. Instintiva y rápidamente el demonio dirigió una mirada de sorpresa a la fantasma, la cual le dijo, no sin una sonrisa en los labios, que ella no podía contárselo por lo que iba a tocarle a él. El problema no era que no quisiera contárselo, sino que era algo complicado explicarlo ahora, había pasado algo de tiempo y sabía muy bien que sus sentimientos no estaban muy claros aún...
Aún con todo, suspiró y dijo:
- Fue un encuentro casual y muy oportuno justo cuando yo llegaba al llamado Reino de las Cascadas, hace no demasiado tiempo. - Recordaba perfectamente la escena que habían vivido, y no pudo evitar sonreír por ello. - Después de eso, lo único que hay para contar es que decidimos viajar juntos, dado que nos entendimos bastante bien y parece ser que congeniamos mejor de lo que al principio parecía...- Dejó de hablar ahí, dejando la historia inconclusa, y miró a Alma con gesto de complicidad y con una media sonrisa en sus labios.
Luthys- Cantidad de envíos : 890
Re: Junto al mar de nuevo
Miro con interés el camino que señaló Luthys, como había esperado, se le hacia exactamente igual que cualquiera de los otros miles de caminos. Agradecía a todos los dioses el estar con dos personas que sí se guiaban en los bosques, si hubiese estado sola, ya se habría perdido de nuevo.
- Que sea entonces - No se atrevía a contradecir al semi demonio con lo del medico, los detestaba, y en toda su vida jamas había ido a uno, pero la intimidaba un poco muchacho, con su mirada penetrante y sus cambios de humores repentinos, así que prefería no contradecirlo.
No podía ver como había reaccionado Alma, pero si podía darse cuenta de como su compañero se removió intranquilo ante la pregunta. Tal vez no era el tema adecuado de charla, a ella le había parecido que sería un tema muy ameno, como cuando se le preguntaba a una pareja de recién casados o similar. Siempre sonreían tontamente, alguna risitas cómplices, una larga y bella historia, o por lo menos siempre lo había visto así... Sería que les tenía un poco de envidia, en cierto sentido...
- Entiendo, se conocieron en el extranjero. Bueno, se nota que se llevan muy bien, eso es muy bello - Sonrío sincera, no quería agregar mucho por miedo a meter la pata una vez mas.
Mientras hablaban caminaban, y rápidamente Sophitia ya había perdido el sentido de donde estaban o de donde venían, los arboles le parecían todos exactamente iguales, las piedras sin duda eran todas idénticas, y el camino por el que habían tomado apenas y si estaba marcado.
- Suerte que los tengo a ustedes para que me guíen - Dijo con cara de disculpa por su falta de habilidad - En verdad los bosques hacen que pierda el sentido de orientación.
Había llegado a la conclusión de que eran buena gente, algo extraños, pero buenos al fin, y eso era lo que valía para la pirata. Seguía sin gustarle que la llevaran en brazos a un medico, pero no iba a dejar que su malestar se notara, no iba a ser tan mal agradecida.
- Que sea entonces - No se atrevía a contradecir al semi demonio con lo del medico, los detestaba, y en toda su vida jamas había ido a uno, pero la intimidaba un poco muchacho, con su mirada penetrante y sus cambios de humores repentinos, así que prefería no contradecirlo.
No podía ver como había reaccionado Alma, pero si podía darse cuenta de como su compañero se removió intranquilo ante la pregunta. Tal vez no era el tema adecuado de charla, a ella le había parecido que sería un tema muy ameno, como cuando se le preguntaba a una pareja de recién casados o similar. Siempre sonreían tontamente, alguna risitas cómplices, una larga y bella historia, o por lo menos siempre lo había visto así... Sería que les tenía un poco de envidia, en cierto sentido...
- Entiendo, se conocieron en el extranjero. Bueno, se nota que se llevan muy bien, eso es muy bello - Sonrío sincera, no quería agregar mucho por miedo a meter la pata una vez mas.
Mientras hablaban caminaban, y rápidamente Sophitia ya había perdido el sentido de donde estaban o de donde venían, los arboles le parecían todos exactamente iguales, las piedras sin duda eran todas idénticas, y el camino por el que habían tomado apenas y si estaba marcado.
- Suerte que los tengo a ustedes para que me guíen - Dijo con cara de disculpa por su falta de habilidad - En verdad los bosques hacen que pierda el sentido de orientación.
Había llegado a la conclusión de que eran buena gente, algo extraños, pero buenos al fin, y eso era lo que valía para la pirata. Seguía sin gustarle que la llevaran en brazos a un medico, pero no iba a dejar que su malestar se notara, no iba a ser tan mal agradecida.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Junto al mar de nuevo
Alma sonrió al demonio, como respondiendo al permiso que éste no había llegado a pedirle y se manuvo cerca de él mientras explicaba de forma escueta cómo se conocieron.
Había dcho poco, pero a la fantasma no le hacía falta nada más que eso para recordarlo todo con detalles: la vergüenza que había sentido después de recpacitar cóm había tratado al desconocido, los intentos por arreglarlo, la huída de los guardias, el descanso en el claro, la nieve, la sensación de paz, la alegría y las risas. Recordó la historia del demonio, la tristeza que había visto detrás de su mirada ardiente cada vez que hablaba de ella, la impotencia de no poder abrazarlo cuando lo necesitó y ese sentimiento que nacío de lo más profundo de su ser de querer que se quedara, junto con la sensación de que sólo podía hacerle daño siendo un fantasma...
Se detuvo silenciosa, mientras recordaba el momento de la separación y el vacío en el que se había sumido. Se estremeció por un momento, miró a Luthys y se tranquilizó al ver que seguía ahí, que volvían a estar juntos. Estaba tan ensimismada que no escuchó los comentarios de Sopithia, pero sí cayó en la cuenta de algo.
Fijó la vista en la espalda del demonio y admiró durante un minuto las dos cascadas de oscuridad que la cubrían.
<< ¿Cuánto hace de aquello, Luthys? Has dicho que no fue hace tanto tiempo...>> - agachó la cabeza, incapaz de terminar la frase.
...aunque a mí me parece que he estado una eternindad sumida en la oscuridad.
Había dcho poco, pero a la fantasma no le hacía falta nada más que eso para recordarlo todo con detalles: la vergüenza que había sentido después de recpacitar cóm había tratado al desconocido, los intentos por arreglarlo, la huída de los guardias, el descanso en el claro, la nieve, la sensación de paz, la alegría y las risas. Recordó la historia del demonio, la tristeza que había visto detrás de su mirada ardiente cada vez que hablaba de ella, la impotencia de no poder abrazarlo cuando lo necesitó y ese sentimiento que nacío de lo más profundo de su ser de querer que se quedara, junto con la sensación de que sólo podía hacerle daño siendo un fantasma...
Se detuvo silenciosa, mientras recordaba el momento de la separación y el vacío en el que se había sumido. Se estremeció por un momento, miró a Luthys y se tranquilizó al ver que seguía ahí, que volvían a estar juntos. Estaba tan ensimismada que no escuchó los comentarios de Sopithia, pero sí cayó en la cuenta de algo.
Fijó la vista en la espalda del demonio y admiró durante un minuto las dos cascadas de oscuridad que la cubrían.
<< ¿Cuánto hace de aquello, Luthys? Has dicho que no fue hace tanto tiempo...>> - agachó la cabeza, incapaz de terminar la frase.
...aunque a mí me parece que he estado una eternindad sumida en la oscuridad.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: Junto al mar de nuevo
El camino podría decirse que estaba algo escondido, pero prefería ir escondido entre los árboles que a la vista de todo el mundo por el bosque, no se fiaba en absoluto de nada ni nadie. Además, llevaba a Sophitia en brazos y un fantasma a su lado, no podía estar más indefenso.
Sonrió por su pensamiento, el cual le resultaba algo cómico.
- No te preocupes, a mí no me importa guiarte- dijo a Sophitia en respuesta a su comentario - ¿Eres asi siempre? ¿Te pierdes normalmente? - Dicho esto último, se sintió totalmente estúpido - Eh... perdona, quiero decir que si hay otros lugares en los que te sea más fácil guiarte, orientarte sin dificultad.
Si hubiera podido sonrojarse, lo habría hecho.
Miró de refilón a Alma, esperando que no hubiera prestado mucha atención a la frase. Y justo al girar la cabeza, la fantasma le preguntó.
- No lo sé muy bien, no llevo un buen control del tiempo...- empezó a decirle. Lo cierto era que no tenía ni idea de cuánto tiempo había pasado desde que llegó a la entrada del Reino de las Cascadas. - Supongo que habrán pasado un par de meses, ya sabes, no me muevo demasiado lento ya que no necesito nada...
Calló de repente. No tenía nada más que aportar, pues la información que Alma había pedido ya había sido concedida. No le agradaba hablar con la fantasma delante de Sophitia, no solamente porque ésta sólo pudiera escuchar lo que él decía, sino también porque estaba como intimidado por la presencia de la joven. Era una humana normal y corriente y Alma una fantasma que tenía muchas más cosas en común con él... y ya sabía de sobra que no representaba ningún peligro. Sin embargo, aunque confiaba en la joven morena, no podía estar totalmente convencido de ello, y eso podía llegar a ser peligroso. Lo mejor iba a ser evitar contar cada una de sus habilidades y debilidades, por lo que pudiera pasar.
Miró a Alma e intentó sonreírle, pero se sentía algo mal por la situación. Y no podía explicárselo.
- Bien, lo cierto es que no sé quién puede curarte en este lugar, Sophitia. - Hizo una pausa mirando a varias direcciones por las que seguir. - Alma, ¿no conoces algún sitio? ¿Has visto algo más de este lugar? - Esperaba que sí, pero no lo creía demasiado posible.- Si no, lo mejor va a ser buscar un sendero bien marcado y tentar a la suerte para encontrarnos con alguien que pueda ayudarnos sin sufrir ningún percance por ello.
Sonrió por su pensamiento, el cual le resultaba algo cómico.
- No te preocupes, a mí no me importa guiarte- dijo a Sophitia en respuesta a su comentario - ¿Eres asi siempre? ¿Te pierdes normalmente? - Dicho esto último, se sintió totalmente estúpido - Eh... perdona, quiero decir que si hay otros lugares en los que te sea más fácil guiarte, orientarte sin dificultad.
Si hubiera podido sonrojarse, lo habría hecho.
Miró de refilón a Alma, esperando que no hubiera prestado mucha atención a la frase. Y justo al girar la cabeza, la fantasma le preguntó.
- No lo sé muy bien, no llevo un buen control del tiempo...- empezó a decirle. Lo cierto era que no tenía ni idea de cuánto tiempo había pasado desde que llegó a la entrada del Reino de las Cascadas. - Supongo que habrán pasado un par de meses, ya sabes, no me muevo demasiado lento ya que no necesito nada...
Calló de repente. No tenía nada más que aportar, pues la información que Alma había pedido ya había sido concedida. No le agradaba hablar con la fantasma delante de Sophitia, no solamente porque ésta sólo pudiera escuchar lo que él decía, sino también porque estaba como intimidado por la presencia de la joven. Era una humana normal y corriente y Alma una fantasma que tenía muchas más cosas en común con él... y ya sabía de sobra que no representaba ningún peligro. Sin embargo, aunque confiaba en la joven morena, no podía estar totalmente convencido de ello, y eso podía llegar a ser peligroso. Lo mejor iba a ser evitar contar cada una de sus habilidades y debilidades, por lo que pudiera pasar.
Miró a Alma e intentó sonreírle, pero se sentía algo mal por la situación. Y no podía explicárselo.
- Bien, lo cierto es que no sé quién puede curarte en este lugar, Sophitia. - Hizo una pausa mirando a varias direcciones por las que seguir. - Alma, ¿no conoces algún sitio? ¿Has visto algo más de este lugar? - Esperaba que sí, pero no lo creía demasiado posible.- Si no, lo mejor va a ser buscar un sendero bien marcado y tentar a la suerte para encontrarnos con alguien que pueda ayudarnos sin sufrir ningún percance por ello.
Luthys- Cantidad de envíos : 890
Re: Junto al mar de nuevo
El semi demonio había comenzado a fijarse más en las cosas que decía, eso estaba muy bien, ya sea por que se lo había ganado, o por que se preocupaba en exceso por lo que pensara Alma. Sin duda que esto ultimo era uno de los mayores motivos, quizás habían tenido muchos problemas en el pasado... "Claro, ella es un fantasma y él un semi demonio, ¿Qué mas problema quieres?" Sin duda que si...
- Jajaja! No, en ciudades y en el mar no me pierdo nunca - Estuvo a segundos de decir "Ni ebria" lo cual habría sido la pura verdad, pero no quería que conocieran aun esa faceta suya - Pero los bosques me son completamente ajenos.
La pirata no se dio cuenta del seudo sonrojo de Luthys, ni de su incomodidad, al verlo girar la cabeza supuso que la fantasma le había dicho algo. Al tener solo la mitad de la conversación debía imaginar aproximadamente de qué iba la cosa.
- ¿Como es eso que no necesitas nada? - Estaba sorprendida, ¿Acaso los demonios no comían nada? Si tenía que dejarse llevar por las leyendas tendrían que devorar almas o bellas vírgenes... ¡Ah no!Esos eran los dragones! Entonces sería que no comía nada, porque no imaginaba al mismo muchacho que estaba cargándola en brazos buscando almas de humanos para comerlas.
Luego noto, ¿incomodidad? ¿Qué había sucedido? Se le hacia extraño su modo de callar, su modo de mirarla, ya debía ser la vez numero un millón que los cambio de humor repentinos del muchacho la dejaban desconcertada, no tenía modo alguno de seguirle el ritmo. Bueno, por algo se llevaba tan bien con Alma, de seguro ella si podía entender mejor las cosas.
La pirata no se dejo amilanar por la falta de medico, al contrario, hasta se podría decir que estaba contenta de que no encontraran ninguno. El pie le palpitaba de momentos, pero en lineas generales no molestaba, si no lo apoyaba durante algunos días, de seguro se le pasaría.
- Ya les había dicho que no necesito medico - Se removió en los brazos de Luthys y se bajó. Quería que entendieran que no era una niña que necesitaba mimos y cuidados, ¡Ella era una pirata! - Ya he tenido heridas mucho peores, y jamas tuve que ir a un tonto medico para curarlas.
Sin pensarlo mucho, levanto sus ropas dejando al descubierto su abdomen y una interesante cantidad de cicatrices de tamaños varios. Sus pechos estaban vendados como siempre, así que no exhibía nada pudoroso, aunque por supuesto esa clase de cosas no las hacía una dama correcta. Apoyo la espalda contra el árbol mas cercano y dejo el pie en el aire mientras hablaba y se volvía a acomodar la ropa.
- Por eso les digo, no seré un demonio, o un fantasma, pero no estoy indefensa, ni necesito ayuda - Les sonrió para que entendieran que no iba en mal tono, su intención no era ser descortes ni mucho menos - Agradezco la preocupación, pero sería todo mucho más fácil si fuéramos los tres caminando hasta la ciudad más cercana, Trinacria.
Espero a ver sus respuestas, no quería llevarse mal, ni hacerlos enojar, pero tenían que entender que la cosa no era grave, y aparte el bosque ya la estaba poniendo irritable, se quería ir a la civilización de una maldita vez. Si venían con ella, bien, y sino, caminaría sola.
- Jajaja! No, en ciudades y en el mar no me pierdo nunca - Estuvo a segundos de decir "Ni ebria" lo cual habría sido la pura verdad, pero no quería que conocieran aun esa faceta suya - Pero los bosques me son completamente ajenos.
La pirata no se dio cuenta del seudo sonrojo de Luthys, ni de su incomodidad, al verlo girar la cabeza supuso que la fantasma le había dicho algo. Al tener solo la mitad de la conversación debía imaginar aproximadamente de qué iba la cosa.
- ¿Como es eso que no necesitas nada? - Estaba sorprendida, ¿Acaso los demonios no comían nada? Si tenía que dejarse llevar por las leyendas tendrían que devorar almas o bellas vírgenes... ¡Ah no!Esos eran los dragones! Entonces sería que no comía nada, porque no imaginaba al mismo muchacho que estaba cargándola en brazos buscando almas de humanos para comerlas.
Luego noto, ¿incomodidad? ¿Qué había sucedido? Se le hacia extraño su modo de callar, su modo de mirarla, ya debía ser la vez numero un millón que los cambio de humor repentinos del muchacho la dejaban desconcertada, no tenía modo alguno de seguirle el ritmo. Bueno, por algo se llevaba tan bien con Alma, de seguro ella si podía entender mejor las cosas.
La pirata no se dejo amilanar por la falta de medico, al contrario, hasta se podría decir que estaba contenta de que no encontraran ninguno. El pie le palpitaba de momentos, pero en lineas generales no molestaba, si no lo apoyaba durante algunos días, de seguro se le pasaría.
- Ya les había dicho que no necesito medico - Se removió en los brazos de Luthys y se bajó. Quería que entendieran que no era una niña que necesitaba mimos y cuidados, ¡Ella era una pirata! - Ya he tenido heridas mucho peores, y jamas tuve que ir a un tonto medico para curarlas.
Sin pensarlo mucho, levanto sus ropas dejando al descubierto su abdomen y una interesante cantidad de cicatrices de tamaños varios. Sus pechos estaban vendados como siempre, así que no exhibía nada pudoroso, aunque por supuesto esa clase de cosas no las hacía una dama correcta. Apoyo la espalda contra el árbol mas cercano y dejo el pie en el aire mientras hablaba y se volvía a acomodar la ropa.
- Por eso les digo, no seré un demonio, o un fantasma, pero no estoy indefensa, ni necesito ayuda - Les sonrió para que entendieran que no iba en mal tono, su intención no era ser descortes ni mucho menos - Agradezco la preocupación, pero sería todo mucho más fácil si fuéramos los tres caminando hasta la ciudad más cercana, Trinacria.
Espero a ver sus respuestas, no quería llevarse mal, ni hacerlos enojar, pero tenían que entender que la cosa no era grave, y aparte el bosque ya la estaba poniendo irritable, se quería ir a la civilización de una maldita vez. Si venían con ella, bien, y sino, caminaría sola.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Junto al mar de nuevo
Alma también percibió el cambio de Luthys, pero supo a qué se debía. El demonio había confiando en ella sólo cuando estuvo seguro de que era de fiar. No sabía cuánto tiempo podía llevar con la pirata, pero suponía que quizá no la conocía desde hacía mucho.
Flotó un poco más cerca del demonio. Sólo habían pasado dos meses que para ella habían sido como dos años, o dos siglos incluso, ya que la había envuelto una oscuridad que le impedía del todo saber el tiempo que pasaba, dónde estaba o qué ocurría. Todo era lento y doloroso, pero ahora, ahora que Luthys había puesto fin a aquella oscuridad, se sentía nueva y contenta. Como si llevara años encerrada en una hbaitación y por fin le hubieran abierto la puerta en un día de primavera. QUería disfrutar aquella sensación de paz y Luthys era como el sol, que desprendía el calor del que ella llevaba tanto tiempo sin disfrutar.
Mientras tanto, pensó en lo que le había preguntado. Había estado aquí, sí, pero en un estado tal que era incapaz de recordar nada de utilidad.
<< Lo siento, no recuerdo dónde puede haber alguien que nos ayude...>>
Entonces Sophitiam empiezó a decir que no necesitaba un médico, que podía cuidarse sola. Enseñó a sus dos acompañanres las cicatrices de su abdomen.
<< Vaya, es una chica dura. >> Comentó Alma sonriendo. De repente todo le parecía fascinante y le levantaba el ánimo. << Pero dile que no es lo mimo una herida de arma blanca que un esguince o una torcedura. Debería verla n médico para evitar que le se debiliten el músculo o el hueso y que le empiece a pasar lo mismo con frcuencia. >>
Exploró los alrededores con su percepción fantasmal.
<< No queda mucho para salir del bosque. Podemos preguntar en la cabaña o ciudad más cercana. >>
Eso sí lo sabía. Hacía mucho tiempo, cuando aún estaba viva, se había torcido la muñeca y su madre le explicó aquello mismo.
Flotó un poco más cerca del demonio. Sólo habían pasado dos meses que para ella habían sido como dos años, o dos siglos incluso, ya que la había envuelto una oscuridad que le impedía del todo saber el tiempo que pasaba, dónde estaba o qué ocurría. Todo era lento y doloroso, pero ahora, ahora que Luthys había puesto fin a aquella oscuridad, se sentía nueva y contenta. Como si llevara años encerrada en una hbaitación y por fin le hubieran abierto la puerta en un día de primavera. QUería disfrutar aquella sensación de paz y Luthys era como el sol, que desprendía el calor del que ella llevaba tanto tiempo sin disfrutar.
Mientras tanto, pensó en lo que le había preguntado. Había estado aquí, sí, pero en un estado tal que era incapaz de recordar nada de utilidad.
<< Lo siento, no recuerdo dónde puede haber alguien que nos ayude...>>
Entonces Sophitiam empiezó a decir que no necesitaba un médico, que podía cuidarse sola. Enseñó a sus dos acompañanres las cicatrices de su abdomen.
<< Vaya, es una chica dura. >> Comentó Alma sonriendo. De repente todo le parecía fascinante y le levantaba el ánimo. << Pero dile que no es lo mimo una herida de arma blanca que un esguince o una torcedura. Debería verla n médico para evitar que le se debiliten el músculo o el hueso y que le empiece a pasar lo mismo con frcuencia. >>
Exploró los alrededores con su percepción fantasmal.
<< No queda mucho para salir del bosque. Podemos preguntar en la cabaña o ciudad más cercana. >>
Eso sí lo sabía. Hacía mucho tiempo, cuando aún estaba viva, se había torcido la muñeca y su madre le explicó aquello mismo.
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
Re: Junto al mar de nuevo
"¿Cómo es que no comes nada?"Bien, ¿qué iba a contestar a eso? Los demonios eran así y punto. Pero no podía ser tan brusco, podía intentar ser un poco más amable, aunque solo fuera porque estaba allí Alma y Sophitia no tenía culpa alguna de nada.
- Bueno, es una pregunta muy simple... pero no te sé contestar. Podría buscar dentro de mi memoria trocitos de historias demoníacas, pero sería demasiado. Te diré que puedo comer, como tú y como Alma- Mierda. Alma no podía comer porque era un fantasma. Sintió un chasquido en su interior, y rapidamente intentó buscar algo inteligente para arreglarlo.- Bueno, como todos los humanos, animales y seres que comen normalmente. - Decidió que sería mejor no mirar a Alma, no le gustaba el sentimiento de culpabilidad, y desde que conoció a Alma no dejaba de tenerlo.- Pero puedo prescindir sin ningun problema de ello. Suelo hacerlo para no llamar la atención, no quiero que se sepa que soy un demonio desterrado...
Ya había dicho suficiente, con eso debía de bastar.
Y Sophitia seguía con su empeño en no ir a un médico. Lo cierto era que no iba a ponerse a discutir con ella, porque lo más seguro es que llegara a los límites de su propia calma y serenidad. Si no quería ir a un médico, pues que no fuera. Más rápido sería el viaje. Además, Alma no sabía donde ir, vamos que estaba igual de perdida que él y Sophitia en aquel bosque.
Cuando Sophitia levantó sus ropas para mostar sus cicatrices, Luthys tuvo un extraño impulso. Casi la suelta de golpe, pero consiguió controlarse y seguir con ella en brazos. Pero lo mejor iba a ser apartarla un poco de su lado. Demasiado tiempo, demasiado tiempo...
- Esto, si no vas a ir a un médico lo mejor es que comiences a andar por ti misma entonces.- La soltó con cuidado en el suelo, ni siquiera esperó a que la chica contestara, iba a hacerlo estuviera de acuerdo o no. No era momento para las cosas que se le estaban pasando por la cabeza. Tosió un poco antes de hablar.-Aún así, Alma dice - le lanzó una mirada burlona al fantasma- que no es lo mismo una herida por arma blanca que una torcedura, y que debería verte un médico para evitar que el hueso o el músculo se debiliten.- Miró a Alma ahora- ¿Contenta?- Después le sonrió.
Siguió caminando, y la sugerencia de Alma le pareció lo más correcto.
- Bueno, como ambas queréis llegar ya a algun lugar, apresurémonos. Obviamente, nos adaptaremos a tu paso, Sophitia, no te preocupes.- Justo tras decir eso, se dio cuenta de que teniendo en cuenta el carácter orgulloso de la chica, no era lo más adecuado. Pero ya daba lo mismo. Dicho estaba.
Con dos chicas tan diferentes era aún más difícil dejar de ser un demonio. Con ellasiempre fue mucho más fácil. O igual tenía que ver que influían otras cosas...
- Bueno, es una pregunta muy simple... pero no te sé contestar. Podría buscar dentro de mi memoria trocitos de historias demoníacas, pero sería demasiado. Te diré que puedo comer, como tú y como Alma- Mierda. Alma no podía comer porque era un fantasma. Sintió un chasquido en su interior, y rapidamente intentó buscar algo inteligente para arreglarlo.- Bueno, como todos los humanos, animales y seres que comen normalmente. - Decidió que sería mejor no mirar a Alma, no le gustaba el sentimiento de culpabilidad, y desde que conoció a Alma no dejaba de tenerlo.- Pero puedo prescindir sin ningun problema de ello. Suelo hacerlo para no llamar la atención, no quiero que se sepa que soy un demonio desterrado...
Ya había dicho suficiente, con eso debía de bastar.
Y Sophitia seguía con su empeño en no ir a un médico. Lo cierto era que no iba a ponerse a discutir con ella, porque lo más seguro es que llegara a los límites de su propia calma y serenidad. Si no quería ir a un médico, pues que no fuera. Más rápido sería el viaje. Además, Alma no sabía donde ir, vamos que estaba igual de perdida que él y Sophitia en aquel bosque.
Cuando Sophitia levantó sus ropas para mostar sus cicatrices, Luthys tuvo un extraño impulso. Casi la suelta de golpe, pero consiguió controlarse y seguir con ella en brazos. Pero lo mejor iba a ser apartarla un poco de su lado. Demasiado tiempo, demasiado tiempo...
- Esto, si no vas a ir a un médico lo mejor es que comiences a andar por ti misma entonces.- La soltó con cuidado en el suelo, ni siquiera esperó a que la chica contestara, iba a hacerlo estuviera de acuerdo o no. No era momento para las cosas que se le estaban pasando por la cabeza. Tosió un poco antes de hablar.-Aún así, Alma dice - le lanzó una mirada burlona al fantasma- que no es lo mismo una herida por arma blanca que una torcedura, y que debería verte un médico para evitar que el hueso o el músculo se debiliten.- Miró a Alma ahora- ¿Contenta?- Después le sonrió.
Siguió caminando, y la sugerencia de Alma le pareció lo más correcto.
- Bueno, como ambas queréis llegar ya a algun lugar, apresurémonos. Obviamente, nos adaptaremos a tu paso, Sophitia, no te preocupes.- Justo tras decir eso, se dio cuenta de que teniendo en cuenta el carácter orgulloso de la chica, no era lo más adecuado. Pero ya daba lo mismo. Dicho estaba.
Con dos chicas tan diferentes era aún más difícil dejar de ser un demonio. Con ellasiempre fue mucho más fácil. O igual tenía que ver que influían otras cosas...
Luthys- Cantidad de envíos : 890
Re: Junto al mar de nuevo
Los bosques habian sido todo un tormento para el joven Gitano, el y su fiel amigo un gran oso pardo, Habian estado vagando todo el dia y para peor, lo unico que Talal podia ver en su mente eran mas zonas boscosas.
Exausto de ello decidio dejar de Bokoko decidiera le camino.
Y que buena elección.
A lo lejos Talal pudo divisar lo que a su parecer eran 2 personas, sintió tanta felicidad que sus ojos se tornaron vidriosos y a toda la velocidad que su peludo amigo podía se acercaron a ellos.
-Holaaaa! hey aqui!-
Gritaba el gitano para llamar su atención.
-Ah que alegría encontrar a alguien mas en el bosque! comenzaba a creer que me quedaría aquí para toda al eternidad!-
Dijo alegremente y bajo de Bokoko para presentarse apropiadamente.
-Ah, lamento al descortesía mi Nombre es Talal y soy un gitano. Y este es mi oso pardo Bokoko. Mucho gusto-
Y tanto como el, el oso extendió sus manos para saludar.
[Fdt. espero que este bien :'D]
Exausto de ello decidio dejar de Bokoko decidiera le camino.
Y que buena elección.
A lo lejos Talal pudo divisar lo que a su parecer eran 2 personas, sintió tanta felicidad que sus ojos se tornaron vidriosos y a toda la velocidad que su peludo amigo podía se acercaron a ellos.
-Holaaaa! hey aqui!-
Gritaba el gitano para llamar su atención.
-Ah que alegría encontrar a alguien mas en el bosque! comenzaba a creer que me quedaría aquí para toda al eternidad!-
Dijo alegremente y bajo de Bokoko para presentarse apropiadamente.
-Ah, lamento al descortesía mi Nombre es Talal y soy un gitano. Y este es mi oso pardo Bokoko. Mucho gusto-
Y tanto como el, el oso extendió sus manos para saludar.
[Fdt. espero que este bien :'D]
Última edición por Talal el 20/05/10, 12:43 am, editado 1 vez
Talal- Cantidad de envíos : 36
Re: Junto al mar de nuevo
(fdi: por si no te habías dado cuenta, Alma es un fantasma. Lo digo como apunte: si no tienes ciertas habilidades mágicas o sensibilidad con lo que hay más allá de lo que se puede ver a simple vista, no puedes percibr a Alma (ni verla ni oírla) He leído tu ficha y supongo que sí podrás verme, pero lo apunto para que lo tengas en cuenta. Alma no parece una persona, ni de lejos: es translúcida XD
Apuntado esto, continuemos... turno de Sopihtia =) )
Apuntado esto, continuemos... turno de Sopihtia =) )
Alma Swann- Cantidad de envíos : 300
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