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Nieve
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Re: Nieve
- Hacerle frente a la situación y si puedes, adelantarte a los hechos - lastimar primero. Lo dijo de forma casi mecánica, como una lección aprendida en un aula de clase y no a base de golpes y evitar que se le lastime.
Para la niña no había la opción de convertir el corazón en un pedernal en el que el mundo no hiciera mella, para que cuando el cuerpo doliera el alma saliera a salvo.
No tenía saliva para pasar. Ahora que Yshara tenía la mano libre, en contacto con el ambiente húmedo de su habitación, tal vez percibiera que la de la niña estaba tibia, quizá demasiado. Pero sentía la necesidad de hacerlo. La elfa era consciente, pero la niña solo intuía que algo no estaba en orden.
Por la actitud de Yshara, fue que se atrevió a expresar lo que bien pudo guardarse en su interior. Si hubiese sido tan hostil como de costumbre, habría callado, por orgullo.
-No lo encuentro - dijo, sin contextualizar - tampoco he profundizado en eso, pero... qué es... es, es como si algo estuviera fuera de lugar, algo que no encaja - negó con la cabeza - tú no eres así, algo está mal, algo se me está escapando pero... ah? descansar? - miró la cama, miró la puerta hacia la primera cámara. Bajó la vista y se sonrojó - No, lo que necesito es un baño -
El cambio de asunto hizo que se olvidara de su sensación de que algo estaba mal.
Para la niña no había la opción de convertir el corazón en un pedernal en el que el mundo no hiciera mella, para que cuando el cuerpo doliera el alma saliera a salvo.
No tenía saliva para pasar. Ahora que Yshara tenía la mano libre, en contacto con el ambiente húmedo de su habitación, tal vez percibiera que la de la niña estaba tibia, quizá demasiado. Pero sentía la necesidad de hacerlo. La elfa era consciente, pero la niña solo intuía que algo no estaba en orden.
Por la actitud de Yshara, fue que se atrevió a expresar lo que bien pudo guardarse en su interior. Si hubiese sido tan hostil como de costumbre, habría callado, por orgullo.
-No lo encuentro - dijo, sin contextualizar - tampoco he profundizado en eso, pero... qué es... es, es como si algo estuviera fuera de lugar, algo que no encaja - negó con la cabeza - tú no eres así, algo está mal, algo se me está escapando pero... ah? descansar? - miró la cama, miró la puerta hacia la primera cámara. Bajó la vista y se sonrojó - No, lo que necesito es un baño -
El cambio de asunto hizo que se olvidara de su sensación de que algo estaba mal.
Última edición por Dulfary el 22/01/11, 01:44 am, editado 1 vez
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
"Sí, tienes razón".
Yshara cerró los ojos, un tanto disgustada, encontrando en las palabras de Dulfary el reflejo de lo que se revolvía en su mente. En aquella ocasión, la elfa sintió que había... fallado.
Había muchas cosas que Dulfary no sabía, y una de ellas era por qué interesaba a la elfa. Y uno de los pilares fundamentales de su relación, en tanto que Dul no sabía, ni era bueno para Yshara que supiese todavía, era la máscara de Yshara. Una máscara que la elfa no había sabido mantener ésta vez.
Nunca le había molestado no ser particularmente hábil en el ámbito social, pero se sintió un tanto desairada. Tal vez fuera una sensación suya. Tal vez no le diera pie a Dulfary para pensar, pero tenía un problema: La niña era inteligente. Mucho. Éso, ahora mismo, era un estorbo.
- Si ésta vez me haces caso - dijo, fría, con un atisbo de esperanza de que el repentino cambio de tema hiciese a Dul perder el hilo de sus pensamientos - y, por tu bien, no te adentras demasiado en las catacumbas, seguro que puedes encontrar dónde bañarte.
Se había vuelto hacia ella. Tenía los brazos cruzados, la expresión severa, pero no era tan dura como solía mostrarse, especialmente con ella. De todas maneras, sí había algo que le gustaba de aquello. Esperaba haber sembrado una... semilla, quizás, de confianza en Dulfary.
Puede que lo que había de pasar al día siguiente destruyese esa confianza, pero Yshara esperaba que el instinto le sobreviviera.
- Entenderás que no hay agua caliente aquí - señaló.
Estaba nevando, afuera. Cualquier agua que Dulfary se encontrara, y la elfa tenía un par de sitios donde, efectivamente, era posible darse un baño, estaría helada en el sentido más amplio de la palabra. Yshara tenía un par de trucos para calentar agua, pero no se los iba a enseñar a Dulfary. No ahora, al menos.
Se miró a la mano.
De repente, se le ocurrió exacta y precisamente qué iba a suceder al día siguiente. Yshara sonrió para sí misma, e hizo girar la espada de Rose entre sus dedos. Al momento siguiente, se la lanzó a Dulfary, envainada.
- Dale éso a tu amiga - murmuró mientras se volvía para irse.
Yshara cerró los ojos, un tanto disgustada, encontrando en las palabras de Dulfary el reflejo de lo que se revolvía en su mente. En aquella ocasión, la elfa sintió que había... fallado.
Había muchas cosas que Dulfary no sabía, y una de ellas era por qué interesaba a la elfa. Y uno de los pilares fundamentales de su relación, en tanto que Dul no sabía, ni era bueno para Yshara que supiese todavía, era la máscara de Yshara. Una máscara que la elfa no había sabido mantener ésta vez.
Nunca le había molestado no ser particularmente hábil en el ámbito social, pero se sintió un tanto desairada. Tal vez fuera una sensación suya. Tal vez no le diera pie a Dulfary para pensar, pero tenía un problema: La niña era inteligente. Mucho. Éso, ahora mismo, era un estorbo.
- Si ésta vez me haces caso - dijo, fría, con un atisbo de esperanza de que el repentino cambio de tema hiciese a Dul perder el hilo de sus pensamientos - y, por tu bien, no te adentras demasiado en las catacumbas, seguro que puedes encontrar dónde bañarte.
Se había vuelto hacia ella. Tenía los brazos cruzados, la expresión severa, pero no era tan dura como solía mostrarse, especialmente con ella. De todas maneras, sí había algo que le gustaba de aquello. Esperaba haber sembrado una... semilla, quizás, de confianza en Dulfary.
Puede que lo que había de pasar al día siguiente destruyese esa confianza, pero Yshara esperaba que el instinto le sobreviviera.
- Entenderás que no hay agua caliente aquí - señaló.
Estaba nevando, afuera. Cualquier agua que Dulfary se encontrara, y la elfa tenía un par de sitios donde, efectivamente, era posible darse un baño, estaría helada en el sentido más amplio de la palabra. Yshara tenía un par de trucos para calentar agua, pero no se los iba a enseñar a Dulfary. No ahora, al menos.
Se miró a la mano.
De repente, se le ocurrió exacta y precisamente qué iba a suceder al día siguiente. Yshara sonrió para sí misma, e hizo girar la espada de Rose entre sus dedos. Al momento siguiente, se la lanzó a Dulfary, envainada.
- Dale éso a tu amiga - murmuró mientras se volvía para irse.
Yshara- Cantidad de envíos : 876
Re: Nieve
La respuesta inicial de Dulfary fue mirarla, en silencio, confundida. No era bañarse lo que quería, pero habría sido más humillante, quizá para ambas, que se lo explicara. Prefería que pensara que tenía algo tan banal, como la limpieza, en mente ante las circunstancias.
Sin embargo, lo que pasó luego, la sorprendió aun más.
Tomó el arma, con algo de recelo, sin entender, pero sin llegar a rechazarla, eso nunca. No era la primera vez que tomaba una espada; lo hizo como si fuera su arma natural, pero ambas sabían que no era así y si acaso a Yshara le quedaba alguna duda (podría haber avanzado en su uso en el tiempo que no se habían visto), lo que hizo a continuación tumbaría cualquier apreciación de combate: la acercó a su pechó y cruzó el otro brazo sobre el arma, abrazándola, con ternura, cerrando los ojos... con agradecimiento intuitivo.
Dulfary no lo sabia y jamás lo sabría, pero era como si una parte de ella sí. Ya las había salvado, varias veces en la noche, guiada por la mano de la doble esencia de Rose y también las había salvado en la madrugada de lo que habría sido una experiencia en extremo traumantizante.
Se puso en pie despacio y al tomar rumbo a la salida, se detuvo.
- Seguro que no me harán nada - preguntó preocupada, dudando en salir, por las arañas y las serpientes.
Sin embargo, lo que pasó luego, la sorprendió aun más.
Tomó el arma, con algo de recelo, sin entender, pero sin llegar a rechazarla, eso nunca. No era la primera vez que tomaba una espada; lo hizo como si fuera su arma natural, pero ambas sabían que no era así y si acaso a Yshara le quedaba alguna duda (podría haber avanzado en su uso en el tiempo que no se habían visto), lo que hizo a continuación tumbaría cualquier apreciación de combate: la acercó a su pechó y cruzó el otro brazo sobre el arma, abrazándola, con ternura, cerrando los ojos... con agradecimiento intuitivo.
Dulfary no lo sabia y jamás lo sabría, pero era como si una parte de ella sí. Ya las había salvado, varias veces en la noche, guiada por la mano de la doble esencia de Rose y también las había salvado en la madrugada de lo que habría sido una experiencia en extremo traumantizante.
Se puso en pie despacio y al tomar rumbo a la salida, se detuvo.
- Seguro que no me harán nada - preguntó preocupada, dudando en salir, por las arañas y las serpientes.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
No la consideró "superficial", fue un fallo de comprensión. No entendió que le pidiese un baño, un lugar donde hacer sus cosas, sino un baño, el acto de bañarse.
Pero daba igual, lo cierto es que sus instrucciones seguían siendo correctas. Si recorría el lugar, terminaría encontrando un lugar que le sirviera. No había nada especialmenet elaborado en aquellas catacumbas. Yshara dejó escapar un bufido de disconformidad.
No le respondió. No creyó que hiciera falta. Las arañas y las serpientes eran, en cierto modo, como la elfa. Si hubieran querido hacerle daño a Dulfary, ella ya lo sabría; de hecho, le estaría doliendo. Se encogió de hombros. Tenía cosas que preparar, y la chiquilla, por ahora, había perdido todo interés para ella.
Pero daba igual, lo cierto es que sus instrucciones seguían siendo correctas. Si recorría el lugar, terminaría encontrando un lugar que le sirviera. No había nada especialmenet elaborado en aquellas catacumbas. Yshara dejó escapar un bufido de disconformidad.
No le respondió. No creyó que hiciera falta. Las arañas y las serpientes eran, en cierto modo, como la elfa. Si hubieran querido hacerle daño a Dulfary, ella ya lo sabría; de hecho, le estaría doliendo. Se encogió de hombros. Tenía cosas que preparar, y la chiquilla, por ahora, había perdido todo interés para ella.
Yshara- Cantidad de envíos : 876
Re: Nieve
Tomó su respuesta como un "sí". Con muchisima precaución, caminando con calma y sobre todo sigilo, sin mirar en ninguna dirección en particular mas que al frente, sus pasos la llevaron fuera de la primera habitación, de la segunda, del jardín.
Solo al cruzar la puerta, dándole la espalda, la sensación de déjà vu volvió a ella. Su sueño, la patada que le daba su sombra, el cambio estaba en la espada que sostenía contra su pecho como el bien preciado que era.
Cerró los ojos.
Había ingresado a un nivel profundo en la confianza de la elfa y lejos de sentir algo como bueno, lo percibía como peligroso, como la clase de amenaza de la que no se podía defender. El escalofrío que recorrió su espalda la hizo apretar con mas fuerza los ojos, pasar saliva asustada, aferrarse a la espada como si lo hiciera a algo más que no tenía con ella.
Quiso correr.
Emprender la marcha y salir de ese lugar. Tomar a Rose de la mano y llevarsela lejos, donde no la alcanzara esa misma sensación de desasosiego que tenía en ese instante. Pero negó con la cabeza.
Avanzó despacio por el pasillo.
Su amiga era mucho mas fuerte que ella y no huiría de las posibles respuestas a las preguntas que no quería hacerse y temía responder. Sus pasos silenciosos avanzaron hasta quedar frente a la puerta de la recamara en la que habían dormido. Por qué había sido tan difícil no seguir las instrucciones tan simples y no entrar en la habitación de la puerta de metal?
Suspiró y apoyó la mano en la puerta.
Qué pasaba si de nuevo desobedecía y recorría el lugar, lo conocía, se perdía entre el laberinto de túneles que se vislumbraban en su infantil imaginación. Un nuevo suspiro y empujó la puerta. El asunto del baño podría esperar, entregar la espada a su dueña no...
Qué era lo que estaba mal?
Caminó hasta la cama y se sentó en la orilla, en la esquina, con la mirada gacha, el arma entre las manos, por debajo de la guarda, sujeta por la simpática vaina. Qué debía hacer? prevenirla? Intentar intervenir? Impedir... impedir qué? Solo quería ayudar a Rose, pero no estaba segura de como hacerlo en la forma correcta, o tan siquiera cómo sería esa forma.
~ No lo entiendo... por qué duele? Qué es lo que va en todo esto? ~
Solo al cruzar la puerta, dándole la espalda, la sensación de déjà vu volvió a ella. Su sueño, la patada que le daba su sombra, el cambio estaba en la espada que sostenía contra su pecho como el bien preciado que era.
Cerró los ojos.
Había ingresado a un nivel profundo en la confianza de la elfa y lejos de sentir algo como bueno, lo percibía como peligroso, como la clase de amenaza de la que no se podía defender. El escalofrío que recorrió su espalda la hizo apretar con mas fuerza los ojos, pasar saliva asustada, aferrarse a la espada como si lo hiciera a algo más que no tenía con ella.
Quiso correr.
Emprender la marcha y salir de ese lugar. Tomar a Rose de la mano y llevarsela lejos, donde no la alcanzara esa misma sensación de desasosiego que tenía en ese instante. Pero negó con la cabeza.
Avanzó despacio por el pasillo.
Su amiga era mucho mas fuerte que ella y no huiría de las posibles respuestas a las preguntas que no quería hacerse y temía responder. Sus pasos silenciosos avanzaron hasta quedar frente a la puerta de la recamara en la que habían dormido. Por qué había sido tan difícil no seguir las instrucciones tan simples y no entrar en la habitación de la puerta de metal?
Suspiró y apoyó la mano en la puerta.
Qué pasaba si de nuevo desobedecía y recorría el lugar, lo conocía, se perdía entre el laberinto de túneles que se vislumbraban en su infantil imaginación. Un nuevo suspiro y empujó la puerta. El asunto del baño podría esperar, entregar la espada a su dueña no...
Qué era lo que estaba mal?
Caminó hasta la cama y se sentó en la orilla, en la esquina, con la mirada gacha, el arma entre las manos, por debajo de la guarda, sujeta por la simpática vaina. Qué debía hacer? prevenirla? Intentar intervenir? Impedir... impedir qué? Solo quería ayudar a Rose, pero no estaba segura de como hacerlo en la forma correcta, o tan siquiera cómo sería esa forma.
~ No lo entiendo... por qué duele? Qué es lo que va en todo esto? ~
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
Sombras.
Formas. Colores - opacos, muertos, oscurecidos - que se mezclan y se separan sin concierto. El ojo no es capaz de captar el contorno, como mil pequeños puntos sin sentido en el aire, suspendidos, mil pequeños ideogramas hechos cada uno a su vez de más.
Febril y nervioso, el sueño se agita, reverbera, grita.
No hay nada que ver, pero se acerca, se ve. Su rostro se confunde con las tinieblas, observa, amenazador, eterno, impasible; sus ojos oscurecidos hechos de puntos en las tinieblas fijan una mirada invisible que es imposible no devolver. En su alma se siente retorcida, en su memoria algo falla. Conoce ese rostro, entiende lo que significa, y sin embargo--
Rose jadeó al despertar.
La pesadilla se desvaneció tal y como había empezado; un sueño oscuro y extrañamente profundo. No había nada en el mundo que le dio la bienvenida; oscuridad, sudor frío sobre su piel, miedo pegado al corazón, el dolor lacerante del frío acumulado en los brazos y en la garganta.
No recordaba qué hacía allí. Cómo había llegado. Dónde estaba. Se incorporó por el mismo efecto que le hizo despertar, el que le hizo jadear, y que - nunca supo - fue el momento en que Dulfary se sentó en la cama, rompiendo el frágil equilibrio de su sueño.
- Dul - musitó, entre asustada y sorprendida.
Extendió la mano.
Quiso tocar la de Dulfary, rozarla siquiera, tomarla con la suya. Había algo que no entendía, pero le pareció inmediatamente que a Dulfary le pasaba algo.
Formas. Colores - opacos, muertos, oscurecidos - que se mezclan y se separan sin concierto. El ojo no es capaz de captar el contorno, como mil pequeños puntos sin sentido en el aire, suspendidos, mil pequeños ideogramas hechos cada uno a su vez de más.
Febril y nervioso, el sueño se agita, reverbera, grita.
No hay nada que ver, pero se acerca, se ve. Su rostro se confunde con las tinieblas, observa, amenazador, eterno, impasible; sus ojos oscurecidos hechos de puntos en las tinieblas fijan una mirada invisible que es imposible no devolver. En su alma se siente retorcida, en su memoria algo falla. Conoce ese rostro, entiende lo que significa, y sin embargo--
Rose jadeó al despertar.
La pesadilla se desvaneció tal y como había empezado; un sueño oscuro y extrañamente profundo. No había nada en el mundo que le dio la bienvenida; oscuridad, sudor frío sobre su piel, miedo pegado al corazón, el dolor lacerante del frío acumulado en los brazos y en la garganta.
No recordaba qué hacía allí. Cómo había llegado. Dónde estaba. Se incorporó por el mismo efecto que le hizo despertar, el que le hizo jadear, y que - nunca supo - fue el momento en que Dulfary se sentó en la cama, rompiendo el frágil equilibrio de su sueño.
- Dul - musitó, entre asustada y sorprendida.
Extendió la mano.
Quiso tocar la de Dulfary, rozarla siquiera, tomarla con la suya. Había algo que no entendía, pero le pareció inmediatamente que a Dulfary le pasaba algo.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Nieve
Su sonrisa se perdió en la oscuridad. Era calma, serena, ajena al repertorio de sonrisas de la niña.
- Si - le dijo con suavidad y tomó su mano con la que tenía libre, casi sin mirar - Disculpa por dejarte tanto tiempo sola - giró la cabeza lentamente hacia ella y pasó saliva mordiéndose un labio con el otro. Al tacto, la mano de Dul, casi siempre fría o fresca, estaba tibia, inusualmente tibia.
Tomó aire despacio, al tiempo que apretaba la mano a la vaina que sostenía y clavó la mirada en Rose, donde creía que estaba, acomodándose mejor.
- Rose... - no, no supo como plantearle la cuestión, como expresar lo que sentía, las dudas que tenía - Siento que si hablo o si callo, de cualquier forma te fallo... tu pasado, tus dudas, tus preguntas, las respuestas que no sabes si quieres conocer pero que igual te hacen falta... ya lo hablamos, más o menos, pero.... como te sientes frente a todo eso? Tú... le harías frente a esas respuestas? -
Bajó la cabeza, con frustración, pero con calma. No estaba siendo clara, no sabía que era lo que quería decirle, no sabía si lo que hacía era lo correcto o al contrario.
- Qué tan difícil es tener la expectativa de que algún día habrá que enfrentarse a descubrir quien eres? - no fue capaz de mirarla y esperó con cierto temor, que no estaba acostumbrada a sentir, que surgiera esa pregunta que la hiciera tratar de explicarse.
- Si - le dijo con suavidad y tomó su mano con la que tenía libre, casi sin mirar - Disculpa por dejarte tanto tiempo sola - giró la cabeza lentamente hacia ella y pasó saliva mordiéndose un labio con el otro. Al tacto, la mano de Dul, casi siempre fría o fresca, estaba tibia, inusualmente tibia.
Tomó aire despacio, al tiempo que apretaba la mano a la vaina que sostenía y clavó la mirada en Rose, donde creía que estaba, acomodándose mejor.
- Rose... - no, no supo como plantearle la cuestión, como expresar lo que sentía, las dudas que tenía - Siento que si hablo o si callo, de cualquier forma te fallo... tu pasado, tus dudas, tus preguntas, las respuestas que no sabes si quieres conocer pero que igual te hacen falta... ya lo hablamos, más o menos, pero.... como te sientes frente a todo eso? Tú... le harías frente a esas respuestas? -
Bajó la cabeza, con frustración, pero con calma. No estaba siendo clara, no sabía que era lo que quería decirle, no sabía si lo que hacía era lo correcto o al contrario.
- Qué tan difícil es tener la expectativa de que algún día habrá que enfrentarse a descubrir quien eres? - no fue capaz de mirarla y esperó con cierto temor, que no estaba acostumbrada a sentir, que surgiera esa pregunta que la hiciera tratar de explicarse.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
En la oscuridad del cuarto, el leve brillo amatista de los ojos de Rose quedó por un momento en suspenso.
Las preguntas de Dulfary le tomaron por sorpresa, recién despierta como estaba, tras un sueño en el que había olvidado... por qué estaba ahí. Pero ahora, lentamente, todo fluía. Su cerebro recuperaba la noción de mil cosas; y volvía a formarse esa sensación en su cabeza. Esa sensación de vacío, de muro, que le aguardaba cuando trataba de recordar.
Apretó la mano de Dulfary con más fuerza.
- Lo siento - susurró.
También volvió el conocimiento, el convencimiento, el recuerdo, de que todo lo que estaba pasando, y todo lo que Dulfary había tenido que pasar, era culpa suya. Por fin, el brillo de sus ojos se apagó. Los había cerrado.
- Me da miedo lo que pueda descubrir - dijo. - Me da miedo lo que pueda... encontrar. Me doy miedo. Pero - y diciendo ésto le dio un beso en los dedos, sin levantar la cabeza - Lo que me da más miedo es hacerte mas daño del que te he hecho ya...
Las preguntas de Dulfary le tomaron por sorpresa, recién despierta como estaba, tras un sueño en el que había olvidado... por qué estaba ahí. Pero ahora, lentamente, todo fluía. Su cerebro recuperaba la noción de mil cosas; y volvía a formarse esa sensación en su cabeza. Esa sensación de vacío, de muro, que le aguardaba cuando trataba de recordar.
Apretó la mano de Dulfary con más fuerza.
- Lo siento - susurró.
También volvió el conocimiento, el convencimiento, el recuerdo, de que todo lo que estaba pasando, y todo lo que Dulfary había tenido que pasar, era culpa suya. Por fin, el brillo de sus ojos se apagó. Los había cerrado.
- Me da miedo lo que pueda descubrir - dijo. - Me da miedo lo que pueda... encontrar. Me doy miedo. Pero - y diciendo ésto le dio un beso en los dedos, sin levantar la cabeza - Lo que me da más miedo es hacerte mas daño del que te he hecho ya...
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Nieve
Abrió la boca para replicar, pero tenía la garganta reseca, la lengua rasposa.
No estaba tibia, estaba cálida. El contraste con la mano de Rose, la irritación en sus ojos, la pesadez que sentía... no necesitaba una pista más para saber qué le pasaba. Pero lejos de asociarlo a la noche que había pasado o cualquier otro suceso, lo dejó pasar. Era algo menor.
Así como no encontraba el como decirle las cosas, no podía tampoco desechar esa disculpa. No le había hecho daño, no le había triado mas problemas de los que de por sí solía tener... pero... pero estaba segura de recibir mucho daño de parte de Yshara antes de terminar del día... aunque fuera su elección y solo consecuencia de las acciones de Rose.
- No es tu culpa, ella es así, si no fuera por ti, sería por cualquier otra razón - sonrió traviesa, pero sin energía - cualquier excusa es un motivo - eso era falso, pero al menos le ayudaba a restarle importancia a lo que vendría.
- No sé en que forma te puedo ayudar, pero pase lo que pase hoy, voy a estar contigo y espero no ser un obstaculo que te dificulte mas las cosas, la razón por la que te veas forzada a proceder en contra de lo que creas es tu actual naturaleza... la actual - recalcó.
La miró y sonrió con mas animo
- Hoy o mañana o cuando sea, no es por mí, es por tí. La razón que ella tenga para ir por ti y lo que haya en tu pasado no la pude averiguar, no lo supe hacer, tal vez ni siquiera lo intenté y por eso te pido disculpas, pero escúchame bien, no es por mi es por ti y por eso quiero pedirte que no le permitas que me use en tu contra... ya bastante haré yo por entorpecerlo todo, así que tampoco dejes que me use a tu favor. Olvídate de mi y trata de pasar por alto el daño que ella o tu puedan hacerme - sonrió con la naturalidad de siempre - al final estaré bien y lo sabré entender -
Sus ojitos rojos, un poco mas pequeños que de costumbra la miraban con confianza, con la seguridad que da el creer en el otro, en espera de su aceptación. No dejaría que Yshara le hiciera daño a su amiga.
No estaba tibia, estaba cálida. El contraste con la mano de Rose, la irritación en sus ojos, la pesadez que sentía... no necesitaba una pista más para saber qué le pasaba. Pero lejos de asociarlo a la noche que había pasado o cualquier otro suceso, lo dejó pasar. Era algo menor.
Así como no encontraba el como decirle las cosas, no podía tampoco desechar esa disculpa. No le había hecho daño, no le había triado mas problemas de los que de por sí solía tener... pero... pero estaba segura de recibir mucho daño de parte de Yshara antes de terminar del día... aunque fuera su elección y solo consecuencia de las acciones de Rose.
- No es tu culpa, ella es así, si no fuera por ti, sería por cualquier otra razón - sonrió traviesa, pero sin energía - cualquier excusa es un motivo - eso era falso, pero al menos le ayudaba a restarle importancia a lo que vendría.
- No sé en que forma te puedo ayudar, pero pase lo que pase hoy, voy a estar contigo y espero no ser un obstaculo que te dificulte mas las cosas, la razón por la que te veas forzada a proceder en contra de lo que creas es tu actual naturaleza... la actual - recalcó.
La miró y sonrió con mas animo
- Hoy o mañana o cuando sea, no es por mí, es por tí. La razón que ella tenga para ir por ti y lo que haya en tu pasado no la pude averiguar, no lo supe hacer, tal vez ni siquiera lo intenté y por eso te pido disculpas, pero escúchame bien, no es por mi es por ti y por eso quiero pedirte que no le permitas que me use en tu contra... ya bastante haré yo por entorpecerlo todo, así que tampoco dejes que me use a tu favor. Olvídate de mi y trata de pasar por alto el daño que ella o tu puedan hacerme - sonrió con la naturalidad de siempre - al final estaré bien y lo sabré entender -
Sus ojitos rojos, un poco mas pequeños que de costumbra la miraban con confianza, con la seguridad que da el creer en el otro, en espera de su aceptación. No dejaría que Yshara le hiciera daño a su amiga.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
Eso no era difícil de imaginar.
Y a la pelirroja no tardaría mucho en pasarle lo mismo. El frío tiene esos efectos, y nadie es inmune. Lo único que diferenciaba a Dulfary de ella en aquellos momentos era la sangre de elfa de Rose. La mestiza no empezaría a acusar los efectos de la fiebre hasta pasado un tiempo.
Pero ahora mismo no estaba pensando en ello. No era su preocupación principal, ni siquiera se imaginaba que Dul pudiera estar enfermando, o que ella misma fuese a hacerlo. Era lo que la chica estaba diciendo. La mirada de Rose se fue haciendo más interrogativa con cada palabra de Dulfary, y cuando terminó de hablar, la tomó de las manos con gesto extraño, temerosa - porque de repente tenía miedo, ciertamente - pero interrogativa.
- Espera - la apremió. - ¿Qué... de qué estás hablando? ¿Qué sucede? ¿Qué... "va a suceder"?
No entendió.
En realidad no entendió nada, pero su corazón le decía una parte de lo que la kazekage - su amiga - quería decirle. No estaba de acuerdo con ella. No podía ignorar el peligro que supondría para Dul, no podía ignorar el daño ni su parte de culpa en ello - pero podía tratar de que aquello se resolviese lo antes posible.
Cómo le haría daño a ella, no lo sabía. Pero esperaba ser capaz de evitarlo.
La miró a los ojos, esperando... no estaba segura. Una explicación, constatación de lo que ya temía. Algo.
Y a la pelirroja no tardaría mucho en pasarle lo mismo. El frío tiene esos efectos, y nadie es inmune. Lo único que diferenciaba a Dulfary de ella en aquellos momentos era la sangre de elfa de Rose. La mestiza no empezaría a acusar los efectos de la fiebre hasta pasado un tiempo.
Pero ahora mismo no estaba pensando en ello. No era su preocupación principal, ni siquiera se imaginaba que Dul pudiera estar enfermando, o que ella misma fuese a hacerlo. Era lo que la chica estaba diciendo. La mirada de Rose se fue haciendo más interrogativa con cada palabra de Dulfary, y cuando terminó de hablar, la tomó de las manos con gesto extraño, temerosa - porque de repente tenía miedo, ciertamente - pero interrogativa.
- Espera - la apremió. - ¿Qué... de qué estás hablando? ¿Qué sucede? ¿Qué... "va a suceder"?
No entendió.
En realidad no entendió nada, pero su corazón le decía una parte de lo que la kazekage - su amiga - quería decirle. No estaba de acuerdo con ella. No podía ignorar el peligro que supondría para Dul, no podía ignorar el daño ni su parte de culpa en ello - pero podía tratar de que aquello se resolviese lo antes posible.
Cómo le haría daño a ella, no lo sabía. Pero esperaba ser capaz de evitarlo.
La miró a los ojos, esperando... no estaba segura. Una explicación, constatación de lo que ya temía. Algo.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Nieve
Mantuvo la mirada en los ojos y sintió una oleada de pánico ante sus preguntas. De nuevo se mordió un labio con el otro y dejó que el silencio se apoderara de la habitación.
Lo que tu amiga va a aprender y a descubrir es importante para ella. Y cuando lo haga, necesitará tener a alguien amigo cerca. ¿Me forzarás a quitarte de en medio?
Un silencio largo, incomodo, nervioso.
Ni siquiera se si se ha hecho las preguntas adecuadas. La voz de la elfa, tan clara y nítida como si la tuviera en frente, se le vino a la mente, adelantándose a las respuestas que le pedía Rose. Necesito saber cosas sobre ella
Abrió la boca, después de pasar saliva a la fuerza.
No vas a evitar que suceda. Si te sientes más tranquila, te daré mi palabra de que no voy a herir ni a matar a tu compañera; pero no puedes evitarlo Decirle, lo que podía pasar, lo que creía que se le venía encima era evitarlo?
¿No eres tú la que pretende "evitar" algo?
Puedo evitar que interfieras, Dulfary.
Lo que tu amiga va a aprender y a descubrir es importante para ella. Y cuando lo haga, necesitará tener a alguien amigo cerca. ¿Me forzarás a quitarte de en medio?
El pánico se arraigó en su corazón y luego el estomago hasta hacerlo doler. Tomó aire despacio y se obligó a responder antes que volviera a preguntarle.
- Al parecer no solo tú necesitas saber cosas sobre ti misma... lo siento Rose... cualquier lugar era mejor que la casa de la guardia, incluso este, pero siento que de alguna forma te terminé trayendo la boca del lobo... del peor lobo - al decirlo, antes de asociar mentalmente la situación con un lobo, para verlo literal, lo que había en su imaginario era un gato, un gato grande y peligroso.
- Yshara - tal vez debía contextualizarla - la... elfa - a cambio de asesina - parece saber quien eres, por al alguna razón no le basta con lo que pueda decirle el señor Kuranthis, si es que él le dijera algo que no parece - hizo una mueca de perplejidad imaginando al hombreton sin soltar prenda pese a los esfuerzo de la elfa, antes de volver a su preocupación - y quiere que te plantees las preguntas correctas- en su tono dejaba ver que ella misma no entendía qué quería decir eso - y conocerte de la forma en que ella conoce a los demás... - con delicadeza, casi solemnidad, extendió su espada hacia ella.
No vas a evitar que suceda.
Lo que tu amiga va a aprender y a descubrir es importante para ella. Y cuando lo haga, necesitará tener a alguien amigo cerca. ¿Me forzarás a quitarte de en medio?
Un silencio largo, incomodo, nervioso.
Ni siquiera se si se ha hecho las preguntas adecuadas. La voz de la elfa, tan clara y nítida como si la tuviera en frente, se le vino a la mente, adelantándose a las respuestas que le pedía Rose. Necesito saber cosas sobre ella
Abrió la boca, después de pasar saliva a la fuerza.
No vas a evitar que suceda. Si te sientes más tranquila, te daré mi palabra de que no voy a herir ni a matar a tu compañera; pero no puedes evitarlo Decirle, lo que podía pasar, lo que creía que se le venía encima era evitarlo?
¿No eres tú la que pretende "evitar" algo?
Puedo evitar que interfieras, Dulfary.
Lo que tu amiga va a aprender y a descubrir es importante para ella. Y cuando lo haga, necesitará tener a alguien amigo cerca. ¿Me forzarás a quitarte de en medio?
El pánico se arraigó en su corazón y luego el estomago hasta hacerlo doler. Tomó aire despacio y se obligó a responder antes que volviera a preguntarle.
- Al parecer no solo tú necesitas saber cosas sobre ti misma... lo siento Rose... cualquier lugar era mejor que la casa de la guardia, incluso este, pero siento que de alguna forma te terminé trayendo la boca del lobo... del peor lobo - al decirlo, antes de asociar mentalmente la situación con un lobo, para verlo literal, lo que había en su imaginario era un gato, un gato grande y peligroso.
- Yshara - tal vez debía contextualizarla - la... elfa - a cambio de asesina - parece saber quien eres, por al alguna razón no le basta con lo que pueda decirle el señor Kuranthis, si es que él le dijera algo que no parece - hizo una mueca de perplejidad imaginando al hombreton sin soltar prenda pese a los esfuerzo de la elfa, antes de volver a su preocupación - y quiere que te plantees las preguntas correctas- en su tono dejaba ver que ella misma no entendía qué quería decir eso - y conocerte de la forma en que ella conoce a los demás... - con delicadeza, casi solemnidad, extendió su espada hacia ella.
No vas a evitar que suceda.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
Rose calló.
Puede que estuviera confusa, que su cabeza no 'funcionara' como es debido, pero entendió sin que Dulfary tuviera que decir más.
Miró a su mano... a su espada. Qué curioso, casi había olvidado que fuera éso a lo que venía. Extendió la mano lentamente hasta tomarla, y solo entonces, cuando la hubo tenido de vuelta, cuando la hubo mimado - abrazándola contra sí - recordó.
- ¿Qué sentido tiene devolverme mi espada...? - preguntó.
Pero esa pregunta daba igual. No era la pregunta que importaba, no era la pregunta a la que Rose quería hacer caso. Dejó la espada sobre el lecho, y se acercó a Dulfary lo suficiente como para darle un abrazo.
- No, Dulfary - murmuró. - No tienes nada que sentir. Soy yo quien te ha metido en ésto. Si lo prefieres así, pongamos que estamos en paz... si acaso, me alegro mucho de que seas tú quien está a mi lado en un momento como éste.
... y algo es algo. Al menos podían darse apoyo, podían... cubrirse las espaldas. Ojalá y que hubiera conocido a Dulfary en cualquier otra circunstancia; ahora mismo la sentía como a una gran amiga... con la que, era una lástima que solo hubiera compartido aquellos momentos de caos.
- Concentrémonos en salir de aquí - sugirió.
Puede que estuviera confusa, que su cabeza no 'funcionara' como es debido, pero entendió sin que Dulfary tuviera que decir más.
Miró a su mano... a su espada. Qué curioso, casi había olvidado que fuera éso a lo que venía. Extendió la mano lentamente hasta tomarla, y solo entonces, cuando la hubo tenido de vuelta, cuando la hubo mimado - abrazándola contra sí - recordó.
- ¿Qué sentido tiene devolverme mi espada...? - preguntó.
Pero esa pregunta daba igual. No era la pregunta que importaba, no era la pregunta a la que Rose quería hacer caso. Dejó la espada sobre el lecho, y se acercó a Dulfary lo suficiente como para darle un abrazo.
- No, Dulfary - murmuró. - No tienes nada que sentir. Soy yo quien te ha metido en ésto. Si lo prefieres así, pongamos que estamos en paz... si acaso, me alegro mucho de que seas tú quien está a mi lado en un momento como éste.
... y algo es algo. Al menos podían darse apoyo, podían... cubrirse las espaldas. Ojalá y que hubiera conocido a Dulfary en cualquier otra circunstancia; ahora mismo la sentía como a una gran amiga... con la que, era una lástima que solo hubiera compartido aquellos momentos de caos.
- Concentrémonos en salir de aquí - sugirió.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Nieve
- La vas a necesitar - respondió a la pregunta, cerrando los ojos, a modo de disculpa, por lo que le tomó por sorpresa su abrazo. Era una buen momento para reconocerse a sí misma que en efecto estaba temblando.
No regresó el abrazo, solo se dejó abrazar, pero según Rose iba hablando dejó caer la cabeza en su hombro, relajándose, dejándose invadir por la calidez del abrazo.
- En casa - dijo ausente, sin cambiar en lo mas mínimo de posición - somos cuatro hermanos, yo soy la menor, los demás son varones... desde que mamá murió cambiaron mucho, no los culpo, pero si hubiera tenido una hermana, me habría gustado que fuera como tú... - sonrió débilmente, pero maliciosa - pero que no pidiera tantas disculpas - contuvo la risa y ahora si se acomodó mejor, para mirarla bien.
- No será fácil, esa psicópata es un hueso muy duro. Claro que tu tienes mas disciplina y técnica que yo, pero bueno, miramos como se logra... por ahora, yo necesito, de verdad, un baño -
No regresó el abrazo, solo se dejó abrazar, pero según Rose iba hablando dejó caer la cabeza en su hombro, relajándose, dejándose invadir por la calidez del abrazo.
- En casa - dijo ausente, sin cambiar en lo mas mínimo de posición - somos cuatro hermanos, yo soy la menor, los demás son varones... desde que mamá murió cambiaron mucho, no los culpo, pero si hubiera tenido una hermana, me habría gustado que fuera como tú... - sonrió débilmente, pero maliciosa - pero que no pidiera tantas disculpas - contuvo la risa y ahora si se acomodó mejor, para mirarla bien.
- No será fácil, esa psicópata es un hueso muy duro. Claro que tu tienes mas disciplina y técnica que yo, pero bueno, miramos como se logra... por ahora, yo necesito, de verdad, un baño -
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
La pelirroja escuchó en silencio, pero hubo dos cosas que dijo Dulfary que la hicieron ponerse a pensar...
La primera de ellas fue su declaración, repentina y franca, de que le hubiera gustado tener una hermana como ella. "Bueno", pensó para sí, mientras con una sonrisa cálida y sincera la abrazaba más fuerte, contenta; "Bueno, tal vez nunca sea tarde. Y menos debiéndote tanto..."
- No es tarde... - susurró, muy bajito.
Tenía gracia. Rose... no estaba segura de si tenía hermanos, o familia, a ése respecto. Le pasaba con algunas cosas que sabía, de la misma forma que, cuando te encuentras con una palabra que conoces pero no recuerdas, tienes la sensación de tener en la punta de la lengua, pero sin embargo sabes a ciencia cierta que conoces la palabra. Sabía, o mejor dicho, intuía, que no tenía hermanos. En la categoría "familia", su cerebro le devolvía apenas un vago rostro...
... que era con el que acababa de soñar. Y por enésima vez, se preguntó quién era.
Pero la segunda frase de Dul le sacó de aquel pensamiento. Disciplina y técnica, repitió, y apretó los puños sin darse cuenta, poniéndose seria. No estaba segura de éso. Tal vez si, pero, ¿De qué sirven la disciplina y la técnica si no tienes acceso a ellas?
- Disciplina y técnica - repitió en un susurro. - No lo se. Ya sabes... es ésta otra parte de mí quien las tiene.
Iba a ser complicado. Para acceder a ésa parte de sí, tenía que... dejar de pensar. Si el instinto, su subconsciente, la movía, podía combatir con pericia. Pero el miedo le impedía dejar fluir la emoción de aquella manera...
- Un baño - musitó. - Ahora que lo mencionas... - se calló creyendo que Dul pensaría que le iba a indicar dónde había uno, cuando lo que estaba a punto de decir es "yo también preciso uno". - Tiene que haber algo parecido por aquí...
La primera de ellas fue su declaración, repentina y franca, de que le hubiera gustado tener una hermana como ella. "Bueno", pensó para sí, mientras con una sonrisa cálida y sincera la abrazaba más fuerte, contenta; "Bueno, tal vez nunca sea tarde. Y menos debiéndote tanto..."
- No es tarde... - susurró, muy bajito.
Tenía gracia. Rose... no estaba segura de si tenía hermanos, o familia, a ése respecto. Le pasaba con algunas cosas que sabía, de la misma forma que, cuando te encuentras con una palabra que conoces pero no recuerdas, tienes la sensación de tener en la punta de la lengua, pero sin embargo sabes a ciencia cierta que conoces la palabra. Sabía, o mejor dicho, intuía, que no tenía hermanos. En la categoría "familia", su cerebro le devolvía apenas un vago rostro...
... que era con el que acababa de soñar. Y por enésima vez, se preguntó quién era.
Pero la segunda frase de Dul le sacó de aquel pensamiento. Disciplina y técnica, repitió, y apretó los puños sin darse cuenta, poniéndose seria. No estaba segura de éso. Tal vez si, pero, ¿De qué sirven la disciplina y la técnica si no tienes acceso a ellas?
- Disciplina y técnica - repitió en un susurro. - No lo se. Ya sabes... es ésta otra parte de mí quien las tiene.
Iba a ser complicado. Para acceder a ésa parte de sí, tenía que... dejar de pensar. Si el instinto, su subconsciente, la movía, podía combatir con pericia. Pero el miedo le impedía dejar fluir la emoción de aquella manera...
- Un baño - musitó. - Ahora que lo mencionas... - se calló creyendo que Dul pensaría que le iba a indicar dónde había uno, cuando lo que estaba a punto de decir es "yo también preciso uno". - Tiene que haber algo parecido por aquí...
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Nieve
Iba a decir algo respecto a ese otro yo que tenía Rose. Sobre la confianza que también tenía en ella, sobre la fé en que aparecería cuando fuera necesario, pero eso tocaría esperar a verlo en su momento y si no hacía acto de presencia, no habría diferencia alguna, Dul estaría ahí con Rose.
Ahora bien, en cuanto la semi elfa mencionó que ella mencionaba el baño, sus ojos se iluminaron con la ilusión de poder utilizar algo mejor que... soltó la risa. No, no había un retrete ni nada por el estilo, al menos no al alcance de ellas, pero cuando su mente visualizó a Yshara haciendo uso de uno construido por arañas, por alguna bizarra razón su risa se convirtió en una carcajada, con la que casi se le saltan las lágrimas. Era tonto, pero tanta tensión requería de algún tipo de escape.
Cuando se fue calmando, señaló con el dedo hacia el techo y le tomó un poco de mas tiempo llegar a pronunciar palabras.
-Arriba hay bastantes espacio y lugar para que elijamos un baño - sonrió con entusiasmo y con la prisa y energía que dá la necesidad, saltó de la cama - vamos a explorar y conquistar ese espacio! - dijo, ahora si, con todo su animo renovado.
Ahora bien, en cuanto la semi elfa mencionó que ella mencionaba el baño, sus ojos se iluminaron con la ilusión de poder utilizar algo mejor que... soltó la risa. No, no había un retrete ni nada por el estilo, al menos no al alcance de ellas, pero cuando su mente visualizó a Yshara haciendo uso de uno construido por arañas, por alguna bizarra razón su risa se convirtió en una carcajada, con la que casi se le saltan las lágrimas. Era tonto, pero tanta tensión requería de algún tipo de escape.
Cuando se fue calmando, señaló con el dedo hacia el techo y le tomó un poco de mas tiempo llegar a pronunciar palabras.
-Arriba hay bastantes espacio y lugar para que elijamos un baño - sonrió con entusiasmo y con la prisa y energía que dá la necesidad, saltó de la cama - vamos a explorar y conquistar ese espacio! - dijo, ahora si, con todo su animo renovado.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
A Rose le costó más salir de la cama, pero contagiada del entusiasmo de Dulfary, le hubiera resultado más difícil no hacerlo.
Descubrió que la verticalidad no la recibía como ella recordaba, y se lo achacó a un montón de cosas. Debajo de la ropa, que estaba bastante deteriorada, la piel de la pelirroja estaba llena de moretones y heridas, las más graves de las cuales habían sido subsanadas, es cierto, por la elfa - cosa que su cuerpo le recordó, dolorosamente, cuando se movió - pero las molestias eran innumerables.
No obstante, se sentía mejor que el día anterior. Se sentía con energía, y se sentía bastante bien. Por un momento se olvidó de lo que había sucedido el día anterior, de dónde se encontraban, de todo. Se envolvió en la manta en la que había dormido - la que había robado del cuartel - y avanzó junto a Dul hacia el extremo del cuarto.
- ¡A la conquista! - coreó.
Descubrió que la verticalidad no la recibía como ella recordaba, y se lo achacó a un montón de cosas. Debajo de la ropa, que estaba bastante deteriorada, la piel de la pelirroja estaba llena de moretones y heridas, las más graves de las cuales habían sido subsanadas, es cierto, por la elfa - cosa que su cuerpo le recordó, dolorosamente, cuando se movió - pero las molestias eran innumerables.
No obstante, se sentía mejor que el día anterior. Se sentía con energía, y se sentía bastante bien. Por un momento se olvidó de lo que había sucedido el día anterior, de dónde se encontraban, de todo. Se envolvió en la manta en la que había dormido - la que había robado del cuartel - y avanzó junto a Dul hacia el extremo del cuarto.
- ¡A la conquista! - coreó.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Nieve
Hasta levantó el brazo y todo cuando Rose la coreo. Era lindo volver a ser la niña que en realidad era, comportarse como tal. Adquirió pose heroica, se gozó el pequeño instante, a saber cuando tendría uno siquiera igual.
- A la carga mis valientes!!! - dicha la frase, con mucho ardor, su posición de ratón asustado husmeando por la pequeña abertura de la puerta para no ser sorprendidas, era no solo contrastante, sino hasta graciosa. Pero entonces se escurrió por el pasillo, tal cual como un ladrón, tal cual y como si quieran huir del lugar.
Pasillo por pasillo, en lo que le parecía un laberinto, pero esta vez obedeciendo a la elfa, las condujo en su pequeña aventura - travesura hacia el exterior y la promesa de liberar sus vejigas.
Pero lo que encontró, a demás de un gélido viento que vino a recibirla (s) como un gato meloso al llegar su mascota, le cortó la respiración por un instante.
- A la carga mis valientes!!! - dicha la frase, con mucho ardor, su posición de ratón asustado husmeando por la pequeña abertura de la puerta para no ser sorprendidas, era no solo contrastante, sino hasta graciosa. Pero entonces se escurrió por el pasillo, tal cual como un ladrón, tal cual y como si quieran huir del lugar.
Pasillo por pasillo, en lo que le parecía un laberinto, pero esta vez obedeciendo a la elfa, las condujo en su pequeña aventura - travesura hacia el exterior y la promesa de liberar sus vejigas.
Pero lo que encontró, a demás de un gélido viento que vino a recibirla (s) como un gato meloso al llegar su mascota, le cortó la respiración por un instante.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
Había anochecido durante su estancia en las ruinas.
Pero no era un dato sorprendente. Cuando llegaron al territorio, ya era casi medio día. Habían pasado horas en la curación, habían dormido - y era invierno. El anochecer había llegado pronto, pero resultaba imposible adivinar la hora de la noche que era. Rose miró al cielo por instinto, pero...
La tormenta había terminado, pero no se había dignado a irse. El cielo estaba cargado de nubes, y si el frío acompañaba, el agua volvería a ser nieve tan pronto como decidieran descargar. Pero lo que hacía la noche extraña, sobrecogedora, era... el cielo. El cielo estaba rojo.
No sabía muy bien por qué era, pero Rose, aunque se maravilló de ello, lo reconoció como un fenómeno natural. Todo el agua que amenazaba con descargar el cielo parecía condensarse, brillar; y de hecho había claridad, no tanta como si fuera de día o luna llena, pero suficiente para ver.
- Qué siniestro - musitó. Y se arrebujó en la manta. - Y qué frio...
Pero no era un dato sorprendente. Cuando llegaron al territorio, ya era casi medio día. Habían pasado horas en la curación, habían dormido - y era invierno. El anochecer había llegado pronto, pero resultaba imposible adivinar la hora de la noche que era. Rose miró al cielo por instinto, pero...
La tormenta había terminado, pero no se había dignado a irse. El cielo estaba cargado de nubes, y si el frío acompañaba, el agua volvería a ser nieve tan pronto como decidieran descargar. Pero lo que hacía la noche extraña, sobrecogedora, era... el cielo. El cielo estaba rojo.
No sabía muy bien por qué era, pero Rose, aunque se maravilló de ello, lo reconoció como un fenómeno natural. Todo el agua que amenazaba con descargar el cielo parecía condensarse, brillar; y de hecho había claridad, no tanta como si fuera de día o luna llena, pero suficiente para ver.
- Qué siniestro - musitó. Y se arrebujó en la manta. - Y qué frio...
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Nieve
La visión inicial fue chocante, era hermoso, pero el cielo en rojo, teniendo en cuenta lo que les esperaba, no era lo mas alentador que podría encontrarse Dulfary, quien se frotó los brazos tratando de darse calor.
- Me pido no pasar una nueva noche a la intemperie corriendo y peleando – dijo sin mirar en ninguna dirección en particular, al aire. – Bien, paso uno, lo urgente, paso dos, acongojarse, paso tres… tiritar – giró a ver a Rose – todos de acuerdo? – era una pregunta retorica. Siguió las indicaciones de Yshara, para encontrar un lugar un tanto reservado y “cómodo” para hacer sus necesidades, y mientras lo hacía, esculcaba en su bolsita de armas, en busca de vendas… le dolía tener que usarlas para tal fin, pero cuando eres mujer, necesitas de implementos para ir y volver del baño.
- Creo que aquí estaría bien- anunció, señalando un hueco entre varias paredes, que sostenían de manera precaria el piso de un segundo piso que, al menos en ese punto, no existía y que debió ser parte de la caseta de servidumbre, cuando la propiedad conoció el esplendor.
Estaba algo alejado de la ruina principal, con ayuda de la manta que traía Rose podrían cubrirse de… por la costumbre, ¿de quién iban a cubrirse?. Le hizo un ademán a su amiga, indicándole que procediera, mientras ella partía en dos, el pedazo de venda que usarían.
- Me pido no pasar una nueva noche a la intemperie corriendo y peleando – dijo sin mirar en ninguna dirección en particular, al aire. – Bien, paso uno, lo urgente, paso dos, acongojarse, paso tres… tiritar – giró a ver a Rose – todos de acuerdo? – era una pregunta retorica. Siguió las indicaciones de Yshara, para encontrar un lugar un tanto reservado y “cómodo” para hacer sus necesidades, y mientras lo hacía, esculcaba en su bolsita de armas, en busca de vendas… le dolía tener que usarlas para tal fin, pero cuando eres mujer, necesitas de implementos para ir y volver del baño.
- Creo que aquí estaría bien- anunció, señalando un hueco entre varias paredes, que sostenían de manera precaria el piso de un segundo piso que, al menos en ese punto, no existía y que debió ser parte de la caseta de servidumbre, cuando la propiedad conoció el esplendor.
Estaba algo alejado de la ruina principal, con ayuda de la manta que traía Rose podrían cubrirse de… por la costumbre, ¿de quién iban a cubrirse?. Le hizo un ademán a su amiga, indicándole que procediera, mientras ella partía en dos, el pedazo de venda que usarían.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
Rose sonrió por no repetirse. Por tonto que pudiera parecer aquello sobre la noche a la intemperie, lo suscribía con todas sus fuerzas. Estaba cansada de correr, de luchar, de... recibir. No estaría mal que las cosas cambiasen un poco para variar.
No se había parado a pensar sobre el alcance que sus acciones pudieran tener sobre su futuro inmediato... o el de Dulfary. Realmente no se le había pasado por la mente que pudiera haber carteles con su cara en la ciudad en aquellos momentos, o que los guardias pudiesen haber distribuido una descripción suya - que, por otra parte, no era muy difícil de discernir.
Acuclillada en el lugar que Dulfary le indicó, a Rose la sacudió un escalofrío mientras se aliviaba. Pero ajena a todo ésto, lo interpretó como el efecto del frío. No se le ocurrió que fuera un mensaje sobre lo que, de haber estado completa, habría comprendido ya.
- Tu turno - dijo, arrebujándose en la manta mientras se arreglaba por debajo, levantándose.
No se había parado a pensar sobre el alcance que sus acciones pudieran tener sobre su futuro inmediato... o el de Dulfary. Realmente no se le había pasado por la mente que pudiera haber carteles con su cara en la ciudad en aquellos momentos, o que los guardias pudiesen haber distribuido una descripción suya - que, por otra parte, no era muy difícil de discernir.
Acuclillada en el lugar que Dulfary le indicó, a Rose la sacudió un escalofrío mientras se aliviaba. Pero ajena a todo ésto, lo interpretó como el efecto del frío. No se le ocurrió que fuera un mensaje sobre lo que, de haber estado completa, habría comprendido ya.
- Tu turno - dijo, arrebujándose en la manta mientras se arreglaba por debajo, levantándose.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Nieve
Había mantenido la manta extendida cuanto permitían sus brazos, para terminar de darle privacidad, mirando en otra dirección mientras tanto.
El frío de la noche le había congelado los pensamientos, lo que era una fortuna... pero a cambio, le incrementaba sus ganas.
- Bien! - dijo apartando la manta para ceder el turno en la puerta y abandonarse a la libertad, al alivio, al suspiro que dejó escapar cuando por fin pudo descansar.
- Jijiji, cualquier parecido con un caballo es pura coincidencia - se burló, mientras aun el ruido del liquido al escapar entraba a explicar su frase y su risita. No era algo que pudiera evitar, pero siempre le daba algo de vergüenza.
Al terminar, como un gato, valiéndose del pie, echó tierra sobre las necesidades de ambas, hasta terminar de cubrirlas, pero entonces algo captó su atención: el brillo de una piedra diferente a las demás, mas redonda.
Acercó la vista hasta ella, curiosa, cuando ni siquiera la distancia le permitió estar segura de lo que era, estiró la mano para tocarla, pero antes de tocarla dio un brusco saltó atrás asustada. Era de color. Su mirada buscó rápidamente algo que, con atención enfocada, no tardó en encontrar... más piedras, redondas, de colores, esparcidas de forma metodica, pero muy sutiles como para no verlas si no era eso lo que se buscaba.
- Por el viento... todo este lugar es una gran trampa - musitó estando junto a Rose. - Cuidate de esas piedras de colores... - susurró y señaló en dirección de una, luego de otra.
El frío de la noche le había congelado los pensamientos, lo que era una fortuna... pero a cambio, le incrementaba sus ganas.
- Bien! - dijo apartando la manta para ceder el turno en la puerta y abandonarse a la libertad, al alivio, al suspiro que dejó escapar cuando por fin pudo descansar.
- Jijiji, cualquier parecido con un caballo es pura coincidencia - se burló, mientras aun el ruido del liquido al escapar entraba a explicar su frase y su risita. No era algo que pudiera evitar, pero siempre le daba algo de vergüenza.
Al terminar, como un gato, valiéndose del pie, echó tierra sobre las necesidades de ambas, hasta terminar de cubrirlas, pero entonces algo captó su atención: el brillo de una piedra diferente a las demás, mas redonda.
Acercó la vista hasta ella, curiosa, cuando ni siquiera la distancia le permitió estar segura de lo que era, estiró la mano para tocarla, pero antes de tocarla dio un brusco saltó atrás asustada. Era de color. Su mirada buscó rápidamente algo que, con atención enfocada, no tardó en encontrar... más piedras, redondas, de colores, esparcidas de forma metodica, pero muy sutiles como para no verlas si no era eso lo que se buscaba.
- Por el viento... todo este lugar es una gran trampa - musitó estando junto a Rose. - Cuidate de esas piedras de colores... - susurró y señaló en dirección de una, luego de otra.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
Rose no se había dado cuenta de éso.
Frunció el ceño al hacerlo, acuclillándose para acercarse, y a punto estuvo de desoír el consejo de Dulfary. Parecían bonitas, y sobre todo, inofensivas. Como pequeñas joyas. Había unas cuantas por ahí, por allá...
- ¿Qué son? - preguntó, curiosa. - Parecen de juguete.
Estuvo a punto de coger una de las diminutas cuentas entre los dedos, pero algo le dijo que no debía. El gesto de Dulfary, su expresión, todo. Había algo extraño en ello. Sacudió la cabeza, mirando a su alrededor.
- Deberíamos irnos - murmuró.
Frunció el ceño al hacerlo, acuclillándose para acercarse, y a punto estuvo de desoír el consejo de Dulfary. Parecían bonitas, y sobre todo, inofensivas. Como pequeñas joyas. Había unas cuantas por ahí, por allá...
- ¿Qué son? - preguntó, curiosa. - Parecen de juguete.
Estuvo a punto de coger una de las diminutas cuentas entre los dedos, pero algo le dijo que no debía. El gesto de Dulfary, su expresión, todo. Había algo extraño en ello. Sacudió la cabeza, mirando a su alrededor.
- Deberíamos irnos - murmuró.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Nieve
- ahmm... son.... nop, no son juguetes, créeme, son peligrosas - se le revolvió el estomago de solo pensar en las versiones de la pepitas que conocía, por lo que cuando Rose amagó a tocarla, tiró de su brazo para evitarlo, aunque tampoco fue necesario.
- Si... ya lo creo, deberíam... ah?? Irnos, cómo? de aquí? aquí, aquí, aquí - señaló el lugar en el que estaban paradas - o irnos de aaaaquí - abarcó toda la escena con los brazos - quiero decir, irnos? vamos a huir? - para ser alguien que había huido toda la noche anterior, parecía particularmente confundida por la propuesta.
- Si... ya lo creo, deberíam... ah?? Irnos, cómo? de aquí? aquí, aquí, aquí - señaló el lugar en el que estaban paradas - o irnos de aaaaquí - abarcó toda la escena con los brazos - quiero decir, irnos? vamos a huir? - para ser alguien que había huido toda la noche anterior, parecía particularmente confundida por la propuesta.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Nieve
¿Huir?
Rose no se lo había planteado así. Contempló a Dulfary con una mezcla de extrañeza y... Bueno, no, no se lo había planteado siquiera.
- Uhm - dudó. - ¿No sería...?
En realidad no sabía. Al principio, antes de entender a qué se refería Dulfary, pensó que estaba hablando de... adónde iban a ir. No lo sabía, así que le sorprendió - creía que era Dulfary quien conocía la ciudad. Pero luego sacudió la cabeza, no tan incrédula como... empezando a entender.
Tenía una confusión a tener en cuenta en la cabeza. Se encogió de hombros.
- No lo se - admitió. - ¿Huír? Yo no lo veo así. Nadie ha dicho que debamos quedarnos... y no quiero ponerte en peligro. Me gustaría darle las gracias por la "hospitalidad" a ésa mujer, pero...
Cerró los ojos, volviéndose hacia el cielo rojizo. Y por una vez, tuvo un arranque de su verdadero yo.
- Si quiere pelea - exclamó, con una sonrisa sardónica - Que venga ella.
Rose no se lo había planteado así. Contempló a Dulfary con una mezcla de extrañeza y... Bueno, no, no se lo había planteado siquiera.
- Uhm - dudó. - ¿No sería...?
En realidad no sabía. Al principio, antes de entender a qué se refería Dulfary, pensó que estaba hablando de... adónde iban a ir. No lo sabía, así que le sorprendió - creía que era Dulfary quien conocía la ciudad. Pero luego sacudió la cabeza, no tan incrédula como... empezando a entender.
Tenía una confusión a tener en cuenta en la cabeza. Se encogió de hombros.
- No lo se - admitió. - ¿Huír? Yo no lo veo así. Nadie ha dicho que debamos quedarnos... y no quiero ponerte en peligro. Me gustaría darle las gracias por la "hospitalidad" a ésa mujer, pero...
Cerró los ojos, volviéndose hacia el cielo rojizo. Y por una vez, tuvo un arranque de su verdadero yo.
- Si quiere pelea - exclamó, con una sonrisa sardónica - Que venga ella.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Nieve
La niña estaba confundida por cómo iban a proceder. Si Rose quería irse, no dar la cara y enfrentarse a Yshara por las repuestas de las preguntas que no se había hecho, Dul lo entendería, si quería quedarse, lo llamaría masoquismo, pero también lo entendería, pero pensó que iban a quedarse.
que su amiga le confesara que no lo sabía, solo la dejó mas perpleja. Ahora eran dos que no sabían que hacer y que si no decidían rápido se morirían de frío a la intemperie. según iba hablando, empezó a negar con la cabeza... no estaría en un riesgo mayor o diferente al que siempre estaba cuando tenía a la asesina cerca, que no debía preocuparse pero la frase inconclusa por boca de Rose, la terminó los expresivos ojos rojos de la niña diciendo ~ pero me va a saltar a cortar el cuello, si, lo entiendo ~
Solo que no fue eso lo que no dijo, lo que dijo la hizo sonreír, con orgullo, divertida, con ánimos e impulsividad. Por qué había que jugar esperando a que moviera... si había que esperar, que las buscara. Su sonrisa, infantil, se ensanchó.
- Bien!! salgamos de la ciudad en ruinas, busquemos en lo posible un lugar en las montañas y luego tratamos de llegar a mi casa en el árbol - propuso. Metió la mano en la bolsa de armas y sacó de ella se capa, se la ofreció a Rose, pero al ver la manta, la usó para cubrirse ella.
que su amiga le confesara que no lo sabía, solo la dejó mas perpleja. Ahora eran dos que no sabían que hacer y que si no decidían rápido se morirían de frío a la intemperie. según iba hablando, empezó a negar con la cabeza... no estaría en un riesgo mayor o diferente al que siempre estaba cuando tenía a la asesina cerca, que no debía preocuparse pero la frase inconclusa por boca de Rose, la terminó los expresivos ojos rojos de la niña diciendo ~ pero me va a saltar a cortar el cuello, si, lo entiendo ~
Solo que no fue eso lo que no dijo, lo que dijo la hizo sonreír, con orgullo, divertida, con ánimos e impulsividad. Por qué había que jugar esperando a que moviera... si había que esperar, que las buscara. Su sonrisa, infantil, se ensanchó.
- Bien!! salgamos de la ciudad en ruinas, busquemos en lo posible un lugar en las montañas y luego tratamos de llegar a mi casa en el árbol - propuso. Metió la mano en la bolsa de armas y sacó de ella se capa, se la ofreció a Rose, pero al ver la manta, la usó para cubrirse ella.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
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