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Encuentro de negocios.
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Re: Encuentro de negocios.
La mirada de Coral fue más que diciente. Le estaba hablando en serio cuando le dijo que se lo dejaba a ella? La miró de forma bastante pesada y despectiva. No estaba ni tibia si creía que le haría mas favores además de llevarla hasta ahí.
La sujetó de la camisa, con fuerza y firmeza y la encaminó hacia el hombre mayor, quien por fortuna si le había entendido su expresión de no entender nada.
- Buenas noches, en que le puedo colaborar? - su tono aunque era amable no se desvivía por darle una gran atención. Su mirada hacia Coral fue aun más significativa, un claro "suéltala" que la mujer no obedeció.
- Quiere una habitación - dicho eso la soltó - ahora, te lo dejo a ti - le dijo a Sophitia con el mismo tono que había usado con ella. SE dio la vuelta y se fue a sentar con unos hombres que estaban sentados en una mesa para seis. En total eran tres y, tal vez, para satisfacción de la pirata, estaba jugando Dominó.
El hombre suspiró con resignación y volvió a poner los ojos en la pirata
- Cuanto tiempo esperas quedarte y cómo y cuando vas a pagar? - dijo de nuevo con ese tono amable pero ronco - Vendrás con alguien más o solo te quedarás esta noche? - la pluma se apoyó debajo de la última línea escrita, dando por descontado que si había llegado con esa mujer, al menos esa noche se quedaría ahí, tal vez se escaparía a la madrugada y quien sabe que sería de su vida, pero al menos subiría a la habitación - La noche cuesta 4 platas, si dejas tus pertenencias y te quedas varios días seguidos serán 3 platas, incluye la cena y esta noche tenemos fricase de pollo y sidra -
A cada frase dicha dejaba tiempo a Sophitia a responder completamente antes de pronunciar la siguiente
La sujetó de la camisa, con fuerza y firmeza y la encaminó hacia el hombre mayor, quien por fortuna si le había entendido su expresión de no entender nada.
- Buenas noches, en que le puedo colaborar? - su tono aunque era amable no se desvivía por darle una gran atención. Su mirada hacia Coral fue aun más significativa, un claro "suéltala" que la mujer no obedeció.
- Quiere una habitación - dicho eso la soltó - ahora, te lo dejo a ti - le dijo a Sophitia con el mismo tono que había usado con ella. SE dio la vuelta y se fue a sentar con unos hombres que estaban sentados en una mesa para seis. En total eran tres y, tal vez, para satisfacción de la pirata, estaba jugando Dominó.
El hombre suspiró con resignación y volvió a poner los ojos en la pirata
- Cuanto tiempo esperas quedarte y cómo y cuando vas a pagar? - dijo de nuevo con ese tono amable pero ronco - Vendrás con alguien más o solo te quedarás esta noche? - la pluma se apoyó debajo de la última línea escrita, dando por descontado que si había llegado con esa mujer, al menos esa noche se quedaría ahí, tal vez se escaparía a la madrugada y quien sabe que sería de su vida, pero al menos subiría a la habitación - La noche cuesta 4 platas, si dejas tus pertenencias y te quedas varios días seguidos serán 3 platas, incluye la cena y esta noche tenemos fricase de pollo y sidra -
A cada frase dicha dejaba tiempo a Sophitia a responder completamente antes de pronunciar la siguiente
Ethel- Cantidad de envíos : 308
Re: Encuentro de negocios.
Con esa chica no se bromeaba, Sophitia estaba pensando en lo suyo tranquila y, por que no, bastante distraída, cuando sintió el tirón de la camisa. Jamas de habría imaginado que una chica tuviera tanta fuerza, ella solía jactarse de tener mas vigor que la mayoría de su tamaño, pero fue superada con creces. Trastabillo levemente mientras era arrastrada y quedo en pie una vez mas frente al viejo dueño del lugar.
Con gesto algo ofendido se arreglo la camisa, como conservando lo poco que le quedaba de amor propio. Pero no le dijo nada a la asesina, era valiente, pero no estúpida, en otro momento arreglaría sus diferencias como correspondía.
- Solo una noche, buen hombre - Dijo recuperada, había apoyado uno de los codos sobre la mesa en la que escribía y le sonreía de modo agradable - Y le pagare... - Fue recién entonces cuando vio a los jugadores de domino que estaban en la mesa cercana, eso le ahorraría muchísimos problemas, sabía jugar a ese juego tan bien como a cualquier otro que involucrara al menos un poco de azar.
- Le pagare en unas pocas horas, buen señor - afirmo con una sonrisa picara en el rostro.
Eran tres hombres, podía sacarles unas cuantas monedas a cada uno siempre y cuando las cosas que pudiera apostar les interesaran. Tanteo la daga de su padre que tenía firmemente guardada desde su encuentro con Ethel, en verdad no tenía mucho valor monetario, pero aun así, para una apuesta inicial podía servir, también podía sacar unas monedas distraídas de aquí y allí.
- Vengo sola, y me gustaría un plato de ese delicioso fricase de pollo y sidra - Saco la vista por un instante de sus futuras victimas y miro fijo al anciano- y por favor, sobre todo cerveza.
No se podía hacer nada sin una buena jarra de cerveza, y no tomaba una desde la mañana temprano, ya casi se sentía enferma.
Arreglado el asunto se dirigió con paso firme y confiado hacia la mesa donde estaba aquellos hombres y la asesina. Una buena actitud era fundamental para comenzar bien, su imagen había sido maltratada gracias a la agresiva mujer, así que tenía mucho trabajo por delante.
- Mucho gusto caballeros, ¿Les molestaría si los acompaño en unas pocas manos del juego? - Dijo mientras ponía una mano sobre la mesa.
Con gesto algo ofendido se arreglo la camisa, como conservando lo poco que le quedaba de amor propio. Pero no le dijo nada a la asesina, era valiente, pero no estúpida, en otro momento arreglaría sus diferencias como correspondía.
- Solo una noche, buen hombre - Dijo recuperada, había apoyado uno de los codos sobre la mesa en la que escribía y le sonreía de modo agradable - Y le pagare... - Fue recién entonces cuando vio a los jugadores de domino que estaban en la mesa cercana, eso le ahorraría muchísimos problemas, sabía jugar a ese juego tan bien como a cualquier otro que involucrara al menos un poco de azar.
- Le pagare en unas pocas horas, buen señor - afirmo con una sonrisa picara en el rostro.
Eran tres hombres, podía sacarles unas cuantas monedas a cada uno siempre y cuando las cosas que pudiera apostar les interesaran. Tanteo la daga de su padre que tenía firmemente guardada desde su encuentro con Ethel, en verdad no tenía mucho valor monetario, pero aun así, para una apuesta inicial podía servir, también podía sacar unas monedas distraídas de aquí y allí.
- Vengo sola, y me gustaría un plato de ese delicioso fricase de pollo y sidra - Saco la vista por un instante de sus futuras victimas y miro fijo al anciano- y por favor, sobre todo cerveza.
No se podía hacer nada sin una buena jarra de cerveza, y no tomaba una desde la mañana temprano, ya casi se sentía enferma.
Arreglado el asunto se dirigió con paso firme y confiado hacia la mesa donde estaba aquellos hombres y la asesina. Una buena actitud era fundamental para comenzar bien, su imagen había sido maltratada gracias a la agresiva mujer, así que tenía mucho trabajo por delante.
- Mucho gusto caballeros, ¿Les molestaría si los acompaño en unas pocas manos del juego? - Dijo mientras ponía una mano sobre la mesa.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Encuentro de negocios.
El encargado iba tomando atenta nota de casa que le decía la pirata, escribiendo en un pequeño cuadro justo debajo del último nombre, el cual también tenía ese tipo de explicaciones.
Una noche *
Pago - inmediato
Habitación - sencilla
Comida - cerveza en lugar d cidra
- Solo falta que me de su nombre y firme aquí - dijo en ese mismo tono de siempre y le ofreció la pluma.
Ya en la mesa, los tres hombres la miraron de arriba a bajo y antes que el primero dijera que ya estaban completos, Coral, se levantó de la mesa con una sonrisa tan encantadora que casi parecía otra persona, cediendo su puesto a Sophitia, incluso, recomendándola como una mejor compañía. Por supuesto se quedó sentada en la misma mesa, aunque en otro lugar y los miraba con expresión de niña buena, que al menos tres de los presente sabían que no era tan real.
El dominó es un juego sencillo, solo se reparten las fichas y se va haciendo el juego con base en la estrategia personal. Terminaron la partida que llevaban a cabo en ese momento y volvieron a revolver la fichas.
- Les importa que sea yo quien las mezcle? solo mirar es aburrido - dijo Coral con perturbador encanto y uno de los hombres asintió. Aun no había terminado de mezclarlas, la fichas boca abajo, por supuesto, cuando la mesera se acercó a Sophitia con un jarro de cerveza.
- Prefiere comer ahora, o un poco mas tarde? - preguntó sin dejar de mirar las fichas y los ágiles movimientos de la asesina, que empezó a repartir seis fichas a cada uno, todas bocabajo.
Esperó a que se fuera la mesera y dijo con sombría picardía
- Hagan sus apuestas -
Una noche *
Pago - inmediato
Habitación - sencilla
Comida - cerveza en lugar d cidra
- Solo falta que me de su nombre y firme aquí - dijo en ese mismo tono de siempre y le ofreció la pluma.
Ya en la mesa, los tres hombres la miraron de arriba a bajo y antes que el primero dijera que ya estaban completos, Coral, se levantó de la mesa con una sonrisa tan encantadora que casi parecía otra persona, cediendo su puesto a Sophitia, incluso, recomendándola como una mejor compañía. Por supuesto se quedó sentada en la misma mesa, aunque en otro lugar y los miraba con expresión de niña buena, que al menos tres de los presente sabían que no era tan real.
El dominó es un juego sencillo, solo se reparten las fichas y se va haciendo el juego con base en la estrategia personal. Terminaron la partida que llevaban a cabo en ese momento y volvieron a revolver la fichas.
- Les importa que sea yo quien las mezcle? solo mirar es aburrido - dijo Coral con perturbador encanto y uno de los hombres asintió. Aun no había terminado de mezclarlas, la fichas boca abajo, por supuesto, cuando la mesera se acercó a Sophitia con un jarro de cerveza.
- Prefiere comer ahora, o un poco mas tarde? - preguntó sin dejar de mirar las fichas y los ágiles movimientos de la asesina, que empezó a repartir seis fichas a cada uno, todas bocabajo.
Esperó a que se fuera la mesera y dijo con sombría picardía
- Hagan sus apuestas -
Ethel- Cantidad de envíos : 308
Re: Encuentro de negocios.
Los hombres se mostraban recelosos de aceptarla en la mesa, no era para menos, su aspecto no era el mejor ¿mujer? ¿pirata? Lo primero que cualquiera pensaría era que se trataba de una pequeña rata ladrona, y no estarían del todo equivocados, solo que era una ladrona de poca monta con aire de dueña del mundo. Su actitud solía causar tres reacciones por lo que había notado Sophitia a lo largo de su vida, o bien la subestimaban, llamaba la atención, o admiración.
En cualquier caso la pirata esperaba que fuera la primer opción, que la imagen de "Niña de 20 años que no sabe donde se mete" fuera la idea que se llevaran de ella, y el motivo era bien simple, así le resultaba mucho mas fácil ganar.
Algo que la tomo por sorpresa fue la buena predisposición de la asesina, tuvo que hacer un gran esfuerzo para no dejar caer la mandíbula, y fingir que era merecedora de las recomendaciones. La sonrisa que esgrimía casi le daba escalofríos ¿Qué sería lo que estaba pensando?
Sin duda el domino era un juego sencillo, al menos en lineas generales, pero para el que sabía jugarlo era todo un complejo sistema de números que había que tener en la cabeza todo el tiempo si quería ganar. Un total de 28 fichas, 168 puntos y unos 42 puntos repartidos entre los jugadores al comienzo de la partida mas o menos. Cada numero esta presente en 7 fichas, eso era sumamente importante, el que lo olvidaba, se podía quedar esperando una ficha que no estaba o jugar fichas incorrectas.
- Mas tarde la comida, por favor hermosa, ahora solo traerme cerveza - Dijo sin mas la pirata a la pregunta de la mesera, no fue por descortesía, sino porque estaba pensando en que estrategia iba a seguir. Que la mujer esa mezclara las piezas la llenaba aun mas de sospechas, ¿Y si aun estaba enojada por lo que había hecho y la desfavorecía en la repartición? ¿O se habría dado cuenta que no tenía ni un centavo y la ayudaría para que así pagara el lugar? Ninguna de las dos opciones le parecía muy posible.
No confiaba en que aceptaran su daga a modo de primer apuesta, tenía que conseguir algo de efectivo y urgentemente. Mientras acercaba las manos hacia sus fichas, miro con el rabillo del ojo, alguien pasaba camino a otra mesa, era en ese momento o nunca. Movió levemente el pie e hizo tropezar al distraído sujeto, e inmediatamente puso cara de sorpresa.
- !Oh! !por dios santo! Disculpe usted, déjeme ayudarlo - El hombre llevaba unas bebidas mientras caminaba, un charco enorme mojaba el piso, al señor que las llevaba e incluso un poco al jugador de la izquierda. Sophitia se ofreció a ayudarlo a secarse de modo muy amable.
Algo molesto, el sujeto la quito de encima y, fijándose que su reloj estuviera aun en su lugar, fue en busca de mas bebida. Que tontería, mira si ella robaría algo tan obvio como un reloj, eso le traería toda una serie de problemas innecesarios.
- Bueno, ahora si caballeros, lamento la demora - Dijo mientras ponía una primer moneda sobre la mesa. No recurría a esas trampas muy seguido, pero estaba segura que su compañero de la izquierda no extrañaría mucho las monedas.
En cualquier caso la pirata esperaba que fuera la primer opción, que la imagen de "Niña de 20 años que no sabe donde se mete" fuera la idea que se llevaran de ella, y el motivo era bien simple, así le resultaba mucho mas fácil ganar.
Algo que la tomo por sorpresa fue la buena predisposición de la asesina, tuvo que hacer un gran esfuerzo para no dejar caer la mandíbula, y fingir que era merecedora de las recomendaciones. La sonrisa que esgrimía casi le daba escalofríos ¿Qué sería lo que estaba pensando?
Sin duda el domino era un juego sencillo, al menos en lineas generales, pero para el que sabía jugarlo era todo un complejo sistema de números que había que tener en la cabeza todo el tiempo si quería ganar. Un total de 28 fichas, 168 puntos y unos 42 puntos repartidos entre los jugadores al comienzo de la partida mas o menos. Cada numero esta presente en 7 fichas, eso era sumamente importante, el que lo olvidaba, se podía quedar esperando una ficha que no estaba o jugar fichas incorrectas.
- Mas tarde la comida, por favor hermosa, ahora solo traerme cerveza - Dijo sin mas la pirata a la pregunta de la mesera, no fue por descortesía, sino porque estaba pensando en que estrategia iba a seguir. Que la mujer esa mezclara las piezas la llenaba aun mas de sospechas, ¿Y si aun estaba enojada por lo que había hecho y la desfavorecía en la repartición? ¿O se habría dado cuenta que no tenía ni un centavo y la ayudaría para que así pagara el lugar? Ninguna de las dos opciones le parecía muy posible.
No confiaba en que aceptaran su daga a modo de primer apuesta, tenía que conseguir algo de efectivo y urgentemente. Mientras acercaba las manos hacia sus fichas, miro con el rabillo del ojo, alguien pasaba camino a otra mesa, era en ese momento o nunca. Movió levemente el pie e hizo tropezar al distraído sujeto, e inmediatamente puso cara de sorpresa.
- !Oh! !por dios santo! Disculpe usted, déjeme ayudarlo - El hombre llevaba unas bebidas mientras caminaba, un charco enorme mojaba el piso, al señor que las llevaba e incluso un poco al jugador de la izquierda. Sophitia se ofreció a ayudarlo a secarse de modo muy amable.
Algo molesto, el sujeto la quito de encima y, fijándose que su reloj estuviera aun en su lugar, fue en busca de mas bebida. Que tontería, mira si ella robaría algo tan obvio como un reloj, eso le traería toda una serie de problemas innecesarios.
- Bueno, ahora si caballeros, lamento la demora - Dijo mientras ponía una primer moneda sobre la mesa. No recurría a esas trampas muy seguido, pero estaba segura que su compañero de la izquierda no extrañaría mucho las monedas.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Encuentro de negocios.
Era curioso, mucho. Sophitia estaba acosumbrada a tres tipos de reacciones por su actitud y físico y, se hayaba ante tres personas, lo nnecenario para que cada uno, se quedara con una: una reacción para cada hombre.
En el primero, inquietud, lo más cercano a la admiración, porque ya en el pasado había caído con alguien de caracteristicas similares y no lo haría por segunda vez, ya tenía la impresión que la muchachita era de cuidado y, sobre todo, además la había visto entrar con la asesina así que no debía ser cualquier persona, incluso le h abía cedido su lugar en la mesa.
El segundo, sonrió en su interior. Primero había creído que Coral sería una presa fácil para despojarla de su dinero, pero ahora que le había dado su lugar todo parecía aun más sencillo. En su interior, ya que en el exterior mantenía una expresión de pocos amigos que muy util le sería para el poker, estaba convencido que era una pobre diabla y que podría deshacerse de ella quedandose con su fortuna o mejor aun, usarla para limpiar los demás y también quedarse con todas las fortunas.
El tercero... el tercero, un poco mas joven que los otros dos, mantuvo su expresión petrea hasta que la camarera se marchó. Entonces le dedicó una sonrisa encantadora a Sophitia, a él, le había llamado la atención, no como curiosidad ni como victima de juego, sino como posible conquista y aun analizaba si también como la cálida compañia de varias noches... o mas.
La camarera, extrañada porque fuera otra mujer la que la llamara hermosa, dejóa la cerveza y casi de inmediato trajo otras cuatro y luego, se hizo un silencio profundo en la estancia con el accidente entre la pirata y el otro hombre, todo los presentes voltearon a mirar a Sophitia, incluso Coral dejó lo que estaba haciendo y levantó la vista extrañada, solo Sophitia y el afectado se movían en sus lugares.
- Ya lo limpio - dijo la mesera con un suspiro y con eso, todos volvieron a moverse y a sus conversaciones. Los tres ed la mesa la miraban extrañados y quien ya desconfiaba de ella lo hizo con más ahinco.
- Señores - dijo Coral con una lindo sonrisa y un tono meoldioso y agradable, mientras empezaba a distribuir las fichas boca abajo - no estamos en Rhylia y solo se trata de una expresión, acaso son tan devotos de la Dama para escandalizarse por eso? - tenía el dedo puesto sobre la primera ficha sin soltarla hasta saber ue tan grave había sido el desliz de la pirata. Y es que en un lugar donde la influencia de la religion de la Dama es tan alto, la expresión de ella, rebelandose sin querer (o tal vez queriendo) como alguien que no la seguía siendo lo mas común, traía cuando menos la curiosidad de los nativos, tan acostumbrados no solo a su religion si no a la presencia que hacían en las diferentes islas los agentes de las diversas ramas de la misma.
- Usted qué cree? - escupió el desconfiado.
- Yo creo en mi Señora, en la Dama mucho y ciegamente - se puso la mano en el corazón - y eso no me impide pasar un rato de agradable camaradería con alguien de otro enfoque religioso - Coral, a pesar de todo, no mentía sobre su creencia, solo que no hablaban de la misma Dama - sus apuestas - pidió.
De la misma forma que Sophitia, cada uno puso su moneda sobre la mesa y las fichas empezaron a rodar por la mesa bocabajo. Coral no había trucado las fichas quería ver como se defendían ante un juego imparcial.
Cada cual miró sus fichas y con base en eso, subieron la apuesta.
En el primero, inquietud, lo más cercano a la admiración, porque ya en el pasado había caído con alguien de caracteristicas similares y no lo haría por segunda vez, ya tenía la impresión que la muchachita era de cuidado y, sobre todo, además la había visto entrar con la asesina así que no debía ser cualquier persona, incluso le h abía cedido su lugar en la mesa.
El segundo, sonrió en su interior. Primero había creído que Coral sería una presa fácil para despojarla de su dinero, pero ahora que le había dado su lugar todo parecía aun más sencillo. En su interior, ya que en el exterior mantenía una expresión de pocos amigos que muy util le sería para el poker, estaba convencido que era una pobre diabla y que podría deshacerse de ella quedandose con su fortuna o mejor aun, usarla para limpiar los demás y también quedarse con todas las fortunas.
El tercero... el tercero, un poco mas joven que los otros dos, mantuvo su expresión petrea hasta que la camarera se marchó. Entonces le dedicó una sonrisa encantadora a Sophitia, a él, le había llamado la atención, no como curiosidad ni como victima de juego, sino como posible conquista y aun analizaba si también como la cálida compañia de varias noches... o mas.
La camarera, extrañada porque fuera otra mujer la que la llamara hermosa, dejóa la cerveza y casi de inmediato trajo otras cuatro y luego, se hizo un silencio profundo en la estancia con el accidente entre la pirata y el otro hombre, todo los presentes voltearon a mirar a Sophitia, incluso Coral dejó lo que estaba haciendo y levantó la vista extrañada, solo Sophitia y el afectado se movían en sus lugares.
- Ya lo limpio - dijo la mesera con un suspiro y con eso, todos volvieron a moverse y a sus conversaciones. Los tres ed la mesa la miraban extrañados y quien ya desconfiaba de ella lo hizo con más ahinco.
- Señores - dijo Coral con una lindo sonrisa y un tono meoldioso y agradable, mientras empezaba a distribuir las fichas boca abajo - no estamos en Rhylia y solo se trata de una expresión, acaso son tan devotos de la Dama para escandalizarse por eso? - tenía el dedo puesto sobre la primera ficha sin soltarla hasta saber ue tan grave había sido el desliz de la pirata. Y es que en un lugar donde la influencia de la religion de la Dama es tan alto, la expresión de ella, rebelandose sin querer (o tal vez queriendo) como alguien que no la seguía siendo lo mas común, traía cuando menos la curiosidad de los nativos, tan acostumbrados no solo a su religion si no a la presencia que hacían en las diferentes islas los agentes de las diversas ramas de la misma.
- Usted qué cree? - escupió el desconfiado.
- Yo creo en mi Señora, en la Dama mucho y ciegamente - se puso la mano en el corazón - y eso no me impide pasar un rato de agradable camaradería con alguien de otro enfoque religioso - Coral, a pesar de todo, no mentía sobre su creencia, solo que no hablaban de la misma Dama - sus apuestas - pidió.
De la misma forma que Sophitia, cada uno puso su moneda sobre la mesa y las fichas empezaron a rodar por la mesa bocabajo. Coral no había trucado las fichas quería ver como se defendían ante un juego imparcial.
Cada cual miró sus fichas y con base en eso, subieron la apuesta.
Ethel- Cantidad de envíos : 308
Re: Encuentro de negocios.
Mientras depositaba la moneda sobre la mesa miro e intento vislumbrar las capacidades de sus oponentes. Al parecer las posturas no eran parejas, cada individuo la trataba con diferentes grados de confianza, desde nula hasta máxima. Que difícil, resultaba así, tendría que pensar en formas diferentes para cada uno de los presentes, eso siempre contando que la muchacha no le causara problemas extra.
La treta de hacer tropezar al sujeto no era algo que le gustara utilizar, siempre existía la posibilidad de que te encontraran, o que una se volviera aun mas sospechosa de lo que ya era de por si. Pero no tenía muchas alternativas, prefería eso antes que pedirle algunas monedas a la asesina por ejemplo. En realidad, prefería martillase los dedos antes que pedirle un favor a esa mujer.
Agarro la cerveza de la mesa y bebió un excesivo sorbo, feliz de sentir la fría bebida bajar por su garganta, era como un jugo delicioso, como un néctar, era su modo de bajar los nervios y aclimatarse. Aunque resultaba difícil ponerse cómoda en un lugar así, y muy a su pesar ahora le debía un favor a su "compañera", quien había saltado a alivianar el ambiente.
Mientras hablaban de religión no dijo nada en lo absoluto, al ser pirata su único amor, líder y creencia era el mar, no había espacio para nadie mas. Pero no le molestaba que otros creyeran en lo que quisieran, los seguidores de la Dama eran exageradamente devotos para su gusto, pero allá ellos, ni aunque estuviera loca se le habría ocurrido decir lo que pensaba.
Una vez pasado el mal rato tomo sus fichas con esperanza de que fueran buenas, no había logrado sacar mucho, no podría perder muchas veces. La mano resulto ser neutral, interiormente soltó un suspiro al ver que la muchacha no la había desfavorecido con la repartición... Al menos por lo que lograba ver...
Aposto lo que le parecía correspondía, y comenzó a jugar las fichas con la idea firme de perder las dos primeras manos. No sería muy difícil, eran buenos jugadores dentro del promedio.
A la segunda mano comenzó a agregar actuación al asunto para darle mas realismo.
- Que mala racha - Dijo, actuando deliberadamente, consternada.
La mesa estaba ya mas relajada, había varios jarros de cerveza vacíos sobre la mesa, de vez en vez salía un pequeño chiste de por medio, no estaba siquiera cerca de tener la amabilidad y compañerismo que se acostumbraba en los bares que Sophitia visitaba, pero así era ese extraño lugar, tenia que acostumbrarse.
De vez en vez se sentía observada, no solo por los otros jugadores, sino también por la asesina, no le gustaba en lo absoluto que la mirara así, pero no tenía mucha alternativa, la ignoraba y ponía toda su atención en las fichas que tenía en frente.
La treta de hacer tropezar al sujeto no era algo que le gustara utilizar, siempre existía la posibilidad de que te encontraran, o que una se volviera aun mas sospechosa de lo que ya era de por si. Pero no tenía muchas alternativas, prefería eso antes que pedirle algunas monedas a la asesina por ejemplo. En realidad, prefería martillase los dedos antes que pedirle un favor a esa mujer.
Agarro la cerveza de la mesa y bebió un excesivo sorbo, feliz de sentir la fría bebida bajar por su garganta, era como un jugo delicioso, como un néctar, era su modo de bajar los nervios y aclimatarse. Aunque resultaba difícil ponerse cómoda en un lugar así, y muy a su pesar ahora le debía un favor a su "compañera", quien había saltado a alivianar el ambiente.
Mientras hablaban de religión no dijo nada en lo absoluto, al ser pirata su único amor, líder y creencia era el mar, no había espacio para nadie mas. Pero no le molestaba que otros creyeran en lo que quisieran, los seguidores de la Dama eran exageradamente devotos para su gusto, pero allá ellos, ni aunque estuviera loca se le habría ocurrido decir lo que pensaba.
Una vez pasado el mal rato tomo sus fichas con esperanza de que fueran buenas, no había logrado sacar mucho, no podría perder muchas veces. La mano resulto ser neutral, interiormente soltó un suspiro al ver que la muchacha no la había desfavorecido con la repartición... Al menos por lo que lograba ver...
Aposto lo que le parecía correspondía, y comenzó a jugar las fichas con la idea firme de perder las dos primeras manos. No sería muy difícil, eran buenos jugadores dentro del promedio.
A la segunda mano comenzó a agregar actuación al asunto para darle mas realismo.
- Que mala racha - Dijo, actuando deliberadamente, consternada.
La mesa estaba ya mas relajada, había varios jarros de cerveza vacíos sobre la mesa, de vez en vez salía un pequeño chiste de por medio, no estaba siquiera cerca de tener la amabilidad y compañerismo que se acostumbraba en los bares que Sophitia visitaba, pero así era ese extraño lugar, tenia que acostumbrarse.
De vez en vez se sentía observada, no solo por los otros jugadores, sino también por la asesina, no le gustaba en lo absoluto que la mirara así, pero no tenía mucha alternativa, la ignoraba y ponía toda su atención en las fichas que tenía en frente.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Encuentro de negocios.
Uno a uno los hombres fueron dejando sus fichas de dominó, siguiendo la consabida secuencia de los números, cada ficha se colocaba con una velocidad sorprendente, como si en sus cabezas la operaciones de estrategia y matemáticas fueran un juego de niños o tuvieran grandes capacidades intelectuales y profesiones relacionadas con los números y no con el mar, las cervezas y los sables.
Ellos no jugaban a perder, si no a ganar, no solo el dinero y la partida, sino conocimiento. Así aprendían los gestos y trucos de cada uno respecto a lo que Coral les entregaba al iniciar y lo que sacaban al robar fichas, tal cual como juego de poker, tal cual como un juego mas de apuestas.
A la tercera ronda, subieron la apuesta de entrada, y con una risotada del segundo hombre, la apuesta se subió considerablemente, llamando la atención no solo de los compañeros de mesa, si no de los mas cercanos que se acercaron a observar el juego.
En vista que nadie iniciaba esa nueva ronda, el más joven de los tres, que había una cara e preocupación cada vez que Sophitia perdía, como si le interesase que ella no saliera tan pronto de la mesa, puso el doble dos y entonces Coral volvió a hablar.
- Invirtamos - algo en la suavidad de su tono hizo que, al menos los hombres, no dudaran en acatar la sugerencia y el segundo puso su ficha, y el primero también.
________________________________________________________________________________________
El negocio tendría que cerrarse, con todos esa misma noche. Confiaba en que aquellos que había elegido serían de fiar, al menos dentro del contexto en que se encontraban. Confiaba en que ninguno de ellos saldría como un perro soplón a ventilar los alcances de lo que quería hacer y... bueno, el gremio de la piratería la tenía sin cuidado, sin duda entenderían lo que sería tener un rival extra en los mares. Además, dentro de su comportamiento aparentemente desleal y caótico, con los piratas sabía a qué atenerse. Las cofradías... sus victimas en un futuro muy, pero muy inmediato, era otra cuestión.
La traiciones y engaños, según como lo veía Ethel, con ellas eran a otro nivel, a un nivel mas allá de la acción, de los mares, de lo político... de momento serían sus victimas, en lo que recuperaba recursos, pero luego, serían clientes y por eso debía moverse con tanto cuidado. Además... como enemigos inmediatos, sabía que eran de cuidado, que las represalias que tomarían contra "sus" hombres no se harían esperar, traerían bajas, y si se llegaba a saber que ella estaba detrás de todo... sería muy difícil hacer lazos, por no hablar de lo mucho que peligraría, en teoría, su cabeza.
Suspiró por lo bajo. Sería divertido a demás de todo. Por ahora clavaba la vista en los ojos de su futuro nuevo recluta, con una sonrisa seductora, peligrosamente seductora.
Ellos no jugaban a perder, si no a ganar, no solo el dinero y la partida, sino conocimiento. Así aprendían los gestos y trucos de cada uno respecto a lo que Coral les entregaba al iniciar y lo que sacaban al robar fichas, tal cual como juego de poker, tal cual como un juego mas de apuestas.
A la tercera ronda, subieron la apuesta de entrada, y con una risotada del segundo hombre, la apuesta se subió considerablemente, llamando la atención no solo de los compañeros de mesa, si no de los mas cercanos que se acercaron a observar el juego.
En vista que nadie iniciaba esa nueva ronda, el más joven de los tres, que había una cara e preocupación cada vez que Sophitia perdía, como si le interesase que ella no saliera tan pronto de la mesa, puso el doble dos y entonces Coral volvió a hablar.
- Invirtamos - algo en la suavidad de su tono hizo que, al menos los hombres, no dudaran en acatar la sugerencia y el segundo puso su ficha, y el primero también.
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El negocio tendría que cerrarse, con todos esa misma noche. Confiaba en que aquellos que había elegido serían de fiar, al menos dentro del contexto en que se encontraban. Confiaba en que ninguno de ellos saldría como un perro soplón a ventilar los alcances de lo que quería hacer y... bueno, el gremio de la piratería la tenía sin cuidado, sin duda entenderían lo que sería tener un rival extra en los mares. Además, dentro de su comportamiento aparentemente desleal y caótico, con los piratas sabía a qué atenerse. Las cofradías... sus victimas en un futuro muy, pero muy inmediato, era otra cuestión.
La traiciones y engaños, según como lo veía Ethel, con ellas eran a otro nivel, a un nivel mas allá de la acción, de los mares, de lo político... de momento serían sus victimas, en lo que recuperaba recursos, pero luego, serían clientes y por eso debía moverse con tanto cuidado. Además... como enemigos inmediatos, sabía que eran de cuidado, que las represalias que tomarían contra "sus" hombres no se harían esperar, traerían bajas, y si se llegaba a saber que ella estaba detrás de todo... sería muy difícil hacer lazos, por no hablar de lo mucho que peligraría, en teoría, su cabeza.
Suspiró por lo bajo. Sería divertido a demás de todo. Por ahora clavaba la vista en los ojos de su futuro nuevo recluta, con una sonrisa seductora, peligrosamente seductora.
Ethel- Cantidad de envíos : 308
Re: Encuentro de negocios.
Off topic: me tomo el atrevimiento de robarme el npc. Y después de enterarme lo que es el dominó....
** Puso, con energía la ficha sobre la mesa y esperó a que alguien con algún dos procediera a seguir la partida, cuando la bella dama de negro dijo que invertirían el orden de la partida.
Eso, como otras cosas en la noche lo tomó por sorpresa, solo que ésta si lo descolocó ya que implicaba variar su estrategia y eso le costaría, ya que su atención se perdía de forma reiterativa en los ojos de Sophitia, en imaginarse como se vería un ropa un poco mas femenina y darse cuenta que así como estaba era perfecta.
La mujer de negro también tenía su encanto, y ese aire de peligrosidad en ella, su sonrisa condescendiente, la hacía muy interesante.
No, así era muy complicado poder jugar concentrado. Pero no se retiraría porque el juego era divertido y tal vez lograra llegar a una linda amistad con la pirata.
Desde que las vio entrar al Remanzzo supo que el amor de su vida estaba entre ellas. Las había seguido con la mirada, cada asunto ocurrido lo había registrado en su memoria por si le era de utilidad y había aguazado el oído todo lo posible para escuchar lo que conversaba con el posadero. De ahí solo había sacado que se quedaría una noche ya que la dama de negro había llegado a la mesa de ellos, como si Gran Azul hubiese escuchado sus suplicas y se dirigieran hasta ellos para no tener que parecer tan atrevido de ir hasta ellas... hasta ella.
Como regla general tenía el tratar de no mostrar el anhelo de conocerlas, o como le decía su viejo amigo del mar "no mostrar el hambre", por eso, había mostrado un recelo inicial. Claro que siendo muy técnico, no tenía "hambre" solo quería acercarse a ella, conocerla, que lo conociera, que la llama de un amor puro y duradero se encendieran en ellos. La pasión podría esperar, según las circunstancias, 10 años o 2 horas
Esperaba verdad que las dos partidas que había perdido solo fueran para sacar ventaja, no quería ella se sintiera mal por una al noche de juego. Solo para estar seguro ahora, que todo saldría bien para ella, y por tanto para él, al pasar la primera ronda según sus cálculos mentales ella debería tener un déficit de las fichas con....
- Primor! - llamó a la camarera - Más cerveza por favor! - a pesar de lo alto que lo dijo para que la aludida lo escuchara por encima del barullo que hacían aquellos que se habían empezado a arremolinar a la mesa de juego, no fue displicente, sino casi un caballero.
Cerveza, eso había sido un detalle, el detalle, que lo hizo decidirse hacia Sophitia y no hacía Coral, era encantadora, sin duda. Por supuesto que si la bella dama de negro quería unirse a su tórrido romance y la que llamaría en lo siguiente Su Pirata lo admitía, él sería el hombre mas feliz del mundo.
Sus compañeros de mesa lo miraban fijamente, miraban la mano, con el puño cerrado, en donde tenía la ficha que estaba apunto de poner y pospuso por pedir licor.
- Mil perdones caballeros, señorita - su sonrisa picara y agraciada se dirigió a ella, dejando sobre la mesa una ficha que, según sus cálculos mentales, debía serle de utilidad a ella. Si lograban trabajar en equipo para sacar a los otros dos la partida, sería un asunto de los dos que resolverían de alguna forma... aunque en la mesa, trataría de ganar él.
Le gustaba la muchacha, pero eran dos asuntos diferentes. **
** Puso, con energía la ficha sobre la mesa y esperó a que alguien con algún dos procediera a seguir la partida, cuando la bella dama de negro dijo que invertirían el orden de la partida.
Eso, como otras cosas en la noche lo tomó por sorpresa, solo que ésta si lo descolocó ya que implicaba variar su estrategia y eso le costaría, ya que su atención se perdía de forma reiterativa en los ojos de Sophitia, en imaginarse como se vería un ropa un poco mas femenina y darse cuenta que así como estaba era perfecta.
La mujer de negro también tenía su encanto, y ese aire de peligrosidad en ella, su sonrisa condescendiente, la hacía muy interesante.
No, así era muy complicado poder jugar concentrado. Pero no se retiraría porque el juego era divertido y tal vez lograra llegar a una linda amistad con la pirata.
Desde que las vio entrar al Remanzzo supo que el amor de su vida estaba entre ellas. Las había seguido con la mirada, cada asunto ocurrido lo había registrado en su memoria por si le era de utilidad y había aguazado el oído todo lo posible para escuchar lo que conversaba con el posadero. De ahí solo había sacado que se quedaría una noche ya que la dama de negro había llegado a la mesa de ellos, como si Gran Azul hubiese escuchado sus suplicas y se dirigieran hasta ellos para no tener que parecer tan atrevido de ir hasta ellas... hasta ella.
Como regla general tenía el tratar de no mostrar el anhelo de conocerlas, o como le decía su viejo amigo del mar "no mostrar el hambre", por eso, había mostrado un recelo inicial. Claro que siendo muy técnico, no tenía "hambre" solo quería acercarse a ella, conocerla, que lo conociera, que la llama de un amor puro y duradero se encendieran en ellos. La pasión podría esperar, según las circunstancias, 10 años o 2 horas
Esperaba verdad que las dos partidas que había perdido solo fueran para sacar ventaja, no quería ella se sintiera mal por una al noche de juego. Solo para estar seguro ahora, que todo saldría bien para ella, y por tanto para él, al pasar la primera ronda según sus cálculos mentales ella debería tener un déficit de las fichas con....
- Primor! - llamó a la camarera - Más cerveza por favor! - a pesar de lo alto que lo dijo para que la aludida lo escuchara por encima del barullo que hacían aquellos que se habían empezado a arremolinar a la mesa de juego, no fue displicente, sino casi un caballero.
Cerveza, eso había sido un detalle, el detalle, que lo hizo decidirse hacia Sophitia y no hacía Coral, era encantadora, sin duda. Por supuesto que si la bella dama de negro quería unirse a su tórrido romance y la que llamaría en lo siguiente Su Pirata lo admitía, él sería el hombre mas feliz del mundo.
Sus compañeros de mesa lo miraban fijamente, miraban la mano, con el puño cerrado, en donde tenía la ficha que estaba apunto de poner y pospuso por pedir licor.
- Mil perdones caballeros, señorita - su sonrisa picara y agraciada se dirigió a ella, dejando sobre la mesa una ficha que, según sus cálculos mentales, debía serle de utilidad a ella. Si lograban trabajar en equipo para sacar a los otros dos la partida, sería un asunto de los dos que resolverían de alguna forma... aunque en la mesa, trataría de ganar él.
Le gustaba la muchacha, pero eran dos asuntos diferentes. **
Rogelio Bonifante- Cantidad de envíos : 45
Re: Encuentro de negocios.
Los momentos del juego en el cual debía perder ya estaba por acabar, no era su parte favorita del mismo, por cierto, pero era necesaria de vez en vez, nadie quería seguir jugando contra alguien que ganaba siempre. Sus tres contrincantes no daban el brazo a torcer, jugaban todos demasiado bien para su gusto, y también estaban demasiado sobrios.
Todas eran miradas recelosas, todas eran miradas de absoluta desconfianza... Menos por una, desde hacia ya un buen tiempo, si no es que era desde el principio del juego, uno de los hombres la miraba, pero no exactamente con suspicacia... Sino mas bien, con algo de ¿gusto?
Hay que decir la verdad de la situación, no se mostraba desesperado ni mucho menos, mas bien como el que saborea con cuidado, como el que sabe que tiene todo el tiempo del mundo para degustar el plato que tiene en frente.
Curiosa por la actitud que demostraba el sujeto, de vez en vez levantaba la vista del juego para verlo. Era de contextura física fuerte, aunque no demasiado, su rostro parecía tallado por un cincel, eran duros y masculinos, una interesante cicatriz cruzaba su ojo izquierdo, y una piel tostada le decían que era un hombre de mar. Su ropa estaba extremadamente prolija, y su pelo bien atado en una coleta.
Sin duda estaba mucho mas prolijo que la misma Sophitia, con su abundante cabellera atada, su ropa algo gastada, y sus botas de toda la vida. La pelea contra Ethel la habían dejado algo des prolija, pero lo que tenía la pirata de interesante no era se modo de vestir, sino su actitud rebelde y sobre todo, una mirada de fuego. Cuando fijaba la vista con seriedad, un caballo indomable se podía ver claramente, un salvajismo imposible de domar.
Por suerte, la mayoría de las veces no era esto lo que se veía, sino una cálida sonrisa, no le gustaba enojarse, ni estar seria a menos que fuera muy necesario. Tampoco le gustaba distraerse de sus objetivos, así que dejo al sujeto ese en paz y siguió con lo suyo.
Mas cerveza a la mesa, ese si que era un buen gesto, y el idioma que Sophitia mejor manejaba. No importaba mucho lo que pretendiera, si era con una cerveza de por medio, ya tenia una parte ganada. Y hablando de ganar, precisamente eso iba a hacer gracias a la ficha que había puesto sobre la mesa, no lo miro para no levantar sospechas de ningún tipo, pero le acababa de dejar la mano servida en bandeja, y ella no dudo en tomarla.
- Eha! Por fin algo de suerte! - Dijo sonriendo mientras cerraba la ronda. La mecerá volvió con los tragos y apenas si la pirata dejo que tocara la mesa, la jarra ya estaba yendo a su boca, quedaban pocas manos, y aun estaba muy lejos de salir de la sobriedad.
No creía que la ayuda recibida fuera casualidad, si quería una alianza, estaba completamente de acuerdo, de dos iba a ser mas fácil. Luego ya verían como resolver sus diferencias. Por lo demás, una bonita cantidad de monedas eran suyas ahora, no tanto como las manos anteriores, pero no era tan codiciosa. Cruzo las piernas y estiro un poco el cuerpo algo agarrotado por la tensión, termino el jarro de cerveza y ya estaba lista para la siguiente ronda.
Todas eran miradas recelosas, todas eran miradas de absoluta desconfianza... Menos por una, desde hacia ya un buen tiempo, si no es que era desde el principio del juego, uno de los hombres la miraba, pero no exactamente con suspicacia... Sino mas bien, con algo de ¿gusto?
Hay que decir la verdad de la situación, no se mostraba desesperado ni mucho menos, mas bien como el que saborea con cuidado, como el que sabe que tiene todo el tiempo del mundo para degustar el plato que tiene en frente.
Curiosa por la actitud que demostraba el sujeto, de vez en vez levantaba la vista del juego para verlo. Era de contextura física fuerte, aunque no demasiado, su rostro parecía tallado por un cincel, eran duros y masculinos, una interesante cicatriz cruzaba su ojo izquierdo, y una piel tostada le decían que era un hombre de mar. Su ropa estaba extremadamente prolija, y su pelo bien atado en una coleta.
Sin duda estaba mucho mas prolijo que la misma Sophitia, con su abundante cabellera atada, su ropa algo gastada, y sus botas de toda la vida. La pelea contra Ethel la habían dejado algo des prolija, pero lo que tenía la pirata de interesante no era se modo de vestir, sino su actitud rebelde y sobre todo, una mirada de fuego. Cuando fijaba la vista con seriedad, un caballo indomable se podía ver claramente, un salvajismo imposible de domar.
Por suerte, la mayoría de las veces no era esto lo que se veía, sino una cálida sonrisa, no le gustaba enojarse, ni estar seria a menos que fuera muy necesario. Tampoco le gustaba distraerse de sus objetivos, así que dejo al sujeto ese en paz y siguió con lo suyo.
Mas cerveza a la mesa, ese si que era un buen gesto, y el idioma que Sophitia mejor manejaba. No importaba mucho lo que pretendiera, si era con una cerveza de por medio, ya tenia una parte ganada. Y hablando de ganar, precisamente eso iba a hacer gracias a la ficha que había puesto sobre la mesa, no lo miro para no levantar sospechas de ningún tipo, pero le acababa de dejar la mano servida en bandeja, y ella no dudo en tomarla.
- Eha! Por fin algo de suerte! - Dijo sonriendo mientras cerraba la ronda. La mecerá volvió con los tragos y apenas si la pirata dejo que tocara la mesa, la jarra ya estaba yendo a su boca, quedaban pocas manos, y aun estaba muy lejos de salir de la sobriedad.
No creía que la ayuda recibida fuera casualidad, si quería una alianza, estaba completamente de acuerdo, de dos iba a ser mas fácil. Luego ya verían como resolver sus diferencias. Por lo demás, una bonita cantidad de monedas eran suyas ahora, no tanto como las manos anteriores, pero no era tan codiciosa. Cruzo las piernas y estiro un poco el cuerpo algo agarrotado por la tensión, termino el jarro de cerveza y ya estaba lista para la siguiente ronda.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Encuentro de negocios.
El dedo de la asesina se pasaba de forma distraída sobre el reborde de la jarra de cerveza. Miraba las fichas, que una a una iban haciendo un camino de puntos que seguían una secuencia, pero su atención estaba en otro lugar. Lo de apostar la parecía divertido, el juego estaba de lo más entretenido, pero ella se aburría horrores.
Era cierto que estaba obteniendo muca información, pero, se aburría.
Por su lado, los otros dos hombres igual haciendo sus jugadas, llevaban los números en la mente y con base en esto hacían su jugada, como era de esperarse. Sin embargo sus monedas empezaban a escasear y sus jugadas empezaron a ser mas arriesgadas hasta que la rondo terminó.
Coral sonrió con malicia, le gustaba eso de trabajar en equipo aunque no era lo que tenía en mente. Con el triunfo de la pirata, las apuestas ahora variaban. Volteó las fichar y empezó a mezclarlas y como en las tandas anteriores entregó seis a cada uno aguardando la nueva apuesta.
Cuando el segundo hombre puso sus monedas, el primero tuvo que esperar un momento. mirando el valor, mirando sus fichas, tanteando lo que le quedaba de dinero. Tendría que recurrir a su bolsa de emergencia, así que se llevó la mano al bolsillo, lo palpó extrañado y extrajo todo lo que tenía en él, contó las monedas y su mirada se volvió iracunda. Le faltaba dinero, exactamente...
Puso los ojos en Sophitia.
- Pequeña rata.... - fue todo lo dijo mientras se levantaba de la mesa mal humorado, pero no precisamente con intención de irse, indignado, sino claramente hostil a agredir a la pirata por su osadía.
Era cierto que estaba obteniendo muca información, pero, se aburría.
Por su lado, los otros dos hombres igual haciendo sus jugadas, llevaban los números en la mente y con base en esto hacían su jugada, como era de esperarse. Sin embargo sus monedas empezaban a escasear y sus jugadas empezaron a ser mas arriesgadas hasta que la rondo terminó.
Coral sonrió con malicia, le gustaba eso de trabajar en equipo aunque no era lo que tenía en mente. Con el triunfo de la pirata, las apuestas ahora variaban. Volteó las fichar y empezó a mezclarlas y como en las tandas anteriores entregó seis a cada uno aguardando la nueva apuesta.
Cuando el segundo hombre puso sus monedas, el primero tuvo que esperar un momento. mirando el valor, mirando sus fichas, tanteando lo que le quedaba de dinero. Tendría que recurrir a su bolsa de emergencia, así que se llevó la mano al bolsillo, lo palpó extrañado y extrajo todo lo que tenía en él, contó las monedas y su mirada se volvió iracunda. Le faltaba dinero, exactamente...
Puso los ojos en Sophitia.
- Pequeña rata.... - fue todo lo dijo mientras se levantaba de la mesa mal humorado, pero no precisamente con intención de irse, indignado, sino claramente hostil a agredir a la pirata por su osadía.
Ethel- Cantidad de envíos : 308
Re: Encuentro de negocios.
** Algo de suerte. Era muy linda. Sin duda la mejor opción para darle su corazón. Ahora solo quedaba que hicieran equipo de forma muy coordinada y entonces la fortuna que recojieran de los otros dos sería de ellos y la gastarían de forma apropiada y ecuanime: bebiendo cerveza! y por supuesto amandose bajo las palmeras de la paradisiaca isla y...
Y luego tomaría su barco, haría sus negocios y regresaría de cuando en vez a los brazos de la muchacha donde siempre estaría su corazón y...
- Qué sucede compañero? - preguntó sorprendido por el comentario del hombre a su lado, siguiendo rápidamente la mirada de este hasta Sophitia y de regreso hasta él. No se movió de su lugar, por supuesto, pero esta tenso, la misma tensión que solía sentir justo antes que se iniciara una pelea.
Una pelea entre la asesina y la muchacha sería a la mar de interesante, con pequeños trajes que aun dejaron un poco, poquito, a la imagianción, con lodo y... pero entre su compañero de mesa y ella, era otro asunto. Tal vez ella no se dejaría en lo más minimo, le diera pelea y hasta le ganara, pero no dejaba de ser algo preocupante para un caballero como él.
Nunca le había gustado pelear, pero si debia darle una mano a la dama, no habría mas opción.
- Ganó limpiamente - con su ayuda, tal vez, pero limipamente - hay que saber perder - sonrió despectivamente y ahora el hombre lo miraba con odio a él. **
Y luego tomaría su barco, haría sus negocios y regresaría de cuando en vez a los brazos de la muchacha donde siempre estaría su corazón y...
- Qué sucede compañero? - preguntó sorprendido por el comentario del hombre a su lado, siguiendo rápidamente la mirada de este hasta Sophitia y de regreso hasta él. No se movió de su lugar, por supuesto, pero esta tenso, la misma tensión que solía sentir justo antes que se iniciara una pelea.
Una pelea entre la asesina y la muchacha sería a la mar de interesante, con pequeños trajes que aun dejaron un poco, poquito, a la imagianción, con lodo y... pero entre su compañero de mesa y ella, era otro asunto. Tal vez ella no se dejaría en lo más minimo, le diera pelea y hasta le ganara, pero no dejaba de ser algo preocupante para un caballero como él.
Nunca le había gustado pelear, pero si debia darle una mano a la dama, no habría mas opción.
- Ganó limpiamente - con su ayuda, tal vez, pero limipamente - hay que saber perder - sonrió despectivamente y ahora el hombre lo miraba con odio a él. **
Rogelio Bonifante- Cantidad de envíos : 45
Re: Encuentro de negocios.
Precisamente estaba terminando de estirarse, miro que ya no quedaba mas cerveza y frunció el ceño molesta, ¿Acaso olvidó que fue ella quien se lo había tomado? Detalles, la cuestión es que no había nada mas triste que una jarra vacía. Le hizo una seña a la mecerá para que trajera mas y volvió su atención al juego.
Estaba ordenando las monedas que había ganado cuando vio al sujeto de la izquierda llevar la mano a la bolsa. No cualquier bolsa, recordaba bien lo que ya no tenía esa en especial. Reprimió la cara de sorpresa con total naturalidad, en el fondo aun tenía esperanza de que no se diera cuenta de quien había sido. Pero el sujeto no era un bebe de pecho, sabía bien como eran las cosas en esos lugares...
- Bueno, bueno, cuida tu lengua, que estas frente a una dama - Dijo Sophitia señalando con la cabeza a la asesina. No se había levantado de la silla aun, y tenia los brazos tras la cabeza como quien esta hablando con un amigo sobre lo bonito que esta el día.
El hombre que la había ayudado intentaba una vez mas hacerlo, y calmar las turbulentas aguas un poco. Una vez que la pirata no buscaba pelear, quería pasar una noche tranquila, con alcohol, apuestas y buenas comida, ¿qué culpa tenía ella de no tener ni un centavo? La asesina no pensaría bien de ella si se ponía a hacer escándalos a cada lugar que iba, ¿O tal vez si? En cualquier caso, no tenía opción, el sujeto no se iba a calmar así como así, había que calmarlo a la fuerza.
La mecerá, ajena a todo lo que pasaba, se acercaba con las cervezas que le había pedido minutos antes. El hombre miraba en ese instante a otro lado, que buena oportunidad...
- Toma, bebete algo para calmarte - Dijo la pirata mientras desde la silla pateaba la bandeja, haciendo que se derramaran todos los jarros encima al enojado sujeto.
Luego se levanto y agarrando la bandeja donde antes estaban las bebidas le dio un golpe al parecer muy doloroso en medio de la cabeza. Sophitia sonreía, satisfecha de su trabajo, miro de reojo a la asesina, en un intento por ver qué opinaba de la situación, al fin y al cabo, no quería quedarse sin trabajo.
- Bueno - Dijo tirando la bandeja a un costado - ¿Alguno mas?
Estaba ordenando las monedas que había ganado cuando vio al sujeto de la izquierda llevar la mano a la bolsa. No cualquier bolsa, recordaba bien lo que ya no tenía esa en especial. Reprimió la cara de sorpresa con total naturalidad, en el fondo aun tenía esperanza de que no se diera cuenta de quien había sido. Pero el sujeto no era un bebe de pecho, sabía bien como eran las cosas en esos lugares...
- Bueno, bueno, cuida tu lengua, que estas frente a una dama - Dijo Sophitia señalando con la cabeza a la asesina. No se había levantado de la silla aun, y tenia los brazos tras la cabeza como quien esta hablando con un amigo sobre lo bonito que esta el día.
El hombre que la había ayudado intentaba una vez mas hacerlo, y calmar las turbulentas aguas un poco. Una vez que la pirata no buscaba pelear, quería pasar una noche tranquila, con alcohol, apuestas y buenas comida, ¿qué culpa tenía ella de no tener ni un centavo? La asesina no pensaría bien de ella si se ponía a hacer escándalos a cada lugar que iba, ¿O tal vez si? En cualquier caso, no tenía opción, el sujeto no se iba a calmar así como así, había que calmarlo a la fuerza.
La mecerá, ajena a todo lo que pasaba, se acercaba con las cervezas que le había pedido minutos antes. El hombre miraba en ese instante a otro lado, que buena oportunidad...
- Toma, bebete algo para calmarte - Dijo la pirata mientras desde la silla pateaba la bandeja, haciendo que se derramaran todos los jarros encima al enojado sujeto.
Luego se levanto y agarrando la bandeja donde antes estaban las bebidas le dio un golpe al parecer muy doloroso en medio de la cabeza. Sophitia sonreía, satisfecha de su trabajo, miro de reojo a la asesina, en un intento por ver qué opinaba de la situación, al fin y al cabo, no quería quedarse sin trabajo.
- Bueno - Dijo tirando la bandeja a un costado - ¿Alguno mas?
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Encuentro de negocios.
- Dama?? cual dama?? - gruñó el sujeto, después de mirar a Sophitia de arriba a bajo y luego puso la vista en Coral, quien enarcó una ceja - esta tampoco clasifica para dama - la asesina pareció contrariarse por un momento, por lo que tardó en reaccionar al respecto.
No le molestaba en lo mas mínimo que insinuara que no era una dama, de hecho captó la ironía del comentario de la pirata al respecto por eso fue que enarcó la ceja, pero no contaba con que el otro se lo dijera así de frente. Por eso era que no le gustaban las situaciones sociales, para ella era mejor irse por las sombras, detectar en donde estaba el riñón o el hígado de la persona, cortarlo, clavarle el puñal en varios puntos luego y retirarse sin tener que interactuar.
- Ya verás cómo trato a las ladronas como tú - no logró moverse siquiera, cuando ya la bandeja volaba por los aires y luego contra su cabeza. Coral se levantó en ese momento y una mano se posó en su hombro.
No era nadie de la mesa, así que le pareció un poco fuera de lugar. Era una persona despiadada pero con un código de conducta "Made in Ethel" lo que hacía que para ella, la pelea que se estaba empezando a gestar, fuera toda una novedad. No era la primera vez que estaba en una, pero por lo general se quedaba en su rincón donde pudiera observar y aprender, nunca participaba, era absurdo hacerlo, pero esta vez... la iban a agredir a traición.
Se giró rápidamente tomando por el brazo al hombre, que le sacaba al menos una cabeza de ventaja, lo golpeó en el pecho, le hizo una llave bastante curiosa con la que él se fue quejando hasta que su cara se estampilló violentamente contra la mesa de madera haciéndola tambalear y desestabilizar (la mesa). El brazo del hombretón estaba torcido de tal forma que la muñeca le llegaba hasta la coronilla mientras el resto de la extremidad ascendía desde más abajo de su cintura en una posición casi imposible.
Cuando la asesina llevó, por costumbre, la mano a donde estaba la daga que ocultaba el hombre, todos a su alrededor dieron un prudente paso atrás, pero cada quien con su propio contrincante en la pelea. Se detuvo a tiempo, azorada por lo que casi hace, empeorar el ambiente de la pelea. Había hábitos que eran más fuertes que el sentido común. Dejó la daga donde estaba y más bien le agarró las pelotas al hombre que aulló otro poco de dolor, aun por encima del bullicio que se hacía en el lugar, esperando a que se desmayara por el dolor.
Estaba convencida que de haber sacado la daga, la pelea ahora estaría a otro nivel y no solo a base de golpes físicos.
Alrededor de la mesa, ahora todo era gran batalla. La camarera se tuvo que tirar al suelo y salir de la zona a gatas, eludiendo piernas, pies, patadas, personas que caían y se volvían a levantar. Pronto, esa apacible habitación de comensales se volvió una arena digna de un emperador, sin aliados, sin amigos, todos contra todos, sin importar tamaño, vestimenta o género.
No le molestaba en lo mas mínimo que insinuara que no era una dama, de hecho captó la ironía del comentario de la pirata al respecto por eso fue que enarcó la ceja, pero no contaba con que el otro se lo dijera así de frente. Por eso era que no le gustaban las situaciones sociales, para ella era mejor irse por las sombras, detectar en donde estaba el riñón o el hígado de la persona, cortarlo, clavarle el puñal en varios puntos luego y retirarse sin tener que interactuar.
- Ya verás cómo trato a las ladronas como tú - no logró moverse siquiera, cuando ya la bandeja volaba por los aires y luego contra su cabeza. Coral se levantó en ese momento y una mano se posó en su hombro.
No era nadie de la mesa, así que le pareció un poco fuera de lugar. Era una persona despiadada pero con un código de conducta "Made in Ethel" lo que hacía que para ella, la pelea que se estaba empezando a gestar, fuera toda una novedad. No era la primera vez que estaba en una, pero por lo general se quedaba en su rincón donde pudiera observar y aprender, nunca participaba, era absurdo hacerlo, pero esta vez... la iban a agredir a traición.
Se giró rápidamente tomando por el brazo al hombre, que le sacaba al menos una cabeza de ventaja, lo golpeó en el pecho, le hizo una llave bastante curiosa con la que él se fue quejando hasta que su cara se estampilló violentamente contra la mesa de madera haciéndola tambalear y desestabilizar (la mesa). El brazo del hombretón estaba torcido de tal forma que la muñeca le llegaba hasta la coronilla mientras el resto de la extremidad ascendía desde más abajo de su cintura en una posición casi imposible.
Cuando la asesina llevó, por costumbre, la mano a donde estaba la daga que ocultaba el hombre, todos a su alrededor dieron un prudente paso atrás, pero cada quien con su propio contrincante en la pelea. Se detuvo a tiempo, azorada por lo que casi hace, empeorar el ambiente de la pelea. Había hábitos que eran más fuertes que el sentido común. Dejó la daga donde estaba y más bien le agarró las pelotas al hombre que aulló otro poco de dolor, aun por encima del bullicio que se hacía en el lugar, esperando a que se desmayara por el dolor.
Estaba convencida que de haber sacado la daga, la pelea ahora estaría a otro nivel y no solo a base de golpes físicos.
Alrededor de la mesa, ahora todo era gran batalla. La camarera se tuvo que tirar al suelo y salir de la zona a gatas, eludiendo piernas, pies, patadas, personas que caían y se volvían a levantar. Pronto, esa apacible habitación de comensales se volvió una arena digna de un emperador, sin aliados, sin amigos, todos contra todos, sin importar tamaño, vestimenta o género.
Ethel- Cantidad de envíos : 308
Re: Encuentro de negocios.
**Por qué tenían que pelear? Mejor aun, por qué no dejaban la pelea solo entre el compadre golpeado con la bandeja y la hermosa dama?
No, tenían que unirse todos a una trifulca que no era la suya, golpeando a los que estaban a su lado y que como ellos no tenían ningún tipo de vela en ese entierro. No apoyaban a ninguno y ni siquiera eran parte de la mesa de dominó. Cuanto arrojo, cuanta valentía, sería así para todo?, esperaba que si y si no, él estaría más que dispuesto a enseñarle algunos trucos. Porque después de lo que había hecho Coral, prefería no arriesgar su integridad al tratar de seducirla… aunque bien valía la pena.
Como fuera, ahí estaba él, apoyando al que sería sin duda su nuevo amor, deteniendo el puño de su tercer compañero de juego, sujetándolo por la muñeca con fuerza en lo que desviaba la trayectoria del golpe con todo y brazo, para darle Rogelio el golpe en la quijada, esperando que con eso saliera de la pelea, pero no fue así.
El hombre dio dos pasos atrás, tropezando con otro, que a su vez le daba la espalda mientras golpeaba a un cuarto, y que de inmediato giró y lo golpeó esperando que se diera la vuelta y peleara con él. Pero esto tampoco fue así, si no que le regresó el golpe a Rogelio quien se echó hacia atrás, pero uno más lo tomó por los brazos para que un sexto le diera un golpe que a él si lo envió al piso.
No perdió mucho tiempo en pararse y golpeó a otra persona, de esas que no tenían nada que ver con la mesa de juego pero que ahora era un potencial peligro para él mismo solo porque... si. **
No, tenían que unirse todos a una trifulca que no era la suya, golpeando a los que estaban a su lado y que como ellos no tenían ningún tipo de vela en ese entierro. No apoyaban a ninguno y ni siquiera eran parte de la mesa de dominó. Cuanto arrojo, cuanta valentía, sería así para todo?, esperaba que si y si no, él estaría más que dispuesto a enseñarle algunos trucos. Porque después de lo que había hecho Coral, prefería no arriesgar su integridad al tratar de seducirla… aunque bien valía la pena.
Como fuera, ahí estaba él, apoyando al que sería sin duda su nuevo amor, deteniendo el puño de su tercer compañero de juego, sujetándolo por la muñeca con fuerza en lo que desviaba la trayectoria del golpe con todo y brazo, para darle Rogelio el golpe en la quijada, esperando que con eso saliera de la pelea, pero no fue así.
El hombre dio dos pasos atrás, tropezando con otro, que a su vez le daba la espalda mientras golpeaba a un cuarto, y que de inmediato giró y lo golpeó esperando que se diera la vuelta y peleara con él. Pero esto tampoco fue así, si no que le regresó el golpe a Rogelio quien se echó hacia atrás, pero uno más lo tomó por los brazos para que un sexto le diera un golpe que a él si lo envió al piso.
No perdió mucho tiempo en pararse y golpeó a otra persona, de esas que no tenían nada que ver con la mesa de juego pero que ahora era un potencial peligro para él mismo solo porque... si. **
Rogelio Bonifante- Cantidad de envíos : 45
Re: Encuentro de negocios.
Sin duda, varios iban a querer mas, en realidad, nadie quería irse esa noche sin decir al menos un par de palabras, ¿O serian golpes? Sophitia no pudo evitar esbozar una sonrisa burlona al ver el caos en que se había convertido el lugar de un momento a otro. A su modo de ver las cosas, una buena noche de taberna no era tal sino la coronabas con una buena pelea ¡era lo mejor para la salud! Luego de dar varios golpes tus problemas ya no parecían tan graves.
De un segundo al otro todos estaban incluidos en la pequeña trifulca, eso le daba una ventaja a la pirata, y era el poder escapar en la confusión si las cosas se complicaban demasiado. Sus pensamientos de huida fueron interrumpidas por un sujeto, y estaba bien dicho porque era la primera vez que lo veía, que quiso agarrarla rodeandole el cuello con el brazo, era mas alto y fuerte que ella, no tenía muchas opciones. Le mordió el brazo con todas sus fuerzas, casi parecía que iba a quitarle un trozo, a lo que el individuo la lanzo con una importante bofetada lejos de su persona.
Sophitia callo al piso producto del golpe, pero en seguida se levanto con una marca colorada en el cachete.
- Para ser tan grande, golpeas como niña - Dijo riéndose, su contrincante, enojado, se lanzó al ataque sin pensar mucho el modo, corriendo como un toro idiota. La pirata lo espero en el lugar, y el resto fue tan simple como agacharse en el momento adecuado, quedar bajo el sujeto y luego levantarse apenas. Perdió el equilibrio y callo al suelo, donde una importante patada en la cabeza propinado por la muchacha lo dejo sin ganas de nada mas.
Apenas y si lograba ver lo que sucedía a su al rededor, no solo por que el lugar entero era un sin fin de peleas, sino porque el ansia de pelear la había absorbido, y las cosas se ponían algo borrosas cuando se dejaba llevar. Vio la increíble toma que hizo la asesina, pero ella no tenía tantos problemas, casi todo el bar le tenía miedo, así era mas fácil.
Tomo la pata de la mesa y se volteo para ver a quien mas golpearía. Vio a dos que estaban trabajando en equipo, uno sujetaba a un pobre sujeto mientras el otro lo golpeaba. En las reglas mentales de Sophitia eso era trampa... Era trampa siempre y cuando no fuera ella la que lo estuviera haciendo, así que se dispuso a acabar con esa injusticia dándole un golpe al primero en la cabeza y al segundo en el estomago. Luego de eso miro al que habían estado pegando, resulto ser el compañero de mesa que la ayudo a ganar la ultima jugada en el domino, bueno, con eso estaba a mano.
Se dio la vuelta y comenzó a avanzar hacia donde estaba la ayudante de Ethel a costa de puros empujones, golpes al aire y esquivar al mismo tiempo. Quito a algunos sujetos mas que estaban cerca y quedo por fin frente a la muchacha.
- No creo que... - Alguien callo muy cerca de donde estaba la pirata, lo cual interrumpió su discurso, lo pateo a un lado y siguió - ... que podamos dormir aquí después de todo - Por encima del barullo le costaba hablar, pero necesitaba saber qué quería hacer la otra chica antes de continuar.
De un segundo al otro todos estaban incluidos en la pequeña trifulca, eso le daba una ventaja a la pirata, y era el poder escapar en la confusión si las cosas se complicaban demasiado. Sus pensamientos de huida fueron interrumpidas por un sujeto, y estaba bien dicho porque era la primera vez que lo veía, que quiso agarrarla rodeandole el cuello con el brazo, era mas alto y fuerte que ella, no tenía muchas opciones. Le mordió el brazo con todas sus fuerzas, casi parecía que iba a quitarle un trozo, a lo que el individuo la lanzo con una importante bofetada lejos de su persona.
Sophitia callo al piso producto del golpe, pero en seguida se levanto con una marca colorada en el cachete.
- Para ser tan grande, golpeas como niña - Dijo riéndose, su contrincante, enojado, se lanzó al ataque sin pensar mucho el modo, corriendo como un toro idiota. La pirata lo espero en el lugar, y el resto fue tan simple como agacharse en el momento adecuado, quedar bajo el sujeto y luego levantarse apenas. Perdió el equilibrio y callo al suelo, donde una importante patada en la cabeza propinado por la muchacha lo dejo sin ganas de nada mas.
Apenas y si lograba ver lo que sucedía a su al rededor, no solo por que el lugar entero era un sin fin de peleas, sino porque el ansia de pelear la había absorbido, y las cosas se ponían algo borrosas cuando se dejaba llevar. Vio la increíble toma que hizo la asesina, pero ella no tenía tantos problemas, casi todo el bar le tenía miedo, así era mas fácil.
Tomo la pata de la mesa y se volteo para ver a quien mas golpearía. Vio a dos que estaban trabajando en equipo, uno sujetaba a un pobre sujeto mientras el otro lo golpeaba. En las reglas mentales de Sophitia eso era trampa... Era trampa siempre y cuando no fuera ella la que lo estuviera haciendo, así que se dispuso a acabar con esa injusticia dándole un golpe al primero en la cabeza y al segundo en el estomago. Luego de eso miro al que habían estado pegando, resulto ser el compañero de mesa que la ayudo a ganar la ultima jugada en el domino, bueno, con eso estaba a mano.
Se dio la vuelta y comenzó a avanzar hacia donde estaba la ayudante de Ethel a costa de puros empujones, golpes al aire y esquivar al mismo tiempo. Quito a algunos sujetos mas que estaban cerca y quedo por fin frente a la muchacha.
- No creo que... - Alguien callo muy cerca de donde estaba la pirata, lo cual interrumpió su discurso, lo pateo a un lado y siguió - ... que podamos dormir aquí después de todo - Por encima del barullo le costaba hablar, pero necesitaba saber qué quería hacer la otra chica antes de continuar.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Encuentro de negocios.
Era bien curioso como la expresión e perplejidad, que le aba una impresión de niña confundida, en la cara e Coral, se mantenía conforme la pelea ganaba fuerza y violencia. Nadie parecía querer meterse con ella, lo que era bueno, pero seguía sin entender el asunto siendo ella parte de este. Si fuera externa sería perfectamente claro.
Nunca había luchado desarmada sin que el fin ultimo no fuera matar. Si alguien trataba de agredirla de nuevo, no estaba segura de hasta donde llegaría al hacer el daño. Se golpeaban por golpearse, ella siempre trataba de matar. Era una situación cuando más horrible para ella.
Para cuando el hombre se desmayó y cayó al suelo, se dio cuenta que ese no era parte del encanto el ejercicio (si, lo veía como un ejercicio) y cuando el siguiente golpe vino hacia ella y miró a la persona de frente, el siguiente hombre se contuvo, dio un paso atrás y buscó otra victima a quien golpear. Eso acrecentó su inquietud, ella ni siquiera lo había mirado mal y de verdad quería que la tratara de golpear para unirse a la fiesta.
Tal vez debería buscarse su propio blanco.... su propio blanco, eso era novedoso para ella, demasiado. Con agilidad felina se subió con un solo un impulso a la mesa, quedando de cuclillas en esta en lo que decidía que hacer. Debía optar, por facilidad, por alguno de los que estaban cerca sino quería quedarse de espectadora.
- Eh? - preguntó igual de confundida cuando la pirata le habló, pero luego sonrió divertida - mientras yo no rampa nada, sin duda podré quedarme aquí, si tú también lo quieres, mejor que solo rompas huesos - pateó en la cara a otro que venía hacía ella, asumiendo que venían hacia Sophitia, de tal forma que dio un bote hacia atrás, cayendo aun sobre la mesa en la que estaba en cuclillas. El sujeto cayó de espaldas y justo en donde su cuerpo toco el suelo, todos a su alrededor se quedaron quietos, lo miraron, luego a Coral, luego a la pirata y alguien gritó.
Ellas empezaron!!!
La sonrisa de la asesina parecía la de una niña a la que por fin incluyen los otros en sus juegos, sin darse cuenta que ahora eran mucho en contra de ellas. Se puso de pie en la mesa mientras la turba se acercaba enojada, y golpeada claro esta, dejándose caer con suavidad y confianza al suelo, junto a la muchacha.
- Recuerda, no rompas nada del sitio y nos podremos quedar, por no hablar que Ethel no dirá nada - se acomodó las mangas y esperó al primero, al cual, tras golpearlo repetidas veces en la cara, cabeza y pecho, utilizó como "arma" contundente contra el segundo que se venía, golpeando a uno contra el otro.
Nunca había luchado desarmada sin que el fin ultimo no fuera matar. Si alguien trataba de agredirla de nuevo, no estaba segura de hasta donde llegaría al hacer el daño. Se golpeaban por golpearse, ella siempre trataba de matar. Era una situación cuando más horrible para ella.
Para cuando el hombre se desmayó y cayó al suelo, se dio cuenta que ese no era parte del encanto el ejercicio (si, lo veía como un ejercicio) y cuando el siguiente golpe vino hacia ella y miró a la persona de frente, el siguiente hombre se contuvo, dio un paso atrás y buscó otra victima a quien golpear. Eso acrecentó su inquietud, ella ni siquiera lo había mirado mal y de verdad quería que la tratara de golpear para unirse a la fiesta.
Tal vez debería buscarse su propio blanco.... su propio blanco, eso era novedoso para ella, demasiado. Con agilidad felina se subió con un solo un impulso a la mesa, quedando de cuclillas en esta en lo que decidía que hacer. Debía optar, por facilidad, por alguno de los que estaban cerca sino quería quedarse de espectadora.
- Eh? - preguntó igual de confundida cuando la pirata le habló, pero luego sonrió divertida - mientras yo no rampa nada, sin duda podré quedarme aquí, si tú también lo quieres, mejor que solo rompas huesos - pateó en la cara a otro que venía hacía ella, asumiendo que venían hacia Sophitia, de tal forma que dio un bote hacia atrás, cayendo aun sobre la mesa en la que estaba en cuclillas. El sujeto cayó de espaldas y justo en donde su cuerpo toco el suelo, todos a su alrededor se quedaron quietos, lo miraron, luego a Coral, luego a la pirata y alguien gritó.
Ellas empezaron!!!
La sonrisa de la asesina parecía la de una niña a la que por fin incluyen los otros en sus juegos, sin darse cuenta que ahora eran mucho en contra de ellas. Se puso de pie en la mesa mientras la turba se acercaba enojada, y golpeada claro esta, dejándose caer con suavidad y confianza al suelo, junto a la muchacha.
- Recuerda, no rompas nada del sitio y nos podremos quedar, por no hablar que Ethel no dirá nada - se acomodó las mangas y esperó al primero, al cual, tras golpearlo repetidas veces en la cara, cabeza y pecho, utilizó como "arma" contundente contra el segundo que se venía, golpeando a uno contra el otro.
Ethel- Cantidad de envíos : 308
Re: Encuentro de negocios.
** La oportuna intervención de Sophitia sirvió para que ese par que lo tenía a él no se ensañara mas de lo estrictamente necesario. y ahora podía dedicarse a otros. de esta forma fue golpeando a unos y otros, abriéndose camino hasta volver a donde inicialmente había estado el juego de dominó, donde el corrillo se había cerrado en torno a las damas.
El primer que intentó acatar la orden de la masa de agredirlas a ellas, fue devuelto bruscamente, por el hombro, por Rogelio que antes que el sujeto reaccionara le dio un golpe que le rompió la nariz y lo dejó inconsciente. No recordaba la ultima vez que había hecho tal cosa. Claro, por dejar a sus compañeros de navío hacer el trabajo sucio en las tabernas.
Pero al menos la pelea se volvió a enfocar en todos y no solo en ellas, ya que cuando algún otro trató de golpear a Rogelio y este lo esquivo haciendo que en su lugar agrediera a quien tenía a su espalda, volvió casia ser un "todos contra todos"
Por supuesto, eso no evitó que un grupo aun tuviera puesto su interés en las mujeres y por mucho que ambas hubiesen robado su corazón, no iba a interponerse entre la silla que blandía uno y ellas. Lo que no impedía que les advirtiera.
- Eh!!! cuidado!! - lo que implicó que alguien le diera un rodillazo en los riñones. No, ese NO era su día**
El primer que intentó acatar la orden de la masa de agredirlas a ellas, fue devuelto bruscamente, por el hombro, por Rogelio que antes que el sujeto reaccionara le dio un golpe que le rompió la nariz y lo dejó inconsciente. No recordaba la ultima vez que había hecho tal cosa. Claro, por dejar a sus compañeros de navío hacer el trabajo sucio en las tabernas.
Pero al menos la pelea se volvió a enfocar en todos y no solo en ellas, ya que cuando algún otro trató de golpear a Rogelio y este lo esquivo haciendo que en su lugar agrediera a quien tenía a su espalda, volvió casia ser un "todos contra todos"
Por supuesto, eso no evitó que un grupo aun tuviera puesto su interés en las mujeres y por mucho que ambas hubiesen robado su corazón, no iba a interponerse entre la silla que blandía uno y ellas. Lo que no impedía que les advirtiera.
- Eh!!! cuidado!! - lo que implicó que alguien le diera un rodillazo en los riñones. No, ese NO era su día**
Rogelio Bonifante- Cantidad de envíos : 45
Re: Encuentro de negocios.
Entre todo el estridente ruido del lugar, las personas que caían y se volvían a levantar (o no), los gritos, los ruidos de cosas rotas sobre cabezas de otras personas, en fin, entre todo el descontrol que eran normales en esas peleas, a Sophitia le sorprendió ver por fin la sonrisa de la asesina, y no una de esas escalofriantes y fingidas como las que había repartido mientras jugaban al domino, sino una de verdad. Sin duda la muchacha se estaba divirtiendo, y en cierto modo Sophitia no podía evitar sentirse orgullosa, ya que ella había comenzado con la pelea, era como una especie de anfitriona que se siente feliz de ver que la fiesta esta saliendo como esperaba.
Vio por el rabillo del ojo que un sujeto se acercaba a ella, estaba a punto de hacer algo al respecto cuando la oportuna patada de la chica le quito el problema de encima. El grito "Ellas empezaron!!!" fue como música para sus oídos, que sonido tan hermoso, saco su daga más para darle énfasis a sus palabras que para matar de verdad.
- Jajaja! Claro que si, ¿alguno pretende hacer algo al respecto? - Una sonrisa de oreja a oreja se dibujaba en su rostro, y es que la adrenalina que le generaba esa clase de peleas era absolutamente embriagadora.
El circulo se cerro al rededor de ambas, pero lo que no sabían los pobres ingenuos es que Sophitia acababa de recibir el permiso para dejarse llevar, no habría repercusión alguna, podía pelear con calma sabiendo que Ethel no la reprocharía por eso. Malas noticias para esos pobres sujetos...
- De acuerdo, niña. Entonces prepárate para participar de el caos, ¡y diviértete! - Era lo fundamental, divertirse, a partir del día siguiente, todo sería trabajo por un tiempo.
Pero las cosas no podían quedarse ordenadas por mucho tiempo, en seguida comenzaron a golpearse entre si nuevamente. "- Eh!!! cuidado!! -" escucho que les gritaban, justo a tiempo para ver como una silla venia hacia ellas, iba a esquivarla, pero como eso significaba que le pegaran a la que ahora era su compañera, la agarro por el hombro y la obligo a tirarse al suelo junto a ella. La silla siguió de largo y golpeo a otro sujeto que estaba cerca, quien en seguida se dio vuelta dispuesto a devolver el golpe, lastima que en seguida cayo desmayado por efecto retardado del golpe.
Unos sujetos se acercaban, soltando a la asesina los barrio desde el mismo lugar donde se encontraba. Se puso en pie de un salto y repartió algunos golpes mas al azar, mientras se le escapaban algunas carcajadas de vez en vez.
Vio por el rabillo del ojo que un sujeto se acercaba a ella, estaba a punto de hacer algo al respecto cuando la oportuna patada de la chica le quito el problema de encima. El grito "Ellas empezaron!!!" fue como música para sus oídos, que sonido tan hermoso, saco su daga más para darle énfasis a sus palabras que para matar de verdad.
- Jajaja! Claro que si, ¿alguno pretende hacer algo al respecto? - Una sonrisa de oreja a oreja se dibujaba en su rostro, y es que la adrenalina que le generaba esa clase de peleas era absolutamente embriagadora.
El circulo se cerro al rededor de ambas, pero lo que no sabían los pobres ingenuos es que Sophitia acababa de recibir el permiso para dejarse llevar, no habría repercusión alguna, podía pelear con calma sabiendo que Ethel no la reprocharía por eso. Malas noticias para esos pobres sujetos...
- De acuerdo, niña. Entonces prepárate para participar de el caos, ¡y diviértete! - Era lo fundamental, divertirse, a partir del día siguiente, todo sería trabajo por un tiempo.
Pero las cosas no podían quedarse ordenadas por mucho tiempo, en seguida comenzaron a golpearse entre si nuevamente. "- Eh!!! cuidado!! -" escucho que les gritaban, justo a tiempo para ver como una silla venia hacia ellas, iba a esquivarla, pero como eso significaba que le pegaran a la que ahora era su compañera, la agarro por el hombro y la obligo a tirarse al suelo junto a ella. La silla siguió de largo y golpeo a otro sujeto que estaba cerca, quien en seguida se dio vuelta dispuesto a devolver el golpe, lastima que en seguida cayo desmayado por efecto retardado del golpe.
Unos sujetos se acercaban, soltando a la asesina los barrio desde el mismo lugar donde se encontraba. Se puso en pie de un salto y repartió algunos golpes mas al azar, mientras se le escapaban algunas carcajadas de vez en vez.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Encuentro de negocios.
Coral...
Nada.
No hizo nada.
Esa muchacha estaba loca.
Punto!!!!!!!!!!!
Qué rayos esperaba su señora Ethel que hiciera ella con su grupo de marino?? Es que tan importante era el factor coas en todo lo que emprendía? De que carajos se estaba riendo como si se le hubiera zafado un tornillo?
Esto era la tapa. No más!!!
Esa pelea era ridicula. Esa pirata era lo mas ridiculo, y efectivo (debia reconocer), que había cruzado su camino desde que desembarcó. El otro pirata con infulas de galan muy mal actuado tambien era un mal chiste hecho en un funeral. Que les pasaba a todos en esas malditas islas???
Vio pasar la silla por encima de su cabeza cuando la lanzaron y Sophitia la hizo agacharse mas de lo que sus reflejos habían hecho ya al notar el ataque. Qué parte de: NO ROMPAN NADA no quedaba claro????
Le estaba generando un ataque de neurosis a la asesina y la risa de Sophita no ayudaba, menos aun que esta sacara su daga. No quería matar a nadie ahí, en ese momento, tal vez mas tarde, pero no ahora. NO!! no quería!!! y esa loca demantehabía sacado la estupida daga que hasta Ethel que tenía decenas de años de no luchar le había quitado!!!
- Basta!!! - gritó totalmente estresada y eso motivo a la masa a seguir golpeandose con mas ahinco, algun otro se lanzó contra ella, esta vez lo encaró y lo golpeó con el puño rompiendo otra nariz en la noche, ya en el piso lo agarró a patadas con saña hasta que otro la sujetó para darle un respiro al caido.
Este tambien se llevó su golpe, primero en el costado, con el codo de ella, le trató de dar un manotazo a la mujer y esta se giró, en un mal momento pues le pego en el brazo haciendola perder equilibrio por la fuerza del golpe. Su mano tocó el suielo para darle impulso para levantarse y lo pateó en la canilla, luego en la entrepierna y luego tambien el episo empezó a pisarlo sin piedad, hasta que sus ojos captaron un brillo que reconocía muy bien: un filo saliendo de su escondite.
Su talón en la boca del hombre en el piso le dio el impulso para saltar y que la espada que acababa de pasar por donde antes estaba su torso no tocara nada de ella. En su salto dio un pequeño giró que le permitió ver los ojos de uno de los hombres con los que habían negociado para sus planes y este, al reconocerla, solo sonrió con mas diversión, como si en efecto no le importara.
Nada.
No hizo nada.
Esa muchacha estaba loca.
Punto!!!!!!!!!!!
Qué rayos esperaba su señora Ethel que hiciera ella con su grupo de marino?? Es que tan importante era el factor coas en todo lo que emprendía? De que carajos se estaba riendo como si se le hubiera zafado un tornillo?
Esto era la tapa. No más!!!
Esa pelea era ridicula. Esa pirata era lo mas ridiculo, y efectivo (debia reconocer), que había cruzado su camino desde que desembarcó. El otro pirata con infulas de galan muy mal actuado tambien era un mal chiste hecho en un funeral. Que les pasaba a todos en esas malditas islas???
Vio pasar la silla por encima de su cabeza cuando la lanzaron y Sophitia la hizo agacharse mas de lo que sus reflejos habían hecho ya al notar el ataque. Qué parte de: NO ROMPAN NADA no quedaba claro????
Le estaba generando un ataque de neurosis a la asesina y la risa de Sophita no ayudaba, menos aun que esta sacara su daga. No quería matar a nadie ahí, en ese momento, tal vez mas tarde, pero no ahora. NO!! no quería!!! y esa loca demantehabía sacado la estupida daga que hasta Ethel que tenía decenas de años de no luchar le había quitado!!!
- Basta!!! - gritó totalmente estresada y eso motivo a la masa a seguir golpeandose con mas ahinco, algun otro se lanzó contra ella, esta vez lo encaró y lo golpeó con el puño rompiendo otra nariz en la noche, ya en el piso lo agarró a patadas con saña hasta que otro la sujetó para darle un respiro al caido.
Este tambien se llevó su golpe, primero en el costado, con el codo de ella, le trató de dar un manotazo a la mujer y esta se giró, en un mal momento pues le pego en el brazo haciendola perder equilibrio por la fuerza del golpe. Su mano tocó el suielo para darle impulso para levantarse y lo pateó en la canilla, luego en la entrepierna y luego tambien el episo empezó a pisarlo sin piedad, hasta que sus ojos captaron un brillo que reconocía muy bien: un filo saliendo de su escondite.
Su talón en la boca del hombre en el piso le dio el impulso para saltar y que la espada que acababa de pasar por donde antes estaba su torso no tocara nada de ella. En su salto dio un pequeño giró que le permitió ver los ojos de uno de los hombres con los que habían negociado para sus planes y este, al reconocerla, solo sonrió con mas diversión, como si en efecto no le importara.
Ethel- Cantidad de envíos : 308
Re: Encuentro de negocios.
** Ya había perdido la secuencia y el sentido de la poca coherencia que tenía la pelea. Ya nose fijaba a quien golpeaba y aquien evadía. Se había sumado, sin querer y por adpatación, a esa masa informe que eran ahora todos, peleando porque sí y por que no.
La muchacha que tanto le gustaba, Sophitia, parecía disfrutar tanto con todo aquello, que era apenas lo único que lograba reconocer en medio de tanto golpe dado y recibido. Su risa, lo hizo regresar a la realidad desde que diera su grito de advertencia. Al mirarla de soslayo vio que tenía una daga en la mano, vio también el hombre con el sable atacando a Coral y por último vio la expresión de ahogo del sujeto al que le acababa de claver, Rogelio, la rodilla en el estomago.
Mas armas, mas caos. Habría muertos.
Eligió El Remanzzo porque cosas como estas no eran probables que sucedieran. Necesitaba descansar despues de tantos meses en el mar, siendo las peleas y los cortes por salvar su vida una constante, no era esto lo que quería. Estaba seguro, por el brillo en sus ojos, por lo calido de su risa, que la muchacha valía su descanso frustrado, que caray, también valía una vida o dos... pero...
Pero nada. Cómo Coral, no había nada que decir.
Solo quizá la botella al romperse contra la cabeza de alguien más, tras ser tomada por el pico como arma, fuera mas elocuente que cualquier palabra. Y lo fue, al rededor suyo retrocedieron, acercase donde estaban ellas dos fue mas sencillo, golpear a traición a quien trató de herir (si no es que matar) a la asesina no fue cosa del otro mundo, claro que ahora tenía la atención del suejto sobre sí.
Era perfecto. En el sentido irónico de la expresión. Pero era suyo y, de esta forma inció un extraño baile de darle puños en difeerntes partes del cuerpo y evitar que el filo lo alcanzara de forma alguna, con algunos rasguños menores, y haciendo cortes significativos a su contrincante con ayuda de la botella. **
La muchacha que tanto le gustaba, Sophitia, parecía disfrutar tanto con todo aquello, que era apenas lo único que lograba reconocer en medio de tanto golpe dado y recibido. Su risa, lo hizo regresar a la realidad desde que diera su grito de advertencia. Al mirarla de soslayo vio que tenía una daga en la mano, vio también el hombre con el sable atacando a Coral y por último vio la expresión de ahogo del sujeto al que le acababa de claver, Rogelio, la rodilla en el estomago.
Mas armas, mas caos. Habría muertos.
Eligió El Remanzzo porque cosas como estas no eran probables que sucedieran. Necesitaba descansar despues de tantos meses en el mar, siendo las peleas y los cortes por salvar su vida una constante, no era esto lo que quería. Estaba seguro, por el brillo en sus ojos, por lo calido de su risa, que la muchacha valía su descanso frustrado, que caray, también valía una vida o dos... pero...
Pero nada. Cómo Coral, no había nada que decir.
Solo quizá la botella al romperse contra la cabeza de alguien más, tras ser tomada por el pico como arma, fuera mas elocuente que cualquier palabra. Y lo fue, al rededor suyo retrocedieron, acercase donde estaban ellas dos fue mas sencillo, golpear a traición a quien trató de herir (si no es que matar) a la asesina no fue cosa del otro mundo, claro que ahora tenía la atención del suejto sobre sí.
Era perfecto. En el sentido irónico de la expresión. Pero era suyo y, de esta forma inció un extraño baile de darle puños en difeerntes partes del cuerpo y evitar que el filo lo alcanzara de forma alguna, con algunos rasguños menores, y haciendo cortes significativos a su contrincante con ayuda de la botella. **
Rogelio Bonifante- Cantidad de envíos : 45
Re: Encuentro de negocios.
Pobre, pobre ingenua muchacha, creía aun que había algún modo de terminar con el caos que en pocos minutos se había apropiado del lugar. Sophitia sabia bien que no era así, que quizás en un comienzo, en los primeros dos golpes al sujeto que ya ni recordaba porqué había golpeado, tal vez ahí si se habría podido parar el asunto. Pero ahora era tarde, ya todos querían descargar su enojo contra otro alguien. Lo lamentaba por el dueño del lugar, pero, en cierto modo, la pirata consideraba que era lo natural, si ponías un lugar así, sabias que corrías riesgo de que terminara destrozado.
Como bien sabia Sophitia, su habilidad máxima no era exactamente con el cuchillo, pero lo bueno de ese arma era que muchas veces ni siquiera era necesario saber usarlo, la cuestión era que los demás lo vieran, y que eso los hiciera retroceder, el resto era simplemente oportunismo.
Al ver que sacaba el arma blanca, algunos dieron medio paso atrás, lo cual le dio a Sophitia el espacio suficiente para dar varios golpes bien calculados. Lo malo, es que les dio la idea a varios otros de que sacaran a la vez sus dagas. La chica hizo un gesto como de "que mala suerte", guardo la daga y comenzó a retroceder.
Miro un instante a la asesina en busca de apoyo, pero al parecer por fin había entendido el concepto de la pelea, estaba repartiendo golpes de un lado para el otro, por un momento pensó que si se acercaba también ella recibiría algún que otro golpe.
Bueno, no había modo,el lugar ya estaba destruido, la gente estaba descontrolada, una persona mas causando alboroto no cambiaba el asunto. Teniendo en cuenta todo esto, a Sophitia le pareció buena idea agarrar una de las sillas y golpear reiteradas veces con ella a varios sujetos que se cruzaban por allí.
Luego salto sobre una de las mesas, un hombre se le acerco por uno de los lados, pero logro patearlo antes de que la agarrara. Dio otro salto a una mesa cercana y luego por fina a la barra, lugar privilegiado si los había.
- Jajajaja, ¡esto si que es vida! - Varios se acercaron al verla tan expuesta - Vamos, vamos, denme un motivo para recordar esta maravillosa noche! La tomaron por los pantalones para intentar bajarla, pero les respondió rompiéndole unas botellas en la cabeza. Al final una de las mismas salio volando rompiendo una ventana - ¡Ups! - Fue lo único que dijo Sophitia, como se de una niña se tratara.
Como bien sabia Sophitia, su habilidad máxima no era exactamente con el cuchillo, pero lo bueno de ese arma era que muchas veces ni siquiera era necesario saber usarlo, la cuestión era que los demás lo vieran, y que eso los hiciera retroceder, el resto era simplemente oportunismo.
Al ver que sacaba el arma blanca, algunos dieron medio paso atrás, lo cual le dio a Sophitia el espacio suficiente para dar varios golpes bien calculados. Lo malo, es que les dio la idea a varios otros de que sacaran a la vez sus dagas. La chica hizo un gesto como de "que mala suerte", guardo la daga y comenzó a retroceder.
Miro un instante a la asesina en busca de apoyo, pero al parecer por fin había entendido el concepto de la pelea, estaba repartiendo golpes de un lado para el otro, por un momento pensó que si se acercaba también ella recibiría algún que otro golpe.
Bueno, no había modo,el lugar ya estaba destruido, la gente estaba descontrolada, una persona mas causando alboroto no cambiaba el asunto. Teniendo en cuenta todo esto, a Sophitia le pareció buena idea agarrar una de las sillas y golpear reiteradas veces con ella a varios sujetos que se cruzaban por allí.
Luego salto sobre una de las mesas, un hombre se le acerco por uno de los lados, pero logro patearlo antes de que la agarrara. Dio otro salto a una mesa cercana y luego por fina a la barra, lugar privilegiado si los había.
- Jajajaja, ¡esto si que es vida! - Varios se acercaron al verla tan expuesta - Vamos, vamos, denme un motivo para recordar esta maravillosa noche! La tomaron por los pantalones para intentar bajarla, pero les respondió rompiéndole unas botellas en la cabeza. Al final una de las mismas salio volando rompiendo una ventana - ¡Ups! - Fue lo único que dijo Sophitia, como se de una niña se tratara.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Encuentro de negocios.
Los cristales de la ventana rota no llegaron a tocar el suelo. Quedaron suspendidos en el aire como si de hojas en el otoño se trataran. Dieron varias vueltas sobre su eje con lentitud y permanecieron sujetos en la nada.
Coral, en el aire, evadiendo el ataque con la espada de parte del hombre que acaba de golpear a su vez Rogelio, si alcanzó a ver como en el suelo se deslizaban finas líneas azul electrico, como si de peligrosas serpientes se trataran. No eran serpientes pero si eran peligrosas.
Rogelio parecía poder hacerse cargo sin problema con el hombre que la atacó y ella, ella tenía algo más urgente que hacer. Desenfundó su arma y la clavó en el costado de su atacante que ahora era el de Rogelio, aprovechando que lo estaba atacando. No era una herida moral, pero pudo serlo y sirvió para quitarlo del camino de lo que necesitaba hacer.
Rogelio, con sus acciones simples y al parecer poco productivas, dada la situación, se había ganado lo poco que ella podía ofrecer de afecto y por esto, se puso a su lado y le urgió:
- Subete a cualquier mesa y salta cuando me veas saltar - sin dar mas espera hizo exactamente eso brincó a la mesa mas cercana y, de mesa en mesa y de cabeza en cabeza, trató de hayar una mejor posición para lo que iba a ocurrir, sin atraverse a mirar a la puerta.
Y que había en la puerta? Algo que Sophitia vería mucho mejor que cualquiera en la estancia, gracias a su posición privilegiada: Ethel, vestida como lo haría algun espia, con los brazos cruzados y una expresión de seriedad perturbadora; los cristales de la ventana rota bailando a su alrededor yuna tenue luz brillando a sus pies.
Se había tardado en lo que quería hacer y al volver se encontró con un espectaculo que se le antojó hermoso. Caos y destrucción.
Pero ese caos y destrucción ocurrían en el que, de momento, era uno de sus dominios y no estaba autorizado por ella. Eso, le molestó, le divertió, pero le molestó. La expresión de enojo del propietario fue la gota que colmó la copa y ni que decir de uno de sus trabajadores que trató de matar a su escolta. Esa gente merecía una lección y se las daría.
Las líneas que habían reptado casi imperceptiblemente por las maderas del suelo de la posada, se consolidaron como circulos y figuras, dentro de las cuales habían simbolos arcanos. La bruja se llevó una mano a la cadera, dejando libre el otro brazo y entonces, todo fue un impresionante espectaculo de gritos, dolor, electricidad y... porque no decir, muerte.
Coral saltó en ese momento en dirección a Ethel, tratando de quedar detrás de ella, pero no escapó al efecto del conjuto y aune stando en el aire la alcanzó la descarga enviando al suelo, donde se retorció electrocutada, pero viva.
Coral, en el aire, evadiendo el ataque con la espada de parte del hombre que acaba de golpear a su vez Rogelio, si alcanzó a ver como en el suelo se deslizaban finas líneas azul electrico, como si de peligrosas serpientes se trataran. No eran serpientes pero si eran peligrosas.
Rogelio parecía poder hacerse cargo sin problema con el hombre que la atacó y ella, ella tenía algo más urgente que hacer. Desenfundó su arma y la clavó en el costado de su atacante que ahora era el de Rogelio, aprovechando que lo estaba atacando. No era una herida moral, pero pudo serlo y sirvió para quitarlo del camino de lo que necesitaba hacer.
Rogelio, con sus acciones simples y al parecer poco productivas, dada la situación, se había ganado lo poco que ella podía ofrecer de afecto y por esto, se puso a su lado y le urgió:
- Subete a cualquier mesa y salta cuando me veas saltar - sin dar mas espera hizo exactamente eso brincó a la mesa mas cercana y, de mesa en mesa y de cabeza en cabeza, trató de hayar una mejor posición para lo que iba a ocurrir, sin atraverse a mirar a la puerta.
Y que había en la puerta? Algo que Sophitia vería mucho mejor que cualquiera en la estancia, gracias a su posición privilegiada: Ethel, vestida como lo haría algun espia, con los brazos cruzados y una expresión de seriedad perturbadora; los cristales de la ventana rota bailando a su alrededor yuna tenue luz brillando a sus pies.
Se había tardado en lo que quería hacer y al volver se encontró con un espectaculo que se le antojó hermoso. Caos y destrucción.
Pero ese caos y destrucción ocurrían en el que, de momento, era uno de sus dominios y no estaba autorizado por ella. Eso, le molestó, le divertió, pero le molestó. La expresión de enojo del propietario fue la gota que colmó la copa y ni que decir de uno de sus trabajadores que trató de matar a su escolta. Esa gente merecía una lección y se las daría.
Las líneas que habían reptado casi imperceptiblemente por las maderas del suelo de la posada, se consolidaron como circulos y figuras, dentro de las cuales habían simbolos arcanos. La bruja se llevó una mano a la cadera, dejando libre el otro brazo y entonces, todo fue un impresionante espectaculo de gritos, dolor, electricidad y... porque no decir, muerte.
Coral saltó en ese momento en dirección a Ethel, tratando de quedar detrás de ella, pero no escapó al efecto del conjuto y aune stando en el aire la alcanzó la descarga enviando al suelo, donde se retorció electrocutada, pero viva.
Última edición por Ethel el 15/06/10, 01:08 am, editado 1 vez
Ethel- Cantidad de envíos : 308
Re: Encuentro de negocios.
**La espada pasaba por parte bastantes peligrosas, era una amenaza inminente en especial para alguien que se le enfrentaba prácticamente desarmado. Cada vez que tenía chace metía su puño en lo mas hondo de los músculos del hombre, ya fuera en el abdomen o la cara y entonces retrocedía, tropezando con otras personas que trataban de golpearlo en contraprestación.
Cuando iba a herirlo con la botella rota que tenía en la mano, el rictus de dolor y sorpresa de su contrincante fue reemplazado por la sombría expresión de Coral, que tenía una mano oculta en el costado del hombre.
- Pero qué… - escuchó lo que le dijo, tan asombrado como el sujeto que estaba cayendo de rodillas y desangrándose. No entendía lo que estaba pasando ahora y a lo que se refería pero obedeció.
Saltó sobre la mesa siguiendo el ejemplo de la asesina y entonces la vio. La criatura más hermosa que había visto jamás en su vida (después de Valeska, claro está) sus rizos, su cara, sus ademanes, su cuerpo, su porte su… dio un paso atrás, esa magnifica criatura estaba enojada y peor que eso, hacía magia.
Si Coral lo quería ayudar, él haría exactamente lo que ella le indicaba, desde la mesa en donde estaba iba pateando a unos y a otros y cuando la asesina corrió, antes de seguirla miró al suelo, a las líneas azules que se expandían por todo el lugar. Si el efecto cubriría todo lo que tocaban estas, no habría forma de huir a esto, pero aun así, cuando Coral saltó como anunció que lo haría, él lo hizo en otra dirección.
Tomando el impulso necesario logró colgarse de una de las arañas que iluminaban el lugar, balanceándose de forma torpe y peligrosa, ya que no alcanzó a treparse correctamente en esta. A lo que vino después, cerró los ojos luego de ver la constricción de los rostros de quienes estaban, nunca mejor dio, a sus pies.
La cuerda que sostenía la araña se estremecía y su propio peso mal distribuido y balanceado pronto hicieron de lo predecible algo real y sin poder evitarlo de forma alguna cayó pesadamente, golpeando con la mitad vertical del cuerpo una mesa y la otra mitad enviándolo directo al suelo donde tosió y espero recibir parte del impulso eléctrico del conjuro.**
Off Topic: vaya, gracias por saltarme el turno, bonita.
Cuando iba a herirlo con la botella rota que tenía en la mano, el rictus de dolor y sorpresa de su contrincante fue reemplazado por la sombría expresión de Coral, que tenía una mano oculta en el costado del hombre.
- Pero qué… - escuchó lo que le dijo, tan asombrado como el sujeto que estaba cayendo de rodillas y desangrándose. No entendía lo que estaba pasando ahora y a lo que se refería pero obedeció.
Saltó sobre la mesa siguiendo el ejemplo de la asesina y entonces la vio. La criatura más hermosa que había visto jamás en su vida (después de Valeska, claro está) sus rizos, su cara, sus ademanes, su cuerpo, su porte su… dio un paso atrás, esa magnifica criatura estaba enojada y peor que eso, hacía magia.
Si Coral lo quería ayudar, él haría exactamente lo que ella le indicaba, desde la mesa en donde estaba iba pateando a unos y a otros y cuando la asesina corrió, antes de seguirla miró al suelo, a las líneas azules que se expandían por todo el lugar. Si el efecto cubriría todo lo que tocaban estas, no habría forma de huir a esto, pero aun así, cuando Coral saltó como anunció que lo haría, él lo hizo en otra dirección.
Tomando el impulso necesario logró colgarse de una de las arañas que iluminaban el lugar, balanceándose de forma torpe y peligrosa, ya que no alcanzó a treparse correctamente en esta. A lo que vino después, cerró los ojos luego de ver la constricción de los rostros de quienes estaban, nunca mejor dio, a sus pies.
La cuerda que sostenía la araña se estremecía y su propio peso mal distribuido y balanceado pronto hicieron de lo predecible algo real y sin poder evitarlo de forma alguna cayó pesadamente, golpeando con la mitad vertical del cuerpo una mesa y la otra mitad enviándolo directo al suelo donde tosió y espero recibir parte del impulso eléctrico del conjuro.**
Off Topic: vaya, gracias por saltarme el turno, bonita.
Rogelio Bonifante- Cantidad de envíos : 45
Re: Encuentro de negocios.
Sophitia quedo desconcertada, es sus muchos años de peleas uno terminaba acostumbrándose a los ruidos típicos, sillas que se rompían, huesos rotos, hombres chillando vidrios que se quebraban y caían... ¿Caían? ¿Por que no sonaban los ruidos de la ventana al caer? La pirata se volteo mientras con una mano sostenía la camisa de un tipo al que estaba por golpear.
La sangre pareció hacérsele hielo en las venas, se quedo ahí quieta mirando con los ojos echos dos platos. El sujeto al que iba a golpear se quedo extrañado mirándola, no entendía porque no lo golpeaba de una vez. Al final la muchacha lo dejo caer al piso, porque sabía que se había mandado una de las suyas y era mejor que corriera lo más rápido que le dieran las patas.
En la puerta del local estaba Ethel parada, ya no como una anciana, sino como era en realidad, con su espeluznante forma verdadera. Los cristales flotaban a su alrededor y una extraña aura algo azulada que la hacia brillar. Pero no era nada de esto lo que asustaba a la pirata, ya había visto magos y también sus hechizos, no era eso... Sino su expresión de enojo.
La jefa estaba enojada, y ella estaba en medio de todo el asunto, ya no podía esconder la mano y decir "Yo no fui" por que era imposible que le creyeran. Así que opto por la segunda opción que nunca le había fallado, que era intentar salvarse el culo a como diera lugar.
Vio a la asesina correr hacia al lado de Ethel, al parecer tenía una buena idea de qué era lo que iba a pasar, y por el apuro que tenia no iba a ser nada bueno. Sophitia estaba muy lejos de la puerta, y aunque llegara la bruja estaba en medio... Aun no estaba muy segura de que tan probable era que la dejara pasar antes de hacer lo que fuera a hacer, pero algo le decía que estaba incluida en el regaño general.
Así como Coral corrió con todas sus fuerzas hacia la puerta, Sophitia saltó hasta llegar a la ventana más cercana, y sin pensarlo un segundo atravesó el vidrio. Escucho un terrible ruido, como a rayos, o a tormenta, seguido de gritos de dolor agónico.
La muchacha rodó al caer clavándose varios vidrios en el proceso y chocándose contra la pared del local de al lado para detenerse. Lentamente se puso en pie, limpiándose los vidrios rotos de la ropa, tenia unos incrustados en las manos y en los brazos, pero ninguno era de tamaño significativo, no le pasaría nada siempre y cuando las desinfectara.
Bien, llegado ese punto solo tenia dos opciones, correr y huir de tan tentador negocio, o volver a la puerta del local y afrontar lo que fuera a suceder... Solo le tomo un segundo pensar que huir no era la mejor opción por esta vez. Camino con paso algo tambaleante por los golpes, pero con el espíritu entero y dispuesta a enfrentarse a una Ethel enojada.
- Mira lo que has hecho - Dijo intentando bromear y alivianar el ambiente - No se te puede invitar a ninguna fiesta - No podía evitar ser algo sarcástica para poder así afrontar la situación con algo de entereza.
La sangre pareció hacérsele hielo en las venas, se quedo ahí quieta mirando con los ojos echos dos platos. El sujeto al que iba a golpear se quedo extrañado mirándola, no entendía porque no lo golpeaba de una vez. Al final la muchacha lo dejo caer al piso, porque sabía que se había mandado una de las suyas y era mejor que corriera lo más rápido que le dieran las patas.
En la puerta del local estaba Ethel parada, ya no como una anciana, sino como era en realidad, con su espeluznante forma verdadera. Los cristales flotaban a su alrededor y una extraña aura algo azulada que la hacia brillar. Pero no era nada de esto lo que asustaba a la pirata, ya había visto magos y también sus hechizos, no era eso... Sino su expresión de enojo.
La jefa estaba enojada, y ella estaba en medio de todo el asunto, ya no podía esconder la mano y decir "Yo no fui" por que era imposible que le creyeran. Así que opto por la segunda opción que nunca le había fallado, que era intentar salvarse el culo a como diera lugar.
Vio a la asesina correr hacia al lado de Ethel, al parecer tenía una buena idea de qué era lo que iba a pasar, y por el apuro que tenia no iba a ser nada bueno. Sophitia estaba muy lejos de la puerta, y aunque llegara la bruja estaba en medio... Aun no estaba muy segura de que tan probable era que la dejara pasar antes de hacer lo que fuera a hacer, pero algo le decía que estaba incluida en el regaño general.
Así como Coral corrió con todas sus fuerzas hacia la puerta, Sophitia saltó hasta llegar a la ventana más cercana, y sin pensarlo un segundo atravesó el vidrio. Escucho un terrible ruido, como a rayos, o a tormenta, seguido de gritos de dolor agónico.
La muchacha rodó al caer clavándose varios vidrios en el proceso y chocándose contra la pared del local de al lado para detenerse. Lentamente se puso en pie, limpiándose los vidrios rotos de la ropa, tenia unos incrustados en las manos y en los brazos, pero ninguno era de tamaño significativo, no le pasaría nada siempre y cuando las desinfectara.
Bien, llegado ese punto solo tenia dos opciones, correr y huir de tan tentador negocio, o volver a la puerta del local y afrontar lo que fuera a suceder... Solo le tomo un segundo pensar que huir no era la mejor opción por esta vez. Camino con paso algo tambaleante por los golpes, pero con el espíritu entero y dispuesta a enfrentarse a una Ethel enojada.
- Mira lo que has hecho - Dijo intentando bromear y alivianar el ambiente - No se te puede invitar a ninguna fiesta - No podía evitar ser algo sarcástica para poder así afrontar la situación con algo de entereza.
Sophitia- Cantidad de envíos : 955
Re: Encuentro de negocios.
Una sonrisa placida cruzó la cara de labruja viendo como tres de los insectos que estaban en la posada trataban de eludir el efecto de su simple conjuro. Todos los demas había caido y ahora gritaban y se retorcían en el suelo, perdiendo la conciencia (y hasta la vida) aquellos que tenían menos resistencia.
Coral alcanzó a caer a pesar de todo y al final, solo dos salieron indemes. Cuando su asesina fue alcanzada por la electricidad suspendió el efecto, razón por la cual Rogelio no sufrió mas daño que el hecho por si mismo al caer.
Le dirigió una mirada despectiva a Sophitia y en lugar de responderle le señalo el interior de la posada, esperanedo que entrara, pero avanzando primero ella, tan calmada como si nada de lo ocurrido hubiera pasado. Se acercó a Coral y la avudó a levantarse.
Revisó que estuviera bien y luego camino hacía Rogelio a quien revisó desde la altura sin tocarlo.
- Puedes levantarte? - preguntó con frialdad sin dirigirle una mirada a Coral que no mas estuvo de pie, hincó la rodilla en el piso con total sumisión, con la cabeza gacha y a leguas asustada.
La bruja empezóa recorrer el lugar, evadiendo cuerpos, pateando otros que se quejaban un momento hasta llegar al hombre que asesinó Coral. Para ese entonces esperaba que Sophitia ya hubiese ingresado, si no, se perdería en momento en que con la espada iba remantado a unos y otros hasta subirse a la mesa de la misma forma en que lo había hecho su asesina.
- El punto, pequeña - saltó con gracia de bailarina a la siguiente mesa - es que no me invitaron - su tono ya no parecía molesto, sino el reproche de una novia celosa - y que hicieron quedar en duda mi palabra y mi capacidad de cumplir con mis negocios con el buen señor de este lugar - saltó a la siguiente mesa y coral se estremeció igual que el mueble que la recibió - te quedarás a mi fiesta personal? - preguntó por encima del hombro a Rogelio y luego mirando a la otra pirata.
Era una pregunta retórica. Todas las salidas del lugar brillaron en tonos tornasolados generando cristales que un buen enano diría con solo mirarlo que eran diamantes, que bloqeuaban la opción de salir.
Coral, resignada, se puso de pie, pero mantuvo la cabeza baja y la vista en el piso y cuando la bruja saltó de la mesa a su lado, cerró los ojos. No quería mirarla, no podía mirarla. Su misión era muy simle y había derivado en algo fuera de control. Al no mirarla, no se percató, visualmente, de como la mano de la bruja se elevó en el aire, extendida, para luego regresar y chocarse contra la mejilla de ella con tal fuerza y contundencia que hizo trastabillar.
- Para ser una figura decorativa te hubieses quedado en mi isla o en la casa o en el vientre de tu madre - la descepción con la que se lo dijo fue escupida entre dientes, sin levantar la voz, hiriendo en lo mas profundo a la que una vez fue una de sus Flores. Hacerle daño fisico era menos doloroso para esta y Ethel lo sabía.
- Si Coral tuvo la gentileza de salvarte, podrías ayudarme con una tarea? - la pregunta de nuevo iba dirigida a Rogelio, con mirada de mujer indefensa incluida - deshaste de los cuerpos y trata de reanimar la que espero que aun sea mi tripulación, necesito que hablemos de negocios - bajo un puñado de hombres y de Sophitia, brilló un mandala de color rojo y en todos se dibujó un simbolo en sus frentes.
Ellos estaban inconcientes ya, pero la pirata, si debía sentir como el cuerpo entero le ardía desde su interior, como si le echaran lava por dentro, una sensación primero asfixiante y luego dolorosa a niveles desquiciantes si se prolongaba en el tiempo...
Y la bruja tenia mucho tiempo.
Coral alcanzó a caer a pesar de todo y al final, solo dos salieron indemes. Cuando su asesina fue alcanzada por la electricidad suspendió el efecto, razón por la cual Rogelio no sufrió mas daño que el hecho por si mismo al caer.
Le dirigió una mirada despectiva a Sophitia y en lugar de responderle le señalo el interior de la posada, esperanedo que entrara, pero avanzando primero ella, tan calmada como si nada de lo ocurrido hubiera pasado. Se acercó a Coral y la avudó a levantarse.
Revisó que estuviera bien y luego camino hacía Rogelio a quien revisó desde la altura sin tocarlo.
- Puedes levantarte? - preguntó con frialdad sin dirigirle una mirada a Coral que no mas estuvo de pie, hincó la rodilla en el piso con total sumisión, con la cabeza gacha y a leguas asustada.
La bruja empezóa recorrer el lugar, evadiendo cuerpos, pateando otros que se quejaban un momento hasta llegar al hombre que asesinó Coral. Para ese entonces esperaba que Sophitia ya hubiese ingresado, si no, se perdería en momento en que con la espada iba remantado a unos y otros hasta subirse a la mesa de la misma forma en que lo había hecho su asesina.
- El punto, pequeña - saltó con gracia de bailarina a la siguiente mesa - es que no me invitaron - su tono ya no parecía molesto, sino el reproche de una novia celosa - y que hicieron quedar en duda mi palabra y mi capacidad de cumplir con mis negocios con el buen señor de este lugar - saltó a la siguiente mesa y coral se estremeció igual que el mueble que la recibió - te quedarás a mi fiesta personal? - preguntó por encima del hombro a Rogelio y luego mirando a la otra pirata.
Era una pregunta retórica. Todas las salidas del lugar brillaron en tonos tornasolados generando cristales que un buen enano diría con solo mirarlo que eran diamantes, que bloqeuaban la opción de salir.
Coral, resignada, se puso de pie, pero mantuvo la cabeza baja y la vista en el piso y cuando la bruja saltó de la mesa a su lado, cerró los ojos. No quería mirarla, no podía mirarla. Su misión era muy simle y había derivado en algo fuera de control. Al no mirarla, no se percató, visualmente, de como la mano de la bruja se elevó en el aire, extendida, para luego regresar y chocarse contra la mejilla de ella con tal fuerza y contundencia que hizo trastabillar.
- Para ser una figura decorativa te hubieses quedado en mi isla o en la casa o en el vientre de tu madre - la descepción con la que se lo dijo fue escupida entre dientes, sin levantar la voz, hiriendo en lo mas profundo a la que una vez fue una de sus Flores. Hacerle daño fisico era menos doloroso para esta y Ethel lo sabía.
- Si Coral tuvo la gentileza de salvarte, podrías ayudarme con una tarea? - la pregunta de nuevo iba dirigida a Rogelio, con mirada de mujer indefensa incluida - deshaste de los cuerpos y trata de reanimar la que espero que aun sea mi tripulación, necesito que hablemos de negocios - bajo un puñado de hombres y de Sophitia, brilló un mandala de color rojo y en todos se dibujó un simbolo en sus frentes.
Ellos estaban inconcientes ya, pero la pirata, si debía sentir como el cuerpo entero le ardía desde su interior, como si le echaran lava por dentro, una sensación primero asfixiante y luego dolorosa a niveles desquiciantes si se prolongaba en el tiempo...
Y la bruja tenia mucho tiempo.
Ethel- Cantidad de envíos : 308
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