Empecemos la noche con buen pie (puesto en buena taberna)

La dulce noche. Supongo que siendo correctos, empieza justo en el momento en que acaba el día, tras el atardecer, cuando el último rayo de sol ha dejado de reflejarse en las aguas mansas. Entonces empieza a correr una fresca brisa y la luna se convierte en la soberana indiscutible del cielo. Cuando su fría luz alarga sombras y las hace mas profundas, da vida al que parece muerto, y pálido aspecto al vivo, ahí dirían la mayoría que empieza la noche.

Para mí la noche, empieza justo cuando entro en la primera taberna. No me malinterpretes no voy siempre a la misma, eso sería aburrido, hay que ir cambiando, siempre probando nuevas cosas. Tampoco me cojas esto mal. No hay tantas tabernas en Jaspia para que pruebe nuevas todas las noches que salgo, eso es simplemente, imposible, pero lo principal es la primera, allí es donde se decide la suerte de la noche. Y como la elija depende de como me sienta cuando pongo los pies en la calle, ya preparada para la mejor parte de la jornada. A veces he quedado con amigos, la mayoría simplemente los encuentro en el camino (en las tabernas principalmente).

Y hoy... hoy presiento que va a ser una gran noche. Sea lo que sea que eso signifique o implique. Lo será sin duda. Se huele en el dulzor del aire, trae aromas de la vida que acaba de desaparecer de la calle. Una noche bastante solitaria. El tipo de noche en el que se conoce a la gente más interesante. Y eso es algo que tengo comprobado, en estas noches se nota mucho mas la diferencia entre borracho amargado de la vida y borracho digno de ser conocido. Aunque tampoco suelo hacer ascos a nadie que quiera hablar conmigo, claro esta.

Si, creo que ya sé a donde voy hoy. Quiero ir cerca del mar, es lo que me apetece hoy, aunque claro está, es una manera de hablar. En esta ciudad por más cerca que estés del mar no tengo la impresión de estar en él... No sé explicarlo. Es un mar de utilidad, para barcos, no para que lo disfrute el pueblo. Para eso tienes que alejarte un poco, para poder bañar tus ojos con un horizonte azul sin viejos barcos de por medio. Algún día me subiré a un barco e iré a algún otro sitio que no sea esta ciudad, para conocer algo más el mundo... Bueno, al menos las islas, deben ser tan... otra cosa distinta de esta.

No hace falta irse a Nehmen para encontrar tabernas de piratas, conozco varias. Pero la que yo quiero ir (porque huele más a salitre que a pescado y eso se agradece) reúne a todo tipo de gente, y aunque tiene casi siempre algún que otro pirata (diría que son clientes fijos, pero con eso de ir mar arriba, mar abajo, es difícil ser cierto), es más variada, y suele haber problemillas, por ejemplo, al encontrarse un marinero con alguno de los que atracó su barco. Es divertido, nunca pasa nada muy grave en realidad, esta la norma de que las peleas se hacen en el callejón de atrás, ahí la cosa se suele poner más fea. El Calamar Cojo, pues. En serio, ¿quien le pone los nombres a las tabernas? Debe tenerle unas manías a los pobres animalillos. Tampoco se como de cojo puede estar un calamar, ¿con un tentáculo menos basta o tiene que ser la mitad de los tentáculos? En todo caso se dice que el nombre viene porque antes tenían en una pecera a un calamar supuestamente cojo, claro que el tiempo paso, y el animalito se murió, y ya no ha habido más.

"¡Ey, Sam! Hacía tiempo que ya no te veía por aquí, ¿como va eso? ¿Lo de siempre?" Otra razón para que me guste esta taberna, el dueño es muy agradable... sobretodo cuando ya te conoce, al principio puede ser un borde. No es muy mayor, pero ya tiene todo el pelo blanco, eso si de calvo, ni atisbos, mas largo que yo de hecho, aunque para trabajar lo lleva recogido es lógico, es mucho más cómodo.

"¡Kalen! Claro, ponme una cerveza de esas tan buenas que haceis" si, la hacen ellos y esta genial " Todo bien, vi el otro día a su señora, ¡no me habías dicho que había abierto un puesto en la calle del Mercado!"

"Sí, se ve que lo tenía ya pensado desde hacía tiempo, porque había estado haciendo más cerveza de la normal y comprando más levadura, y a mi me dio la sorpresa hará un semana ¡le va bien! Rosie siempre me sorprende... Y hablando de mujeres, Mimie te echaba ya de menos, ¿eh?" Una cosa mala de este lugar, la camarera se me tira encima a la menor excusa, y Kal se ríe, por que si que sabe que yo soy una chica (historias largas de apuestas cortas), y se lo pasa genial cada vez que vengo.

"Que cabrón que eres, ¿donde está que me esconda?"

"Tiene noche libre, como vez no hay mucha marcha por aquí" permitidme suspirar de alivio, en serio, es muy pesada.

Como decía una noche solitaria. Pero que no haya mucha gente no quiere decir que esto este vacío, y los de la mesa de al lado de la ventana arman alboroto por todos los que faltan, se ve que llevan una timba de por medio. Ahora que me traigan la cerveza verá si me acerco.

Pocas cosas daban más ganas de tomar una buena cerveza que un largo viaje en mar, tantos días de oler sal y beber agua en dudoso estado lo podían volver a uno loco, eso si, el ron era de lo mejor. El barco apenas había tocado el muelle cuando Sophitia se bajo de un salto, unos pocos de los piratas que formaban parte de la tripulación la siguieron con el mismo objetivo, beber y divertirse toda la noche.

- Salimos con el sol, maldita sea, mas les valga que estén aquí - Grito el Capitán mientras veía irse a sus hombres, no podía evitarlo, se pasaban meses en el mar, lo mas normal era que quisieran divertirse un tiempo, pero los guardias no eran tan tolerantes con los piratas, los dejarían estar un día, pero no mucho mas.

Sophitia había subido al barco en Shamataw, habían sido tan amables de darle aventón cuando se encontraba varada allí, a cambio de que trabaje gratis, por supuesto. Así y todo las complicaciones siempre surgían, y tuvieron que dar algunas vueltas para esquivar varios barcos no deseados, pero la pirata ya ni quería pensar en eso, se había divertido y estar en un barco siempre era una experiencia agradable.

Pero ahora el sol estaba cayendo, caminaba alegre hacia la taberna de muelle más cercana junto a otros cuatro de los piratas que había conocido en el viaje, el grupo entero era un desastre, los hombres tenían barba de varios días, algunos dientes brillaban por su ausencia, y la higiene no era algo que sobrara. Así y todo la muchacha iba abrazada a uno de ellos mientras entonaban una canción.

“Quizá algún día en un barco enemigo
Cuelgue mi cuerpo del palo mayor
Solo la muerte beberá conmigo
Y brindaremos los dos en su honor.

Bravos esclavos, hermanos sin nada
La vida gira como una espiral
Si hoy hay fiesta, mañana la espada
Puede poner nuestro punto final.”

Cantaban felices y, porque no decirlo, un poco bebidos del ron del barco, las buenas fiestas se empezaban temprano. Pero aun no habían hecho nada, comenzarían por aquel lugar “El Calamar Cojo”, sonaba muy bien. Entraron sin mucho mas, sin prestarle mucha atención siquiera a como era el sitio en si. Se sentaron en una mesa junto a la ventana y sacaron los dados.

- ¡Eh! ¡Mesero! ¡Traiga cinco jarros de su mejor cerveza! – Grito la muchacha – Ya no me aguanto, el sabor del ron me tiene harta – Dijo mientras se cruzaba de brazos.

Pronto los dados estaban rodando por la mesa, los jarros de cerveza así como llegaban se vaciaban entre risas estruendosas, y golpes en la tabla, Sophitia reía a carcajadas, había acercado otras de las mesas y la había aprovechado para apoyar los pies, estaba relajada, sus compañeros de juego estaban tan borrachos que era imposible que le ganaran. Una vuelta especialmente afortunada la puso de buen humor.

- ¡¡Maldita sea!! ¡¡Ahí lo tienes, en medio de tu fea cara!! - Gritaba de pie señalando la excelente numeración que le había salido, y es que cinco dados iguales no salían todos los días.

No era mucho el dinero por el que se jugaba, así que nadie se lo tomo a mal, todos rieron por la exagerada expresividad de Sophitia, chocaron jarras y las vaciaron de un solo trago. Uno de los hombres aprovechando la confianza y el agradable momento considero que no estaba de mas felicitar a su compañera de barco.

La tomo por la cintura y la sentó en su regazo, susurrándole indiscreciones al oído, la pirata no le prestaba atención, giro su cuerpo y le dio un buen golpe en medio de la nariz, rompiéndosela en el acto. El alcohol y el golpe hicieron que el sujeto se desmayara. Aun sentada en las piernas del pirata la mujer se echo a reír junto con el resto del grupo, varios lo habían intentado durante el viaje mismo y todos habían terminado igual. Levantaron los jarros una vez mas y mientras los agitaban entonaron una nueva canción, la cabeza del tipo desmayado se balanceaba producto del movimiento en la mesa.

“Quince hombres sobre el cofre del muerto,
jajaja, la botella de ron,
la bebida y el diablo se llevaron el resto,
jajaja, la botella de ron.”

A veces me pregunto que llevare yo escrito en la cara, por que estos llevan grabado a fuego en la frente "Pirata", y de los discretos. La verdad es que viendo como van subidos de alcohol me tira un poco para atrás apostarme nada con ellos. No me gusta aprovecharme de los discapacitados (al menos temporalmente, lo son). Jajaja, ¡menuda leche le ha metido! Se ve que es la única que aun ve dos palmos de frente, vamos, al menos aun tiene reflejos, no como el que ha recibido el codazo. Exceptuándola a ella, van todos muy ciegos para que no les gane a... bueno, lo que sea. Sin una mente lúcida tampoco se juega bien a los dados... ni a nada.

"Gracias Kal" Es de las pocas cervezas caseras que venden en tabernas que es de calidad, también se paga, es bien cierto. Pero la diferencia de precio vale la pena.

Me encantan las canciones piratas, son muy... visuales, y directas. Pero la verdad es que me se dos frases de alguna y poco mas, tampoco es que las circunstancias en que he conocido a piratas hayan dado para que se me quedaran. Otro trabajo que me falta, trabaje en un barco, pero legal. No se como esta lo de entrar a trabajar en barcos piratas, no puede ser tan facil ¿no? De todas formas yo ya tengo trabajo ahora, me va bastante bien, adoro tener pase para cualquier lugar de la ciudad, es tan tremendamente cómodo.

Me para un poco... que estén ya tan mal. No me suelo meter con ese tipo de gente a no ser que quiera dinero fácil, y muchas veces se apuestan lo que no tienen, pero bueno, si mis pies me han traído aquí será por algo. Una buena manera de entrar es invitando a una ronda, o apostándose una. Kalen sabe que siempre pago, pero nunca por la noche, por la noche no llevo apenas dinero, soy de confianza y pago por la mañana casi siempre. Solo me falta una silla, y estando esto vacío, tengo donde elegir. Eso si, para ponerme que sea cerca de la que parece ser mi rival digno.

Esto puede empezar de dos maneras, con un 'Buenas noches, Caballeros y Dama, ¿me permiten apostarme una cerveza por cabeza a cambio de su compañia?' O yendo al grano, que creo ,que lo entenderán todo mucho antes y mejor.

"Me apuesto una ronda, que les gano a todos" Si, lo se, un poco presuntuoso, y no es mi intención ganar, ni tampoco perder, es solo entrar dentro del juego. Aunque por supuesto, voy a ganar. La duda ofende.

Bebida, juego, festejo, iban por la tercer canción cuando Sophitia escucho esa vocesita molesta que desmentía que pudiera venir de un hombre. La pirata bajo la cerveza que estaba a punto de disfrutar para ver quien era el dueño de la vos, miro algo sorprendida al sujeto, pelo marrón muy oscuro, mas o menos de su misma altura, aunque tenia brazos y piernas fuertes, no era del tipo de hombre corpulento, o de grandes espaldas, mas bien todo lo contrario.

Pero allí estaba, parado firme, confiado, con un gesto terriblemente irritante de superioridad que Sophitia se quería encargar de borrar por completo ¿O sería que el alcohol por fin se le había subido a la cabeza? No, no era eso, aun faltaba mucho para que el hermoso efecto de la bebida surgiera algún efecto en sus sentidos.

Sus compañeros de mesa en cambio se encontraban ya en un estado deplorable, “Sobrios no se ven mucho mejor” Pensó Sophitia, riéndose para si. Pero eso significaba que quien fuera ese sujeto lo había notado, vamos que era bien evidente, y pretendía sacarle sus monedas a un grupete de borrachos sin mayores dificultades.

Uno de sus compañeros de bebida se había quedado dormido mientras cantaban, con la cerveza en la mano, Sophitia lo contemplo unos segundos como midiendo el nivel de ebriedad que llevaba. Finalmente le quedo el jarro de bebida y se lo quedo para ella, un poco más de alcohol nunca estaba de más.

- ¿Y cuál es el nombre del futuro mendigo? – Dijo Sophitia a modo de chiste, los dos piratas que aun estaba conscientes rieron con sus desdentadas bocas, escupiendo un poco en el proceso. La muchacha los miro y les guiño un ojo, a modo de complicidad.

Pateo al compañero que estaba inconsciente, quien callo cual cuerpo inerte justo al lado, no hizo amague alguno de detener la caída. Dejando así una silla libre en la mesa para el nuevo, ya estaba segura de su victoria, no se dejaría ganar por un don nadie, y el parecer ebria sería su carta ganadora.

- ¿Qué tipo de juego prefieres? – Pregunto condescendiente la pirata, escondiendo su mal humor tras un leve acento de borracha, fingiendo un estado que en realidad no tenía.

Si por mi fuera, pasaba de todo el que no pudiera dar cinco pasos recto, pero eso nos dejaría a dos, a la pirata, y a mí. Y los otros podían sentirse ofendidos, lo cual no era en ningún momento mi intención. Posiblemente, invitara yo o ellos a la ronda con esa cerveza más ya estarían por los suelos y ya se podría jugar a algo más decente. Siempre había cosas mucho más decentes que los dados o las cartas. A mí me iba más la acción. Que no es que le diga que no a una partida de cartas ni de dados, pero lo que se pueda jugar a una pelea, que se quite todo lo demás. O carrera, o bebida, o obstáculos... vamos, que esto es muy tranquilo.

No se puede entrar con un humildad a un grupo de piratas borrachos, al menos a mi no me cabe en la cabeza. Ni tan siquiera es una buena entrada como tapadera para luego dar el golpe, ey, que no es mi estilo. Puedo que yo de normal no sea tan exageradamente presuntuosa pero es una manera de dejar una clara impresión.

"Y yo que pensaba que los piratas desconocían el sarcasmo" aunque ha sido una buena respuesta teniendo en cuenta que ya debe haber bebido lo suyo "Sam, ¿y cual es el nombre de quienes me van a "invitar" una cerveza ?"

En realidad esto, teniendo en cuenta que estoy sobria no es una gran apuesta, pero eso, sigo creyendo que la pirata puede ser una muy digna adversaria, solo me tengo que librar de los otros antes. Si me sintiera o bien pobre o bien en mi versión cabrona, habría dicho de apostar dinero, pero no. No ha problema ganaré. Aunque estoy bastante tranquila porque... esto me la exactamente lo mismo que no sea así. Diría que tengo un nombre que mantener pero para la poca gente que hay aquí, no es que me preocupe demasiado.

Los dados me miran, yo los miro a ellos, si que se me haría largo esto ahora que lo pienso, bueno... todo sea por intentarlo ¿no?

"Yo jugaría a beber una jarra, o ronda de chupitos, para caldear la noche, y quien pierda que pague lo bebido" bueno.... para ellos ya lo esta, de caldeadita "Pero no pasa nada peques, entiendo que no todos lo soportarais, así que podría conformarme con unos dados" Si, estoy siendo tan presuntuosa como puedo, mi tono de voz estoy convencida de que es extremadamente irritante. No me gusta la superioridad ni en mí ni en nadie.

Bueno, si había que ser sinceros, había que admitir que el muchacho tenía agallas, no cualquiera se acerca a un grupo de piratas y los reta a duelo con tanta calma. Sophitia lo miro con una ceja levantada, no sabía calcular si el sujeto estaba loco, o simplemente era un buscador de riesgos, como le gustaba referirse a las personas que hacían locuras por aburrimiento, a las personas como ella misma en realidad.

- Te lo diría, pero no sé quién te va a pagar la cerveza. Por mi parte, me llamo Sophitia, un gusto futuro perdedor – Sonrió la pirata casi se podría decir con dulzura, pero no porque en verdad lo fuera, sino mas bien para hacer enojar a su oponente.

Ya se había terminado la jarra de su compañero inconsciente, y seguía con la suya propia mientras pensaba en qué juego jugar, los dados y las cartas estaban entre sus favoritos, el toque azar le proporcionaba una sensación muy particular, como una mezcla de adrenalina, emoción, y vértigo, jugar bien era fundamental, pero hasta el mejor jugador podía tener una noche de mala suerte y perder todo contra un novato. Como buena pirata, Sophitia era muy creyente de todo lo referido a la mala fortuna.

Casi escupe la cerveza cuando escucho el último comentario de Sam, la ira se estaba abriendo paso dentro de la pirata, y amenazaba con romper todo con lo que se cruzara. Pero, ¿Qué mérito tendría eso? Tenía que ganarle en su propio terreno, que apostara lo que quisiera, en el juego que quisiera, aun así le ganaría, y podría reírse en su cara luego.

- De cualquier manera, no aceptaría, no bebemos con novatos, ¿Verdad muchachos? – Dijo mientras estos coreaban un “¡Si!” medio confuso y reían nuevamente – Que sean dados entonces...

Tomo los mismos y los revolvió en sus manos durante algunos segundos, meditando como iban a seguir el asunto. Prefería algún juego que fuera rápido y que no la hiciera pensar demasiado, ya era tarde, había bebido y recién bajaba de muchos días en alta mar.

- ¿Qué te parece una Generala? – Uno de los juegos preferidos de la pirata, similar al poker en cierto sentido, pero con alguna que otra modificación – Claro esta, si sabes jugar, sino te puedo explicar.

Los borrachos rieron nuevamente y acabaron sus jarras, Sophitia pidió otra ronda, incluyendo a su valiente adversario. Si, lo consideraba un adversario propio, ya que sabía con certeza que en pocos minutos el resto de sus compañeros perdería hasta los dientes de oro que tenían, no era por desprestigiarlos, pero había jugado con ellos cientos de veces, les conocía las mañas y sabía perfectamente que podía ganarles a lo que fuera. En cambio Sam era algo nuevo, necesitaba medirlo antes de poder sacar conclusiones, descubrir si su habilidad era tanta como la que denotaba, o si simplemente era un fanfarrón.

Es una pena, pero dudo que sea ella quien me la pague, me divertiría más para que engañarse. Supongo que sobreviviré si me la paga alguno de los otros, eso sí, prefiero pagar yo a tener que cogerle el monedero a un borracho del bolsillo de atrás. Bueno, quizás con una daga si que lo hiciera.

"Que sonrisa tan dulce, ey, llega a estar en otros labio y me impresiona, una pena" podría responderme lo mismo tal y como estoy sonriendo, pero, por favor, tengo un poco más de crédito en ella como para que simplemente repita la misma pulla que yo hago, eso es muy bajo.

Jajajaja, me gustaría ser artista para hacer un cuadro con las caras que pone, es buenísima. Creo que más que para pirata, iba para actriz es muy expresiva en ese aspecto, y debe ser que le ha hecho... "gracia" mi comentario. Creo que nos vamos a llevar muy bien, bueno de una manera especial, pero al fin y al cabo yo vengo buscando apuestas, y a ser posible también pelea, siempre es lo más interesante de todo esto. Aunque con tal de jugar y pasar un buen rato con la gente, me basta cualquier cosa. Tanto los dados como las cartas me parecen... demasiados pasivos, depende todo mucho del azar, y aunque esto es en sí lo que lo hace divertido, yo... me gusta depender de mi misma, siempre lo prefiero.

"Jajaja" y hace que se lo coreen los que ya están por los suelos "Dímelo otra vez cuando estés como tus... "resistentes" amigos" Pues nada, dejesmolo al azar, una pena "Sean dados, pues"

Conozco juegos básicos de dados, como ya he dicho no es que sean mi predilección, pero para todo lo que tenga dinero de por medio tengo una minima habilidad. Es simple, si llevas apostando y jugando tantos años acabas por cogerle el tranquillo. De todas maneras aquí tiene mucho que ver el azar, si dependiera de mí, ya estaría ganado. Me apetecen unos dardos.

"No se jugar, ¿como va eso?" Si gano a un juego que estoy aprendiendo ahora mismo no debería ganar una cerveza, sino una semana entera de barra libre. Hablando de cerveza, menos mal que ha pedido otra, esto baja muy rápido.

Pero bueno, no me he metido aquí tanto para ganar como para entrar a este grupo y comenzar toda una noche de apuestas, quiero batirme con esa pirata. Puede que prometa pero no sea nada pero... bueno, el tiempo y la practica han acabado por desarrollar en mi un buen instinto para detectar a los buenos rivales. Y en esta mesa ella es la única posibilidad. Bueno, espero que no me decepcione, jajajaja.

Ya no sabía muy bien qué pretendía este sujeto, si solo le interesara apostar y ganarse unas monedas entonces ya estaría sentado en la mesa sacando el cubilete, o mezclando un mazo de cartas. Lo que quería era otra cosa, una emoción, un poco de adrenalina, lo intuía en sus modos, lo miro directo a los ojos y noto ese brillo pícaro, este muchacho tenía el mismo tipo de necesidades que tenía ella, que curioso.

- Me lo dice el muchachito con mentón de niña, no puedo tomarte en serio – Y era cierto, tenia perfil de mujer, un mentón muy fino que sería la burla de cualquier grupo de hombres.

Obviamente pretendía insultarlo, no iba a dar el brazo a torcer en esa competencia de mofas, era lo primero a ganar, luego ya vendría la disputa por ver quién bebía más, las pulseadas, las cartas, los dardos y los dados. Aunque para ser completamente sincera consigo misma, lo que más quería era romperle la nariz de unos buenos golpes, era su modo de demostrar que le caía bien, de mostrar su respeto hacia un rival más que digno.

- ¿No sabes jugar siquiera eso y vienes aquí a retarnos? – Por primera vez se puso en pie y acerco su rostro hasta quedar a unos pocos centímetros del de Sam – Me parece que te faltan varios años antes de retarme – Sonrío de oreja a oreja, en verdad deseaba que le contestara a eso.

Vio tras su adversario, las paredes eran de madera, unas rústicas tablas de algún árbol, probablemente bastante común, se notaba porque aun se podían ver los nudos de la misma, que dejaban unas manchas redondas claramente visibles. Saco el cuchillo, regalo de su padre desde muy pequeña, pero no para hacerle daño al muchacho, levanto el brazo y con la facilidad que da la practica lo lanzo con fuerza, clavándolo justo al lado del ojo de la madera, que estaba a unos buenos metros.

- Supera eso, lindo muchachito – Dijo remarcando el lindo, obviamente era usado como sinónimo de “delicado”, y no como un atributo físico, o como un halago.

Luego de esto volvió a sentarse, agarrando el jarro de cerveza de otro de la mesa, este hizo un amague de quejarse, pero Sophitia dio a entender tan solo con un gesto que no admitiría reclamo alguno, y ninguno quería terminar inconsciente. Las apuestas había comenzado, ahora era un asunto serio, quería ver que tan bueno era Sam.

Fdi: ¡Perdon por el retraso! He tenido una semana movidita, lo siento. No volvera a pasara ò_ó

Que graciosa. Tiene buen ojo, y la mejor respuesta para eso sería la más simple que vendría a ser "Que extraño siendo una chica ¿no crees?" que la dejaría bastante aplanada, aunque se metiera conmigo por llevar disfraz, quedaba peor haberme confundido con chico, y alagarme no parecía entre sus posibilidades, pero vamos, la gente sorprende de todas maneras, igualmente no es ahora cuando lo voy a decir, tengo más respuestas que esta, y mi risa sincera ya lo es en parte.

"No me envidies por ser más guapo que tu, pequeña" no acabo de entender lo de pequeña, pero por alguna razón es algo que a mucha gente le molesta, a mi da lo mismo, hay que tenerlos bien puestos para llamarme pequeña, teniendo en cuenta que soy bastante más alta que la mayoría de mujeres y que algunos hombres.

Es más divertido ser borde, y para serlo de corazón no hay tantas oportunidades como pueda parecer, de día casi todo el mundo se ofende con estas cosas cuando yo no hago más que reirme. Creo que lo único que me fastidia... o bueno, lo que más al menos, es que alguien me descubra como chica en público, eso lo hago yo cuando quiero si quiero y porque quiero. Quiero que quede claro.

La verdad es que esta chica es cuanto menos interesante, contradictoria y ahora mismo un poco imbécil, y no estoy para callarme ¿sabes? Esas cejas para arriba di que si. Y una dulce sonrisa, que no falte.

"Pequeña, no sé si se te ha subido el alcohol tan pronto o eres más tonta de lo que pareces, pero apúntate en la mano para la próxima que el único que queda estúpido cuando le ofrecen enseñarle un juego y luego le culpan por no conocerlo, es quien mintió ofreciéndolo" la gente que habla sin saber bien lo que dice o no esta dispuesta a cumplir su palabra no me gusta, esos en pelea tampoco lo valen tanto como aparentan ya tendrá tiempo de demostrarlo "Todo eso si sabes escribir claro"

El último juego que hice con piratas borrachos y dados consistía en botar un pescado sobre la cabeza según el número que te saliera, así que con esta gente nunca está de más preguntar, o sí, segun este pequeño elemento con cuchillo. Se le tiene que conceder una puntería muy buena, aunque es de suponer que como pirata debe tener más oportunidades de practicarla que de mensajera, claro que nunca se sabe.

Los dardos me gustan se me dan bien, el sistema es el mismo, y he practicado también con mis dagas, aunque tan rápido como lo tiró ella me arriesgaría mucho, así que me tomo mis buenos segundos. NI respiración ni mierdas. ¿Qué daga? Para estas cosas sirve la de mi madre, y tiene merito que la saque de bajo la camiseta sin que se me vea un centímetro de piel, tan... bueno sin pelos y suave. OK. Veo el ojo de la madera y su daga cerca de él esta solo a un movimiento de mano... ¡Ohhh! ¡Ha quedado recerca! pero creo que esta algo más lejos que el suyo, era de esperar claro. ¿Qué? ¡Oh Kal! ¡Mierda! Ya me doy con aludido solo con que hagas ruidos con las copas, voy a sacar a esta chica de aqui, no quiero destrozarle el local.

"Enhorabuena, sabes clavar un cuchillito en una pared" menospreciar el arma suele fastidiar, a veces, a mi no, se lo mala que es aunque la siga queriendo "Me pregunto si también lo sabes usar para comer o eso excede tus capacidades" Por más que me empeñe sé que de tonta tiene poca pinta "Venga pequeña, gáname en una carrera ahí fuera y quizás te deje de mirar por encima del hombro" Juegos de palabras, me encantan.

La primera vez que algo llamo la atención de Sophitia fue al escuchar ese comentario, jamás había tenido que competir con un hombre en niveles de belleza, sin duda era un modo muy original de retarla ¿Acaso seria amanerado? Eso explicaría el porque de los gestos delicados que de vez en vez se le escapaban.

- Si te hace sentir bien ser más hermoso que una mujer, bien por ti - Dijo la pirata burlandose.

En algo sin duda Sam había acertado, la pirata odiaba con cada fibra de su alma que le dijeran “pequeña”, era una palabra asquerosa, despectiva y marcaba un desdén que a Sophitia le daban ganas de tomarlo de la cabeza en ese mismo momento y darle de a golpes hasta que ya no pudiera hablar. Cada una de las veces que escuchaba esa asquerosa palabra el odio crecía más y más dentro de ella, intentaba entretenerse con lo que quedaba de bebida para evitar saltarle encima mientras miraba como tiraba el cuchillo.

Vio con claridad que su cuchillo estaba más cerca que el de Sam, sin embargo, este último no había estado muy lejos, si había un centímetro de diferencia era mucho. Es más que obvio que poca cosa le importaba a Sophitia el bien estar de la taberna, en opinión de ella esa clase de lugares estaban para romperse, no podías abrir una taberna, servir grandes cantidades de alcohol y esperar que todos se comportaran como caballeros.

- Tranquilo, te mostrare que sé hacer mucho más que eso – Dijo mientras se ponía en pie, dispuesta a ir directo a la parte de pelea para cerrrarle la boca de una buena vez, pero la propuesta de la carrera tampoco estaba nada mal – Claro que sé usarlo para comer, también lo se usar para callar a patanes engreídos.

Se levanto de la silla con mal gesto, con que en esas estaban, no le daría la razón hasta que lo destrozara en todas las competencias, y por el nombre de su padre que lo haría, esto era ya un asunto serio. Se acerco a su cuchillo y lo arranco de la pared, dándole un beso antes de guardarlo, amaba a ese cuchillo. Luego quitó el de Sam se acerco de nuevo a la mesa y lo clavo de un golpe en la misma.

- Que sea una carrera entonces, no vengas a decir que no es la gran cosa cuando te gane – Dijo mirándolo directamente a los ojos – Y si por uno de esos milagros ganas, dejare de considerarte un insecto.

Una parte de Sophitia, una que siquiera ella registraba aun, estaba comenzando a tomarle cariño a ese extraño muchacho. Jamás lo admitiría, ni bajo tortura diría que le caía bien, pero le gustaba que la enfrentaran con tanta entereza, que compitieran por ver quien era el mejor, o jugarse bromas pesadas por el simple hecho de reírse del otro. Era fantástico, y no era algo que se diera todos los días, pero Sophitia estaba muy enojada en ese preciso momento para notarlo, toda su concentración estaba puesta en ganar.

Abrió la puerta de una patada y salió a la calle, ya era bastante tarde, y en los alrededores de los puertos no paseaban las personas, mas bien se iban al centro de Trinacria donde podían ver cosas mas vistosas, simplemente el olor que abundaba en ese lugar alcanzaba para que nadie quisiera estar cerca. Así y todo, era uno de los lugares que la pirata más adoraba, solo superado quizás por un barco y una hermosa playa.

- Salimos desde la puerta del bar y la llegada va a ser aquellos barriles de allá, ¿Listo? – Correr no estaba entre las cosas que mejor le salieran, pero tanto robar y huir de algo le tenía que servir.

Fdi: Y ahí podemos comprobar cuanto vale mi palabra, procurare no decir nada sin una predicción de mi futuro inmediato en la mano, procurare tambien responder pronto u.u

No me suele pasar en realidad que me consideren más guapa que ninguna da las otras, así que no esta mal variar de vez en cuando, claro que eso no es que se lo vaya a explicar ahora, quizás más adelante, o quizás no. Por ahora creo que mi sonrisa dice mucho mas de lo que podrían decir mis palabras, ni de lo que querrían decir. Si acabamos amigas del alma pintándonos las uñas de los peis de rojo quizás se lo cuente. Ante la imposibilidad de esto (gracias a la Dama), sonrío, tan dulce como soy yo, jajaja.

"Si ves a uno de esos niñatos avisame y yo te ayudo" A hacer el imbécil es difícil ganarme, y era demasiado fácil pasar por encima de una amenaza de tan poca calidad, yo quiero amenazas con su trabajo de fondo, por favor.

Me habría gustado tanto, ganarla en su terreno... pero bueno, todo no puede ser. Y no se imagina donde se ha metido al aceptar una carrera, es decir, no me voy a dar aires, pero no tiene ninguna posibilidad. No en esto, igual que yo lo tenía jodido con la puntería... aunque por esa regla de tres no me puedo relajar, puede venir pisándome los talones. Mientras solo los pise pero no me alcance, todo ira bien.

Muy útil eso de desclavarlo de la pared y clavarlo en la mesa, en serio, el sentido de la lógica de esta chica tienes graves problemas. Me encanta. Les haré un altar a mis pies por dirigirme tan bien hasta la taberna adecuada. Que vaya a ganar yo no significa que todo este juego no sea tremendamente interesante y divertido. De hecho es lo que hace que una noche valga la pena, y mira que aun no he bebido apenas. ¿Una jarra? ¿Que es eso? Paso de hacer el imbécil intentando desclavarlo de la mesa como si reposara, nada, si de buenas a primera apoyo una mano en la mesa y cojo la daga con la otra, por muy relajada que sea mi pose, no hare el idiota al no salir la daga, asi siempre salen.

"Te recomiendo que la proxima la claves en una roca en medio del mar, quizás crees leyenda" Hoy en día cualquier memo puede crear leyenda, y ella no es para nada tonta "Ya puedo verlo 'La pequeña pirata que tiró una daga a una roca en el mar y cuando quiso recuperarla se ahogó por el camino' No es lo mío los cuentos, pero sería divertido, pequeña" Tengo la lengua suelta y la imaginacion desatada, mala combinacion, pero poco tiene que ver el alcohol.

Creo y solo creo que le molesta que le diga "pequeña". Eso es obviamente un incentivo para que lo diga más veces y cada una con una voz más rara que la anterior. Lo más importante es el tono despreciativo... no, no es que la desprecie, es simplemente que estoy por encima, o eso dice el tono de voz. Le partiría la cara a quien me hablara así la verdad. Le reconozco cierto autocontrol a la pirata que yo no se si poseería. Sobretodo teniendo en cuenta que siempre busco pelea.

"No tendré que decir nada, pequeña, no me ganarás" A este yo mío de las apuestas hasta yo lo odio.

Es extraño. El bar esta casi vacío, y aun así estos piratas ellos solitos han conseguido enviciar el aire lo suficiente como para que salir a esta maloliente calle sea una bendición. En todo casi la brisa de la noche se agradece, hacía calor ahí dentro, y será muy agradable cuando nos hayamos calentado corriendo.

"¿A esos barriles dices? Que así sea, diría más pero... no quiero que te rompas nada pequeña, si te lesionas esto no será ni la mitad de divertido" por cierto que sea, no ha sonado nada amable "Uno... dos... y... ¡tres!"

El primer impulso es básico. Puedes avanzar media calle si lo das bien. El aire, no... el viento. No puedo evitar sonreir. Adoro la sensación de fuerza concentrada en las piernas, las zancadas, como se acerca la meta. Al alcance de la mano, tan rapido... Mirar hacia atrás es perder tiempo. Muy poco metros de distancia. Muy corta, llego antes, demasiado rápida. ¡Arriba!... Bueno. Al menos no me he estampado... subir sobre un barril no es estamparse solo... frenar con originalidad.

A fuera el aire de mar traía un olor nauseabundo, producto de los enormes barcos que estaban varados, de las cantidades de marineros que pasaban por allí tirando su basura, y de animales muertos que quedaban estancados, uno siempre quería pensar que solo había cadáveres de animales... y no de otras cosas.

Vale aclarar que no todos los “amigos” de Sophitia tuvieron el temple para poder levantarse, el que había recibido el golpe seguía aun tirado en su sitio, y el que había pateado también seguía por allí. La pirata ya se había olvidado, solo quería ganarle a Sam en su propio juego. Los otros dos si habían salido tras ella, uno se sentó en un barril junto a la línea de salida, tenía una pipa improvisada y gastada que entraba a la perfección entre el agujero que dejaban los dos dientes ausentes.

El otro sujeto, lento y perezoso en un comienzo, iba camino a la línea de llegada, y decir en un comienzo es correcto, ya que en cuanto volteo y vio el gesto de Sophitia apuro el paso a todo lo que pudo, tomando su lugar al final, todo sería legal, o todo lo legal que se podía esperar entre piratas.

- Disculpa la corta distancia, es que pensé que si tenias la misma fuerza corriendo que tirando cuchillos poco mas podrías hacer – Hacer burla de la debilidad ajena, clásico.

Se preparo para comenzar a correr, no tenía técnica, no tenía practica, pero poco le importaba, ganaría aunque tuviera que romperle las piernas por el camino. Pero para su sorpresa, siquiera llegó a poder romperle ningún hueso, salieron ambas a la cuenta de tres, pero rápidamente se noto la diferencia de habilidades, la pirata corrió con todas sus fuerzas, pero no logró atraparla. Pero eso poco importo, porque el ver a Sam chocar contra los barriles impidió que Sophitia llegara a la línea final, inmediatamente se doblo por el estomago y comenzó a reír sin parar.

- ¡Buena llegada amigo! Muy original, jajajaja – Pronto tuvo que parar de reír si no quería quedarse sin aire, no estaba en forma como para correr.

Pero ahora la situación estaba complicada iban ganando una vez cada uno, y había que desempatar de alguna manera. Era la primera vez que alguien le hacia tanta pelea a la pirata, la mayoría de la veces una mano de cartas alcanzaba para que todo quedara decidido.

- Me toca elegir la próxima, que sea pulseada – Tomo uno de los barriles caídos mientras decía esto y lo puso entre ella y Sam – Espero que sus muñecas no sean tan frágiles como el resto de su cuerpo, Señorita – Se burlo sin mas.

Pero no lograba sacarle esa molesta sonrisa del rostro, entre eso y que le dijera pequeña su mal humor iba en aumento ¿Porqué no se enojaba? No era tan difícil generalmente, una o dos burlas y los sujetos estaban que echaban chispas. Pero Sam no, él seguía allí con su sonrisa burlona y ese andar despreocupado que daban ganas de romperle la cara. ¡Que detestable!

Se acerco al barril y apenas tuvo que inclinarse un poco para apoyar el codo sobre la superficie, el pirata que había estado parado en la meta se acerco para ver mejor con su ojo sano, el otro ya debía estar durmiendo por los ronquidos que se escuchaban a lo lejos.

Lo primero que le sorprendió a Sophitia era el ver que sus manos eran casi del mismo tamaño, eran manos con callos, de piel tostada por estar bajo el sol, uñas poco cuidadas, lo esperable en alguien que trabajaba muy duro, pero el tamaño no se correspondía con lo esperado. Así y todo la pirata no comento nada, prefería concentrarse en ganar esa partida.

- Bueno, bonita, a la cuenta de tres – Dijo sosteniéndole la mirada desafiante – Uno, dos.... ¡Tres!

Me sorprende que uno de sus amigos haya conseguido llegar hasta la linea de salida. Yo ya la daba por la unica que podia ponerse en pie. Tendre que examinar con mas cuidado a los borrachos, por si estan conscientes o no, principalmente. Aunque... tampoco es que lo pueda considerar un adversario... corriendo tampoco ella me parece una adversario. Habría tenido más oportunidades en una carrera más larga, pero la velocidad en el momento, explosiva, es mi especialidad... demasiado al parecer.

Al menos se reconoce mi mérito, siempre es de agradecer, la originalidad no se encuentra tan facilmente hoy en dia y ya ves, cuando aparece, es por accidente, literalmente.

"No dirás que no le pongo ganas, pequeña" Otra cosa, no, pero ganas le estoy poniendo a esta noche, eso si dinero, aun creo que no he puesto ninguna, ¿dije de una ronda de cervezas? Pero era a los dados no se como ha quedado la cosa. Se nota que buscamos lo mismo.

Adrenalina, parece tan obvio que tenemos que acabar en las manos, aunque claro... me cae relativamente bien, he tenido buen ojo al elegirla como rival. Quizás no haya sido yo, sino un cúmulo de circunstacias que habían llevado a ello pero... el caso era que allí estaban a punto de echar un pulso, intercambiando halagos.

"Dejame que te demuestre cuan fragil soy pequeña" Lo bueno de esto es que podemos fardar cuanto queramos y aunque perdamos sabemos que la otra ha hecho igual.

Fuerza. No es que me sobre, pero tampoco ando tan mal y bueno... asi en una evaluacion rapida tampoco es que ella sea ningun monstruo musculado. Ya veremos como queda esto, eso si, parece bien que iremos mas igualadas. Solo queda probar. Que pirata todo, sobre un barril.

Anda es verdad, que me llama señorita... Bueno, paso de ella, primero porque no tengo porque molestarme por ello, como burla seria un poco pobre aunque no lo fuera... claro que lo de pequeña tampoco esta mucho mas currado, mas efecto si que tiene seguro. Me molesta que se me note tanto como ella parece indicar pero bueno, si acabamos donde debemos, es decir, en las manos, ya lo descubrirá por si misma que soy una chica, aunque no una señorita de todas formas.

Vaya, me tengo que cuidar más las manos. No es que las suyas sean perfectas, no me malinterpretes, de hecho encajan bastante bien de tamaño ambas nuestras manos y no se puede decir que nos vayamos a manchar la una a la otra, pero esto de trabajar... no es nada bueno. Algún día me tengo que dedicar a los robos de guante blanco, al fraude y al espionaje, yo creo que con eso me cuidare mas las manos... pero las peleas siempre me las volverían a estropear.

Uuuuu, tiene fuerza, no me gana de goleada, ni yo a ella. ¡Que igualado todo! Por la tensión que siento en el brazo, diría que esto va para largo.

"Entonces pequeña, ¿eres una pirata?" que pregunta mas redundante en realidad "Un mundo duro, ¿no?"

Se puede entablar conversación con facilidad con cualquier tontería. Metiéndote con la gente la conversación es más divertida si, pero dura mucho menos, si esto va para tan largo como parece, me controlaré un poco, al menos que tenga conversación mientras hacemos el pulso.

En un comienzo pensó que las palabras de Sam serían solo fanfarronerías, puro orgullo campante y resonante haciendo acto de presencia, al igual que hacia ella en cierto modo. La observo con gesto decidido y su conocida sonrisa torcida, esa que uno nunca sabía si era que la pirata te estaba tomando el pelo, si te estaba maldiciendo o si era pura soberbia. Por eso usaba esa sonrisa, le gustaba la actitud que le confería.

Pero el tiempo se encargo de desmentirla, en cuanto diera la señal de comienzo ambos brazos se tensaron y los rostros de ambos contrincantes se congestionaron por el esfuerzo, las manos izquierdas de ambas sujetaban con fuerza el barril que les servía de apoyo. El pirata que quedaba aun en pie miraba algo distraído la contienda, cuando vio que los minutos pasaban y ni Sophitia ni Sam daban el brazo a torcer (propiamente ducho) dio un respingo malhumorado, ya tenia una buena borrachera encima, no necesitaba más. Sin decir una palabra se dio vuelta de modo torpe y encamino hacia el barco nuevamente, si en el camino algún otro lugar se veía tentador vería de beber algo.

Estaban cabeza a cabeza, y la pirata estaba sorprendida, había ganado a muchos hombres antes, incluso algunos con más fuerza, pero este muchacho enclenque le estaba dando pelea, incluso se podría decir que estaban empatados, y no podía permitir eso. Intento aplicar algo más de fuerza pero no había caso, lo único que la dejaba tranquila era que Sam parecía estar haciendo la misma fuerza que ella.

- Si, lindura, pirata de nacimiento – Se notaba el tono orgulloso mientras lo decía, como quien se jacta de un titulo de increíble valor – El mundo entero lo es, los piratas solo somos algo más sinceros.

O por lo menos así lo veía Sophitia, el mundo entero era cruel y no daba respiro, todos tenían que pelear para lograr conseguir un premio, una recompensa que era sabido que no alcanzaba para todos, era una carrera a contrarreloj, se pisaban cabezas con tal de llegar a la meta. En ese caos, los piratas a lo sumo eran más auténticos, nada mas, sobrevivir cada día era un privilegio.

- ¿Y tu a que te dedicas cuando no estas retando a duelo a alguien? – Dijo Sophitia sin poder evitar que se le escapara una risa, pero rápidamente se corrigió al ver que la mano se movía un poco de su sitio.

La noche seguía su transcurso, ambos contrincantes seguían tomados al barril, su voluntad solo era superado por su terquedad, no perderían bajo ninguna circunstancia, aunque en realidad no había mucho remedio, alguno tendría que decir basta tarde o temprano.

Vaya, ahí va el último pirata, una pena tremenda que me da perder a otro borracho de vista, daba tanto interés a todo esto... Pero bueno, en realidad puedo entenderlo, yo me aburriría mortalmente de ver a dos tipos haciendo un pulso... sin avanzar, ni retroceder, todo tan lento, que se haría hasta pesado si no estas dentro de esa apuesta. Eso si, para mi, esto esta genial. Ey, no me imaginaba que fuera a estar tan igualado. Supera mis expectativas, y no eran pocas. Quizás me he pasado alabándome. Nah, sé bien que en los pulsos lo que mejor llevo es aguantar, contrarrestar la fuerza, luego ganar es más difícil, que estúpido.

Como tira el brazo, estoy haciendo mucho mas esfuerzo que no al correr, claro que eso no quiere decir que no me piquen un poquito las piernas. Es un golpe de energía, de repente. No cansa mucho pero los músculos se resienten. Nada que no se me pase en un rato, supongo que para cuando acabemos el pulso ya estaré bien, a este ritmo, jajaja.

Mmm... Contrarrestar fuerzas, si tira más, más aguanto, pero no me hago para tirar yo. No hay prisa ¿no? Hasta que nos den calambres y el brazo se nos quede congelado, todo ira bien. Total, tampoco es que necesitemos usar un brazo de normal, es decir ¿que mas da? Un brazo más, un brazo menos.

"Jajajaja, es una buena manera de verlo" como mínimo original "Retar a la gente me ocupa la mayoría del tiempo, pero por esas cosas de tener dinero para comer y tal (tonterías, ya sabes), ahora estoy de mensajera, no nadaré en dinero, pero me compensa lo que les gano a pobres diablos"

Mira, en este caso no es una indirecta, ni tan siquiera hemos apostado nada ahora que lo pienso... ¿lo hemos hecho? Creo que la adrenalina se nos ha subido a la cabeza.
"Ey, pequeña. ¿que estamos apostando?" Tener que preguntar esto es hasta triste, pero me extraña que ella no se lo haya planteado ya "¿O es apuesta en blanco? ¿Decidimos cuando acabamos?"

Algún día quizás pruebe eso de la piratería, no lo diré en voz alta, yo pruebo todos los trabajos como quien cata comidas, los que se dedican a ellos en cuerpo y alma muchas veces se lo toman a mal, que tontería. Pero como siempre digo, lo bueno es conocer gente en todos los ambientes, aunque claro que ella no es la primera pirata que conozco.

"¿Sabes? Conozco a otro pirata, ¡un capitán de barco!" ¿Como se llamaba? "Emmm... Yur... Joe... No sé, ahora no me sale bien el nombre, ¡quizás lo conozcas! Aunque hay tantos piratas como peces en este mar, jajajaja, negocios ¿sabes pequeña? Mmm, pues este me contó que había conseguido su barco amotinándose contra la hija del capitán muerto, fuerte, ¿no? ¿pasa mucho eso?" A mi me lo contaba y yo flipaba en ese momento, ahora ya estoy inmunizada, pero debió ser duro para esa chica, seguro y luego... "Y me vino con un bebe niña que se quería deshacer, hija de alguna aventura de puerto ¿sabes? ¿te suena de algo?"

No he bebido tanto para hablar sin control, pero debe ser que hoy me apetece alargar este pulso o algo así, bah, para que engañarme a mi misma, hablo mucho de normal, solo necesito unos minutos de confianza.

El brazo comenzaba a dolerle, hacia tiempo que no tenia tantas dificultades, lección aprendida, si quería mantenerse en forma tenia que competir con personas capaces de vez en vez. Aprender eso le podía costar esta competencia, y para sus parámetros eso era un alto precio, el solo imaginarse a Sam sonriendo con su carita burlona alcanzaba para que le dieran ganas de vomitar.

- Me parece perfecto que tengas trabajo, así me puedes pagar cuando gane - Dijo sonriendo con un rezago de fuerza – Cuando termine contigo decidiré como me pagas.

En una mujer más hermosa, o femenina incluso eso podría sonar como una insinuación hacia el esbelto muchacho, pero cuando uno se fijaba en el brillo que Sophitia tenia en sus ojos, esa chispa de caballo indomable que no la abandonaba jamas, era obvio que lo que tenia en mente era mas bien algo humillante o doloroso, no podía ser de otra manera.

La ultima parte de la charla había comenzado bien "¿Sabes? Conozco a otro pirata, ¡un capitán de barco!", bien, no era de extrañarse, los piratas eran muchos y muy variados, la muchacha pensó que tal vez incluso lo conocía. Y no estaba tan alejada de la realidad, no conocía el nombre del sujeto, pero sin duda conocía su modo de actuar, sabía perfectamente como era eso.

No respondió a una sola de las preguntas de Sam, dejo que hablara mientras lo contemplaba fijamente, algo en la cabeza de Sophitia se había roto, algo doloroso se había desatado y estaba liberándose dentro suyo, no podía entender cómo se había enterado de eso, cómo había logrado averiguar de su pasado si apenas la conocía. ¿Porqué hablaba tan calmado de todo eso? ¿Acaso estaba bromeando con ella? ¿Se estaba burlando? Eso era, se estaba riendo en sus propias narices de lo que le había sucedido, de la muerte de su padre, de la perdida de su barco y de que la abandonaran de pequeña.

- ¿Te parece gracioso? – Dijo bajando la vista, no mostraba ya su mirada, estaba consumida por la ira, la mano que sostenía el barril apretaba aún más fuerte, las uñas rayaban la madera - ¿Piensas que es gracioso recordarme todo eso mientras te ríes?

La consciencia había desaparecido, rechinaba los dientes como si se tratara de algún animal salvaje, se había olvidado que estaba en una competencia, que tenia que terminar la pulseada, de donde estaba y con quien, solo sabía que había alguien delante suyo a quien tenía que destrozar. Pateo el barril que sostenía sus brazos, rompiendo así con el juego, ahora ambos estaban frente a frente, agarrados de la mano en una posición extraña.

- No es....- Un gruñido interrumpió la oración por la mitad – No es nada gracioso – Su vos por lo general no era delicada, años de beber le había dejado un tono algo más bajo de lo esperado en una mujer, pero ahora estaba aun mucho más grave, casi ronco.

En un segundo se dio vuelta, pasando el brazo de Sam por arriba de su hombro, se inclino levemente y lanzó al muchacho por encima de su hombro con todas sus fuerzas. Era alto, así que no lo había podido lanzar muy lejos, pero pensar no estaba entre sus prioridades, con asegurarse de hacerle daño era suficiente.

Se encontraba parada firme bajo la luz de la luna, el pelo mecido de aquí para allá le tapaba de a momentos los ojos, con la mano derecha se lo quito de la cara para que no le molestara, estaba llorando, llorando con todas sus fuerzas, aunque lo único que lo denotaba eran las lagrimas que caían sin parar, ya que la mirada era vacía, como alguien a quien han robado el alma.

[Fdi: Tanto tiempo me ha oxidado, pero intentare recuperar lo antes posible lo prometo]

Ayyy, cuanta confianza que tiene la gente en sí misma. Yo la que más. Aunque, joder, me tira muchísimo el brazo, pero no pienso rendirme. Jamás, cederé cuando se me rompa el hueso por la mitad. Verticalmente. Aguantar es lo fácil, siempre lo es, y de normal, esperar a que el otro se canse, la mayoria de hombres borrachos se piensan que en nada, contra tus bracitos, te van a derrotar, pierden fuerzas con esos primeros intentos tan impetuosos y pocos lo logran. Y mil veces más gracioso si SABEN que eres una mujer, entonces ya se flipan, no sé, se dicen "Oh Dios Mio, si no derrota a esta endeble muchachita sin fuerza y posiblemente mas tonta que una piedra rapidamente mi viril fuerza masculina sera entredicha y todos estos desconocidos borrachos se reiran de mi" Traducción: El fin de su mundo. Oh algo así deben pensar para desperdiciar tanta fuerza, en las peleas es incluso más evidente. Aunque con Sophitia es distinto, esto es mil veces más divertido, aunque me va a tocar las narices como me gane. Merece la pena.

...

¿Que leches? ¿Eso significa que conoce al pirata o no? Si no fuera imposible diría que le ha bajado la jodida temperatura corporal. ¿Que he dicho maldita sea? ¡Como para extrañarse! Si es que hablo más de lo que es bueno para mi salud. Joder, ya la he cagado, pero ya no sé si es mi culpa o es simplemente otra persona con varias personalidades que me encuentro, o bipolar, cuando conoci a Chuck primero intento llevarme a la cama y luego me acabo escupiendo, pero es un buen tipo, todo es conocerlo.

No tiene ni una maldita cosa que ver con esto.

"Oye pequeña, no se que mierdas te pasa pero conmigo no te ralles" Como si la hablara a una pared a la que le ha mordido un perro con rabia. Si eso puede tener algún tipo de efecto. Si no sonrío le parto la cara.

Joder que susto. El barril casi me tira, es decir, no hay mucho sitio de apoyo entre el charco de cerveza y el borracho en coma etílico. A la mierda todo, si quiere guerra la tendrá, a ver porque me mete a mi el marrón cuando yo no... ¡ni tan siquiera ha respondido!

Me alegro que todos estos beodos lleven tanto alcohol en el cuerpo. No los despertaría un maldito elefante cubierto de lentejuelas de metal. Menuda imagen más rara, pero ya sabes eso de que, bueno, los enemigos bien cerca y no le soltaría la mano por nada. Aunque sus cuerpos parecen un campo de obstáculos... o un estupendo cojín.

¡Zorra pirata! Ahora me ha cabreado, ¡joder! ¡me he hecho daño! El pirata gordo amortigua bien los golpes pero no así su maldita empuñadura, ¡mierda! Me he dado en el codo, maldita sea. No se va a meter conmigo así porque le da la maldita gana, y pensar que esta noche estaba siendo divertida. Malditos psicópatas, no hay una maldita persona normal en esta ciudad. Por la Dama, esta se entera...

"Pequeña no te has metido con..."

¿Y ahora? ¿Por qué leches llora? Ah joder, ya podía ser piedra para que pasara de toda esta mierda, pero no, maldita sea, a la tipa esta le pasa algo raro y encima me importa. Pero no se libra de un buen golpe, no me da la gana que me pegue una paliza, sabe y puede y no pienso permitirlo. Puede que incluso disfrute de la pelea. Dice que me río me voy a hartar en su cara, a ver si agota su maldita rabia sin sentido.

Ya no estamos cogidas por la mano pero de pie con la luna y el viento, tengo suerte, de cara, y que sea mujer o no creo que ahora es lo de menos. Tengo que cogerla, de las muñecas, O mejor tirarle al suelo y despertarla a bofetón limpio. Lo que no puedo permitir es que saque arma alguna. Es capaz, lo veo en el brillo... o en la ausencia de este en sus ojos. Mal rollo. Empujar en barril de una patada hacia ella y hacerle un placaje a las piernas, podria casi rodar sobre el barril, tirarla al suelo, sentarme sobre ella, no niego alguna bofetada de despertar o un puñetazo si se pone feo, cogerle las muñecas. Vaya, no parece un plan difícil. Ay luna deseame suerte. Patada al barril.

Por supuesto que Sophitia no contesto, ni lo haría, su cuerpo respondía, pero su mente estaba en otro lado, hundida entre recuerdos y nostalgias. No cabía en la mente de la pirata que Sam no supiera de lo que hablaba, que hubiese tocado un tema semejante por simple casualidad, la única respuesta que tenia sentido era que se divertía a costa de su dolor.

-No, tu no sabes con quien te has metido, ni sabes lo que dices…. O si? – ¿Es que cabía la posibilidad de que no lo supiera?

Sophitia en circunstancias normales era una peleadora de temer, pirata de nacimiento, con muchos combates en su haber, conocía bien como era el asunto, sabía bien lo que dolía ser golpeada, pero siempre intentaba asegurarse de que a su agresor le doliera mas. Eso era en momentos normales, pero el actual no era un momento normal.

Podía notar que el muchacho estaba enojado también, tal vez algo confuso, seguramente pensaba Sophitia, porque no contaba con ese lanzamiento. Los recuerdos de su padre no dejaban de llegar a ella, como olas golpeando a un barco a medio hundir. El primer cuchillo, las primeras lecciones de cómo usarlo, las fiestas en alta mar, las primeras peleas, y también las primeras heridas. Todo había sido vivido junto a su padre, todo lo que sabia y era en la actualidad se lo debía a él.

-No deberías hablar tan a la ligera de la vida de los demas – Dijo en un extraño tono calmado, pero demasiado frio como para ser manso de verdad.

Había un intento de resistencia, vio como pateaba el barril en su dirección, eso tenía que ser una distracción, según la experiencia en combate de la pirata. Salto a un costado, sin bajar la guardia a la espera de un ataque sorpresa por parte de Sam.

Bien, básico se tira hacia al lado, yo soy muy básica, rápido antes de que acabe de esquivarlo, que no pueda moverse más. Placaje las piernas en 3… 2…

Espera. Espera, espera, espera. ¿Que estoy haciendo? ¿Por qué leches estoy atacando yo? Si si, que me ha tirado y que ahora mismo me encantaria darle un par de tortazos para agradecerle su amable ataque, pero presuponía que quería seguir con la pelea. No tiene sentido que yo lleve la iniciativa, ella es la de la rabia estúpida y sin sentido y el odio como cuchillos de hielo en la voz. Ya había dicho que lo que quería era ni más ni menos reducirla y que entrara en razón. Pegarme con ella es una buena opción, pero creo que yo que estaremos a 50 de posibilidades de ganar, y ella tiene el odio, eso mueve mucho. No me apetece que saque una daga. Riesgos innecesarios diría yo.

Cambio de estrategia. Pero mi cuerpo ya esta en movimiento. Pues nada de placaje, al suelo. Me gusta el suelo.Y hacer un barrido a sus piernas. De los guays, apoyada en mis manos, una pierna rasa por el suelo y la otra más alta a la rodilla, en la otra dirección. Voltereta hacia atrás, rápido, aléjate de ella unos pasos más. La velocidad es siempre mi baza. Incluso si no pudiera tirarla, desestabilizarla o que tirara hacia atrás para esquivar el ataque me sirve. Cambio de planes.

“¿Qué pasa pequeña? Hablo de lo que me da la gana, y si toda tu represalia es mirarme con mala cara, eres tan jodidamente cobarde que no me extraña nada lo que te ha pasado” sea lo que sea.

Supongo que tras esto nos hagamos amigas, pero la ira es mi mejor baza, te ciega y no te deja pensar con claridad, es mi mayor oportunidad para ganarla en combate, aunque sigo prefieriendo no acercarme mientras tenga algo con lo que me pueda abrir las tripas. Ni que sea envainado.

Es una pared fácil, tiene ventana en el primer piso, un saliente a mitad y balcón en el segundo. En apenas unos segundos he subido al tejado y espero a ver si mi baza da resultado. Puede seguirme o echarse a llorar, dudo que haga lo ultimo. También puede tirarme una daga, espero que no, ahí abajo hay luz, pero aquí arriba esta bien oscuro y me sería más fácil verla moverse que que ella fijara bien el blanco. Además si lo hace puedo tirarle una teja, y si la dejo inconsciente… es una buena manera de reducirla.

El muchacho se lanzó hacia sus piernas, pero cambio de idea en el ultimo instante, no era una barrida común, el cambio tomo por sorpresa a la pirata, quien callo al piso haciendo a tiempo apenas para poner las manos. El golpe mas las palabras eran mas de lo que Sophitia podía soportar, escupió a un lado, tenia la boca llena de tierra, eso le pasaba por hablar cuando no era necesario.

Luego Sam salió corriendo, la pirata pensó que iba a escapar, y se puso en pie de un salto, no iba a dejar que se huyera, pero contrario a lo que había imaginado, el muchacho se subió como si de un mono se tratara a una pared cercana, instalándose en el techo.

Sophitia se quedo mirándolo, por la posición donde estaba Sam podía verlo bastante bien, pero los ojos quedaban tapados por los cabellos. En un pestañeo, la pirata se movió de donde estaba, pero no hacia la pared donde se encontraba el muchacho, sino hacia un costado, en donde la escasa luz de los muelles no llegaba.

- Estoy enojada, pero no soy estúpida, Sam – dijo desde algún lugar entre los rincones de los oscuros edificios.

No dejaría que se burlara de ella de esa manera ¿Acaso creía que nunca había tenido que pelear en desventaja de posición? Se movió de modo rápido, pero sigiloso, el ruido del mar al lado de ellas ayudaba a apagar un poco los crujidos sobre la madera.

Se subió al edificio, esperando al momento en que Sam estuviera mirando hacia otro lado.

- ¿Me buscabas, muchacho? – Dijo sonriendo, pero con odio en el tono – Bien, dejémonos de estos juegos, quiero partirte esa bonita quijada que tienes ahora mismo.

Se tronaba los nudillos mientras decía eso, iba a devolverle el saludo de antes, se lanzó hacia delante, apuntando a las piernas para hacerle perder el equilibrio. Pero el impulso fue demasiado, rodaron ambos por el techo, en el ultimo segundo, Sophitia logro agarrarse con unas de las manos al borde, quedado colgada y salvándose por poco de recibir no un golpe que la mataría, pero que seguro dolería.

“¿En serio? Hasta ahora tu estupidez es lo único que has demostrado” Mierda, con lo fácil que seria si fuera estúpida. ¿Dónde esta?

Atención. Esto podría ser un juego a dos bandas, hay sombras donde yo también puedo esconderme, pero bueno, hay que adaptarse a las circunstancias, aunque sea divertido subestimar a tus adversarios, seamos realistas, el enfentamiento tiene que producirse antes o después y si no quería ser yo la que llevara el ataque ya lo he conseguido. Siguen acojonándome las dagas. Confiemos en el hermoso brillo del metal en las sombras que tengo delante. Me preocupa tener tanta práctica, ¿desde cuendo me estoy moviendo en posición de defensa? Ahí está.

“Lo sé, el pañuelo me hace una mandíbula pre… “ me pierden demasiado las pullas. Hace segundos que ha delatado su posición, pero yendo con los puños como armas, casi casi, me relajo. Demasiado.

¡Mierda!¡Estúpida! Y no yo, ella, maldita sea su estampa, ¡hacer un placaje hacia el maldito borde! Ah mierda, en cuanto la he visto aparecer lo he sabido, demasiadas ganas. Me sangran las uñas de agarrarme al suelo en cada rodada, pero apenas mis piernas han salido por el borde, suerte que hizo el placaje bajo, siempre deja al derribado algo más atrás. La boca me sabe a tierra. Necesito una cerveza.

Tu no vas a subir sola imbécil. No pienso dejarte. Mi posición es mejor, me duele una mano, pero apenas ella ha tenido tiempo de cogerse al borde ya estoy encima suyo. Creo que mi sonrisa no es alentadora. Otra cosa no, pero soy rápida en todo lo que hago. Sin duda puede subir sola. No me da la gana, no le doy tiempo, le cojo rápido el brazo con el que se agarra al borde y comienzo a subirla. Tengo el pie haciendo contrapeso en los ladrillos que marcan el final del edificio. No pesa demasiado. Apenas hago un amago de empujarla abajo de nuevo para distraerla. Y darle un buen puñetazo con la otra.

“Imbécil” Con un último tirón la dejo subir y sonrío con el sabor de polvo en la boca “Me has roto una uña”

Sam había tenido problemas para lograr a agarrarse al techo, pero no tantos como a Sophitia le hubiese gustado, al final la pirata había terminado peor parada que el muchacho, error garrafal, pero ya no había vuelta atrás, allí estaba, colgando de una mano del borde del techo por calcular mal un ataque, seguramente ahora le pisaría los dedos y fin de la historia.

Sophitia agitaba las piernas en un vano intento por apoyarlos en algo, un ladrillo, una tabla, el borde de una ventana, cualquier cosa que le sirva de apoyo para poder subir, debe apurarse, antes de que Sam la pille en tan desventajosa posición. Pero ya es tarde, esta de pie frente a ella, sonriéndole, sin duda ahora la dejara caer, luego tal vez bajaría y terminaría lo que había comenzado.

Grande fue la sorpresa cuando vio que, contrario a lo que creía, Sam no pretendía dejarla resbalar, sino que le tendía la mano y la ayudaba a subir. Sophitia estaba desconcertada, no entendía qué le pasaba, solo entonces recordando la pelea, se dio cuenta que en realidad su contrincante nunca la había atacado en serio, que se había dedicado a esquivar y a lo mucho decir tonterías, pero nada de atacar. ¿Seria que se había confundido?

- No seas llorón, yo ya no tengo ni una sola uña entera desde hace años – La pirata estaba acostada boca arriba, mirando las estrellas, respirando agitada aun - ¿Desde cuando a los hombres les interesa como tienen las uñas?

Lentamente se puso en pie, se limpio el polvo de la ropa, se peino el cabello con los dedos y lo ato con una cinta de modo más prolijo. Los humores de Sophitia eran así iban y venían, era como ver pasar un huracán, luego ya todo se calmaba, aunque claro, dejaba los destrozos.

- Ya me cansé de pelear, vamos a beber algo y me explicas como se te ocurrió burlarte de la muerte de mi padre, el motín y la perdida de mi barco – Que tomara las cosas con mas calma no significaba que se había olvidado de todo – Y no vale responder que porque eres idiota, eso ya lo se.

Aunque pareciera una agresión en realidad era una broma, y eso significaba que estaba haciendo las paces, antes de bajar le dio un golpe en el hombro, riéndose por lo bajo.

Dicen que los peces tienen solo 3 segundos de memoria, quizas de tanto estar en el mar se le había pegado, porque aunque yo sea un encanto andante que se deshace en risas y en estupideces varias, no quiere decir que esperara que se le pasara ese cabreo monumental que se le había puesto sabe la Dama por que. Pero si. Tengo que probar a romperme más uñas, por lo visto me da suerte .

Por una parte me siento orgullosa de mi disfraz y por otra… Bueno, no sé, generalmente a estas alturas la gente ya se ha dado cuenta, aunque cuido mucho mis modales pues… no sé, suele haber cosas que me delatan, pequeños gestos y cosas así. Bueno, no lo hago de normal y no lo voy a hacer ahora, ya lo descubrirá más tarde ella sola.

“Jajajaja, si, un poco idiota si que eres” Vaya, creo que no es mala idea lo de limpiarse un poco el polvo, aunque que es la vida sin un poco de mierda encima ¿no?

¿Ya esta entonces? Vaya, no fue tan malo como precía, incluso diría que me quede un poco con las ganas de verla en acción, pero bueno, teniendo en cuenta los rollos raros que ella se pensaba que había, casi prefiero que sea así y a la mierda todo. Tengamos una noche normal… bueno, a partir de ahora.

“Ey ey ey” ¿Esta loca? No me jodas que cualquiera de esas cosas tan inverosímiles que había dicho se podía aplicar a ella, oh vamos, eso no le paso a nadie, y menos a mas de una persona y… me estoy liando “¿Me estas intentando decir que tu padre murió, se amotinaron contra ti y perdiste tu barco? ¿En serio?” No se si flipar ante la situación o reirme ante la casualidad, creo que mi cara no da para más que para una mueca extraña.

Vamos abajo, y mira no te devolveré este puñetazo por ahora, seguro que tengo oportunidad más tarde. Kalen sigue tras la barra, limpiando jarras de cerveza, han entrado algunos clientes más en nuestra ausencia pero hay sitio de sobra para dos chicas llenas de tierra. La sonrisa de Kalen me dice que ya me conoce demasiado bien, poco le extrañaria si hubiera llegado con el labio partido, un ojo morado o un costilla rota.

“Ponme una cerveza, de las caras ¿vale? Y otra para Sophi, son caras y pocas pero tiene algunas cervezas enanas que estan genial” A ver… queda sitio en la barra, un par de mesas junto a la puerta y otra al fondo junto a la ventana “Me tienes que contar, vamos a la mesa del fondo”

Sophitia no había considerado que su historia podía resultar tan sorprendente, o poco probable, al fin y al cabo las personas morían todo el tiempo, y los motines entre los piratas eran cosas cotidiana. Quizás el hecho singular era que todo eso le hubiese pasado a aun sola persona en tan poco tiempo, eso si podía creerlo.

Se levanto y bajando del techo sin dificultad alguna siguió a Sam de nuevo adentro de la taberna, donde nada había cambiado, pero Sophitia si se sentía diferente, como mas despejada, como si un rato antes hubiese estado con la vista empañada por otras cosas, y ahora estuviera mas relajada y viendo las cosas con mas claridad.

- ¿Cerveza de las caras? Hablas mi idioma, chico – Dijo sonriente Sophitia, con una buena bebida de por medio las cosas se veían diferentes, charlaría por horas si eso quería.

Una especie de camaradería había surgido entre ambas, producto si se quiere de la pelea en cierto modo, la pirata había descargado mucho de su veneno, ahora estaba mas tranquila y lista para poder tener una noche de bebidas fuertes, risas, e historias, aunque no se negaría si Sam quería seguir compitiendo un poco mas tampoco, parecían cortadas por el mismo molde.

- También quiero que me cuentes algunas cosas, Sam – Dijo mientras se acomodaban en la mesa del fondo - ¿Vives en esta ciudad o estas de paso? ¿De que trabajas? Cosas así – La miro unos segundos, como calculando – Sin duda trabajas en tareas duras, ese cuerpo no lo pudiste sacar vendiendo flores – Se hecho a reír, pero no de modo burlón como antes.

Las cervezas llegaron mas rápido de lo que esperaba, seguramente por que Sam era conocida del lugar, y la pirata tomo una de las jarras al instante. Mientras la levantaba dijo.

- Brindemos por este.... digamos al final feliz encuentro – Dijo y volvió a reírse mientras se llevaba la jarra a los labios.

“Jajaja, esta taberna es un tesoro, tiene la mejor cerveza importada, y no voy a dejar que la desaprovechen unos piratas cualquieras jajaja” Es divertido pinchar a Sophi, y creo que estoy ya más allá de todo límite para molestarla, un poco más de puntería y le digo el dia en que nació. Increíble.

Aunque no creo que eso justamene pueda considerarse suerte ¿sabes? Es el tipo de cosas que casi mejor no decir, pero bueno, no ha llevado nada malo. Una pelea sana siempre esta bien, ójala pueda pelearme con ella otra vez, pero cuando los limites estén más claros que por la cara que ponía habría pensado que quería matarme.

“Vivo aquí y por el ritmo que llevo moriré aquí, jajaja, asi que si alguna vez buscas cualquier cosa en esta ciudad, yo soy la persona que necesitas para encontrarla, jajaja” Por la Dama que esta cerveza esta buena “¡Si! ¡Brindemos por las noches de apuestas y los encuentros afortunados!” Te refresca entera cuando pasa por la garganta, nada mejor para después de una pelea.

La cerveza es la mejor bebida de brindis del mundo, ni vino, ni cava, la buena cerveza enana hace el ruido mas puro del mundo. Me encantá esta bebida, en serio. La mayoría de gente dice que la primera vez que lo prueban no les gusta, pero a mi me encanto desde el principio. Claro que antes que la cerveza probé el ron y el tequila, y luego esto me pareció un agradable agua para quitarme la sed.

“No se que decirte, ahora soy mensajera, pero creo que he hecho casi todos los trabajos honrados posibles, jajaja, y parte de los no honrados, jajaja” Si me pongo a enumerar no acabo “También vendí flores en una época, jajaja” Me duró un poco más de lo que esperaba, soy buena sonriendo y vendiendo cosas, le vendo bien a todo el mundo que soy un chico, jajajaja. No debería reirme de las cosas que solo pienso.

“Pero mi vida es simple y fácil, creo que me tienes que explicar con más calma que leches te ha pasado, es decir, ¿en serio?" Me lo creo si me lo dice claro esta pero no puedo evitar sentir curiosidad por ello.