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Destino
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Re: Destino
Mientras Rose hablaba, se fue acercando, con el cuchillo caliente, quiso replicar algo, ella siempre replicaba, pero...
No hubo un sonido que se escuchara por encima del alarido del hombre, si hubo un movimiento, primero lento, luego rápido, luego una blasfemia por parte del hombre y su paso rápido, que de nada sirvió.
No replicó porque en el momento en que debía hacerlo, la espada de Rose descendió con total decisión, por que cuando abrió la boca para decirlo, la sangre manó como una fuente pese a su torniquete y luego... el ruido que nadie escuchó fue el de su cabeza al impactar contra el duro piso del claro.
Rose había estado en lo cierto, y de haberlo sabido a ciencia cierta habría forzado a Dulfary a irse. Era demasiado para ella. No había visto el momento justo en que le cortó el brazo al hombre, solo el resultado de su gestión. Pero ahora... era mucho más de lo que mente cansada y confiebre podía soportar.
- Estúpida mocosa terca!!! - protestó el hombre. El grito de su camarada era suficiente para sacarlo un poco del letargo del alcohol, así que corrió donde ella, le quitó el cuchillo y se lo pasó a Rose para que terminara el trabajo. Esta vez dolería menos? si, los puntos de presión que había tocado Dul harían parte de ese trabajo.
Pero nada de eso quietaba el hecho que pese a sus valientes palabras, había caído como un saco de papas, al primer momento.
No hubo un sonido que se escuchara por encima del alarido del hombre, si hubo un movimiento, primero lento, luego rápido, luego una blasfemia por parte del hombre y su paso rápido, que de nada sirvió.
No replicó porque en el momento en que debía hacerlo, la espada de Rose descendió con total decisión, por que cuando abrió la boca para decirlo, la sangre manó como una fuente pese a su torniquete y luego... el ruido que nadie escuchó fue el de su cabeza al impactar contra el duro piso del claro.
Rose había estado en lo cierto, y de haberlo sabido a ciencia cierta habría forzado a Dulfary a irse. Era demasiado para ella. No había visto el momento justo en que le cortó el brazo al hombre, solo el resultado de su gestión. Pero ahora... era mucho más de lo que mente cansada y confiebre podía soportar.
- Estúpida mocosa terca!!! - protestó el hombre. El grito de su camarada era suficiente para sacarlo un poco del letargo del alcohol, así que corrió donde ella, le quitó el cuchillo y se lo pasó a Rose para que terminara el trabajo. Esta vez dolería menos? si, los puntos de presión que había tocado Dul harían parte de ese trabajo.
Pero nada de eso quietaba el hecho que pese a sus valientes palabras, había caído como un saco de papas, al primer momento.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Ojalá estas cosas fueran limpias.
El torniquete había hecho su efecto, pero eso no impidió que un cuajarón de sangre cayera sobre la fría hierba. El corte había sido ligeramente por debajo de la rodilla, Rose no supo muy bien por qué. Había visto gente con piernas de madera alguna vez. Supuso que sería mejor para él poder mover la rodilla y...
... se giró para...
... ver a Dul en el suelo.
No estuvo segura de si se lo creía o no en cuanto miró. Estaba como fuera de sí, como si estuviese viéndolo todo a través de los ojos de otra persona. Vio a Dulfary, tendida, desmayada. No se lo esperaba. De veras que no se lo esperaba.
- ... Oh - musitó, sorprendida.
Pero enseguida el hombre se puso en marcha.
- ¡Oye! - protestó cuando la llamó "mocosa". Aunque... hasta cierto punto, ella misma se sintió estúpida. - Da... dame. ¡Cuida de ella!
Valiéndose del cuchillo, cauterizó la herida lo mejor que pudo. Y valiéndose del alcohol, la desinfectó como pudo. El hombre entró en shock al poco del corte, así que no gritó... demasiado. Aquello tenía que ser horriblemente doloroso. Es decir... cauterizar una herida del diámetro de tu pierna. Rose no se lo podía imaginar. No quería mirar mientras lo hacía, y estuvo a punto de vomitar en un punto.
Finalmente, se irguió.
- Y... ya - dijo, mareada, mientras se volvía para ver cómo el hombre acomodaba a Dulfary cerca del fuego y le daba un par de palmaditas en la cara. - Espera... quizás necesite una venda.
Torció la cara. De repente se daba cuenta de que...
- ¿E... está bien?
El torniquete había hecho su efecto, pero eso no impidió que un cuajarón de sangre cayera sobre la fría hierba. El corte había sido ligeramente por debajo de la rodilla, Rose no supo muy bien por qué. Había visto gente con piernas de madera alguna vez. Supuso que sería mejor para él poder mover la rodilla y...
... se giró para...
... ver a Dul en el suelo.
No estuvo segura de si se lo creía o no en cuanto miró. Estaba como fuera de sí, como si estuviese viéndolo todo a través de los ojos de otra persona. Vio a Dulfary, tendida, desmayada. No se lo esperaba. De veras que no se lo esperaba.
- ... Oh - musitó, sorprendida.
Pero enseguida el hombre se puso en marcha.
- ¡Oye! - protestó cuando la llamó "mocosa". Aunque... hasta cierto punto, ella misma se sintió estúpida. - Da... dame. ¡Cuida de ella!
Valiéndose del cuchillo, cauterizó la herida lo mejor que pudo. Y valiéndose del alcohol, la desinfectó como pudo. El hombre entró en shock al poco del corte, así que no gritó... demasiado. Aquello tenía que ser horriblemente doloroso. Es decir... cauterizar una herida del diámetro de tu pierna. Rose no se lo podía imaginar. No quería mirar mientras lo hacía, y estuvo a punto de vomitar en un punto.
Finalmente, se irguió.
- Y... ya - dijo, mareada, mientras se volvía para ver cómo el hombre acomodaba a Dulfary cerca del fuego y le daba un par de palmaditas en la cara. - Espera... quizás necesite una venda.
Torció la cara. De repente se daba cuenta de que...
- ¿E... está bien?
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
- lo que diga... - dijo el hombre que se alegró de no tener que hacer lo que en ese momento tenía Rose. Entregó el cuchillo y haló a la rubia hasta el fuego, pero en ese momento se dio cuenta que estaba tibia, algo raro para quien acaba de perder el conocimiento.
- Eh tú, como sea que te llames, despierta - torció el gesto - para esto quería quedarse? - buscó agua para echarle un poco - Gracias por ayudar a mi amigo - dijo, mirando a una y otra.
- No sé, está pálida, pero esta ardiendo - le dio otra palmadita - Ya está reaccionado - dijo haciendo otra mueca. El olor a carne quemada lo estaba enfermando.
- uh...- fue todo lo que dijo. El color del cielo, visto desde el piso del claro, se le antojó irreal. Todo le daba vueltas y su mente se negó a registrar parte de las razones por las que se desconectó. Miró al hombre y no le reconoció, pero tampoco trató de huir de él. Le dolía la cabeza y sentía como le latía ahí donde se había golpeado, sabía que sel e venía un chichón. - Qué... au... - cerró los ojos de nuevo, a la espera que el mundo dejara de dar vueltas.
- Eh tú, como sea que te llames, despierta - torció el gesto - para esto quería quedarse? - buscó agua para echarle un poco - Gracias por ayudar a mi amigo - dijo, mirando a una y otra.
- No sé, está pálida, pero esta ardiendo - le dio otra palmadita - Ya está reaccionado - dijo haciendo otra mueca. El olor a carne quemada lo estaba enfermando.
- uh...- fue todo lo que dijo. El color del cielo, visto desde el piso del claro, se le antojó irreal. Todo le daba vueltas y su mente se negó a registrar parte de las razones por las que se desconectó. Miró al hombre y no le reconoció, pero tampoco trató de huir de él. Le dolía la cabeza y sentía como le latía ahí donde se había golpeado, sabía que sel e venía un chichón. - Qué... au... - cerró los ojos de nuevo, a la espera que el mundo dejara de dar vueltas.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Ah... éso lo había olvidado por completo.
La fiebre.
Es verdad, Dulfary ya tenía fiebre cuando salieron de la cueva, apenas unas horas antes. Con todo, su estado debía ser delicado. Ella misma se sentía indispuesta, y Rose era semielfa. Su metabolismo no era como el de los humanos - o éso habría pensado, si Rose supiera lo que era un metebolsismo de ésos.
- Oh, mierda - gruñó, acercándose. - Dul...
Miró al hombre. Al mismo tiempo, el hombre la miró a ella. Era una de ésas miradas que no se pueden evitar, una de ésas miradas que dicen "Ok, no voy a hacerte preguntas" y "Estoy esperando respuestas" al mismo tiempo. Rose, que se había inclinado sobre Dulfary y tenía la mano izquierda sobre su frente, suspiró.
- Dul... ce. Es un apodo - murmuró.
La explicación no le quitó los ojos del hombre de encima hasta pasados unos instantes, pero pareció servir. Libres de su mirada, los ojos de Rose se clavaron en Dul... en los suyos. No sabía si la veía, pero le hizo saber que estaba ahí.
- Está ardiendo - repitió.
- Como tu compañero - dijo la pelirroja. - Mierda. ¿Podemos hervir agua? Yo...
"... yo, creo, pienso, bueno, verá usted, en vista de las circunstancias, y a juzgar por lo poco que se de mí misma, es una larga historia, pero creo que mi otro yo, perdone que no le insista en éste punto, el otro lado de mi mente, no me mire así, es tan cierto como que es de día, de acuerdo, míreme como quiera, pero está capacitado para hacer medicinas."
La conversación se desarrolló en la mente de Rose de forma tan natural que no pudo evitar sonreir, algo que, sin duda, debió resultar paradójico dada la situación en la que se encontraban.
- Conozco una medicina que puede servir - mintió. - Para ella y para su compañero.
No es que no la conociera, es que no estaba segura. ¿Qué mal podía hacer intentarlo? A lo peor tenía "efecto placebo". Si Rose hubiera sabido lo que era un efecto placebo. En cualquier caso, miró en derredor.
- ¿Medicina... cómo? - preguntaba el hombre, aunque no la estaba cuestionando. Ya se acercaba al agua, tras cerciorarse de que Dulfary no estaba en peligro de darse otro golpe.
- Con hierbas - respondió Rose, alejándose en dirección a los árboles.
La fiebre.
Es verdad, Dulfary ya tenía fiebre cuando salieron de la cueva, apenas unas horas antes. Con todo, su estado debía ser delicado. Ella misma se sentía indispuesta, y Rose era semielfa. Su metabolismo no era como el de los humanos - o éso habría pensado, si Rose supiera lo que era un metebolsismo de ésos.
- Oh, mierda - gruñó, acercándose. - Dul...
Miró al hombre. Al mismo tiempo, el hombre la miró a ella. Era una de ésas miradas que no se pueden evitar, una de ésas miradas que dicen "Ok, no voy a hacerte preguntas" y "Estoy esperando respuestas" al mismo tiempo. Rose, que se había inclinado sobre Dulfary y tenía la mano izquierda sobre su frente, suspiró.
- Dul... ce. Es un apodo - murmuró.
La explicación no le quitó los ojos del hombre de encima hasta pasados unos instantes, pero pareció servir. Libres de su mirada, los ojos de Rose se clavaron en Dul... en los suyos. No sabía si la veía, pero le hizo saber que estaba ahí.
- Está ardiendo - repitió.
- Como tu compañero - dijo la pelirroja. - Mierda. ¿Podemos hervir agua? Yo...
"... yo, creo, pienso, bueno, verá usted, en vista de las circunstancias, y a juzgar por lo poco que se de mí misma, es una larga historia, pero creo que mi otro yo, perdone que no le insista en éste punto, el otro lado de mi mente, no me mire así, es tan cierto como que es de día, de acuerdo, míreme como quiera, pero está capacitado para hacer medicinas."
La conversación se desarrolló en la mente de Rose de forma tan natural que no pudo evitar sonreir, algo que, sin duda, debió resultar paradójico dada la situación en la que se encontraban.
- Conozco una medicina que puede servir - mintió. - Para ella y para su compañero.
No es que no la conociera, es que no estaba segura. ¿Qué mal podía hacer intentarlo? A lo peor tenía "efecto placebo". Si Rose hubiera sabido lo que era un efecto placebo. En cualquier caso, miró en derredor.
- ¿Medicina... cómo? - preguntaba el hombre, aunque no la estaba cuestionando. Ya se acercaba al agua, tras cerciorarse de que Dulfary no estaba en peligro de darse otro golpe.
- Con hierbas - respondió Rose, alejándose en dirección a los árboles.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Las palabras era lejanas. Los ojos raros de Rose le resultaron ajenos por un momento para luego sonreír. Más palabras, un silencio zumbante, mas palabras. Lentamente iba entendiendo.
- Lo siento - casi sollozó y entonces se dio cuenta que estaba hiperventilando, asustada. No por nada, solo por el desmayo, por el cambio de realidades - lo siento... - repitió y en cuanto la dejaron sola, se hizo un ovillo, se tomó un momento más.
Se puso, entonces, en cuatro patas para tratar de levantarse.
- Eh, eh, tu quieta!! a donde crees que vas? - le preguntó el hombre. Pero no respondió, logró quedar arrodillada y se agarró la cabeza.
~ no, al bosque sola no... nos esta siguiendo... ~ - Rose... no... -
- Que si estas bien!! - la zarandeó el hombre. Si le había preguntado una primera vez, no lo había escuchado.
- Si..., no..., no sé... - el mundo le daba vueltas, pero le preocupaba más Rose andando sola por el bosque. Y mientras, se reprochaba el ser tan terca, tan obstinada con ideas que sabía que no podía manejar. La impresión de tanta sangre junta había sido la causa, pero le dio al cuerpo el tiempo suficiente para recordar cuan mal se sentía.
- Lo siento - casi sollozó y entonces se dio cuenta que estaba hiperventilando, asustada. No por nada, solo por el desmayo, por el cambio de realidades - lo siento... - repitió y en cuanto la dejaron sola, se hizo un ovillo, se tomó un momento más.
Se puso, entonces, en cuatro patas para tratar de levantarse.
- Eh, eh, tu quieta!! a donde crees que vas? - le preguntó el hombre. Pero no respondió, logró quedar arrodillada y se agarró la cabeza.
~ no, al bosque sola no... nos esta siguiendo... ~ - Rose... no... -
- Que si estas bien!! - la zarandeó el hombre. Si le había preguntado una primera vez, no lo había escuchado.
- Si..., no..., no sé... - el mundo le daba vueltas, pero le preocupaba más Rose andando sola por el bosque. Y mientras, se reprochaba el ser tan terca, tan obstinada con ideas que sabía que no podía manejar. La impresión de tanta sangre junta había sido la causa, pero le dio al cuerpo el tiempo suficiente para recordar cuan mal se sentía.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Medicina con hierbas.
Sonaba más bonito de lo que era en realidad. La mente de Rose no funcionaba como la de... en realidad ni siquiera Rose estaba muy segura de cómo funcionaba su mente. Si trataba de revisar, conscientemente, cada planta que veía, se encontraba rápidamente abrumada por la sensación de no tener ni puta idea de qué estaba mirando a cada momento. Sin embargo, si dejaba que la guiase su instinto y no se cuestionaba lo que le decía la mente...
Y mientras tanto, de vuelta en el campamento, y una vez habiéndose asegurado de que Dulfary estaba bien, en efecto, el hombre que acompañaba a la chica se dedicó a examinar a su amigo, inconsciente ahora por el dolor, que yacía silenciosamente donde Rose le había tendido.
- Mierda - murmuraba. - Joder, no se cómo la gente sobrevive a ésto. Calma, Miles, te vas a poner bien. - Y se volvió hacia Dulfary. - Oye...
Se acercó un poco.
Además de golpeado por el alcohol, parecía... bueno, el estrés de todo lo que debía haber pasado aquel día se notaba en su cara. Estaba sucio, pero había humildad en sus ojos cuando se acercó a la muchacha. Comparativamente era mucho más grande que ella, pero en ésos momentos parecía pequeñito.
- No se cómo te llamas, pero muchas gracias.
Sonaba más bonito de lo que era en realidad. La mente de Rose no funcionaba como la de... en realidad ni siquiera Rose estaba muy segura de cómo funcionaba su mente. Si trataba de revisar, conscientemente, cada planta que veía, se encontraba rápidamente abrumada por la sensación de no tener ni puta idea de qué estaba mirando a cada momento. Sin embargo, si dejaba que la guiase su instinto y no se cuestionaba lo que le decía la mente...
Y mientras tanto, de vuelta en el campamento, y una vez habiéndose asegurado de que Dulfary estaba bien, en efecto, el hombre que acompañaba a la chica se dedicó a examinar a su amigo, inconsciente ahora por el dolor, que yacía silenciosamente donde Rose le había tendido.
- Mierda - murmuraba. - Joder, no se cómo la gente sobrevive a ésto. Calma, Miles, te vas a poner bien. - Y se volvió hacia Dulfary. - Oye...
Se acercó un poco.
Además de golpeado por el alcohol, parecía... bueno, el estrés de todo lo que debía haber pasado aquel día se notaba en su cara. Estaba sucio, pero había humildad en sus ojos cuando se acercó a la muchacha. Comparativamente era mucho más grande que ella, pero en ésos momentos parecía pequeñito.
- No se cómo te llamas, pero muchas gracias.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Levantó la vista y sonrió.
- Oigo - ijo mecánicamente. Era grande. Por lo general su reacción natural era guardar distancia de personas como él, pero esta vez no se movió, solo amplió su sonrisa. - No es nada, aveces ayudar es algo mas fuerte que yo. Hacemos lo que se puede - dijo con sencillez, tras lo cual inpiró muy profundamente aire.
Debía levantarse. No, debía guardar reposo, pero necesitaba estar en movimiento.
- Arale - dijo con cansancio mental y físico - me llamo Arale - de alguna forma, no mentía, Dulfary la llamaban los demás, ella se llamaba Arale cuando le convenía no dar el nombre que otros le habían adjudicado.
-Tú como te llamas? - preguntó con todo el tacto del que era capaz para la situación.
- Ever - casi que utilizó el mismo tono. Había que centarlo, sacarlo de su estres para que fuera de utilidadmientras se necestaran más manos.
- Ever... - volvió a sonreir. Pero su plan falló por su propia cuenta - por qué huyen de la guardia? - esta vez el tacto, pese a la suavidad de su tono al preguntar, no fue el fuerte.
- Oigo - ijo mecánicamente. Era grande. Por lo general su reacción natural era guardar distancia de personas como él, pero esta vez no se movió, solo amplió su sonrisa. - No es nada, aveces ayudar es algo mas fuerte que yo. Hacemos lo que se puede - dijo con sencillez, tras lo cual inpiró muy profundamente aire.
Debía levantarse. No, debía guardar reposo, pero necesitaba estar en movimiento.
- Arale - dijo con cansancio mental y físico - me llamo Arale - de alguna forma, no mentía, Dulfary la llamaban los demás, ella se llamaba Arale cuando le convenía no dar el nombre que otros le habían adjudicado.
-Tú como te llamas? - preguntó con todo el tacto del que era capaz para la situación.
- Ever - casi que utilizó el mismo tono. Había que centarlo, sacarlo de su estres para que fuera de utilidadmientras se necestaran más manos.
- Ever... - volvió a sonreir. Pero su plan falló por su propia cuenta - por qué huyen de la guardia? - esta vez el tacto, pese a la suavidad de su tono al preguntar, no fue el fuerte.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
El hombre parecía confuso, y no solo por el alcohol.
La pregunta le pilló de improviso, y al parecer también le trajo algún tipo de recuerdo desagradable, a juzgar por su cara. Pero, aunque se tomó algún tiempo antes de dar su respuesta, no la rehuyó.
- Momento equivocado - murmuró casi para sí mismo, y luego siguió hablando. - Lugar equivocado. Él... tuvimos problemas con la guardia. Él mató a un guardia. Yo lo vi - ésto último lo dijo más en forma de "lo vi, que ya de por si es un crimen en este sitio" que de "lo vi, le estoy acusando". Aunque parecía haber un cierto rencor por haberle arrastrado a éste lugar.
- ¿Se pondrá bien? - agregó. - Aunque le falte...
La pregunta le pilló de improviso, y al parecer también le trajo algún tipo de recuerdo desagradable, a juzgar por su cara. Pero, aunque se tomó algún tiempo antes de dar su respuesta, no la rehuyó.
- Momento equivocado - murmuró casi para sí mismo, y luego siguió hablando. - Lugar equivocado. Él... tuvimos problemas con la guardia. Él mató a un guardia. Yo lo vi - ésto último lo dijo más en forma de "lo vi, que ya de por si es un crimen en este sitio" que de "lo vi, le estoy acusando". Aunque parecía haber un cierto rencor por haberle arrastrado a éste lugar.
- ¿Se pondrá bien? - agregó. - Aunque le falte...
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
La niña cerró los ojos y le ardieron, más. Se puso en movimiento opr el campamento. Haber perdido la contración en elcontrol de su cuerpo y sus movimientos ahora le hacía casi imposible el controlar los escalofríos y el temblor que este le cuasaban. Así que trataba de disimular moviendose.
- Si, conozco la situación - dijo refiriendose al lugar equivocado - soy una experta en lugares equivocados, aunque suelo llegar en el momento indicado - le puso la mano en el hombro al sujeto, aunque en un momento dudó si podría hacerlo.
Quería saber qué clase de problemas, pero supuso que no le diría. Sonrió, con más animo.
- Si, se pondrá bien, pero eso depenerá de él. Asumo que lo primero que pasará es que nos odie por haberla cortado, que se sienta inutil, frustrado y todo lo demás, pero necesitará de alguien amigo, alguien en quien confie para seguir adelante y lo demás... bueno, lo demás dependerá de él -
- Nosotr...os también tuvimos problemas con la guardia, aunque creo que no matamos a ninguno. Rosemery se retrasó para cumplir eso del toque de queda y terminamos todos huyendo porque nos confundieron con rebeldes y porque.. bueno, ellos son así, cualquier excuso es un motivo y le dimos un motivo para cazarnos - se encogió de hombros restándole importancia a tan grave sitaución.
- No le guardes rencor... piensa que usted le salvó la vida, que si tomó la del guardia fue una razón difernete a matar por matar y tras esto, si logran salir del reino, ustedes podrán llevar una vida difernete, donde la guardia y el rey no sean sinonimo de terror, sangre, muerte o peor, dolor. Los dos se hicieron a sí mismos un favor - y ahí estaba, el optimismo empalagoso de la niña, que volvió a ponerse en mivimiento, tiritando con un poco mas de fuerza.
- Necesito agua caliente, vamos a necesitar agua caliente, necesito un té y no sé que medicina conoce ella... -
- Si, conozco la situación - dijo refiriendose al lugar equivocado - soy una experta en lugares equivocados, aunque suelo llegar en el momento indicado - le puso la mano en el hombro al sujeto, aunque en un momento dudó si podría hacerlo.
Quería saber qué clase de problemas, pero supuso que no le diría. Sonrió, con más animo.
- Si, se pondrá bien, pero eso depenerá de él. Asumo que lo primero que pasará es que nos odie por haberla cortado, que se sienta inutil, frustrado y todo lo demás, pero necesitará de alguien amigo, alguien en quien confie para seguir adelante y lo demás... bueno, lo demás dependerá de él -
- Nosotr...os también tuvimos problemas con la guardia, aunque creo que no matamos a ninguno. Rosemery se retrasó para cumplir eso del toque de queda y terminamos todos huyendo porque nos confundieron con rebeldes y porque.. bueno, ellos son así, cualquier excuso es un motivo y le dimos un motivo para cazarnos - se encogió de hombros restándole importancia a tan grave sitaución.
- No le guardes rencor... piensa que usted le salvó la vida, que si tomó la del guardia fue una razón difernete a matar por matar y tras esto, si logran salir del reino, ustedes podrán llevar una vida difernete, donde la guardia y el rey no sean sinonimo de terror, sangre, muerte o peor, dolor. Los dos se hicieron a sí mismos un favor - y ahí estaba, el optimismo empalagoso de la niña, que volvió a ponerse en mivimiento, tiritando con un poco mas de fuerza.
- Necesito agua caliente, vamos a necesitar agua caliente, necesito un té y no sé que medicina conoce ella... -
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
El hombre pareció entender. Después de todo, lo que le pasaba no era que fuera hostil, ni siquiera que estuviera borracho. Parecía un hombre normal arrastrado a una situación que no terminaba de creerse, de entender ni de operacionalizar. Por la forma de mirar a su compañero, diríase que estaba intentando hacer a un lado algún tipo de rencor que hubiera entre los dos, ya fuera porque existiese antes de lo que estaba pasando o porque se debía justamente a que uno hubiese arrastrado al otro a ésta debacle.
Pero no protestó. Escuchó a la joven, que en aquellos momentos le superaba ampliamente en experiencia; asintió con la cabeza, entre comprensivo y resignado, y por último, la acompañó y la ayudó a poner los cacharros en el fuego.
No pasó demasiado tiempo hasta que la pelirroja volvió a aparecer entre los árboles, y aunque llevaba una bolsita con algunas hierbas, estaba pálida. Y nerviosa.
Pero no protestó. Escuchó a la joven, que en aquellos momentos le superaba ampliamente en experiencia; asintió con la cabeza, entre comprensivo y resignado, y por último, la acompañó y la ayudó a poner los cacharros en el fuego.
No pasó demasiado tiempo hasta que la pelirroja volvió a aparecer entre los árboles, y aunque llevaba una bolsita con algunas hierbas, estaba pálida. Y nerviosa.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
No estaba muy segura que el té diera resultados, lo que necestaba era descanso, ropa tibia, un lugar seco y calor para quemar la fiebre. Eso en caso que no se hubiese formado ya una infección. Pero algo tenía que intentar.
El pulso le tembló demasiado para sostener el cacharro ante el fuego y el hombre la tuvo que ayudar, cosa que agradeció con una de sus dulces sonrisas. Quería hablar de tantas cosas, pero tenía sed y pocos animos fisicos para conversar.. tal vez, en una cueva, con una hoguera protegida... pero no había eso así, que se limitaba a rumear su fiebre.
Solo cuando vio aparecer a Rose, recordó que iba a ir tras ella, para que no le pasara algo pero con todo se había quedado, mal muy mal. El verla nerviosa la preocupó bastante, pero al pasar la lengua pr los labiosp ara tratar de preguntar que pasó, solo llegó a abrir la boca, sin pronunciar palabra. Eso sí, su expresión era bien clara al respecto.
El pulso le tembló demasiado para sostener el cacharro ante el fuego y el hombre la tuvo que ayudar, cosa que agradeció con una de sus dulces sonrisas. Quería hablar de tantas cosas, pero tenía sed y pocos animos fisicos para conversar.. tal vez, en una cueva, con una hoguera protegida... pero no había eso así, que se limitaba a rumear su fiebre.
Solo cuando vio aparecer a Rose, recordó que iba a ir tras ella, para que no le pasara algo pero con todo se había quedado, mal muy mal. El verla nerviosa la preocupó bastante, pero al pasar la lengua pr los labiosp ara tratar de preguntar que pasó, solo llegó a abrir la boca, sin pronunciar palabra. Eso sí, su expresión era bien clara al respecto.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Había muchas cosas por las que ponerse nervioso en un lugar como aquel.
Estaban los árboles. Rose no se dio cuenta hasta que se encontró a solas y apartada del sendero, pero los árboles de la zona eran... siniestros. No es que fuesen sombríos, es que eran... enormes. La luz entraba en el interior del bosque a intervalos, y lo teñía todo de una especie de tono verdoso a la luz del cual todo tenía un aspecto extraño y sobrecogedor.
También estaban los animales.
Los animales del bosque no son una cosa para tomar a broma. La mayoría de los habitantes de ciudad que piensan que no tendrían problemas para sobrevivir unos cuantos días en un bosque, dejados a su suerte, no tienen en cuenta a los animales. El jabalí o el oso son criaturas terribles, y que el ciervo sea la presa predilecta del hombre no le hace menos peligroso.
Pero no eran las plantas ni los animales lo que había enervado a Rose. Cuando le devolvió la mirada a Dulfary, estaba... asustada. Más pálida que de costumbre, aun y a pesar del frío y de la fiebre incipiente. Se arrodilló junto a ellos cerca del fuego, acercando las manos con ansia, frotándoselas antes de echar mano de la bolsita de cuero.
- Creo que servirá - murmuró mientras sacaba unas hojas. - También son para tí - agregó mirando a Dulfary, insegura de cómo llamarla.
Le temblaron ligeramente los dedos al llevárselos al cinto, pero acabó recuperando una diminuta especie de macilla de madera con la que empezó a moler las hojas.
Estaban los árboles. Rose no se dio cuenta hasta que se encontró a solas y apartada del sendero, pero los árboles de la zona eran... siniestros. No es que fuesen sombríos, es que eran... enormes. La luz entraba en el interior del bosque a intervalos, y lo teñía todo de una especie de tono verdoso a la luz del cual todo tenía un aspecto extraño y sobrecogedor.
También estaban los animales.
Los animales del bosque no son una cosa para tomar a broma. La mayoría de los habitantes de ciudad que piensan que no tendrían problemas para sobrevivir unos cuantos días en un bosque, dejados a su suerte, no tienen en cuenta a los animales. El jabalí o el oso son criaturas terribles, y que el ciervo sea la presa predilecta del hombre no le hace menos peligroso.
Pero no eran las plantas ni los animales lo que había enervado a Rose. Cuando le devolvió la mirada a Dulfary, estaba... asustada. Más pálida que de costumbre, aun y a pesar del frío y de la fiebre incipiente. Se arrodilló junto a ellos cerca del fuego, acercando las manos con ansia, frotándoselas antes de echar mano de la bolsita de cuero.
- Creo que servirá - murmuró mientras sacaba unas hojas. - También son para tí - agregó mirando a Dulfary, insegura de cómo llamarla.
Le temblaron ligeramente los dedos al llevárselos al cinto, pero acabó recuperando una diminuta especie de macilla de madera con la que empezó a moler las hojas.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Ok, por qué estaba tan asustada? Por el corte de la pierna? pr la alfa psicopata estaba cerca? porque creyóperderse en el bosque? Porque vio guardias? Lo curioso era que solo dos de todas esas opciones tenían sentido para explicar que siguiera adelante con las infusiones.
La vista de la niña se fue al lindero del bosque. Escrutó con su mirada todo cuando pudo sin lograr ver gran cosa, más que arboles, matorrales y más arboles. Entonces qué? La estaba poniendo nerviosa, el que a ella también le temblara el pulso y estuviera pálida no ayudaba a calmarla.
Si pasaba algo no podían huir, porque no dejaría atrás al mutilado. Por eso su vista seguía fija en la dirección por la que vino Rose.
- Gracias… - dijo a lo de las hierbas, estaba segura que las suyas no harían gran diferencia en su estado actual – qué pasa? – preguntó sin mirarla – qué pasó? – pese a su nerviosismo y preocupación, no lo preguntó tan enfática como le habría gustado… cosas de no sentirse tan bien.
Por fin la miró. A los ojos. Luego le recorrió el cuerpo con la vista buscando señales de daño o enfrentamiento. De vuelta a sus ojos ~ te cruzaste con ella ~ pero no tenía sentido, había estado por fuera muy poco tiempo e Yshara no era de las personas que se toma poco tiempo, menos si quería abrirle los ojos… o sí?
La vista de la niña se fue al lindero del bosque. Escrutó con su mirada todo cuando pudo sin lograr ver gran cosa, más que arboles, matorrales y más arboles. Entonces qué? La estaba poniendo nerviosa, el que a ella también le temblara el pulso y estuviera pálida no ayudaba a calmarla.
Si pasaba algo no podían huir, porque no dejaría atrás al mutilado. Por eso su vista seguía fija en la dirección por la que vino Rose.
- Gracias… - dijo a lo de las hierbas, estaba segura que las suyas no harían gran diferencia en su estado actual – qué pasa? – preguntó sin mirarla – qué pasó? – pese a su nerviosismo y preocupación, no lo preguntó tan enfática como le habría gustado… cosas de no sentirse tan bien.
Por fin la miró. A los ojos. Luego le recorrió el cuerpo con la vista buscando señales de daño o enfrentamiento. De vuelta a sus ojos ~ te cruzaste con ella ~ pero no tenía sentido, había estado por fuera muy poco tiempo e Yshara no era de las personas que se toma poco tiempo, menos si quería abrirle los ojos… o sí?
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Pero no había nada que ver. Nada en el bosque en el que Dulfary perdía la mirada, aún tranquilo; ni tampoco en Rose, aparte de los arañazos y magulladuras característicos de haberse deslizado entre zarzas y árboles.
Era distinto en sus ojos.
Cuando Dulfary la miró, Rose le devolvió la mirada por un instante. Tensa, nerviosa, asustada al fin y al cabo. Su mirada huyó a sus manos, se centró en las hojas que machacaba torpemente para añadirlas al agua, y negó con la cabeza a la primera, y también a la segunda pregunta. Pero daba igual, lo había leído en sus ojos. La pregunta que no había sido dicha en voz alta.
- La había olvidado - musitó. - Pero se que está cerca.
Y por alguna razón éso la enervaba.
Volvió a mirar a Dul, y estuvo a punto de decir algo. Luego apartó la vista, y por un momento pareció que no iba a decirlo, pero, quizás previendo que Dul se lo sonsacaría después de todo, la miró una tercera vez.
- Encontré tu nombre en un árbol - susurró. - Y... mi arco. Lo dejé al otro lado del río cuando crucé.
Era distinto en sus ojos.
Cuando Dulfary la miró, Rose le devolvió la mirada por un instante. Tensa, nerviosa, asustada al fin y al cabo. Su mirada huyó a sus manos, se centró en las hojas que machacaba torpemente para añadirlas al agua, y negó con la cabeza a la primera, y también a la segunda pregunta. Pero daba igual, lo había leído en sus ojos. La pregunta que no había sido dicha en voz alta.
- La había olvidado - musitó. - Pero se que está cerca.
Y por alguna razón éso la enervaba.
Volvió a mirar a Dul, y estuvo a punto de decir algo. Luego apartó la vista, y por un momento pareció que no iba a decirlo, pero, quizás previendo que Dul se lo sonsacaría después de todo, la miró una tercera vez.
- Encontré tu nombre en un árbol - susurró. - Y... mi arco. Lo dejé al otro lado del río cuando crucé.
Última edición por Rose Riadh el 30/05/11, 11:52 pm, editado 1 vez
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Mantuvo la vista en ella todo el tiempo que dudó y vaciló. Cada vez más preocupada. Cuando por fin empezó a hablar, la preocupación dio paso a la tensión, hasta que una expresión sombría se quedó en sus ojos, que aun seguían en los de su amiga.
Su respiración se hizo más pausada, esperando que dijera aquello que se le atragantaba y cuando por fin pasó, no comprendió del todo aquello a lo que se refería. Su nombre, en un árbol. Por qué el suyo? La estaba provocando. Daba igual. Estaba casi segura de encontrar un camino de migajas después del árbol.
Bajó la vista despacio. Se sintió muy fría de repente, pero entendía que solo se debía a que el escalofrío que había subido, no ha había descendido. La estaba llamando? No tuvo la sabiduría para llevar su curso de acción justo por donde era necesario y previsto.
Al levantar la mirada, no la posó en Rose, sino en los hombres. Corrían peligro junto a ellas. Que caray, la misma Rose corría peligro junto a ella. Y lo peor es que sabía que no estaba en condiciones físicas ni mentales para hacerle frente a ese mensaje en el árbol.
- Me pregunto si me picaron las arañas - dijo finalmente. No esperaba que le entendiera, tampoco ese era el punto urgente en ese momento - Hay que darles esto rápido y despacharlos... si se quedan aquí... - puso por fin la vista en Rose. Había algo de miedo en sus ojos, y estaban irritados y vidriosos, no precisamente por la fiebre - todo esto habrá sido en vano - sonrió de repente - Porque no le vamos a huir, cierto? -
Su respiración se hizo más pausada, esperando que dijera aquello que se le atragantaba y cuando por fin pasó, no comprendió del todo aquello a lo que se refería. Su nombre, en un árbol. Por qué el suyo? La estaba provocando. Daba igual. Estaba casi segura de encontrar un camino de migajas después del árbol.
Bajó la vista despacio. Se sintió muy fría de repente, pero entendía que solo se debía a que el escalofrío que había subido, no ha había descendido. La estaba llamando? No tuvo la sabiduría para llevar su curso de acción justo por donde era necesario y previsto.
Al levantar la mirada, no la posó en Rose, sino en los hombres. Corrían peligro junto a ellas. Que caray, la misma Rose corría peligro junto a ella. Y lo peor es que sabía que no estaba en condiciones físicas ni mentales para hacerle frente a ese mensaje en el árbol.
- Me pregunto si me picaron las arañas - dijo finalmente. No esperaba que le entendiera, tampoco ese era el punto urgente en ese momento - Hay que darles esto rápido y despacharlos... si se quedan aquí... - puso por fin la vista en Rose. Había algo de miedo en sus ojos, y estaban irritados y vidriosos, no precisamente por la fiebre - todo esto habrá sido en vano - sonrió de repente - Porque no le vamos a huir, cierto? -
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
La mirada de Rose dudó.
No estaba segura. Tal vez porque seguía en su papel de incrédula, porque seguía teniendo fe en que nadie, ya fuera el monstruo que retrataba Dulfary o una simple elfa, asesinaría a dos personas que nada tenían que ver, una de ellas herida de gravedad.
Tenía razón, era correr un riesgo interesante sobre dos vidas sobre las que, en cierto modo, tenían responsabilidad. Pero, fue lo otro lo que... agachó la cabeza, negó. Cerró los ojos.
- Creía.... creía que le estábamos huyendo - confesó.
Al menos - se dijo - ella lo estaba haciendo.
Quizá porque no quería que Dulfary tuviera problemas. Quizá porque quería intentar enfrentarse a ella otro día, en otro momento, a su manera - porque aún se sentía asfixiada por la situación y no había tenido tiempo para pensar.
Quizá por eso parecía imposible. Además, daba igual. No parecía que huir fuese una opción.
- Pero tienes razón...
No estaba segura. Tal vez porque seguía en su papel de incrédula, porque seguía teniendo fe en que nadie, ya fuera el monstruo que retrataba Dulfary o una simple elfa, asesinaría a dos personas que nada tenían que ver, una de ellas herida de gravedad.
Tenía razón, era correr un riesgo interesante sobre dos vidas sobre las que, en cierto modo, tenían responsabilidad. Pero, fue lo otro lo que... agachó la cabeza, negó. Cerró los ojos.
- Creía.... creía que le estábamos huyendo - confesó.
Al menos - se dijo - ella lo estaba haciendo.
Quizá porque no quería que Dulfary tuviera problemas. Quizá porque quería intentar enfrentarse a ella otro día, en otro momento, a su manera - porque aún se sentía asfixiada por la situación y no había tenido tiempo para pensar.
Quizá por eso parecía imposible. Además, daba igual. No parecía que huir fuese una opción.
- Pero tienes razón...
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
La sonrisa de Dulfary se dulcificó cuando Rose cerró los ojos y confesó que ella creía que huían. No esperaba que la entendiera en tan poco tiempo, así que tendría que explicarse sin bajar el animo o le costaría lo suyo volverlo a subir, dadas las circunstancias.
- Yo estoy segura que estamos huyendole - susurró con una sonrisita de confidencia. Ella también huía, no porque fuera su intención o parte de un plan, sino porque Rose había empezado a alejarse y decidió seguirla aunque eso implicara huir.
- Eh? la tengo? - preguntó sorprendida - ahm... bueno, digamos que sí - se acarició la nuca nerviosa - Terminemos con ellos y que partan - volvió a poner los ojos en el lindero - qué crees que debamos hacer? -
- Yo estoy segura que estamos huyendole - susurró con una sonrisita de confidencia. Ella también huía, no porque fuera su intención o parte de un plan, sino porque Rose había empezado a alejarse y decidió seguirla aunque eso implicara huir.
- Eh? la tengo? - preguntó sorprendida - ahm... bueno, digamos que sí - se acarició la nuca nerviosa - Terminemos con ellos y que partan - volvió a poner los ojos en el lindero - qué crees que debamos hacer? -
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Rose sonrió ante su comentario.
- Sí, y doblemente sí - dijo. - La tienes de nuevo. ¿De qué te sorprendes?
Observó a sus "compañeros". Estaban a una distancia prudente, uno de ellos atendiendo al otro, y perdido en sus propios pensamientos. No parecía que fueran a ser de mucha ayuda, sino más bien al contrario. Había algo que estaba molestando a Rose sobre ellos, pero no podía decir qué era.
- Éso mismo - dijo. - Que partan. O partir nosotras. Tenemos que salir del bosque cuanto antes.
- Sí, y doblemente sí - dijo. - La tienes de nuevo. ¿De qué te sorprendes?
Observó a sus "compañeros". Estaban a una distancia prudente, uno de ellos atendiendo al otro, y perdido en sus propios pensamientos. No parecía que fueran a ser de mucha ayuda, sino más bien al contrario. Había algo que estaba molestando a Rose sobre ellos, pero no podía decir qué era.
- Éso mismo - dijo. - Que partan. O partir nosotras. Tenemos que salir del bosque cuanto antes.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Se sonrojó sin poderlo evitar, un cambio interesante para pálida que estaba.
- Es raro que yo tenga la razón – argumentó ante su pregunta sobre su sorpresa. Mantenía la sonrisa. Si las cosas iban mal y pintaban ponerse peor, para que molestarse en estar con expresión de preocupación si no sabía cuando iba a volver a sonreír?
- De acuerdo – dijo en cuanto a dejarlos atrás. Le hizo señas al hombre que estaba más sano y le ofreció el cazo y las hierbas de Rose – Debemos buscar otras plantas, para surtir de nuevo. Rosaline dice que vio guardias cerca de aquí, es mejor que nos movamos pronto. Nosotras los distraeremos, mientras ustedes salen del claro y del bosque, de acuerdo? – era mejor inventarles una mentira, que decirles que la psicópata que se divertía matando gente y además le pagaban por esto, estaba cerca y ellos sería su entremés antes de llegar a ellas.
De pronto, volvió la vista a Rose, asustada. Por fin, en su cabeza, había hecho conexión algo que había mencionado. No estaba asociando muy bien que digamos, y además lo estaba haciendo tarde.
- Que??? – preguntó alarmada. El arco que había dejado al otro lado del río, tan cerca de ellos, no estaba? –Sí, debemos darnos prisa! Muchachos, han de marcharse cuanto antes – dijo con premura, ahora sí sin esa sonrisa de febril serenidad. Para ella, nada marchaba mal con los hombres, no se le ocurría pensar en opciones referentes a ellos y la cercanía de Yshara como un asunto contingente.
- Es raro que yo tenga la razón – argumentó ante su pregunta sobre su sorpresa. Mantenía la sonrisa. Si las cosas iban mal y pintaban ponerse peor, para que molestarse en estar con expresión de preocupación si no sabía cuando iba a volver a sonreír?
- De acuerdo – dijo en cuanto a dejarlos atrás. Le hizo señas al hombre que estaba más sano y le ofreció el cazo y las hierbas de Rose – Debemos buscar otras plantas, para surtir de nuevo. Rosaline dice que vio guardias cerca de aquí, es mejor que nos movamos pronto. Nosotras los distraeremos, mientras ustedes salen del claro y del bosque, de acuerdo? – era mejor inventarles una mentira, que decirles que la psicópata que se divertía matando gente y además le pagaban por esto, estaba cerca y ellos sería su entremés antes de llegar a ellas.
De pronto, volvió la vista a Rose, asustada. Por fin, en su cabeza, había hecho conexión algo que había mencionado. No estaba asociando muy bien que digamos, y además lo estaba haciendo tarde.
- Que??? – preguntó alarmada. El arco que había dejado al otro lado del río, tan cerca de ellos, no estaba? –Sí, debemos darnos prisa! Muchachos, han de marcharse cuanto antes – dijo con premura, ahora sí sin esa sonrisa de febril serenidad. Para ella, nada marchaba mal con los hombres, no se le ocurría pensar en opciones referentes a ellos y la cercanía de Yshara como un asunto contingente.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
La situación era extraña. Y llevaba algún tiempo ya siendo extraña, de modo que, cuando el hombre que aún estaba consciente volvió la mirada hacia Dulfary, no había sorpresa, solo un deje de amedrentamiento, aquella sensación de "por-favor-que-se-acabe-todo-ya" que es tan fácil de leer en los ojos de las personas.
- ¿Cómo? - empezó a preguntar. - ¿Llevarle... así? ¿Herido?
Pero enseguida se interrumpió, dándose la respuesta a sí mismo. Más herido estará si los guardias llegan aquí. Su mirada, interrogativa, se posó en la pelirroja, y ésta asintió lentamente con la cabeza, sintiendo un escalofrío en los hombros.
- Éste lugar no es seguro - dijo. - Vosotros podréis moveros si nosotras los retenemos. Puedes llevarle a caballo, ¿No?
El hombre asintió. Parecía haber olvidado el caballo. Miró en dirección al río, y luego a su compañero. La escena a su alrededor rozaba lo deprimente, así que hasta cierto punto era comprensible que no se plantease mucho la posibilidad de salir de allí.
- Muy bien - dijo. - Recogeré el... campamento - vaciló en llamarle así, lo que le arrancó media sonrisa a Rose. - Vosotras... ¿No traíais un séquito?
Lo dijo con ésa entonación que sugiere que, a éstas alturas, ya no importa que sea mentira, pero que, aunque es fácil de imaginar que lo es, sería un buen momento para decir que es cierto y que se puede hacer algo más que simplemente quedarse de brazos cruzados esperando que la guardia venga y te mate. No lo decía con reproche. Lo decía con la esperanza de que las dos muchachas tuvieran una oportunidad de salir de allí con vida.
Claro que, él tampoco sabía que lo de los guardias era mentira. Aunque, a Rose se le ocurrió, que si a ellos dos les estaba persiguiendo de veras la guardia...
- Dul - dijo la pelirroja cuando el hombre hubo bajado al río a por el caballo. - ¿Puedes volver a cruzar el río? Dejé cosas al otro lado.
No sabía si Dul podía hacerlo; por lo que sabía, aunque no estaba segura de la naturaleza exacta del hecho, la joven tenía algún tipo de discrepancia con sus poderes. Si podía, sería magnífico; si no... bueno, no se trataba de recuperar sus cosas, se trataba de no dejar una pista para los soldados que viniesen.
Pero, en cualquier caso, no es que pudieran evitar una confrontación...
- ¿Cómo? - empezó a preguntar. - ¿Llevarle... así? ¿Herido?
Pero enseguida se interrumpió, dándose la respuesta a sí mismo. Más herido estará si los guardias llegan aquí. Su mirada, interrogativa, se posó en la pelirroja, y ésta asintió lentamente con la cabeza, sintiendo un escalofrío en los hombros.
- Éste lugar no es seguro - dijo. - Vosotros podréis moveros si nosotras los retenemos. Puedes llevarle a caballo, ¿No?
El hombre asintió. Parecía haber olvidado el caballo. Miró en dirección al río, y luego a su compañero. La escena a su alrededor rozaba lo deprimente, así que hasta cierto punto era comprensible que no se plantease mucho la posibilidad de salir de allí.
- Muy bien - dijo. - Recogeré el... campamento - vaciló en llamarle así, lo que le arrancó media sonrisa a Rose. - Vosotras... ¿No traíais un séquito?
Lo dijo con ésa entonación que sugiere que, a éstas alturas, ya no importa que sea mentira, pero que, aunque es fácil de imaginar que lo es, sería un buen momento para decir que es cierto y que se puede hacer algo más que simplemente quedarse de brazos cruzados esperando que la guardia venga y te mate. No lo decía con reproche. Lo decía con la esperanza de que las dos muchachas tuvieran una oportunidad de salir de allí con vida.
Claro que, él tampoco sabía que lo de los guardias era mentira. Aunque, a Rose se le ocurrió, que si a ellos dos les estaba persiguiendo de veras la guardia...
- Dul - dijo la pelirroja cuando el hombre hubo bajado al río a por el caballo. - ¿Puedes volver a cruzar el río? Dejé cosas al otro lado.
No sabía si Dul podía hacerlo; por lo que sabía, aunque no estaba segura de la naturaleza exacta del hecho, la joven tenía algún tipo de discrepancia con sus poderes. Si podía, sería magnífico; si no... bueno, no se trataba de recuperar sus cosas, se trataba de no dejar una pista para los soldados que viniesen.
Pero, en cualquier caso, no es que pudieran evitar una confrontación...
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
- Sí - atajó Dul, de forma mecánica, las dudas del hombre respecto al séquito - no es un séquito, es una banda, pero si - cada palabra llevaba un poco mas de prisa que la anterior. Había que moverse rápidamente y si ellos se iban rápidamente, pensar y hacer algo eran dos cosas que surgirían con mayor facilidad. O eso esperaba ella, que no estaba hilando los detalles de la forma correcta.
No pensó en la guardia, ni en los problemas por los que ellos terminaron en el claro. Solo pensaba en su problema inmediato: Yshara.
Tal vez fue por eso que solo cuando sus pies tocaron el agua helada del río se dio cuenta que estaba siguiendo la indicación de Rose, Era como si su mente hubiese dada un salto, casi como un mortal: en un momento estaba frente a Rose que la había llamado, en otro estaba en el río. Pero entre un momento y otro sí que pasó algo de tiempo, incluso derrapó al bajar del claro de vuelta a la playa del río; no lo recordaba pero había asentido a las palabras de Rose y muy seguramente le respondió algo que tampoco procesó su mente.
Le tomo una fracción de segundo recordar qué estaba haciendo, para donde iba y la otra fracción darse cuenta de algo elemental. Rose tenía un plan y fuera cual fuera este incluía alejarla del claro y no se dio cuenta. Solo se daba cuenta ahora que, tras meterse en el viento y desgastar otro poco sus escasas energías, estaba al otro lado del ría, desde donde habían visto el caballo.
Si el arco estaba en otro punto del río, era porque sus cosas tampoco estarían en el río. No creía que fuera una trampa, solo una treta y no podía ubicar en su mente las razones por las que la había aceptado, como tampoco pudo ubicar en su mente otros detalles del entorno.
- El maestro Yosegun decía... decía... - se apoyó en un árbol tratando de recordar, haciendo un esfuerzo consciente por evitar que mente diera otro brinco - no recuerdo que decía... por qué? Porque nunca le puse atención, me odiaba y yo no le ponía atención... tengo las piernas mojadas, me caí en el río? que torpe... foco... decía foco. Vamos Dul, céntrate, foco, qué haces, que harás? - no importaba que se lo preguntara, su mente amenazó con volver a rebotar buscando las razones de su estado, pero topó con la barrera de la busqueda conciente de las cosas que había dejado Rose al otro lado.
Sí, se había caido en el río, había resbalado al tocar una de las piedras entre salto y salto, aun cuando estaba en el viento. Miró encima de su hombro, en dirección al claro, le ardían sobre manera los ojos, quería dormir. Eso era todo lo que qúería, pero no lo haría, aun cuando tuviera la opción. Tenía que sacar a rose del lugar, no dejarla sola. Tomó aire despacio, muy despacio. Le dolía el brazo, la sutura. Será eso? Sería la herida que se hizo con el barrote oxidado lo que la tenía en ese estado febril? Movió la mano, un poco el brazo, apretó suavemente el puño un par de veces.
- Me voy a morir del mal del hierro - sollozó teatralmente, sin dirigirse a nadie, solo así misma
Así no sería de utilidad. Debía moverse, encontrar cuanto antes las cosas y volver, si se movía su mente estaría despierta y no volvería a rebotar. Que fea sensación la de tener baches en su memoria a corto plazo. Había que despachar a los hombres y salir del bosque. Punto.
No pensó en la guardia, ni en los problemas por los que ellos terminaron en el claro. Solo pensaba en su problema inmediato: Yshara.
Tal vez fue por eso que solo cuando sus pies tocaron el agua helada del río se dio cuenta que estaba siguiendo la indicación de Rose, Era como si su mente hubiese dada un salto, casi como un mortal: en un momento estaba frente a Rose que la había llamado, en otro estaba en el río. Pero entre un momento y otro sí que pasó algo de tiempo, incluso derrapó al bajar del claro de vuelta a la playa del río; no lo recordaba pero había asentido a las palabras de Rose y muy seguramente le respondió algo que tampoco procesó su mente.
Le tomo una fracción de segundo recordar qué estaba haciendo, para donde iba y la otra fracción darse cuenta de algo elemental. Rose tenía un plan y fuera cual fuera este incluía alejarla del claro y no se dio cuenta. Solo se daba cuenta ahora que, tras meterse en el viento y desgastar otro poco sus escasas energías, estaba al otro lado del ría, desde donde habían visto el caballo.
Si el arco estaba en otro punto del río, era porque sus cosas tampoco estarían en el río. No creía que fuera una trampa, solo una treta y no podía ubicar en su mente las razones por las que la había aceptado, como tampoco pudo ubicar en su mente otros detalles del entorno.
- El maestro Yosegun decía... decía... - se apoyó en un árbol tratando de recordar, haciendo un esfuerzo consciente por evitar que mente diera otro brinco - no recuerdo que decía... por qué? Porque nunca le puse atención, me odiaba y yo no le ponía atención... tengo las piernas mojadas, me caí en el río? que torpe... foco... decía foco. Vamos Dul, céntrate, foco, qué haces, que harás? - no importaba que se lo preguntara, su mente amenazó con volver a rebotar buscando las razones de su estado, pero topó con la barrera de la busqueda conciente de las cosas que había dejado Rose al otro lado.
Sí, se había caido en el río, había resbalado al tocar una de las piedras entre salto y salto, aun cuando estaba en el viento. Miró encima de su hombro, en dirección al claro, le ardían sobre manera los ojos, quería dormir. Eso era todo lo que qúería, pero no lo haría, aun cuando tuviera la opción. Tenía que sacar a rose del lugar, no dejarla sola. Tomó aire despacio, muy despacio. Le dolía el brazo, la sutura. Será eso? Sería la herida que se hizo con el barrote oxidado lo que la tenía en ese estado febril? Movió la mano, un poco el brazo, apretó suavemente el puño un par de veces.
- Me voy a morir del mal del hierro - sollozó teatralmente, sin dirigirse a nadie, solo así misma
Así no sería de utilidad. Debía moverse, encontrar cuanto antes las cosas y volver, si se movía su mente estaría despierta y no volvería a rebotar. Que fea sensación la de tener baches en su memoria a corto plazo. Había que despachar a los hombres y salir del bosque. Punto.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Lo que buscaba, no estaba lejos.
Rose no había hecho ningún esfuerzo por esconder sus cosas al cruzar el río. Pero tampoco había pensado en lo que Dul dedujo; si su arco estaba ahora del otro lado del río...
No parecía una trampa, pero estaba demasiado tranquilo. A la sombra irregular, intermitente, de las hojas de un árbol mecido por el viento, estaban la "capa" y la mochila. El bosque, por lo demás, estaba tranquilo. Sin embargo, tan pronto como Dulfary se acercó a los objetos, la calma se rompió.
Y demasiado deprisa como para saber de dónde había venido. Lo único que pudo oirse fue cómo los pájaros, asustados, salían volando de las ramas de un árbol. Para Dulfary, un pinchazo, como la picadura de un insecto, sirvió de advertencia, y no hubo nada más. El dolor ni siquiera fue intenso.
Pero, ahora tenía una pequeña aguja clavada en el hombro.
Rose no había hecho ningún esfuerzo por esconder sus cosas al cruzar el río. Pero tampoco había pensado en lo que Dul dedujo; si su arco estaba ahora del otro lado del río...
No parecía una trampa, pero estaba demasiado tranquilo. A la sombra irregular, intermitente, de las hojas de un árbol mecido por el viento, estaban la "capa" y la mochila. El bosque, por lo demás, estaba tranquilo. Sin embargo, tan pronto como Dulfary se acercó a los objetos, la calma se rompió.
Y demasiado deprisa como para saber de dónde había venido. Lo único que pudo oirse fue cómo los pájaros, asustados, salían volando de las ramas de un árbol. Para Dulfary, un pinchazo, como la picadura de un insecto, sirvió de advertencia, y no hubo nada más. El dolor ni siquiera fue intenso.
Pero, ahora tenía una pequeña aguja clavada en el hombro.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Ahí estaba. La capa, ¿que no era una manta?, la mochila. Sus pasos, cautos y lentos se acercaron a donde estaba. Pan comido, no creyó que fuera tan fácil ni que la elfa dejara las cosas ahí llevandose solo el arco.
Siendo Rose semielfa tal vez lo veía como una amenaza si lo tomaba. ~ Ja!! si la viera con la espada no habría tomado el arco ~ pensó Dul en medio de su inocencia.
Un paso más y lo supo. Demasiada calma. Se quejó por lo bajo, apretando los dientes por el pinchazo y retrocedió un paso sacando uno de sus cuchillos. Estaba atontada pero no tanto para no reconocer una agresión y quedarse tan campante. dirigió una mirada en rededor, antes de mirarse el hombro. Ya en el pasado había caido en eso y ahora sería la excepción. De nuevo calma, solo los resquicios de los pajaros al escapar.
Sin bajar la guardia se miró el hombro y por un momento fue como si no reconociera lo que tenía clavado.
- Ay no!!... no de nuevo... - protestó en un murmullo y se arrancó la aguja, dejandola caer al suelo - que mala costumbre la tuya de la andarme inyectando cosas - resongó sin levantar un apice la voz, como si hablara sola, molesta. Debía regrear al río para... ¿ahogarse si se desmayaba? Si, ese era un buen plan.
Se abalanzó hacia las cosas de Rose, sin pensar (y sin querer pensar) en los posibles cambios que estuviera sufriendo o sientiendo, las tomó y corrió. Solo al deslizarse de vuelta al río se dio cuenta de lo inutil que era correr ahora, de la forma en que le faltaba el aire como si el esfuerzo hubiese sido mayor. Se detuvo en esa orilla del río, bajó la cabeza y miró el punto en el que debiera estar su reflejo en caso que el agua estuviese quieta.
Bajó las dos manos, a lado y lado de su cuerpo, en una su cuchillo, en la otra el morral y la manta. Se lo había dicho. No creía estar enveneada, pero.... tomó impulso cuando su mente volvió a rebotar mientras encajaba las palabras de la asesina en el reciente acontecimiento, se lo podía impedir,sacarla del juego. Ahora estaba más mojada todavía y sentía frío,el corazón demasiado acelerado y se sentía cansada, nada que no pudiera manejar, aun, su mente regresó al mundo cuando alcanzaba el claro.
~ No la mires, si la miras se dará cuanta que algo te pasa... ~ - Salgamos de aquí - apresuró extendiendo sus cosas hacia Rose.
Siendo Rose semielfa tal vez lo veía como una amenaza si lo tomaba. ~ Ja!! si la viera con la espada no habría tomado el arco ~ pensó Dul en medio de su inocencia.
Un paso más y lo supo. Demasiada calma. Se quejó por lo bajo, apretando los dientes por el pinchazo y retrocedió un paso sacando uno de sus cuchillos. Estaba atontada pero no tanto para no reconocer una agresión y quedarse tan campante. dirigió una mirada en rededor, antes de mirarse el hombro. Ya en el pasado había caido en eso y ahora sería la excepción. De nuevo calma, solo los resquicios de los pajaros al escapar.
Sin bajar la guardia se miró el hombro y por un momento fue como si no reconociera lo que tenía clavado.
- Ay no!!... no de nuevo... - protestó en un murmullo y se arrancó la aguja, dejandola caer al suelo - que mala costumbre la tuya de la andarme inyectando cosas - resongó sin levantar un apice la voz, como si hablara sola, molesta. Debía regrear al río para... ¿ahogarse si se desmayaba? Si, ese era un buen plan.
Se abalanzó hacia las cosas de Rose, sin pensar (y sin querer pensar) en los posibles cambios que estuviera sufriendo o sientiendo, las tomó y corrió. Solo al deslizarse de vuelta al río se dio cuenta de lo inutil que era correr ahora, de la forma en que le faltaba el aire como si el esfuerzo hubiese sido mayor. Se detuvo en esa orilla del río, bajó la cabeza y miró el punto en el que debiera estar su reflejo en caso que el agua estuviese quieta.
Bajó las dos manos, a lado y lado de su cuerpo, en una su cuchillo, en la otra el morral y la manta. Se lo había dicho. No creía estar enveneada, pero.... tomó impulso cuando su mente volvió a rebotar mientras encajaba las palabras de la asesina en el reciente acontecimiento, se lo podía impedir,sacarla del juego. Ahora estaba más mojada todavía y sentía frío,el corazón demasiado acelerado y se sentía cansada, nada que no pudiera manejar, aun, su mente regresó al mundo cuando alcanzaba el claro.
~ No la mires, si la miras se dará cuanta que algo te pasa... ~ - Salgamos de aquí - apresuró extendiendo sus cosas hacia Rose.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Rose no había esperado que Dulfary...
Bueno, le sorprendió que cumpliese su petición tan rápido, y casi de inmediato se arrepintió de 'enviarla'. De ésta manera, ambas quedaban solas... Bueno, no exactamente. Dulfary quedaba sola.
Sintió un nudo en el estómago, y se perdió en sus pensamientos. ¿Y si...? No, ¿Y si...?
Muchas ideas acudieron a su cabeza en tropel, pero todas empezaban por "Y si...". Y consiguieron ponerla muy nerviosa. Tanto que, cuando notó una mano sobre su hombro, desenvainó más de la mitad de la espada de golpe antes de darse cuenta, con un respingo, de que era su compañero de campamento.
- Oye, oye - la amonestó éste, asustado.
- Di... disculpa - se excusó la chica. - ¿Q... qué quieres?
- Agradecerte - respondio él. - Agradeceros. Vamos a marcharnos ya. Espero que tengáis suerte, y...
Una bolsa pequeña cambió de manos antes de que Rose pudiera darse cuenta, y menos, rechazarla. Se la quedó mirando, perpleja, antes de darse cuenta de -
- Espera - protestó. - No puedo...
- Si puedes - dijo. - No nos va a hacer falta donde vamos. Es lo menos que podemos hacer. Sentimos todo... todo lo que ha sucedido aquí. Mira, ahí viene tu compañera.
Era cierto. Dulfary estaba regresando en aquellos momentos. Traía sus cosas, algo que le arrancó una sonrisa a la pelirroja, aunque estaba jodidamente preocupada. Se las tendió, pero, y eso hizo que la sonrisa muriera de inmediato, no la miró.
- Hey, Du... - saludó, se corrigió, y enseguida se puso seria. - ¿Oye? ¿Qué ha sucedido?
Las manos de Rose se pusieron sobre sus hombros con genuina preocupación.
Bueno, le sorprendió que cumpliese su petición tan rápido, y casi de inmediato se arrepintió de 'enviarla'. De ésta manera, ambas quedaban solas... Bueno, no exactamente. Dulfary quedaba sola.
Sintió un nudo en el estómago, y se perdió en sus pensamientos. ¿Y si...? No, ¿Y si...?
Muchas ideas acudieron a su cabeza en tropel, pero todas empezaban por "Y si...". Y consiguieron ponerla muy nerviosa. Tanto que, cuando notó una mano sobre su hombro, desenvainó más de la mitad de la espada de golpe antes de darse cuenta, con un respingo, de que era su compañero de campamento.
- Oye, oye - la amonestó éste, asustado.
- Di... disculpa - se excusó la chica. - ¿Q... qué quieres?
- Agradecerte - respondio él. - Agradeceros. Vamos a marcharnos ya. Espero que tengáis suerte, y...
Una bolsa pequeña cambió de manos antes de que Rose pudiera darse cuenta, y menos, rechazarla. Se la quedó mirando, perpleja, antes de darse cuenta de -
- Espera - protestó. - No puedo...
- Si puedes - dijo. - No nos va a hacer falta donde vamos. Es lo menos que podemos hacer. Sentimos todo... todo lo que ha sucedido aquí. Mira, ahí viene tu compañera.
Era cierto. Dulfary estaba regresando en aquellos momentos. Traía sus cosas, algo que le arrancó una sonrisa a la pelirroja, aunque estaba jodidamente preocupada. Se las tendió, pero, y eso hizo que la sonrisa muriera de inmediato, no la miró.
- Hey, Du... - saludó, se corrigió, y enseguida se puso seria. - ¿Oye? ¿Qué ha sucedido?
Las manos de Rose se pusieron sobre sus hombros con genuina preocupación.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Mentir.
Mentir era algo que lograba hacer varias veces en el día, en el mismo momento del día, con gran facilidad. Mentía sin necesidad de pensar en si debía elaborar sus mentiras o no, solo mentía. Esto no quería decir que fuera buena mintiendo, solo decía que lo hacía.
Y era justamente eso lo que iba a hacer con Rose. Mentir contando una verdad.
- Me caí en el río - respondió y luego se sonrojó, un leve jadeo - dos veces, creo - por fin la miró y sonrió avergonzada. La miró a los ojos y luego a la nada. Se sentía cansada como para elaborar una mentira mas llamativa.
Su respiración era errática y pronto delató lo acelerado de los latidos de su corazón. No estaba agitada, estaba fatigada y una cosa no coincidía con la otra.
~ Elfa psicópata... me envenenó... ~ - Por qué no se han ido... - jadeó de nuevo - tenemos que movernos, pronto - se sentía débil. En esas condiciones, si no caía inconsciente no podría ser de ayuda para Rose en caso de pelear ~ no seas tontica, es la idea ~
Se zafó de las manos de Rose, pero no hacía los lados o con grosería, sino hacia el suelo. Se dejó caer de rodillas inspirando muy hondo. Que cansancio.
- No me siento bien... - susurró y en cuanto tuvo la mano de Rose cerca a la suya, le entregó... nada, hizo el gesto de entregar algo, algo pequeño y puntiagudo que había olvidado que había arrojado del otro lado del río, la aguja que le había clavado. Pero sin haber nada en su mano, no le dio nada - esto no es bueno... no señor... Vete Rose, que se vayan... - pidió
Mentir era algo que lograba hacer varias veces en el día, en el mismo momento del día, con gran facilidad. Mentía sin necesidad de pensar en si debía elaborar sus mentiras o no, solo mentía. Esto no quería decir que fuera buena mintiendo, solo decía que lo hacía.
Y era justamente eso lo que iba a hacer con Rose. Mentir contando una verdad.
- Me caí en el río - respondió y luego se sonrojó, un leve jadeo - dos veces, creo - por fin la miró y sonrió avergonzada. La miró a los ojos y luego a la nada. Se sentía cansada como para elaborar una mentira mas llamativa.
Su respiración era errática y pronto delató lo acelerado de los latidos de su corazón. No estaba agitada, estaba fatigada y una cosa no coincidía con la otra.
~ Elfa psicópata... me envenenó... ~ - Por qué no se han ido... - jadeó de nuevo - tenemos que movernos, pronto - se sentía débil. En esas condiciones, si no caía inconsciente no podría ser de ayuda para Rose en caso de pelear ~ no seas tontica, es la idea ~
Se zafó de las manos de Rose, pero no hacía los lados o con grosería, sino hacia el suelo. Se dejó caer de rodillas inspirando muy hondo. Que cansancio.
- No me siento bien... - susurró y en cuanto tuvo la mano de Rose cerca a la suya, le entregó... nada, hizo el gesto de entregar algo, algo pequeño y puntiagudo que había olvidado que había arrojado del otro lado del río, la aguja que le había clavado. Pero sin haber nada en su mano, no le dio nada - esto no es bueno... no señor... Vete Rose, que se vayan... - pidió
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
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