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Destino
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Destino
[F.D.I.: Viene de nieve.]
El primer rayo del sol se coló entre las nubes primero, y después entre las copas de los árboles, describiendo un arco impreciso y errático antes de aterrizar sobre la hierba manchada de agua y de restos de nieve.
El único sonido que acompañaba al amanecer en aquella parte del mundo era la música de los pájaros, que describían sus primeros círculos en un cielo que amenazaba tormenta, antes de desplegarse y buscar el primer bocado del día, como hacen todas las criaturas vivas. A la liebre, por ejemplo, pareció gustarle cómo la noche había apilado un montoncito respetable de hierba y hojitas cerca de un hoyo en la tierra blanda y mojada.
Para el animalito, resultó casi un regalo del cielo que el desayuno fuese algo tan fácil de conseguir. Su morro se movía con rapidez arriba y abajo, olfateando la rica hierba, como si no se acabase de creer lo que la luz del día le había deparado. Cuando abrió sus pequeñas fauces para morder la primera brizna de hierba, casi parecía feliz.
No le importó mucho que el aire silbara, que los pajarillos se levantaran de pronto treinta metros mas allá de donde se encontraba. Para cuando Rose asomó la cabeza, incorporándose y quitándose la hierba de la ropa, el conejo ya estaba muerto. La semielfa se colgó de la espalda el arco que había encontrado la noche anterior en las ruinas de la ciudad, y cuando se acuclilló para recoger al roedor ensartado en la madera de la flecha, casi le dio lástima haberlo hecho.
Pero la supervivencia es un ama muy fría.
Así lo pensó mientras regresaba por el sendero de tierra mojada hasta la boca de la cueva, no muy lejana, en la que, tras pasar lo que restaba de la ajetreada noche, Dulfary debía seguir dormida.
El primer rayo del sol se coló entre las nubes primero, y después entre las copas de los árboles, describiendo un arco impreciso y errático antes de aterrizar sobre la hierba manchada de agua y de restos de nieve.
El único sonido que acompañaba al amanecer en aquella parte del mundo era la música de los pájaros, que describían sus primeros círculos en un cielo que amenazaba tormenta, antes de desplegarse y buscar el primer bocado del día, como hacen todas las criaturas vivas. A la liebre, por ejemplo, pareció gustarle cómo la noche había apilado un montoncito respetable de hierba y hojitas cerca de un hoyo en la tierra blanda y mojada.
Para el animalito, resultó casi un regalo del cielo que el desayuno fuese algo tan fácil de conseguir. Su morro se movía con rapidez arriba y abajo, olfateando la rica hierba, como si no se acabase de creer lo que la luz del día le había deparado. Cuando abrió sus pequeñas fauces para morder la primera brizna de hierba, casi parecía feliz.
No le importó mucho que el aire silbara, que los pajarillos se levantaran de pronto treinta metros mas allá de donde se encontraba. Para cuando Rose asomó la cabeza, incorporándose y quitándose la hierba de la ropa, el conejo ya estaba muerto. La semielfa se colgó de la espalda el arco que había encontrado la noche anterior en las ruinas de la ciudad, y cuando se acuclilló para recoger al roedor ensartado en la madera de la flecha, casi le dio lástima haberlo hecho.
Pero la supervivencia es un ama muy fría.
Así lo pensó mientras regresaba por el sendero de tierra mojada hasta la boca de la cueva, no muy lejana, en la que, tras pasar lo que restaba de la ajetreada noche, Dulfary debía seguir dormida.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
FDI: ME RESPONDEN POR LA LIBRE!!!!!!!!
Ddi:
Y sí, Dulfary aun dormía. Por la sencilla razón que tan solo había conciliado el sueño poco antes que los pajaros cantaran. Al inicio no fue un descanso, no fue su sombra la que la recibió entre el negativo del mundo para desquitar todas sus frustraciones contra ella como lo hacía cada vez que soñaba; esta vez cayó en el sueño real, por extraño que suene, de forma directa, esta vez soñó con la elfa, con sus ojos color sangre mirándola muy de cerca, con su daga verde igual de cerca a sus ojos, con sus patas de araña, de viuda negra, con la telaraña, con... fue su sombra la que vino al rescate, desgarró el sueño y la hizo caer en la versión en Sombras de su ciudad natal, pero no la atacó, solo la dejó dormir, por fin...
Por otro lado, era una fortuna que Dulfary aun durmiera. No habría soportado la cacería, se le habría parado el corazón de ver al animalito caer de forma tan inocente en semejante trampa, se habría identificado con él, habría gritado (No!!!) al lanzar la flecha, habría arruinado el desayuno y el tiempo invertido en conseguirlo. Aun muerta del hambre, habría preferido no comer, que matarlo así... permitir que lo mataran así.
Y es que Dul nunca había cazado, al menos, no hasta cobrar la vida de la presa. Por eso cargaba con carne seca, con hierbas frescas y agua y té.
Ddi:
Y sí, Dulfary aun dormía. Por la sencilla razón que tan solo había conciliado el sueño poco antes que los pajaros cantaran. Al inicio no fue un descanso, no fue su sombra la que la recibió entre el negativo del mundo para desquitar todas sus frustraciones contra ella como lo hacía cada vez que soñaba; esta vez cayó en el sueño real, por extraño que suene, de forma directa, esta vez soñó con la elfa, con sus ojos color sangre mirándola muy de cerca, con su daga verde igual de cerca a sus ojos, con sus patas de araña, de viuda negra, con la telaraña, con... fue su sombra la que vino al rescate, desgarró el sueño y la hizo caer en la versión en Sombras de su ciudad natal, pero no la atacó, solo la dejó dormir, por fin...
Por otro lado, era una fortuna que Dulfary aun durmiera. No habría soportado la cacería, se le habría parado el corazón de ver al animalito caer de forma tan inocente en semejante trampa, se habría identificado con él, habría gritado (No!!!) al lanzar la flecha, habría arruinado el desayuno y el tiempo invertido en conseguirlo. Aun muerta del hambre, habría preferido no comer, que matarlo así... permitir que lo mataran así.
Y es que Dul nunca había cazado, al menos, no hasta cobrar la vida de la presa. Por eso cargaba con carne seca, con hierbas frescas y agua y té.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
[F.D.I.: ¡Nunca!]
Pero éso, Rose no podía saberlo.
Ella no llevaba provisiones consigo, y no sabía que Dulfary las llevase. Al despertar había descubierto que tenía un hambre atroz, y por alguna razón no tuvo el menor remordimiento. Debía haber cazado con anterioridad.
Igualmente, de estar Dulfary despierta, seguramente Rose le hubiera preguntado - divertida - cómo es que llevaba carne en la mochila pero no permitía que se cazase.
En cualquier caso, hecho estaba. La pelirroja, colocándose en la entrada de la caverna, constató que Dulfary no decía nada, así que asumió que seguía dormida. Y dejándose llevar por la parte de sí misma de la que no sabía gran cosa, reunió, en un rápido paseo por los alrededores de la cueva, algo de leña y un poco de fruta. Se adentró lo suficiente en la caverna para que el fuego no molestase en exceso a Dulfary, y valiéndose de su daga, se esmeró por preparar al animalito para cocinarlo.
Apenas se daba cuenta de que tarareaba, en voz muy bajita, una vieja cancioncilla mientras lo hacía.
Pero éso, Rose no podía saberlo.
Ella no llevaba provisiones consigo, y no sabía que Dulfary las llevase. Al despertar había descubierto que tenía un hambre atroz, y por alguna razón no tuvo el menor remordimiento. Debía haber cazado con anterioridad.
Igualmente, de estar Dulfary despierta, seguramente Rose le hubiera preguntado - divertida - cómo es que llevaba carne en la mochila pero no permitía que se cazase.
En cualquier caso, hecho estaba. La pelirroja, colocándose en la entrada de la caverna, constató que Dulfary no decía nada, así que asumió que seguía dormida. Y dejándose llevar por la parte de sí misma de la que no sabía gran cosa, reunió, en un rápido paseo por los alrededores de la cueva, algo de leña y un poco de fruta. Se adentró lo suficiente en la caverna para que el fuego no molestase en exceso a Dulfary, y valiéndose de su daga, se esmeró por preparar al animalito para cocinarlo.
Apenas se daba cuenta de que tarareaba, en voz muy bajita, una vieja cancioncilla mientras lo hacía.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
No es que se opusiera a cazar, es que habría opuesto a cazar a esa libre en particular después de lo feliz que se veía por la comida.
Pero, nada de eso había ocurrido, ni el grito, ni la interrupción, ni nada. Había conejo, había olor a leña, había una canción en el ambiente que remontó a Dulfary a momento mas felices que ya casi no recordaba. Se removió entre sueños y la melodía termino de traerla de regreso.
Abrió los ojos despacio, hizo pereza por un instante, se arrebujó bajo su capa y... se sentó sobre saltada. Primero, no reconoció en donde estaba. Las piedras oscuras de la caverna le resultaron ajenas, el cómo piso de tierra y piedra la descontextualizó. Luego, casi al tiempo, se dio cuenta que faltaba Rose, y obviamente se preocupó. Un rápido barrido por la caverna le disipó todos sus temores. Todo estaba en orden.
Le sonrió. Y se enrolló en la capa, para volver a acostarse.
El lugar elegido, en medio de la oscuridad de la noche, no estaba muy alejado, en la falda de la montaña, rodeado de bosque, sin que tocara al Bosque Oscuro. Era mediana, no tenía habitantes, pero en algún momento fue un hogar de osos. Había evidencias y el destino había querido que este invierno no lo usaran... el destino o la guerra. Era profunda, cómoda, con una abertura irregular que ayudaba a proteger del viento, la tierra blanda quitaba la poca molestia de otras rocas y lo mas importante, estaba seca.
- Buenos días - dijo entre dientes, aun somnolienta, rodando sobre si misma, para mirar en dirección a Rose. Desde la pesadez de sus ojos trataba de discernir qué era lo que hacía, pero su intuición le dada una idea muy aproximada. Su estomago, le rogó que estuviera en lo cierto.
- Te puedo ayudar con algo? - una pregunta extraña para alguien que aun estaba desparramado en su cama, como si no hubiera un mañana
Pero, nada de eso había ocurrido, ni el grito, ni la interrupción, ni nada. Había conejo, había olor a leña, había una canción en el ambiente que remontó a Dulfary a momento mas felices que ya casi no recordaba. Se removió entre sueños y la melodía termino de traerla de regreso.
Abrió los ojos despacio, hizo pereza por un instante, se arrebujó bajo su capa y... se sentó sobre saltada. Primero, no reconoció en donde estaba. Las piedras oscuras de la caverna le resultaron ajenas, el cómo piso de tierra y piedra la descontextualizó. Luego, casi al tiempo, se dio cuenta que faltaba Rose, y obviamente se preocupó. Un rápido barrido por la caverna le disipó todos sus temores. Todo estaba en orden.
Le sonrió. Y se enrolló en la capa, para volver a acostarse.
El lugar elegido, en medio de la oscuridad de la noche, no estaba muy alejado, en la falda de la montaña, rodeado de bosque, sin que tocara al Bosque Oscuro. Era mediana, no tenía habitantes, pero en algún momento fue un hogar de osos. Había evidencias y el destino había querido que este invierno no lo usaran... el destino o la guerra. Era profunda, cómoda, con una abertura irregular que ayudaba a proteger del viento, la tierra blanda quitaba la poca molestia de otras rocas y lo mas importante, estaba seca.
- Buenos días - dijo entre dientes, aun somnolienta, rodando sobre si misma, para mirar en dirección a Rose. Desde la pesadez de sus ojos trataba de discernir qué era lo que hacía, pero su intuición le dada una idea muy aproximada. Su estomago, le rogó que estuviera en lo cierto.
- Te puedo ayudar con algo? - una pregunta extraña para alguien que aun estaba desparramado en su cama, como si no hubiera un mañana
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Rose sonrió.
- Buenos días, bella durmiente - bromeó.
¿Ayudarla? Podría. No es que necesitase nada en particular en ése mismo momento; estaba usando la flecha para dar vueltas al animalito, y ya se había deshecho de la piel y de las manitas. Por alguna razón no se había detenido a pensar lo fácil que le había resultado desollar al conejo.
- Hmmm - murmuró, pensativa. - ¿No tendrás algo que se parezca a una escudilla?
Siempre podía dejar la liebre colgando de la flecha, pero consideró que sería mejor para distribuir las raciones. Se le había ocurrido secar lo que les sobrara, pero lo cierto es que dudaba que fuera a sobrar algo. El conejo era hermoso, pero llevaban mucho rato sin comer nada. La carne estaba empezando a dorarse, y la semielfa se dio cuenta de que estaba sucia de sangre.
- Dime que recuerdas dónde estaba el arroyuelo de anoche... - concluyó.
- Buenos días, bella durmiente - bromeó.
¿Ayudarla? Podría. No es que necesitase nada en particular en ése mismo momento; estaba usando la flecha para dar vueltas al animalito, y ya se había deshecho de la piel y de las manitas. Por alguna razón no se había detenido a pensar lo fácil que le había resultado desollar al conejo.
- Hmmm - murmuró, pensativa. - ¿No tendrás algo que se parezca a una escudilla?
Siempre podía dejar la liebre colgando de la flecha, pero consideró que sería mejor para distribuir las raciones. Se le había ocurrido secar lo que les sobrara, pero lo cierto es que dudaba que fuera a sobrar algo. El conejo era hermoso, pero llevaban mucho rato sin comer nada. La carne estaba empezando a dorarse, y la semielfa se dio cuenta de que estaba sucia de sangre.
- Dime que recuerdas dónde estaba el arroyuelo de anoche... - concluyó.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Bella durmiente. Sonrió pensando en el cuento de hadas. Había varios errores en esa frase, no había dormido, Dulfary no se consideraba a si misma bella; pero era una broma y como tal, sonrió divertida, arrebujándose aun más en la capa. Había otro error en esa frase, faltaba el príncipe azul que la despertara con un beso. Se sonrojó y de inmediato se sonrojó más. Había pensado en ese beso para despertar, pero lejos de visualizar un príncipe azul, la imagen en su mente fue otra, pero no la esperada por ella misma, sino una con la que no contaba, una un poco mas rosada y victoriana. Le pareció extraño, pero no se detuvo a pensarlo mucho.
- Si, tengo algo parecido, que puede servir - se levantó colocándose a cuatro patas y su mano se fue hasta su bolsita de armas, la agarró con los dientes y gateó hasta donde estaba Rose. Ya estando ahí , metió la mano y empezó a sacar barotos, hasta dar con una escudilla de un metal esmaltado en fucsia, con gatitos infantiles pintados. Era de mediano tamaño, debería servir.
- Claro que la recuerdo, tiene la mitad de la piel de mi rodilla de cuando caí en él, aun después de haberlo oído - parecía seguir reprochándoselo a sí misma - sales de la caverna y caminas hacia allá y luego para acá y ya - sin movimiento de manos, sin mayores indicaciones reales - vaaale, eso no es útil, mmmm - cerró los ojos y se concentró - sales, tomas a la derecha, pasa entre los dos arboles de abeto, trata de seguir derecho y a unos cincuenta metros deben estar las piedras que confundimos con la cueva, unos... 100 metros más allá, ya debes escuchar el rumor del río... ok, no le demos tanto estatus, arroyo yy... yap - sonrió y se dio cuenta con su sonrisa, que estaba salivando por el conejo.
- Si, tengo algo parecido, que puede servir - se levantó colocándose a cuatro patas y su mano se fue hasta su bolsita de armas, la agarró con los dientes y gateó hasta donde estaba Rose. Ya estando ahí , metió la mano y empezó a sacar barotos, hasta dar con una escudilla de un metal esmaltado en fucsia, con gatitos infantiles pintados. Era de mediano tamaño, debería servir.
- Claro que la recuerdo, tiene la mitad de la piel de mi rodilla de cuando caí en él, aun después de haberlo oído - parecía seguir reprochándoselo a sí misma - sales de la caverna y caminas hacia allá y luego para acá y ya - sin movimiento de manos, sin mayores indicaciones reales - vaaale, eso no es útil, mmmm - cerró los ojos y se concentró - sales, tomas a la derecha, pasa entre los dos arboles de abeto, trata de seguir derecho y a unos cincuenta metros deben estar las piedras que confundimos con la cueva, unos... 100 metros más allá, ya debes escuchar el rumor del río... ok, no le demos tanto estatus, arroyo yy... yap - sonrió y se dio cuenta con su sonrisa, que estaba salivando por el conejo.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Rose la miró.
Sonreía al hacerlo. Era divertido. Uno, verla dar indicaciones sin mayor movimiento; dos, retractarse y corregirse a sí misma, tres, una escudilla fucsia con gatitos. Había que dar gracias a lo alto, al dios que fuere, de que ni Rose Riadh ni Dulfary conocieran ni fueran a oír hablar en su vida de Hello Kitty.
Pero, en cualquier caso, se rió con ganas.
- No me he enterado de nada - admitió, risueña. - No importa. Tendremos que pasar a por agua antes de marcharnos. - y tampoco importaba que estuviera sucia, teniendo en cuenta cómo estaban ambas.
Solo que le daba apuro estar manchada de sangre. Por si acaso se cruzaban con alguien. Ahora mismo le daba miedo hasta respirar, no fueran a iniciar otra persecución. Diablos...
- Bueno - se atajó a sí misma para evitar los recuerdos. - No es alta cocina, pero, ¡Toma!
La carne estaba tierna, cedió con facilidad a la daga. La parte del conejo que más hecha estaba, una pata y parte del pecho, cayeron en la escudilla. Al resto le faltaba un poco, y aunque Rose también salivaba, podía esperar. Cortó un pedazo y lo saboreó.
Sonreía al hacerlo. Era divertido. Uno, verla dar indicaciones sin mayor movimiento; dos, retractarse y corregirse a sí misma, tres, una escudilla fucsia con gatitos. Había que dar gracias a lo alto, al dios que fuere, de que ni Rose Riadh ni Dulfary conocieran ni fueran a oír hablar en su vida de Hello Kitty.
Pero, en cualquier caso, se rió con ganas.
- No me he enterado de nada - admitió, risueña. - No importa. Tendremos que pasar a por agua antes de marcharnos. - y tampoco importaba que estuviera sucia, teniendo en cuenta cómo estaban ambas.
Solo que le daba apuro estar manchada de sangre. Por si acaso se cruzaban con alguien. Ahora mismo le daba miedo hasta respirar, no fueran a iniciar otra persecución. Diablos...
- Bueno - se atajó a sí misma para evitar los recuerdos. - No es alta cocina, pero, ¡Toma!
La carne estaba tierna, cedió con facilidad a la daga. La parte del conejo que más hecha estaba, una pata y parte del pecho, cayeron en la escudilla. Al resto le faltaba un poco, y aunque Rose también salivaba, podía esperar. Cortó un pedazo y lo saboreó.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Era reconfortante escucharla reír, que su voz llevara otro tono y timbre. De alguna forma eso le daba fuerzas a Dul para estar de buen humor, le levantaba la moral y le recordaba que nada podía ser tan oscuro como la noche que termina.
- Ya que tu trajiste el desayuno, yo iré por agua, para tomar y para limpiarnos un poco antes de buscar un baño o lo que se le parezca - propuso, pero ante el "toma" toda voluntad se quebró y quedó anclada al suelo en el que estaba, lista para comer.
Que hambre tenía. No se había dado cuenta. Eso la tenía débil, de no haber gateado habría sentido el mareo y se habría dado cuenta de lo tibia que se sentía y que esa sensación de calidez no tenía nada que ver con haber dormido o con el fuego encendido. El hambre estaba encima de su fiebre insipiente y por alguna razón ignorada y aun por encima de la resequedad en la boca. Abrió y comió. Fue el saber del conejo, lo jugoso que estaba, lo que la hizo caer en cuenta que habría hecho bien en ir a por agua, pero no podía dejarlo ahora... al menos dos bocados más antes de partir.
- Quedas contratada!! - dijo después de saborear la carne. Solo cuando pasó el primer bocado, se dio el lujo de permitir que el olor entrara de forma mas cercana por su nariz y para el tercer bocado, sintió correr la gota de sudor por su frente - Es una delicia!! Cuando era más niña, mis amigos y yo teníamos una broma, decíamos que el conejo sabía a pollo. No recuerdo en donde empezó esa leyenda, pero sin duda esto sabe a conejo - comió otra vez, y se fijó en la escudilla, en qué tanto estaba preparado lo que les faltaba por comer. Era momento de moverse, si quería regresar a tiempo para aprovechar el jugo de una carne tan tierna.
Antes de seguir contando la anécdota, cambió de idea.
- Voy por agua en una carrera, no tardo!! - saltó y sintió, por fin el mareo, el como las piernas le fallaban, el roce incomodo de su ropa. Pero esto no la detuvo. Con un tambaleo llegó a la boca y fue a por agua, pensando en lo rico que sería el desayuno si le agregaban té.
- Ya que tu trajiste el desayuno, yo iré por agua, para tomar y para limpiarnos un poco antes de buscar un baño o lo que se le parezca - propuso, pero ante el "toma" toda voluntad se quebró y quedó anclada al suelo en el que estaba, lista para comer.
Que hambre tenía. No se había dado cuenta. Eso la tenía débil, de no haber gateado habría sentido el mareo y se habría dado cuenta de lo tibia que se sentía y que esa sensación de calidez no tenía nada que ver con haber dormido o con el fuego encendido. El hambre estaba encima de su fiebre insipiente y por alguna razón ignorada y aun por encima de la resequedad en la boca. Abrió y comió. Fue el saber del conejo, lo jugoso que estaba, lo que la hizo caer en cuenta que habría hecho bien en ir a por agua, pero no podía dejarlo ahora... al menos dos bocados más antes de partir.
- Quedas contratada!! - dijo después de saborear la carne. Solo cuando pasó el primer bocado, se dio el lujo de permitir que el olor entrara de forma mas cercana por su nariz y para el tercer bocado, sintió correr la gota de sudor por su frente - Es una delicia!! Cuando era más niña, mis amigos y yo teníamos una broma, decíamos que el conejo sabía a pollo. No recuerdo en donde empezó esa leyenda, pero sin duda esto sabe a conejo - comió otra vez, y se fijó en la escudilla, en qué tanto estaba preparado lo que les faltaba por comer. Era momento de moverse, si quería regresar a tiempo para aprovechar el jugo de una carne tan tierna.
Antes de seguir contando la anécdota, cambió de idea.
- Voy por agua en una carrera, no tardo!! - saltó y sintió, por fin el mareo, el como las piernas le fallaban, el roce incomodo de su ropa. Pero esto no la detuvo. Con un tambaleo llegó a la boca y fue a por agua, pensando en lo rico que sería el desayuno si le agregaban té.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Rose asintió con la cabeza.
Le preocupaba Dulfary, que empezaba a mostrar signos más que evidentes de fiebre y afección - lo normal, por otro lado, para cualquier persona que hubiera pasado por el mismo périplo que la joven kazekage el día anterior.
Pero no dijo nada. Dulfary podía cuidar de sí misma, y no parecía que hubiera grandes peligros en aquella región de las montañas. Claro que le preocupaba... la elfa. Pero, a pesar de lo que dijera Dulfary, no... Rose no estaba segura. Ni de que fuera tan pertinaz de haberlas seguido hasta allí, ni de que fuera a atacar a Dulfary cuando se quedara sola.
Podría haberlo hecho la noche anterior, ¿No?
Como quiera que Dulfary se dejó la escudilla en la caverna, Rose fue separando más trozos del conejo con la daga,a medida que se iba dorando, y apartándolos para Dul, agarrando de vez en cuando un pedazo para ella.
Le preocupaba Dulfary, que empezaba a mostrar signos más que evidentes de fiebre y afección - lo normal, por otro lado, para cualquier persona que hubiera pasado por el mismo périplo que la joven kazekage el día anterior.
Pero no dijo nada. Dulfary podía cuidar de sí misma, y no parecía que hubiera grandes peligros en aquella región de las montañas. Claro que le preocupaba... la elfa. Pero, a pesar de lo que dijera Dulfary, no... Rose no estaba segura. Ni de que fuera tan pertinaz de haberlas seguido hasta allí, ni de que fuera a atacar a Dulfary cuando se quedara sola.
Podría haberlo hecho la noche anterior, ¿No?
Como quiera que Dulfary se dejó la escudilla en la caverna, Rose fue separando más trozos del conejo con la daga,a medida que se iba dorando, y apartándolos para Dul, agarrando de vez en cuando un pedazo para ella.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Lari lari lari iba andando por el bosque lari lari susurrando una canción lara lari, esquivando una que otra piedra lari lari, jugando con el aire y emoción lari lari.
El arroyo no estaba muy lejos, llegar fue sencillo y aunque se sentía cada vez más pesada, y por alguna razón cansada, tomar el agua le resultó un paseo agradable, pero muy rápido, no dejaría enfriar el conejo y ansiaba regresar a la calidez de la cueva, en donde un momento antes, sus pies estaban secos.
Llenó su cantimplora, luego de lavarla, con agua fresca. Se lavó la cara, las manos, recolectó agua en la bota para llevarle a Rose para que se aseara al terminar de comer.
Lari lari, andando por el bosque voy lari lari, susurrando una canción lari lari, a la cueva voy, lari lari a comer conejo
- mm eso no combina - protestó, al volver a entrar - habemus agua!! -
El arroyo no estaba muy lejos, llegar fue sencillo y aunque se sentía cada vez más pesada, y por alguna razón cansada, tomar el agua le resultó un paseo agradable, pero muy rápido, no dejaría enfriar el conejo y ansiaba regresar a la calidez de la cueva, en donde un momento antes, sus pies estaban secos.
Llenó su cantimplora, luego de lavarla, con agua fresca. Se lavó la cara, las manos, recolectó agua en la bota para llevarle a Rose para que se aseara al terminar de comer.
Lari lari, andando por el bosque voy lari lari, susurrando una canción lari lari, a la cueva voy, lari lari a comer conejo
- mm eso no combina - protestó, al volver a entrar - habemus agua!! -
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Durante el tiempo que Dulfary estuvo fuera, Rose... pensó.
Estando sola, no pudo evitar empezar a darle vueltas a lo sucedido el día anterior. La pelea, la huída. Recordaba, todavía - y dudó que lo fuera a olvidar alguna vez - los ojos cargados de odio del hombre de la guardia. La pelea subsecuente; la persecución, la angustia.
Le temblaron las manos al recordarlo todo. Malzeth. ¿Qué habría pasado si no hubiera intervenido la mujer...? De alguna forma la elfa había sido el punto de inflexión de un día terrible.
Y ahora, podría ser que estuviera siguiéndola para hacerle daño.
Pero lo que Rose pensaba con más fuerza, lo que más vueltas le daba a su cabeza, eran las preguntas... las respuestas. Según Dulfary, aquella mujer sabía algo sobre ella. ¿Qué era? No acababa de formarse una opinión sobre ella. Todo aquello estaba resultándole demasiado difícil de digerir; no acababa de entender nada. Kur-
Kuranthis. Maldita fuera su vida, había olvidado por completo al señor Kuranthis. Él sí tenía respuestas. Diablo, la conocía. Estaba segura de que la conocía, la conocía de niña, sabía quién era. Y había olvidado por completo hablar con él...
¿Podía solucionar ése error? ¿Bastaba con volver a aquel lugar y buscarle? Maldita fuera, no podía estar segura. ¿Y si había roto la única posibilidad que había tenido, la única sólida, de recuperar sus recuerdos?
Cuando Dulfary llegó, Rose sorbió y trató de producir una sonrisa con la que recibirla, pero el fuego con el que aún se asaba lentamente el conejo delató que había lágrimas de angustia en sus mejillas. Asintió con la cabeza, tratando de disimularlo.
- Déjame dar un trago - pidió, cogiendo la bota. Discretamente, se echó un poco de agua en la mano para limpiarse la cara.
Estando sola, no pudo evitar empezar a darle vueltas a lo sucedido el día anterior. La pelea, la huída. Recordaba, todavía - y dudó que lo fuera a olvidar alguna vez - los ojos cargados de odio del hombre de la guardia. La pelea subsecuente; la persecución, la angustia.
Le temblaron las manos al recordarlo todo. Malzeth. ¿Qué habría pasado si no hubiera intervenido la mujer...? De alguna forma la elfa había sido el punto de inflexión de un día terrible.
Y ahora, podría ser que estuviera siguiéndola para hacerle daño.
Pero lo que Rose pensaba con más fuerza, lo que más vueltas le daba a su cabeza, eran las preguntas... las respuestas. Según Dulfary, aquella mujer sabía algo sobre ella. ¿Qué era? No acababa de formarse una opinión sobre ella. Todo aquello estaba resultándole demasiado difícil de digerir; no acababa de entender nada. Kur-
Kuranthis. Maldita fuera su vida, había olvidado por completo al señor Kuranthis. Él sí tenía respuestas. Diablo, la conocía. Estaba segura de que la conocía, la conocía de niña, sabía quién era. Y había olvidado por completo hablar con él...
¿Podía solucionar ése error? ¿Bastaba con volver a aquel lugar y buscarle? Maldita fuera, no podía estar segura. ¿Y si había roto la única posibilidad que había tenido, la única sólida, de recuperar sus recuerdos?
Cuando Dulfary llegó, Rose sorbió y trató de producir una sonrisa con la que recibirla, pero el fuego con el que aún se asaba lentamente el conejo delató que había lágrimas de angustia en sus mejillas. Asintió con la cabeza, tratando de disimularlo.
- Déjame dar un trago - pidió, cogiendo la bota. Discretamente, se echó un poco de agua en la mano para limpiarse la cara.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
La sonrisa que traía Dulfary, se apagó por completo al fijarse en las lagrimas que desmentían su primera impresión de rinitis, que había tenido al escucharla sorber. Pero no dejó de moverse.
Se acercó a ella y le dio tanto la bota, como el agua que pedía, aunque esta en la cantimplora. Era un nuevo día, un nuevo sol y una nueva esperanza. La costumbre de vivir así, le había hecho pasar por alto que algunos pensamientos y emociones perduran en otros y, si les das tiempo para regresar a ellos, lastiman.
En silencio, le dio ambas cosas y se sentó junto a ella, esperó a que bebiera, el agua sirve mucho para calmar las lágrimas, y entonces la abrazó. Tenía las palabras atragantadas en la garganta. No podía decirle nada, igual, que le diría? Qué no llorara? Que todo podría estar bien? Que llorara y se desahogara? Para qué? Para en otro momento de flaqueza prácticamente entregarla? Apretó los dientes y solo la abrazó. Por alguna razón, no lloró, solo sentía ese nudo en la garganta que tanto dolía que el gruñido sobrenatural de su estomago desató al hacerla enrojecer.
Aun así, solo cerró los ojos y no la soltó.
- Habrá que pensar en algo - susurró, ausente.
Se acercó a ella y le dio tanto la bota, como el agua que pedía, aunque esta en la cantimplora. Era un nuevo día, un nuevo sol y una nueva esperanza. La costumbre de vivir así, le había hecho pasar por alto que algunos pensamientos y emociones perduran en otros y, si les das tiempo para regresar a ellos, lastiman.
En silencio, le dio ambas cosas y se sentó junto a ella, esperó a que bebiera, el agua sirve mucho para calmar las lágrimas, y entonces la abrazó. Tenía las palabras atragantadas en la garganta. No podía decirle nada, igual, que le diría? Qué no llorara? Que todo podría estar bien? Que llorara y se desahogara? Para qué? Para en otro momento de flaqueza prácticamente entregarla? Apretó los dientes y solo la abrazó. Por alguna razón, no lloró, solo sentía ese nudo en la garganta que tanto dolía que el gruñido sobrenatural de su estomago desató al hacerla enrojecer.
Aun así, solo cerró los ojos y no la soltó.
- Habrá que pensar en algo - susurró, ausente.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Pero es que no había nada que decir.
No se trataba de emociones que perduraran, ni de un dolor amargo. Simplemente tenía la sensación horrible y desesperante de haber dejado pasar una oportunidad que no se repetiría.
No le pasó desapercibido que Dulfary perdió la sonrisa, y entonces se sintió culpable. No era la única que tenía problemas en aquellos momentos. No podía permitirse ser egoísta. Cuando Dulfary la abrazó, la correspondió con fuerza, le dió un beso en el pelo, pero enseguida la miró a los ojos, sosteniéndola por los hombros - al menos con la mano en la que no tenía la flecha.
- No te preocupes, Dulfary - murmuró. - Estoy bien. Todo irá bien. Lo peor ya ha pasado...
No lo decía para tranquilizarla; lo decía porque lo pensaba de verdad. Por un momento seolvidó de la elfa, de todo lo que tuviera que ver con las penurias del día anterior. Sonrió, recogió la escudilla, y le sirvió una segunda ración a Dulfary, ofreciéndosela a continuación.
- Anda - dijo, haciéndose propósito de no llorar más en su presencia. - Toma.
No se trataba de emociones que perduraran, ni de un dolor amargo. Simplemente tenía la sensación horrible y desesperante de haber dejado pasar una oportunidad que no se repetiría.
No le pasó desapercibido que Dulfary perdió la sonrisa, y entonces se sintió culpable. No era la única que tenía problemas en aquellos momentos. No podía permitirse ser egoísta. Cuando Dulfary la abrazó, la correspondió con fuerza, le dió un beso en el pelo, pero enseguida la miró a los ojos, sosteniéndola por los hombros - al menos con la mano en la que no tenía la flecha.
- No te preocupes, Dulfary - murmuró. - Estoy bien. Todo irá bien. Lo peor ya ha pasado...
No lo decía para tranquilizarla; lo decía porque lo pensaba de verdad. Por un momento seolvidó de la elfa, de todo lo que tuviera que ver con las penurias del día anterior. Sonrió, recogió la escudilla, y le sirvió una segunda ración a Dulfary, ofreciéndosela a continuación.
- Anda - dijo, haciéndose propósito de no llorar más en su presencia. - Toma.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Cerró los ojos con fuerza y contuvo el aire. No podía decirle la verdad ni decirle mentiras. Sí, todo iría bien, pero no, lo peor no había pasado. A Dul se le había olvidado Kuranthis y, de saber que esa era la razón de la tristeza de Rose, le habría contado que ella tenía un contacto que podía ayudarle a encontrarlo en el futuro.
Sin más remedio, empezó a comer, pero en silencio.
- Quieres que hagamos té? - no, el silencio no podía permanecer, con ella, por mucho tiempo.
Sin más remedio, empezó a comer, pero en silencio.
- Quieres que hagamos té? - no, el silencio no podía permanecer, con ella, por mucho tiempo.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Rose levantó la cabeza para mirar a su amiga.
¿Te? No se le había ocurrido. Estaría bien, la verdad. Hacía siiiglos que no lo probaba. Sonrió con ganas, y asintió con la cabeza.
- Claro - dijo. - Pero... No me digas que...
"No me digas que llevas encima un juego de te", pensó. Y de inmediato; "¿Y no se rompe? ¿De qué material está hecho?", pero las preguntas... no, mejor tener las respuestas. Cogió uno de los pocos pedazos que quedaban ya del animal asado, y miró con atención a Dulfary, esperando a ver cómo lo hacía.
¿Te? No se le había ocurrido. Estaría bien, la verdad. Hacía siiiglos que no lo probaba. Sonrió con ganas, y asintió con la cabeza.
- Claro - dijo. - Pero... No me digas que...
"No me digas que llevas encima un juego de te", pensó. Y de inmediato; "¿Y no se rompe? ¿De qué material está hecho?", pero las preguntas... no, mejor tener las respuestas. Cogió uno de los pocos pedazos que quedaban ya del animal asado, y miró con atención a Dulfary, esperando a ver cómo lo hacía.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Ante su aceptación, empezó a buscar en su bolsita* sacando un paquete alargado.
- No me digas... qué? - preguntó sin mirarla, soltando las ataduras del paquete. Era de tela, verde claro y dentro, al abrirla en el suelo, tenía muchas hierbas: un atado de hierbas. Había preguntado con curiosidad, pero no parecía tener prisa por la respuesta. Parecía estar más interesada en sus hierbas y en elegir el té. Separó una ramita, la olisqueó y volvió a poner su atención en su bolsita de armas, de donde sacó una pelota de malla metal y un pequeño cazo que colocó sobre el fuego, después de llenarlo de agua.
En la bola de metal, tras triturar y cortar parte de las hojas de la ramita que había elegido, metió el té y esperó a que el agua calentara. Masticaba y trabajaba. El que había elegido les ayudaría con la digestión y las haría entrar en calor.
- ah? - insistió a su pregunta.
*Y se sintió como el Gato Cósmico
- No me digas... qué? - preguntó sin mirarla, soltando las ataduras del paquete. Era de tela, verde claro y dentro, al abrirla en el suelo, tenía muchas hierbas: un atado de hierbas. Había preguntado con curiosidad, pero no parecía tener prisa por la respuesta. Parecía estar más interesada en sus hierbas y en elegir el té. Separó una ramita, la olisqueó y volvió a poner su atención en su bolsita de armas, de donde sacó una pelota de malla metal y un pequeño cazo que colocó sobre el fuego, después de llenarlo de agua.
En la bola de metal, tras triturar y cortar parte de las hojas de la ramita que había elegido, metió el té y esperó a que el agua calentara. Masticaba y trabajaba. El que había elegido les ayudaría con la digestión y las haría entrar en calor.
- ah? - insistió a su pregunta.
*Y se sintió como el Gato Cósmico
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Y lo llevaba.
Teniendo en cuenta que Rose no solía llevar gran cosa en la mochila - que había extraviado, para más inri, en algún momento de la noche - y que normalmente se daba suficientes golpes como para que nada le sobreviviese demasiado tiempo, era sorprendente que Dulfary pudiera organizarse tan bien. Rose la reverenció internamente.
- Que llevas un juego de té ahi dentro - completó.
Pero solo después de contemplar cómo hacía el té.
Se le ocurrió que si Dulfary hubiera dicho antes que tenía un cazo, podría haber hecho un guiso. Pero en realidad daba un poco igual. Ya casi estaba terminado, y la verdad es que le había sabido a gloria. El te iba a ser algo magnífico.
- Te organizas muy bien - la elogió. - A mí me cuesta llevar cuatro cosas en la mochila... y encima las pierdo.
Y no tengo dinero para reemplazar prácticamente nada, agregó para sí misma. Lo cual le llevaba a un nuevo pensamiento...
Teniendo en cuenta que Rose no solía llevar gran cosa en la mochila - que había extraviado, para más inri, en algún momento de la noche - y que normalmente se daba suficientes golpes como para que nada le sobreviviese demasiado tiempo, era sorprendente que Dulfary pudiera organizarse tan bien. Rose la reverenció internamente.
- Que llevas un juego de té ahi dentro - completó.
Pero solo después de contemplar cómo hacía el té.
Se le ocurrió que si Dulfary hubiera dicho antes que tenía un cazo, podría haber hecho un guiso. Pero en realidad daba un poco igual. Ya casi estaba terminado, y la verdad es que le había sabido a gloria. El te iba a ser algo magnífico.
- Te organizas muy bien - la elogió. - A mí me cuesta llevar cuatro cosas en la mochila... y encima las pierdo.
Y no tengo dinero para reemplazar prácticamente nada, agregó para sí misma. Lo cual le llevaba a un nuevo pensamiento...
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
- No es un juego de té - aclaró - son cosas que he recogido y aprendido a conservar para poder sobrevivir en el bosque - sonrió. Mientras el agua estaba, desató el complejo nudo que ataba su bolsa de armas a su cadera y la puso frente a ella.
- Verás, viajo con todo lo que necesito y mis maestros me tienen inquina, entre otras miles de cosas, por hacer uso de mi bolsa de armas, para cargar con las demás pertenencias, pero es la única forma en que la puedo hacer que mi casa viaje conmigo y así, no pierdo nada... o casi nada -
Metió la mano y empezó a sacar todos sus barutos. Un atado con otras hierbas y vendas, una muñeca de plástico con muchos cortes zurcidos, hilo y aguja para suturas, una soga, más vendas (que habían sido usadas) una muda de ropa que a las claras era para el verano, una libreta cuyas paginas estaban en blanco (si es que Rose la revisaba), cuerdas muy finas, una cuchara que sumada a la escudilla, el cazo y la cantimplora, eran todo su menaje. Su capa estaba sobre los hombros y no sacó una sola arma.
- De vez en cuando debo reponer hierbas, estas son de curación y a dentro están las agujas de acupuntura, pero no las utilizo mucho. Mi hermano Nassem las usa para matar, yo para curar. Si tuviera un juego de té, tendría la tetera, las tazas y las demás cosas para una ceremonia como se debe, solo tengo para prepararlo. Me tocó agregar la bola porque se me iban los pedazos de hierba y en las de una ocasión tuvo problemas, casi me ahogo, al tragarlos -
- Verás, viajo con todo lo que necesito y mis maestros me tienen inquina, entre otras miles de cosas, por hacer uso de mi bolsa de armas, para cargar con las demás pertenencias, pero es la única forma en que la puedo hacer que mi casa viaje conmigo y así, no pierdo nada... o casi nada -
Metió la mano y empezó a sacar todos sus barutos. Un atado con otras hierbas y vendas, una muñeca de plástico con muchos cortes zurcidos, hilo y aguja para suturas, una soga, más vendas (que habían sido usadas) una muda de ropa que a las claras era para el verano, una libreta cuyas paginas estaban en blanco (si es que Rose la revisaba), cuerdas muy finas, una cuchara que sumada a la escudilla, el cazo y la cantimplora, eran todo su menaje. Su capa estaba sobre los hombros y no sacó una sola arma.
- De vez en cuando debo reponer hierbas, estas son de curación y a dentro están las agujas de acupuntura, pero no las utilizo mucho. Mi hermano Nassem las usa para matar, yo para curar. Si tuviera un juego de té, tendría la tetera, las tazas y las demás cosas para una ceremonia como se debe, solo tengo para prepararlo. Me tocó agregar la bola porque se me iban los pedazos de hierba y en las de una ocasión tuvo problemas, casi me ahogo, al tragarlos -
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Oh.
Si hubiera sacado un perro, una ballesta y una catedral románica de la bolsita, Rose hubiera seguido mirando con la misma atención curiosa de quien se cree lo que está viendo porque lo está viendo, a pesar de que siente un deseo profundo de llamar al servicio técnico de la realidad para avisar de que algo se ha estropeado.
Pero no, había visto cosas parecidas antes, o eso creía. Era solo que resultaba, bueno, alucinante. Cómo en una bolsa tan pequeña cabían tantas cosas.
- Sigue sirviendo para hacer te - murmuró. - Caramba, bonita bolsa. Supongo que no se pueden conseguir así como así.
... y tampoco es que ella le fuera a dar mucho uso si tuviera una. O al menos no un uso tan... especializado. Sonrió. Insistiendo; Dulfary se lo montaba bastante bien.
- Tus maestros y tus hermanos - musitó. - No te pareces demasiado a ellos, ¿Verdad?
Si hubiera sacado un perro, una ballesta y una catedral románica de la bolsita, Rose hubiera seguido mirando con la misma atención curiosa de quien se cree lo que está viendo porque lo está viendo, a pesar de que siente un deseo profundo de llamar al servicio técnico de la realidad para avisar de que algo se ha estropeado.
Pero no, había visto cosas parecidas antes, o eso creía. Era solo que resultaba, bueno, alucinante. Cómo en una bolsa tan pequeña cabían tantas cosas.
- Sigue sirviendo para hacer te - murmuró. - Caramba, bonita bolsa. Supongo que no se pueden conseguir así como así.
... y tampoco es que ella le fuera a dar mucho uso si tuviera una. O al menos no un uso tan... especializado. Sonrió. Insistiendo; Dulfary se lo montaba bastante bien.
- Tus maestros y tus hermanos - musitó. - No te pareces demasiado a ellos, ¿Verdad?
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Pensó en su pregunta. Era difícil. Suspiró.
- No, no me parezco demasiado a ellos, es por eso que nadie parece tener la paciencia suficiente para enseñarme sin perder el buen animo. Soy demasiado pacifista, - cerró lo ojos y le dolió en el alma la palabra que dijo a continuación - blanda, para los estándares de mi Clan Ingenua, inocente, tonta, llorona, demasiado optimista y confiada, me aferró a las segundas oportunidades para los demás y parece ser que, como dice Nassem, tengo una tara en la cabeza porque me dejaron caer de pequeña, porque no logro asimilar el sencillo concepto de mi gente de erradicar la oscuridad ahí donde se presenta con las fuerza que la luz, haciendo uso de mis recursos para acabar con la existencia de quien la hace estar ahí - se encogió de hombros. No lo contaba con resentimiento, solo era algo que pasaba, como la rutina del lechero al dejar sus botellas.
Claro que eso de haber caído al ser pequeña, era mentira, una mala broma de hermano mayor.
- Me parezco mas a mi segundo hermano. Él sí que es una persona ecuánime, el punto medio entre Naseem y yo. Y el otro... bueno, el otro tiene demasiadas responsabilidades como para no ser lo que se espera a cabalidad de un kazekage. Mi padre está muy orgulloso de él -
- No, no me parezco demasiado a ellos, es por eso que nadie parece tener la paciencia suficiente para enseñarme sin perder el buen animo. Soy demasiado pacifista, - cerró lo ojos y le dolió en el alma la palabra que dijo a continuación - blanda, para los estándares de mi Clan Ingenua, inocente, tonta, llorona, demasiado optimista y confiada, me aferró a las segundas oportunidades para los demás y parece ser que, como dice Nassem, tengo una tara en la cabeza porque me dejaron caer de pequeña, porque no logro asimilar el sencillo concepto de mi gente de erradicar la oscuridad ahí donde se presenta con las fuerza que la luz, haciendo uso de mis recursos para acabar con la existencia de quien la hace estar ahí - se encogió de hombros. No lo contaba con resentimiento, solo era algo que pasaba, como la rutina del lechero al dejar sus botellas.
Claro que eso de haber caído al ser pequeña, era mentira, una mala broma de hermano mayor.
- Me parezco mas a mi segundo hermano. Él sí que es una persona ecuánime, el punto medio entre Naseem y yo. Y el otro... bueno, el otro tiene demasiadas responsabilidades como para no ser lo que se espera a cabalidad de un kazekage. Mi padre está muy orgulloso de él -
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Vaya.
Sonaba difícil. Rose no podía entenderlo del todo, por supuesto - para empezar, le faltaba información, no podía saber nada sobre la orden a la que pertenecía Dulfary - pero se hacía a la idea.
Pero no acababa de comprender...
- ¿Y qué hay de malo en ser como tú eres...? - todo. Había todo de malo, lo sabía por experiencia propia. Por un instante entendió tanto a Dulfary como a su familia, y entendió la verdadera magnitud del problema. - No lo entiendo. ¿No has podido elegir si querías formar... parte, de ello?
Una pregunta estúpida, quizás, pero la más obvia.
Sonaba difícil. Rose no podía entenderlo del todo, por supuesto - para empezar, le faltaba información, no podía saber nada sobre la orden a la que pertenecía Dulfary - pero se hacía a la idea.
Pero no acababa de comprender...
- ¿Y qué hay de malo en ser como tú eres...? - todo. Había todo de malo, lo sabía por experiencia propia. Por un instante entendió tanto a Dulfary como a su familia, y entendió la verdadera magnitud del problema. - No lo entiendo. ¿No has podido elegir si querías formar... parte, de ello?
Una pregunta estúpida, quizás, pero la más obvia.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
Una mirada desconcertada fue la respuesta a su pregunta. Para Dul no había nada de malo en ser como era. No entendía porque su familia quería que fuera como el estereotipo de los suyos y no aprobaban su singularidad; claro que al preguntárselo, no lo hacía en esos términos.
Sonrió ante su pregunta y negó con la cabeza. Las cosas siempre habían sido así y aun cuando le hubieran dejado elegir...
- Si hubiera podido, igual lo habría hecho - sonrió con inocencia - se lleva en la sangre y no fue algo que descubriera bajo la tutela de ninguno de mis maestros. Fue como si un día, aun antes de salir de casa, me parara en la realidad y lo viera. No niego que tener una granja y dedicarme a labores mundanas sería... lindo, pero no sé por cuanto tiempo me haría feliz el estar sin hacer nada por el mundo y su equilibrio, aunque yo misma sea un caos -
Se llevó la mano a la nuca, tratando de relajarse, pero solo se dio cuenta de la alta temperatura de su piel
- No solo no he podido, en un inicio, elegir ser parte, si no que... bueno, si algo le pasa a mi hermano mayor, seré yo y no los otros quien deba asumir el rumbo del Clan, siendo la heredera de mi padre, quien lleva el legado de Sheikah, el primero en liderar. No importa lo que yo quiera, de eso no puedo renegar, ahí no puedo elegir - su sonrisa se ensanchó - Una de las últimas cosas que me dijo mamá, fue que buscara y siguiera mi propio camino, a ella sí aun que le obedezco y Yato me dijo lo mismo, aun en su última carta, así que le pido todos los días al Viento que proteja a mi hermano para no llegar a ser la cabeza - sacó la lengua como si acaso eso tuviera gracia.
Sonrió ante su pregunta y negó con la cabeza. Las cosas siempre habían sido así y aun cuando le hubieran dejado elegir...
- Si hubiera podido, igual lo habría hecho - sonrió con inocencia - se lleva en la sangre y no fue algo que descubriera bajo la tutela de ninguno de mis maestros. Fue como si un día, aun antes de salir de casa, me parara en la realidad y lo viera. No niego que tener una granja y dedicarme a labores mundanas sería... lindo, pero no sé por cuanto tiempo me haría feliz el estar sin hacer nada por el mundo y su equilibrio, aunque yo misma sea un caos -
Se llevó la mano a la nuca, tratando de relajarse, pero solo se dio cuenta de la alta temperatura de su piel
- No solo no he podido, en un inicio, elegir ser parte, si no que... bueno, si algo le pasa a mi hermano mayor, seré yo y no los otros quien deba asumir el rumbo del Clan, siendo la heredera de mi padre, quien lleva el legado de Sheikah, el primero en liderar. No importa lo que yo quiera, de eso no puedo renegar, ahí no puedo elegir - su sonrisa se ensanchó - Una de las últimas cosas que me dijo mamá, fue que buscara y siguiera mi propio camino, a ella sí aun que le obedezco y Yato me dijo lo mismo, aun en su última carta, así que le pido todos los días al Viento que proteja a mi hermano para no llegar a ser la cabeza - sacó la lengua como si acaso eso tuviera gracia.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Eso...
... sonaba feo, la verdad. No importa cómo Dulfary lo disfrazase. Para ella hubiera sido realmente incómodo tener una carga familiar, es decir... responsabilizarse de algo, sin poder elegir no hacerlo.
Claro que tampoco sabía ella de qué familia venía... si es que la había.
Pero no quería pensar en éso. Y tampoco estaba segura de haber entendido del todo lo que Dulfary dijo, no sin al menos tener una familia con la que comparar la referencia. El conejo ya estaba en las últimas, así que Rose dejó la flecha en la escudilla y procedió a tomar la bota, para asearse un poco con el agua.
- No te veo dirigiendo un clan - se rió, aunque era broma. - Pero sería duro no poder elegir hacer otra cosa, supongo. Yo no se como AYYY - se quejó de pronto. - ¡Está congelada!
Se había echado agua en el pelo, y un escalofrío le había recorrido la columna vertebral. Enseguida se dio cuenta de que había asustado a Dulfary, y se rio, pidiéndole disculpas.
- Ay - murmuró, con una sonrisa. - Perdona.
... sonaba feo, la verdad. No importa cómo Dulfary lo disfrazase. Para ella hubiera sido realmente incómodo tener una carga familiar, es decir... responsabilizarse de algo, sin poder elegir no hacerlo.
Claro que tampoco sabía ella de qué familia venía... si es que la había.
Pero no quería pensar en éso. Y tampoco estaba segura de haber entendido del todo lo que Dulfary dijo, no sin al menos tener una familia con la que comparar la referencia. El conejo ya estaba en las últimas, así que Rose dejó la flecha en la escudilla y procedió a tomar la bota, para asearse un poco con el agua.
- No te veo dirigiendo un clan - se rió, aunque era broma. - Pero sería duro no poder elegir hacer otra cosa, supongo. Yo no se como AYYY - se quejó de pronto. - ¡Está congelada!
Se había echado agua en el pelo, y un escalofrío le había recorrido la columna vertebral. Enseguida se dio cuenta de que había asustado a Dulfary, y se rio, pidiéndole disculpas.
- Ay - murmuró, con una sonrisa. - Perdona.
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
Re: Destino
- CIERTO QUE NO??!!!!! - la secundó - Es muy - dio un saltito cuando se quejó y luego sonrió divertida - Ahm.. esto, cuidado, el agua esta muy fría. Me pido no asearme - soltó una risita traviesa por lo tardío de su advertencia.
- Es muy sencillo, hasta obvio!! a mi papá le tomó tres años y medio darse cuenta de algo que mi mamá y Yato vieron muy rápido y a ti solo un día!! - parecía indignada, pero se lo tomaba con buen humor - Mi mamá nos dijo lo mismo a los tres: busquen su camino, no le paren bolas a su papá y sean libres, claro, lo dijo un poco mas formal y hasta ceremonioso, la escuché cuando se lo dijo a Sheik y cuando... bueno, nada mas, porque con los otros dos me sacaron de la sala, el colmo. Así que de alguna forma lo hemos hecho. Sheik será líder del clan, Yato fue y será siempre el mejor espía de tooooda la ciudad - había mucho orgullo en su voz al decirlo, era fácil adivinar a qué hermano quería más - y Nassem, desde muy niño fue un hijode... gfrr ... un hijodeputa así que es un excelente cazador de renegados, así que lo mejor que podía hacer yo, y mira que soy buena en eso, es ser la obeja negra de la familia - al decir oveja, lo pronunció de tal forma que era como leerlo con B.
Su sonrisa, aunque no se apagó, adquirió un deje de aplomo.
- Elegí ser kazekage a mi forma... aunque no ha mostrado ser la mejor. Tal vez, cuando crezca, cuando madure, logre algo mas estable y resistente, pero ahora me cuesta... y a veces, bueno a veces lastima muy feo, por eso me odia mi sombra, por eso trata de liberarse de mi, pobre, la entiendo y por eso me odia más - pedazo de conejo pecando... adiós conejo, gracias por ser la cena.
- Es muy sencillo, hasta obvio!! a mi papá le tomó tres años y medio darse cuenta de algo que mi mamá y Yato vieron muy rápido y a ti solo un día!! - parecía indignada, pero se lo tomaba con buen humor - Mi mamá nos dijo lo mismo a los tres: busquen su camino, no le paren bolas a su papá y sean libres, claro, lo dijo un poco mas formal y hasta ceremonioso, la escuché cuando se lo dijo a Sheik y cuando... bueno, nada mas, porque con los otros dos me sacaron de la sala, el colmo. Así que de alguna forma lo hemos hecho. Sheik será líder del clan, Yato fue y será siempre el mejor espía de tooooda la ciudad - había mucho orgullo en su voz al decirlo, era fácil adivinar a qué hermano quería más - y Nassem, desde muy niño fue un hijode... gfrr ... un hijodeputa así que es un excelente cazador de renegados, así que lo mejor que podía hacer yo, y mira que soy buena en eso, es ser la obeja negra de la familia - al decir oveja, lo pronunció de tal forma que era como leerlo con B.
Su sonrisa, aunque no se apagó, adquirió un deje de aplomo.
- Elegí ser kazekage a mi forma... aunque no ha mostrado ser la mejor. Tal vez, cuando crezca, cuando madure, logre algo mas estable y resistente, pero ahora me cuesta... y a veces, bueno a veces lastima muy feo, por eso me odia mi sombra, por eso trata de liberarse de mi, pobre, la entiendo y por eso me odia más - pedazo de conejo pecando... adiós conejo, gracias por ser la cena.
Dulfary- Cantidad de envíos : 1481
Re: Destino
Y Rose no entendió nada.
Los nombres no le decían nada, obviamente, y mucho menos las partes que se referían a una estructura que no conocía. Se imaginaba a una familia cerrada, obsesiva en la tradición, donde el ímpetu, la... juventud de Dulfary era un problema. Dulfary era una niña. Quizá demasiado niña.
No era un reproche. Su inocencia - qué sabía Rose de la verdad que ocultaba Dulfary - para ella era una bendición. Su amabilidad, su forma de percibir el mundo, era propia de alguien que sólo había madurado a medias... y en una familia como la que imaginaba, eso solo podía significar problemas.
- ¿A qué te refieres con...? - vaciló. ¿Era de su incumbencia? Tal vez no, pero no creyó que pudiera retirar la pregunta tan fácilmente. - Con... cazar renegados.
¿Lo entendía bien? ¿Cazaban a los renegados? Si Dulfary quería, simplemente, desentenderse de la familia, ¿La mandarían matar? Dios mío, qué cruel. No podía ser así, debía ser algún tipo de jerga, ¿Verdad?
Los nombres no le decían nada, obviamente, y mucho menos las partes que se referían a una estructura que no conocía. Se imaginaba a una familia cerrada, obsesiva en la tradición, donde el ímpetu, la... juventud de Dulfary era un problema. Dulfary era una niña. Quizá demasiado niña.
No era un reproche. Su inocencia - qué sabía Rose de la verdad que ocultaba Dulfary - para ella era una bendición. Su amabilidad, su forma de percibir el mundo, era propia de alguien que sólo había madurado a medias... y en una familia como la que imaginaba, eso solo podía significar problemas.
- ¿A qué te refieres con...? - vaciló. ¿Era de su incumbencia? Tal vez no, pero no creyó que pudiera retirar la pregunta tan fácilmente. - Con... cazar renegados.
¿Lo entendía bien? ¿Cazaban a los renegados? Si Dulfary quería, simplemente, desentenderse de la familia, ¿La mandarían matar? Dios mío, qué cruel. No podía ser así, debía ser algún tipo de jerga, ¿Verdad?
Rose Riadh- Cantidad de envíos : 256
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