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Esperando una nueva vida
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Re: Esperando una nueva vida
Había muchas cosas que el ex capitán había aprendido en su infancia, su terrible infancia, y algunas de ellas se habían marcado tan a fuego que era imposible eliminarlas. Una de ellas era el hecho de vigilar mientras dormía. Por muy profundo que fuera su sueño, siempre se despertaba al escuchar le menor ruido, por lo tanto cuando Muireall llamó a la puerta volvió a despertar, pero no hizo el menor movimiento, no deseaba estar con nadie, solo estar solo.
Sin embargo ella abrió la puerta, siguió sin moverse ni abrir los ojos, esperaba que no iniciara ninguna conversación y que no le necesitaran por el momento. Escuchó sus pasos y las puertas de los armarios y comprendió que estaba en la habitación de ella y que, tal vez, necesitara algo de dentro. Iba a levantarse y marcharse de allí para dejarla tranquila cuando sintió como lo arropaba con algo y, poco después salía de la habitación.
Escuchó sus palabras al otro lado de la puerta y volvió a relajarse. Se durmió mientras seguía asombrado por aquel gesto de la muchacha. Que él recordara era la primera vez que alguien lo arropaba, que se preocupaba de algún modo de su bienestar y lo demostraba. Se sentía nuevamente confuso, pero estaba tan cansado que relegó el pensamiento a un segundo plano y volvió a dormirse profundamente.
Las pesadillas volvieron a asaltarlo mientras dormía y se despertó varias veces sobresaltado al escuchar sonidos de voces al otro lado de la puerta, pero volvía a dormirse nuevamente, abrazado a la manta que la selkie le había echado por encima.
(FDI: Delin va a dormir horas, asique por el momento seguid vosotras, cuando pasen unas cuantas horas entro de nuevo ^^ )
Sin embargo ella abrió la puerta, siguió sin moverse ni abrir los ojos, esperaba que no iniciara ninguna conversación y que no le necesitaran por el momento. Escuchó sus pasos y las puertas de los armarios y comprendió que estaba en la habitación de ella y que, tal vez, necesitara algo de dentro. Iba a levantarse y marcharse de allí para dejarla tranquila cuando sintió como lo arropaba con algo y, poco después salía de la habitación.
Escuchó sus palabras al otro lado de la puerta y volvió a relajarse. Se durmió mientras seguía asombrado por aquel gesto de la muchacha. Que él recordara era la primera vez que alguien lo arropaba, que se preocupaba de algún modo de su bienestar y lo demostraba. Se sentía nuevamente confuso, pero estaba tan cansado que relegó el pensamiento a un segundo plano y volvió a dormirse profundamente.
Las pesadillas volvieron a asaltarlo mientras dormía y se despertó varias veces sobresaltado al escuchar sonidos de voces al otro lado de la puerta, pero volvía a dormirse nuevamente, abrazado a la manta que la selkie le había echado por encima.
(FDI: Delin va a dormir horas, asique por el momento seguid vosotras, cuando pasen unas cuantas horas entro de nuevo ^^ )
Delin- Cantidad de envíos : 622
Re: Esperando una nueva vida
(FDI: De acuerdo)
Le interesaba el bienestar del capitán, mucho, y hubiera podido demostrárselo de muchas maneras diferentes, pero el recuerdo de lo mal que él reaccionaba ante la más mínima muestra de preocupación y afecto la había escarmentado tanto que, de haber sabido que Delin estaba despierto, hubiese contenido el impulso de abrigarlo.
Pero cómo no lo sabía, se quedó tranquila y contento. Ese era el mejor día que había vivido en tierra firme desde que Angus robara su piel hace lo que parecía ya una eternidad. Había nacido la hija de su amor, Delin había regresado y Mayo había venido a visitarla. Que la alada estuviera allí, su beso, su abrazo y sus lindas palabras, era un regalo inesperado. Y también estaba la prudente y sabia Hannah… Sólo faltaba Elyon, el amigo que había quedado en Cascadas. Con un suspiro, rechazó la angustia por la suerte del elfo, la que comenzaba a asomar su cabeza.
- Es una buena idea, querida – intervino Hannah apoyando la idea de Mayo – Además, así podréis descansar más pronto, lo necesitáis. Eso y la sopa que os prepararé.
La oferta de Mayo le vino de maravillas; sí que estaba cansada y tenía frío, así que aceptó con una sonrisa de gratitud. Sabía que su bebé estaba en buenas manos; desconocía cuánta experiencia tenía la alada en cambiar criaturas, pero Hannah era de sobra competente y confiable,
- Gracias, ambas son muy dulces y muy buenas conmigo. Yo me cambiaré en el baño.
Le entregó los pañales y la ropita, acarició y besó la cabecita de su niña y desapareció en el baño con su vestido de recambio en la mano.
Hannah la observó marchar con una sonrisa pensativa, la muchacha se había exigido demasiado ese día. Le agradaba la amiga de la familia estuviera ahí; tenía buena disposición y se veía que apreciaba a la pareja y le gustaban los niños. Sería una gran ayuda, si no sabía mucho sobre como cambiarlos y cosas así, ese era un buen momento para aprender.
- La cambiaremos en aquel sillón – dijo mostrando un mueble algo gastado, pero ancho y mullido - ¿Podríais colocar los pañales y la ropita en el brazo y traer agua tibia en una palangana, querida, por favor? – pidió con tono amable.
Acostando a Álainn en el sillón, comenzó a desvestirla con movimientos suaves y precisos. Mientras trabajaba, pensaba en el gran canasto que se le había ocurrido traer en su carreta. Aún no había podido decírselo a Muireall, pero estaba segura de que sería una estupenda cuna provisional para la pequeña y así la joven podría descansar con comodidad en el sofá, luego de amamantarla.
Le interesaba el bienestar del capitán, mucho, y hubiera podido demostrárselo de muchas maneras diferentes, pero el recuerdo de lo mal que él reaccionaba ante la más mínima muestra de preocupación y afecto la había escarmentado tanto que, de haber sabido que Delin estaba despierto, hubiese contenido el impulso de abrigarlo.
Pero cómo no lo sabía, se quedó tranquila y contento. Ese era el mejor día que había vivido en tierra firme desde que Angus robara su piel hace lo que parecía ya una eternidad. Había nacido la hija de su amor, Delin había regresado y Mayo había venido a visitarla. Que la alada estuviera allí, su beso, su abrazo y sus lindas palabras, era un regalo inesperado. Y también estaba la prudente y sabia Hannah… Sólo faltaba Elyon, el amigo que había quedado en Cascadas. Con un suspiro, rechazó la angustia por la suerte del elfo, la que comenzaba a asomar su cabeza.
- Es una buena idea, querida – intervino Hannah apoyando la idea de Mayo – Además, así podréis descansar más pronto, lo necesitáis. Eso y la sopa que os prepararé.
La oferta de Mayo le vino de maravillas; sí que estaba cansada y tenía frío, así que aceptó con una sonrisa de gratitud. Sabía que su bebé estaba en buenas manos; desconocía cuánta experiencia tenía la alada en cambiar criaturas, pero Hannah era de sobra competente y confiable,
- Gracias, ambas son muy dulces y muy buenas conmigo. Yo me cambiaré en el baño.
Le entregó los pañales y la ropita, acarició y besó la cabecita de su niña y desapareció en el baño con su vestido de recambio en la mano.
Hannah la observó marchar con una sonrisa pensativa, la muchacha se había exigido demasiado ese día. Le agradaba la amiga de la familia estuviera ahí; tenía buena disposición y se veía que apreciaba a la pareja y le gustaban los niños. Sería una gran ayuda, si no sabía mucho sobre como cambiarlos y cosas así, ese era un buen momento para aprender.
- La cambiaremos en aquel sillón – dijo mostrando un mueble algo gastado, pero ancho y mullido - ¿Podríais colocar los pañales y la ropita en el brazo y traer agua tibia en una palangana, querida, por favor? – pidió con tono amable.
Acostando a Álainn en el sillón, comenzó a desvestirla con movimientos suaves y precisos. Mientras trabajaba, pensaba en el gran canasto que se le había ocurrido traer en su carreta. Aún no había podido decírselo a Muireall, pero estaba segura de que sería una estupenda cuna provisional para la pequeña y así la joven podría descansar con comodidad en el sofá, luego de amamantarla.
Muireall- Cantidad de envíos : 99
Re: Esperando una nueva vida
Mayo preparó lo que le había pedido Hannah. Hacía mucho tiempo que no había tenido a un bebé a su cargo, pero Hannah estaba allí haciéndolo todo. Y la pequeña se estaba mostrando cooperativa por el momento.
Quedaba agua caliente en la tetera y no tuvo que calentar más. Se acercó al sillón y observó a la criatura, tan pequeña e indefensa, con cara de sueño y expresión pensativa, quién sabe si temiendo el futuro inmediato o ignorándolo.
Esperaba con impaciencia que volviera a entrar Muireall; Elyon le había contado acerca de su escape de Cascadas, por lo que conocía a grandes rasgos algo sobre la huida de Muireall y el capitán. Pero estaba deseando escuchar los detalles de boca de los interesados.
-Mui, adivina con quién me encontré en Shama, donde vivo ahora -dijo, dirigiendo su voz hacia la puerta del cuarto de baño.
Quedaba agua caliente en la tetera y no tuvo que calentar más. Se acercó al sillón y observó a la criatura, tan pequeña e indefensa, con cara de sueño y expresión pensativa, quién sabe si temiendo el futuro inmediato o ignorándolo.
Esperaba con impaciencia que volviera a entrar Muireall; Elyon le había contado acerca de su escape de Cascadas, por lo que conocía a grandes rasgos algo sobre la huida de Muireall y el capitán. Pero estaba deseando escuchar los detalles de boca de los interesados.
-Mui, adivina con quién me encontré en Shama, donde vivo ahora -dijo, dirigiendo su voz hacia la puerta del cuarto de baño.
Mayo- Cantidad de envíos : 225
Re: Esperando una nueva vida
Sí que se había sobre exigido aquel día, el leve mareo la había acometido nada más entrar al baño era prueba clara de ello. Se había sentado en un pequeño taburete que había en el cuarto esperando que pasara y para cuando Mayo le habló, apenas acababa de desvestirse y comenzaba a secarse.
Sus palabras la tomaron por sorpresa. ¿Quería que adivinara a quien había visto en el lugar donde residía ahora? ¿Cómo podía saber ella eso? Pero Mayo no era una persona que hablara por hablar, reflexionaba mientras terminaba de secarse. Tenía que tratarse de una persona a la que ella conocía, pero la alada y ella no conocían mucha gente en común. Aparte de Delin y el grifo Rik, sólo estaba…
… se quedó petrificada con el vestido pronto a deslizarse por su cabeza…
… Elyon…
- ¡¿Elyon?! ¡¿Viste a Elyon!? – la impresión la hizo gritar sin darse cuenta.
¡Que los dioses del mar permitieran que fuera Elyon! Su amigo, vivo, en el mismo país en que estaban ellos. Las lágrimas corrían por su rostro mientras intentaba vestirse tan rápido como podía, aunque los nervios y el cansancio le jugaban malas pasadas haciéndola enredarse y equivocarse.
Afuera, Hannah no dejaba de sorprenderse al constatar que lo que le parecía una pareja muy solitaria tenía más de algún amigo en las islas. Eso le alegraba especialmente por la joven Muireall, que se oía muy emocionada. El señor de la casa no parecía querer ni necesitar amigos, pero era muy bueno que la muchacha tuviera más gente con la cual contar.
Álainn ya estaba cambiada y seca y ahora sólo debía esperar a que su madre la alimentara para entregarse al sueño, era una nena muy buena. Por cierto, la madre también precisaba alimento, ya era de hacer una buena sopa para ella. Luego vería de preparar la cena para su patrón, la amiga de la familia y ella misma.
- ¿Queréis sostener a la pequeña por algunos momentos, querida? – preguntó, acercando la niña a Mayo – He de ir a preparar algo de comer para Muireall, temo que acabe desmayándose si no come pronto.
La partera acababa de desaparecer en la cocina cuando la selkie, que por fin había conseguido acabar de vestirse, salió del baño. Su rostro pálido y su cuerpo tembloroso hablaban tanto de su agotamiento como de su ansiedad por tener noticias del amigo al que había creído irremediablemente perdido.
- ¿Él está bien? – preguntó en voz baja mientras extendía los brazos para tomar a su bebé.
Sus palabras la tomaron por sorpresa. ¿Quería que adivinara a quien había visto en el lugar donde residía ahora? ¿Cómo podía saber ella eso? Pero Mayo no era una persona que hablara por hablar, reflexionaba mientras terminaba de secarse. Tenía que tratarse de una persona a la que ella conocía, pero la alada y ella no conocían mucha gente en común. Aparte de Delin y el grifo Rik, sólo estaba…
… se quedó petrificada con el vestido pronto a deslizarse por su cabeza…
… Elyon…
- ¡¿Elyon?! ¡¿Viste a Elyon!? – la impresión la hizo gritar sin darse cuenta.
¡Que los dioses del mar permitieran que fuera Elyon! Su amigo, vivo, en el mismo país en que estaban ellos. Las lágrimas corrían por su rostro mientras intentaba vestirse tan rápido como podía, aunque los nervios y el cansancio le jugaban malas pasadas haciéndola enredarse y equivocarse.
Afuera, Hannah no dejaba de sorprenderse al constatar que lo que le parecía una pareja muy solitaria tenía más de algún amigo en las islas. Eso le alegraba especialmente por la joven Muireall, que se oía muy emocionada. El señor de la casa no parecía querer ni necesitar amigos, pero era muy bueno que la muchacha tuviera más gente con la cual contar.
Álainn ya estaba cambiada y seca y ahora sólo debía esperar a que su madre la alimentara para entregarse al sueño, era una nena muy buena. Por cierto, la madre también precisaba alimento, ya era de hacer una buena sopa para ella. Luego vería de preparar la cena para su patrón, la amiga de la familia y ella misma.
- ¿Queréis sostener a la pequeña por algunos momentos, querida? – preguntó, acercando la niña a Mayo – He de ir a preparar algo de comer para Muireall, temo que acabe desmayándose si no come pronto.
La partera acababa de desaparecer en la cocina cuando la selkie, que por fin había conseguido acabar de vestirse, salió del baño. Su rostro pálido y su cuerpo tembloroso hablaban tanto de su agotamiento como de su ansiedad por tener noticias del amigo al que había creído irremediablemente perdido.
- ¿Él está bien? – preguntó en voz baja mientras extendía los brazos para tomar a su bebé.
Muireall- Cantidad de envíos : 99
Re: Esperando una nueva vida
-Caramba, yo pensaba que te costaría más adivinarlo -bromeó Mayo-. Pues sí, y va a tener una alegría cuando sepa de vosotros.
Tomó a la criatura de los brazos de Hannah con todo el cuidado que pudo. Era tan pequeñita... Se puso a hacerle cucamonas y entonces salió la madre del baño. Se la veía tan agotada que Mayo tuvo miedo de que se cayera allí mismo con bebé y todo. Se acercó a la muchacha sin llegar a darle la niña.
-Corre a sentarte y que te de a la nena, que seguro que está más a gusto contigo -dijo, señalando el sofá. Si hubiera tenido más brazos, la habría sujetado a ella también. Entonces se lo volvió a pensar y le ofreció a su hija sin esperar a que Muireall le hiciera caso o protestara. Si tenía las manos libres, razonó finalmente, podía ofrecerle apoyo a la joven y también podría encargarse de ambas, si es que hacía falta.
-Hannah te está haciendo la cena, que la verdad tienes cara de necesitarla con urgencia. Elyon está muy bien, y te contaré cómo nos reencontramos mientras comes.
Tomó a la criatura de los brazos de Hannah con todo el cuidado que pudo. Era tan pequeñita... Se puso a hacerle cucamonas y entonces salió la madre del baño. Se la veía tan agotada que Mayo tuvo miedo de que se cayera allí mismo con bebé y todo. Se acercó a la muchacha sin llegar a darle la niña.
-Corre a sentarte y que te de a la nena, que seguro que está más a gusto contigo -dijo, señalando el sofá. Si hubiera tenido más brazos, la habría sujetado a ella también. Entonces se lo volvió a pensar y le ofreció a su hija sin esperar a que Muireall le hiciera caso o protestara. Si tenía las manos libres, razonó finalmente, podía ofrecerle apoyo a la joven y también podría encargarse de ambas, si es que hacía falta.
-Hannah te está haciendo la cena, que la verdad tienes cara de necesitarla con urgencia. Elyon está muy bien, y te contaré cómo nos reencontramos mientras comes.
Mayo- Cantidad de envíos : 225
Re: Esperando una nueva vida
No se movió pero tampoco protestó cuando la alada le sugirió que fuera a sentarse al sofá antes de entregarle a su hija, Simplemente, esperó con los brazos extendidos hasta que ella cambió de opinión. Ya con la pequeña en brazos, se dirigió directo hacia el sofá y se acomodó para amamantarla. Cierto que tenía mucha hambre, pero alimentar a Álainn estaba primero.
- ¡Elyonn está vivo y bien! Rogué tantas veces por qué eso ocurriera ya ahora está aquí, en el mismo país que nosotros…
Casi era para no creerlo. Había amanecido aquel día sola, contando solamente con Hannah, un alma buena y generosa, pero una desconocida al fin y al cabo. Y ahora, al hacer la noche, Delin estaba de vuelta, Mayo había aparecido y tenía noticias de Elyon. Todos los amigos que tenía en ese mundo estaban en el mismo país que ella. Y su pequeña hija había salido de su vientre para acompañarla. La dolorosa noche anterior no había presagiado un día con tantas bendiciones. Estaba agotada, pero serena y su mirada mientras lactaba a su niña, era dulce y plácida.
- La sopa está casi lista, Muireall – anunció Hannah saliendo de la cocina – Estará a punto cuando regrese con una cuna para esta pequeñita y os la serviré.
La selkie la vio salir con una sonrisa. Tenía ropa preparada para su niña, se había ocupado de eso durante el largo viaje desde Cascadas, pero no hubieran podido transportar una cuna y en los turbulentos días que siguieran a su llegada no había acertado a pensar en eso; había asumido vagamente que dormiría con la niña en la cama.
- Hannah es una persona maravillosa, siempre está pendiente de todo – le comentó con emoción a Mayo.
La aludida no tardó en regresar con un enorme cesto de mimbre, escrupulosamente limpio y provisto de un edredón y mantas.
- Ya veréis como la niña dormirá perfectamente aquí – declaró instalándolo sobre uno de los sillones.
Álainn ya había terminado de mamar y se había dormido en brazos de su madre, la que se levantó con cuidado y depositó amorosamente a la pequeña durmiente en su improvisada cuna.
- Servirá muy bien mientras nos hacemos de una cuna verdadera. Te lo agradezco, Hannah, eres muy buena.
- No es nada, niña. Si supieráis a cuantas criaturas ha cobijado este cesto en sus primeros días de vida. Vamos, sentaos a la mesa ya, os serviré en seguida. ¿Queréis también un plato, Mayo?
Muireall no se hizo de rogar. Con la certeza de que su niña dormía tranquila, limpia y alimentada, se sentó a la mesa y mientras esperaba que la partera llegara con la sopa, le pidió a Mayo que le contara su reencuentro con Elyon.
- ¡Elyonn está vivo y bien! Rogué tantas veces por qué eso ocurriera ya ahora está aquí, en el mismo país que nosotros…
Casi era para no creerlo. Había amanecido aquel día sola, contando solamente con Hannah, un alma buena y generosa, pero una desconocida al fin y al cabo. Y ahora, al hacer la noche, Delin estaba de vuelta, Mayo había aparecido y tenía noticias de Elyon. Todos los amigos que tenía en ese mundo estaban en el mismo país que ella. Y su pequeña hija había salido de su vientre para acompañarla. La dolorosa noche anterior no había presagiado un día con tantas bendiciones. Estaba agotada, pero serena y su mirada mientras lactaba a su niña, era dulce y plácida.
- La sopa está casi lista, Muireall – anunció Hannah saliendo de la cocina – Estará a punto cuando regrese con una cuna para esta pequeñita y os la serviré.
La selkie la vio salir con una sonrisa. Tenía ropa preparada para su niña, se había ocupado de eso durante el largo viaje desde Cascadas, pero no hubieran podido transportar una cuna y en los turbulentos días que siguieran a su llegada no había acertado a pensar en eso; había asumido vagamente que dormiría con la niña en la cama.
- Hannah es una persona maravillosa, siempre está pendiente de todo – le comentó con emoción a Mayo.
La aludida no tardó en regresar con un enorme cesto de mimbre, escrupulosamente limpio y provisto de un edredón y mantas.
- Ya veréis como la niña dormirá perfectamente aquí – declaró instalándolo sobre uno de los sillones.
Álainn ya había terminado de mamar y se había dormido en brazos de su madre, la que se levantó con cuidado y depositó amorosamente a la pequeña durmiente en su improvisada cuna.
- Servirá muy bien mientras nos hacemos de una cuna verdadera. Te lo agradezco, Hannah, eres muy buena.
- No es nada, niña. Si supieráis a cuantas criaturas ha cobijado este cesto en sus primeros días de vida. Vamos, sentaos a la mesa ya, os serviré en seguida. ¿Queréis también un plato, Mayo?
Muireall no se hizo de rogar. Con la certeza de que su niña dormía tranquila, limpia y alimentada, se sentó a la mesa y mientras esperaba que la partera llegara con la sopa, le pidió a Mayo que le contara su reencuentro con Elyon.
Muireall- Cantidad de envíos : 99
Re: Esperando una nueva vida
Mayo asintió mientras Hannah salía a por la cuna provisional.
-Me alegro de que hayáis encontrado a una persona tan estupenda -dijo. Enseguida volvió a entrar la aludida con un gran cesto arreglado para el servicio que debía prestar. Tras acomodar al bebé en su interior, las mujeres se prepararon para la cena. Hannah le ofreció un plato. Le sabía un poco mal haber llegado con las manos vacías, pero todo había sucedido tan rápido... como de costumbre, cuando el capitán estaba implicado.
-Si no es mucha molestia, aceptaré encantada. Creo que me conviene recuperar energías antes de emprender el camino de vuelta desde... hum... ¿dónde estamos exactamente?
Le contó a Muireall cómo había sido su reencuentro con Elyon, omitiendo por el momento los detalles acerca de los otros visitantes que habían sido testigos del hecho. Ya habría tiempo para hablar de otras cosas.
-Así que está mejor que nunca, aunque lo ha pasado muy mal. Espero que al fin pueda rehacer su vida en este rincón del mundo.
No era el único mundo; ni siquiera era su mundo, pero de alguna forma tenía que llamarlo, aparte de “maldito pozo de serpientes” o “planeta de la locura”, o “dimensión equis” cuando estaba de buenas. “Mundo” era una descripción genérica tan buena como cualquiera.
-Me alegro de que hayáis encontrado a una persona tan estupenda -dijo. Enseguida volvió a entrar la aludida con un gran cesto arreglado para el servicio que debía prestar. Tras acomodar al bebé en su interior, las mujeres se prepararon para la cena. Hannah le ofreció un plato. Le sabía un poco mal haber llegado con las manos vacías, pero todo había sucedido tan rápido... como de costumbre, cuando el capitán estaba implicado.
-Si no es mucha molestia, aceptaré encantada. Creo que me conviene recuperar energías antes de emprender el camino de vuelta desde... hum... ¿dónde estamos exactamente?
Le contó a Muireall cómo había sido su reencuentro con Elyon, omitiendo por el momento los detalles acerca de los otros visitantes que habían sido testigos del hecho. Ya habría tiempo para hablar de otras cosas.
-Así que está mejor que nunca, aunque lo ha pasado muy mal. Espero que al fin pueda rehacer su vida en este rincón del mundo.
No era el único mundo; ni siquiera era su mundo, pero de alguna forma tenía que llamarlo, aparte de “maldito pozo de serpientes” o “planeta de la locura”, o “dimensión equis” cuando estaba de buenas. “Mundo” era una descripción genérica tan buena como cualquiera.
Mayo- Cantidad de envíos : 225
Re: Esperando una nueva vida
- No es ninguna molestia, no faltaba más – contestó Hannah, desapareciendo en la cocina – Preparé suficiente sopa para todos. ¡Ah! Estamos en Moramaile.
Eficiente como siempre, la partera no tardó en poner la mesa y servir a las dos muchachas. Había pensado quedarse y cenar ahí también, pero ahora que Muireall no estaba sola - aunque su patrón dormía, la amiga de la familia estaba ahí – sintió el deseo de ir a su casa y pasar un par de horas con su familia.
- Mientras cenáis iré a mi casa, Muireall, cenaré con ellos y volveré para acompañaros en la noche.
Aprovecharía también el viaje para devolver la carreta y el asno y visitar a la joven que había atendido por la mañana; que no hubiera llegado nadie a buscarla significaba que las cosas andaban bien, pero quería cerciorarse de ello.
- Id tranquila, Hannah y si lo deseáis pasad la noche allá, necesitáis descansar y yo me encuentro bien y ahora no estoy sola.
- Vendré de todas maneras para veros, niña, y si estáis bien, regresaré a mi casa.
Con esa decisión y un saludo a ambas jóvenes, la comadrona salió por fin de la casa.
La sopa que Hannah había preparado olía exquisito y sabía aún mejor. Ya con la primera cucharada, los colores empezaron a volver al rostro de la selkie, quien se sentía aún mejor al oír noticias del amigo que creía perdido.
- Yo espero lo mismo, ahora es un hombre libre y es bueno y valiente – comentó – Me gustaría poder verlo, ¿él vive en el mismo lugar que tú?
Era muy pronto para viajar con la pequeña, pero tal vez él pudiera visitarlos como lo había hecho Mayo; estaba segura de que Delin se pondría muy contento de verlo, sabía lo culpable que se había sentido al no poder sacarlo de Cascadas. Miró con cariño a la alada; como siempre, era muy buena con ella; había acompañado al ex capitán de vuelta y le traía noticias de Elyon.
- ¿Y tú? – preguntó con dulzura - ¿Cómo estás tú? ¿Cuándo viniste a Jaspia?
Eficiente como siempre, la partera no tardó en poner la mesa y servir a las dos muchachas. Había pensado quedarse y cenar ahí también, pero ahora que Muireall no estaba sola - aunque su patrón dormía, la amiga de la familia estaba ahí – sintió el deseo de ir a su casa y pasar un par de horas con su familia.
- Mientras cenáis iré a mi casa, Muireall, cenaré con ellos y volveré para acompañaros en la noche.
Aprovecharía también el viaje para devolver la carreta y el asno y visitar a la joven que había atendido por la mañana; que no hubiera llegado nadie a buscarla significaba que las cosas andaban bien, pero quería cerciorarse de ello.
- Id tranquila, Hannah y si lo deseáis pasad la noche allá, necesitáis descansar y yo me encuentro bien y ahora no estoy sola.
- Vendré de todas maneras para veros, niña, y si estáis bien, regresaré a mi casa.
Con esa decisión y un saludo a ambas jóvenes, la comadrona salió por fin de la casa.
La sopa que Hannah había preparado olía exquisito y sabía aún mejor. Ya con la primera cucharada, los colores empezaron a volver al rostro de la selkie, quien se sentía aún mejor al oír noticias del amigo que creía perdido.
- Yo espero lo mismo, ahora es un hombre libre y es bueno y valiente – comentó – Me gustaría poder verlo, ¿él vive en el mismo lugar que tú?
Era muy pronto para viajar con la pequeña, pero tal vez él pudiera visitarlos como lo había hecho Mayo; estaba segura de que Delin se pondría muy contento de verlo, sabía lo culpable que se había sentido al no poder sacarlo de Cascadas. Miró con cariño a la alada; como siempre, era muy buena con ella; había acompañado al ex capitán de vuelta y le traía noticias de Elyon.
- ¿Y tú? – preguntó con dulzura - ¿Cómo estás tú? ¿Cuándo viniste a Jaspia?
Muireall- Cantidad de envíos : 99
Re: Esperando una nueva vida
Mayo se alegraba de que su presencia en la casa no fuera en balde. Le echaría un ojo a la nueva madre y Hannah podría pasar algo de tiempo libre en compañía de su familia. Ni se le había pasado por la cabeza que Hannah tuviera otras obligaciones. En aquellos días, Mayo procuraba no pensar en nada que no fuera el aquí y ahora, pero se estaba dando cuenta de que, más que una ayuda, la solución se había convertido en un feo hábito.
Trató de concentrarse en la conversación, que inevitablemente acabaría tocando las cosas que tanto se esforzaba en enterrar en su memoria.
-Por ahora está instalado en Shamataw, donde vivo yo, y luego ya veremos. Es un sitio bonito y tranquilo. Volvía para allá cuando me encontré con Delin. En fin, supongo que ahora mi bolsa llegará antes que yo, pero él la recogerá. Aunque me gustaría poder mandarle un mensaje para que no se preocupe por mi retraso. Ahora que lo pienso, los del barco deben de creer que me he ahogado. Oye, si Hannah hace la cena a menudo creo que me dejaré caer por aquí siempre que pueda.
No deseaba contarle a Muireall lo sucedido con todo detalle. No quería amargarle el primer día de su maternidad. Además, seguro que estaba cansada y no debía agobiarle.
-Poco después de que os fuerais pusieron precio a mi cabeza. Tuve que esconderme y marcharme de Cascadas. Luego me dijeron que había habido un soplo y estaban persiguiendo a varios conocidos. No podía volver, no podía hacer nada para ayudar... busqué un lugar donde establecerme y pensar en lo que debía hacer, y llegué a Shama. Y por el momento no hay novedades. Parece que a vosotros también os buscaban. Elyon me contó que os fuisteis y él tuvo que escapar en cuanto le fue posible.
Trató de concentrarse en la conversación, que inevitablemente acabaría tocando las cosas que tanto se esforzaba en enterrar en su memoria.
-Por ahora está instalado en Shamataw, donde vivo yo, y luego ya veremos. Es un sitio bonito y tranquilo. Volvía para allá cuando me encontré con Delin. En fin, supongo que ahora mi bolsa llegará antes que yo, pero él la recogerá. Aunque me gustaría poder mandarle un mensaje para que no se preocupe por mi retraso. Ahora que lo pienso, los del barco deben de creer que me he ahogado. Oye, si Hannah hace la cena a menudo creo que me dejaré caer por aquí siempre que pueda.
No deseaba contarle a Muireall lo sucedido con todo detalle. No quería amargarle el primer día de su maternidad. Además, seguro que estaba cansada y no debía agobiarle.
-Poco después de que os fuerais pusieron precio a mi cabeza. Tuve que esconderme y marcharme de Cascadas. Luego me dijeron que había habido un soplo y estaban persiguiendo a varios conocidos. No podía volver, no podía hacer nada para ayudar... busqué un lugar donde establecerme y pensar en lo que debía hacer, y llegué a Shama. Y por el momento no hay novedades. Parece que a vosotros también os buscaban. Elyon me contó que os fuisteis y él tuvo que escapar en cuanto le fue posible.
Mayo- Cantidad de envíos : 225
Re: Esperando una nueva vida
- Serás bienvenida siempre – sonrió – y trataré de que mi cena te guste tanto como la de Hannah.
Así como le había alegrado saber que Elyon había logrado salir de Cascadas y se encontraba bien, le apenó oír que le habían puesto precio a la cabeza de Mayo y que había tenido que esconderse y huir ¡Tanto dolor en aquel lugar! ¡Tantas sombras!
- Sí, tuvimos que huir y ni siquiera pudimos avisarle a Elyon - dijo con tristeza.
Le contó sobre el cachorro de lobo alado que habían encontrado y cuidado y como esa acción había acarreado la perdición de Delin al ser descubierto por la guardia. Le habló sobre esa fuga precipitada, con lo que llevaban encima, sin siquiera poder regresar a la Posada para advertirle a Elyon. Le describió el largo viaje por tierra, por caminos poco frecuentados, eludiendo todo lo posible los centros poblados hasta que llegaron a un lugar que Delin consideró lo suficientemente seguro como para esperar un barco y partir rumbo a un lugar del que el capitán casualmente había oído hablar.
Hacía mucho tiempo que no hablaba tanto con alguien pero, aunque había contado muchas cosas, no lo dijo todo. No le habló a Mayo sobre la torturada vigilia del capitán durante ese viaje, sin casi dormir, temiendo que el peligro surgiera desde cualquier parte en el momento menos esperada. Ni tampoco le contó del sentimiento de culpa del brujo por haber dejado atrás al elfo, una carga más en el pesado fardo que ya portaba. Tampoco le dijo sobre su propio tormento durante el viaje en barco, estando sobre el mar día y noche sin poder entrar a él. Esas eran cosas demasiado intimas como para ser contadas aún a una amiga tan querida como la alada.
La sopa la había reconfortado mucho pero, al terminar la última cucharada, el cansancio de la jornada se hizo presente con fuerza. Sentía los párpados muy pesados y a duras penas reprimió un bostezo.
- ¿Te quedaras al menos por esta noche? – preguntó – Es muy tarde para viajar.
Así como le había alegrado saber que Elyon había logrado salir de Cascadas y se encontraba bien, le apenó oír que le habían puesto precio a la cabeza de Mayo y que había tenido que esconderse y huir ¡Tanto dolor en aquel lugar! ¡Tantas sombras!
- Sí, tuvimos que huir y ni siquiera pudimos avisarle a Elyon - dijo con tristeza.
Le contó sobre el cachorro de lobo alado que habían encontrado y cuidado y como esa acción había acarreado la perdición de Delin al ser descubierto por la guardia. Le habló sobre esa fuga precipitada, con lo que llevaban encima, sin siquiera poder regresar a la Posada para advertirle a Elyon. Le describió el largo viaje por tierra, por caminos poco frecuentados, eludiendo todo lo posible los centros poblados hasta que llegaron a un lugar que Delin consideró lo suficientemente seguro como para esperar un barco y partir rumbo a un lugar del que el capitán casualmente había oído hablar.
Hacía mucho tiempo que no hablaba tanto con alguien pero, aunque había contado muchas cosas, no lo dijo todo. No le habló a Mayo sobre la torturada vigilia del capitán durante ese viaje, sin casi dormir, temiendo que el peligro surgiera desde cualquier parte en el momento menos esperada. Ni tampoco le contó del sentimiento de culpa del brujo por haber dejado atrás al elfo, una carga más en el pesado fardo que ya portaba. Tampoco le dijo sobre su propio tormento durante el viaje en barco, estando sobre el mar día y noche sin poder entrar a él. Esas eran cosas demasiado intimas como para ser contadas aún a una amiga tan querida como la alada.
La sopa la había reconfortado mucho pero, al terminar la última cucharada, el cansancio de la jornada se hizo presente con fuerza. Sentía los párpados muy pesados y a duras penas reprimió un bostezo.
- ¿Te quedaras al menos por esta noche? – preguntó – Es muy tarde para viajar.
Muireall- Cantidad de envíos : 99
Re: Esperando una nueva vida
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Chelsie- Cantidad de envíos : 1022
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