El enviado de las diosas

Nombre: Breigal

Apellido: Lymaes

Edad: 198 años

Raza: Reoraf

Descripción física: Su estatura alcanza los 2 metros de altura, es delgado, y sus ojos son rojos, al igual que su cabello. Siempre lleva un sombrero negro en su cabeza, regalo de Daliny, y un chaleco que hace juego, regalo de Talinthraxus. Sus brazos están cubiertos de vendas, las cuales ocultan varias heridas producto de la autoflagelación y de severas quemaduras. Camina con porte elegante y esa elegancia se conserva en todo momento. Lleva una espada larga y ligeramente curva, única en el mundo, llamada Nix. Posee un equilibrio bastante engañoso: es bastante común que parezca que caerá al suelo en cualquier momento, pero siempre encuentra la manera de seguir en pie (incluso en los más intensos terremotos puede mantener su porte, aunque parezca que estrellará su rostro contra el piso de la manera más dolorosa imaginable). Obviamente, este equilibrio no es perfecto: si lo empujan para provocar que tropiece, caerá si no tiene demasiada distancia para acomodarse.



Descripción psicológica: Solía ser alguien muy alegre, pero se ha convertido en alguien muy melancólico. Suele hablar demasiado con su demonio guardián, llegando al punto de hacerlo prácticamente en todo momento. No es extraño que algunos humanos se refieran a él como "el que habla solo". Es extraño que hable alegremente con alguien, suele mostrarse bastante sorprendido cuando alguien le dirige la palabra. Es lo que llaman "un hombre de pocas palabras".

Habilidades: Reoraf= (ya está en las otras fichas, pero lo repito por las dudas) Estas son ciertas capacidades propias de la especie. Los reoraf poseen excelentes reflejos. Pueden incluso reaccionar a una flecha disparada hacia ellos. Además, al tener un demonio guardián, son capaces de meditar durante la lucha, lo que a veces les ayuda a encontrar el punto débil de su oponente o a prever los movimientos que éste realizará.
Breigal= Es un excelente espadachín. Posee la útil capacidad de soportar el dolor físico a niveles tan admirables como preocupantes. Puede dislocarse un brazo y él no sentirá el dolor en ese momento. El dolor llega súbitamente cuando se relaja.
Phabendior= Tiene el poder de multiplicar los metales que toque (lo hace a voluntad), aunque sólo creará copias (es decir que si, por ejemplo, multiplica una moneda de oro, sólo la original será una moneda auténtica, el resto serán falsificaciones bastante bien hechas, pero identificables si se analizan cuidadosamente). El poder de esta habilidad varía de acuerdo al peso del metal que multiplica. Si la usa con monedas, puede crear varias decenas de copias, superando levemente el centenar. Con los objetos más pesados, su poder se ve reducido y las copias pueden llegar a romperse con facilidad. Si copia una armadura, ésta será frágil y no durará más de 2 ataques. Una espada copiada se romperá al cabo de unos pocos usos y otros objetos (cañones, vasijas, etc.) pueden llegar a estallar y deben soportar más de 3 kilogramos sobre ellos.

También tiene un excelente control sobre el elemento tierra, pudiendo modificar el suelo, crear caminos, fisuras imposibles de atravesar, muros, o incluso pequeñas montañas. Su gran afición es crear pequeñas islas para descansar cuando llega la noche. Este poder suele debilitar sus brazos, llegando a entumecerlos durante varios minutos. Los muros que alza por lo general no superan los dos metros y medio de alto y el ancho depende de la velocidad con que lo alce: si lo crea súbitamente, no tendrá más de 50 centímetros de grosor, pero si se toma su tiempo puede crear un círculo a su alrededor, aunque esto suele dejar inutilizables ambos brazos del reoraf. Las fisuras son lo que más le cuesta crear, pues suponen la movilización de una gran cantidad de tierra. Queda completamente exhausto después de crear una, y debido a su inmensa dificultad, no llega a crear una fisura de más de tres metros de largo, y con una profundidad de 5 metros. El hoyo creado se abre poco a poco, y es bastante fácil preverlo, por lo que esta habilidad es más que nada una vía de escape. Los puentes y demás elevaciones de tierra para que estén a su nivel (puentes, islas), son lo que más sencillo le resulta realizar. El tiempo que tarda depende de la distancia que debe subir el suelo. Suele subirlo rápidamente, alcanzando el metro cada 4 segundos, pero esto suele inhabilitar al menos uno de sus brazos. Usa el control de este elemento para crearse fortalezas allí donde vaya.

En el estado de "muerte caminante", puede tranformarse en una bestia de inmenso poder. Esto destruye su cuerpo por completo y lo transforma en un ser sediento de destrucción.

Historia: Nacido en la isla Werth, el pequeño Breigal fue elegido por la diosa Husge, diosa del poder, la tierra y la guerra, para que la venere, momento desde el cual el reoraf tiene ese color en sus ojos y su cabello. Un demonio llamado Phabendior fue elegido para ser el guardián del recién nacido. A la edad de 17 años conoció a Daliny, y fueron casi como hermanos durante toda la vida. Cuando un amigo de la joven reoraf perdió toda razón para vivir, Breigal lo enfrentó para protegerla, pero fue derrotado por ese ser que atravesaba la temible "muerte caminante". Salket salvó la vida de Daliny en esa oportunidad, pero Breigal jamás se perdonó el hecho de que por su culpa su mejor amiga podría haber muerto. Desde ese momento, practica intensamente con su espada y se ha convertido en un excelente espadachín. Quedó huérfano a sus 67 años de vida, producto de una extraña y repentina desaparición de sus progenitores, los cuales fueron hallados muertos 20 años después.

A pesar de nunca habérselo dicho, Breigal siempre sintió un gran amor por Daliny, un amor de esos que valen más que la propia vida. Cuando ella y Talinthraxus se convirtieron en una pareja, Breigal se mostró bastante alegre, aunque en el fondo se estaba destrozando. Nunca permitió que Phabendior les hiciera saber eso a sus amigos o sus demonios guardianes. Daliny y Talinthraxus, así como Salket y Raznet, nunca supieron lo mucho que Breigal sufría por esa relación. Incluso, cuando ellos discutían fuertemente, casos que no fueron muchos, Breigal se esforzaba por reconciliarlos, pues la felicidad que notaba en Daliny cuando estaba con "él" lo hacía muy feliz, y más que su propia felicidad, deseaba ver una sonrisa en el bello rostro de la seguidora de Sast. Cuando la pareja cumplió 50 años, decidieron regalarle un chaleco y un sombrero para agradecerle lo mucho que él había hecho para que ellos pudieran estar juntos. Desde el momento en que ese regalo le fue entregado, los usa todo el tiempo y los cuida como si de los más valiosos objetos se tratasen. Sólo se los quita para lavarlos, y hasta que no están secos y puede usarlos nuevamente, no los reemplaza.

Durante la invasión a Werth, Breigal buscó a sus amigos por todas partes, pero, sobre todo, buscaba a Daliny. No pudo encontrarlos, los humanos lo atraparon y lo llevaron a uno de los barcos. Mediante la aplicación de metales al rojo vivo, quisieron que Breigal les revele la ubicación de Ind, pero se vieron enormemente frustrados cuando notaron que el reoraf no mostraba la menor mueca de dolor. No parecía estar fingiendo que aquel hierro candente le resultaba indiferente, realmente parecía carecer de sensibilidad. Incluso les sonreía, por muchas golpizas que le propinaron, nunca lograron apartar esa sonrisa de su rostro. Muy pronto llegaron noticias de que una joven estaba aniquilando a todos los soldados, por lo que descendieron y ya nunca regresaron. Breigal se zafó como pudo y descendió del barco. Corrió hacia el templo de Sast para buscar allí a su amiga, ya con las esperanzas casi destruidas, y no encontró a nadie. Se sentó a descansar un poco, tranquilizado por la idea de que Salket era una guerrera impresionantemente hábil, y en ese momento sintió todo el dolor que pudo resistir en el barco. Tras recuperar la conciencia, pues el intenso dolor le provocó un desmayo que duró varias horas, incluso días, recorrió la isla buscando algún sobreviviente pero, especialmente, a Daliny o Talinthraxus. No encontró a nadie, y dedicó los últimos 14 años de su vida en la tarea de enterrar los restos de lo que alguna vez fue una raza hermosa, de la que él parecía ser el último sobreviviente. Al comprender su enorme soledad, Breigal intentó suicidarse varias veces, pero siempre consiguió seguir con vida. Sus brazos quedaron marcados con las quemaduras y los cortes que sufrieron.

Fue una noche de luna llena, cuando el recuerdo de sus dos amigos, lo único que lo mantenía con vida, pareció invocar ante él la presencia de cinco seres que no cualquiera tenía oportunidad de ver: Ind, Husge, Sast, Athanexis y Naub' Lonks.

-Breigal -le dijo Husge, su deidad protectora-, no debes estar mal. No estás solo.

-No eres el único reoraf que queda, joven Breigal -dijo Sast.

-Sobrevivieron otros dos reoraf. La salvación de la especie está asegurada -lo animó Athanexis.

-¿Él es Naub' Lonks? -preguntó señalando al dragón negro de dos cabezas que escoltaba a la diosa.

-¿Puedes verlo? -Ind no podía creer lo que acababa de oír.

-Sí. -Entonces, el joven reoraf se dio cuenta de lo que estaba hablando. -Soy el primero que puede verlo, ¿cierto?

-Sí. -La mirada de las deidades que había ante él entristecieron de repente.

-¿Qué sucede? ¿Por qué se han puesto tan tristes?

-No es nada -le dijo Sast rápidamente. Lo cierto es que todas ellas sabían que si Breigal no se había enamorado de Athanexis era porque su corazón pertenecía a otra mujer, y ni siquiera la diosa podía distraerlo de su verdadero amor.

-Breigal, nos hemos presentado ante ti y Phabendior por una razón. Una muy importante.

-¿Tiene algo que ver con esos dos reoraf?

-Así es -le dijo Athanexis-. Debes traerlos de regreso a Werth, para garantizar la salvación de tu especie.

-Seguramente no es tan fácil como suena. ¿Dónde están? ¿Y cómo sabré que son ellos cuando los encuentre?

-Encontrarlos será la parte difícil. Reconocerlos será muy fácil. Sobrevivió un seguidor de cada una de nosotras. La cultura podrá renacer sin problemas.

-Entonces buscaré una persona de cabello y ojos azules y otra de cabello y ojos verdes, ¿cierto?

-Exacto. Para que puedas identificarlos muy fácilmente, te daremos otro dato: los conoces. El seguidor de Athanexis es un hombre. Quien sigue a Sast es una mujer.

-¿Serán...? -Una pequeña esperanza comenzaba a crecer en el corazón del joven Breigal.

-Sí. Son Talinthraxus y Daliny. Debes encontrarlos y traerlos de vuelta para que la cultura de esta isla renazca. Te acompañaremos en todo momento.

Athanexis le entregó unas vendas con las que cubrió las heridas de sus brazos, Husge le dio una poderosa espada llamada Nix, Sast le otorgó la capacidad de invocar un pequeño búho fantasmal para que lo ayude en su búsqueda, e Ind le concedió un barco que lo guía hacia la dirección que él desee y sólo aparece cuando él lo necesita.

Mientras viajaba hacia aguas desconocidas, pensó en que vería a sus dos amigos de siempre, pero una idea no le agradaba demasiado.

-Daliny sobrevivió, y se fue con Talinthraxus. ¿Por qué ninguno de ellos me buscó, Phabendior?

-No lo sé. Quizás te creyeron muerto.

-Yo los busqué por todas partes aún pensando en la posibilidad de que estuvieran muertos...

-Ellos tienen sus prioridades, Breigal. Debían sobrevivir. Quizás sólo se desencontraron. Quizás ellos te buscaron pero nunca coindidieron en el mismo lugar.

-O quizás quisieron deshacerse de mí. Garantizar la salvación de la especie... Ellos serán los que hagan eso. Ellos son una pareja feliz que yo ayudé a mantener unida. Y así me lo agradecen... Abandonándome...

-No creo que lo hayan hecho conscientemente, Breigal.

-Dime una cosa. Cuando finalmente los encuentre y regresemos los tres a la isla Werth, cuando eso suceda... ¿Qué será de mí? Ellos serán una pareja feliz que asegurará la salvación de nuestra raza. ¿Y yo? ¿Acaso el papel del solitario que logró salvar la especie y será olvidado me tocará a mí? Sólo los recordarán a ellos, llegará un momento en el que yo nunca habré existido. A lo sumo seré el primero en ver a Naub' Lonks. Pero viviré solo por el resto de mis días.

-Breigal... -susurró Phabendior para intentar calmar al reoraf.

-Sólo hemos sobrevivido tres, y ellos son los que conforman la pareja salvadora, yo sólo soy el maldito peón que los trae de regreso. No quiero una vida solitaria, Phab.

-Tráete una humana contigo.

-Los humanos envejecen muy rápido. Ella se convertirá en polvo antes de que yo pueda siquiera darme cuenta.

-¿Y entonces qué demonios quieres hacer?

-Yo sé lo que voy a hacer, Phab. Yo sé lo que voy a hacer...


Atributos:

1 - Voluntad
2 - Inteligencia
3 - Constitución física
4 - Habilidad
5 - Astucia
6 - Carisma


Extras: Su demonio guardián es bastante discreto, por llamarlo de alguna manera. Físicamente es imposible identificarlo. La única forma de notar el cambio es cuando habla. Cuando la voz suena fuerte y masculina, es Breigal el que habla. Si su voz suena apagada y melancólica, se trata de Phabendior.

Su espada, regalo de Husge, es quizás la más leal que alguna vez se haya forjado en la isla. Es un arma que obedece al brazo de su amo, que no es otro que Breigal. En manos de otro ser vivo, esa espada sólo será un pedazo de metal. Fuera de eso, en las manos de Breigal es una espada común y corriente.

Sast le regaló un pequeño búho fantasmal con el que comparte la visión de su ojo derecho. Si Breigal se tapa el ojo izquierdo, verá aquello que vea el búho, aunque experimenta un fuerte dolor luego de terminar. Mientras más tiempo use la visión del búho, más intenso será el dolor que su ojo experimente, pudiendo incluso causarle una ceguera temporal con el ojo derecho.

Las vendas que Athanexis le ha regalado a Breigal están sanando sus heridas de manera constante e ininterrumpida, pero para esto necesitan que Breigal sienta amor por otra persona. En caso se sentirse enojado, las heridas volverán a la normalidad y el proceso se reiniciará.

El barco que Ind le regala tiene la capacidad de volar, aparecerá siempre que Breigal lo necesite y lo lleva al lugar que su corazón quiere ir, por lo que no necesita de tripulación.

Aunque Breigal nunca lo supo, el chaleco y el sombrero que Talinthraxus y Daliny le regalaron tienen el poder de aumentar su velocidad de tal manera que puede ir a la par del viento. Estos objetos cuentan con la desventaja de que tal velocidad exige un equilibrio notable para no caer, cosa que, como bien notaron Talin y Daliny, Breigal posee.

Spoiler:

¡Qué de reoraf!

Creo que este es mi reoraf favorito. Me ha gustado mucho la historia, y también esa última frase de tensión que dejas al final... ^^
(Y físicamente tiene un gran parecido con un conocido de un personaje mio...)

Aprobada por mi parte =).

Que triste....

Exijo que también se me responda por la felicidad de Breigal !!!!!! Si se cruza con mi Dul, sin duda tratará de robarle una sonrisa

Me gustó mucho Breigal, espero leer pronto sus andanzas por estos mares.

Ficha editada. Agregadas las imágenes del barco (regalo de Ind) y el búho (regalo de Sast).

Las imágenes están en el spoiler.