Miguel

Nombre: Lo dejó atrás hace años, ahora simplemente se presenta como “El Ilusionista”… Y aunque algunas de las personas que lo conocen insisten en llamarlo "Lusión", él intenta no darse por aludido.

Edad: 35.

Raza: Humano.

Origen: Alguna de las tantas grandes ciudades que hay en el mundo. Si le preguntan, dirá que viene de “la Isla de la Luz”

Aspecto físico: Con 1,87 de estatura y de rasgos finos acomodados en un rostro afilado, su aspecto es el de alguien acostumbrado al público. Sus ojos grises se muestran permanentemente brillantes, acompañando su eterna sonrisa afable y ligeramente seductora. Solía llevar una pequeña barba puntiaguda y un delgado bigote, pero tras su última parada decidió que necesitaba un cambio de imagen. Ahora va impecablemente afeitado, enmarcado el rostro con su cabellera negra, lacia y larga hasta los hombros, perfectamente peinada bajo el siempre presente sombrero de copa negro.
Es inaudito verlo vistiendo algo que no sea uno de sus muchos trajes, los cuales oscilan entre todos los tonos de gris y llegan al negro. Remata el conjunto con un sobretodo de cuero negro, largo hasta el suelo y con infinidad de bolsillos ocultos, propios de su profesión.
Cubre sus manos con un par de guantes de algodón blancos nuevos, pues dejó de usar los que tenían bordados las runas supuestamente mágicas. Por algún motivo, ya no se siente tan cómodo como antes atribuyendo sus habilidades mágicas a objetos externos…
Por último, siempre cerca suyo, hay un cuervo. De tamaño normal pero de color oscuro incluso para su raza, el animal no es real, sino una elaborada ilusión creada por él mismo. Sólo la desvaneció de su lado una vez, pero la experiencia no fue agradable y no parece tener planeado volver a hacerlo.

Spoiler:

Descripción psicológica: Su alegría, su sonrisa, sus grandilocuentes palabras y exagerados gestos. Los muchos nombres que le da a su ilusoria mascota, el suyo propio inexistente. Los actos, las presentaciones, las conversaciones con su cuervo.
Todas ilusiones, mágicas o no. Mentiras que acabó por creerse él mismo, una máscara tan bien hecha que se convirtió en su rostro.
Siempre estuvo sólo. No por nada especialmente trágico, sólo por ignorancia. Las personas son el público, él es El Ilusionista. El mundo es su escenario, la vida es su obra. Esa era la única realidad que conocía.
Sólo una vez en el pasado se había acercado a alguien, pero los caminos se bifurcaban y no hubo lágrimas en la separación. Al fin y al cabo, todas las grandes obras tienen al menos un intermedio.
Pero un día, uno de esos escenarios resultó ser mucho más "participativo" de lo esperado. Se encontró a sí mismo jugando con palabras como "compañero" o "amigo". Recibió un nombre. Se acortó la distancia entre el público y el maestro de ceremonias.
Conoció a alguien.
Y… no supo llevarlo. El teatro entero se derrumbaba sobre él y no sabía qué hacer, por lo que bajó el telón y abandonó la obra por la mitad.

Atributos:
1: Carisma
2: Astucia
3: Inteligencia
4: Habilidad
5: Voluntad
6: Constitución física

Habilidades: Es extremadamente bueno en la magia tradicional, es decir, la prestidigitación. No hay truco de cartas, dados, sogas o aros que no conozca o que no pueda aprender simplemente viendo a otro hacerlo. Esto lo llevó a ser un maestro escapista y un excelente carterista, dos habilidades que sabe que posee pero que nunca tuvo necesidad de usar.
Sumado a eso, a muy temprana edad descubrió que podía doblar la luz y hacer vibrar el aire a su antojo, creando ilusiones de imagen y sonido tan reales como él mismo. Siempre se sintió un poco frustrado por no poder darle aroma a sus ilusiones, pero contrarresta esto invirtiendo buena parte de sus ganancias en el escenario en toda clase de esencias aromáticas, perfumes e inciensos, los cuales mezcla para lograr el mayor realismo posible en sus creaciones.
A diferencia de lo que muchos creen, por más reales que sean las ilusiones no dejan de ser eso: ilusiones. La leyenda de que “la mente lo hace real” es una gran falacia. Puede asustar a quien sea “invocando” un enorme troll de las cavernas, darle el aroma correcto, hacer que se mueva como uno de su raza y mover el aire para que su rugido produzca una ligera corriente de un fétido aroma (que él crea), pero basta con tocarlo para que se revele como la mentira que es.

Historia: Tras una infancia de casi completo aislamiento en un orfanato, en el que había sido dejado al poco de nacer, descubrió que la única manera que tenía de sentirse acompañado era impresionando al “público”.
No había nada en la canasta en la que fue dejado que lo pudiera guiar hasta sus padres, solo un papel arrugado con un nombre garabateado en él… nada de importancia.
Sus habilidades se empezaron a presentar cuando él era aun muy joven, dándole a los típicos juegos infantiles más vida de la esperada. Fue tildado de raro, de fenómeno, de monstruo y de cualquier otra cosa que se le pasara por la mente a los demás niños del orfanato.
Pero donde cualquier otro se hubiese reprimido por miedo a sí mismo, él practicaba en cualquier sitio donde nadie pudiera verlo, mejorando en lo que él comenzaba a considerar arte, su arte.
Lentamente fue ocultando su tristeza, su soledad, la necesidad de compañía y afecto que cualquier niño siente a esa edad, tras una teatral máscara de pacífica alegría y autocontrol, pues al "público" no le gusta ver un espectáculo donde el protagonista esta triste.
Y desde su primer presentación, lo que antes lo convirtiera en un bicho raro ahora lo hacía ser el motivo de todos los aplausos y vítores.
Así fue obteniendo fama y admiración… pero no verdadera compañía, ni amistad. Cuando cumplió la mayoría de edad y pudo finalmente salir del orfanato, del cual nadie quiso sacarlo por ser demasiado “raro”, continuó perfeccionando su arte, creando más grandes y mejores espectáculos.
Poco cambió en su vida después de esto. Casi siempre viajaba sólo, haciendo raras excepciones cuando los caminos eran pocos y muy transitados, pero siempre manteniéndose alejado de sus compañeros de viaje.
Era en estas raras ocasiones, sin embargo, que la distancia entre el público y el presentador se acortaba más. Como si la obra tuviera un descanso, y él lo aprovechara para hablar con los espectadores de las primeras filas. Y fue en alguno de estos viajes que vivió lo más cercano que tuvo a un romance… se podría decir que hasta una relación.
Pero así como lo hizo en todas las siguientes ocasiones, se fue al llegar a destino. Después de todo, ningún intermedio debería ser mejor que la obra…
Finalmente, una parada en su viaje que no debía ser más que otra de tantas resultó ser demasiado "intensa" para él. Descubrió que había alguien capaz de acompañarlo en el escenario, capaz de interactuar con sus ilusiones de un modo que jamás hubiese podido imaginar.
Descubrió la amistad, el compromiso, la pasión que nace de luchar por algo más importante que el mero entretenimiento.
Descubrió que estaba sólo.
Y descubrió que era un cobarde…

Sabes de sobra que tienes el visto bueno de mi parte, y mucho mas que el visto bueno, para este pj.

Este personaje me fascinó desde la primera vez que leí su ficha y esa impresión no ha cambiado. ¡Por supuesto que tiene mi aprobación!

En dos palabras. "Me encanta". Diviertete entre nosotros

*huye a postear*

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Lohengrin escribió:Holaaaaa... yo tambien me uno a la re-bienvenida ! Padrino ! *Lo abraza*

Padrino?????

¿Puedo jugar con el loro Sr. Pirata? -Dijo afusivamente Memo, observando fijamente al cuervo. O.o

Recuerdo este personaje perfectamente (la verdad es que no sé si conozco al usuario, que creo que no) ¡y me encantaba! Ohhh, qué ilusión verlo por aquí

PD: Emm... siento decir esto tras un mes de publicación, pero lo siento, lo he podido ver ahora...